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Número 181-182

Serie XIX

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Pequeñas y medianas empresas

PEQU@AS Y MEDIANAS EMPRFSAS
PO&
LUIS GoNZÁLEZ IGLESIAS
Para empezar a tratar el objetivo de este foro, Pequeña.r y Me­
áúmas Empresa,, en relación ron el tema general de la reunión, Pro­
piedad, V ida H'""""4 y Libertad, debemos definir lo que vamos a
considerar como tales empresas y su importancia dentro del cuadro
económico total de España.
Existen varias asociaciones y grupos económicos que encuadran,
a veces solapándose hasta en sus fines a dicho tipo de empresas y
todos ellos abarcan un espectro que va de la empresa individual a
la que incluye un
máximo de 250 a 300 personas en plantilla, cifra
no limitativa de modo absoluto.
El conjunto de empresas que podemos incluir en este encasi­
llado,
y tomándolo como valor estimativo, comprende unas 600.000
empresas que incluyen unos cinco millones de trabajadores de todas
clases
ya que debemos considerar como tales a todas las que inclu­
yen desde
d último peón a1 primer empresario.
La importancia, pues, de la pequeña y mediana empresa queda
dicha con sólo
citar esas cifras que representan como un 40 ó 45 %
de la población activa española. Todas estas cifras las refiero a1
af.o 1978.
Estas empresas, como es de suponer, •han tenido un proceso .de
creación

y ampliación. para el
que aquellos que las forman han de­
bido basarse en su
energía, sus ahottos y su deseo de mejorar su
vida humana, llegar a tener una propiedad privada y desarrollar su
libertad, pues

cualquiera de
los tres supuestos que hubiera fallado
hubiese dado al traste con su obj,etivo y, naturalmente, esas condi­
ciones son las que una política desacertada, eiopoliatoria y destrue-
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LUIS GONZALEZ IGLESIAS
tiva del espíriru que ha tenido que animar a esos aeadores de ri­
queza [>Uede llevar a paralizar primero y a hundir después la posi­
ble

creación de nuevas fuentes de riqueza que
se hace necesaria
por

el mismo crecimiento de la población.
Los maricistas, indudablemente hábiles en la demagogia, quie­
ren hacer aparecer
al dirigente como hombre abrorbente y egoísta.
La

figura del patrón lleno de sortijas en las manos
y fumándose
un hermoso habano representa lo que desean presentar oomo pro­
totipo
del patrón.
¡ Qué diferencia oon la realidad! Estamos hartos
de ver a
hombres emprendedores

que,
partiendo de la nada, llegan
a. formar
empresas potentes y creadoras de riqueza y trabajo.
Desde
d momento mismo de la creación de la empresa empieza
la lucha rontra la dureza de las l contra
lo que los
po!ftiros manifiestan, están llenas de trampas y
obstáculos y se modifican frecuentemente desorientando al empre­
sario
y atentando rontra .su supuesta libertad.
La
demagogia, mal
común
a todos
los
polítiC05, y gravísirna en­
fermedad de los marxistas, trata de poner a todos frente al empre­
sario, desalentándole.
y oprimiéndole a todo lo la:rgo de la vida ,para
terminar aplastando su creación de fa empresa, en sus diversas for­
mas, con unas ley-es .. fiscales que_ destrozan todo el esfuerzo humano
y la ,propia vida .de la empresa.
Los actuales impuestos de transmisión y -sucesorios, so capa de
preocupaciones sociales, impiden la supervivencia de las empresas
y fa inflación, continuada e incontrolada, hace aparecer unas falsas
plusvaHas que son gravadas como si de beneficios se tratara cuando,
en realidad, lo que se hace es aumentar las pérdidas.
Las restricciones de
crédi'to obligan
a las empresas a pagar
cada
vez -el dinero más caro, lo que añade una causa más a las dificul~
mdes del empresario.
Y cuando hablo de difirultades del empresario, naturalmente
que me refiero a la empresa, pues el verdadero empresario está tan
identificado con ella, ya que es toda su vida y no se separa nunta
de ella como Si fuera uno

de
sus ih-i.jos.
Vemos, pues, que sin un concepto claro de 1a propiedad y de la
libertad no és posible la ·vida de ·1a empresa familiar, o pequeña y
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PEQUEf:iAS Y MEDI,1NAS EMPRBSAS
mediana empresa, y que ese mismo concepto de la propiedad y la
libertad es su mejor defensa para evitar que caiga en manos del
Estado o,
mejor dicho,

en manos de
los que manejan el Estado que,
en
definitiva, es lo que buscan los que manejan eI marxismo en su
propio beneficio.
JUAN VALLET DE GOYTISOLO
QUE SOMlOS Y CUAL ES
NUESltlRA lt AlRlEA
J. Qué somos:
1. Por nuestra fe.-2. Por nuestra específica
labor de «caridad política,.-3. Por nuestras
convicciones naturales.
JI. Cuál es nuestra. tarea:
a) Formación de unas élites.
b) Acción cultural.
22 págs. 28 ptaa.
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