Fernando Medina Ruiz: El paraíso demolido

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los grupos políticos de . Navarra sean propiamente regionales y no
dependan de instancias centrales, siempre· reacias a comprender el
foralisrno; la revisión del mal llamado "Amejoramiento" del derecho
público foral;.
la reintegración
de los descarriados, con caridad pero
sin transigencias;
la defensa,

en fin, de la continuidad tradicional de
las instituciones contra los influjos extraños de la actualidad.
Por último -y quizá
sea la pieza más emotiva de todo el libro-,
un apéndice (págs. 257-274) en el que se relata la visita de Juan
Pablo
II a Javier el día 6 de noviembre de 1982: "el día grande
de Navatra". Es una crónica exacta, como acta levantada por el no­
tario
que

es el autor, no sólo de
la importancia que para Navarra
tuvo ·esa memorable

visita pontificia, sino también de los aspectos
menos loables de la recepción oficial y desorganización de la con­
centración, en contraste
con la calurosa

acogida popular que
se dis­
pensó al Papa ese día.
El estilo siempre' claro y sencillo, enérgico y convincente de Javier­
Nagore brilla

en esta serie de
artículos con especial eficacia, como
testimonio
admirable de un parriotismo constante y ejemplar. El
combatiente y cronista de la Cruzada, el montañero y poeta de las
cumbres se muestra aquí al gran público como un vibrante pensador
político.
ALV,\!tO D'ORS.
Femando Medina Ruiz: EL PARAISO DEMOLIDO (*)
A pesar de que han pasado más de dos siglos, el tema de las Re.e'
ducciones Jesuíticas d~, Paraguay es aún hoy en día objeto de fuertes
controversias. Nos da la impresión de que se trata de una vieja he­
rida que no
ha logrado cicatrizar del todo y de la cual aún mana
sangre fresca. , .
Sin

duda alguna que
el film La Misión, estrenado hace ya más
de un año y ganador de la Palma de Oro en el Festival de Cannes
de 1986,. contribuyó a despertar interés por
un tema que
permanecía
latente

y dispuesto a manifestarse
a la primera oportunidad.
Ahora bien, en el aspecto bibliográfico
'- el que en esta
sección nos interesa
de modo · muy particular-: diremos

que
el. tema
de las Misiones de los Jesuitas·
entre los

indios
guaraníes se ha. visto
enriquecido por

un estudio aparecido en
Méxito en la primavera de
este año.
(º) !lditorial Tradición; México, 191!7; t,Z·p,lgs ..
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Se trata del libro El Paraíso demolido, cuyo autor es el histo­
riador

guatemalteco don Fernando Medina Ruiz, y en el
cual se trata
a fondo acerca de aquel experimento
social único en la historia.
Un libro que el autor, en
un afán de permanente búsqueda de la
verdad histórica, inicia
dedicándoló "a la Compañía de Je,ús -de
negra ,otana y alto e,píritu-, que evangelizó a bravía, y noble, et·
ni.as de ·nuestra gran Patria Hi1panoamericana".
El

libro es
un amplio alegado en defensa de la obra que la Com­
pañía
de

Jesús realizó en el Paraguay, así como
una condena impla­
cable de la decisión que Carlos III -manipulado por su ministro
el
Conde de Aranda- romó en el sentido de ordenar que los jesuitas
fuesen
expulsados de

todo el Imperio Español.
Quien
te,; el esrudio de Medina Ruiz no sólo .se percatará · del
profundo conocimiento que del tema· tiené el ·autor,· ~in_o que se sen­
tirá admirado al comprobar la vasta cultura de un hombre de letras,
periodista .militante desde hace ya medio siglo, que conoce infinidad
de países y que le ha dado ya dos veces la vuelta al mundo.
Consideramos que El P
ara,,o demolido es

una obra que
estaba
haciendo

falta no sólo porque
existiese un
hueco bibliográfico, ya
que sobre el tema ex,isten varios trab¡1jos.
Más bien consideramos que es un libro que hace falta porque
-de modo científico y con la pasión propia de quien
arna y defiende
la verdad- ayuda a rebatir viejas calumnias y pre_senta en - todo su
esplendor el éxito alcanzado por aquellos .piad~os misioneros de
temple ignaciano.
En estos tiempos de. tanta desorientación en el terreno de las
ideas es necesario convencernos de que la historia es algo más que
un montón de volúmenes apolillados y polvorientos que se enruen­
ttan arrinconados en una bibUoteca.
La

historia es algo vivo cuyo conocimiento resulta indispensable
para comprender mejor muchas de las desgracias que en la actualidad
nos
afligen.
Por ese motivo es de justicia para con aquellos santos misioneros,
así como de imperiosa necesidad para el hombre de nuestros días,
que se conozcan las maravillas que los hijos de Sau Ignacio de Lo-·
yola realizaron hace ya más de tres siglos.
Y, de igual modo, es también de justicia que el hombre de hoy
tenga cabal conciencia de cómo los enemigos del Bien operan desde
el
principio de los tiempos
y cómo una de sus mayores felonías con-..
sistió

· en
la demolición de un paraíso que había brotado en medio
de la selva.
A esos enemigos que coJ).spiran noche y día en contra de la d·
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vilización occidental y cristiana habrá que arrancarles la máscara y
presentarlos tal cual son.
Por todo ello nos congratula que aparezcan libros como El Pa­
Y.aíso demolido, una obra en la cual su autor maneja el castellano
c-0n -singular galanura, presenta infinidad de datos con estilo vigo­
roso
y denuncia a los culpables de aquella infamia. . .
Decíamos al principio cómo, gracias al film La Misión el tema
de las Reducciones del Paraguay había vuelto a un primer plano de
acroaJidad, prov~ando · que _ las gentes se interesasen por conocer más
de
aquel asunto.
Sin

embargo, hay
que reconocer
cómo la
influencia de una pe·
lícula -por IDuy buefla que ésta sea-:-es pasajera, ya qu~ _al poco
tiempo las gentes la olvidan para brindarle su atención a la que en
esos momento$· acabe de pone'rSe e:0. cartelera.
· En cambio, la influericiá. de los libros es permanente, y así vehios
cómo pensadores de la talla de un Jaime· Balmes, un Juan Donoso
Cortés,

un Marcelinó
Menénd.~z y Pelayo o un Ramiro de Maeztu
continúan orientando a sus lectores a pesai: de que sus venerables res­
tos háce-ya muchos

años que reposan en sus
tumbas,.
De

ese tipo de
libros· es Et P[Jraiso de1_1?,olido, una obra que, aún­
que
pasen -'muchos años

y aún
mucho después de que
su autor cruce
los' utnbra).es de la. eternidad para· someterse á:l Juicio de Dios, conti­
nuará· siendo de interés. perma.dente.
Un libro siempre actual, que estaba haciendo falta y que sale de
las nobles ·prensas· de la Editorial Tradición en el momento más
oportuno,

ya que ayuda a comprende_r mucho mejor los frutos
civili~
zadores que produjo el Desrubrimiento de América, aiyo V Cente­
nario estamos en vísperas de celebrar.
NBMESJO RODRiGUEZ LOIS.
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