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Número 150

Serie XV

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El monismo en el pensamiento actual

EL MONISMO EN EL PENSAMIENTO ACTUAL
POR
J. Gn MOlUtNO DE MORA.
Acaso por el clima febril de continuo movimiento en el que ac­
tualmente se mitifica al "hombre de acción", al "ejecutivo",
nuestta
época, bañada en los continuos sobresaltos de las prisas, se au:acte­
rua. paradójicamente por una inmensa pereza mental, o mejor dicho,
espiritua:l. Aunque pat=a mentira es cierto que nunca como ahora
el
hombre mooio se

ha da.do menos
trabajo para pensar, y la medi­
tación, la reflexión profunda, la

contemplación,
parecen haber des­
aparecido de nuestra sociedad.
Este hecho se percibe en multitud de síntomas .infalibles: apre­
miado
en una conversación
cualquiera ese
hombre medio responde
con lugares comunes
llamados "slogans", ya

sobre
libertad, democra­
cia, igualdad de oportunidades, como sobre pacifismo, economía,
sentido

de la
historia, progreso y tantos más puntos donde la pere­
za mueve a aceptar una afirmación cuya divulgación bien orques­
tada ha logrado, por repetición incansable, estableoer cierta sensa­
ción de verdad adquirida
e irrebatible
con verdadero valor de.
dogma.
·
Verdaderas píldoras de

curalotodo,
cargadas de drogas mentales
tranquilizadoras, los
"slogans" se aplican como medio de zanjar
todas las cuestiones embarazosas, adormeciendo las conciencias con
una
vaga confiama en la sabiduría de quienes produjeron tales fór­
mulas dialécticas. Con ello, ese hombre medio, acuciado •por los se­
máforos, las horas extra, ios plaros del ax:hecito o la lavadora, el
tráfico, la estrechez de su hogar y la falta de tiempo, se siente libre
de tener que dedicar su alterado cerebro a buscar
re.rones ciertas
para

su
opinión o postura intelectual.
Quizás
no

se deberá olvidar que esto conviene a. ciertos dirigen­
tes para

quienes un puebio pensante pudiera
representar un
obstácu-
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lo en sus particula.res designios, y que desde que Hitler y Stalin es­
cribieron
los ietreros de "Obrero no

pienses, el
Estado piensa por
tí", todos los gobernantes del mundo en mayor o menor proporción
lo han practicado,
procurando que

se forme esa
"mayoría silenciosa"
de
la que

tanto se
habla y que mejor podría llamarse «mayoría es­
túpida" en ,el verdadero sentido de estupefacción, porque los "slo­
gans" son auténticos estupefacientes.
Pero un circulo vicioso se va formando, ya que de un pueblo
estúpido surgen dirigentes estúpidos, como de un pueblo
amoral
surgen dirigentes amorales, que, a su vez, causan que el pueblo se
vuelva cada vez más estúpido o amoral. Y entonces esos dirigentes,
contagiados

por
la pereza mental que ellos difunden, a su vez recu·
rren en
su pensamiento habitw!l e íntimo a los lugares comunes
frases hechas,
"slogans'" y

dogmas
dialécticos de

cuya trampa mor·
tal ya no pueden escapar.
El tesultado es e tiende cada vez más a buscar una sola causa para cada afecto, lo
cual constituye un grave error. de base, ya que jamás en la produc­
ción de

un
· efecto Concurre una sola causa. NormalmeorP, el pro­
cedimiento

suele
consistir en tomar la primera, la última, o la más
aparatosa de las causas despreciando las demás, Con ello, las equi·
vocaciones no tardan .en producir los daños que este bienintenciona­
do,

quizás,
pero perezoso e imprudente método de pensamiento no
puede
soslayar.
La filosofía conoce esta actitud bajo el nombre de "monismo",
del
griego monos: uno solo. Los monistas son aquellos que propo­
nen una sola solución, no viendo más que un solo aspecto de ios
problemas, coincidiendo con esa pereza de la que hemos habiado
y que siempre aparece ante la complejidad de la realidad. llsto pro­
duce posturas ilusionadss de quien aee haber descubierto la piedra
filosofal, la solución de todo · y, consecuentemente, es el origeo de
todas las utopías del mundo; esos países de ensueíío petfectamente
apartados

de
la realidad, como lo fueron todas las divagaciones co­
munistas, o el concepto rousseauniano del hombre natutalmente bue­
no, que sólo la sociedad pervirtió.
De estos simplismos o. monismos no se .debiera apartar aquella
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EL MONISMO EN EL PENSAMIENTO ACTUAL
locución por la que se apellidaba "simple" al tonto del pueblo, ya
que en sí
mismos son la negación del entendimiento bumano, que
reaman y limitan absurda e irrealmente, poniéndolo a un nível ba­
jísimo de idea fija, de obsesión, más propia realmente de los defi.
cientes mentales que de hombres no•malmenre constiruidos. Acaso
por esto, los
tests psirológicos aplicados al estudio de los spots pu­
blicitarios,
han demostrado que la mayoría de ellos están a nivel
de
subootmal.es.
Pero lo grave del caso · es que esre rontentamiento de la pereza
ha llegado a todas las esferas de nuestto mundo. actual y no se sa!­
v,ui de él ní las artes, en las que todos los "ismos" proliferados en
la última centuria demuesttan ser monismos; ya que impresionis­
mos,
surrealismos, cubismos, ete., siempre son la reducción del arre
a un solo aspecto de [a cuestión. Y el <:aso más grave de monísmo
es

el nacido del materialismo que
ha .dado lugar a [a casi. úníca, y
general, valoración marxista · de lo eronómiro: surgen pléyades de
historiadores que únícamente interpretal! · la Historia como el efecto
de
causas eronómicas, proliferan los sociólogos

que sólo
ronsideran
viables las soluciones eronómicas para los males de la sociedad, son
legión los que centran toda la política sobre la eronomía, y los teó­
ricos que por esta sola causa . están dispuesms a disolver la familia,
el
matrimonío, los munícipios, la Iglesia, el sentimiento patriótko. y,
en
suma, todo

aquello que no
ronvenga o
no encaje en su
visión de
columnas de cifras, de debe y haber, de resu1tados maremáti.co­
dineraríos.
Existe, incluso, una nueva clase social esencialmente monista:
la de los teco6cratas, en la que se espera afianzar el Estado del
futuro,
y que
se asienta ya en todas las estructuras bajo el distinguí,
do

apelativo de "ejecutivos", aunque a veces
esta palabra evoque
nebulosamente
la guillotina o el
paredón.
Por debajo de todo esto, que Goya ron oertera visión retrató en
un
intelectual dormido sobre una mesa

y
rodeado de caráru[as de­
menciales, subrayándolo ron el romentario de "El sueño de la razón
produce monstruos", está la realidad tal y como es. El Suelío de la
Razón produce monstruos por dos caminos, por el de i1mibir la ra-
7.Ón y romerer actos irracionales, y el de dar lugar a ensolíaciones
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ajenas a la realidad. Ambas son propias de los monistas, sean tecnó­
cratas, filósofos, polítiros o artistas. La razón que nos distingue de
los
animales tiene un amo y límite en la re.tlidad absoluta de las
cosas, realidad que es compleja, varia, compuesta de muchas causas,
aspectos y para la que no caben sensatamente las soluciones únicas
y simplistas que la pere,a mental desea tan fervorosamente. La razón
no es una cualidad definidora sino descnbridora de lo que ya está
definido por la realidad, que es como es porque Dios la hizo así,
importándole
nada a esa Realidad los pobres menguados juicios e
ideas que

de
ella pueden formar nuestros delirios.
Todo un mundo desatinado camina hacia abismos mortales por
estos caminos de los monismos actuales. Quién, racionalista, llega al
idealismo
filos6fico no · queriendo considerar otra esencia de las
cosas
que la idea que de ellos formemos. Quién, ataca a Aristóteles
y a Santo Tomás acusándoles precisamente de racionalismo, pero
en
realidad, porque, paradójicamente ellos sujetaron su

entendimien­
to a los Hmites de
la Realidad. Quién es ferviente de una intelec­
tualidad onírica, esperando acaso que de su alterado subconsciente
surja su verdad deseada, pero llegándose a admitir la mera posibili­
dad de

una Verdad
abwluta;
Y enronces cabe e,cclamar, con aquel sensato demente que decía
verdades como puños: ¡Cosas veredes, amigo Sancho, que fablar
harán fas piedras! Porque hasta las piedras gritarán al. son de las
e>:plosiones nucleares, que son el más previsible fruro de un modo
de
pensar y obrar dominado desde hace ya tiempo por los monismos.
Y para terminar, esta reflexión sobre los simios desprovista de
razón e imitadores del hombre romo el Diablo es imitador de Dios:
¿No
serán t:ambién los monismos propios .de los monos?
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