IX. La burocratización de la cultura según las directrices de la UNESCO

podrían suponer si únicamente se ,valorara a escasa cantidad de
. comentarios que ha -suscitá.do;»
«La

Ley de
·Financiación y -Reforma :de la Seguridad Social
de
21 de junio- de 1972 suprime la barrera móvil que separaba
eñ: las

empresas a los «económicamente
débiles» (más
o menos
auténticos),. ·que formaban

en el Seguro Obligatorio
de Enfer­
medad,

. de los. pudientes,. e
indú.ye a
los más
-alta.mente· retribui­
dos

empleados en
sus servicios. Es · la puntilla· de ·las · clientelas
y
·iamhién ·el final de

las
,asociaciones médicas
de colegios pro­
fesionales-,
entidades Y: lihres,, que sufrirán una duplicidad one­
rosa e inútil.
A•s.í, el

año 1972 pasará a nuestra historia política
como el año del final de la
socia:lizaeión de

la medicina inicia­
da "º 1943.
»Con este pr0ceso termina de coítsolidarse un sofisma clá­
sieo para disimular la, vi-olaci-ón del Principio de Suhsidiaried-ad.
Ahora Ya
se

podrá decir
·con' toda verdad que
la iniciativa pri­
vada
-es incapaz

·para
asegurar la asisten"éia médica· moderna y
que para suplida la' gestión

del
Estado -es-necesaria~ legítima,
loable

y
'ya no

viola el Principio de Suhsidiariedad. Esta
Ley
es la hebilla que cierra un -círculo vicioso. La Seguridad Social
ha destruido
-la iniciativa

privada y la muerte de ésta pide un
incremento de -la

Seguridad Social. El
sofisma radica en

silen•
ciar por qué la iniciativa privada ha
sido hecha

insuficiente y
a manos df? quién.»
JX, LA BUROCRATIZACIÓN DE· ·LA CULTURA, SEGÚN LAS ·DIRECTRICES DE LA
UNESCO.
Por este mismo fenómeno se nota en:. la enseffanza., teledirigida por la
UNESCO. A ella
aludió Michel Creuzet, en su Ponencia acerca del tema
de la enseñanza¡, .en, la XI Reunión de Amigos de -la Ciudad Católica, De
ello
. t~iétJ: trata, ·en· un· arfit;;ul9 . public~_ en ABC del· 28 de enero,
E:,ugkne lonescp, bajo el título "LA UNESOO o LA CULTURA CONTRA LA
CULTURA", _,del que .. extraemos. lo{i ~rles que siguen:
31~
«Ls; última. re1mión internacional de la Unesco o «confe­
ren;cia inte}'.guhernamental so_bre la~ políticas culturales
en

Euro­
pa» . tuvo lu_gar, hace _seis

meses..
»Las discusiones duraron
d~de el día

20 hasta .final de mes
y ·hubo
cientos de .· delegados, ·funcionari~s, administradores

de
todos
los países

de
_Europa, sesiones

plenarias y especializadas.
Fundaci\363n Speiro

Se reunieron comisiones, subcomisiones y sub-subcomisiones para
redactar. informes· sobre

informes
y para amontona¡,, cerros de
papelotes.
Pero, ¿ qué ea la cultura? Como a nadie· se le ocurrió
intentar
una definición de la cultura• los debates· fueron cada
vez
más .apasionado~ contradictorios y .caóti-cos.»
«
...

Per-o lo
que 1sí se· comprendió o-se creyó -comprender es
que
la

cultura · puede
"Ser un
arma
suplem.entai-ia en la8 manos
de los. políticos y los ;adm.inistradores.»
«... En· nuestros · días; la cultura parece· ser un imtrumento
que

manejan los funcionarios para fabricar
funcion~i-ios que,
a

su vez,
fabriquen funcionarios. Esto es· en· realidad, como muy
bien
pensaba Simone Weil~-lo

contrario
de Cultura.»
« .. . De Éste a Oest~, . dé NOrte ;a Sui-, 'la éulturá. parecía ser
oficialmente, de todos
iriÓdos, ·el · pan - nuestro· de

cada día de
los
buró~atas1 el mono-polio y la . esta-ca de los _políticos tota­
litarios.»
«... ¿ quiénes son las pCi-son:as 'llamadas a pensar IaS políticas
culturales ·a al)licarlás? Los ·poHtíco·s, ·riat-urálm.ente, y

los bu­
rócratas ...
»
«Parecen'
estar esbo:Zalldo peligrosamente ~ nueva _explota­
ción del homhre por el hombre y
una· nlleva aliellación: 1.a
explotación
de

los
artistas por

los
burócratas, que
serian los em­
presarios y los patronos de los
creadores., convirtiéndoles

en dis­
tribuidores de
sus pensamientos, en

buhoneros
de sus ideologías.
»Y ¿cuáles son esas ideologías,

cuáles son esas doctrinas, cuá­
les son esas tradiciones?
Precisamente aquellas

cuyos cimientos
colocaron unos pensadores y creadores revolucionarios en cier­
tas épocas de -la
historia; necesarias

en aquellas épocas y final­
mente asimiladas por
nuesb:'os burócratas

de hoy día, con no
poco retraso, cuando ya se han convertido en piezas de museo.»
« ... Que los creadores trabajen para los fun·cionarios que pien­
san por

los
creadores me
parece absolutamente aberrante, tanto
más cuanto que los
peones, los

burócratas, los
pO'líticos, no
ha­
cen, en
realidad. sino-repetir

lo que otros creadores
concipieron
en

otros tiempos.
»El peligro de

reglamentar y
administrar la
cultura es
cosa
tentadora

y peligrosa. En
el I,ado occidental parece que nuestros
311
Fundaci\363n Speiro

burócratas lo hacen de forma más liherttl, pero no menos insi­
diosa
y tal v~z hasta más hipócrita, en tanto que a. los demás
países,
p_or

lo
menos., se

les ve venir con sus
grandes zuecos y
sus pesado botas.»
«Me _irtjtó ve_r y oír en Helsinki a aquellos delegados y a
.aquellas
del~g~cionei,, con
sus cuellos y
sus corbatm,1 discutiendo
sobre puntos y comas llenos de fatuidad y de una
m~iocridad
inconsciente, sumergid01S en

el papel, fuera de toda verdad y de
todo amor,
qu~ndo dirigir

lo que no comprenden: el drama
de la
existenci~ la

tragedia humana, el problema de los fines
últimos.
»Todo e~o,_ ~gustia, · fe,

desesperación, estaba
disecádo, ence­
rrado

en
cofres., metido

en
la-s cajas

de la cultura; falsas rique­
zas., falsas

soluciones
y~ sobre todo, obstáculos

a la verdad y a
la
vid&. "So'.n ellos

quienes tienen que seguir y
escuchar a loo
creadores.,
y

no el
ci-eador a eÍlos.»
«Es verdad que la Unesco puede contribuir, por ejemplo, a
la
alfabetización, a
socorrer las
miserias.. Lo hace. Insuficiente­
mente.

Pero, por el momento,
desconíiemos de
la Unesco: sus
amhicioneá y

su orgullo tienen otras exigencias.»
En resumen, que es preciso separar no sólo el poder politico y el
poder· económico, sino fambiéti eDifar qu-e -el poder político tome como
arma
el poder cultural.
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