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Número 153-154

Serie XVI

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El progresismo religioso (IV)

EL PROGRESISMO RELIGIOSO
(Orígenes, desarrollo y crítica)
( Conclusión)
POR
P. MANUBL MOLINA.
VII
FRUTOS DEL
PROGRESISMO
IRENISMO.
Podemos lúmuw ü-emsmo, en su dj>licación p,ogrosista, a la ,.,._
dencia a disminuü-
o disimular la naturaleza de las verdades religio­
sas,
o las obligaciones cristianas, en arm de una falsa paz o """º""'
con los que no comparten nuestras creencias religiosas. Un p,ic,fis­
mo religioso
mal entendido.
Los progresistas se han envalentonado a .partir del Vaticano II,
pues, por razones pastorales y en virtud del tema del Concilio no se
añadieron anatemas a las Constituciones. Esto lo han tomado, . mu­
chos de ellos, como si los antetiores anaremas o condenaciones de
herejías no tuvieran ya ningún- valor.
Olvidan, porque así les conviene, que la constitución sobre la
Iglesia
se abre en su número uno.
"La Iglesia anhela desplegar ahora más enteramente ame los fie­
les de la Iglesia y ame todo el mundo su propia naturaleza interna y
su misión universal. Y desea hacerlo siguiendo fielmente las ensefí,ma.
zas de los concilios tmteriores".
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Fundaci\363n Speiro

P. MANUEL MOUNA
Tenemos una nueva dimensión de la renovación pero ésta no im­
plica,
ni disminuye, ni la doctrina de la Iglesia ni la actitud de ésta
pa.ra los errores condenados con antelación al concilio.
Paulo VI
ha dicho a este res¡,ecro:
"Quien interpreta el Concilio como un aflojamiento de
los compromisos anteriores de la Iglesia hacia su fe, su tra­
dición, su ascética, su caridad, su espíritu de sacrificio y su
adhesión a
la Palabra y a la Cruz de Cristo, o también como
una indulgente
concesión a

la frágil y versátil mentalidad rela­
tivista de un mundo sin principios, sin fin trascendente, a una
especie de cristianismo
más cómodo y menos exigente, se equi­
vocaría por completo" (Saint Co/ere, Editions de la table ron­
de,
París, 1965).
Por
eso citemos a Henti de Lubac en su conferencia en el Con­
greso Mundial de Teología en Toronto, 1967:
"Toda apelación exclusiva a este Concilio como si se era­
tara de una Nueva Teología y todo abandono de los dogmas
con
pretexto de

que vivimos en una Iglesia
¡,osconciliar, sig­
nifican

una
apostasía de la fe y se halla en abierta oposicióo
con la doctrina de la Iglesia".
Alg¡¡nos progresistas
hao usado y abusado del Vaticano II. Hao
hecho tabla rasa de toda la disciplina anterior de la Iglesia.
Se burlan, incluso, de la doctrina de los Pa,pas, como lo hacen con
San Pío X y la Encíclica Pa.rcendi.
Entre los abusos más intolerables están los que hacen con pre­
texto de las ·palabras "p11Z", "tolerancia", "Ubert«l de conciencid",
etcétera.
Si bien el Concilio Vaticano en Declaraci6n sobre lt, übert«l
Religwsa excluye toda coacción, como incompatible con el. espíritu
de

Cristo, los
progresistas, por lo geneml, identifican la libertad de
conciencia, que es ausencia de toda presión procedente dcl exterior,
con la falta de obligación de someterse a Dios y convertirse. Y aihora
comienzan
los fruro,j de ese falso irenismo o pacifismo religioso, que
termina en el indiferentismo.
420
Fundaci\363n Speiro

EL PROGRESISMO REUGIOSO
Frutos del fal•o irenismo.
a) La predicación misionera de la Iglesia ,es cosa secundaria y
debe desalentarse so pretexto de un cristianismo invisible.
Es la
muerte de las misiones.
b) Un ca:maieonismo ideológico los hace cambiar de ideas de
acuerdo a su
interlocutor, so

pretexto de que
la lucha contra el error
es acto poco caritativo y la posesión de la verdad es un "triunfalis­
mo antievangéüco".
e) Una unidad carente de sentido, pues la ponen por encima de
la verdad.
Unidad basada en el error, no es unidad, es silencio y muer­
te. En
el Decreto sobre Ecumenismo, II, se nos dice:
"El modo

y la manera de
expresar la
fe católica en
ningún
caso debe convertirse en obstáculo para el diálogo con los
hombres. Es totalmente necesario que se exponga con nitidez
toda

la
doctrina, nada hay tan ajeno al ecumenismo como el
falso irenismo que atenta contra la pureza de la doctrina ca­
tólica
y oscurece su sentido genuino y cierto'".
Véalos
retratados:
¡Cómo

desprecian a su madre la Iglesia
y alaban todo lo que
proceda
del adversario, por

amor
a la paz ... !
¡ Cómo comparan el comportamiento entre católicos y marxistas,
creyentes
y

ateos, y
bailan que

estos ateos y
marxistas son

los autén­
ticos, en su vida
y relaciones. Eso Jo hacen por amor a la paz!
¡ Cómo ocultan y disminuyen todo lo que exige un asentamiento
sobrenatural, en

presencia de los no creyentes, por amor a la
paz ... !
¡Cómo vituperan de triunfalismo a todas las manifestaciones ex­
ternas

de religiosidad o proclamación de la
fe, por su amor a la
paz •.. !
¡Cómo reaccionan contra toda presentación íntegra de la fe, por­
que ello rompe la paz y el pluralismo ... !
¡Cómo hacen ostentación de su amistad con todos los enemigos
externos
y declarados de la Iglesia, en nombre de un irenismo que
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P. MANUEL MOLINA
sólo demuestra que la apostasía y el secula.tismo se han infiltrado
en

muchos de
ellos!
Oigamoo a la recién decla.rada doctora de la Iglesia Santa Cata­
lina de
Siena, en su carta 109:
"¡Ay,

ay!
¡Los miembros
de Cristo
caen en la corrupción
porque

nadie
loo castiga •.. Ellos (obispos y sacerdotes) con­
templan sin
inquietud, cómo los demonios del infierno arre­
batan las almas que les han confiado • .. Están obligados a po­
nerlos
en orden ron mano fuerte, porque la

compasión
exce­
siva resulta, a menudo, la mayor de todas las crueldades".
Alguno
tai vez sonría si leer lo anterior y me dirá . . . ¿Qué de­
monios?
¿Qué infierno?

¿Quién cree en ello?... ¡
Falso irenismo:
Abandono
del

deber ante un falso
roncepto de paz y de unidad!
FILOMARXISMO.
"¿Cuál setá la causa de la indiferencia, de la tranquilidad,
de
la falta de responsabilidad de nuestros contemporáneos,
frente

al peligro
gravísimo e inminente del comunismo?
"Es
la ignorancia de los fundamentoo ideológicos del co­
munismo, de sus finalidades, de sus métodos y tácticas enga­
iíosas,

de su desprecio por los
derechos humanos

de
los cuales
se

presenta
como defensor" (Cardenal Antonio Caggiano).
Escuchemos
la condenación totai del comunismo por el Magiste­
rio
de
la Iglesia.
Encíclica
Divini Redemptoris sobre el comunismo ateo, del Papa
Pío XI.
422
Fragmento: "Aunque ya hemos insistido sobre estos pun­
to,; de nuestra alocución del 12 de mayo del afio pasado, juz­
gamos, sin embargo, necesario, venerables hermanos, volver al
particular: Al principio, el comunismo se manifestó tal cual
era, con
toda su criminal perversidad; pero pronto advirtió que
de esta manera,
lllejaba de
sí a los pueblos,
y por esto ha cam-
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EL PR.OGRESISMO REUGIOSO
biado de táctica y procura ahora atraerse las muchedumbres
con
diversos engaños, ocultando sus verdaderos intentos, bajo
el r6tulo de ideas que ,011 811 ,¡ mi,mas buenas y aktPJenleJ.
"Por ejemplo: viendo el deseo de paz que tienen todos
los
hombtes, los jefes del comunismo aparentan
ser los más
celosos defensores y propagandistas del movimiento por la paz
mundial, pero al mismo tiempo, por una parte, excitan a la.
pueblos

a la lucha
civil. para

suprimir
las clases sociales, luchas
que
hacen correr ríos de sangre y, por otta parte, siendo que
su
paz interna carece de garantías sólidas, recurren a un aco­
pio ilimitado de armamentos. De la misma manera, con di­
versos nombres que carecen de todo
significado comunista,
fundan

asociaciones
y publican periódica., cuya única finaH­
dad

es hacer
pa.ible la penetración de
sus ideas en
medios
sociales

que de
otro modo no

les serían fácilmente accesibles;
máJ tod<111ia, procuran injiltl'M'Je im81lsiblemente hasta 811 la,
mi,mas asociacione, abüwtttmente cat6/icas o religio,as. En
otrar partes, lo-s comunistas, Iin ,enunciar· en nada ¡; ·Sus .prin­
cipios, invitan o los cat6Uoos a colaborar ami.rtoSamente con
ellos en el cdm[>o del humamtammo y de la cM'idud, propo­
niendo a ve_ce.r, con estos fine.r, proyectos completamente oon-­
forme, al e,píritu cristiano y a la doctl'ina de la Iglesu,, En
ottas partes acentúan su hipocresía hasra el punto de hacer
creer que
e'! comunismo, en los países de mayor civilización y
de
fe más profunda, adoptará una forma más mitigada,. con­
cediendo a todos

los
ciudadanos la libertad de cultos y la li­
bertad de conciencia. Hay incluso quienes, apoyándose en al­
gunas ligeras modificaciones, introducidas recientemente en
la legislación soviética, piensan que el comunismo está a
pun­
to de abandonar su programa de lucha abierta contta Dios".
El progresismo
ha titado por la· bqrda todas las enseñanzas del
Magisterio de la Iglesia a este
respecró; )' hoy

por
hoy existen muy
pocos
entre fos pastores y guías, como de entre los fieles, que re­
cuerden esta verdad proclamada por Pío XI en aeto de Magisterio
oficial. Y continúa Pío XI:
"Procurad, venerables hermanos, con sumo cuidado, que
los
fie'les no
se dejen
engañar. El
comunismo es
intrínseca­
mente

malo
y no se puede admitit que colaboren con el Co­
munismo, en terreno ailguno, los que quieran saJ.var de la mina
la civilización cristiana".
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P. MANUEL MOUNA
Para llegar a esta sitru1<:ión de filomarxismo, el progresismo, que
es lógico
y concatenado en su desarrollo, había preparado su ca­
mino:
l. Por el rJntropocentri,mo había dado la primacía al hombre
y no a Dios, .exactamente como el marxismo.
2.

Mediante
la deStJcralizdción. había luchado contra los con­
ceptos de

sagrado, en
las ide11s y en los hechos, o praxis, igual que
el marxismo.
3. Por medio del secularismo había socavado, dentro del orden
religioso,
el orden sobrenatural, dando
la primacía a lo mundano, que
es
el plano donde se mueve . el marxismo.
4. Por el horizontalismo había destruido las actividades verti­
cales y espirituales y se había quedado con relaciones interhumanas,
como

el
objetO primordial, igual que el marxismo.
5. Por el rel,m;v.irmo había quitado todo valor trascendente a
la
Palabra de Dios, último juez de los que tenemos fe, y reducido,
a
veces, la Biblia a un miro, igual que 1o proclama el marxismo.
6. Por el historicismo se han autoidentificado progresismo y
marxismo con la hora bisrócica y. con la corrien~e del momento his­
rórico,
y ambos se han autoproclamado redenror;,._
7. Por el falso wenismo habría reblandecido y cortado todos los
idfllles a su alcance, dejando desmanteladas las posiciones ideológi­
cas cristianas, tal corno lo pedía el movimiento marxista Pax. ¡Ob­
sérvese la lucha de los progresistas de arriba y de abajo contra las
agrupaciones, sobre todo juveniles, que proclaman su confesionali­
dad católica
y antimarxista! ¡ El progresismo está llevando a cabo una
labor
tenaz de castración espiriruaide los carólicos!
Proceso de penetración filomarxista.
El filo.marxismo subtertáneo tuvo su razón de ser, su necesidad
de esa táctica de
topo, para subsistir denrro de la Iglesia, ante la ga­
llardía de los Papas que, como San .l'ío X, lo condenó como herejía
en
el modernismo, su precursor religioso.
Aun ahora, el filomarmarxismo no da su cara dentro de la Iglesia.
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EL PROGRJJSISMO RJJLIGIOSO
Entra y camina, tambalea, -se inserta, se desliza, se arrastra, se en­
vuel...,, ievanta contra
el Magisterio U11a oposición oculta.
Presenta la historia en
~ favor. Hasta que se apodera de las
posiciones clave,
como en Gtile, en

que
la misma jerarquía, poco
antes

de las
elecciones, en

que se
Je regaló el triunfo

al
marxismo
contando

con
menos votos, por simple componenda, redact6 "ora­
ciones litúrgicas" en las que se pedía a los fieles ",echazM el miedo
a los camb/r,s". En algunas naciones, el espíritu socialista y comu­
nizante se ha infiltrado ya dentro de la Iglesia. ¿Qué _son Jos gru­
pos de
Cristianos por· el Socialismo?
En muchas partes, este catolicismo filomarxista, inquieto; tutbu­
lento, impregnado de inspiración comunista, es el que está dando
fisonomía
a grupos importantes de la Iglesia
B1 más peligroso aparato de. peneomción. y propaganda del filo­
marxismo es el movimiento internacional Pt»<, Debemos diferenciar­
lo
del movimiento internacional Pax Romana.
¿Qué es Pt» "Y a ha llegllllo 41 dominio público qué es e/, movim/enl(J Pax.
En
efecto, en 1945, el general Sierow, jefe de l(Js ser-vicios secretos
soviéticos, emprendw
¡,, misi6n _ de nuclear e in.rwumentM, al _ modo
comunista, la lglesÍd Clltólica en Polonia. Sierow wató de uülizM'
al
conde Piasecki, condenado a muerte en 1944 y a quien se le per­
donó
¡,, vida, con ¡,, cond,ción de que cum,pliera dentro del camflo
CIIJÓ/ic(J esla lalwr p"1icial de espionaje
y de, intoxicación.
Piasecki fundó
con

este objeto el
movimiento il'il, que se pre­
senta como un movimiento de los progresistas, situado en la van­
guardia de la experiencia polaca de coexistencia
enwe católicos y
comunistas. PM'a ello, Piasecki, montó un poderoso «wust eáitorilll>,
que proveta de poderosos medios fJMa ¡,, subversión en Polonia.
DesenmarclWfltlo pM
el Epi-scofJado po¡,,,o, desprociado pM las
masas cam{Jesinas y obreras, no f'#do actuM en Polonia, por lo -que,
desde
19 54 dirigió su acción hacia Francia, donde logró montar un
poderoso afJM'atU de penetración e inslNPmentación comunista. Este
aparato fue levantlldo alrededor de las publicaciones y ediciones de
Informations Ca1liloliques Internationales (lCI), en ¡,, que han p,w­
ticip«do actwamente varios dominico,.
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P. MANUEL MOUNA
El astmlo adquiri6 14 gr1111edad, qt1• ,l. Cardenal Wy,zimki, Pri­
mado de Polonia,
lo hizo conocn en carla al Secretariado de Eshldo
de la Santa Sede, lt, C#lll, a st1 vez, C011llm1CÓ dicho doctnnento al
Epéscopado fram;és,
por metUo de la N11ncitaura en Parls.
Dice alU, emre
º""' cost1S, ,l. Cardenal:
"PAX se presenta en el extranjero como un movimiento de
los cató)icos progresistas polacos •.• En realidad, P AX no es un
movimiento, sino un
ótgano del aparato policíaco, estricta­
mente articull!do, que depende directamente del

Ministerio
del Interior
y ejecuta, en ciega obediencia, las directivas de la
policía secreta, la U. B.".
El Cardenal W 7szmrk,y reC#Brda a co111m#tición los plt,nes lácti­
ticos dél partido comunista f>ara deslrflir a la Iglesia. P11ra ai:abar
con la religión, ha
dicho Lenin, es mucho más hwportante introdt1cir
lt, lucha
de clases en el seno de la Iglesia, qfle aJacar la religión de
frente, Se trat", pues, de obrar disowiendo, de formM focos antagó­
nicos
entre los fi,/.es y ,obre todo en los medios eclesiásticos y re­
ligioso,.
Escindir a los obispos en dos bloques: Los integristas 'Y los pro­
gresistas. Colocar, bajo mil -prete,ctos, a
los sacerdotes contra los obis­
pos. Abrir un,, grieta sutil en las masas, mediante ingeniosas dislin­
ciones enke reaccio1'firios
1 progresistas.
No atacar jamás a la Iglesia de frente, sini> por s,i bien, -por sflS
estructuras
caducas 1 por los abusos que la desfiguran. Si es -preciso,
parecer
más católicos qt1e el Pa-pa. Con hábiles maniobrtlS de za-pa,
formar, en los medios eclesiásticos, núcleos de insatisfechos o trados», para interes11rlos poco a poco
én ,l. climii fecundo, de lt, lu­
cha de cla,es.
Ada-ptación /.enía y pacienie mediante la «infiltración de nuevos
contenidos> en la, ideas y terminologías wadicionales.
La ambivalencia de ciertos térmmos, c,,yo sentido es muy 1lifé­
rente en Francia
1 Polonia (progresismo e integrismo y actitud abier­
ta y cerrada, democracia; socialismó, ele.), contribuye a cre11r equtvo­
cos.

Se
hata, en suma, no de liquidar a la Iglesia, sino de sojuzgarlt,
y -ponerla al servicio de lt, re1Jólución comunista.
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EL PROGRESISMO RELIGIOSO
CLERICALISMO POLÍTICO.
El clericaUsmo polúico crmsiste en la i1wari6n de cmnpos pa,a­
lelos al 11'aba¡o sacerdotal, en la esfera social
fJOUtica, en olvido y
detrimento de los prop,os deberes y obUgaciones sacerdotales, seíítl­
lados en el EscritMa,
en el Derecho y · en el Vaticano II, que coloca
como el primer deber sacerdotal la evangelizaci6n o anuncio de la
salvaci6n.
San

Pío X
señala dos causas al modernismo-progresismo: la so­
berbia
y la ignorancia.
Parece ser que la causa principal del · clericalismo político pro­
marxista se furnia en la ignorancia más que en la soberbia.
Pata la introducci6n de

sus
reorías han
tomado
la bandera de la
"Justicia Socialº'. Pata ellos, todas las otras facetas de la acruación
religiosa

sacerdotal no tienen importancia.
Son horizontltlistas de
hueso
colorado.
Nadie
discute la intención honesta de algnnos de estos cléri­
gos que hablan de "justicia social" y ckl "clamor de los pobres", y
a la vez denigran a la Iglesia, como si ellos fueran hijos de otra ma­
dre y quisieran imponer normas a seguir y buscarse una nodriza.
Nadie

les discute
la legitimidad de su opci6n ¡,ersoru,J para tra­
bajar en determinados campos apostólicos de la Iglesia. Lo que re­
sulta intolerable es e'I. "pontificalismo" con que proponen las so­
luciones de·
"lucha de estrnctu,ras",, "violencitJ institucwnalizada".,
"concientizaci6n", "marginaci6n", "incorporación", •1desar1ollo", "li­
beraci6n", "acontecimiento", etc., con lengnaje y fondo ideológico
alquilado
al marxismo por completo, pues no les gusta el lenguaje
de la Iglesia en
el plano

social.
Lo más grave en esta cuestión es el transbordo ideológico de
marxismo-cristianismo, pretendidamente apoyados

en la Biblia.
Vayamos
al tema del Reino de los Cielos, el más ambivalente,
explicado
y aplicado por cualquier clérigo-político filomarxista. ¡ Ya
hemos oído la apología y defensa de la violencia política, apoyados
en el texto de San Mateo, 11, 12: "El Reino de Dios se conquista
con violencia
y s6lo los esforzados lo ,,..,.batan"! ¡No cabe mayor
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P. MANUEL MOUNA
ignorancia ni mayor atrevimiento! Estamos presenciando el intento
de damos una versión .mmxista de la Iglesia primitiva, con locha de
clases, combates contra
el régimen opresor, derribo de violencias
institucionalizadas, desaparición
de
. la esclavitud, etc.
Y uno se pregunta · con esrupor si estos . progresistas han leído
olguna vez la Historia de la Saivavión, contenida en la Biblia, y la
aplicación genuina hecha por los primeros fieles, algunos de ellos
discípulos
directos del Solvador.
Todos

conocemos que la
causa externa directa del fracaso apa·
rante de

Jesús fue su
abstencionismo polltico frente

al Imperio
Ro­
mano: "Dad a Dws lo que es de Dios y al Cfo,r lo que es del CéstJr",
¡Y es de tanta impottancia esta afirmación y toma de posición, que
al
igual que
el tema de la Euta.ristla, fo recuerdan los tres sinópticos
y San Pablo!
La mayoría judía deseaba un gobierno político social, que derri­
bara la violencia institucionalizada. Y la apa,ición del "Reino de los
Cielas" los defraudó, igual que a nuestros clérigos políticos actuales
les defrauda
la abstención mera.mente política en el evangelio .
.M igual que los discípulos de Jesús, lo inrerpreraron las siguien•
tes generaciones de la Iglesia, incluso frente a temas tan trágicos
como él de la esclavitud: Pablo obliga al esclavo Onésirno a reg¡:e­
sar con su dueño Filemón con este mensaje: "Recibe/o, no ya como
siervo, ames más que si.,.,,o, hermano muy amado''.
Y Pablo escribiendo a Tirnoteo sobre este asunto le pide, po­
niendo por medio el buen nombre de Dios y su docttioa:
"Los siervos que están bajo el yugo de la servidumbre
tengan a sus amQS por acreedores a tQdo honor,_ para que no
sea deshonrado el nombre de Dios ni su doctrina. Los que
tengan amos fieles no
los desprecien poi set hermanos, antes
sírvanles mejor, porque

son fieles
y amados los que reciben
el beneficio. Esto e.-lo que debes enseñar e inculcar" (1 Ti­
moteo, 6, 1-2).
San Pedro es explícito ante todos fo¡¡ temas polítiéO-sociales de
su tiempo, como -el · respeto a la autoridad constituida, a las formas
sociales de vida:
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EL PROGRESISMO RELIGIOSO
"Por amor del Señor, estad sujetos a toda autoridad hu­
== ya al emperador, como soberano; ya a los gobernadores
como delegados suyos,
para el castigo de los malhechores y
elogio de fos buenos. Tal es la voluntad de Dios, que, obran­
do el bien,
amordacemos la ignorancia de los hombres insen­
satos; como libres y no como quien tiene libertad cual co­
bertura de

la
maldad, sino como siervos de Dios. Honrad a
todos,
amad la fraternidad, temed a Dios y honrad al ,empera­
dor. Los siervos estén con todo temor suj eros a sus amos, no
sólo a los bondadosos y humaons, sino también a los riguro­
sos"
(I Pedro, 2, 13-18).
San Pabfo abunda en la misma actitud de San Pedro:
"'Todos
habéis de estar. sometidos a las autoridades supe­
riores, que
no hay autoridad sino por Dios, y las que hay,
por Dios han sido ordenadas, de suerte que quien resiste a la
autoridad, resiste a la disposición de Dios, y los que resisten
se atraen sobre sí condenación. Porque los magistrados no son
de temer para los que obran bien sino para los que obran
mal. ¿Quieres vivit sin temor a ,la autoridad? Haz el bien y
tendrás su aprobación, porque es ministro de Dios para el
bien. Pero

si
haces el mal, terne, que no en vano lleva la es­
pada. Es ministro de Dios, vengador para castigo de quien
obra
mal. Es ,preciso· someterse, no sólo por temot del castigo,
sino por conciencia. Pagadles, pues, fos tributos, que son mi­
nisrros de Dios constantemente ocupados en eso. Pagad a to­
dos fo que debáis; a quien tributo, tributo; a quien aduana,
aduana; a quien temor, temor; a quien honor, honor" (Roma­
nos, 13, 1-7).
Toda 1 que
ignoran la natu,aleza de la verdadera Iglesia, o que desean """
Iglesia ,l;ferente.
Osear Cullman, bien conocido, nos acaba de ofrecer un libro que
aclara el

pensamiento de
todo fo dicho anteriormente: "Jesús 'J los
r111Jolucionarios de su tiempo" en el cual, entre otras cosas, expresa:
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P. MANUEL MOUNA
l. Teología dominada por 1a sociología.
Cada ép sus propias ideas ... "Como la teología actnal está dominad,, por la
sociología,
vemos repetcutir una moda teológica sobre el retrato que
se hace de Jesús".
2. Jesús: ¿ conformista o revolucionario? ·
En tiempos de Jesús existía el movimiento -de resistencia polí­
tico-religioso
de
los zelotes.
CUMJdo se
habla
de Jesús y la Teologla
de la revoluci6n, nos
lo quieren presentar como_ un resistente zelo­
te .... y toma una actitud critica frente a Herodes, a quien llama
"zorra"; de la necesidad de llevar espada; de la purificaci6n del Tem­
plo; de la enwada en Jerusalén; de la candena romana ... , mienwas
tanto ohiidan sus palabras
de no violencia, en Mat., 5, 39; del t»n01'
a los enemigos; de la bienaventuranza de los pacificas, de la ,fideli­
dad ext1'ema a la ley; de la orden a Pedro de envllini;,r la espada; del
rechazo del zelotismo como una tentaci6n, en
el desierto, ante las
turbas, a Pedro, llamándolo tentador (Mat., 4, 16; Me, 8, 27).
3.
Jesús frente al oulto, a lo social y a lo político.
Los
compromisos de Jesús son frente al culto establecido, frente
a
los problemas sociales, frente. a lo, problemt,s poUticos: a) frente
al ()U/to: Su obediencia ext1'ema a
la ley busca lo esencial, m/ent,as.
zelotes y ftlriseos se quedan con la /et,a. Purifica el Templo pero no
lo destruye; b) frente al problema social: Prepara la revoluci6n ra­
dical al exigir un cambio total en el interior; que destierre
el egols­
mo, odia, in;wticia, mentira, lo qae cambia las relaciones con Dios
y de pr6jimo a pr6jimo. Un cambio personal con vistas a un reino
cuyas normas son absalutamente distintas a las del mundo;
c) ante
el problema paUtico. «Estaba tan lejos
de una aceptaci6n interior
430
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EL PROGRESISMO RELIGIOSO
sin reservas del Estado como de """ re1/olucMn contr" él». Tr~ba
amistosamente
con

los
representantes del orden polltico estableci­
do. El e1/""gelw tr~ con deferencia y respeto a todos los müittwes
q11e
se cruz"" en su relato: A tal punto pudo decepcionar " los. zelo­
tes, que esta decepcMn pudo dar el origen de la traición de Judas.
Los primeros crist;,.,,.s no se unieron r, la guerrd de resistencia con­
tra
los ro=os y se refugiaron en Tram¡ordanir,.
Equilibrio de la posición de Jesús.
4. La actitud de Jesús frente a los 1:ree problemas examinados
presenta
una relevante unidad.
Está inspkada por su radicaUsmo escatológico.
Este

se
traduce, de ""ª parte, en tina critica enérgica de las ins­
timciones existentes;
de otra parte, por el rechazo de los movimien­
tos de resistencia que, por su finalidad, aleian del mterés por el Reino
que
ha

de
venir, y por su reCMSO " la fuerza, vrolan las exigencias de
una iusticia y un anwr absoluto. No hay que exagerar las diferen­
cias: Nuest1'o mundo secularizado y técnico no es tan diverso, en
cuanto toca a la predicación del Ev,.,,geUo. T tJmbién el mundo greco­
'°"""'° se reta ""te Pablo. El se adápt6 (¡udio con los ¡udios, grie­
go oon fos griegos), pero él, para evitar esa risa, no ha modificado
la esencia misma del Evangelw, que era extrllfía a aquel mtlndo, «la
locura» de la predicación.
5. ¿Cómo 1a actitud de Jesús puede oer aplicada hoy?
Ha,y llm#es para la colaboraci6n del cristiano con los grupos
«sec,,lares»
con un ideal p,6ximo al Ev,.,,gelw. Podrá colaborar mien­
tras
los fines y los medios lo permitan. Pero les servirá únietJmente
si no
se contenta con repetir lo que ellm mismos tÜcen .

. .
Debérá
decir también otra cosa
... y tener el cora¡e de oponer/es t,m,bién
un no categórico cuando los fines
y los medios empleados están en
contradicción con el Evangelio.
¿La Iglesia de· hoy resiste siempre
a esta téntació,i?
431
Fundaci\363n Speiro

P. MANUEL MOLINA
Es reconfortante que en nueskos dlar los cristianos se sepan com­
prametidos
con el mundo, como jamás lo fueron antes. Pero ellos
debieran preoc,q,i,rse tanto más de no M1ergonz11rse del Evangelio
(Rom., 1, 16), y esto precisamente cuanto éste es considerado como una
«loet1ra»
por

el
mundo (I Cor, 1, 18; l, 24 y sigs.). Este deber se
deberúl imponer tanto " los conformisttlS como " los inconformislas.
El ap6stol Pablo ha aplicado a los cristianos, con fidelidad not"ble,
lo que ... hemos oreido comprobi,r que "" la enseñanza y la actitud
de Jesús, cuando escribe a
los Corintios (I Cor., 7, 31), que «deben
ustir las cosas de este mundo, como si
no las usaran» y a los Rom., 12,
2: «No os conforméis al mundo, sino transformaos por la renova­
ci6n de vuestro esplrit,n,.
VIII
FRUTOS DEL PROGRESISMO
EL SEUDOPROFETISMO.
l. Seudoprofetis,;no, derivación y -00nclusión lógica del Pro­
gresismo.
El modernismo-progresismo, como hemos dicho antes, ha vivido.
una etapa subterránea, prácticamente durante cuarenta años, desde
la condenación
por San Pfo X, basta la muerte de Pío XII.
¿Cómo legitimarían la presentación de
su mensaje y podrían dar
una fachada ortodoxa a sus doctrinas heterodoxas, estando fuera de
circulación?
Buscaron
y buscaron, basta que una lumlnooa · idea brotó en su
mente .. . Deberían presentar algo así como una jerarquía paralela
a la Iglesia institucional
Deberían presentar algo así como una nueva revelación, donde
sus doctrinas y sus sueños tuvieran cabida y justificación ante el
pueblo fiel. Algo así como una restauración de la verdad religiosa,
de abajo
hacia arriba,

en
base estrictamente democrática ... Y enton·
432
Fundaci\363n Speiro

EL PROGRESISMO RELlGIOSO
ces revitalizaron la idea de los carismas ... , lo del profetismo ... ,
inspirado
directamente por Dios, para purificación de las doctrinas
y
de

la actividad de la
Iglesia, sin

necesidad de
pasa,: por el engorroso
y dilatado canal de la Iglesia jerárquica;
Y

abrieron la
Biblia, pizcaron aquí

y
allá unos textos que dan
validez al amino de la profecía para todos los tiempos . . . ¡ ¡ ¡y a
profetizar se
ha didto! ! !
En
Centioeuropa, ungidos
de tiempo,
se comen2Ó la

tarea con la
misma arrancada de los valdenses, lbs fottkelli, los citaros y albi­
genses -.

. •
tronando contra las estructuras eclesiásticas para despistar
y acahando, como -todos los herejes, con el cambio de docttinas o
negación -de
las vetdades del Ctedo;
Pero

los
modetnos progresistas
no
intentan separatse por ahora
de

la
Iglesia; pues

saben
que les espetaría de
momento
el fracaso.
Ya lo advirtió eso San Pío ·x. La decisión fue p~ecet extérna­
menre dentio de la Iglesia, con su escuela de profetas propios y cam­
biat lentamente el contenido docttinal de los dogmas religiooos. Tal
vez, cuando
piensen

que la fruta
ésté ~aduta sacudirán el árbol '
Los profetas progresistis recitan nuestto Credo, el de Nicea y
Constantinopla : .. pero, ¿qué es eso de creación ... y de nacimiento
virginal de
Ctisto .

. .
y de resUrtecdón física . . . y de iiifiemo ...
y de ... ¡paparruchas! según 'su inspiración profética. ·
ConcÍuimos: Toda la exacetbación ca.ismática y· seudoprofética,
ha
sido provocada

por
el progresismo religíoso, para ap sedicehte jetarquía invisible, espiritual, pamlela y contraponerla a
la
Iglesia visible, jerárquica e
institucionai.
Ha

habido lugares donde se han
especiálizado en la producción
y formación de los profetas en setie, y para elfo no se han escatima­
do dispendios, trayendo maesttos del carisma ploféiico desde varios
países de

la tierra, que se habían adelantado en el ejercicio.
¡ Y pensar que alguuos movimientos nacionales de apostolado
han caído en sus redes y ahora reciben la inspiración oficial de ese
foco carismático y profético, por llamarlo de alguna manera!
433
Fundaci\363n Speiro

P. MANUEL MOL/NA
IL Penetración y: oaraoteres del falso carisma. profético.
El seudoprofetismo tiende a
1a aparición y prolife:tación de pe­
queños grupos independientes y desligados, para. poder inocular sus
ideas y pasar inadvertidos. ¡Pequeñas comunidades. de .... !
Aunque
la aparición de pequeños grupos puede ser l,epéfica en
~to puede ofrecer un cauce a sectores de la Iglesia que antes eran
pasivos,
por ejemplo, las Uaroadas =unidades de ~ •. si esos gru­
pos entran en

una
detetroi~a "comente" de ideas y actitud prác­
tica,

tienden
a,1 "seflaraJismo religioso", que tiene un nombre defi­
nido entte

los grupos proféticos. ¡
Obsérvese el desptecio que incul­
can a sus seguidores para toda organización parroquial!
Caracleres: Nacen por enfrentamiento a la Iglesia . tradicional,
institucionalizada.
Creen

que su
forma de aetuar y testimoniar es la
única válida, el "11erdadero rostro de klglesúl'. Se ronsidetan asis­
tidos
por el
carisma y hacen gala de "espontaniedad" entte sus miem­
bros despreciando el "estudio'' para cumplir su misión profética.
Creer,. que su misión es rondenar las esttueturas de la sociedad y de
la Iglesia, la cwd del,e adaptarse a las exigencias de una sociedad
"tldulto", !o que les capacita para unirse a la subversión política.
Afimum: Que se debe realizar una reforma total en la Iglesia
tradicional, en

cuanto
al magisterio, teología, moral, liturgia, ete.
Proclaman:. Que el úniro testimonio válido. es el "compromiro"
temporal en<:amado, la colaboración con marxistas e incrédulos ,para
liberar a los oprimidos y explotados, recuttiendo incluso a la violen"
cia armada, para redimirse de las .estructuras demasiado pesadas en
la Iglesia y el E.stado, o sea contta la "11iolencia institucionalizada".
Calumnian: Al Magisterio de la Iglesia, afirmando que el Papa
y los obispos se niegan a aceptar las nuevas ideas sobre la misión
de
la Iglesia en el mundo y el rompromiso temporal.
Provocan: Tensión dentro de todos los organismos de apostolado,
Movimiento Familiar Cristiano,

Acción
Católica, Cursillos, etc. Afit­
mando que sus actuaciones están desplazadas del momento histórico,
si no se vinculan con los
romp,omisos temporales, polítiros y la
434
Fundaci\363n Speiro

EL PROGRESISMO R.BUGIOSO
lucha por el aimbio de estructuras. Llaman alienados a los que no
actúan como

ellos.
Al
escuchar a los grupos o bandas proféticas, mide uno la pro­
fundidad de la penetración marxista-kninista dentro de los cuadro.;
de la Iglesia.
IH. Tres visiones de los profetas progresistas.
a) V iswn fa/,sa del mundo.
La primera falsa visión del ··profetismo" es la que nos ofrecen
del
mundo. No es
la visión cristiana de un mundo cósmico y una
humanidad en
espera del regreso del Señor pa,:a instaurar unos cielos
nuevos y una tierra nueva y el pueblo en marcha hacia esa Jerusa·
Jén celeste.
Es para ellos la visión materialista y atea del evolucionismo ideo­
lógico de
Kant y Hegel, bauti:r.ado en la nomenclatura por Teilhard
de Chatdin. Les interesa el futuro, no la eternidad.
Su anhelo es descubrir las "'realidades achlales", adaptarse a las
"señales de los tiempos", basados en la técnica de la sociología y es­
tadística, con absoluta ausencia de lo sobrenatural y cargan el énfa­
sis

en los criterios
socio-políticos. ¡ Algo así como el médiro forense
que
buscase
el alma en la autopsia de un cadáver!
Una vez descubierto
lo que llaman el "signo", por ejemplo, el
ateísmo o

el
marxismo actuad, lo llaman "proceso" irreversible y
piden un cambio o reajuste de nuestra doctrina cristiana para que
uos
adaptemos a ellos. Así, por ejemplo, no piden resacrnlizar el
mundo,
porque está materializado, sino que
la religión se desacralice
para adaptarse
al ateísmo reinante

y
ai mundo donde vive.
Al
analizar el ateísmo, no recurren a las causas descritas por la
revelación, en la Historia de la Salvación, sino que afirman que el
ateísmo es

un
"fen6mena coherente", del cual es culpable la Iglesia,
por
haber dado conttatestimonio en su vida y sus dogmas, los cua­
les se deben "desmitiZAr" para que un ateo los pueda aceptar. Así
nos

piden que expliquemos verdades sobrenaturales, como del naci-
435
Fundaci\363n Speiro

P. MANUEL MOLINA
miento virginal de Cristo, la. resurrección,. etc., cc,mo "mitos", para
que el ateísmo los acepte.
La
conclusíón que, dan es que el ateo es "un hombre que cmni­
"" . en vargUtll'dia", que tiene la, v¡¡:leJltía de Pfescindir de la ayuda
de un "Dios soporte",
y la valorización del ateo los lleva a valoriw
el

ideal moderno
y ateo del mundo mruxista, al que admiran po­
lítica y socialmente, ante el cual se sienten frustrados como cris­
tianos.
Ya advirtió San Pío X que el progresismo es un proceso de se­
cularización que

concluye en el ateísmo.
Condt1Jió11: La única posibilidad, dicen ellos, que tiene la Iglesia
para
acercarse al horobte. de hoy .se encuentra en la realización de
un
trabajo humanístico, que coincida con
el que ptactican otros gru­
pos de difetente . signo.
b) Visión falsa de la Igl,esia..
Los visionados del prog¡:esismo puestos en la resbaladilla de la
primacía de lo materia:!, anuncian que · la Iglesia debe efectuar un
cambio dtástico
y total pata adapw:se al inundo actual, en sus com­
promisos, estructuras y conceptos de evangelización.
l. Anti-Iglesia.
Comienzan con que hay que rompet con los compromisos: Lla­
man a la Iglesia, corrompida desde Constantino, triunfalista, mitifi­
cada, materialista,, ptovidencialista,
alienada .. políticamente; esto es,
hipotecada al estado, deshumanizada, potque la Iglesia exige antes
que nada el amor · de Dios.
Inflexible, matando
el espítitu.
Establecida con una red de or­
ganizaciones.
El efecto cort0sivo de estos nuevos profetas del progresismo, no
es
la reforma o la mejoría de la Iglesia, Los que los escuchan no co­
sechan más que el desprecio a la Iglesia: amargura, frustración, re­
sentimiento,

ruptura final. Con
razón el Carderud Danielou los llama
"asesinos de la fe" y cuando se les .. arguye sobte su doblez y escán-
436
Fundaci\363n Speiro

EL PROGRESISMO RELIGIOSO
dalo, responden que es mejor que esas a:lmas que pertenecen a la
mayoría, se alejen, pero que
la Iglesia quedará reducida a los progre­
sistas, a una .-minoría, sin triunfalismos-ni manifestaciones de poder.
2. Ataque al Magiaterio y a la Iglesia.
El ataque frontal de los profetas progresistas va dirigido a los
obispos que no hayan
aceptado el Progresismo, a los que consideran
incapaces de comprometerse con los _problemas actuales, en un com­
promiso temporal.
Afirman que la jerarquía obstaculiza la marcha de la historia y
debe identificarse con todos los grupos, políticos o no políticos,
que pretendan
elevar la condición de los oprimidos, sin vacilar en
llegar a una
"rev<>luci6n véolenta", y si no lo hacen, es porque están
atados
por
compromisos constantinianos
y el
deber es
abandonarlos
para constituirse en grupos flexibles, carismáticos, libres para tomar
compromisos
temporales.
Véase

la relación profunda entre las prédicas
proféticas anterio­
res

y el debil\itamiento, dentro
de los cuadros dirigentes de los or­
ganismos
apostólicos, dependientes

de
la jerarquía, como la Acción
Católica, sobre
todo, en aquellas diócesis donde el progresismo ha
tomado alguna importancia o
fuerza. Han asfixiado a la Acción Ca­
tólica
y buscan hacer desaparecer a todos los organismos apostólicos
con
est!rllcturas y

jerarquías
dependientes de
Roma.
3. Visión falsa y qnimériea de la Nneva Iglesia.
Para los profetas mencionados, la nueva Iglesia no es. en realidad
la que se fuuda en la Revelsci6n. Su mira está en la Iglesia, tal como
la desearían los ateos: así lo expresó L. Evely, uno de los profetas
dirigentes en
"Una Religi6n para nuestro Tiempo, página 28:
"4s críti~, las _ llamadas., las exigencias de. los ateos, nos
trazan · un auténtico programa al señala, los · rasgos que. debe­
rían caracterizar

a la Iglesia verdadera, del verdadero Dios".
437
Fundaci\363n Speiro

P. MANUEL MOLINA
La Iglesia progresista debe romper las estructuras anteriores y
entrsr por la vía de la secularimción. Su tarea es darle un "m,evo
rostro". Nuevo roncepto de la Iglesia. Nuevo contenido. Democra­
tización.
a) Amar 1ll hombre y comprometerse por su liberación, pues,
según
ellos, "el que ama al homb,e éstá amando a Dias", aunque
crea
qwe lucha rontra él
b) La Iglesia pobre, a la cual hay que despojar de todas las
riquezas, especi1llmente la

de creerse
posemóra de la verdad. Esa po­
sesión ,rueja de la fe a:! que no la tiene, el areo.
e) Desprendida de todos sus establecimientos, como universida­
des, escuelas, obras asistendrues, ya que todo ello se opone a la
igualdad y fraternidad universales.
d) Iglesia encarnada y desacralizada, reducida a pequeñas co­
munidades, sin manifestaciones ni triunfalismo, dando testimonio,
no por el culto, sino por el amor a los demás.
e) Iglesia libre de consrantinianismos, sin ningún tipo de rela­
ción estable
con los gobietll05, en ios países capit1llistas. En los so­
cialistas es deseable la cooperaci6n, por amor a:l hombre, como en
Polonia,
el movimientO P AX de curas rebekles.
f) Iglesia ron una moral •adulta", amplia, sin la casuística o
el pecado, en la que se elimina el Derecho Canóniro, y esa "hif,6crita"
moral anterior.
g) Iglesia democratizada, en donde la presión de los seglares y
las minorías proféticas, rondicionen efectivamente las decisiones de
de la
jerarquía.
IV. ¿ Cómo se forman los grupos proféti008?
Son grupos flexibles, formados alrededor de un sacerdote o laico
iniciado.
438
Fundaci\363n Speiro

EL PROGRESISMO REUGIOSO
Se caracterizan DO por relación de jerarquía o patemalismo, sino
de fraternidad.
No siempre se hallan al margen del apostolado organizado. Cuan­
do
son más
peligrosos, es cuando. actúan dentro

de
organizaciones
católicas

jerárquicas, por
infiitración, y llegan a apoderarse de algún
organismo, destrozando todo Jo reali:rado con anterioridad a ellos y
asfixiando todo apostolado que DO sea el de ellos.
Cada grupo suele tener un profeta al que todos respetan. Adoptan,
en

general, la
forma de
evangelización por la
'"litMgú, de la Pala­
br•" en un clima no de esrudio, sino de amistad, con temas erráticos,
pero
atrayentes, como la amistad, la paz, el trabajo. Todo se hace
a base de lectura de la Biblia y cantos, terminando con un diálogo
o coloquio
final doode

todos
intervienen y
se ofrece la consigna.
En las convivencias se
trata de obtener la

conversión o !avado
cerebcal bajo

este orden:
a) Reconocerse pecador por no haber vivido la caridad y tener
una religión falsa.
b) T ornat conciencia de los pecados de la Iglesia.
e) Humillarse y tomar una actitud de pobre, ser un pobre en
una Iglesia de pobres. Esta en su
bandera atrapa-incautos.
d) Pedir perdón. Empezar a amar. A lo largo de !as reuniones
se habla
mucho de paz y caridad. Luego se pasa a una crítica nega­
tiva a base de
chistes y bromas cootta los que los han descubierto o
no se
identifican con

ellos,
para terminar en un clima de enfrenta­
miento y
duta oposición

a todo lo que no es
profetismo.
(Síntesis

general
de los estudios realizados por la A. C. E., 1969).
• • •
El profetismo ha empe:rado a actuar abiertamente y ha logrado
infiltratse

en varias
organizaciones apostólicas,

a juzgar por los fru­
tos, que es por lo que se conoce al árbol.
Escuchemos
al Papa Paulo VI
y al Cardenal Danielou prevenir­
oos
contra el profetismo y los falsos profetas:
""El espítitu parece soplar mucho en este tiempo posterior
a Pentecostés. Diversos
profetas surgen en

todas
las enauci-
439
Fundaci\363n Speiro

P. MANUEL MOLINA
440
jadas. Se nos habla de espíritu. de revolución, de insurrección
de las conciencias. El espíritu sopla en la
sociedad que discute
e . intenta

la subversión. El sopla en la Iglesia,
ya que tam­
bién la Iglesia tiené
qué intervenir. Se reconoce un signo pro­
fético; anticipador ·

del futuro en la vio ladón
de las

reglas es­
rablecid""'
Los

profetas
se, presentan como aquellos que auscuitan los
signos
de los

tiempos.
qt1e. prefiguran el

mundo que
ha de
venir. ·
Ciertamente, ·nosotros creemos en el profetismo. Creemos
también que

el
carisma de
profecía
lo distribuye el espíritu sin
tener en cuenta categorías jerárquicas; que se concede a los
seglares como a los obispos, a los regwares como a los secu­
fares.
Creemos, asimismo, que el espíritu es una fu,erza de reno­
vación perpetua. Creemos que actúa en la Iglesia y que actúa
también en la sociedad.
Pero si creemos que el Espíritu Santo sopla, creemos tam­
bién que
otro espíritu sopla tan;ibién, y no es precisamente el
Espíritu Santo. Hoy todos los espíritus soplan a la
vez. Y aquí
está
precisamente el

problema, cuando se nos habla de revo­
lución, sabemos que_. existe una revrilución según el Espíritu,
pero que existe una subversión que es · obra del mal espíritu.
Cuando
se · nos habla de los «signos de los tiempos» sabemos
que la constitución Guadi,,m et Spe, ha destacado su ambi­
güedad
y que dejarse llevar por el viento no es siempre ser
dócíl al soplo del Espíritu, . . •
Existe una ambigüed,id en el profetisnfu. El · Evangelio
ya
pone en
guardia contrá el falso profeta, que no está guiado
por el espíritu bueno sino
por · el espi el profetismo del falso profeta, que llévando piel de oveja
es

un lobo
rapaz. Tiene las apariencias del Evangelio, habla­
rá de pobreza, de caridad, de humildad,
pero lo
que
predica es
una doctrina enteramente humana, en la cual las palabras no
tienen
ningún sentido: Y su lenguaje es tan capcioso, que en­
gaña a los mismos. elegidos.
Y así no todo hombre que profetiza ,es siempre verdadero
profeta. De
ahí que el gran problema es e! de .discernir los
espíritus.
En
estoo días, en los cuales todos los espíritus so­
plan, en los que vemós extrafiamente lllf2Ciadas las más altas
aspiraciones y las perversiones más radicales, se siente princi­
palmente la neceaidad. de un mal discernimiento.' Ahora bien,
tal
discernimiento no pueden hacerlo por sí mismos los pro-
Fundaci\363n Speiro

EL PROGRESISMO REUGIOSO
fetas. Ellos no tienen autoridad alguna. Para esto se necesita
que alguien pueda
discernir el espíritu . bueno o malo.
Precisamente
para esto fue constituida la Jerarquía.
Ahora bien,

uno de
los aspectos más inquietantes. de un
cierto
profetismo, es el oponerse precisamente a la Jerarquía.
Tal
clérigo o

tal
seglat, se

creen en el
derecho, en

nombre de
su pretendido
carisma, de considerar sin

valor
una Encíclica
sobre el celibato de
los sacetdotes o sobre la Eucaristía, un
documento conciliar sobre
la educación cristiana o sobre las
misiones. Y
la voluntad delda Iglesia de no. multiplicar las pues­
tas en guardia
y las monil:ion,,s, se interpreta como un signo
de dimisión
y se utifu.a para extender las opiniones más dis­
cutibles. Si continuásemos en esta
línea, no

sólo asistiríamos
a la disgregación de la fe, sino también a la descomposición
de la Iglesia. Esta se dividiría . en una multitud de pequeñas
sectas, cada una ron un pequeño Papa y que se excomunica­
r/an las unas a las Otras. Es en .este punto en· el que la ,espon­
sabilidad

de
los sacerdotes

es
hoy muy grave. Ellos tienen el
derecho de

tener personalmente
las opciones políticas que ron­
sideren
conformes a su conciencia. Tienen el derecho de tener
sus opiniones teológicas, dentro de los
limites de la· regla de fe.
Pero lo que el pueblo cristiano.les pide no es que aumen­
ten todavía las divisiones que !Yª· existen, sino que sean los re­
presentantes de aquello que
construye la

unidad".
(Card.
Danielou, 3-VI-68).
"Los profetas hoy se presentan para indicar a la Iglesia el
nuevo
camino que

debe tomar.
¿ Vienen de parte de Dios?
¿Cómo podremos
discernir, en . el

pulular de
las ideas, lo que
viene de Dios, lo que es palabra profética de Dios a su Igle­ sia, de lo que es palabra humana o, peor
aún, tentación

del
adversario?
Por lo que se refiere a los profetas, Jesús nos ha dado una
regla infalible
para distinguir los verdaderos de los falsos:
«Por
sus frutos los reconoceréis».
¿Cuáles frutos? Los frutos del espíritu, evidentemente. San
Pablo los enumera en la carta a los Gálatas, escribiendo: «Los
frutos

del Espíritu son: caridad,
g nignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza"
(Gá­
latas, 5, 22-23).
Mientras los frutos de la carne son: «Fornicación, impu­
reza, disipación,

rivalidades, discordias, facciones
y otros por
441
Fundaci\363n Speiro

P. MANUEL MOUNA
442
el estilo»: .Ahota bien: ¿Cómo se puede cr= que sean ver­
dadero& profetas, que.

hablen en nombre de
Dios, hombres in­
dudablemente g-...nerooos y bien intencionados, pero en quienes,
en cuanto nos es dado juzgar, no se ven brillar las virtudes
evangélicas de la
caridad y Jmmi-!dad? ¿C6mo se puede pensar
que vengan de Dios, principios y teorías que han influido en
la defección de
muchos sacerdotes,

en la
escasez de las voca­
ciones sacerdotales y religiosas, en el debilitamiento del espí­
ritu misionero, en el
descenso de la práctica religiosa: prin­
cipios y teorías que han turb«do a muchas almas provocando
dudas
y crisis de re, alimentando la rebelión a la jerarquía
puesta por Cristo para
guiar a su Iglesia, empujando a al­
gnnos a separarse espirirualmente de la gran comunidad cris­
tiana, para cerrarse en pequeñas iglesias de iniciados o aban­
donarse a una crítica áspera y despiadada de los propios her­
manos
en la Fe, y en particulat de la jerarquía? Donde hay
amargura, donde

hay dureza
y desprecio hacia los propios her­
manos,
donde hay espÍtitu de división y de
secta, donde hay
abierta rebelión a la legítima
auroridad, se

puede
asegurar con
certeza
que

ahí no está
ni habla el Espiritu de Dios a pesar
de
las buenas

intenciones y el
sincero deseo de servir al Reino
de Dios.
En realidad, e'! carisma de la profecía en la Iglesia
no

está nunca
separado del carisma

de la santidad, que es ca­
ridad, es humildad, es
pureza, es vicroria sobre la carne, es don
de sí a los demás, es fidelidad a la Iglesia, es
gozo por formar
parte

de ella y sobrellevar
cargas y debilidades. Siempre fue
así en
el pasado:

Dios
ha hablado a su Iglesia por medio de
sus santos. ¿Por qué no lo va a hacer también hoy?".
(Card. Danielou, 2-XI-68).
Fundaci\363n Speiro