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Número 153-154

Serie XVI

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Cómo preparar el Congreso de Lausanne «La tentación socialista»

COMO PR!EPARAR EL OONGRBSO DE LAUSANNE:
"LA 'J.1EiNTAClON
SOCIALISTA"
POR
MlcHBL DE PBNFBNTBNYO
Obtendríamos un gran provecho si observásemos un poco más
de ceroi la agitación de las crisis interoos de los soclailismos. Por
sus contradicciones, sus condenas .recíprocas, la confusión· de $US
esoueias y de sus jefes de fila, no presentan ni de. lejos, el carácter
de

un
movimienro optimista, unificado y segu Por
eso, en Lausanne, pondremos todo nuestro empeño -en exa­
minar seriamente las diversas corrientes socialistas.
Su extrema di-versidad y sus contradicciones distraen la mente
ron demasiada
frecuencia de lo que ronstituye su característica co­
mún, su malignidad innata ... , que ciruenta las condenas efectuadas
en
contra suya
por
la Iglesia. Pues la Iglesia ha formulado su doc­
trina
sobre el socialismo. j Dios sabe si el mundo la ha recibido mal!
( 1) Michel Rocard confiesa francamente con cierto enojo que el único
P.
S. U. fue una tentativa de nueva separación socialista inspirado po1" los
múltiples rechazos de los fracasos
pasados: «Las diversas corrientes fundado­
ras
del P. S. U. sólo estaban unidas por sus diversos .rechazos: rechazo de
la burocracia estaiinista por los antiguos del P. C., i:echa20 de los cpmproroisos
y

también de
la burocracia social-demócrata por los antiguos S. F. I. O.; re­
chazo de la impotencia y del sectarismo trotskysta; rechaw de lo fácil ( ... )
por
esos de entre ·nosotros que permanecieron -hasta ahí, aislados

o
agrupados
alrededor

de un
periódico; rechazo del ghetto católico en la izquierda por
los
antiguos
de M. R.

P.; rechazo
también, de-la parte de los «meo.desistas»
del juego
personal y manipulador que caracterizó al radicalismo -fue de
izquierda-, etc.». («Preguntas
al Estado

socialista», Stock, página 21). ¡Todo
esto representa mucho
rechazo para constituir un ser político dotado de vo­
luntad común!
343
Fundaci\363n Speiro

MICHEL DE PENFENTENYO
Nosotros apreciamos hoy las amsecuencias. Tendremos a honor re­
montarnos a las fuentes de esta doctrina y meditar sus lecciones.
Entonces
y sólo eotonces rompreruleremos mejor eo Lausanne
lo que -es EL socialismo a través de sus mil formas, más o menos
mitigadas, y, conociéndolo ~jor, podremos combatirlo mejor y
acometerlo mejor pa¡-a abordar a sus partidarios y ofrecerles los
mejores

itinerarios
para retornar al ordeo social verdadero.
De
considerar "ail" socialismo como un bloque homogéneo, es
inevitable que se le
crea insalvable.
La realidad es mucho más compleja y el estudio serio de esta
complejidad
abre las puertas al campo de la acción posible que
casi
no · ha sido explorado hasta aquí.
Este año invitamos a nqestios amigos a que efectúen esta ex­
ploración.
Pero hace falta prepararse seriameote y desde ahora: ·evideote­
meote es una
coodición indispensable del

Congreso
para deteoer las
esperadas consecuencias práa:icas y hacer freote del desafío socia­
lista
lanzado a la Europa occidental
Es decir, si queremos que el "Office" resulte en este Congreso
una fueote nueva de inspiración, tendremos que abordar los socia­
lismos con un afán de encuesta rigurosa.
No

se combate a un
adversario tan "plural" con

ideas someras.
Generalmente conocernos bastante

bien
el socialismo marxista_
Hay

que reconocer que
casi no

conocemos !los socialismos no
mar­
xistas.
La ingenua precipitación de los porntgueses en abrir los
brazos al sociahista &>ares, después del pánico que les había inspi­
rado el esbirro de
Moscú Alvaro GunhaJ, es

un
síntoma de
la inex­
periencia de los· mejores
arite
los socialismos no
marxistas.
Nuestra
exploración ha

de conducimos a
efecmar tres series de
distinciones:
. 1) Teodremos que desligar las VERDADES PARCIALES Y LAS BON·
DADES
VAGAS que sobrenadan en las corrientes socialistas.
2) Nos atendremos a discernir LA EXTREMA DIVERSIDAD DB
LAS
TENTACIONES SOCIALISTAS.
3) Considetaremos, en fin, las v ARIACIONBS HISTÓRICAS DE LOS
SOCIALISMOS
en cuanto estén aferradas a la realidad.
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Fundaci\363n Speiro

«LA TEN'Í'ACION SOCIAUSTA»
Las verdades parciales y las bondades vagas.
Hay muchos caminos tentadores, y . muchas voces seductoras, que
conducen al socialismo... y entre esas voces diversas se muestran
cantida,les de bienes y de verdades parciales que no tenemos dere­
cho

de
ignorar. Por

haber
desconocido, tan a menudo,

esta com­
plejidad de las cosas,
han fracasado lamentablemente tantas accio­
nes anti-socialistas, produciendo la contraposición más que fa<;ilitan­
do

el camino de retorno a los
hombres de

buena voluntad
extra­
viados por el socialismo.
El
examen de
los
socialismos históricos nos setá aquí muy
útil.
Pues
si se inició en 1848 el arranque del socialismo marxista ...
exiistieron también, en la misma época, socialistas que se llamaban
Proudhon,
Juies y Pierre Leroux.
Hubo socialistas de las "sociedades filantrópicas" cuyo progra­
ma
fue
"ettender el derecho de propiooad hasta nuestros S3!1arios" ...
Hubo un Prou.dhon y su "'llamada a las da.ses medias"... con
vistas a "la unión y la reconciliación de la burguesía y del prole­
tariado".
Podemos

preguntamos incluso
quién era
en esa
época más so­
ciailista, si Proudhon o el mundo capitalista liberal y anónimo, cuyas
consecuencias
sociales no

han sido
· tan distintas

de las
obtenidas
por el socialismo (hasta el punto que Pío XII· ha podido decir: "las
ciudades modernas~ con su .continuo crecimiento, su aglomeración
de setes humanos, son el producto típico de la dominación de los
intereses

del
gran a,pital sobre la. vida económica. Y .no solamente
sobre
la vida económica sino sobre
el mismo hombre") (2).
Sí,
hay complejidad de voces socialistas donde las mejores inten­
ciones, a

veces,
se mezclan con las

peores consecuencias.
Socialista fue J
aur~s quien,

sin
embargo, no concebía el adve­
nimiento del
socialismo sin una élite popular renovada por la "cul-
( 2) Alocución a los miembros del Congreso -de Ja Conf~eraciórt de los
Agricultores explotadores, el IHl-1946.
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Fundaci\363n Speiro

MICHEL DE PENPENTENYO
trua clásica, es decir, .el sentido de la belleza, de la justicia, del or­
deo, de la medida" (3).
Socialista
fue también Péguy.
Y el mismo Oharlie .Oh:tplin fue socialista, y, sin embargo, supo
expresa,: la iocura del taylorismo ~busivo y sus consecuencias por
"la cretinización
del mundo obrero"
(3 bis).
Herberr Marcuse t=bién es socialista. Es, sin embargo, el autor
de excelentes
análisis del proceso de envhlecimiento del
arte
prosti­
tuido

por el dinero (4).
¿
Y no es socialista M. Oharles Hernu, que supo ,. atrapar" ron
argumentos tomados de

San
Agustín y de Pío XII, las aberraciones
anti-nacionales de los
"curas anti-militaristas"? (5).
También es. socialista

esta pléyade de "regionalistas" que se
vuelven
rontra la unidad nacional

por amor desviado a sus peque­
ñas patrias. Su defensa de los valores culturales de nuestras provin­
cias aplastadas por el estatismo tecnoc:rático constituyen en no menor
medida una inclinación
respetable

por sí misma (5 bis).
(3) Páginas elegidas, Ed, Ried.er, pág. 112: «Así pues, ¿qué hacéis de
los millones de trabajadores, obreros y paisanos, que habéi_s llamado a la
vida

cívica, que instruísteis en vuestros colegios y que actúan en adelante
directamente sobre la civilización de Francia? ¿Habéis renunciado a darles
una
educación verdaderamente francesa?
»Por mí, creo que hay que llegar ·a darles una cultura clásica, es decir,
eJ sentido de la bell~ de la justicia, del orden, de la medida. El conoci.
miento
de

las -obras
clásicas ayuda a una. nación a mantener, a desarrollar en
ella ese espíritu clásico; pero no lo constituye».
(3 bis) a. en Permanences 135, diciembre 1976, págs. 55-71, el artícu:lo
de B.
·-Largillier sobre el taylorismo.
(4) «La música del alma se ha convertido en
una múska Comercial.
Sólo cuentan los va:l.otes de cambio. La verdad no cuenta». «La col.tura su­
perior de . Occidente, cµya sociedad industrial continúa profesando los valores
estéticos, intelectuales y morales ( ... ), debía s-u fuerza a la experiencia de un
mundo que no existe más-y que no se puede volver a encontrar porque la
sociedad tecnológica la hace completamente imposible». ( «El hombre uni­
dimensional>, págs; 82 y 83).
(5) Le Quotidien de París del 23 de mano de 1976. Cf. Permanencer
núm. 134, noviembre

1976,
págs. 87·89.
(5 bis) Cf. en Perm?tnences, núms. 103 y 105 los artículos de R. Douil­
lard y Y. Le Penque,.
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«LA TENT ACION SOCIAUST A»
Es decir, en ,el batiburrillo de los socialismos, se impone evidente­
mente
una criba, si queremos distin,guir lo que es la esencia perma­
nente del socialismo y lo que se entremezcla con valores vagos, arran­
cados dd patrimonio de la civilización.
Entendámonos bien.
No
se trata, en

nuestra exploración de los
socialismos, de
in­
clinamos por la menor indulgencia hacia estas corrientes que . arras­
tran desordenadamente tantas cosas buenas en una cloaca de abe­
rraciones intelectuales y ,morales. Tc:xlas. estas corrientes han con­
tribuido, más o menos, al t,-astomo total del Mden divino, al des­
p,edo de la digmddd de la persona h""""'4, a la negación de las
libertades
más sag,adaJ y más fundamentales, al p,edtmd,,io de una
sola clMe sobre
1M ot1-as, a la sujeción de todas las personas y de
todas 1M cosas al Estado totalitario, a la. legitimación de la violencia
y al ateísmo milittmte (6).
No es, por lo tanto, la indulgencia hacia el socialismo lo que nos
guiará
en Lausanne, sino
el
afán de desligar la parte de verdades y
de bienes que se mezclan con estas aberraciones y que no cesan de
darles una aparente justificación. Es imposilJle enfocar la menor ac­
ción
práctica contra el socialismo si

no se es
capaz de clise.emir y de
escoger los
valores reales que

en él subsisten a menudo
y que, por
otra parte, no

le
pertenecen propiamente.
Diversidad y oontri,diooiooos de los ,so La

complejidad de los
fenómenos socialisms no depende sola,
mente

del
hecho de

que está
mewlado coo ,elementos de
verdad o
de bondad.
Depende también del hecho de

que se
ptoclaman socia­
listas una cantidad de escuelas, de
experiencias, de grupos políticos
tales que uno se pregunta, a veces, qué
pensamientos y qué propó­
sitos comunes tienen.
Ciertas corrientes se parecen al mancismo y más particularmente
al marxismo leninista... Pero cada vez son más numerosos los so-
(6) lladio-mensaje del 23-12-1949.
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MICHEL DE PENFENTENYO
cialismos que rechazan y condenan formalmente (7) la dictadura
policíaca, la burocracia, el
partido único, como

medios de "comba­
tir del socialismo". Pierre
Daix, antiguo estalinista, ha e,q,resado magníficamente
los
aspectos inhumanos del régimen
moscovita, ..
,
pero no ha renun­
ciado por ello a "un socialismo que, por
fin, sea adulto"

(8). Pre­
coniza. un "socialismo científico"... "justiciero, experimentarlo, re­
visionista", así pues, correctot ... ; en una palabra algo que hace
pensar en un "empirismo organizador".
Philpponeau
y los numerosos socialistas notables del Club Jean
Mouin
preconizaban un
socialismo fundado sobre
las comunidades
regionales ... y no veían contradicción entre socialismo y descentra­
lización.
Michel Rocard y el P. S, U., por su parte, condenan los regíme­
nes socialistas fundados en "los
sistemas intolerantes y dogmáticos" ...
Denuncian a los socialistas "sectarios",
incapaces de tolerar el
"plu­
ralismo" ,ideológico y poHtioo. Constatan que todos los socialismos
realizados y encarnados en los Estados han desembocado en un "au­
toritarismo general" donde todo
"desacuerdo se oonvierte en
here­
jía y en n0- por lo
tanto, que reconciliar el sodaüsmo y 1,, libertad, es la tarea de
IXJy. Esta tarea es previa a la victoria, rápidamente posible, sobre el
capit,,Usmo" (9).
También se habla fácilmente en el P. S. U. de "descentraliza­
ción",

"de explosión de
las iniciativas en la base ... ". Es verdad que
los términos "descentmlización" e "iniciativas", bastante familia­
res al pensamiento polítioo clásico, no tienen sin duda el mismo
sentido
en el P. S. U, donde se les asigna fácilmente el significado
que esas palabras
tenían en mayo de 1968 y que se conservaban en
la corriente socialista de tipo C. F. D. T. Este significado es más
cercano al de autogestión.
¡ Autogestión! Signe siendo una corriente soci9ilista juzgada to-
(7) Por lo menos mientras no están en el. poder.
(8) Michel
Rocard, Que.rlions a /'Etat socialiste, Stock, pág. 182.
(9) Prefacio del libro de Ch. Jelen
Les normalisés, Albín Michel, 1975.
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«LA TENTACION SOCIAUSTA»
talmente "utópica", "anarquista" y, al límite "contrarrevolucionaria"
si no "izquierdista" por las sociedades adictas a Moscó. Peto no es
menos
cietto que la corriente

autogestora reúne
m sí una fracción
importante de
los socialistas occidentales. En Francia, una: central
revolucionatia importante, la C. F. D. T., hizo con ella su programa.
De este
extraordinario pululat

de tendencias
conttadietotias, in­
sepru,ables de la histotia

de los
movimientos socialistas, podemos
destilar
nosotrOS los recursos precisos y unos métodos de acción
jamás empleados

hasta
ahora... y que podrían proporcionar grandes
reiultados.
Se obtendtía, por ejemplo, un gran provecho presentando las
críticas
y refutaciones de los
socialismos (teórkos y práctiicos) he­
citas por los mismos autores oocialistas.
Ni siquieta sospechamos la riqueza de este método y su éfica­
cia

en
los medios tocados por el socialismo.
¿Qué autor ha descrito mejor que Trot.sky la: tremenda banca­
rrota del
colectivismo soviético, el caos· económico que ha resultado
de
la• misma, el horror de las represiones, las matanzas y las de­
portaciones a las que el régimen comunista debió recurrir · para
escapar a su propia disolución? (10).
¿Qué grupo de estudios económicos y sociales ha establecido
mejor
el cuadro de las impotencias socialistas, que el muy socialista
Qub Jean Moulin? (11).
Y quien
no haya
leído la
extraña obra de Revel (redactor jefe
de
"L'Express")
"La tentation totalitaire", o la de Ch. Jelen "Les
normalisés" /prefacio del ex-estalinista

Pietre
Daix), no puede ha­
cetse sino una idea

muy remota de la
crisis profunda que

sacude
las
conciencias socialistas ante la constante quiebra humana universal­
mente demostrada

en los
países del Este,
• • •
(10) Léase aquí, La Révolt#ion trahie de L. Trotsky, obra reeditada,
en venta en el C. L. C.
(11) Léase a este respecto Le soda/isme et _l'Europe del· Club Jean
Moulin o el folleto de Michel de Penfentenyo Socialisme, débácle ou re­
p!atrage?, [o en ca5tellano, editada por Speiro, BI jociali.rmo rillna o chaf'a/10].
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MICHEL DE PENPP.NTE,"IYO
Aquí hay un juego, muy i=te, del que nos. podemos buena­
mente librar, cuando nos encontremos. con l.os socialistas. Jlse "juego"
roma., todo su valor cuando se sabe hasta qué punto "el. espíritu
socialista está
c;asi siempre convicro de
duda· crónica'', volviendo a
ceder la palabra a un sooialista.
Anotemo,; en .. la pizarra una larga li.sta de ~extos crítioos, todos
de
autores patentemente socialistas y descrlbiendo, todos, las situa­
ciones
socialistas desde el naciona:1-socialisrno hitleriano hasta el so­
cia)ismo sueco, pasando por

los socialismos "a la
francesa"... a
la
rusa, a )la cubana, a la argelina, ere., e invitemos a los "jugado.teS"
a poner en correspondencia au,,ores y textos.
· He ,aquí, por

ejemplo,
una· senie de

juicios, provenientes de Clau­
de Bruclain
(Ottb Jean Monlin), Michel Rocard, Ch. Jelen, A. Sauvy,
P. Daix, L. Troi:sky, ).µ¡re Nagy, Adam Wazyk, sobre, los socialismos
históricis

y los más
diversos de nuestra época,
"Implacable instrumento de uniformizadón de los pueblos."
"Col.osa! máquina burocrática."
"Sistema de normalización
universa:!"... "vuelta
a la
primacía
absoluta del poder, reconstitución de su monolitisrno, eliminación de
rodas las fuerzas que buscan emanciparse del partido únioo."
"Los ciudadanos están alhí irremediablemente condenados. a la
incom,unicación."
"Todos nosotros constatamos que la "ruina" de la. vieja .doctrina
socialista es, oisi . total."
· '"La confiscación
del.os derechos del hornbre: es lo que se llama
«papel dirigente del Partido»."
"Una gigantesca organización de envilecimiento de
las almas."
''La mentira, es el QOcer de la vida cotidiana."
"Tal es
el producto de una .sociedad en apariencia mecánicamen­
te
solidaria, en
realidad construida sobre el
individuo
desprendido
de

la
sociedad, teniendo a

su prójimo perdido
y aislado de cara a
la aplastante máquina
gubernamental."
"El

estado socialista se
advera más

experto
para administrar
la
miseria que para organizar la prosperidad."
• ¿Por qué

está proscrita la ideología socialista en los países
que
han alcanzado un cierto nivel de desarrollo?."
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«LA TENTACION SOCIAUSTA»
"El reino dcl engaño es la consecuencia lógica del reino del
absurdo."
"La organización socialista de

la
economía (
... )·
es, por natura­
leza, incapaz de promover eficazmente la

elevación del nivel de
vida."
"La apropiación colectiva de los medios de ·producción no redu­
ce el campo de acción de los defraudadores."
"El reino
ddl alborqque... incluso las autoridades no parece que
puedan hacer otra cosa que inrorporatlo en

los
gastos generales
del
«socialismo existente»."
"El absentismo creciente, sistema DJ horas supleinenta.rias, CO·
mercio de los certificados médicos (, .. ). Maldito sea el entusiasmo.
Malditos

los sacrificios.
M,ldito todo lo

que contribuye a
enrique­
cer
al Estado explotador.'"
"El sistema ·
explota en
contradicciones ... ; cada vez que les
es
posible, los trabajadores organizan una especie de cont:rasístema en
el interior del
sistema. De manera que las reglas de comportamiento
queden
instauradas. Como ésta: «el que nl> hace nada, no puede
amasar nada ni merece una ptima» ...
"Cuando el listado multiplica sus intervenciones, llega un mo­
mento en que,

omnipotente
y distendido, deja escapar de su seno mil
feudalidades
que le quiten su sustaocia."
"Después· de dos siglos de
búsquedas, de

revoluciones, de
teo­
rías,
de eirperiencias en

todos los sentidos, en
ningún punto
del pla­
neta
aparece islote alguno donde Ios dos objetivos, socialismo y li­
bertad, se

concilien de
manera satisfactoria."
...

Dejamos
adivinar al lector: .1)

¿quiénes son
los autores de
estas
comprobaciones? 2) ¿Cuáles.
son los.

países
socialisms a
los
que
se aplican

... ?
El breve ejercicio que acabamos de proponer
para entretenernos
un

momento, puede también
resultar un

método
capaz de
ir mu­
cho más allá.
Evidentemente, es el medio más fácil para ayudar a un espíritu
socializan

te a
comprender que, dejando de
lado los
~ accidentes""
extrínsecos, el nazismo es un auténtico socialismo y · qué ·se inscribe -
3ll
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MICHEL DE PENFENTENYO
esencialmente en el Jugar geométrico de la universal deshumaniza­
ción social

en provecho de
una idolátrica apoteosis del Estado que
es. el sncialismo.
De las
varia!'i-de los socialismos a los oontaoto& con la
realidad.
Bossuet nos ha mostrado el partido apologético que se puede ex­
traer de La Historia de las 11"1'iacrone, de las iglesias protestantes.
El método que se nos enseña en ella es a,plicable . a los socialismos.
El
métod?. está totalmente hecho de CONSTATACIONES. Los hechos
hablan por sí mismos.
Es el método que emplearemos en Lausanne.
Acabamos de mostrar el ,provecho que puede sacarse del examen
de

las condenas recíprocas de
los, socialistas

entre
ellos. Será
muy
útj! ir más lejos.
Nos afetramos a demostrar con paciencia los mecanismos de
las revisiones opera,das en

los
grandes países s,;,cialistas, respecto de
los
principios
da,dos hasta hace poco como irrecusables, así. que éstos
fueron enfrentados con la realidad. Sea, por ejemplo, el principio
absoluto de la
colectivización de

los
bienes de

produccción
y el con­
tr0! rotal de la producción por el Estado. ¿No había resnmido Man:
la condición del socialismo :en la célebre fórmula del Manifiesto:
los comunistar puedtm res,nnff' ·sus teorías en e.r,ta P,o,Po1ici6n Íinica:
abolici6n de Ir, propiedad prwada"? Abolición de la propiedad pri­
vada,
POR CONSIGUIENTE, abolición de un poder. económico privado,
POR CONSIGUIBNTB, ,concentración del poder económico y del ·poder
político élltre las mismas manos: las del Estado.
Así, pues, vemos que
la sanción de los hechos es tan fulminan­
te (12) que a
partir de

1957 comienza una
serie de refotrnas. Se
(12) En 1957, los economistas soviéticos deben constatar que la. baja
de la ·~ductividad agríc~la_ exc~e en un 40 '% respecto a 1940, que el es·
tanaimiento de la proluctividad industrial akan2:a · producciones tales que se
habla de «sabotaje» al socialismo ...
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«LA TENTACION SOCIAUSTA»
empieza por admitir la idea de autofinanciación. Después, en 1959,
es admitido. el
principio de
rentabilidad de
los capitldes y se invita
a

las empresas a establecer uoa
aproximación entre los beneficios que
consiguen y

los capitales
· invertidos. En

1962, el
economista Lle­
berman
intervino.

Se trató esta vez de estimular la producción en la
empresa dando un sentido al provecho... lo cual no es posible
sin
una confrontación con el mercado ... , es decir, con un- sistema de
precios más

reales
que su determinación por

vía
administrativa. Lle­
betman
no

llegó
hasta el

fondo de esta sana lógica,
pues sería el
derrumbamiento de

la lógica
propia de

la burocracia del
plan. Así,
en

1965,
Kossyguin anunció

la reconversión de un cierto número de
empresas
/hoy son 16.000 las que se benefician de esas medidas) (13).
Otro ejemplo de
la misma evolución respecto al principio fun­
damental de la
eronomía socialista es el
de
Checoes!ovaquia, donde
el economista socialista Ota Sik fue promotor de uoa reforma que
lleva su nombre y cuyo
espíritu queda clarl!mente indicado en

esta
declaración asombrosa: los hombres no modifican su manera de
trabajar más que en la medid,, er, que cada cambio les proporciona
venta¡as económicas y materiaks; hemo, llegado
a

la
oonclusi6n de
que incluso en una economía socialistea, NADA, ABS<>LUTAMEN'I'E NADA,
PUEDE REEMPLAZAR AL MERCADO, con sus incitaciones y sus presio­
nes concretas. Hemos llegado a la conclusión de que es indispen­
sable
MODIFICAR FUNDAMENTALMENTE el sistema suprimiendo la pla­
niticación imperativa

y restableciendo
la función económica del mer­
cado en la economía
checoeslovaca" (14).
(Así, Llebetmann y Ota Sik evolucionan. Su sentido no es el de
cierta línea ya conocida, pues como
Mate, et Magistra recordaba, "la
experiencia enseiú, que alU
donde falta la iniciativa pe,sonal de los
individuos surge la #,-a,,ia poUtica, LANGUIDECIENDO TAMBIÉN LOS
SECTORES ECONÓMICOS").
Variación en el soéiati-smo imscovita; variación en el socialismo
( 13) Léase a este respecto la Comunicación de M. Garella, profesor de
la Universidad de Aix8Mamella, en. el Centro de Estudios de la Doctrina
Social de la Iglesia publicado en 1972 por los N. E. L.
(14) Gtado por el profesor J. Garella, op. cit., pág. 37.
353
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.MICHEL DE P-ENFENTENYO
checoeslovaco ... Variaoión también -'i en el mismo sentido-en
el
socialismo yugoeslavo, donde los fracasos de la autogestión
han
sido

reconocidos,
como también han sido

reconocidos los fracasos
del Plao central. Hoy, el Plao se debilita, si bien asistimos a su
abandono progresivo
y a su transformación en "Plan indicativo" a
imagen del

Plao
,francés.
La historia de las variaciones resulta hoy muy instructiva... pues
es la historia de las sanciones de lo
real y la historia

de los enfren­
tamientos ideológicos

con las leyes imprescriptibles de
Jo real.
También
Fráncia nos proveerá de valiosas demostnciones.
Cuando

los firmantes
del Programa Común

de la
Izquierda anun­
cian su Certeza de la cercana victoria del socialismo, resulta muy
curioso ver el cuidado que ponen en asegurar la iniciativa privada,
las empresas, los arr.esanos, las profesiones liberales.
En su libro
Desafío democrático, donde

describe
"el socialismo
en
los colores de Francia" que propone (y que va mucho más ltjos
que

el Programa Común), Georges Marchais, ¿acaso no llegó in­
cluso
hasta manifestar · el enorme campo de acción que corresponde
a la empresa
privada y a la propiedad privada? ¿No añade también
que "hay numerosos ámbitos donde

la concentración
y la socializa­
ción no
se justifican

en
el plano económico, siendo más eficaz la
iniciativa
privada"? Desde luego, estamos
en
petíodo pre-electorail .•.
y las promesas tranqnilizadoras jamás le costaron caras al lobo que
dialoga con el
cordero. Queda en pie el hecho de que haya ahí, de
pasada, al menos un testimonio en honor del buen sentido popular
a:l cual

las variaciones socialistas rinden homenaje.
¿Existe todavía un ,oc:ililimno?
'
La agitación de las contradicciones socialistas, las var1aoones
en

las
"ei clanes, sectas, partidos y escuelas socialistas. no pueden dejar sol­
ventada esta cuestión: ¿queda n:xlavfa hoy .un conjunto social y
político teórico y práctico que merezca el n~bre de Soc!ALISMO?
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Fundaci\363n Speiro

«LA TENTACION SOCIAUSTA»
¿ Una tal polvareda. de socialismos esparcidos y contradictorios
merece
todavía este

nombre?
A
esta cnestión

debemos
aplicar este juicio tan pertinente de
Juan XXIII:
Uw doc;rl,u,, una vez fiiada y formfllada, no ct1mbia
más, mientras que lo, movimiento, que tienen por ob¡eto condicio­
ne, concretar y mutable, de la vida no pueden meno, de ,er tlm­
plimnente influenciadas po, e,ta evoluci6n, de manera que no ,e
pueden identijictJr las fal,ar teoria, filos6ficas ,obre la naturaleza, el
origen y la fifM/idad del mundo y del hombre con to, movimientos
histórico,, fundado,
e,, una finalidad económica, ,acial, cultural o
poU#ct,, aunque e,101 último, deban ,u origen y ,e impiren todavia
en estas teorías.
No faitan espíritus emmenres que deducen de este juicio de
Juan XXIII
la advertencia de que "el" socialismo no es más que
un fantasma. E. bolchevismo, a sus ojos, no sérá más que una va­
riante del viejo nacionalismo ruso disfrazado de comunismo... los
múltiples
sistemas que dimanan del socialismo habrían perdido

sus
fronteras y serían indiscernlJjles de las múitiples tecnocracias mo­
dernas. El
"libetalismo avanzado" del mismo Giscard no

sería
más
que "socialismo atrasado", puesro que realiza tranquilamente pro­
gramas reputados socialistas.
Y,

además, añaden algunos, ¿es
tan evidente que combatiendo
al socialismo, oo se favorece acaso
el advenimiento de ese terrible
•• desierro humano" igualmente despersonalizado

que es el capita­
lismo anónimo y dominador?
Dudas parecidas, catastróficas por la inercia que producen, mues­
tran hasta qué
punto nuestra generación ha

perdido
el sentido de
la unidad espiritual sin
la cual ninguna sociedad puede sostenerse.
La ha perdido hasta tai punto que sería probableruente insufi­
ciente recordar los textos oo

obstante fulminantes de los
papas ...
de todos los papas de los tiempos modernos desde Pío IX hasta
Pablo VI incluidos.
Hay, sin embargo, una destaa,,ble continuidad, desde Pío IX,
León XIII, San Pío X, Benedicto XV, Pío XI
y Pío XII, hasta Juan
XXIII
y Pablo VI. Aquí tenemos los ejemplos:
La, traba¡adore, catóüco, no tienen neceiidad de buscM enseñanzas
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Fundaci\363n Speiro

MICHEL DE,PENFENTENYO
sociales orientada, siguiendo otra concepción del mundo. El men­
saje de Jesucristo, mterp,etddo POR LAS ENSEÑANZAS SOCIALES DE
LOS
PAPAS y DEL CoNCILIO, contienen k plenitud de lo que necesita
el hombre para, su
felicütad s(Jbre k #erra (Pa!ilo VI) (15). Pa­
blo VI retoma a sus predecesores... quienes cien veces han dado
la LLAVE que abre el sentido del LUGAR GEOMÉ1RICO MORTAL DE
WS SOCIALISMOS.
Ellos declararon el socialismo contrario a/. derecho natura/., pues
no
se podría establece, sin trastomar de arriba a aba¡o todos los de­
rechos,
(Pío IX) (16); opuesto a k, condidón de ¡,., C(JS"' humanas
(Pío IX) (17); adversm:io de la jerarquía 11atura/. del orden social
cuya b"'e es
k familia (León XIII) (18); responsable de, la insu­
rrección de la sociedad contra Dios: la socieddd quiere bastarse a si
111,fSm« y k r.n6n pretende ser el ,p,ico factor de los progresos de
la humanidad (Benedictn XV) (19); lleno de erro,es y de sofism,,s,
opuest(J a la razón ,.,;
como a la Rweladón divina ... Pues descono­
ce
los derech(Js de k persona hum«na, su dignidad y su libertdd
(Pío XI) (20); contrario a,J orden verdadero , porque sustituye al
cuerpo socia!! vivo de órganos bien diferenciados una multitud de
~os sepa,rados y sin ·conexión íntima, oonsid.erados como ma­
teria de su domimo, wmetid,, a su arbitrio (Pío XII)-(21); La re­
voludón social se vanagloria de elevar a/. poder a /.a clase (Jbrera:
palabra v"'1<1, puro espejismo
de una realidad imposible. El pueblo
obrero
cambia de lugar, esd$/lkado, reducido a la fuerza del capita­
lismo de Estado que oprime y avasaJla a todo el mundo, a /.a fami­
lia tanto como a
/.as oonciencias y tramforma a los obreros en una
máquina gigantesca
(Pío XII) (22).
Tal es el lugar geométrico de todos los socialismos. Fue necesa-
(15) 30 de abril de 1971 a los obreros alemanes.
(16)
Qui pl11ribt1s, 1846.
(17) Nostris et nobisc11m, 1849.
( 18) Q11ad aposwlici, 1878.
(19)
Alocución "1. Sarro Colegio, 24-12-1919,
(20) Divini Redemptoris,. 19 de marzo de 1937.
(21) Radio-mensaje del 24-12-1942.
(22)
JI.locución del 13-6-1943.
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Fundaci\363n Speiro

«LA TENT ACION SOCIAUST A»
ria la Iglesia católica para discernit sus rasgos esenciales. No se
equivocó; ni
ha cambiado desde 1846 hasta 1977... El vocabulario
y el estilo pueden ,parecer anticuados, tanto como se quiera. Hay
que reconocer, sin embargo, que ni un ápice de los diagnósticos
dados por ella sobre el socia:lismo ha resultado no comprobado trá­
gicamente en

los
hechos y en la carne de los pueblos. Basta com­
parar la letanía de las observaciones hechas por los socialistas con­
temporáneos ( que presentamos más arriba) y la cadena de citas
que acabamos de
!hacer; estos textos de los papas del siglo XIX y del
siglo XX, que la Cristiandad ha recibido muellemente y que el mun­
do laicizado ha rec:IJ=do con desprecio, todos estos textos encuen­
tran sus simétricos en . las comprobaciones de los socialistas actuales.
¿Acaso no contribuiremos en
alguna pequelia medida a la exal­
tación de la Iglesia, Maler et Magirll'a, si llegamos a demosmu:, en
Lausanne, que el mundo haibría evitado el sociaiismo y el Cl05 en el
que se '1lalla inmersa gran parte de la lnunanidad si las enseñanzas
de los papas hubieran sido escuchadas y obedecidas? Sólo la Iglesia
ha sabido afirmar que no h•bía, en el fundo, nada más que UN so­
cialismo, por su concepción del hombre, de la sociedad, del Estado
y de su destino, inaceptable para los que creen en las palabras de
Cristo.

Que
no hay diferencia esencial entre "socialismo moderno"
y "sooialismo ·revolucionario'~; ·que "socialismo religioso y· socia9.ismo
cristiano son contradicciones, y nadie ,puede ser a la vez buen ca­
tólico
y verdadero socialista" (Pío XI) (23).
Nuestro "aggiornamento", a este respecto, consistirá· en demos­
trar, en Lausanne, que no 'hay nada tan "al día" como esa serie
fulminante de enseñanzas de la Iglesia. Lo demostraremos con los
mismos
textos de

los socialistas. Son
ellos quienes, hoy, mejot que
nadie, nos
prueban la verdad y la actualidad de las enseñanzas pon­
tificias.
Lo demostraremos con los múltiples testimonios ele los he­
chos. Pues los hechos •han confirmado, en letras de fuego y sangre,
que hay solamente UN socialismo. Que por doquier donde ha avan­
zado el socialismo ha habido ludia exacerbada de clases, un universo
concentracionario, ritmos de vida inhumana, aglomeración humana
(23) Quadragesimo Anno.
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MICHEL DE FENFENTENYO
en un urbanismo que hace de almacén; · se ha destruido la moralidad,
ha imperado el erotismo, el odio de la vida, el aborto liberalizado,
la derención del pensamiento, el empobrecimiento de las arres. He
ahí el lugar geométrico del socialismo a través de sus variaciones,
sus
escuelas, sus sectas, contrapuestas, en todas las latirudes.
Cien veces el socialismo se ha vuelto a poner en entredicho.
Cien veces,
ha reconocido los errores del pasado. Cien veces ha
"prometido no recomenzar más''.
Pero no puede dejar de volver a caer en ese lugar geométrico de
la
despersona:lización, debido
a
su vicio original.
Siempre

y en
todas partes <'Ste ateísmo de heoho pretende en­
cerrar la totalidad del hombre y de la sociedad en su "sistema ce­
rrado sobre

lo
temporsl", y ese vicio original explica su vocación
totalitaria

...
Incluso cuando oo sobrepasa las fronteras del "respeto
del hombre", tiende siempre '.a facilitar que otro socialismo más
total y cínicamente lógico [e rebase y complete. Por eso tiene mucha
razón
el
redactor en

jefe de
L'f.xf_lress, J. R. Revel, al afirmar que
el estalinismo es
connarurai al socialismo.
En este punto
hallarnos a· Maurice Clavel y, con él, podemos
decir:

"... Ignoro qué genio pudo inspirar antaño a Proudhon:
Vuestro pemtmúemo, sefírw Marx, me hace temer po, la libertad
de
los homlwe,; a Nietszdre: el so,cial,smo se f_lrepar" en silencio
para su dominio prw el terrrw, y al mismo Flaubert que, en la obra
con la que
prendió fuego

a los
amotinadores del
48: El
sociaüsmo
y su cuartel universal, afirmó del socialismo: "Jo ignoro y, además,
en .adelante, me burlo de él, pues hoy, ya no se tienen presentimien­
tos geniales. Se sabe. Se sabe por e,cperiencia"' (24).
(24) Maurice davel, Dieu est Dieu, nom de Dieu, Grasset, pág. 62.
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