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Número 181-182

Serie XIX

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La actual protestantización del catolicismo

LA ACTUAL PROTESTANTIZACION DEL CATOLICISMO
POI!.
MIGUEL POB.ADOWSKI
En los últimos años, con gran frecuencia, aparecen en muchos
ambientes católicos las opiniones según las cuales el catolicismo ac­
tualmente
está
sufriendo un proceso de "protestantización". Y quie­
nes más insisten en este asunto· son los católicos convertidos del
protestantismo. Con dolor y sorpresa constatan, que errores del pro­
testantismo
abandonados pot ellos son propagados ahora por la
jen,,.-quía católica.
A

todo
observador obj,etivo le parece mnega:ble que la Iglesia
católica está profundamente revolucionada por la corriente protes­
tante.
La opilllión general es que esto ocurre, pero --<0nttari.amente
a

la situación
del siglo XVI~ no todos los católicos y especialmente
!os
eclesiásticos clasifican este

fenómeno
como negativo, lo cual in­
dica

que el
protestantismo ha despertado algunas simpatlas entre
la jerarquía

eclesiástica.
Esta
innegable presencia del protestantismo dentro de la Iglesia
Católica
de
hoy día

parece tener dos
fuentes. Una, como en. el si'
glo XVI, en algunos problemas interiores de. la Igl~ mistru\; y otra,
la influencia que sobre la Iglesia católica ejerce el protestantismo,
especi:ilm y de CUllllto se efectúa bajo su pretexto y abuso.
Para
com¡iletar, ¡,ues, nuestrOS eosayos

sobre la' "Sociologfa del
protestantismo" de

los
tiempos de Luvero, vamos a ver, además -des­
de el punto de vistiÍ de) esquemi, que hemos ad~pta-si se puede
hablar de la "protestantiZllción" <)el cat9liciso;,p en la actualidad.
Recordemos que,

en
nuestro esquema, hemos reducido todos los
aspectos

de este proceso sociológico a
los cinco principales, a saber·
Fundaci\363n Speiro

MIGUEL PORADOWSKI
l. El protestantismo romo reforma (1), 2. Como vuelta al paganis­
mo (2), 3. Como ruptura con fa civilización fatina (3), 4. Como ju­
daización del cristianismo
(4), 5. Como laicización del cristianis­
mo

(5).
Queda
fuera de estas consideraciones fa ptimera característica
del protestantismo
de

los tiempos de Lutero
-la reforma-pues
este aspecto

positivo (como hemos visro)
y hatto justificado, la
mostró con

mayor
brillo y

acierto, el mismo catolicismo de
la época
en su propia reforma, llevada a cabo por el Concilio de Trento
(1545-1563)
y, haciendo analogía con la realidad de nuestros dias,
la

muestra
el Concilio
Vaticano II (6).
En segundo lugar, hemos visto que el protestantismo de los
tiempos de

Lutero también se presentó como
una vuelta al

paganis­
mo
(germánico). ¿Hay

algo de esto en
e'l catolicismo de hoy día?
(1) Verbo, núm. 161-162.
(2) Verbo, núm. 163-164.
(3) Verbo, núm. 167.
( 4) Verbo, núm. 168.
(5)
Verbo, núm. 169-170.
( 6) 1:lay. op~iQnes -a veces~-desgraciadamente justificadas- que el mismo Concilio Vaticano II tenía un evidente carácter «protestantiiante».
Estas

opiniones, indirectamente,
1118 hemos taimado en cuenta

en el artículo
«Nova et Vetera»,
J/'eYbo, núm. 171-172, distinguiendo, en esta ocasión, entre
el Concilio-acontecimiento y el Conálio-documento. Es innegahe que durante las sesiones del Concilio, dentro y fueia de ellas, se oían· con frecuencia
la.i. opiniones claramente _ modernistas y protestantes. Pero si se trata del
Ccncilio-documento, es decir, de los decretos conciliares, por mucho que se
les pueda reprochar desde el punto de vista de la Tradición ( de la enseñanza
permanente del Magisterio eclesiástico), ellos Ínismos implícitamente subra­
yan, en varias ocasioaies, el prill.cipio Nova él Velera y, entonces, según ellos
mismos, la única manera -legítima 'dé leerlos y de interpretarlos: es a la 102
de fa Tra.dici6n, lo que, .de antemano, 'eXduye todo lo que pudiera «oler» al
protestantismo. Otra cosa -es que --como lo hemos subrayado, analizado en
detalles y comprobado, en el mismo artículo Nova el Vetera-----muy a menudo
las· reformas postconciliares, por la infidelidad a los decretos conciliares, ca­
yeron
en posiciones protestantes, en especial tratándose

de las reformas
li­
túrgicas. Para combatir estos abusos, basta exigir el respeto de los decretos
conciliares.
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Fundaci\363n Speiro

LA ACTUAL PROTESTANTIZACION DEL CATOLICISMO
Desgraciadamente, sí. El mismo Concilio Vaticano· II constata (7)
que el "mundo" de
hoy vuelve al paganismo y el término "mundo"
(hay
que suponer)
incluye también

a
los católicos
que
comparten
esta vuelta. Más adelantJe vamos a hablar de algunas camctJetísti­
cas de este paganismo actual, especialmente del cu'lto religioso del
hombre
como substituto de Dios. Pero
aquí hay que constatar un
fenómeno gravísimo, presente ante 1Ddo en .América Latina, a saber:
la
vuelta consciente a las creencias paganas de las cuituras primitivas,
con la agravante que no se trata sofarnen11e de algunos fenómenos
espontáneos

de
parte del "pueblo", sino
de los
esfuerzos criminales
(pues
es un crimen contra la religión revelada) de parte .de un gru­
po del clero. Hay, pues, sacetdotes y obispos qúe se dedican a "resu­
citat" attificia!men11e estas creencias paganas y a integrat'las en _ el
Credo de la fe católica y en la !iturgi11, incluso en 'la Santa Misa. Se
trata
del "tribalismo" (8). En este caso, la vuelta al paganismo dentro
de
la Iglesia católica es un fenómeno mudho más condenable. que
fa \'Uelta al paganismo del protestantismo en los tiempos de Lutero,
pues esta
última fue
más bien espontánea,
instintiva y subconsciente,
mientras que en el
aC1'Ual caso !Jatinoatnericano no

se trata
de las
reacciones espontáneas, instintivas y subconscientes de los fieles de
origen
tribal. ~lo_ que a veces ocurre también, peto es un fen6meno
comprensible y,

por tanto,
perdonable-, sino se trata de una acción
deliberada,

llamada
"pastotaf', de llclgunos obispos,
lo
cual es cri­
minal

también en el estricto sentido jurídico,
pues está castigado
por el Derecho can6niro (9); peto, a pesat de esto, está siendo ac­
twtlmente
tolerado

por las autotidades
eclesiásticas cotrespondienteS,
como cualquier abermci6n que se haga bajo el prerexto de lo "pas-
(7) Constitricl6n Ga11di11m et .rpes, pág. 7. In~uso se habla de un «nue­
vo bu.m.aniSfflo», sin hácer, sin embargo, ningurui. alusión directa al huma­
nismo que precedió
al protestantismo.
(8) Respecto del Bra Plinio Correa de Oliveira, Tribalismo indígena, ideal. com11no-missionário
para
o Brasil no século XXI, Sáo Paulo;, 1977,
(9) Véase en el preconciliar Código de Derecho Canónico, Llbro V,
tercera parte, título XI.
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MIGUEL PORADOWSKI
tora:!" o "ecuménico". Esto comprueba que ¡,ctualmente en la Iglesia
católica están

presentes criterios protestantes.
Hemos visto (10) que la tercec¡, attaetetística del protestantismo
(desde
el punto de vista sociollógico) es su ruptura con la civili­
zación latina; wnviene, pues,

preguntar:
¿cuál es la actitud actual de
la Iglesia católica
frente a la eivilización latina? Ant;dpadaroente
podemos

contestar:
no. menos adversa que la del protestantismo.
Respecto al problema, ''la Iglesia y la civilización"' en general
y "la Iglesia y la civilización latina" en particular, hay mucho< ma­
lentendidos. O,nviene, ,pues, recordar que la Iglesia oomo tal no puede
identificarse con ninguna civilización histórica, pues por su vocación
es la "madre
y maestra" de rodas las cultw:as y civilizaciones cris­
ti..,,.. de todos los tiempos y lugares, siendo ella misma esencialmente
universall
pero sí puetle idenrifrcarse con un ideal de 1a civifuación
que ella misma proclama bajo distintos nombres (como por ejem­
plo la "civilización cristiana", o la "civilización del amor", etc). A
pesar de eso, la Iglesia tiene que apreciar debidamente las civiliza­
ciones
históricas Según los valores que ellas representan y,· especial­
ménte,
según la utilidad de ellas respecto a la evangelización de to­
dos los pueblos; más todavía, en los casos de algunas civilizaciones
históricas nacidas
por la inspiración del Evangelio y bajo la tutela
de
la Iglesia. Este es el caso de 1a civi:Hzación latina, la cual ----<0m0
ya lo hemos visto (10):_ nace de la antigua civilización romana
bajo
la directa influencia de la Iglesia.
La civilización latina -es la obra de la Iglesia en el ambiente geo­
gráfico,
cu1rural e histórico europeo. Incluso, durante mucho tiempo,
la civilización latina se roentificaba con la cristiandad. Teóricamente,
el cristianismo puede contrlbnir en cada ambiente geográlico-histó­
rico al nacimiento de otras civiliz.aciones más o menos .. cristianas";
y así ocurría, pero todas ellas, fuera de la civilización latina, fueron
obras

de
poca duración .e importancia histórica. · ·
ACl!Ualmente, menos

que en cualquier
época. histórica, la Iglesia
no
debetfa identificarse con la civilización latina, pues eso podría
dificu1tar1e
su

misión en
otros ambientes, Sin embargo, la Iglesia
(10) Ve,bo, n6m. 167.
46
Fundaci\363n Speiro

LA ACTUAL PROTESTANTIZACION DEL CATOLJCISMO
debería seguir apreciando debidamente la civilización latina, espe­
cialmente
en los países donde. esta civilización hUDdió profundamente
sus raíces, pues su debilitación, deterioro. o abandono significa, pan
estos pueblos, debilitación de la misma fe y de las costumbres cris­
tianas.
No
hay que olvidar que la civilización latina es una obra histó­
rica de :la Iglesia, efecruada con miras de facilitar a los cristianos la
práctica de

la fe, es decir,
una vida social, económica, rultural y po­
lítica de acuerdo con w enseñanzas del Evangelio. El mismo hecho
de que hoy

día, en muchos
ambientes católicos,

no
solamente. no se
aprecia debidamente
a la civilización latina, sino que se la ataca y
destruye, es una prueba evidente de la protestantización del cato­
licismo.
Uno

de los elementos
esenciales de
la
civilización latina es el
mismo idioma 'latino. SU btusa>, bruatl e incluso bárbaro abandono,
hoy
día en Ja Iglesia católica es el · abandono no sólo del· idioma
como
tal, sino
también del acervo rulrura! que

en
este idioma
se
ex­
presa tanto de la civilización latina como de la civilización romana.
]¡! abandono. del larin significa una ruptura con casi dos mil años
del pensamiento cristiano, especialmente del filosófico-teológico, y
de la ailtnra cristiana, manifestada ante todo en fa liturgia latina y
su canto gregoriano.
En muchos casos se trata, tal veo:, sencillamente de una frivolidad
o de
Jo que se podría llamar, usando la con~ expresión de Or­
tega y Gasset, de la "rebelión de las masas". incultas. Pero, no cabe
duda, que tambiéri se trata de una r~cdón típicamente protestante
(la cual, como lo hemos visto (10), también tenía este catáctet bár­
baro). Muchos
valores
y costumbres cristianas sólo se mantienen dentro
de un
marco firme

de la civilización
'iatiná. Una
vez
del,ilitada o
abandonada

la civilización latina,
esros valores también se derrum­
ban o, al menos, resulta muy difícil mantenerlos vigentes.
Un ejemplo
concreto, que ilustra este problema, es el celibato.
El

mismo Papa Juan Pablo 11, en su
magnífica Carta a lo, ,_~,
(del 8 de abtil de 1979) constata. ·que el celibato caractetiza a la
Iglesia latina. Y es así, puesto que, fueta de ella, no existe, al menos
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MfGUEL PORADOWSKI
en !la forma obligaroria jurídico-moral. No hay que confundir 1a
"Iglesia latina'.' con la "civilización latina", pues se trata de términos
dif&entes y de r,ealidades históricas distintas, pero no hay duda de
que ambas
están estrechamente unidas.

El
debiliramienro y, más
todavía,
el

abandono o
· el derrumbe de la civilización latina tiene
sus inevitables repercusiones en ias variadas instituciones y éostum­
bres de la Iglesia latina. El celibaro, dentro del conjunro complero
de

las instituciones
y costumbres de la civilización latina y, ante
rodo, de

lo que
podr~ ·llamar el alma de la civilización latina,
encuentra un

ambiente
adecuado y favorable, fuera del cual -en
el plano sociológico {11)~ pi&de sus bases sociales. El celibato exi­
ge una cultura espiritual muy especial, que sólo se da en algunas
civilizaciones y es oo heclio histórico innegable, que sólo en la ci­
vilización. latina pudo la Iglesia mantenerlo y seguramente no podrá
defenderlo

en el
futuro sin defender al mismo tiempo a la civiliza­
ción

latina,
· la . cual constituye su. marco estructural. En este ensayo
puramente sociológico

no
tocamos los aspectos teológicos del celi­
bato, pero es evidente que los argumentos reológicos, fuera. del am­
biente sociológico, quedan
"eli el aire".
Durante
el

Concilio Vaticano II se hablaba
muclw de
la posible
supresión del celibato
y algooos obispos parece que estaban com­
pleramenre

convencidos
que eso iba a: suceder, pues, predicando re­
tiros a los sacerdotes, hadan alusiones a esta posibilidad (12). Se
dice que hubo sobre este terna serias conversaciones entre oo grupo
de

obispos
y el Papa Pablo VI y que el Papa hubi&a estado dispues-
(11) Sólo tomando estos aspectos en cuenta se puede comprender-lapo­
sición del Cardenal Slipyi, cuando salió en defensa del. derecho del clero
greco-un!ata de casarse, en el S!nodo de Obispos en Romo, que trataba
el asunto del celibato.
(1_2) Cuando el Concilio no había, todavía terminado, me toc6 asistir a
un retiro
espiritual para sacerdotes, predicado por un obispo, qttlen consi­
.de,iió
conv-eniente habl'arnos del «acto perfecto de la unión matrimonial». Ter­
mina.do este retiro; los asistentes comentaban: «nos están pr-eparando para la
supresión del celibato»-.
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Fundaci\363n Speiro

LA ACTUAL PROTESTANTIZACION DEL CATOLICISMO
ro admitirlo bajo ciertas condiciones. (13)., A pesar de que la Santa
Sede

ha romado al
respecto una actitud cla<á· y definitiva, las dis­
cusiones. que siguen . sobre este tenl!> demuestran que háy una ten·
dencia firme eo la Iglesia en favor de la supresión del celibaro, lo
cwd es . de catáctet típicamente protestantizana:e. Que es así Jo rom­
prueba el hecho que los teólogos "ecummistas", es decir, Jos que son
partidarios de una rápida e inrondicional unión ron los protestantes,
consideran la supresión del
celibaro romo un paso previo . e indis­
pensable por parte de la Iglesia católica. Es así que, en el oombré del
"ecumenismo", se exige Ja-supresión del celibaro (14).
El ataque
al celibato ronstituye sólo una parte del ataque al
mismo sacerdocio

ministerial.
En los últimos años somos testigos
de cómo,
por distintos caminos, se Jlega

a
desprestigiar el sacerdocio
ministerial en la

Iglesia, y
eso es tfpicamente ¡,rot:estante. El pro­
testantismo, al suprimir el sacrificio de la Santa Misa, suprimió, en
consecuencia, también el sacerdocio minisrerial,
La misma tendencia
es evidenre

hoy
dia en

la Iglesia
y la fomentan principa,lmente Jo,;
teólogos

simpatizantes
del protestantismo, Frecuentemente se

nota
una
cada vez mayor transmisión a los Jairos de funciones tradicio­
nalmente reservadas de modo eJOC!usivo a los sacerdotes; incluso se
hace sin necesidad ni justificación alguna (romo es, por ejemplo, en
algunos casos, la

falta de sacerdotes),
facilitando de esta manera una
progresiva
disminución de
la importancia del sacerdocio ministerial.
focluso se

insiste en
que la Santa Misa (o más bien lo que se intro­
duce en su
Jugar) puede ser celebrada

por laicos (Hans Kung).
Es de espetat que las· frecueotes declataciones del actual Papa
Juan
Pablo JI, en defensa del sacerdocio católiro, frene ·estas nefastas
tendencias protestantizantes.
Otra tendencia protestantizante, dentro de la Iglesia católica res­
pecto al sacerdocio minisretial, se manifiesta en la insistencia en fa.
vor de la admisión de mujeres en las ordenaciones diacona,les y sa-
• ( 13) < Así lo sugiere !Wfalt hablando de los entre telones del Sínodo
de

Obispos
i;-n Roma de

1971.
Reinha!"d Raffa:lt, Wohin stetuirl Jer V d!/iean?,
1973, en la trad. es¡,. de 1974, pág. 249.
(14) Lo hace wnbiéo un teologo tan serio como· lo es Karl Adam en
sn libro Vers /'11nité cbrétienne, Par!s, 1949. , · ·
'
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MIGUEL PORADOWSKI
cerdota!les. Se dice que. la ini.llld del clero en Ftancia está ya con,
quistada

a
favor de ellas por esta propaganda protestantizante (15).
Peor todavía, incluso se dice que ésta es 1.3, posición de la Santa
Sede (16).
No menos grande . amenaza para el sacerdocio ministerial viene
de
parte de la idea protestante, hoy día aceptada por muchos ca­
tólicos, respecto a la elección de los candidatos-aJ. sacetdocio por la
comunidad
.. De esta maneta se rompe ron el principio básico del
sacerdocio
católico, según el
cual uno se hace. sacetdote sólo por
recibir
la vocación directa de parte de Ctisto. La el=ión por la co­
munidad es una de las manifestaciones del proceso de la "democra­
ti:,,ación" de la lglesia. Tute principio protOS!ll.Dlte, ya desde '1ace
años, opera "" lla Iglesia católica t"")l cam:lidatos para

diáconos
y, cada 'Vez, se insiste más en la in­
troducción

de
elecciooos de los candidatos ,;¡ sacerdocio y para
el episcopado. De esta maneta se adapta, poco a poco, la posi­
ción

protestante: es la comunidad de los fieles
la que elige al
candidato y la que le otorga el poder sacerdotal de los distintos
grados, diarorutl, pr!!Shireni[ y episcopal; el sacerdocio mismo es
reducido a
las funciones deleg,,,las por la romunidad. La posición
católica

.tradicional,
según la cual uno recibe su vocación sacerdotal
de Dios y el poder sacerdotal de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote,
es decir, por la participación

en el único
sacerdocio, el

de
Oisto,
está

siendo reemplazada por
la posición protestante, según la cual
uno es
elegido al

sacerdocio
pot la· comunidad y de ella recibe el
poder espiritual. Oaro está que esta posición protestante es sólo
una parte del
concepto protestante de la Iglesia

como "Iglesia del
pueblo", es

decir, una Iglesia hotizontal,
concepto ya
profundamen-
(15) Véase: R. -L. Brutkberger, Toute l'Eglise en· dameurs, París, 1977,
pág. 80.
(16) Así lo sostiene el arzobispo anglicano de Canterbury, Cog,gan, en
el discurso televisado c;:on _ ocasión del reciente Sínodo de 1a Iglesia. -anglica­
na (1979). Felizmente' el Papa Juan Pablo 11, con ocasión de su reciente vi­
sita pastoral a los Estados Unidos, en uno die sus discursos, ha aclarado
enfática.D).ente al respecto la _posición oficial de la Iglesia, categóricamente
recha2:ando la posibilidad de la ordenación de las muj'el'eS.
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Fundaci\363n Speiro

LA. ACTUAL PROTESTANTIZACION DEL CATOUCISMO
te introducido dentro de la Iglesia católica. Este concepto protestante
quiere

reemplazar
al tradicional católioo de .Ja Iglesia jerárquica y
vertiatl, oon ocasión de la teciente Tercera Conferencia EpiscopaJ
Latinoamericana
en

Puebla
(México) se insistía (17) en la adapta­
ción de estos principios protestantes.
La polémica entre los

pensadores
católicos, desencadenada
por
los controvertidos libros de Hans Küng, d,;mnestra hasta qué punto
la posición
protestante, respecto al concepto de la Iglesia, :ha pene·
ttado en el ambiente católico. Hans· Küng es :boy día en la Iglesia
mucho más que Lutero en su trelI1J>O. Prácticamente es un pensador
protestante dentro de la Iglesia católica. Su libro "La Iglesia" (1967)
qniere impooer a los católicos el concepto protestante de la Iglesia.
Lo más sinrománco es que sus posiciones claramente protestantes
no son inmechatamente rechazadas· por las autoridades eclesiásticas
(me refiero a la Conferencia Episoopal A:lemana y a la Congregación
de la Doctrina de 1a Fe), sino sólo discutidas.
Volviendo al asunto del latín, hay que recordar que el Concilio
Vaticano II mantiene
el 1atín, pues en varios de sus documentos se
refiere a la necesidad de conservar el latín e:n la vida de la Igle­
sia

(18). Sin
embargo, es sabido que inmediatamente después del
Coll.cilio, coo.ttaiiamf!nte a sus

-
indicaciOlleS, se
abandona el
latín e
incluso se lo combate y elimina
en la liturgia y en los estudios en
Seminarios y las Faa,!tades de Teología. I!n esta actitud del despre·
do del :latín hay que

ver una de
las· rna:nifustaciones de la "ptotes·
tantización""
del catolicismo. · · · ·
Mientras más se usa en ila Iglesia los idiomas vulgares, más se
necesita mant~er el idioma latín OOlllO ·texto de ref;,,encia, especiaJ­
ment~
respecto

a
la Biblia, a las definici.;nes dogmáti.;._, al · Dere­
cho canónico y a la liturgia.
( 17) · En muchísi'm~ publicaciones,· en $U mayoría marxistas, editadas
como c.Apo-rtes a Puebfa.».
(18) :VariaSi veces se.refiere el Coo.cilio ·a. Ja, conservación de~ ilatí'n.eq
la liturgia, en la constitución «S.ac,o.rt.tflctum Concí/ium», pár,:afos: _36, ,4,
91, 101. También en el decreto sobr_e la. fotmadón ~cerdotal, Op1atam 101;us,
pág. 13.
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MIGUEL PORADOWSKI
Cuando ,se habla del latín, se entiende por él· no soiameorP el
idioma, sino también todo el pensamiento. histórico cristiano ex"
presado

en este
idioma (19). Las traducciones nunca pueden reempla­
zar al original (20). EL completo abandono del latín significada, al
fin
y al cabo, el abandono del p\=amiento cristiano de dos mil
años, es
decir, de

la
tradición y a ·eso sólo pueden atreverse los bár­
baros. Es muy significativo. que los obispos negros de · Africa de­
mostraron mayor compresión de este problema que muchos prelados
europeos
y latinoamericanos, pues se oponían al abandono del latín,
considerando que ellos

mismos
tienen el acceso al tesoro· del pensa­
miento tradicional de la Iglesia sólo por el conocimiento del. la­
tín (21).
Rwffalt sospecha que

el abandono
del latín
tiene
sus causas
más

profundas. Escribe al
respecto: "No se combatía el latín
potque ya no fuera práctico. Se combatía la vieja lengua potque se
consideraba incómoda su tendencia a
la claridad de ideas. Natural­
mente, también en

latín
pueden decitse necedades, pero reSUl!ta más
difícil
encubtirlas. Quien

toma en serio el latín puede ser patético,
cínico, irónico, pero rendrá que esforzarse mucho pata prestar a un
pensamiento nebuloso palabras que

no descubran al mismo tiem­
po que su latín es miserable. Pata
quien no

ha llegado
a entender la
diferencia

entre lo
sustantivo y Jo accidental antes de empezar a ha­
blar, toda
construcción latina

acabará en un puro
dislate. El temor a
la
lucidez de

pensamiento, las dudas
anee la
capacidad de
precisión
de

las
palabras, éstos fueron los motivos, no confesados pero con­
cretos, que

llevaron al clero a
refugiarse en las lenguas naciona­
les" (22).
Si se
tram de
la nueva litnrgia de
la Santa Misa basm recordar
las

declataciones de muchos pastores procesmntes que la consideran
(19) Lo mismo ocurre con todos los idiomas. Quien apren~ c,stella.
no,
Erancés, inglés, alemán, etc., a:l mismo tiempo se enriquece su cultura. per­
sonal ron el acervo <.u1nira1 expr-esado en estos .id·i~.
(20) Quien no conoce el castellano nunca podrá apreciar debidamente
el vifor
artístiCO del, Don Ó,11ijoté; quien no ·co~e ·e1 inglés nunca podrá pe­
netrar en la ¡,rdundidad del pei,swnienlo de Shakespeare, etc.
(21)

Reinhard
Raffalt: Op. tit., plg, 49, · ·
(22) lhld,, pág, 85.
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LA ACTUAL PROTESTANTIZACION 'DEL, CATOUCISMO
a(~ble pafa, el protestantismo (23), pues reducida sólo al "memo­
rial de la ,Ultima Cena", , es, decir; "protestanmada". J.o mismo,
con espanto y profundo dolor constatan muchos de loo car6liros coa>
vertidos
del
protestantismo, como por ejemplo Julien Green (24).
También lo, constatan los teólogos católkos (25) y tal interpretación
(2~) El hermano Schutz de Ta!zé ha declarado: «la révlsion liturgi­
que protestante doit ,maintenant tenlr compte de' la structure' de la messe
rómaiile, dépim que les nouvelles prieres eudiaristiques II et IV présentent
une stru.cture qui corrcspond a la. messe- luthérienne»;' (ltielrt#res, Décem.·
bre 1977'). ·
(24) -.m CODocido :escritor francés, qu.ien·a la ·.edad de 20 .años se con•
virtió al catolikismo, muy a me;n.udo en $5 'meinor.iu se queja que el pro­
test:antisrilo, :del cual huyó, hoy día -Jcr encuentra en la Iglesia católica. El
día 5 "de abril de 1972 anota: -«Je garde la fois, · toute la fois catholique, mais
l'iglise
telle que je -l'af connue· semble ·sur le po!int de se disloqúer. Je
Ptévois · des ·changem.ents btu.táux. 11 nOUS · sera demandé d' espérer contre
toute·' 'espérance et de croir ·sans· fléchir contre J' apOstasie du plus grand
D.ómbre»; -m-·6· de abril anota: dl n'est -pas question que je m'eloigBe de
l"l!glise 'i¡w reste l"lltgise, mai1 ~ voies qu"elle suit a present donnent
a réflééhir.
On vellt diSsocieí r:evangile de J'Sglise ... ,Si J'Svangile suffit, a
pru'Viendrónt ·pas, mais le danger· est que· l'enneritine frappe pas J:Sglise dU
déhors,
_·mais bien de l'íntérieur. 11 y a. daos l'Eglise une autre il:!glis"e qui est
J"llglise de Satan». Citado por Brudcberger, ob; cit;, pág. 252. En otra
parte de ~--·memorias; a-·ta f.echll·'d·e ·31 de marzo dé 1974, anota: «Une
conversation, .-~ -P~re Dodlii je !ni ai parlé de 1a messe conciliaire:
A la T.•v. párfois die j,rend de plus en p1.,;. netrement un ~te pro­
testant. Je suis hlen piad pou' fiafrér la éh06e, le tow' de passe-passe qüi
s~o~re pC>ur :faire g!'ís6er la ni~ rom.aine·sur·te pl'an Iuthérien de maniere
4ue la. 'fidMe .t,eu av:erti h~ ·S)~dive pa.s· de fa' 'Subtilité. Mais vous· savez
que!,, taque 'sent toujours fe hareng, et quand je voi> a i¡a T, V, une égli'
S~: ou 1¡5e 'dit -~-fi:nre de llleSISe, le ~g n:connait il~ :caque. On ne trompe
¡íás sur" cei··point· un homnie veriu ·comme--moi· d'Utte enfance angliainé».
Julicn G~. 'La bomellle • la mer, J011mal '1972-1976, Pion, 1976, pá­
gina 225.. Én h carta •l Padre Bruckberger J. Green escribe: «On nous
in.ene d.ollée!ment (pa.rfois pas tres doucemen.te) a Augs-bourg, a Westminter,
a ·Gezieve,-et c'eit. Rome qui'paie:le ;oyage».' Bruckberger, o-p. cit., pág. 266.
· (25f louis Bouy~ en la· nliéva. liturgia de' la Santa Misa y, ante todo;
en Ja manera de cctebrada ve la imitación de 'las. costumbres protestantes:
•J..es citholique'.s· contemporitlns' ·n'ont pllls· •le droit que d'avoir. la .religión
a~; leur cür~. ~'Vec tou~. ses idi.~~es. : ses llinitations; ses tics et
li
Fundaci\363n Speiro

MIGUEL l'OMDOWSKI
protestante le dan Q)()Scientemente muchos sacerdotes y obispoo ai­
tóliws, a. pesar de. las muy ciafas y ·~rtinenres afitlnaciones del
Concilio
(26).
aes futllités. La princesse ,po.latine'· dicrivait • Lou.is OCIV h: protestaritisme
allemand daos cette formule: «Chez nous, chacun se fait sa petite ,oijg¡on
A
.soi». Chaque. pt&re, ou peu s"en faut, en _est la, aujourd'hui, et les fideles
n'ont_ plus _ qu'& 4ire ~», bÍenheureux ~re·, q~ la religión du
curé .ou du vicaire ne. chango· ¡,as ~baque dimitllche, · ~u ,¡¡té de . ses !~,
c;les
betises qu'il ~ vu faire a -d'.autra, _0\1 de sa pure fantasie. 1.a situation
présente, dans

le
culte catholique~ n'a pourtant pías fait que rejoidre la .si.,.
tuation

du
_protestantisme le _-_mqil;ls t~tionel et le plus . indiscipliné.» La
J,composition d11- catholüisme, Paris, 1968;,-pág. 48-49.
Georg -
May, el autor ~. _ escribe: «Les ca.tholiques qui sont a ~
fois. croyants, pieu:x et intelligeo:~ se sont souvent plaints au cours des
dernieres ~nées d'assis~ i 11.Q:e protest:antisation· massive daos. r~.
oonsécutive
-i r action du' pr_o~isme officicl et -pr~vé. Par cemot;_ ils VOUw,
faient dire que daos d'innomb!aples li'C'UX, .des doctrines et des institutions
catholiques étaient m.inimesées,
passées sous silence \Ou · ahandonnées, et que
da.ns la méme; temps, des opin¡ons. ou des pratiques protes~ éta.ient
adoptées. n n'f a pas le moin$e. doute que cette:1 obse.r:w,tion est exacte.
L'Eglise . ~tronciliar:e se glisse c;!e . plus en plus . daJ;]S des conceptions et
des modes de comportan.ent prorestans.» (pág. 5) ~ .•. )lll gigantesque pro­
~. de protestantisation a été __ inttoduit dans l'l!glise Útholique depui$
le -d~~e Coocile <1;11 Vatican», (~g. 18) _«La ·protestantisation du culte
catholique qui est opérée depuis des IUlllées dans 11lglise doit ~tre cunsi­
dérée comme une entreprise funeste · dont les -conséq~es ~i:it inral.culables.
Elle se fa# avant toul au n9-m de 1' oecuménisme catholique_. Le · processus
est complexe. ll faut mentionnet"_ .en premier tieu :la traductiop des textes
bibliques il l"usage du , culte. La nouvelle traduction est daos une large
mesure,. -qu'on l'ait,VC?-tJ.lu-ou.O.Op_-au service de le. destruction du mo.­
tenu de la foi catholique et de .. la pro-tion des coo En d'innombrables endroits, elle suit la ¡doctrine .protestaQte. De· cette ma­
niCre,
le culte cathdlique devient carrément ~ apprentissage au p~tan­
tisme.
11 faut rappeler _

en
deu,#eme lieu.. te répertoire des chants. -Les. can­
tiques protestants sont Iepris te1s qU:els, les ~ques cath01i4ues sont-abao.­
donnés,

ou bien
leur contenu. dogmatique ·est affaibli _et remodelé sur les
conceptions protestantes.
Le

nouveau
Gotlerlob _(I.ouange de-Dieu), ce. mal­
heureux livre _de cha.nts~ est. un modele du genre. 11. représclnte un - grand
danger pour la foi catholique.
En. troisie.m,, lieu, il faul rappeler les changements érendus. cl profonds
de
la liturgie, du culte· officiel de l'llglise. La prétendue .réforme litu.rgiqu~
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LA ACTUAL PR.OTESTANTIZACION DÉL CATOUCISMO
El catecismo holarulés constituye otro ajemplo ilustrativo de
la profunda protestantización de la fo católica, pues en él se adapta
el Credo católico a las · exigencias del protestantismo. Este catecis­
mo, divulgado entre loa católicos de todos los países, cambia el con-
a été entreprise pour une grande part sous les auspices du protestantisme.
Cela. peut se voir a de nombreux. poinm pa.rticuliers, et des auteurs pro­
testants l'ont également constaté. Le culte catholique est devenu pauvre,
voire
mísérable, commé on ,pouvait s'y ~dre des lors que l'on' décidait
de suivre [' exemple protestant. La Sainte Messe, sommet de la liturgie de
l'l!glise,, a été ra.pprochée dans une mesure considérable des conceptions
protestantes.
Le recul du caractere sac;ificicl et 1' attenuation de la val~
propit:iatoire Id.e_ la messe en tant que sacrifice pour les vivants et les morts,
Iés presents et les absents, le nivellement d~ la position du pratre et la
reduction de 1' adoration des espkes cotlSactées ne sont .:Íue des exeÍnples
du procesSllS impressionnant -de protestantisa.tion inouie de ce qu'il" y a
de plus Jacré dans l'l!glise. L'emploi presque partout exclusif de la langue
du pays i la messe est repris du ptPtestanti$ne. Pa.reillement imité du
protestantisme, ,J.e verbaige insupportable _ dans le culte divin
Daos le. comportelllent des fjdeles également, des changements louros
de conséquenceS ont eu "Lieu soUS l'itilluence 1>rotes1:ante. Nos assemblées
a genouxs ont devenues en grande-partie deJ assemblées assises; La supp.res­
sion

-de
l'agenouillement i .fa. messe et de· la génoufle:rion en sénéra1 est
une adaptación a.ux comportements protcst.ants· dans la. salle de ras.semble-­
ment
de la communauté. L'usage de recevoir la Saint Com.munion d.ebout
est emprutéau protestantisme. La ~un.ion dans-·Ia. main est, -a.ujourd'hui-,
d'

origine protestante. La démolition du
commande;,nent _ du jeune eucharis­
tique copie la «disc;ipline» _de ta Cene protestante.
L'influence du ;protestantisme (surtout réformé) est particulierement nette
dans [e comportemen~ vis-¼-vis du Sacrament de l' Autel qui est-entré en
usage dans l'llglise po catholique que de faire passe.r l'humain et le-sujectif apteS I'instituti.onnel
et
l' objetif. Le pr~tre était considéré avant tout- comm.e détenteur d'une fonc•
tion, et· seulement ensuite comme u,n ind.ividu aux qualités particuliCres;
La messe était avant tout et par-dessus teut un cuJW divin, et-seulement
en second lieu
uae ·édification des didéles. Le pr!tre a l'autel n'avait pou.r
ainsi dice pas de visage, icar it étaít ~ tant que premier oblateut· du Sa.­
crifke

dans la.-
communaaté rassemblée--- centré, avec-les fidéles, sur la ·croix,
sur

le
tabemacle~ sun

Dieu.
Aujowd'hui, le point d,e vue est dép,lacé. Ce
qu'il
y a de plus visible dans ce changement de poin.t de -vue, c'est · la
célébration de la messe, pratiquée de telle maniCre que le pretre est tourné
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MIGUEL PORADOWSKI
tenido de la fe. Coi¡ razón mu Slipyi,
si no se trata del cambio de Ja rcligión (27),
Dado el hecho. de la actual proteStam:izaci6n del catolicismo,
no hay nada de extraño que c;as.i todo lo señalado romo la judaización
del prnteStantismo (28), se manifiesta ahora también en la Iglesia
católica.
Dentro de
estos· fenómenos ho.y que destacar especialmente
algunos..
En primer lug,ir la ironocl;,sia. .Este fenómeno tiene su origen
en las antiguas

tradiciones
judías que prohlbian •Jo que hny día !la·
roamos "el arte sagrado''. Es fácil entender esta posición mosáica;
pues se trataba de romb.:tir el culto pagano de los dioses, represen­
tados por la . imaginación humana en obras de pina¡,ra y esrultura.
Pero
desde el. momento que Dios se encarnó en Jesucristo, su repre­
sentación en las. imágenes ya no podría ser ronsiderada, por los cris­
tianos, romo indebida, más aún ·cuando estas representaciones se
extendieron
a la Santlsima Virgen y .· a los Santos. Los cristianos no
veneran a las illlagenes romo Clles, sino a Jo que. rep,esenta: a Dios;
a fa Sandsilma Virger¡., ~, los Santos (a pesar qe que~ in:mgen.~­
da también les merece respeto,.ante todo si está bendecida). La ico-
vers -J'Úiemblée. Ii ÓU.'·il .-y. ava.it 'auparavant fe· taberiiade -avec .Je Saint Sa~ crem.ent,. la se ti~t aujt>ur°d'hui. l'ecdésia5tique télébrant. .
L·extensioti de la d.isÍriblltion··_dC Ja,_cónin.:11.inioti-sous __ ·les deux especés est ~ujoúrd'hui-imitée ciu p.Wtestari'tisme.· id . ~omme parlout oil les. idéó. lógues sont a ·I"K>euvre, 00 a: prbcédé sans 1a ·moindre intu:it,ion pastoral et sans aucune considération pour les "préjudice5 q\ii en découlent." ·
La procession tle ia'"Fete'-Di~'-·a 'été-SUJ)ririié~ o'u ·resfueiitC 'dai:is .le nom~
breux eildroits par-aniow-'du prótestaó.tisllle ou pareé qu'on_ y a· adopté. les CCnceptions protestantes · ·dé -J'Éucharisti~. La : d·évotioii a.u Saint · Sacra,me"nt
a reculé partout de nianiefe seDs"ibJe. · La.' Su_p:re5sion' dn · atlte ~tique córl'eSpond. ¼ la doctrine· protestante Qé l'Eucha:.ristie et satisfait une reven­
dicatioh ·protestánte». L¼:>ecuinleilm~, léviér ·de· Id P,otestanti.ratiofl de l'Egli•
se, Cedte, Parí•, s.f.: págs. 55-59. ·
(26) La Constitución Sacrosancitim ·i:oaci!Í11m," 'éapítúlo' II,: pári-afos ~-~ .. .
(27) Gtadó pi,r Bmdcbeiger, op, a,., pág. 262. Sin embll$i, ·1as de­claraciones·· del cátdenal Slipyi rio $ón formuladás en relación ·cori · ef Ca--
tecismo hrJlimdé.f. ·
(28) a., supra, notá.4.
56
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LA ACTUAL PROTBSTANTIZACION,.~ (;,,1',{:{)l,,lpSMO,
noc1asia apar«le de vez en 9Ja00().en · d mundo cristiano como una
reacción de las 1!11ldiciones judaicas o mosaka$; Las hubo en los
tiempos de .Lutcr0· y las hay siempre ha aistianismo, ·1'álnbién nse sagrndo. A medida que la Iglesia se ,prt>testantiza, también, en ella
se manifiestan .Jas tendencias de iconoclasia Eu ios último6. quince
años los templos católkos sufrieron un ataque báibaxo de los ieo<
noclastas, -asemejándose a las frías, desnudas y lúgubres templos
protestantes (29).
Eu segundo lugar, en el plano de la .fe, lo que más llama la
atenci6n ces una evidente tendencia judaizante de eliminar el dogma
de la Santísima Trinidad.
Fs un hecho innegable que el . dogma trinitario desapareci6 de
ca.si todos los catedsmoo postronciliare,; sencilhuneote no se lo men,.
dona.
Se puede sospechar que se está aplicando el conocido método,,
según el · oual los dogmas sistemáticamente callados, t6rnaose obso­
letos, como lo recuerda Karl chas obras de piedad, en texros litútgkos, en los ttátados reológi•,
cos, etc., se constata una tendencia; un método, ·que algunos:llamán
( 29) Pero no en -todas las actuales., manifestaciones de -la. i.conod9,Sia .hay
que V~ la-~_qLD.tizaci_óta -c;lel catolic~. pues .1~ .moti~ .. que _ tienE;n -~~
gcnos clérigos Mndo _«~, los ·:~plos,..~ las i~ge7;1~ _sa~~-s.·_~­
den ser __ taml?ién de oti-a lfl4-ol~. -Entre· _éstos Dlotivos _tres Si:i-q loS 'piás fre-'
cuentes, á saber: i.2, la 'justlíiaidá pt.eodlpaci6il. pÓr. el'_ esü.d,f :dütico del
teinplo (pues, en muchos casos, eh alglln06 :templos, .. ron· el COtr«· del tiem·
po, se acwnularon · las iinágenes · y. las · estatuas que, en ·realidad,· ti~ muy
poco que· ·'.Ver, :con· el arte' sagrado: o.~ C(n'~ponden, JÜ sentido· estético de
la
.época actual), perc;>, en .. este. caso, .sólo _se _,reei;np~ _'unas . .inl_~es. por
otras; 2.2, el bajísimo niv~l cultural de:" á{guoos curas i~paces · de· dístín~ ·
guir un mama.r~h~ de · 1~ obras -de a.rt·e; i2, eJ saé¡uéo'. Desgni.Ciadamente, ·
e.~ filtimo es bastahte· rrecilente. B'ajO 'C1 "pretexro· de eliminar· a Ías obras
sin valor- artístico, se saquea .los -templOS-, robando -las· más-preciosas y cos·
tosas piezas. Claro está que -esto ya no es la -«protestantizació~», sino -un
vu1gar robo. . ·. . . . . .
(,o) :v~e, '.Han_s Ur~. von_ Baltlw¡a.r: )lere~ci11. 1 /area (e~·-fa -obra
colectiva:' Hffl' Kll~g, itinerdrio J dbra, trá.d. cilStellana," Mádtid,' 1978~ pá~
gina 74); el autor no comparte es~_opi~~n_,de_~l_l.$~1 ,-_r {r;
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Mlf;UBL PORADOWSKl
"Jesuanismo" (31), roo el cual se reemplaza la crisrología. La pala­
bra "Cristo" se relaciona con "Mesías" y con la Eocaroacióo, mien­
tras la palabra. "Jesús"

es
soiameD(e un nombre qll(O puede llevar
cua!lquler petoona. ''Cristo", "Cristo Jesús" o "Jesucristo" se refiere
al Mesías anunciado por los profetas, nacido de la. Santísima Virgen,
el
Verbo encarnado ..

Abandonando
este término se aban,clona a la
cristología y se la reemplaza roo el "j<-•u•nisroo", roo la biografía
de Jesús de Nazaret. En casi todos los nuevos catecismos se aplica
este
método. &tos catecismos son solameote biografía de Jesús de
Nazaret o

de
Jesús hijo
del carpintero,
eoc. Es una da.ta y evidente
posición
atriana: negar la divinidad de Jesucristo, negat la Encarna­
ción. Ya antes del atri.anismo (el cual fue una herejía judaica), en la
literatura talmúdica sólo
se usa,

en
referencia a Jesucristo, el nombre
Jesús,
es decit, Jesbua.

Esta
tendencia pasó a a!guoas corrientes pro­
testantes y actwdmente se extiende a la Iglesia católica. Es una patte
de la estrategia de la lucha cootra el dogma de la Santísima Trinidad.
Simultáneamente se

abandona
la tradicional manera de hablar so­
bre
el Espíritu

Santo, omitiendo
sistemáticamente la palabra "Santo"
y reemplazándola con expresiones como "Espíritu de Dios" o "Es­
píritu' de

Jesús",
eoc. De . ,sta manera el claro concepto del Espíritu
Santo
como persona, la tercera persona de la Santísima Trinidad, que­
da opaco, confuso, impreciso: De esta manera, desapatecen las dos
personas de la Santísima Trin;dad y la fe cristiana queda reducida a
un
mQOOtelsmo prectistiano, aceptable pará los judíos y mahome-'
taoos. En todo eso hay que ver 1a judaización del catolicismo.
En tercer lngat, ea 1a judaización del actual catolicismo hay que
ver la
marxistización de la teología, pues el marxismo es ,seo­
cialmente judaico, no porque Marx y Eogels fueran judíos, sino por­
ques es un
¡,eosamieoto fonnubdo en relación roo la cuestión ju­
día y presentado como ;la solución. de ella .. Además, los básicos con­
ceptos de
las teologías marxistas vienen del judaísmo y prictica­
mente se presentan como un

"nombrado" del
pensamiento judío
(rabínico)
dentro

de la Iglesia.
.. Aote tQdo se trata de la judaización por. el matlcismo del con-, ... -'1, " '
cepto,.cristiano .del. Reino de Dios, un reino eseocialm.ente espiri-
(31) Lo señal& G. May, op, cit., pág. 34.
58
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LA ACTUAL PROTESTANTIZACION DEL CATOUCISMO
tual, que el marxismo seculariza :y materializa, y en esta forma tem·
porlt!, lo. introduce !la .teología matxista, hoy día en ·boga en la. Iglesia.
La fácil, . rápida y entusiasta aceptación, por una parte del clero
católico,
del

socialismo
---sea Je un

socialismo
nebuwso, indefinido
y utópico, sea del socialismo un poco ya definido romo marxista-,
demuestta una evidente tendencia protesmntjzante {judaizanve), vi­
gente en la Iglesia.
La reducción del cristianismo sólo , a lo temporal, social, econ6-
mioo
y político, es 1a otra manifestación de 1a protestantizaci6n del
catolicismo.
Muchos. católicos de hoy día -imitando a loo ptotes­
tanres--qweren ttansformar a 1a Iglesia en una institución de bene­
ficiencia y nada más, olvidándose de las palabras de Cristo que "no
sólo

de
pan vive el hombre".
El
,pecado ,-pa,a muobos cat6lioos-ya no es la ofensa de Dios;
sino sólo una fulta en las relaciones con el pr6j>m0; es un ''pecado
socíal" y nada más. Todo se torna socurl, económico, rnateríal, co-.
lectivo, a>munista.
De ahí sólo ha,y un pa.o a la completa secularización del ca­
tolicismo, es

decir, a
la oompleta protestantizaci6o.
La gracia, lo sobrenarurlt!, ya no se mencionan, ni siquiera en Jo
documentos oficiales (ejemplo: Puebla).
La vida sobrenatural -que
es esencia!I. en el cristianism<>-ya desapareció de los nuevos cate­
cismos,
porque ptimeramente desapareció de muchas teologías que se
reclaman. todavía católicas.
En el clero progresista 'se nota -incluso un nerviosismo, un apu­
f este
proceso de secularización, laicización,
natur"1izaci6n, como si
sintieran

vergüenza de volverse
attás tantos siglos

para
reconocer
que Lutero, Calvino '/ otros protestantes del siglo XVI tenían razón.
De ahí que casi todo fo que anteriormente hemos señalado respec­
to a la naturalización del cristianismo por el protestantismo (32) se
constate hoy día también en muchos ambientes que se dicen católicos.
El actual proceso de cambio, vivido por la Iglesia - derse a lo substancial (los dogmas), en vez de limiwse exclusiva-
(32) Véase Verbo, núm. 1$-170.
59
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MIGUEL PORADOWSKI.
mente ,a fo accidemal-es destruetivo. Una de sus manifestaciones
es. la ,p.rotestao,ti.aación del catoliciSJDOy lo que equiva:le a -la autodes,
trucción .de da Iglesia, y, constituyó el fenómeno -)llá:s c;aractetístia:> del
pontifieido del Papa Paulo VI,. por él mismo constatado y deplo­
rado,
¿Cuál es la. principai causa de esta ~ápida protestantización de
la Iglesia?

No
haf duda que el malentendido ecwnenismo.
Hay, pues, \hoy día en la .Iglesia varias corrientes -ecumenlstas. Se
las
puede reducir a ttes; dos incorrectas y una a:>rrecta.. La ,primera
de . las iacorrectas quiere llevar la Iglesia católka a la unión a:>n
las ottas. Iglesias aistianas, orrodox,,s y protestantes, lo II!ás rápido
posible. y a cualqwer. precio. El motivo de este &puro es el miedo
del
enemigo común

de
,todos los aedos aistianos: el materialismo
y el ateísmo. Pero, ·como,se ttata de la únión •·a -euailquler precio"
y como el motivo prin,cipál (sLno único) es el miedo, esta unión
sólo
puede ~esulta:r · superficial, frágil e inesta!,Je, como lo son todas
las alianzas oportunistas. La otta =riente ecumenista inco,recta. es
peor,todavía., pues -está basada, ,en las ramnes· de cuácter .no religioso,
sino
meramente temporales, · y por las -iniciativas, exterior,s. a las
Iglesias cristianas, pues· -vienes de

gentes
preocupadas por el

por­
venir de. ·la. lnmi,midád Considerando que la religión es un faaor
importante
en 'la unión ·y •a:>nvivencia fraternal• de· todos los pueblos,
desea¡, ;que se llegúe a una síntesis (sincretismo) de ·todas las reli­
giones, pues necesitan """ religión al servicio de ·,m · Estado, que
sueiían consttuir · en el futuro; No les importa fa ·verdad · (respecta a
las religiones); ;110 les im¡,orcl Dios, sólo les im~ el hombre, la
humánidad, la: utópica -sociedad del futúro. Necesitan; pa,a· eso, una
sola religión,
universal, aceptable pa,a todos, como indispensable
vlnculo
·espiriroa! entre !Os hombres. & el sueño de los innwnembles
utopistas dé
todos los tiempos, pero, tal vez, de una · manera má:s
clara·y pre,;isa lo pl"1ltéó Henri de Saint Simon. Su "nuevo cristia­
nisoio'', depurado de,los dógmas y·reducido al'amor fratetnal uni­
versal!, se encrientta en 1a base de su · soñada sociedad feliz del futu­
ro de
la· época irulusttial.:
No faltan hoy día

en
la Iglesia [os sinpati2:antes de este tipo del
"nuevo cristianismo"
secularizado, al cuab¡uier~iI-llegar'por el ca-
60
Fundaci\363n Speiro

LA ACTUAL PROTESTANTIZACION DEL CATOLICISMO
mino del ecumenismo, para unir primero a todos los credos cristia­
~s y, después, este "nuevo cristianismo" monoteísta, espurgado ya
de los dogmas (ya sin el dogma de la_ Santlsima Trinidad) unirlo
con otras

religiones
monoteístas, musulmana y j,udí.a, y así Jleg¡u: a
la
terceta etapa: la'uni6n
d,i todas las religiones.
Pero

estos son los planes de los
enemigos del
cristianismo, con
el apoyo de los agn(l.,ticos y-de , los, ,\lldifetentes. Ningúlt cristiano
puede
prestatse a ~ i:nan1obras sácinicas. Pata nosotros hay un
sólo
ecumenismo, el
predicado po¡: Cristo en la última Cena; el que
es el impetativo de
la fe y de su universalidad: la extensión del Cuet­
po místico de Cristo a todos los hombtes (por la conversión y el
bautismo); el que es la unión en la ,fe y en la Eucari6tí.a. Hay que
combatir
los

falsos
ecumenismos y hay que luchu: pot el triunfo
del auténtiro.
El proceso de ia protestantización del ca1Í>1icismo no,; aleja del
verdadero ecumenismo
y fomenta la ___ autodestrucción de la Iglesia.
61
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