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Número 141-142

Serie XV

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Oligarquía, partidos, u otra cosa

OLIGARQUIA, PARTIDOS, U OTRA COSA
POR
JosÉ MARÍA GIL MORENO DE MORA.
Mucha gente piensa que la oposición de partidos y el voto · de
la mayoría

es
el mejor sistema para obligar a que las decision('S se
pesen mejor ant<'S de
tomarse, evitando las arbitrariedades. En cam­
bio, otros, como expuso Fernández de la Mora en la Real Academia
de Ciencias Morales y Políticas el 4 de diciembre de 1975 (según
noticia aparecida en
"La Vanguardia Española" del 5 de. diciembre
último),
piensan que
la única

forma de gobierno es
la oligarquía, de­
finida
como mando de pocos.
De
la fórmula de

partidos pueden decirse muchas cosas, como
que
la pasión partidista

en su oposición no obedece tanto al deseo de
justicia cuanto que a
la conquista

del poder y aplastamiento del ad­
versario, así .como que el asentimiento_ de un mayor número· no es
jamás garantía de acierto. Los partidos, por definición, son antiso­
ciales, pues "disocian" partiendo o dividiendo la opinión en oposi­ ciones violentas,
formando sociedades

en lucha dentro de
la So­
ciedad.
De
la fórmula oligárquica cuyo mayor exponente será la dic­
tadura, siempre apoyada en equipos minoritarios y sin oposición lí­
cita, se puede
decir cuanto

se ha escrito de los totalitarismos, abso­
lutismos y centralismos, tanto si son nazis como marxistas, que los
que mandan lo hacen sin freno, límite, ni voluntad del pueblo, rele­
gado a ser pasivo como oveja de rebaño.
Lo que no creemos cierto es que no haya más opción que• estas
dos en
la política

de las sociedades. El hecho evidente de que las
autotituladas democtacias modernas escondan, como afirma acerta-
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JESUS MARIA GIL MORENO DE MORA
damente Fetnández de la Mora, oligarquías que organizan según
unas reglas de juego que ellos mismos elaboran unos procesos elec­
torales, de

los cuales se deduce
cuál es la facción que va a gober­
nar, "prócedimientos que siempre son arbitrarios y nunca desembo­
can en el
llamado .:gobietno del pueblo»". Pero, que las democracias
no

existan como tales, no es
razón suficiente para decir "que la oli­
garquía es una necesidad social absoluta".
Existen formas

en que no la masa sino "el Pueblo" participa
realmente en el podet
y gobierno. Peto, para empezar, en estas so­
luciones el concepto de "masa", amorfo,
inorgánico, desalienado,
no
sirve porque el montón simple de arena no puede realmente gobet­
riar. Para estas otras opciones es necesario partir del concepto de
"pueblo", que tiene formas· concre~s, órganos concreros, lazos, como
la familia, el Municipio, las profesiones, las empresas, las asociacio­
nes,
culturales, deportivas,

recreativas, religiosas, las comarcas, las
regiones, los múltiples órganos naturales del
gran cnetpo que es una
sociedad nacional.
En

estas formas que no son ni de
lucha de

partidos,
ni de
oligar­
quía,
los miembros, órganos, toman entre sí el cnmplimiento de las
funciones
para las que · existen, naturalmente, y concretándose a ellas
pueden resolvetse los problemas por consenso sin necesidad de vo­
tación ni de decisión a dedo. Yo he vivido concretamente un caso a nivel suficiente
para ser
pollticaroente
válido, pues

es un caso a
nivel municipal

en un pue­
blo de unas 1.200
almas, con agticnltura, industria y comercio.
En este pueblo, que conozco íntimamente por ser el mío, se arran­


en 1931 con una exaspetación
de numerosos partidos apasiona­
damente
opuestos que, después de producir las arbitrarias
alcalda­
das . de la República, dejó la secnela de unos cnarenta mUettos entre
asesinatos
y represalias. A partir de 1941 conoció la oligarquía de
unos caciquismos que desaprovecharon el ansia de
paz provocada
por los horrores de la guerra,
y las facciones más triunfantes, otras
rencorosamente escondidas, siguieron vivas. La división se extendía
a todo: los cines, dos grupos de bares, dos Coopetativas, gente que
no
se saludaba por

la calle,
y en todo los de detecbas y los de iz­
quietdas, los de misa
y los del Comité ... Por suerte tomó un día
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OUGARQUIA, PARTIDOS, U OTRA COSA
la vara de alcalde un hombre joven que empezó a hablar con los
grupos narurales, los barrios,
las profesiones, los padres de escolares,
los vecinos de una calle y,
poco a poco, logró que se hicieran unas
elecciones de concejales promoviendo a gentes honestas, suficiente­
mente maduras para saber obrar y suficientemente jóvenes para poder
olvidar o no sentir las antiguas pasiones. Desde
entonces en el pue­
blo

sólo se habló de problemas concretos: las escuelas, la pavimen­
tación, el alcanrarillado, la iluminación pública, un cenrro de espar­
cimiento, etc. Y esto se hablaba no en masa, sino en reuniones li­
mitadas, de barrio, de Calle, de prófesión, · etc., y cada reunión tra­
raba de su problema concreto, de su necesidad exacta, de sus posi­
bilidades, de los medios de
financiación .

. . Sobre todas estas reunio.­
nes resrringidas, el Ayuntamiento coordinaba, ayudaba, estimulaba,
animaba .•. El progreso del pueblo fue especracular, en pocos años
se unificaron

las dos Cooperativas antagónicas en una sola· podero­
sa, que integraba a todos los labradores, se realizaron los viejos sue­
ños de la
pavimentación, la
acometida de aguas, el alumbrado, la
urbanización,
se defendieron

y salvaron las escuelas de la presi6n
concenrradora que iba a suprimirlas.
La genre se acosrumbró a reu­
nirse sin
mirar izquierdas ni derechas. Todo el pueblo se saludaba
muruarnente, sin Montescos ni Capuletos. Se acometen obras de una
envergadura no soñada, campo de fútbol, piscinas y, ahora, un com­
plejo social recreativo sin precedentes.
La fiesta quinquenal de la
Virgen
está ignalmente

apoyada por los fieles cotidianos como por
los
más tibios.

Y, en todo ello, no hay rasrro de partidos ni hay ras­
rro de oligarquías.
He reflexionado muchas -veces en que todo esto se parece al
hombre individual, cuerpo compuesto de millones de cé!ulas, pero
no informes, en montón, sin orden, como las células del .cáncer,
sin~
diferenciadas,

clasificadas, ordenadas formando órganos con
funcio­
nes concretas para problemas concretos, relacionados en un· interés
común, donde cada parte dañada duele al todo y le afecta, pero don­
de hay una jerarquía, siendo órganos como el corazón, vitales, y
otros, como la uña, menos importantes; todos convenientes para la
vida del todo con una república en cuanto a los millones de células,
pero supeditada a una aristocracia orgánica (mando de
lós mejores
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JESUS MARIA GIL MORENO DE MORA
y no de unos pocos) y una monarquía que el espíritu inteligente
extiende
sobre los anteriores.
Mal funcionaria el hombre si en régimen semejante al de parti­
dos

políticos, sus miembros se opusieran unos a otros
tratando de
destruirse,
y también mal si unos pocos 6rganos asumieran la tatea
de todas .las funciones. Mi pueblecito es un
euetpo vivo,

doode estos
problemas tuvieton lugar con resultados desastrosos
y que ha sana­
do. cuando

cada órgano, en paz con los
demás, sin disa,siones ni vo­
taciones sino por consenso de interés común, ha asumido la fun­
ci6n ,que le pettenece y ha colaborado con los demás bajo la coor­
dinaci6n
y el estímulo del Ayuntamiento que ha sido su alma, peto
no el alma de uno solo, ni de unos pocos, ni de la mayoría, sino de
todos sin
=epción.
Acaso,

al decidirse la instauraci6n de asociaciones, se
pens6 o
debi6 pensar en este tipo de 6rganos en un principio,
peto el giro
pasionista que muchos
. sectores

políticos han dado a un asociacio­
nismo, primo hetmano de los partidos, orientó una direcci6n
dife­
rente.

Acaso
la Nación pudiera, como un gran cuerpo humano or­
gánico
y solidario, emprender esta vla que ni es de partidos ni de
oligarquías, sino

de organicidad natural. Tan cierto es que todos
lós
caracteres y las Leyes de la Sociedad entera fueron inscritos por Dios
en la
natutaleza de

cada hombre que hasta
la imagen de las infeccio­
nes producidas

por
gérmenes patógenos extraños, como fa del daño
y las heridas causadas por un enemigo, son también aplicables en
el estudio de
la Comunidad Nacional.
Más
todavía, a
modo de la locura que deja al set humano sin su
monarca natutal porque al cortarse
la raz6n se inhibe el espíritu que
reina, los pueblos sin rey caen en
esquizofrenias sociales
inaceptables.
La presencia del espíritu en el cuetpo da a cada
célula su carácter
humano, la presencia del monarca da a cada miembro de la socie­
dad caráctet de monarca, caráctet real si es rey,
peto si es un funcio­
nario provisional, como los presidentes de las repúblicas lo son, da
a todo ciudadano carácter de funcionario. España es un
país regio,

cada hombre tiene un rey en el cuer­
po, por ello su monarca debe set Rey. España es un gran cuetpo
vivo y unitario que puede dialogar con otras naciones, pero no con-
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OLIGARQUIA, PARTIDOS, U OTRA COSA
fundirse con ellas ni imitar su organización. Espalia es un cuerpo
de órganos más diferenciados que
en otros cuerpos, más rioo en va­
lores potenciales; por ello única explicación para
las empresas reali­
zadas anteriormente desde su pobreza material. España es la menos
apta de las naciones para
políticas ·oligárquicas y de partidos. Es­
paña puede enseñar al mundo la tercera opción.
SPEIRO anuncia la p,rl,licaoión del libro: ·
UNIDAD -PLURALIDAD
UNITARISMO.

PLURALISMO
(Actas del X Congreso del ·"Office lnternational",
Lausanne, 13, 14 y 15 de abril de 1975).
UNIDAD, ¿A QUE PRECIO?, por Gustave Thil,on.
EL PLURALISMO EN CUESTION, por Louis Doujar­
ques.
REGIONALISMO Y UNIDAD NACIONAL, por lvon­
""Flour.
UNIDAD DE ACCION CON DIVERSIDAD DE FOR­
MULAS, por Michel de Penfentenyo.
82' pág,;. 100 ptas.
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