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Número 126-127

Serie XIII

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La economía en Chile durante el período de gobierno de la Unidad Popular. La vía chilena al marxismo

LA ECONOMIA DE CHILE DURAN'f\E EL PERIODO DE
GOBIERNO DE

LA UNIDAD POPULAR
LA VÍA CHILENA AL MARXISMO
POR
CARLOS F'RANasco CÁCERES c.
«Nuestros frutos se cultivan en el caos, 1a des­
confianza, la depresión económica y la confusión
científica.»
LAURENTI BERIA.
I. LA ESTRATEGIA POLITICA Y ECONOMICA EN EL
PERIODO DE LA UNIDAD POPULAR
El programa de gobierno de la Unidad Popular, como también los
numerosos discursos del Presidente Allende, señalaban con claridad
la intención de establecer en Chile un
Estado.Socialista, que

en cual­
quier parte del mundo que acoja la verdadera definición de socia­
lista, significa la absorción por parte del Estado de todos o la mayor
parte de los medios de producción con que cuenta la Nación. Por lo
tanto, la estrategia económica de la Unidad Popular tenía que con­
templar en primera instancia
la eliminación real del derecho de pro~
piedad mediante la transferencia paulatina o acelerada, dependiendo
de las circunstancias, de la propiedad de los recursos productivos des­ de el área privada hacia el sector del Estado. Cuando el Estado ejerce
el poder que se deriva-de esa propiedad económica, entonces es in­
minente
la dependencia política que del secror gobernante se origine
para toda la ciudadanía.
En los tres años de gobierno de la Unidad Popular, es posible
encontrar, aunque no en una secuencia cronológica muy definida,
a lo menos tres etapas o momentos característicos que se encuentran
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Fundaci\363n Speiro

CARLOS FRANCISCO CACERES C.
ligados entre sí en cuanto al objetivo final de consecución de la to­
talidad del poder. En efecto, tanto el momento de la expropiación,
como el de la inflación y el del racionamiento, tenían un punto de
unidad en la implantación de un control total sobre la economía y
cuyas consecuencias de carácter político son fáciles de predecir. Estos
tres momentos se fueron· darido conjuntamente, pero con intensidad
El momento de las expropiaciones.
A poco de asumir el Gobierno de la Nación, el Presidente Allende
anunció el pronto envío de un proyecto· de estatización de la banca
privada. Sin embargo, dicho proyecto nunca llegó al Congreso Na­
cional, y en el intertanto, aprovechando disposiciones legales dudo­
sas, la Corporación de Fomento de
la Producción -instiru.ción es­
tatal- se dedicó a la compra de las acciones bancarias ofreciendo
precios que estaban· por sobre los existentes en el mercado de valores.
Cuando la compra de acciones no ru.vo los resultados esperados, "los
resquicios legales" permitieron
la respectiva intervención o requi­
sición. De esta forma, las autoridades del Gobierno pasaron a
éon­
rrolar totalmente el crédito y era el ánimo de ellas organizar una
sola institución bancaiia centralizada, reconociendo· el ini:nenSO poder
que
su existencia implica. Posteriormente, los
"resquicios legales"
también

permitieron
la expropiación, a veces pacífica, otras veces
violenta, de las más importantes empresas
d~tribui_doras y produc­
toras. Al frente de cada una de estas· actividades
·se designa

a· un in­
terventor, en cuya
selección, por

sobre
la capacidad técnica adminis­
trativa, prevalecía la orientación ideológica. Consecuencia natural
de este proceso de selección fue primero el resquebrajamiento de los conceptos
de autoridad,
responsabilidad y jerarquía, vitales en la ad­
ministración de las actividades productoras, y luego, la baja impor­
tante en

la producción de cada una de
las empresas intervenidas y
las
pérdidas operacionales que a fines de 1973 superaban en muchos
casos el capital total de esas empresas. Importa recalcar aquí la ex­
presa voluntad del Gobierno de
intervenir la totalidad de

las empresas
distribuidoras. Era evidente que el propósito de ello
era establecer
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Fundaci\363n Speiro

LA ECONOMIA DE CHILE. LA VIA CHILENA AL MARXISMO
una dependencia directa entre el consumidor y el Estado, posible de
utilizar cuandó las circwistancias así lo requirieran.
Paralelamente a la etapa de las expropiaciones, las autoridades
económicas, con el objetivo de despreocupar a la población, generan
con su política económica de expansión· monetaria y control de pre­
cios un aumento substancial en los niveles de consumo, pretendiendo
con ello dar la sensación de un bienestar económico que se tradu·
jera posteriormente en un apoyo político de parte de la ciudadanía
para la acción del Estado. El incremento que experimenta el consu­
mo es posible lograrlo mediante el agotamiento casi total de los
stocks internos y de las reservas internacionales y un aumento sus­
tancial en la .deuda externa.
La voluntad de generar un aparente bienestar económico tiene
también una finalidad política. En efecto, en el mes de marzo del
año
19Tl se

producía el primer acto eleccionario luego que Salvador
Allende resultara elegido como Presidente de la República.
Era el
deseo de la Unidad Popular lograr la mayoría absoluta en dicha elec­
ción, lo que habría permitido posiblemente realizar un programa de
socialización de la economía en forma más expedita. El precio que
se paga por lograr ún mayor apoyo político es elevar artificialmente
los niveles de consumo de la población. En esos instantes, parafra­
seando la respuesta de Allende a Debray, lo importante
eta ganar la
elección. Que el costo de ese logro político fuera el caos econ6mico
no tenía en esos momentos mayor relevancia. Sin embargo, la Uni­
dad Popular no obtiene la mayoría absoluta, y allí las autoridades to·
mau la decisión de radicalizar el proceso de socialización mediante
la expropiación ilegitima de la mayor parte de la actividad
produc­
tora nacional.
El momento de la inflación.
la política de expansión monetaria, unida al deterioro que co­
mienza a observarse en la actividad productora, da · 1ugar a un des­
equilibrio económico cuya salida representa el inicio del segundo mo­
mento en la estrategia de
la Unidad Popular: el momento de la in­
flación.
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CARLOS FRANCISCO CACERES C.
En efecto, en agosto de 1972 se revela en toda su magnitud Jo
ficticio que resulta una política antiinflacionaria basada en
el control
estricto de los precios. Queda una vez más de manifiesto que el con­ trol de precios sólo ataca
la , consecuencia de la inflación y no su
causa real, que en el caso chileno
radicaba en el manejo

de
la polí­
tica fiscal y monetaria. La inflación generada deliberadamente pre­
tendía la destrucción de la moneda en su doble papel de servir como
medio de pago
y como portadora de valor. Ahora, la inflación en los
niveles que alcanza en nuestra economía trastrueca radicalmente el
sistema de precios que debería servir como orientador en
la asignación
de los recursos productivos. Paralelamente,
la escasez que deriva del
deterioro productivo hace que todo el proceso de las transacciones comerciales se desarrolle en los mercados no oficiales, creándose
de
esta forma el mercado negro.
Cuando la inflación
destruye,el valor
de la moneda
y consecuente­
mente se genera una destrucción total en el sistema de precios,
se
abre

la posibilidad de que el
Está.do inicie

una intervención directa
en
el proceso de decisión de producción y sobre todo de la distri­
bución de ella por una vía distirita al mercado. En dichas circuns­
tancias, se puede seguir emitiendo dinero,
y la inflación puede seguir
un curso ascendente, pero ello no tendrá mayor importancia, ya que
el equilibrio entre la demanda y la oferta no se logrará por la libre
voluntad expresada por consumidores
y producrores sino por medio
d·e algún

sistema de racionamiento.
Por otra parte, la inflación durante el período de la Unidad Po­
pular puede entenderse además como formando parte de la estrate­
gia de transferencia de propiedad
y poder desde el sector privado
al área del Estado. En efecto, la inflación considerada
como un im­
puesto aumenta la riqueza del Estado y, simultáneamente, el caos que
ella trae en
el sector productivo puede motivar a las empresas, ante
una insolvencia financiera, a traspasar sus operaciones directamente
a los organismos del Estado, quienes, aduciendo la imposibilidad de dejar sin empleo una cantidad determinada de recursos humanos
y materiales, les recibirán con complacencia, incrementando de este
modo su poder económico.
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LA ECONOMIA DE CHILE. LA VIA CHILENA AL MARXISMO
El momento del racionamiento.
En enero del año 1913, el entonces Ministro de Hacienda, Fer­
nando Flores, anuncia el inicio de un sistema de racionamiento
y se­
ñala textualmente: "El problema del racionamiento, de encarar la necesidad de producir las cuotas de consumo y no dejar al mercado
actuar libremente, era una necesidad que hace tres o cuatro meses
podía desentonar políticamente, parecía una medida ultra. Hoy día
no"'.

De esta forma, la Unidad Popular pretendía cerrar el ciclo ini­
ciado dos años antes eh que, previendo lo efectivamente acontecido,
expropiaron la casi totalidad del aparato distribuidor de bienes. Con
esa herramienta en manos del Estado, le era fácil a ese mismo Estado
implementar un sistema de racionamiento "sobre
la base de una cuota
de productos necesarios por familia que se establecerá y que estará
compuesta por
azúcar, arroz,

café, carne, para alcanzar alrededor de
treinta productos". (De la exposición del Ministro Flores.)
Con el anuncio del racionamiento, la Unidad Popular estaba cer­
cana al logro del objetivo enunciado a comienzos de su Gobierno: la implantación en Chile de un Estado Socialista, en el cual la absor­
ción de la totalidad del poder económico no se busca por sí mismo,
sino por la implicancia política que de él se derive. En efecto, la ad­
ministración de un proceso de racionamiento obliga a un estrecho
control de los vecindarios a fin de repartir cuotas de alimentos pre­
establecidas por las autoridades económicas. Dicho control no sólo
es económico. Prontamente se desprende de él una presión política
difícil de evitar cuando es
el sustento básico de la familia el que
está en juego.
Así, el racionamiento, dentro del contexto de los ob­
jetivos de la Unidad Popular, debe entenderse como el punto final
en que las libertades económicas y políticas dejan de tener vigencia.
Conclusiones.
El Gobierno de la Unidad Popular señaló con claridad el deseo
y
la Voluntad de establecer en Chile un Estado Socialista, que· se ca·
racteriza por una absorción total por parte del Estado de los medios
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CARLOS FRANCISCO CACERES C.
y recursos de producción. Con ese objetivo, en los tres años de go­
bierno
se observa un continuo proceso de
transferencia de la pro­
piedad desde el área privada hacia el sector del Esrado. De esra forma,
todo el manejo económico del país se subordina a la consecución del
objetivo político señalado y ·a facilitar ese proceso de transferencia de
la propiedad. Primero las expropiaciones y el alto consumo para dis­
traer la atención por medio de un aparente bienestar; luego la in­
flación, que desvaloriza la moneda,
y el deterioro de la actividad pro­
ductora, trasladan las acciones del mercado a la esfera
direcra de
los
gobernantes, y finalmente el racionamiento, que genera una depen­
dencia política y eoonómica de la ciudadanía, son las tres etapas o
momentos en que la Unidad Popular separa su estrategia para lograr
la totalidad del poder.
Tal vez el cuarto momento era el autogolpe revolucionario pre­
parado -cuidadosamente para los últimos días de septiembre. La vía
chilena al socialismo mostraba su fracaso,
y la reserva moral de la
ciudadanía impedía que ésta se doblegara fácilmente ante los desig­
nios totalitarios de los gobernantes. Ante esas circunstancias, sólo que­
daba en manos del marxismo la estrategia de la fuerza. Para evitar
un enfrentamiento y fundamentadas en la ilegitimidad en que había
caído el Gobierno de la Unidad Popular
y en la demostración clara
de la mayoría ciudadana, que no aceptaba el sometimiento al comu­
ni.smo internacional, las Fuerzas Armadas y de Carabineros ori~inan
el pronunciamiento militar del.11 de septiembre.
II. EVOLUCION DE LA ECONOMIA NACIONAL EN EL PERIODO 1971-1973
La política eoonómica del Gobierno de la Unidad Popular debe
entenderse en el contexto de las finalidades políticas que él buscaba.
Considerando la primacía que los partidos marxistas tenían en la
Unidad Popular, puede desprenderse que, de acuerdo a la filosofía
de éstos, se buscaba la absorción del poder polítioo por parte del Estado. Una condición necesaria
y previa para el logro de esa fina­
lidad era la trasferencia al poder del Estado de la totalidad, o en· rodo
caso
la mayor parte de las actividades eoonómicas de la Nación. En
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Fundaci\363n Speiro

LA ECONOMIA DE CHILE, LA VIA CHILENA AL MARXISMO
la medida que existieran unidades económicas privadas, existiría la
posibilidad de diferir políticamente de la acción de Gobierno, cosa
que no está contemplada en la estrategia comunista. En otras _pala­
bras, con el objeto de generar una dependencia política de la ciuda­
danía, era preciso generar una dependencia económica de ella por
parte del Estado. De allí entonces, que utilizando diversos mecanis­
mos que serán analizados más adelante, la política económica del
Gobierno de la Unidad Popular consiste en perfeccionar un proceso
de transferencia de la propiedad
y el poder desde el área privada
hacia el sector del Estado. Este proceso, con reducidos paréntesis, se
observaba en la economía nacional desde el año 1940. Las cifras estadísticas reflejan que el modelo aplicado por el Go­
bierno de la Unidad Popular durante
-1971 tuvo

resultados que, me­
didos en el corto plazo, podrían calificarse como favorables. En efecto,
se observa un crecimiento en la producción nacional; la inflación
alcanza un porcentaje del 22 %, que puede considerarse moderado y,
en todo caso, inferior al 45 % experimentado en el año anterior, y
que debe atribuirse en su mayor parte al control estricto de precios
que se mantuvo durante 1971. La tasa de desempleo disminuye y se
genera un incremento en el ingreso real de los trabajadores. Sin em­
bargo, la estrategia estaba sustentada en bases extremadamente dé­
biles, que lo inexorable
de. las leyes

económicas pondrán poco más
tarde de manifiesto. En efecto, la cuantiosa emisión de dinero y la
disponibilidad decreciente de bienes se hacen notar a fines de ese
afio y
se produce la primera manifestación multitudinaria en contra
del Gobierno, que se conoce, con el nombre de "la marcha de las
cacerolas". Por
otra parte,

la arbirnµ:iedad en la aplicación de la ley
y el uso de los resquicios legales para llevar a cabo las expropiaciones
agrícolas e industriales, producen una gran incertidumbre en todo
el aparato productor del país, que mostrará consecuencias ~áticas
en el año siguiente.
Paralelamente, el ·airo consumo que caracteriza Ja vida_ económica
durante el primer
afio .de gobierno

de la Unidad Popular significa
una reducción importante, tanto en. las reservas nacionales como en
las internacionales, que bajan en un 80 %.
Finalmente, una baja del 24 % en la inversión geográfica bruta
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Fundaci\363n Speiro

·CARLOS FRANCISCO CACERES C.
indica una vez más el énfasis otorgado a una política de reactivación
de la economía,
basada fundamentalmente en la ~imización del
consumo
presente, comprometiendo de esta manera la posibilidad de
financiar, con recursos internos, el crecimiento
futuro.
La
vida económica en 1971.
Luego de un período de crecimiento sostenido del producto na­
cional con un promedio del 6
% enrre los años 1960 y 1966, en el
año
1967 se inicia un receso económico que lleva a la economía na:­
cional
a

un aumento de sólo el 1
% , notándose una recuperación ha­
cia fines del año 1970. En todo caso, al momento de asumir el
Go­
bierno

el Presidente Allende, la economía del país se encontraba en
un período de gran incertidumbre, que derivaba en una baja tasa de
ocupación de las instalaciones industriales
y de la mano de obra.
Ante esta situación, la política ecónomica implementada por los
Ministros Vuskovic
y Zorrilla buscaba, en apariencia, "reactivar la
actividad económica redistribuyendo simultáneamente el ingreso en
beneficio de las masas trabajadoras, en especial las
más desposeídas,
iniciando al mismo tiempo una
transfQrinación radical
de la es­
tructura económica existente a comienzos de la presente administra­
ción".
(De la exposición del Ministro de Hacienda, señor Américo
2.orrilla, ante
la Comisión Mixta del Congreso Nacional, el 16 de
noviembre de 1971.) El modelo para lograr dichos objetivos consistió fundamental­
mente en generar, mediante un incremento extraordinario en la can­
tidad de dinero, un aumento sin precedentes en la demanda agre­
gada. Esta presionaría sobre las empresas para que aumentaran no­ tablemente la producción de bienes
y servicios, a fin de compensar
mediante este aumento productivo los menores ingresos a que las actividad.es productoras se verían afectadas, como consecuencia de
una
drástica reducción

del ritmo de inflacción, producido a su vez
por un riguroso control de precios. Finalmente, para llevar a cabo la
emisión de dinero, las autoridades económicas utilizaron el déficit fiscal, que, financiado en su mayor parte por préstamos internos del
Banco Central, constituía una emisión inorgánica.
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Fundaci\363n Speiro

LA ECONOMIA DE CHILE, LA VIA CHILENA AL MARXISMO
Con este modelo de política económica se produce en el año
1971 una expansión violenta en el consumo por parte de todos los
sectores que participan en
la actividad económica. Es así, como tanto
el sector Gobierno en un 12,5
% como el de las personas en el
4,5
%, aumentan el consumo. Quedaba así de manifiesto que la es­
trategia de la Unidad Popular se centraba más en una utilización
total de los recursos físicos y humanos, ya existentes, que en la alter­
nativa, siempre disponible, de proceder a la reactivación de
la eco­
nomía mediante el esfuerzo acumulativo, basado en un brusco au­
mento de
la inversión, en oposición a un salto en el consumo.
El modelo aparentemente era claro, coordinado
y de resultados
favorables en corto plazo.
La vida económica en el año 1972.
Se ha señalado que ya a fines del año 1971 se pudieron notar los
primeros efectos del desequilibrio monetario-productor que se había
generado como consecuencia de la política de expansión monetaria seguida en ese año.
Aun cuando los primeros síntomas del caos económico que se
avecinaba eran evidentes, las autoridades gubernamentales no modi­
fican la política económica esrablecida
al asumir el mando de la
Nación. En efecto, se mantiene con ritmo creciente el déficit fiscal
y, en consecuencia,
la emisión monetaria. Paralelamente, la continua­
ción de las requisiciones e intervenciones de gran parte de la activi­
dad económica del país
y que iban conformando un área de propie­
dad estatal altamente ineficiente, afecta de manera negativa la situa­
ción de producción de numerosas empresas agrícolas e industriales,
la que se agrava por el término de los stocks internos y la no dis­
ponibilidad, por falta de inversiones, de una mayor capacidad pro­
ductiva. El agotamiento de las reservas internacionales, como tam­
bién la reducción que experimentan las exportaciones de cobre y el aumento substancial que se observa en las importaciones de alimen­
tos requeridos para el
abastecimiento interno,

implican una posición
de comercio
exterior altamente desfavor'áble. Siri

embargo, el
aspecro
más

característico del año 1972 es el proceso inflacionario, que
al­
canza niveles desconocidos en la historia económica del país.
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Fundaci\363n Speiro

CARLOS FRANCISCO CACEIIBS C.
El análisis de la actividad productora para ese año refleja el inicio
de una crisis. En efecto, tanto la producción minera como la agrícola
y la industrial experimentan una tendencia decreciente, que origina
una violenta escasez tanto de productos alimenticios como también de
artículos industriales. La causa de .ese deterioro productivo debe en­
contrarse fundamentalmente en la acción conjunta de dos factores.
Por una parte, el proceso expropiatorio de la propiedad agrícola e
industrial, que lleva a su dirección a elementos totalmente descalifi­
cados para realizar una administración dentro de los límites relativos
de eficiencia. Por otra parre, el manejo monetario y fiscal, que escapa
a una racionalidad económica, origina una distorsión
total en el sis­
tema de precios, el cual pierde su carácter de orientador en el pro­
ceso de la asignación de recursos.
De esta forma, en el año 1972 el país experimenta la maduración
del proceso y de la política implantada en el transcurso de los años
anteriores. La expansión monetaria, y simultáneamente la contracción
en la producción, trata de encontrar un equilibrio en el crecimiento
de los precios. Así, el efecto redistribuidor que había buscado la au­
toridad económica se pierde totalmente y
el ingreso real de la po­
blación activa baja en forma substancial junto a una tendencia cre­
ciente en el desempleo. Final.rilente, la inversión sufre una nueva
contracdón y la· posición de comercio exterior refleja en toda su
magnitud la precaria situación de la economía interna.
Ya en este año, las dueñas de casa deben hacer largas "colas" para
proveerse de los artículos alimenticios indispensables,
y muchas veces
obreros y empleados adoptan la profesión de
"calero", que
les repre­
senta la obtención de muy buenas utilidades, aun cuando el valor
agregado que ellos
ban incorporado al producto sea sólo el tiempo
de estancia en la cola. En efecto, muchas personas pasan horas y horas
en las colas obteniendo los productos esenciales a precios oficiales
irrisorios. Luego, bastaba con caminar unos pocos pasos para que el
producto fuera vendido a precios extraordinariamente superiores.
Una situación similar se podía apreciar con productos industriales, especialmente con los repuestos de equipos
y automóviles.
Cabe señalar, por último, que durante el año 1972 se manifiesta
en las autoridades un intento de modificar las perspectivas econó-
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Fundaci\363n Speiro

LA ECONOMJA DE CHILE, LA VIA CHILENA Af MARXISMO
micas. En efecto, el alza violenta que experimenta.Q los precios en
agosto de ese año puede interpretarse como el deseo de parte de las
autoridades de eliminar el desequilibrio global que se
habÚl produ­
cido

entre la oferta y la demanda agregada. De esta forma,
el alza de
precios, que significa una reducción en el poder adquisitivo de la población, constituye una forma de
"quemat circulante",

propósito
que había sido enunciado por personeros del Gobierno en el trans­ cutso de los primeros meses del año
197.2.
En

la situación crítica de desequilibrio se le plantea al Gobierno
dos alternativas: aumentar o disminuir
la demanda. Lo primero no
era factible, debido a que
la capacidad_ productiva de la economía ·se
había

resentido por
la caída de _la inversión, el manejo ineficiente de
las empresas del área estatal
y la escasez de divisas, que había signi­
ficado
una caída de la capacidad para iroportar materias primas y
equipos. En
relación a la ·segunda alternativa, es decir, la de· restrin­
gir
la demanda, ello podía lograrse disminuyendo el gasto nominal
de las unidades económicas, o bien, aumentando· el nivel de precios.
El Gobierno opta por la segunda alternativa, y e°: un período de tres
meses los precios suben en un ciento por ciento. De esta forma se
baja el poder adquisitivo de la población y se cumple con el propó­
sito de las autoridades de "quemar circulante".
Sin embargo, las intenciones políticas de la Unidad Popular apa­
recen nuevamente de primera relevancia. En
efecto, no

encuentra
otra
explicación

el hecho que a la alternativa del
alza de precios siga el
otorgamiento de un reajuste de remuneraciones equivalente
al ciento
por ciento del incremento en los precios del último año. Se acercaba
un nuevo proceso electoral y poco importaba el
· costo

que hubiera
que
cúbrir posteriormente,

si una mayor cantidad de dinero
en· ma­
nos

de los consumidores pudiera transformarse a lo menos en un
manteniroiento del apoyo político a la acción del Estado. En esta
polí­
tica

contradictoria aparece claramente establecido que lo que se pre­
teridía con

el alza de precios era sólo disminuir el poder adquisitivo
del stock de dinero existente y no del flujo de ingresos futuros de
los consumidores. De
ahí entonces que este intento de reforma mo­
netaria, subordinado una vez más a finalidades políticas,
no tenga
los

resultados que de él podrían haberse esperado.
* 653
Fundaci\363n Speiro

CARLOS F~CISCO CACERES C.
Los últimos meses del año encuentran a la vida económica del
país en el umbral de una· crisis definitiva; caracterizada por una es­
casez y ú.na inflación alarmantes. En esas circunstancias,. el entonces
Ministro de Economía, don Carlos Maros, en entrevista a la prensa
extranjera, señala que posiblemente
"la crisis sea la solución para
nosotros".
La vida económica durante el año 19·73..
Se ha planteado previamente la situación de crisis que caracteri­
zaba a la economía del país .durante el año 1972. El deterioro im­
portante en la actividad productora y el proceso inflacionario des­
bordado deberían haber obligado a las autoridades económicas a una
modificación substancial de su política. No obstante, aún quedaban
sectores productivos en el área privada y cuya transferencia al Estado
debía producirse a un corto plazo. Sin embargo, la distorsión creada
en el sistema de precios constituía para el Gobierno una razón su­
ficiente para entrar. de lleno al control político de la ciudadanía por
la vía del racionamiento. Tu; así como en una exposición del- Ministro
de Hacienda,

señor Fernando Flores, realizada en enero de ese año,
anuncia la implantación de una "economía de guerra" cuyo aspecto
fundamental es entregar a organismos vecinales controlados política­
mente por el Gobierno (las Juntas de Abastecimiento y Precios, JAP)
la rarea de distribución de los alimentos básicos a la población. Sin
embargo, a pesar del manifiesto caos, se continúa con la política de
expansión del gasto público, al cual se agregan las crecientes pérdidas
de las empresas expropiadas e incorporadas al área estatal. El déficit
fiscal continúa su ritmo as~endente y también las emisiones de dinero,
única y rápida fuente de financiamiento de que dispone y hace uso
el Gobierno. Con esta política no puede extrañar que durante ese
año
la inflación siga alcanzando niveles sin · P!ecedentes. En forma
simultánea, en

el año
1973 se
confluyen
las expropiaciones masivas
de predios agrícolas e instalaciones industriales, cuyo manejo, abso­
luramente, politizado dériva al país en el mayor caos productivo.
Hagamos un buen recuento de la situación en septiembre del
año 1973.
6)4
Fundaci\363n Speiro

LA ECONOMIA DE CHILE, LA VIA CHILENA AL MARXISMO
Sector de la minet'ía.
La Gran Minería del Cobre refleja una disminución del 7,5 %
respecto al año anterior. La producción .de hierro aumenta en un
7,2 %, y la del yodo, salitre, carbón y petróleo disminuye en un 7,8,
2,1, 3,9 y 6,4 por ciento, respectivamente. En los nueve primeros me­
ses del año 1973 los registros de las exportaciones de cobre dismi­
nuyen en un 5,4
%, aun cuando el precio del ruinera! experimenta
un aumenro promedio del 59,9
%, Al observar esras cifras puede
concluirse en que la nacionalización de la propiedad minera no im­
plica, necesariamente, como lo manifestaban los teóricos de 1a Unidad
Popular, un aumento de la producción y una menor, dependencia
del exterior.
Sector agropecuario.
Es el sector agrícola donde la situación de crisis se manifiesta con
síntomas de extrema gravedad. En efecto, la producción de ese sector
disminuye en un 22 % respecto al año anterior. La explicación de
esta cifra se encuentra en una disminución del 19
% en las áreas
sembradas
y un 4,4 % por menores rendimientos. En productos tan
importantes como
el trigo, el maíz, el arroz y las· papas se observan
disminuciones del 49, 29, 28 y 19 por cienro, respectivamente. En
relación a la producción pecuaria; ésta refleja una disminución del
6,4 % con bajas espectaculares en la carne bovina de un 26 %, y en
la carne de ave, de un 30
%. La situación del trigo es de tal gravedad,
que un esmdio de carácter universitario revela que. el país no dispone
de toda la capacidad portuaria necesaria para desembarcar el rotal de
importaciones de ese producto. De esta· forma, el país se veía enfren­
tado a un déficit_imposible de paliar y .que aproximadamente co­
rresponde a un mes de consumo. A conseruencia de este deterioro pro­
ductivo, el índice de abastecimiento de productos esenciales refleja
una disminución del 7
% para los primeros seis meses del año 1973,
el cual se agrava más aún en los últimos meses del Gobierno de la
Unidad Popular.
655
Fundaci\363n Speiro

CARLOS FRANCISCO CACERES .C.
Cuando se observan las cifras· mencionadas, se debe concluir que
el contenido económico y social del proceso de la Reforma Agraria
--«umento
en

la producción, disminución de las importaciones de
productos alimenticios y la difusión de la propiedad- encubría la
verdadera finalidad política de ese proceso, cual es la absorción de
esa propiedad por parte del Estado con las implicaciones de poder y control que ella trae consigo. En septiembre de 1973 el número de
predios expropiados llegaba a 5.803, en los cuales se trabajaba sólo
el 19,1
% de la superficie aprovechable.
El sector industrial.
El deterioro en la producción de ese sector, que se había hecho
evidente a
partir de
septiembre
.de 1972,
con una disminución para
los últimos doce meses del 7,7
%, se agrava en septiembre de 1973
con una reducción del 25,6 % respecto al mismo mes del año anterior.
Esta baja notable encuentra su explicación más amplia en el manejo
que se hace de
las industrias que en forma 'creciente pasaban a inte­
grar la llamada Area de Propiedad Social, y cuya ineficiencia se ma­
nifiesta en una pérdida real del orden de los 180.000 millones de escudos, cifra que equivale al presupuesto fiscal de la Nación pata
un año de operación. Lo señalado para el sector agrícola es así tam­
bién valedero pata el sector industrial. La transferencia de propiedad
primero,
y luego el manejo ineficiente que de ella se hace, pone una
vez más de manifiesto que la conformación de un Estado totalitario
requiere previa
y necesariamente el generar una dependencia econó­
mica de la ciudadanía por el control de los empleos. La actividad de
la construcción, para lo corrido en los primeros seis meses del año
1973, refleja una disminución del 55 % en el número de las edifi­
caciones, 54 % en el número de metros construidos.
El sector fiscal y monetario.
El proceso inflacionario que se había desbordado a partir de agos­
to del año anterior, parece no preocupar especialmente a las au.to­
ridades económicas del Gobierno de la Unidad Popular. En efecto,
656
Fundaci\363n Speiro

LA ECONOMIA DE CHILE. LA VIA CHILENA AL MARXISMO
durante los nueve primeros meses del año 1973 se agrava la situa­
ción
fiscal
y el déficit supera el 53 % del presupuesto total, alcan­
zando una cifra de 148.434 millones de escudos, que al tipo de cam­
bio oficial que existe en marzo de 1974
(Eº 485

por
US$ 1)
equivale
a una cifra de 310 millones de dólares, que representan aproxima­
damente el 48 % de las exportaciones de cobre hechas entre enero
y septiembre de 1973. Si a esa cifra se agregan las pérdidas de las
empresas estatizadas, se concluye que
el déficit global equivale al total
de las exportaciones de ese mineral. Así como se continuó con esta
política deficitaria, también se mantiene financiamiento vía
la emi­
sión monetaria, que en los nueve primeros meses de 1973 había
au­
mentado

en un
202,1 %. La consecuencia de esa emisión se_ observa
en un aumento oficial en el índice de precios del 292 %. Con este
proceso inflacionario, en
el período transcurrido entre enero y julio
de 1973,
las rerouneraciones experimenta~ una caída del 33,2 % en
términos reales. Finalmente, el ritmo creciente de expansión mone­
taria unido a la mayor velocidad de circulación del dinero, concluye
en una perspectiva de hiperinflación que los
economistas de

la Uni­
dad Popular estimaban en un 1.000
% para el año 1973.
Ea estas circunstancias, el . proceso inflacionario ya no dependía
de la política del Gobierno. Cuando se llega a ese nivel, son las
expectativas de

la población respecto al proceso creciente las que
determinan su futuro comportamiento.
La situación del comercio exterior.
Resulta evidente que el caos observado en la producción interna
debe reflejarse en
el comercio internacional. De esta forma, no puede
extrañar que en el período enero-septierobre de 1973 los registros
de importación de productos alimenticios alcancen la cifra de 414, 7 millones de dólares y se proyecte para fines de ese año en una cifra
de importación de alimentos superior a los 750 millones de dólares,
que equivale a un aumento por sobre el año anterior del 42 % . Por
otra parte, como consecuencia del aumento en el precio del cobre,
los registros de exportación de los minerales experimentan un au­
mento del 40,5 %, aun cuando la producción experimenta una dis­
minución del 7,5
%. De esta forma, para todo el año 1973 la balanza
,, 657
Fundaci\363n Speiro

CARLOS FRANCISCO CACERES C.
comercial -refleja un déficit de 436,34 millones de dólares, y la ba­
lanza de pagos un déficit de 260,1 millones de dólares. Finalmente,
las reservas internacionales del Banco Ce!ltral a septiembre del año
1973 eran negativas en 605,6 millones de dólares.
Respecto a la simación de endeudamierito externo, éste registra
un aumento del 31 % en relación al alío 1970 y equivale a un en­
deudamiento adicional de 822 millones de dólares, alcanzando
el
saldo neto de la deuda, a fines de 1973, a un total de 3.455 millones
de dólares.
La política cambiaría en septiembre de 1973 se encuentra en un
plano de absoluta distorsión. En efecto, en. esa fecha existen- siete
áreas diferentes para la importación, que fluctúan entre un tipo de
cambio de Eº 25 por dólar a Eº 1.300 por dólar, ron un promedio
ponderado de Eº 49,5, que equivale a un aumento del 191
%, to­
mando como base 1970, aun cuando la inflación oficial interna en
ese mismo período asciende a 848
% . Mientras tanto, en el mercado
negro el precio del dólar alcanzaba una cifra de Eº 2.800. La dife­
rencia extrema entre las tasas· cambiarías refleja la magnitud de -la distorsión que presenta el sistema de precios.
Respecto a la deuda externa, el Gobierno de la Unidad Popular
adopta
la política del no pago. Ante esta
clara situación de insolven­
cia los países que podían facilitar algún crédito, incluidos los países
socialistas, exigen condiciones de interés y plazo extremadamente
onerosos. Esa actitud es
la lógica respuesta a un país cercano a la
quiebra económica y financiera.
Slntesis del año 1973.
El año 1973 representa la culminación del proceso económico ini­
ciado al
asumir el
Gobierno de la Nación los partidos de la Unidad
Popular. En efecto, la crisis que se había palpado desde fines del
año 1971
se

expresa en toda su grave
y dramática intensidad al finalizar el
régimen.del Presidente

Allende. La.actividad productora declina vio­
lentamente
y el Gobierno ve en ello la posibilidad de implantar el
sistema de racionaniiento, que desde un comienzo había estado en
su estrategia. De la dependencia económica que de los organismos
658
Fundaci\363n Speiro

LA ECONOMIA DE CHILE, LA VIA CHILENA AL MARXISMO
del Estado genera un sistema de racionamiento de los productos ali­
menticios esenciales, es fácil desprender el sometimiento político,
que a fin de cuentas constituye la finalidad última del marxismo.
En _lo que se refiere a la producción minera, ésta baja ostensi­
blemente, y la diferencia entre el potencial dé producción y lo real
obtenido alcanza su mayor grado. Una vez más la razón de este de­
terioro

de graves consecuencias para
la economía nacional, y especial­
mente para la posición de comercio exterior, debe encontrarse en el
alto grado de politización que se observa en ese
sector. En efecto,
los trabajadores de la minería, hastiados del dominio político que el
marxismo pretendía implantar eti ella, adoptan una posición de re­
sistencia que los lleva a declarar" una huelga, que en el ·caso del mi­
neral de El Teniente se extiende
dUJ."ante sesenta
días. El Gobierno,
reconociendo que se juega en este campo la posible reversibilidad de
su política, adopta uná posición de intransigencia, que origina nu­
merosos actos de violencia. Todo ello conduce a una total pa!aliza­
ción

de esta actividad.
La
producción agropecuaria, por otra parte, refleja la mayor caída
en el petiodo de
la Unidad Popular. Los activistas nacionales y ex­
rranjerbs c.tean una virtual guerrilla rural que desemboca en actos
de extrema violencia.
La toma de predios es cosa de todos ·los días,
y en septiembre de 1973 el Estado sé había apropiado, de manera
ilegitima las más de las veces,
ele un
60
% de la tierra regada y · de
un 3.0 .% de _la -tierra· de_ secano ·arable, con un- total superior a los
9.800.000 de hectáreas, distribuidas en alrededor de 5.800 predios. El
manejo político que se hace de esta propiedad deriva en que sólo se
trabaje menos de
la quinta

parte de la superficie aprovechable. El
resultado de ello es la escasez alarmante · de productos alimenticios,
que somete a la mayoría de la población a gastar gran parte del día
haciendo colas extensas con el objeto de obtener una mínima ración
de productos esenciales. La tensión que ello origina es palpable, y
se observa a activistas de
k Unidad

Popular creando desórdenes con
el fin · de significar que las ·colas-son simples artimañas que Utilizan
las fuerzas · de oposición a fin de desprestigiar al Gobierno, Final­
mente, en "materia agrícola cotIVieñe-.recalcat, una Vez más, que·du­
rante el· Gobierno de la Unidad Popular no se entregan· títulos de
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Fundaci\363n Speiro

CARLOS FRANCISCO CACBRES C.
propiedad individual a ningún campesino. Así es oomo se había dado forma a la
gran Hacienda Estatal, que oorresponde ~n toda su ampli­
tud a la tesis marxista.
El sector industrial no escapa al caos que caracteriza a toda la·
actividad económica. El declive que sufren los niveles de producción
es creciente mes a mes, mientras se continúa con la política expropia­
toria, que termina por dejar más del 65 % de la producción indus­
trial en manos del Estado. En el período de tres años de Gobierno, de
un total de 348 empresas que conforman una muestra de la Sociedad
de Fomento. Fabril, la propiedad estatal había aumentado de un 5
%
a un 41 % . En el caso de las industrias básicas de hierro y acero
la propiedad estatal había pasado de un 27
% a un 100 % . En esa
área estatal se trabaja no más de dos días y medio a la semana,
y el
resto del tiempo es destinado al activismo polítioo, que durante ese
año se manifiesta en la formación de "cordones industriales", que constituyen aparatos defensivos
y ofensivos que establece el Go­
bierno.
En las empresas estatales se llega a situaciones como las siguientes:
- Una empresa productora de cerveza experimenta, durante el
año 1973, una pérdida que equivale a 150 millones de botellas del
producto.
- Una empresa de artefactos eléctrioos tiene una pérdida equi­
valente a 11.000 refrigeradores o 38.000 cocinas.
- Una empresa textil experimenta pérdidas que equivalen a
3.000.000 de metros de tocuyo.
En resumen, el déficit del área social, si se toma el tipo de cam­
bio promedio existente a fines del período de la Unidad Popular,
representa una cifra de 5 .000 millones de dólares, que equivale a
una producción de cobre de Siete años valorizada al precio promedio
del metal para los últimos dos años.
En materias monetarias y fiscales la situación es igualmente caó­
tica. Los reajustes van
y vienen, y la emisión sigue un ritmo crecien­
te, de
la misma· forma que los. gastos públicos, que se orientan prin­
cipalmente a financiar el activismo político de la Unidad Popular.
Así, el gasto público tiene un déficit superior al 50
% del presu­
puesto,
y la cantidad de dinero sube en un 300 %-La inflación sigue
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Fundaci\363n Speiro

LA ECONOMIA DE CHILE. LA VIA CHILENA AL MARXISMO
también su curso ascendente, y mientras los índices oficiales entre
enero y junio reflejan un
al.za de

precios del 68
%, estimaciones he,_
chas

por organismos competentes señalan que ella alcanza al 107
%.
La diferencia entre ambas revela el manejo político que las autori­
dades económicas hacían de los indices oficiales. El deterioro pro­
ductivo y la inmensa expansión monetaria acentúan el mercado ne­
gro, y, ante la desvalorización monetaria que se sucede día a día, la
población descansa para sus transacciones comerciales casi exclusi­
vamente en el simple trueque. Así, el Gobierno de la Unidad Popu­
lar lleva al país a nn estado de piimitivismo económico que escapa
a todo sentido común.
La distorsión en el sistema de precios es total. Partiendo del tipo
de cambio, en el que se observa una diferencia de más de 110 veces
entre el que corresponde a la importación de productos alimenticios
y el que se transa en el mercado negro, hasta los precios de la mayo­
ría de los artículos alimenticios e industriales, en todos ellos la dife­
rencia entre los precios oficiales
y los reales lleva a situaciones pa­
radójicas éomo las signientes:
- El saco de harina vacío resultaba más ca.ro que el saco de
harina lleno.
-El precio del huevo ascendía a Eº 20 por unidad, mientras
que el precio oficial de la gallina. era de E" 60. De esta manera, una
gallina valía tres huevos. El resultado era que a ese precio no se
en­
contraban

gallinas en ninguna parte.
-El

precio subsidiado de la bencina representaba una pérdida
eqnivalente a 10.000 taxis.
-Con

el precio de una cajetilla de cigarrillos se podían com­
prar tres
entradas para

un cine.
Todos estos ejemplos revelan la confusión económica existente
en el país, donde cada persona pasaba el día tratando de lograr las
mejores transacciones comerciales. De esta forma, el estímulo _al tra­
bajo esforzado
y eficiente no existía.
Finalmente, la situáci6n de comercio exterior se refleja como
causa y consecuencia del deterioro total del país. En efecto, además
de una irracional política cam.bíaria, en que dependiendo del tipo
de cambio el precio de una camisa puede costat entre 0,75 dólares hasta
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CARLOS FRANCISCO CACERES C.
95 dólares, la situación de importaciones de productos alimenticios
llega a los 650 millones de dólares, que son casi equivalentes a los
r~ornos. que se obtieneg. por las exportaciones de cobre. De esta
manera, el pªís se coºSumía su fururo. Por último, la posición de
deuda externa era el resultado de la morosidad en los pagos, que
implicaba para el país aceptar, incluso de gobiernos socialistas, la
concesión de créditos en condiciones extremadamente onerosas. En
septiembre de 1973, el Banco Central contaba en su caja con la itri,
soria

cifra de
tres millones

de dólares, que equivalen a la importa­
ción de productos alimenticios para dos días.
Situación final: la. a·ltcrnativa planteada al pa_ís.
Todos los antecedentes señalados reflejan el estado de quiebra a
que condujo al país la Unidad Popular, la cual, siguiendo el
plantea,
miento de Beria, pensó que en nuestro país los frutos del comunismo
se cultivarían en el caos, la desconfianza
y la depresión económica.
A estas alt:uras del proceso, solicitar del Gobierno una rectifica­
ción económica repr'esentaba olvidar que para el marxismo, por enci­
ma de un malestar económico que se puede extender, está el interés
político de la consecución del poder toral. El proceso de reconstrucción
nacional debía necesariamente partir de un cambio radical en el
plano político. Así,
cuando la

economía del país se encontraba su,
mida e_ó. su crisis definitiva, se les planteaba a los ciudada_nos la tras­
cendente alternativa de cambiar d poder político o aceptar el sorne,
tlmiento al marxismo.
Ante tan graves circunstancias, la población. chilena inicia un
movimiento de protesta generalizado y que se manifiesta en la pa,
ralización de la toralidad de
las actividades nacionales, exigiendo a
las Fuerzas Armadas y· de Carabineros que, conforme a la tradición
de libertad del país, adopten la decisión de asumir el gobierno de la Nación La petición mayoritaria, como también el pleno
conven,
cimiento

qne existe de parte de las instituciones armadas, del estado
de absoluta ilegitimidad en que había caído
el Gobierno

de la
Uni,
dad

Popular, origina el pronunciamiento militar del 11 de septiembre.
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