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Número 321-322

Serie XXXIII

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El derrumbe de la Unión Soviética y el nuevo orden mundial

EL DERRUMBE DE LA UNION SOVffiTICA Y EL
NUEVO
ORDEN MUNDIAL
POR
MIGUEL PoRAnowsKI
Nuestro tema se refiere a un fragmento de la historia contem­
poránea, por lo que tenemos que darle un enfoque histórico y
cronológico. Es necesario colocarlo dentro
de la situación política
contemporánea y sus antecedentes, pues para contestar a las
pre­
guntas: ¿qué pasa hoy día con la revolución marxista-comunista
y con la ex-Unión Soviética? y ¿qué
relación_ hay entre estos acon­
tecimientos y el Nuevo Orden Mundial?, hay que recodar sus
antecedentes: cómo nació la revolución marxista-comunista y cómo
se apoderó de la Rusia milenaria ( 1) ; pues esta revolución «no
cayó de la Luna», sino que fue pensada, planificada, organizada
con
una finalidad concreta: destruir radicalmente a la milenaria
Rusia cristiana y apoderarse de
ella por un largo tiempo.
Hay que recordar al respecto lo que escribió Henrich Heine
en el año
1842. El poeta Heine, judío alemán, en la revista ale­
mana dedicada a los problemas franceses Franzosische Zustande,
refiriéndose a la Revolución francesa, _escribe: «La revolución es
siempre la misma, nosotros no hemos visto más que su principio,
y muchos de nosotros no llegaremos a ver más que la mitad. El
comunismo que aún no ha aparecido (2), pero que aparecerá po­
deroso y será intrépido y desinteresado como el pensamiento, se
(1) Véase al respecto los artículos del autor en la revista Verbo de
Madrid, núms. 289-290 y 293-294.
(2) Afirmando eso, Heine se equivoca, pues varias corrientes comunistas
de hoy día ya están pres~tes en la Revolución francesa; tal vez, está. pen­
sando en el comunismo marxista.
Verbo, núm. 321-322 (1994), 101-110 101
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identificará con la dictadura de proletariado. Será un duelo te­
rrible. ¿Cómo terminará? Eso lo saben los dioses ... de quienes es
conocido el futuro. Sólo esto sabemos nosotros: el comunismo ...
es el héroe tenebroso a quien está reservado un mágico pero pasa·
jero
papel en la moderna tragedia, y que sólo espera la orden para
entrar en escena. Por eso
no perderemos nunca de vista a ese ac­
tor y hablaremos alguna vez de los ensayos secretos con los cuales
se prepara
su 'debut' ... La guerra entre Francia y Alemania será
sólo el primer
acto del gran drama (3); el segundo acto es el
europeo, la revolución universal, el gran duelo entre los despo­
seídos
con la aristocracia de la propiedad y entonces no se hablará
de nación ni de religión; sólo existitá una patria, la tierra, una
sola fe, la felicidad sobre la tietrá» (4).
A pesar de que todavía
es demasiado temprano para constatar
el derrumbe definitivo del imperio soviético, en el cual la peres­
ttoika
de Gorbachov tuvo un papel preponderante ( recordemos
que la perestroika
de Lenin duro ocho afios, siendo el modelo de
la actual),
ya se puede constatar, sin peligro de equivocación, el
derrumbe de la CCCP (de la Unión de las Repúblicas Socialistas
Soviéticas), lo cual no significa todavía el derrumbe total del
ac­
tual imperalísmo ruso.
El derrumbe de
los imperios es un fenómeno normal, co­
rriente y frecuente, y generalmente ocurre cuando un imperio llega
a la cumbre, agotando sus fuerzas· de tal manera que ya no puede
seguir
más adelante, entonces, se cumple lo previsto por Benito
Mussolini:
chi si ferma e perduto.
Personalmente quedé más impresionado por el derrumbre del
Imperio Británico (lo que ha ocurrido inmediatamente después de
la segunda guerra mundial) y del Imperio
_Francés (en la década
(3) Aquí, Reine ya habla de la guer~ franco-prusiana, casi treinta aiíos
antes de ella, es decir, que ya sabía que aquella estaba planificada, como
los «ensayos»
de la revohici6n comunista, es decir, de la revolución de
1848, llamada por los ingenuos
«la primavera de las· naciones» y la revolu­
ción comunista en Francia en el año 1871.
(4) Citado por
TRAIAN RoMANFSCU, Traición a Occidente, Buenos Aires,
1982, págs. 193-194.
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de 1960), que por el derrumbe del Imperio Soviético, pues este
último no fue
para mí una sorpresa, por el· contrario, lo estuve
esperando, pues
desde un principio se trataba de imponer un sis­
tema contra naturam, absolutamente inhumano y contrario a todo
lo que sus habitantes podrían esperar, siendo un régimen esen­
cialmente totalitario y esclavizante.
El Imperio Británico llegó a la cumbre en víspera
de la se­
gunda guerra mundial. Todavía en.el año 1938, la Gran Bretaña
celebraba su imperialismo con una fantástica Exposición de la
British Commonwealth en Escocia (que pude visitar) y a este
asunto se refería también la Escuela de Verano de
la Universidad
de Exeter, en
el mismo año (a la que tuve la oportunidad de asis­
tir). La exposición de Escocia demostraba a los ingleses las ven­
tajas de las que gozaba Inglaterra por tener un imperio, y a los
habitantes del Imperio, que visitaban la exposición,
las ventajas
de
pertene= a aquél. Y, sin· embargo, ya al final de la segunda
guerra mundial,
es decir, apenas seis años más tarde, el gobierno
de Inglaterra liquida rápidamente su propio imperio, dejando sola­
mente una unión cultural y de mutua colaboración, guardando el
nombre de
British Commonwedlth, pero llenándolo con otro con­
tenido.
Todavía
más sorprendente fue para mí la liquidación, también
desde arriba, del Imperio Francés, que llevaba
el nombre modesto
de la
France d'outre mer (La Francia de ultramar) y que abarcaba
a Indochina, a los enormes territorios en Africa, Madagascar, etc.
En esta situación la rápida liquidación, siempre desde arriba, de
los otros imperios europeos, como el de Bélgica y el de Holanda,
fue comprensible. Sólo Portugal no tuvo apuro
para emancipar a
sus antiguos territorios en Africa y en otras partes. En realidad,
ninguno de estos imperios
se encontraba bajo las presiones de
parte de sus habitantes. La liquidación de estos imperios fue más
bien por comodidad, pues los problemas de estos países colonia­
les
se complicaban cada vez más y los gobiernos imperiales pre­
ferían deshacerse de ellos,
más bien por puro egoísmo. El retiro
de los europeos de Africa fue muy doloroso para los africanos,
pues, bajo la tutela de los gobiernos imperiales, los distintos pue-
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MIGUEL PO~ADOWS.f(I
blos africanos vivían en calma y sin mayores problemas, pero una
vez «liberados»
,empezaron a pelear entre si y ocurrieron las ho­
rribles matanzas~. ,E:n_ muchos caso_s,: ,estos conflictos siguen. hasta
hoy día.
En realidad, los últimos imperios europeQs no se derrumba­
ron, sino que fueron desmantelados desde arriba, provocando en
muchos casos en
la población colonial el descontento, la desilu­
sión y, a veces, la desesperación.
La sorprendente liquidación del Imperio .Británico colocó a
los otros imperios europeos en una situación embarazosa.
Bélgica
y Holanda, nolens volens, tenían que hacer lo mismo. Francia
siguió defendiendo
sus colonias durante. varios años más y sólo
la llegada, por segunda vez, del general De Gaulle a la presi­
dencia de la República cambió toda la situación. No hay que
<:>lvidar que el general De. Gaulle había ganado las elecciones pre­
sidenciales precisamente por
el .problema colonial, pues la mayoría
de los franceses, especialmente
los habitantes de las colonias, es­
peraban de él la afirmación y la continuación de la política de la
France d'outre mer, y fue para ellos una sorpresa cuando el gene­
ral De Gaulle, una vez en el poder, se declaró enemigo del colo­
nialismo y empezó rápidamente a liquidar el imperio. El asunto
de Argelia fue muy dramático e incluso provocó varios atentados
contra la vida del presidente
De Gaulle. No se trataba solamente
del petróleo, se trataba más bien del gtan
peligto para Francia y
para toda Europa de
la presencia soviética en Africa, pues, en
muchos casos, en lugar de las potencias europeas entraba
el im­
perialismo soviético, dísfrazado por los partidos marxista-comu­
nistas o marxista-socialistas, que
tomaban el poder. El retiro de
Francia de Indochina dejó a este vasto país a
la merced de los
comunistas
chinos, dívidíendo el país en Vietnam del Norte y
Vietnam del Sur, e instalando una larga, cruel y desastrosa guerra
civil.
Estos
dos ejemplos ilustrativos del derrumbe de los últimos
imperios, desmantelados desde arriba, nos sirven para comprender
mejor
el derrumbe del imperio soviético, pues éste también es
liquidado desde arriba en el momento de su llegada a la cumbre,
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a su mayor expansión, qiando la revolución comunista se extiende
a casi todo el mundo,
1 todos. los países, sirviéndose no tanto de
las armas, de su
pode4 militar, como de la propaganda, de las
guerrillas y de la
extens¡ón de su red del partido comunista-único­
mundial. Sin embargo, existe
I una esencial diferencia entre estos casos,
pues los imperialismos
jnglés y .francés obedecían solamente a los
intereses propios de
es~os países y crecían orgánicamente, mien­
tras que la extensión
dF la revolución marxista-comunista por la
Unión Soviética a todo
f!I mundo fue un principio básico de toda
la doctrina de la revoljición comunista mundial ( die W elttrevo­
lution
). Todos los dirig1ntes comunistas, empezando por los de la
Revolución francesa,
y,I especialmente, los del comunismo mar­
xista, siempre insisten f° que la revolución comunista no puede
tener éxito antes de extenderse a todos los países. Entonces, la
Unión Soviética, protaJonista principal y oficial de esta revolu­
ción mundial, tenía
qu~comprometerse con esta doctrina. De ah!
el esfuerzo que se ha echo para extenderla a todos los países,
imponiendo en ellos el modelo socialista
y, ante todo, instalando
en ellos gobiernos
mar¡dstas. Pero esta extensión costaba dema­
siado, pues, en muchos I casos, la Unión Soviética tuvo que finan­
ciar
la revolución en iarios países simultáneamente y, una vez
tomado el poder por s~ agentes o simpatizantes, tenía que seguir
financiándoles y
ayud' doles. El caso de Fidel Castro en Cuba
es muy ilustrativo, pues mantenerlo en el poder costaba a la Unión
Soviética en
el último tempo más de cinco mil millones de dóla-
res anualmente (según Departamento del Estado), y el caso de
Cuba no fue
el único, el contrario, muchos otros países asiáti-
cos y africanos han c9stado todavía mucho más, hasta que los
soviéticos
se dieron cu1I>ta de que no podían seguir más as!. Chi
troppo abhraccia nulla
{tringe, dicen los italianos, y eso vale tam­
bién en politica. De
mtnera parecida a Inglaterra y Francia, que
al llegar a la cumbre eje sus imperialismos han tenido que liqui­
darlos, también la
Uni1n Soviética no pudo seguir adelante. Pero
quien ya no sigue adelaf te con su imperialismo está perdido, como
lo decia Mussolini: Ch,I si ferma, e perduto.
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Sin embargo, en el caso de .la Uni6n Soviética hay que insistir
en que la principal causa, e incluso, tal vez, la única, de la liqui­
daci6n voluntaria del imperio
es otra, a saber: «la tarea cumplida».
¿Cuál tarea? La tarea de descristianizar el mundo, de trans­
formarlo por la revoluci6n de tal manera de hacerlo apto para
aceptar, e incluso para acoger con gusto el
... Novus Ordo Saecu­
lorum, es decir, el Nuevo Orden Laico Mundial, preparado desde
hace mucho tiempo por las sociedades secretas, pero que no fue
posible imponerlo antes de
destruir las patrias, las naciones, las
milenarias costumbres de
la gente creyente en Dios, en Cristo
Redentor, en los valores de la vida eterna, en la felicidad no
t=e­
nal, sino perdurable, compartida con Dios.
El programa de Heinrich Reine y de otros,
de construir en la
tierra un
paraíso, ut6pico e indigno del hombre, que ha sido pre­
sentado por los comunistas de todos los tiempos, result6 ser
irrealizable en la Uni6n Soviética. Pero sí result6 conveniente
para preparar a la gente a la aceptaci6n de otra utopía, otra ilu­
si6n, a saber una democracia perfectamente laica, the New World
Order, como la llam6 el ex-presidente Bush, es
decir, la vieja Civi'
tas Mundi, radicalmente opuesta a la Civitas Dei.
«Wall Street-Broadway 120» ha financiado y fomentado con
esta finalidad
la revolución marxista-comunista en Rusia y en todo
el mundo, pues esta revolución ha sido una obra destructora que
corrompía
y nivelaba todas las culturas inspiradas por la religión
cristiana, preparando terreno para la constrncci6n del New World
Order. Este Nuevo Orden Mundial, concebido como un solo Estado
Mundial Federal, no
podía ser aceptado por la Rusia cristiana y
zarista, de
ahí que se presentaran la necesidad de destruirla y, ante
todo, de desctistianizarla radicalmente. Por esto
se extendió a este
enorme país la revolución marxista--comunista. Pero, una vez cum­
plida esta tarea de desctistianización, de ateización y de materia­
lización, Rusia
ya está madura para ser «democratizada» y, dentro
de poco tiempo, incluida
en el Estado Unico Mundial Federativo
que está en preparación;
Dentro de esta visión es plenamente explicable por qué « Wall
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Street-Broadway 120» ha financiado la revolución marxista-comu­
nista en Rusia desde fines del siglo
XIX, todavía antes de la guerra
ruso-japonesa y después a la revolución bolchevique, como tam­
bién durante
los setenta años de duración de la Unión Soviética,
y sigue financiando actualmente esta obra, ahora con una genero­
sidad extraordinaria.
Y
a hemos
visto que en la planificaci6n global para la revolu­
ción comunista se preveía para ella -según Heine-«un papel
pasajero» y no durable,
es decir, un papel indispensable, pero limi­
tado en el tiempo, como una etapa necesaria hacia una democracia
federativa de un Estado Unico Laico Mundial permanente.
La
«profecía» de Heine está confirmada por la «profecía» (más
bien una
confidencia) de Disraeli, quien en su libro Coningsby
también anuncia la pronta aparición de una revolución comunista
mundial ; el
hbro de Disraeli, el futuro Ear! of Beaconsfield y
varias veces primer ministro del gobierno
de Ingalterra, está edi­
tado en el año 1844, es decir, cuatro años antes de los primeros
«ensayos» (como los
llamó Heine) de la revolución marxista-co­
munista.
Que los «planificadores» de la revolución marxista-comunista
hayan previsto para ella una vida limitada consta también en
la
declaración de la British-Israel World Federation, la cual en su
revista oficial
National Message (marzo 1972) afirma que « ... la
Unión Soviética
ya cumplió su misión ... » ( 5 ), lo que quiere decir
que no se la necesita más, por lo
cual los últimos veinte años de
su vida fueron «regalados».
También la «eminencia gris» de la British-Israel, Murry
Bu­
tler, en un banquete celebrado en el hotel Astor en Nueva York,
el 19 de septiembre de 1937, en su discurso dijo: «El comunismo
es un instrumento que sirve para destruir los gobiernos naciona~
les, con la finalidad de imponer un solo gobierno mundial, una
sola policía y una sola moneda mundial» ( 6
). Entonces, una vez
cumplida esta «tarea», el «instrumento» (la revoluci6n marxista­
comunista) puede ser abandonado.
(5) PmRXE VrnroN, Le Nouvel Ordre du Monde, Téqui, 1974, pág. 59.
(6) Ibfd.
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Sin embargo, lo más. interesante al respecto es, ,al ve?., lo que
escribe Robert Strausz-Hupé, en su libro The
Balance of Tomo­
rrow
y que ha sido recién recordado por la revista americana
ORBIS (Winter, 1992). Recordemos que Robert Strausz-Hupé (7)
es el fundador de la institución Foreign Policy Institute (Phila­
delphia)
y de su órgano oficial O RBIS, una revista trimestral, en
el año 1957.
En
el primer número de es.ta revista, Strausz-Hupé publica su
estudio
« T he Balance of T omorrow», que es en realidad un resu­
men de su libro The Balance
of T omorrow Power and Foreign
Policy in United States, editado en
el año 1945. Este artículo del
año 1957
ha sido publicado nuevamente en la mencionada revista
ORBIS (Winter, 1992), siendo analizado
y comentado en los otros
artículos del mismo número por
los colaboradores de ORBIS,
desde
el punto de vista de la situación política actual. Se puede
suponer que
su· visión del Nuevo Orden Mundial es idéntica o al
menos casi idéntica, a la visión del Departamento del Estado, pues
sus cuarenta años de carrera diplomática lo identifican con la po­
lítica oficial del gobierno de los Estados Unidos.
¿Qué entiende
Strausz,Hupé por este Nuevo Orden

Mundial?
Su razonamiento es el siguiente: la única salida para los Estados
Unidos
es la unificación política de todo el mundo bajo su lide­
razgo, lo cual tiene que ser realizado durante la presente genera­
ción (es decir, en el siglo xx} (8), por dos razones: primero, por-
(7) Según los datos de la revista ORBIS (Winter, 1992), Robert Strausz·
Hupé nació en Viena (Austria), en el año 1903. Emigra a los Estados Uni­
dos, donde trabaja primero «as a Wall Street broker», después en distintas
instituciones
académicas, publicando varios libros sobre temas políticos, de
los cuales los más importante son:
Axis America, Hitler Plans Our Future,
N. Y., 1941; Geopolitics: The Struggle for Space and Power and Foreign
Policy in the United States, N. Y., 1945; The Zone of Indifference, N. Y.,
1952; The Estrangement of Western Man, London, 1953; International Re­
latío.ns in the Age of Conflict Between Democracy and Dictatorship, N. Y.,
1954; In My Time, N. Y., 1965. Después de la s~da guerra mundial es
embajador de
los Estados Unidos en Turquía, Sri Lanka, Bélgica, Suecia y
NATO.
(8) «The issue before the United States is the unification of the globe
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que emergen políticamente los pueblos de Asia, lo cual altera el
balance del poder internacional y regional, y anuncia
la llegada
de conflictos y guerras; segundo, porque dentro de poco muchí­
simos pueblos -y no solamente los Estados Unidos, Inglaterra y
la Unión
Soviética-van a tener las armas nucleares. 'La única
posibilidad de evitar la
· guerra atómica es la imposición de un
Nuevo Orden Mundial, que sólo puede realizar los Estados Uni­
dos
(9),
Sin embargo, lo que aquí nos interesa ante todo es su opinión
respecto a la Unión Soviética. Pues bien,
ya en su libro anterior­
mente mencionado,
The Balance of Tomorrow del año 1945, es­
pera que se realicen en la Unión Soviética cambios profundos y
radicales, gracias a los cuales Rusia llegará a ser un país democrá­
tico y, por ende, apto para set integrado
al Nuevo Orden Mundial.
El autor
nd oculta que este Nuevo Orden Mundial (the New World
Order)
será, en realidad, un Imperid Americano ( 1 O), No extraña,
entonces, que
el general De Gaulle se opusiera a la política de los
under its Ieadership wíthin this generation... This task must be acoomplis­
hed within the near futute because .of two overriding consideracions: l. The
political emergence
of the Asian peoples, together with theit trernendous
population
growth, is altering profoundly the international and regional
balance-of-power and presages regional and internacional co:nflicts and war.
2. Within the foreseable future, a number of nations, other than the United
States, the Soviet Union and Britain,
will acquiere nuclear weapons and
other means of rnass destruction ... ». ORBIS, vol. 36, Nu.rnber 1, pág. 5.
(9) «The one only question is, therefore, who wil1 be the people that
wil1 establish the universal order in their image and under their domina­
tion?
... The United States is uniquely fitted for leadership in global unifi­
cation. The immense military power of the United States is, of course, the
first and
indispensable attribute of leadership. At present, American fede­
rative power consist of three parts: Its core is the United States itslef, ...
the second part is the American-European alliance, and the third is its
leadersphip of the United Nations. NATO is really the nucleus of the world
federatiOn-in-the-making». Ibíd., págs. 5, 8. -
(10) «Will the coming world order be the American Universal empire?
lt must be that». Ibíd .• pág. 8. «Far the next fifty yéars or so, the future
belongs
to America. The American empire and mankind wil1 not be opposi­
tes but merely two
names for universal order peace 8n.d happiness. Novus
orbis terrarum». Ibíd., pág. 9. · ·
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Estados Unidos y defendiese el concepto de una «Europa de las
Patrias», lo que explica porqué Strausz-Hupé criticara en
sus libros
tan severamente la
política de Francia y la contribución de ella
a la existencia histórica de
los estados nacionales ( 11 ).
Así, constatamos que ya por el año 1945 la política de los
Estados Unidos preveía
el derrombe de la Unión Soviética y la
aparición en su Jugar de una democracia laica, atea y cosmopolita,
apta para ser un
socio importante del Nuevo Orden Mundial.
Se puede suponer que los Estados Unidos no solamente pre­
veían el derrumbre
del régimen comunista en la Unión Soviética,
sino que lo preparaban
y fomentaban. Y no se trata de una supo­
sición gratuita, pues en
el mismo número de la revista O RBIS
está incluido un latgo estudio, escrito por Kervin J. McNamata,
con
el título «Reachíng Captive Minds with Radio», sobre la pro­
paganda americana mediante la radio Free Europe, transmitida en
varios idiomas
y destinada a los países de la Europa Central ( ocu­
pados por la Unión Soviética) y a los pueblos de la Unión Sovié­
tica. McNamara atribuye a esta labor informativa y de propaganda,
durante
los últimos cuatenta y siete años, el cambio de la menta­
lidad de la gente de esta región, gracias
a los cual se produjo el
desconcierto dentro del pattido comunista y el derrombe del ré­
gimen del «socialismo real».
(11) «The creative force of na.tionalism has been exhausted for a long
time». -Ibfd., pág; .5. «I;a. our times, nationalism is restrained neither . by
liberal constltutions nor by roncero for the common interests of mankind ...
it become the school for violence and dictatorship. It is narrowly páro:
chia! ... Nationalism is .the greatest_ retrogressive force-of this century».
lb{d., pág. 6. «The mission of the American peopl states, lead their
bereaved peoples -into larget -unions, and overawe with
its might the would~be saboteurs of · the new ordet who have nothing to
offer mankind but putrefying ideology and brute force». Ib!d., pág. 9.
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