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Número 183-184

Serie XIX

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Clío amordazada

CLIO AMORDAZADA
POR
P. D. H.
¡ Los titulares bailan! «La historia en nuga.Jas», «La histo,ria
enderezada», j cándafo de los Manue/eJ Papi/Jons», «Las sorpresas de los manua­
les de

historia
y de geografía», «¿Hacia la muerte de la historia?»,
«Ya no enseñan la historia a nuestros hijos» ...
Los
títulos bailan de ~ derecha a la iiquierd,a y de la izquier­
da

a la derecha.
Quinientos profesores, entre ellos eminentes personalidades, atraen
la .atención del ministro sobre las consecuencias catastróficas de la
r,.~a concepción

de la
enseñanza de

la
.historili¡... y sin embargo la
reforma continúa realizándose tranqui-lam~nte.
La amnesia francesa está en marcha. Pf!l'o aún no es demasiado
tarde para despertar en los jóvenes de Francia el gusto de su )lereru:ia.
Esto dicen nuestros amigos franceses del Offke en PERMANEN­
CBS 166 de enero de 1980. ¡Apliquémonos la lección! Por eso r-e­
prpduqlllos ~µciclo del castellano el artículo que s,igue.
"Cualquiera que sea la imporl,mc,,, ,te las nuevas disciplinas y
lécnicas, i,, hislONm.,.,,ár, en toda eduCdd6n bien _,,,,_
dida, el lugar cemral que t#Vo en olros tiempos", recordaba el Pre­
sidente de la Repóblica en un discurso pronunciado en la UNESCO
el 27 de
octubre de
1978.
"Conviene mostrar a los niños y a los ado/eJoemes q,,. f_)erte­
necen a 11n4 comunidad en la q11e tienen sus per'IIJ41lrncia.s, sus ,._tµ-ces1
suJ referen.cias, que son hi¡os de un país1 de una c11lt1tra1 4e _fina
cwilizaci6n, antes de ser uitldadanos de una éf_)oru".
Al mismo tiempo, el Ministro de Educación, Sr. Haby, ponla a
punto nuevos programas. ¿Qué lugar r.eservan a la historia? ¿Qué
historia se enseña hoy? Esto es lo que hemos querido sab~.
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P. D. H.
La historia sacrificada
En el ciclo final, la historia sólo es una materia optativa. Esto
quiere decir que
el al~ de ese ciclo qhe· elija no CUJ'.sat historia
nada sabrá de los últimos cincuepta años, esos años a lo largo de
los cuales
nuestro mundo

modemo sale hecho y deshecho.
j Los
nuevos programas de cuarto
obligan a profesores y alumnos a estu­
diar, a

razón de una hora
por semana, un período que va del siglo
XVÍá' 1914!
En_ sexio curso, los "Manuales. de Ciencias Humanas" .deben, en
{µenos 4e doscien,ras páginas, tratar_ a la vez de treinta milenios de
historia, de

geografía
general, de la insttu~ción cívica, de la manera
de· -servirse·

del
teléfono o

de
depositar una '.c11Íta en ·el correo.
_ :En
d ciclo primario, la historia sólo figufa en el-programa
como "actividad
de alerta". De hecho, ya no se enseña. ·
La reforma Haby sinteriza el desprecio de que es víctima la en­
sefulnza de

la 'historia
desde hace

algunos
años.' Con la

geografía, la
hisrotia fue. la_ única materia del·

ciclo medio que
no sé. benefició
del
desdoblamiento de

las clases
y de los trabajos dirigidos. Estos
cutS(!S se C!>nfiaron, incluso, a . no especialistas, por ejemplo. profe­
sores
de
inglés, · que no sabían servirse de unas obras científicas
cuyo
manejo
no habían aprendido. Una encuesta del F,ga,o (1) re­
veló .que,
en 1978, en el Departamento del Rhooe, el 64% de los
profesores de. historia y de geografía _del primer ciclo no estaba!'
üéinciados e~ estas ~t~!Í~S.
El _ escándalo de los manuales
A nuevos prógran1as, nuevos rtianuales: Por analogía . con la
fliritaSía histórica de una canción célebre, los 'pto~res IDs han
bautizado man,,ales ¡,apmom, a cimsá del indigente vocabulari~, de
-<,\1) .. Le ~développtffleñt de l'inculture '.en Franre, encuest~ de L~iell ~;e~­
ne, 8 abrif de 1978.
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CUO AMORDAZADA
las importantes' omisiones, de la pobre,a de los conocimientos y de
la
frecuencia de

los
errores,
Un mánual afirma: ~'La historia

de los romanos
comienza en el
siglo IX antes de Cristo". De ,heoho, la fundación de' Roma remonta
al

año 7
5 3

antes de nuestra Era.
¿Qué pensar de un manual que sitúa a la "Magna Grecia" al
norte de
Athenas cuando,

en realidad,
estaba en la

Italia del
Sur,
y olvida integrar la provincia de Asia en las provincias senatoriales,
de las que constituían e'l más "elegante" florón?
Se· entera uno; con estupefacción, de que los "comba.cientes (de
la

falange
ma,;edónica) debfan mantenerse

muy apretados y marchar
en
cadencia, un poco como los pelotones del rugby".
Se

comprende, entonces,
que; en un artículo de EL MONDE (2),
cuatro especialistas.

en historia
hayan podido
estigmatizar
estos nue­
vos

manuales:
Estos cuatro censores

se vieron conducidos a
plan­
tearse la cuestión siguiente: "¿Es verdaderamente po,ible poner en
las mtmos de las f'liños estos libros cha-pu ceros, nacidos. de lo-.r tJl1TUJf'BS
de 14 poli#ca y del dinero, estos libros er, los que se derMma et
'desprecio
por la verdad y por ¡,, injtmda?"
Mañana, la amnesia
Los nuevos programas abandonan toda base o referencia, dejan
al;,ohr
el
sentido de las duraciones relativas
y de las continuidades,
y conceden un, valor ~iv}J.egi~o a unas aproximaciones temáticas
que actuen "comQ en __ la televisi6n".
Los man~es~a1macén de audiovisuales -cristalizad.Os, a los que
Jean-Marie Benoist ha calificado justamente como cápsulas, hacen
sucederse
"spots" y "flashes" que nada tienen
que ver
entre sí.
Esto
origina una amnesia
generalizada, porque fa memoria está hecha de
referencia y la noción de tiempo es primordial en la ensefianza de
(2) VercingétMix né s-our,Louis Philippe, punto··-de vista···.de Claude
Nicoleti, Charles Pietrie, Pierre VidaJ;Naquet y Edoual'd Wíll, Le Monde,
29 de junio de 1977,
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l'. D.H.
ia historia (3)' .. Los alumnos sobre los que se extiende ia marea ae­
cieute de
una reforma precipitadamente amcebida y autoritaria­
mente:: impuesta son, por lo tanto, los cobayas de un proceso de
·.· desestabilización" de !ps estudios históricos.
F'iloeofía de una reforma
El deseo de René Haby era "colocar la, b11Jes de -Cldl#1'4
adaptada a ,.,.estro tiempo". Comprended que se trata de privilegiar
las .enseñanzas "útiles" (lenguas vivas y matemática.1) y de favorecer
una educación .. igualitaria".
El preámbulo de la reforma Haby manifiesta la necesidad de
repudist "la.r ,,,.,eñ,,mas gene,-ales del tipo mtdi&ioful, de t.., que
,m alto porcentaje de jóvenes no ob#ene bB!>'fúio alg,m,," y critica
esta "formación rigurosaJ pero parcialmente desencarnada1 que_ au­
gm" la·en~ académica".
En un estudio notable, "La Historia ellderezaaa" (4), Jean-:Marie
Benoist ha sacado de la sombra un manifiesto del grupo de forma­
ción

permanente de
la Universidad de París-Norte, cuyos destino,;
vigila

el senot Josegowiez, miembro
del comité central del Partido
Comunista:
"Para hablar de la reforma en el cuarlo, ¿debe el pro­
fesor pasar vMias sesiones explicando el cri,sliam,smo, la oomuni6n1
el pecado, el pmgalorio?. La santa. vid;, de Luis IX, o la epopeya de
la Doncella, aperuis tienen sentido pat:a un fr tódúvía para los mfios porlugueses, mog,ebinos, O induso ajNCtmOS,
que oompanen con frecuenoia la mitad de nuestras clases".
Y estos profesores concluyen: "Ningún mito, ninguna tradición,
ninguna táctioa oportunista debe disimular... que la enséñaM<1 de
la Hisloria es indefendible, y que ,s preciso proponer cambios pro­
fundos".
(3) Nos remitim.OS a Perm¡¡nences, 149, de .abril de 1978,
(4)
L'Exflres, del 17 de marzo de 1979.
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CL/0 AMORDAZADA
Una historia marxista
"Pemamo1 que ta co,mp,en,ión de ta rtkllidad soQial debe if#e­
gr,w la, ..portaeiones
del m,,teria/ismo histórico", prosiguen diden.
do

los profesores de París-Norte,
"esto permite establecer el carác­
ter " ta vez dialéctico y global de las situaciones y de lo, P,Qcesru.,
oomprend/14'
que toda rtkllidad es "" incesante devenir y que las
modos de p,oduccwn técnicos
y económiaos, la, relaciones entre la,
clases y las grupo,, la, ideolagias y la, maner"' de pensar y · de ex­
p,esarse, las modalidades de a;;ción, la, instituciones están siempre
estrechamente imbricada, en ello''.
Las circulares de aplicación de la reforma Haby dan carácter
oficial
a

esta forma de
aproximarse a
la historia:
"Li, historia de
las técnicas debe deserrtbacari f11ndamentalmente1 en la de los hombres
y de la, sociedades en que ella, viven". ¡La infraestructura condi­
ciona la superestructura, es un postulado marxist_a que recuerda-esta
circular ministerial
!
El emhridamiento
A la ideología de los "Húsares Negros de la República", tan
caros a Charles Peguy,

en la
mitología (5) dispensada por
los ma­
nuales anteriores a la reforma Haby, ha sucedido una propaganda
marxista. Propaganda discreta,
pero eficaz, analiza Frederic Valloi­
re
(6).
Así, un Manual Hatier, destinado a los alumnos de cuart¡>,
precisa que "/-0, del'echos del hombre no S01J, • veceJ, respetados en
la URSS, · pero son oon freoue,,cia también ignorad<>s en E,lad<,s
Unidos, en A/em,mi.,

o
en Pra,n,;i.;", y subraya que "Li, Comuna"°
ha
m,,e,-to, pero permanencen todavía calles Thiers" (pág. 216). ·
En Laronsse, los nobles son "rapaces", mientras que los pobres
( 5) Mitología que desordenan Claude Billard y Pierre Guibbert en un
estudio recientemente publicado Histoire mytho/ogi,¡ue des Franrais1 Galilée,
230 págin (6) Valeurs Acluelles, 8 de octubre de 1979.
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P.D. H.
"total-mente de,p,-ovistos, errantes, mend,igan su alimemo de aldea
en
tl/dea".
Para los pedagogos marxistas, 1a historia debe educar "el ,efl#do
'I el gusto de la "'1dlm colectiva, la volantad de ser actor en el c,,m.
bio .rocial, .mo1trando !ti interv-endón posible ·de. las mtJSas-en la ·his­
toria 'Y desm#ificand inelrJ&tables" (7).
Jerui-Marie Benoist comenta: "En ciar<>, la época·de ltis grandes
homlwes,
de· los·. Alejandro, los Pericles, los Carlórmagno, está c,;m,
plida, la de las naciones también. He aqid el advenimiento de las
masas, porque, como enunció AJthuser, son las ·=as láS qu,,. ha­
cen la historia". Y los pequeños franceses, mndicionados desde el
sexto o el quinto curso · por esta historia -de base marxista, · serán,
desde
entonces,
"los actores del cambio sodal ... " (8).
Consecuencias· políticas
"La epopeya de• fuana de Arco ya no tiene lugar en lo, pragramas
y

el
largo camino que ha hechr, nlMJtra patria ya no es ,presentado
a

los
alumnos", dice indignado Michel Debré en una pregunta diri0
gida al Ministro de Educación (en otros tiempos Educación Nacio­
nal), antes de afiadir: "Se estim#la el estudio de las reaUdades regio-­
n,iles,
de la de las zonas de inlercambia, ~os i> culturales,
hacMnJo,e en · detri>mento de la historia de la f"""'*"'ón de tlrtor
seres complejos que constit,r¡en /,,s ru,cion'es. De esta · 'especie de
ideología que va extendiéndote, somas
to, únü:os' part«JMio!".
k Unión Nacional' Interuniversitaria (U. N. l.) precisa: "Todos
saben que la''histoM dé Rusia ei ensellada en la UnMn Sowéeica
en un espíritu
de celoso naciondli!mo. ws IJm>S paíse, CQ11UHIISta,
mismos, o bien han hech1J siempre otro tanto (por .;e,m,pk, Albanitl)
o
men ( como actuahnente sucede en Pok>nia) se esfuerzán én re­
c,q,erar el ,i,empo perdido. Francia no tendrá el derecho de record.,
4~8
(7) Este texto es extracto 'de un dos1ier de la Universidad ParírNord.
(8) Artículo citado, pág. 17'.5.
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CLIO AMORDAZADA
,u paraico á sus hijo,. ¿EJ vergonzoso? ¿Tenemo, un Katyn, Berlín,
Budape,t, Gdynü,, Hué, Pnomh Penh que rep,achamo,? ¡Pera e/.
fJfgumentó e, que el "Ha,y un paí, que bd conocido este p,i,b/emJ en ma,yor medi-­
d" que las ot,rosi Estad,,, Unidos. En la, escuela, secumkl,ria,· mne­
NC"'1/JS ... todas lar enseñanza, son opcio""1-e,, iawo tkJi-: el inglés y
la historia americana ( ametican histoty) ; y toda.i las jornadas fe ¡¡,¡,
cian con un homenaje a· la bandera amerlcimd. T1J11tbién ,_e ttdvierte
i¡_i,.e apenas ha,y niños inmigrados qe111 no ,e sientan táf_>id<;mente
americanos ... Aquélla que se "a,lmíte muy -bien en lo, Estado, Vni-­
do,, aquéllo que Je tllkdra en la Uni6n S01liética, se pretende pi-o,
hibirno,lo. Y Je reemplaza la evocación de J11t1na de Arco· (llamada
ir6niC1J11tente · ia Doncella)· por ¡,.: de Marx o ·de Engels, · pue,td que
ya no
e, muy CM111emente hacer estado del "genial pádre de loi
pueblos" conilJ lo hacúm lo, co,,esponsales de prensa del periódico
L'Hilmanité, en la -«Be/te Epoqm".
"¿No es aca,o necesario qúe ha,y,mws caldo míuy ba¡o p,ira de:
jarnos imponer tal ti¡,o de en,eñanza por tales iiÚtoridades?" (9),
¿Qué hacer?
La historia de Francia ya no es enseñada en las escuelas. Y esto
sucede
en el
momento
en que
las novelas ·históricas,
los libros de
historias, las -emisiones de televisión, dan testimonio de un gusto
muy vivo por la historia, y mientras la escuela histórica francesa está
en todas partes del mundo, considerada como la mejor y la más
viva ...
Padres y profesores no tienen más que el embarazo de la elec­
ci6n para apagar la sed de los jóvenes franceses. De la "Petite His­
toire

de
France", de Henri Servien ,cEd. de Chiré) a los reagru­
pados
por las Editions Tallandier, en la colección "Figure de Proue",
son numerosas las obras que ._pueden utUizarse. Pero es né(:~io . . . . ,, ' . -· '
(9) -Action Uni1lersiraíre,. núm." s,, de -rn.iiyo · 1979; 8 roe -de Musset~
Paris, 17.1.
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P. D. H.
saber que, hoy, los jóvenes ya no tienen bases ni referencias, cro­
nológicas
o espaciales, que han perdido el
sentido de las duraciones
relativas
y

de
las continuidades. Lo que fa:ltan son los fundamentos.
De aquí la necesidad para los jóvenes de historias concretas, de
historias contadas...
"si ya no he,y P""""ho bkmco, ni Ju,ma en
Donremy,
ni San Ws IMcienáo justicia, ni Carlo""'goo visitando
una escuela,
ni Smta Genov81la protegiendo París ••. La tr,msmisi6n
es1á imer,umpida", recordaba Jean Madiran (10).
La indispensab1e cronología debe estar "llena" de historias, de
monumentos. Sepamos
utilizar también las

buenas emisiones de te­
levisión (ejemplo:
la juventud de Luis VI), los buenos films. Se­
pamos aprovechar las puertas abiertas por los "10% .. ,".
Es el genio de Francia, lo que hay q¡¡e cantar para que la ju­
ventud se haga amante de su patria.
Es una tarea inmensa la que tenemos que cumplir, pero dispo­
nemos de sólidos
instrumentos. Hoy

es
CUMldo debemos reaccionar,
para que mañana la ,historia de Francia no se una a la historia de
la Iglesia en las tinieblas ...
(1-0) Jean Madiran y Jean Pierre Bcancount, en llinetaire1, 234 de
junio
1979 (4, rue Saranciere, Paris, 6.2), presentan un breve ~ dí­
tico

de
«La Petite Histoire de France» de H. Serví.en. Critica dwfsima, cier­
tamente, pero rica en observaciones pedagógicas pertinentes.
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