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Número 153-154

Serie XVI

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Cuerpos intermedios

CUERPOS IN'I1ERMIEDIOS
Necesidad ,de cuerpos intermedioa y del principio de subaidia­
ried:ad como remedio oontra la centralización y autoritaris­
mo excesivo del Estado.
wn todos los campos, se busca hoy día salir de una centraliza­
,, ción excesiva. Se

desea
reconocer a lar diversas comunidades un
"derecho original, propio,
para ciJfrseguir suS ob¡etívos específicos
"en el seno de

la_
comunidad naciotJal-, bajo 'la protección de 'la ley,
"pero sin r¡ue el legfrlador pueda atribuirse el ser la fuente última y
"el dispensador arbitrario de toda forma de poder social. Se pide
"que los

centros de
ded.siones sem, colocados lo más pronto posible
"bajo hombres y grupos directamente implicados, a fin de r¡ue éstos
''Puedan administrar su.s negociaciones de ima forma sufíciente~ente
"autónoma
y responsable, a fin de que lai _ obras· sociales más· am~
"plias
y más complejas vivan del impulso y del contraste permanente
"de estas energías.
"Habiendo _insistido frecuentemente· sobre

los
«cuerpos interme·
"dios» y sobre el «principio de subsidiaridad», la Iglesia se alegra
"de esta orientación más conforme a la realidad h_umana que a un
"autoritarismo del E.rtado, con excesiva frecuencia provocado por el
"liberali.rmo o cau.rado por lar concepciones colectivi.rtas_. Es urgente
"«reconstituir
a

nivel de la
calle, del barrio-o
del gran
cóni1mto· (
entre
"otros) el entramado social en el r¡ue .el hombre pueda satisfacer
"lar necesidades-de .r1i personalidad ... , en el que cada uno, escapando
ndel
aislamiento, volverá_ a crear; relaciones fraternales> («O_ctoge­
n sima AdvenienS>, núm. 11 )'.»
Girta del Cardenal Secretario de 'Estado, · al
presidente de l]_a 68 Semana Social, de Franéiil,
de 5 de julio de _1972 (original francés, «O. R.»,
7 de julio de 19173, traducción de Ecclesia. nú­
mero 1.652 del 28).
La coopei,ación, el espírirtu asocia,tivo, y los llamados ouerpos
intermedios
a los que debe darse el debido relieve con­
forme ha venido .haciendo
1a doctrina sooiail de 1a Iglesia.
«Como muy bien sabéis, la propia palabra de cooperaci6n, uni6n
"y federaci6n tiene 11n significado preciso en el vocabulario cristiano,
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Fundaci\363n Speiro

"pero son prindpalmente la.r realidtlde, que expresan la, que máJ
"de cerca intere,an a la IgleJia, que e, por definición la comunidtld
'·'11i11a
de

los
creyente,, es decir, un cuerpo orgánko cuyos miembros
",e unen reciprocamente y Je mueven y obran por el imp11l.ro 11nila,­
"rio que
les transmite Cristo

Cabeza (
cf. Rom. 12, 4-5; 1 Cor. 12,
"12-27; Ef. 4, 15-16)., Mirando· la, cosas desde 11na perspectiva tan
"alta nos sentimos casi nataral-mente inrlinados a seguir' con ·n11e.rtra
"atenci6n el movimiento cooperativo y mat11alista, que, aunque en
"plano diverso y cte"eno», persig11e sin embargo los nobles ideales
"de la promoción económica; profesional y h11mana. ·
"Alabamos, por ello, et esplritu as-ociativo como elemento esen­
"cial q11e estimula a unir los· esf11erzos y a sumar la, energia, de
"todos los componentes de los orgaizi.rmos _ por voSotros representa­
"dos. Diremos má, aún: la colaboración q11e estos organismos pro­
"porcionan a la, diversas clases
de mundo de

la
prod11cción, del
"cons11mo y del crédito es siempre un estimulo fecundo y positivo;
nes a
la vi!Z un signo y 11na invitación a perfecdonar el vinc11lo de
"fraternidtld 11ni/Jersal que, por volunttld de

Dios
eretldor, existe en­
"tre

los
hombres; es

también la
_razón profunda por

la
que surgen y
"se milltiplitan, ton tanta variedtld de formas y de modos, los /la­
" mtldos ccuerpo, intermedios»
entre las personas individuales y la
"más amplia comunidad nacional e internacional. El movimiento coo­
"peratiVo siN1e
también para tender ·un puente· entre estos dos tér­
"minos, artitillando. de este modo y haciendo más vivo y más rico
"el con¡unto de la sociedtld.
"Pero tenemos que alabar
sobre

todo el
espiritu cristiano del que
"vuestras Federaciones están animadas, porque n(J ignoramos que su
"presencia
y función en la sociedad italiana nacieron, hace ya muchos
"años, de una intenciontlda y explícita decisión: la fideNdtld a los
"principios de la escuela social católica. Esto quiere decir que el es­
"plritu asociativo está como impregnado de un .sentido religioso, e
"integrado desde el principio en una visión cristiana de la sociedtld.
"Sería demasiado largo querer recordar ahora cómo ha crecido y se
"ha enriquecido, hoy más que en el pasado, este patrimonio doc­
"trin'11 tanto por la, aportadones de la investigación asid11a de los
"estudiosos
y sociólogos, como por las directrices del Magisterio de
"los 1agrados Pastores. Recordemos JOlamente que, desde la Enri­
"clica Rerum novarum de León XIII hasta la Constitución Conci­
"liar
Gaudium et spes y n11estra Carta Apostólica Cktogesima adve­
uniens, co"e llfla · línea coherente de doctrirla "j orientaciones que,
"si ofrecen un cuadro ctlda dia más actua/iztldo de las cuestiones so­
" dales, no omiten sin

embargo
dar el
debido
relieve a
los
«cuerpos
"intermedios»,
o

sea, a los
organismos "/ asodacioneI profe.rionales,
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"como éJtas a las cual-es pertenecéis vowtroJ; asociacioneJ que hacen
"eficaz la

moderna exigencia de
participación directa
de los
ciuda­
,,
danos en el desarrollo de las actividades económicas,

no con fines
"de lucro,

sino con
finalidad específicamente
social.
"Tenéis, pues,

a v11estra disposición un precioso patrimonio
que
"puede servir,
si

es
necesario, para
el
estudio y resolución de pro­
"blemas particulares y q11e podrá, en todo caso, inspirar y vigorizar
"las iniciativas y !.as decisioneJ que las concretas circunstancias hagan
"necesarias.>
PAULO VI: Alocución a los dirigentes de la Fe­
deración de Cooperativas Italianas y de las Cajas
Rurales
y Artesanas, 10 de noviembre de 1975
«O. R.», Edicióri semanal en Lengua Española,
año VII, núm.
50 (363), domingo 14 de di­
ciembre de 1975.
Represent1UJión por los elementos intermedios (sindicatos, or­
ganizaciones profesionales, asociaciones ,diversas).
«¿En qué medida, por ejemplo, el Parlamento garantiza hoy dfa
"la función de representatividad de la nación? tLa deniocracia libe­
"ral proclamando
plenamente

la
igualdad de

todos los
ciudadanos
"no realiza,
de

hecho, esta
igualdal en

el plano económico
y Jocial ,'
"se producirla un vacío
entre

el Parlamento
y el pueblo auténtico.
"Este,
consciente

de este
fallo, .se pregunta entonen -obsérvese­
,, Jobre nuevos modos de representtJción1 que juzga -más auténticos:
"Sindicatos, organizaciones profesionales1 asociacione.s diversas.
"Es verdad que é.stos pueden mostrarse más eficaces, mejor or­
,, ganizados y más próximo.s a los problemas concreto.s de /oJ hom­
" bre.s. E.s una especie

de revancha de
estamentos intermedio.s, ex­
"cesivamente
despredados

en la
democracia repre.sentmiva.,
PuALO VI; Alocu.ci6n a los participantes en
la Asamblea de la Uni6n Interparlamentaria 23-
IX-72 («O. R.», 24-IX-72; original francés, in­
glés, español y
alemán; traducción de Ecclesia
número 1.614 del 21 de octubre).
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