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Número 257-258

Serie XXVI

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Eugenio Vegas Latapie: Memorias políticas (II) 1936-1938 Los caminos del desengaño

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Eugenio Vegas l,atapie: MEMORIAS POLITICAS (II),
1936-1938. LOS CAMINOS DEL DESENGAÑO (*)
Casi. dos años después de su muerte aparece el segundo tomo
de las Memoriae pólíticas de Eugenio Vegas Latapie, que dictó
a

Francisco José Fernández de
la Cigoña, debiéndose el cuida­
do de esta edición a Pablo Beltrán. de Heredia. Se ocupa del
pe­
ríodo que va desde el 19 de julio de 1936 hasta fin de 1938,
por lo que es de esperar que continúen publicándose, pues
dejó
dictado

hasta 1942.
, ,
AJ. ocuparnos del primer volumen de estas memorias ( 1) di­
jimos que Eugenio Vegas representaba la fidelidad por ántono­
masia. La fidelidad a unas ideas -las del Derecho público cris­ tiano--
mantenidas a

lo largo
dé toda
su vida. Y con la
triste
ocasión

de su muerte poníamos
.de relieve
que
· su
fidelidad lo
fue a la Verdad (2).
Este fundamental aspecto de su vida se refleja
támbién, cómo
no,
eh este volumen.. El mismo ha advertido, refiriéndose a
Serrano Suñer,

que
há procúrado «exponer la verdad de los he­
chos 'sin desvirtuar

el relato· con los
colores propios
de otra
época
dist.iµta». Esta

afirmación cabe
extenderla a
todo el libro.
Eugenfo Vegas

relata los
hechos ,tal como

los vivió, vio
y sinticS
en

aquellos momentos, no como los percibía
y analizaba cásl
cincuenta años despuéS, lo que es muy de agradecer, pues se nos
trasmiten
fielmente, con

una
vivacidad-que
casi nos permite
«presenciar~> muchos

de
10:s acontecimientos narrad9s.
Con este segundo volumen de meniorias asistimos al em­
peño
'de Eugenio Vegas

para intentar que
el Nuevo Estado se
ÍU!)dámentara en las

ideas expuestas
y defendidas en la revista
(•) Tebas, Madrid, 1987, 530 J>á8,. Prólogo de Fausto Vicente Gella.
(1) EUGENIO VEGAS LATAPIE: «Memorias políticas, El suicidio de la
Monarquía y la Segunda República», en Verbo, núm. 217-218 (1983), pá-
ginas. 948-989.
·
(2), «Fidelidad

y Verdad. La
lección de

una muerte», en el volumen
de
vatios autores Eugenio. Vegas Latapief .. Jn::.n,emoriam, Speiro, Madrid,
1985.
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Acción Española. Sin embargo, su empeño fue inútil. La caren­
cia de ideas, la falta de un· proyecto de Estado en los militares,
que sólo tras el fracaso de la sublevación, . al convertirse ésta
en una guerra, tuvieron que hacer frente a un gravísimo pro­
btema para el que . no . estaban preparados -la sublevación y
aun la guetra en ~us inicios se hace en nombre de la Repúbli­
ca--,-y, por. quf no de<;.irlo, .t~mbién las ambiciones p~r;;onales,
impidieron·

el triunfo
.de 'las ideas .e intéiw.iones .. de· ·Eugenio Vegas. ·1
',; '· '· • ·,, e,. ·
Así se deduce de sus entrevistas con Franco, de los nom­
~ramientos que s_e efectúan en la retaguardi_a en . pers,onas. nada
sígnificádas durárite la República e ·foch.1~0 etitfe quienes sé ha­
bían' destacado dl'fencliertd¡:, lo ccirtuatio de lo qué d Alzamiento
significába, de las personas en que recaían cargos' políticos, d,e
los riombraníientos en ,Prensa ·y Propagahdá; de la falta de ca'
rácter
y aun del abandono por parte de algriftos de, ·sus ·amigos,
de la inutilidad de los esfuerzos realizados 'para ·Jograr la · apari-
ción de
Acción Española, etc. . , •. · · ·· · "
En este segundo vofümen, · cuya lectura prqvOcai:á_ 'en quienes
lo desconozcan el deseo dé' leer el p.rimetti, se ,na,·:relat¡U\, enti;e
otros

acontecimientos, la
venida de don Juan o€. Borb¡
a Et
paña

como voluntario
pa,;a combatir én · la Cruzada, que era «la.
causa

de todos
los buenos españoles»,· según calificativo de clqµ
Juan en carta a Eugenio• Vegas; el nombrainiérito de Franco
como

Jefe del Gobierno.
'del Estado; el· inciden't., de Unatiiuno
en

la Universidad de
-~alamanca, pi;ecisando que d grito de Mi­
~án Astray fue: « ¡Muera la intelep:ualidad traidora»!·, y que el
r~ctor salvó probablemente la· ,:icla gracias al mismo Millán
Astray. al

c¡rdenarle que diera
er brazo
a
.la señora dél Jefe
del
Estado;,
el caso Hedilla ;, .los intentos por hacerse con El I)ebare
Para . .de5.pués_ de la victd,:ia~.' coP,'_ UD, impresionante. aJ?éndic~ s·ó­
bre el tenia; la constitudóri eú!l pj'imer Consej~- Nacio11al de
F. E. T. y delas J.
O. N.S-,,etc. . . ·.· . , .
. , . Tras el ap,irente as~Ío a¡iecdótico de algunos ,de los suce­
so,s _relatados aflora el men~aje, que Eugenio

ha
qoerido · trasmi­
liir, ,que refleja, su desánimo y desalien_to, .--no en vano este vo"
lumen

se titula
los caminos del desengaño-ante lo que se pre­
paraba en
la España nacipnal casi .descle,,sus primeros días. Pe­
simismo. y

desaliento
compartido por: ~I cardenal Gomá -«Señor
Vegas, esto va muy
mal»_i, que le hizo escribir en _el prólogo
de la Antologl,; de A;cción.J;sp,¡¡ioír,,publicada .en marzo de 1937
con el título de Vox c/a,nanPi<:in desert_o un editorial nada op­
timista. En él se indicaba, con toda claridad: «De nada
sirvell
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el patrlotlsmo y la buena voluntad de un gobernante, aunque
sea

un dictador, si desconoce
la,iverdad política,
a cuyo dictado
es preciso gobernar». Y se recordaba a Cádiz durante la
guerra
de

la independencia .como advertencia que era preciso evitar:
«Pero mientras los buenos
patriotas lucahaban y morían com,
batiendo

a
· las

huestes napoleónicas, en Cádiz, a recaudo de las
balas, unos cuantos españoles, imbuidos de la
ideología·susten­
tada

por los ejércitos enemigos,
iban fraguando

unas
leyes con­
trarias
á los principios del Derecho público cristiano y a nues­
tras saludables
tradiciones». Esto

es lo que Eugenio quería evi­
tar. Y
gran parte

de sus ideales y de
los de Acción Española
se vieron definitivamente truncados. Esto es lo que reflejan
algunas de
las .anécdotas
relatadas, como la
preponderancia ,de
Serrano

Suñer, diputado .por la CEDA, agrupación
que había
representado

durante la República buena parte de las ideas com­
batidas ,por
/4cG/g1¡_ Española y contra, las que surgió: al Alza­
miento
y ,qu;,, en _nada se había distingµidü" en-su' preparaciófü
O

las heridas sufridas por Antonio Tovar, falangista de
nueva
hora

tras el
18 de
julio, antiguo presidente de
la FUE en V,i.­
lladoHd, _ n,ombrado _ delegado -de Prensa. _y. ,Propanganda en. V alla1
dolid y así, convertido en censor de falangistas, lo que .no pudo
soportar el antiguo
jQnsista al-
que se le
r~azaban.IUs artículos
y

que, enterado de ello, le descerrajó unos
tiros.·, ··
Escrito
con la misma amenidad que el primeror este segun­
do

volumen resultará polémico,
-por

los retratos
· de
algunos de
sus protagonistás, muchos de ellos muertos, por algunas de las
cartas
que contiene,

dirigidas a él
-de. don Juan de

Barbón,
.
de

Ibáñez Martín, de Lequerica, de Areilza, ... -, o escritas
por él, como la de 9 de enero· -de -1938 a don Juan .
.
-Pero
no
todo es desilusión ní -reflejo de la mezquindad de
algunas personas. Así, pot ejemj:>lo,, el .heroísmo en el frente,- .la
ilusión con la que se combatía que reflej_an las

admirables car­
tas de Borja de ·
Arteaga :Y del .duque de María Hidalgo,· e~crita
á Fraru:o en · Buenos Aires y. tráída por
el
hijo que venía a sustituir
-al hermano
muerto en ·Teruel.
Fausto Vicente

Gella,
_con· todo ·•acierto., ha dado al prólogo
este titulo:
Eugenio Veg¡zs Latapie, dignificitdor de la pol!tica.­
La politica con .Eugenio Vegas adquiría ·caractétes diferentes de
los

acostumbrados
. para tOrtvetti:rse en ·lo ·que -Santo Tomás de
Aquino

calificaba como.
«la cieqcia arquitectónica respecto

de
todas las
rias, no buscaba el medro personal, sino el bien de su Pratia y
no lo basaba en
la voluntad de· uno;· rey o -cáudillo; ni en la de
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. unos pocos ni en la de muchos. Su fundamento se encontraba en la religión católica
y en el orden natural. En la voluntad de
Dios. La lectura
de los caminos del desengaño resulta obligada
para todo amante de
la verdad y para todo el que desee cono­
cer mejor la reciente historia de España, ame o no a aquélla.
Y al igual que
el primer vólumen, nos hace desear leer su con­
tinuación.
EsTANISLAO CANTERO.
lean Dumont: POURQUOI NOUS NE CELEBRERONS
PAS
171!9 (*)
Dos efemérides de extraordinario significado en la historia, espi­
ritual y
política de

España van a coincidir en el
ya· cercano ;úío de
1989:
la conmemoración del III Concilio de Toledo, celebrado el
año 689, cuando el rey" Recaredo se ·convirtió al ·catolicisn'ló y con él
todo el pueblo visigodo, iniciando una andadura multisecular -la
de la unidad católica de España y la confesionalidad de sus institu­
ciones públicas-, que_ sólo i-ecientemente, con la vigente Constim­
ción de 1978, parece haberse quebrado, quiera Dios que no definiti­
vamente, y
la del estallido de la Revolución francesa (1789), acon­
tecimiento de ·alcance planetario, ·punto de .arranque de la evolución
sociopolítica de gran parte de 'la_s sociedades contemporáneas, en
Europa y fueta de ella. ·
Presum.iblemetite,
el eto . en loS medios_ de comunicación ·será muy desigual: amplio y sonoro
en
el segundo

caso, escaso
cuando no. nulO en

el primero.
Constata·
ción

de una evidencia que.
tlo puede

suscitar otra cosa que aprensión
y -sonrojo en cuantos esj)añoles, · católicos y fieles a la tradición de su
patria, son conscientes de que uno 'y otro· acontecimiento ·Se hallan
en el origen de dos etapas bien contrastadas en la histntia de Espa­
ña: el III Concilio de Toledo en el de
un largo

período de expansión
y madurez de
la civilización hispánica que culmina en los primeros
siglos
de la

modernidad,
y el impacto en España de la Revolución
francesa, con las Cnttes de Cádiz
y la implantación del régimen libe­
ral tras la desaparición de Fernando VII, en la etapa de declinar
agobiente

en todos los
órdenes que
se prolonga hasta
la actualidad.
Jean Dumont

acaba de
publicar un

nuevo libro, breve pero
ela-
(") Editorial A. R. G. E.; Bagneux, 1987.
996
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