Índice de contenidos

Número 347-348

Serie XXXV

Volver
  • Índice

Jesús Muñoz Pérez Vizcaíno, S.I. (1908-1996)

IN MEMORIAM:
JESUS MUÑOZ PEREZ-VIZCAINO, S. l.
(1908-1996)
Siempre es grato verse sentado a pocos centímetros de una má­
quina de escribir, con posibilidad, que nunca falta, de difundir el
bien y
la verdad. Cuando el bien y las verdades valen, no perecen;
perviven a gusto en el recuerdo nuestro del pasado que tantas veces
desestimamos indebida.mente. Pero además se encarnan en nuestra
vida presente, y siguen viviendo entre nosotros más allá de la vida
de sus autores.
Es cierto que la vida de un sacerdote religioso a carta cabal,
como lo fue nuestro desaparecido Jesús Muñoz no necesita ya de
por sí que la justifiquemos con otros razonamientos. Pero indepen­
dientemente del bien disperso y no cuantificable a dicha condición
suya, pasan del medio siglo los años que en su vida dedicó a la
enseñanza.
A excepción del primer trienio vivido en Cuba a partir de 1928,
en los que las ciencias matemáticas ocuparon su principal atención,
los restantes cincuenta y cinco-años
de su profesorado, que empie­
zan en 1941, fueron, previa preparación en Bélgica, España y Roma,
empleados en la formación de sacerdotes -no tan rara vez de obis­
pos-en la Pontificia Universidad de Comillas de Santander y Madrid
-treinta y dos años-y en la argentina Universidad Católica de
Cuyo
-veintitrés años-. El que ya había sido además unos años
Secretario General en Comillas, fue diez años Decano en Cuyo, donde
también colaboraría posteriormente en el gobierno académico como
asesor doctrinal.
La antropología, con la psicología experimental y racional, fue
el centro de su estudio y profesorado en esta larga etapa; que al lado
de
la labor callada, profunda y eficaz de las clases día a día, le ofre-
Verb,, núm. 347-348 (1996), 827-829 827
Fundaci\363n Speiro

IN MEMORIAM
cía ocasión de numerosas intervenciones en discursos inaugurales,
congresos nacionales e internacionales,
y colaboración en el régi­
men de prestigiosas revistas, o publicación en ellas de artículos
sobre la materia.
Saben de sus artículos las revistas jesuíticas «Estudios Eclesiás­
ticos», «Pensamiento», «Sal Terrae»
y «Miscelanea Comillas»; y
en la estantería de su
última habitación durante un año escaso en
Salamanca
se veían números de « Verbum» y de la argentina «Gla­
dius» con artículos suyos de los últimos meses de su vida.
Por lo que toca a nuestro VERBO,
no pudo pasársele descono­
cido a este asiduo intelectual
que creía en las ideas y en el hombre;
y fueron repetidos los trabajos con que honró amablemente nues­
tras páginas.
En ellas revela con su habitual claridad en la exposi­
ción, y
su incisiva aportación de datos menos estimados por otros
sobre las cuestiones que trata, que no sólo son Freud
y temas afines
los bien conocidos
por este maestro de psicólogos que fue Muñoz,
sino
el sentido de la libertad política en Gregorio XVI y Pío IX, o
el propósito decisivo de la gesta de España en América, recordado
por él allí en los días del V Centenario.
Otras publicaciones suyas fueron
también los textos de psico­
logía racional y experimental, tras años de perfeccionar los apuntes
que iba acumulando
para sus clases; y diversos trabajos como «Esencia
del libre albedrío y proceso del acto libre según F. Romeo, Santo
Tomás y Francisco Suárez», «¿Cómo nació la vida?», «Angustia,
enfermedad, placer»; y otro en
Argentina con el título de «Psiquis­
mo inconsciente».
Al margen de su especialidad sacó también a la luz en 1964
«Libertad religiosa
aquí hoy». Y ya retirado en Salamanca seguía
anotando entusiasta cosas sobre el tomismo, el freudismo y diver­
sos temas hispanoamericanos acerca de la conducta de descubrido­
res e indios, esclavitud, Reducciones; e incluso añadía referencias
al Simposio Internacional de los 500 años tenido en el Vaticano en
mayo de 1992.
Hombre fue de personalidad original, interesante, por eso dis­
cutido, complicado y menos entendido a veces; y siempre estimado
promotor de una verdad realista, que estará influyendo aún más
828
Fundaci\363n Speiro

IN MEMORIAM
allá de lo que esperaba quien, con cierto «psiquismo inconsciente»
también él, la dejó escrita pata nosotros.
Perdonándole su ida de esta vida cuando son tan deseables hombres
así, aun a los Ochenta y ocho años de su ya quebrantada salud, es de
agradecer con nuestra oración su obra
y el eStímulo que ella nos
infunde. Para él nuestro recuerdo afectuoso. Y para el que esto es­
cribe, la satisfacción de haber redactado este
par de páginas sobre
un amigo entrañable.
AGUSTÍN ARREDONDO S. l.
829
Fundaci\363n Speiro