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Número 321-322

Serie XXXIII

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AA.VV.: El fin de la historia. Más allá de Fukuyama

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
AA. VV.: EL FIN DE LA HISTORIA. MAS ALLA DE
FUKUYAM.A (*)
El volumen que presento a los lectores de Verbo reúne las
ponencias desenvueltas
en el X Simposio de la Asociación para la
Promoción de los Estudios Territoriales
y Ambientales (OIKOS),
con sede en Buenos Aires, durante los días
2, 3 y 4 de noviembre
de 1992. Nuestra revista, que se ha venidd ocupando desde anti­
guo
-por las plumas de Julio Garrido, Rafael Gambra y quien
firma esta
nota-de las actividades de este notable equipo de
investigadores capitaneado
por el arquitecto y urbanista Patricio
H. Randle, no puede sino acoger con alegría este que sepamos
últimd fruto de sus afanes y estudios. Una vez más se acreditan
lo.s que tengo por tres más relevantes caracteres· de todas las pro­
ducciones de
OIKOS: el acierto en la elección de los temas, siem­
pre tocados por la actualidad, pero divisados desde el palenque
de lo perenne ; la metodología interdisciplinar, que lleva a com­
binar las disciplinas humanísricas con los saberes científicos
y téc­
nicos (en este caso teología, filosofía, polftica, sociología y física
vienen ayuntadas en sus páginas) ; y unos autores no sólo compe­
tentes
y solventes, sino generalmente bien orientad.os.
Patricio Randle, en la nota de presentación, subraya que «la
obra homónima de Fukuyama, bien que analizada con rigor
por
algunos expositores, ha servido sobre todd para replantear la cues­
tión con mayor alcance y significación». Pues, «de la naturaleza
humana a
la historia, del esoterismo a la sociología, de la física a
la teología se ha pasado exhaustiva revista a temas afines que no
fueron considerados
por el autor de El fi,¡ de la historia y que,
sin embargo, son relevantes a la cuestión».
Son muchas las consideraciones que me ha sugerido la lectura
de las páginas de este libro, al hilo de las que en su día me pro­
dujo la de
la obra de que trae causa y de algunas glosas de la serie
nutrida a que dio origen. Desgranarlas aquí resultaría excesivo,
toda vez que los profesores español y argentino, respectivamente,
Antonio Segura y
Carlos Daniel Lasa, han dedicado en estas mis­
mas páginas,
el primero un extenso comentario al libro del esctitor
nipo-estadounidense y
el segundo un ensayo completo centrado
sobre el mismo.
Por lo tanto, he optado por podar lo que debería
llevarme a redactar una nota. limitándome a dar noticia escueta
(*) Buenos Aires, 1993, 136 p,Ígs.
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INFORMACION BIBLJOGRAFICA
de la aportación colectiva de OIKOS según las reglas que rigen
el género de la recensión.
El primero de los trabajos
-«Las tesis de Fukuyama»-re­
presenta un notable esfuerzo· por reducir· a pocas páginas la estru­
tura, el entramado,
la argumentación y finalmente las tesis prin­
cipales de la obra de Francis Fukuyama. Por si fuera poco, aún
se ha permitido su autor, Aníbal d'Angelo Rodríguez, rematar el
estudio con algunas interesantes observaciones críticas. Con todo,
y pareciéndome una introducción muy correcta, encuentro excesiva
cierta simpaúa que le lleva a verter elogios sobre aspectos de la
obra que no siempre lo merecen.
María Lukac de Stier, investigadora del Consejo de Investiga­
ciones Científicas argentino ( CONICET), y profesora de la Uni­
versidad Católica Argentina, divide en dos partes su sintética con­
tribución sobre «Naturaleza humana e historia».
En la primera
aborda
el tema de la naturaleza humana, negada por Fukuyama
-que se adhiere a la peculiar versión del hegelianismo que resulta
de la obra de Alexander Kojeve---, desde el sillar del tomismo;
para, en la segunda, contrastar sus interpretaciones sobre los pen­
sadores clásicos, que le parecen forzadas y ayunas de rigor filosó­
fico.
En el tercero de los capítulos del volumen, el siempre sutil y
combativo Antonio Caponetto denuncia la mistificación anticris­
tiana de la «era de Acuario»
-que ya hemos abordado en Verbo
en alguna otra ocasión-, en lo que respecta al ámbito del fin
personal del hombre y del fin de la historia. Sin referirse a Fuku­
yama expresamente, su ensayo traza un marco que permite encua­
drar algunas de las razones de su éxito en la eclosión de gnosticis­
mo y utopismo que caracteriza esta postmodernidad anticristiana.
El ensayo de Patricio Randle tiene el sello de lucidez que dis­
tingue todas
sus incursiones por cualesquiera campos del pensa­
miento. En «El fin de la sociedad urbana» repasa
las lecturas clá­
sicas del fenómeno -desde la pesimista de Lewis Murnford a la
optimista de Jean Gottman, pasando por Henri Lefebvre, Pierre
George, Murray Bookchin, Alain Touraine v Joseph
Comblin-,
las valora ajustada y acribiosamente, y concluye con un ensayo
de «relectura» de intención prospectiva. Recomienda salir del
ca­
llejón del «avance a ciegas» y «detenerse a considerar cuáles son
las virtudes genuinas del concepto originario de ciudad y tratar
de recuperarlas adaptando a ellas las nuevas modalidades de la
vida moderna».
Raúl Sánchez Abelenda, en «El sentido de la historia», expli­
ca muy bien cómo Fukuyama amalgama conceptos en parte desga-
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lNFORMACION BIBLIOGRAFIC.A
jados de sus fuentes, donde tenían ubicaci6n temporal precisa,
respondiendo a una cosmovisi6n filos6fica
-verdadera o err6nea,
que
no hace ahora. al. caso-.,,. determinada, de modo que al pre­
tender. sistematizar con elementos
asistemáúCQS no logra una na­
turaleza id6néa, pues carece de finalidad. Igualmente enfoca con
acierto que, en rigor, no hay filosofía· de la historia, sino s6lo
teología de
la historia. Ciertamente, estas páginas -por las que
desfilan Donoso Cortés y Giambattista. Vico, Julio Menvielle y
Dom Guéranger, Garc;ía Morente y Elías de Tejada-, se cuentan
entre las más notables del volumen.
Las ciencias de la naturaleza también .tienen su espacio en el
panorama que ofrece la obra de OIKOS. Fausto Gratton interpre­
ta «El fin de
la. física» en un triple significado: el «cierre» de toda
la disciplina o de ramas significativas de ellas, «entendiéndose por
"cierre"
el haber captado los principios fundamentales que son
basamento del resto, quedando para los futuros
físicos la tarea de
completar los detalles» ;
el término de la búsqueda por el descu­
brimiento de una «formula mundi», que contendría en potencia
todas las facultades del universo;
y literalmente el fin de la natu­
raleza. Pero, en el primer sentido, no parece que pueda hablarse
de cierre: Plank recordaba que su maestro trataba de disuadirlo
del estudio de la física, porque
- terminada».
En la segunda de las acepciones, a pesar de la proli­
feraci6n de diversas
TOE (Theory ofEverything, teoría de todas
las cosas), estamos lejos de
la soñada unificaci6n y no hallamos en
tal camino -más que un conjunto de hipótesis provisionales, inge­
niosas pero con fallas y sin soporte empírico. En el último de los
sentidos, esctibe Gratton, durante
este siglo se ha acumulado sin
cesar fa evidencia de· que el universo ha tenido ptincipio y tendrá
fin, a partir de lo cual desgrana un conjunto de reflexiones que
nos conducen derechamente hacia
el capítulo final.
En efecto, en el último de los ensayos, Gustavo Podestá, se
sitúa en la perspectiva formalmente teol6gica, Es interesante ob­
servar, porque creo que ilumina la faz esencialmente teol6gica del
tema abordado, que prácticamente todas las contribuciones, cual­
quiera que sea el ámbito de su exposición, incluyen sugerencias,
explicaciones y razones de índole teol6gica. No se trata de un
defecto metodol6gico por
parte de los autores, más bien se trata
de una exigencia impuesta por la naturaleza del tema. Podestá no
habla del fin de la historia
como término, sino como sentido y
causa final. Su texto, que recapitula el contenido del simposio, me
parece sanamente provocador y original, aun cuando, por lo mis­
mo, resulte difícil no sorprenderse por algunas de sus afirmaciones.
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lNFORMACIO_N BIBLIOGRAFICA
Patricio Randle, ilustre colaborador de estas páginas, vuelve a
rendir, como en ocasiones anterior.es-un notable servicio a la causa
de la inteligencia, de la piedad y de .la fe. Es para mí un honor y
un placer reconocerlo una
vez más en homenaje del intelectual,
del amigo y del apóstol.
MIGUEL AYUSO.
Claudia Finzi: GLI INDIOS E L'IMPERO UNIVERSALE (*)
El profesor Oaudio Finzi, docente de Historia de las ideas
políticas en la Universidad de Perugia,
há centrado su actividad
intelectual e investigadora sobre dos ejes principales: la historia
del pensamiento político. de los siglos
xv y XVI y la denuncia del
complejo ideológico a que responde la llamada «tecnocracia». Es
precisamente en conexión con esta segunda área de interés como
ha solido venir a Verba, pues Juan V allet, en la constante reela­
boración de las tesis expuestas en su magna obra
Idea lo gla, praxis
y mita de la tecnocracia, algunos de cuyos frutos han visto la luz
en estas páginas, ha integrado los aportes del profesor Finzi. Hoy,
sin embargo,
se asoma a nuestro observatorio en función de la
primera de sus inquietudes.
Y lo hace con una obra de excelente factura y formas
acadé­
micas que aborda la incidencia del descubrimiento de América
sobre
las ideas políticas. Es sabido que el hecho. del descubrimiento
cambió no sólo
la representación del mundo, la alimentación o la
economía, sino que
influyó decisivamente en las ideas políticas,
contribuyendo a la mutación que se estaba operando en
tomo a
la concepción del poder
y de la comunidad política. El propio
subtítulo, «Descubrimiento de América
y Teoría del Estado»,
muestra a las claras
el núcleo teorético que pretende aprehender,
centrando adecuadamente
su objeto. El libro se estructura, a. par­
tir de un prólogo introductorio y hasta las conclusiones seguidas
de unas ricas indicaciones bibliográficas, en un capítulo prelimi­
nar
-titulado «per il papa e · l'imperatore»-y cuatro ensayos
respectivamente dedicados a Francisco de Vitoria, Domingo de
Soto, Luis de Malina y Francisco Suárez.
Es harto complejo pretender compendiar este libro, más aún
en cuanto aborda. un objeto que a su problematicidad conceptual
suma la abllnda!lcia d_e aproximacion~. Por eso, me limitaré a una
(*) Il Cerchm, Rimini 1993, 200 págs.
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