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Número 183-184

Serie XIX

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Thomas Molnar: El socialismo sin rostro

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tes y bandas terroristas; · contra los gobiet006 y contra los ciudadanos
el terrorismo es beligerante. ·
Habrá que volver nuevamente a incluir -00mo derecho miliíat,
que
ha de wnfondirse con el deber de los gobemá.ntes, el derecho
a la guerra como -p#blicOf'Um jNSta C d
que introdujo
la noción de justicia
en la definición de · la guerra bilateral; y habrá que volver, asi·
mismo, para· erradicar al terrorismo, a las "guerras unilatemles",
tan bien estudiadas en su fundamentación COllWP'Ual por el profes
soJ:
d'Ors,

a definir la
guerm como "instrumento de la política na­
cional'' que salvaguatde a una · nación de los separatismos y de los
internacionalismos. Unos
y otros, a veces, en el intento de hundir a
la nación, manejados por "Intemacionales" herederas de los impe­
rialismos de antaño. Sólo que hoy con signo marxista.
!in todo juicio fundamentado en la realidad de las cosas, habrá
que acudir otra vez, respecto

a
la guerra y al derecho de guerra, a
la idea platónica
--
negada
por los humanismos Jai.
cos al uso-de que "la guerra se realiza para vivi. en paz"; al
orden de valores que preconizaban las Parodas (titulo 22, Parti­
da 2.'), en la afirmación de que, aunque el guerrear sea destrucción
y enemistad entre los hombres, la guerra cuando es hecha como se
debe "aduce
paz"; y que la guerra es justa cuando se hace para
defenderse o defender sus bienes o recuperarlos.
Hay que sentar aquél valor piermanente que adujo Ayala, Audi­
t'Ot de los ejércitos de Flandes, cuando dice: "A vooes hay que re­
currir

a la guerra para vivir en
paz al

abrigo de
las injusticias, pero
es preciso hacerla -y hacerla sin odio- para alcanzar la paz".
JAVIEll NAGORE YABNOZ.
Thomas Molnar: El SOCIALISMO SIN ROSTRO.
Llega de nuevo otra obra del profesor Molnar. Hl autor de "La
izquierda visea-de frente", "La autoridad y sus enemigos", "la con­
trarrevolución" ha producido la que, para nuestra opinión, es nna
de sus obras más

profundas
y con conclusiones de mayor rotnndida
sobre remas decisivos, que están destinados a ejercer la mayor influen­
cia
sObre las
formas del gobierno de
la sociedad futura, y que con­
tradice las opiniones

de varios
estudiosos de las Ciencias
Polfticas,
como es la

de
la convergencia futura

de !os
sistemas liberal demo­
crático y marxista 1-en:inista.
"El socialismo sin rosrro" obra editada por Epesa, en la colee·
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INFOIUIIACION BIBLIOGMFICA
ción "temaS de nuestro tiempo", dirigida por Alfredo Sánchez,Bella,
responde a un planteamienw ambicioso, como es . d de espeéuJa,:.
sobre el Estado futuro, partiendo de.= premísa .antes planteada:
el . Estado • no .será un producto originado por la, convergencia de
los . sistemas liberal-democrático y .,marxista-leninista {hoy en día
coreoe
ya de rig¡,r histórico y de .. planteamiento, para un análisis
válido, hablar
de marxismo a solas, sin considerar el marxismo-oleni­
nismo), sino
un Estado al

que
Mo]µar ailifica de "monolítiro" y
que

.considera es
ª· cuyo modo · se encamina la sociedad futura.
El profeoor Molnar realiza . así una de las verdaderas facetas que
deben
caracterizar al intelecrual,
y es la de imaginar sobre plantea­
mienros
rigurosos y sólidos las perspectivas del facuro, no al modo
de .los futurólogos, comentad!l6 . por Gl'(>rges Elgoq en Le Bluf! dt,
futur, al que cita Molnar, en base a acumular "estadísticas, docu­
mentos
y tendencias actuales, y luego proyectar este conjunto hete­
rogéneo sobre un futuro abstracto.

Y entonces,
una de
dos:. o este
futuro .ni carne, ni pesc,do, es forjado por el futurólogó con tan
exacta fidelidad sobre el momento presente que no se le puede, sin
mala fe, colocar la etiqueta de futuro, o el modelo fabricado se
aparta
tanto
del presente que se convierte en un
cuento de hadas
o eli ciencia,ficción". .
Sigue diciendo Molnar:

"el futuro no
sólo ,w es,. sino que tam·
poco puede
set imaginado Jti concebido sino p,wense. El único
servicio que

hace
la futurología consiste precisamente en tranqui­
lizar a

los
contemporáneos presentándoles
un
futuro· parecido al
presente, ya que sólo lo desconocido asusta".
Aquí aporra el autor un sensible refuerzo a su tesis sobre las
perspectivas que conformarán a la sociedad, no sólo con el dominio
de
las Ciencias Políticas y Sociológicas a que nos tiene acostumbra­
dos

con sns anteriores obras,
·sino que
adquiere también
una mayor
autoridad

filosófica, por sus
planteamientos deduetivos
y categóricos,
que
hacen de esta obra, en

el
aspeeto filosófico, no

en los otros,
la de mayor profundidad de la producción
molnariana, y

que
rea­
fir.á:lan de forma indudable su categoría inrelectual en lo que esta
tiene de verdadero. No en su -aspecto meramente -de erudición, y
qne encuentra su identificación con = verdadera faceta del inte,
leetual,
en pensar en
ese nuevo
Estado que caracterizará a la so­
ciedad· futura, con cuyo planteamiento se puede, desde luego, no estar
de acuerdo, pero no pnede negárselo la seriedad del mismo.
La obra, PO demasiado extensa, pero si de una gran densidad
y trascendencia en
su contenido, está dividida en cinco capítulos, en
los
que
se pone de relieve una verdad evidente, y es como el prin­
cipio de Montesqnieu, de' división
1:1,dos tres poderes, tomado· por
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
las sociedades liberales como un dogma sin discusión, al punto de.
ser un concepto casi sagrado de las Constituciones, es hoy día, tal
como

los
hedios lo

demuestran, en casi todas
partes un
concepto
caduco, al que la expansión de poderes
del ejecutivo,

lo convierte
en algo verdaderamente risible. Vemos en
todo el mundo, incluso
en la
España actual, como el legislativo y el judicial se convierten
en
meras comparsas

del ejecutivo, quedando casi como
figuras de-.
corativas, hinchadas de preceptos,
a menudo grandilocuentes, pero
vacías de contenido, y sometidas al rontrol totalitario de los go­
biernos, pretendidamente democráticos.
Según Molnar, las fotmas políticas engendradas por Occidente
están en. decadencia rápida
,e inexorable, en

coincindencia con
las
tesis spenglerianas, pero diferenciando el estudio de los ciclos cul­
turales de las mismas, con el estudio de las formas políticas. · Califica
de
.. trinidad laica .. al

conjunto de democracia, liberalismo y función
económica del Estado, que
ha sufrido tantas y tan profundas muta­
ciones

que le hacen
difícilmente semejante

al concepto de hace un
siglo, desviándose de su concepción primitiva, y como el
liberalis­
mo

se
ha convertido

en
la libertad del uso de anticonceptivos, o del
~borto, etc. También al comentar lo erróneo de la teoría de la con­
vergencia entre los
dos sistemas, COll6idera que
en los
países del
Este, se desarrolla dicha tleOría en conceptos aún más pobres que
en Occidente, bajo el aspecto de que será inevitable el triunfo del.
marxismo•leninismo por haber arrollado al liberalismo democrático,
con repetición de tópicos y lugares comunes basados en la medio­
cridad más profunda, y ausentes de todo carácter científico.
Su ataque al

concepto de la
soberanía . popular es demoledor,
pero

sin histerismos de
niogún tipo, ni en base a conceptos altiso0
nantes, sinn simplemente asentados, y ahí pienso que radica su
fuerza, en el análisis implacable de la realidad. Nunca la soberanía:
popular había:

sido más que una pura ficción, pero
hoy convertida
en

creencia mítica, gracias al lavado de cerebros, en cantidad
y pro­
fundidad
tales que resultan asombrosas, y en la que desde Juego los
medios de '''información"; más bien "'desinformadores", juegan un
papel de primera magnitud. En base al mito de la soberanía popular,
afirma Molnar como entre
.. el electorado y los gobernantes, las di­
ferencias son tales que se podía ·hablar de dos naciones. En

la cum­
bre sus dirigentes son intercambiables, a excepción
tal vez de

los
partidos· de
extrema izquierda y de extrema derecha. Los militantes
y los inscritos son; en relación con los dirigentes, lo que eran los
vasallos en

relación con los
sefíores feudales:
una clientela
para
hacer peso y número'', Considero que hay que destacar texmalmen­
re
estos

conceptos de1 autor,
ya que, a la vista de los hechos reales,
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INFORMACION· BIBUOGRAFICA
y con ejemplos que fácilmente vienen a la memoria cada día, la
veracidad de las afirmaciones. resulta axiomática.
Así también el . absolutismo

de la democracia
liberal, la carica0
tura del mismo estado liberal, la dictadura sobre la opinión a través
de los medios itrlormativos, son analizadas en lo que es una cons­
ranre de la obra: el razonamiento sosegado y a la. vez aséptico, peto
de·
una evidencia indiscutible. También señalaríamos. comer partiaJ.­
larmente interesanre
la

desmitificación del contrato social que
cae
desde

su formulación eo una
conttadicción flagranre, a

la vez que
es reflejo de

una teotía
elaborada por pensadores

que ttatan de
justificar
loo privilegios

de
una clase, que si para Sieyes era la bur­
guesía,- para Marx · era· el pri>letariado, como justificación .. de un
estado.-··comunista . primitivo "R.ousseau y Marx _inventaron una his­
totia ficticia, un modelo: el uno del contrato social; el otto, del
comunismo". El autoritarismo
democrático es analizado y ttata casos
que

son el ejemplo
claro de

como, bajo el concepto igualatorio
y a
ultranza, el Estado · se convierte -si no, en -el ·.monstruoso Leviatán de
Hobbes, si, como decía Tocquevi1le, en el estado· tutelar. que ahorra
a
los
ciudadanos la
pena de pensar y vivir por si mismos.
: Molnar señala, eotte las conclusiones más imporranres de la obra,
cómo
el estado
de concepción occidental se
desintegra bajo el ataqne
combinado

de
la ideología liberal democrática y de la ideología marxis­
ta-leninista; "rivales

sin
duda en,ciertos aspectos, pero

aliados
cuando se
trata de atomizar al individuo, de desestabilizar las institueiones y de
desmontar el mecanismo de

gobierno".
Se han creado conttadicciones
tales que
resultan aberrantes, como las

que señala
cerrerameo.re: "Igle­
sia inmoral, universidad sexualizáda, ejército pacifista". Molnar

es
pesi­
mista

respecto al
futuro del hombre, del que rechaza la concepción
caduca del liberalismo de

considerarle
libre co.mpletamente en su
toma de decisiones, y' solamente supedita a él, el futuro de la His:
toria;
como también está eo contta de

la resis que presenta al hom­
bre
enteramente determinado ·por. las fuerzás de

la Historia. Con­
sidera, en un tremendo
pesimismo, que

poco
puede hacerse cuando
la· sociedad,

la
comunidad humana · está

en descomposición,
piensa
que

la
sociedad no es un reloj que sé monta y se desmonta con arre­
glo a unos procesos fijos, y señala que al perder el modelo, al des­
truirlo el
mismo

Occidente, destruye a la vez su prestigio, la
razón
por la que ottas sociedades le siguieron y le erigieron comó modelo:
En
'la parte

titulada "El
asalto de

las
nuevas feudalidádes", se­
ñala acertadamente cómo en· una lectura superficial del· primer ca'
pítulo nos puede hacer creer que sólo se ttata erí la obra ·de lá. de­
cadencia
de

Ocidente en
cuanto a, lá. políricii.· cómo tal; lo que es un
error.
Al
¡,resentár la déaidéocia de la

sociedad;
presenta lo
que el
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lNFO//MACION BIBUOGRAFIGA
autor da en llamar nuevas feudalidades, que .condioonan. de · una
forma casi total

la
vida de nuestra época
y
señala como los funcio­
narios -públicos están aterrorizados, ya que sus superiores (Minis­
rros, funcionarios, magistrados, policía) no les prote¡p1 de lo
que vemos evidentemente en_ la observación de la vida_ cotidiana,
y en España es una r.ealidad palpable; se defiende la letra de. la Ley
a roda costa, y la lenidad en los deberes que le SOQ impuestos "por
temor de que les acusen de arbitrariedad, brutalidad, o veleidades
fascistas". Molnar

destaca cómo determinadas instituciones que de­
berían garantizar la libertad como son los

Sindicatos, la
universidad
y los medios de información, se han convei:tid,o en monopolios que
han descuidado su verdadera misión y tienden a una verdadera · do­
minación de la sociedad, con la consecución
.del ideal. utópico

que
cree en estas instituciones en razón de su garantía de la libertad,
y se encuentran cómo desgraciadamente se han convertido_ en nuevos
instrumentos de dominación.
El autor señala aquí el término monolítico como característica
de los regímenes futuros, y de los que en la actualidad vamos viendo
formarse, lo que
supone una
vuelta a la
historia antigua,
o, como lo
califica, de extra-occidental. Los regímenes monolíticos suponen el
dejar las acepciones tradicionales
basadas en la

filosofía griega o
en la aceptación judeo-cristiana. los esnados monolíticos eran "im­
perios en los que el bien común era el bien del príncipe". La his­
toria
de Occidente no supone que sus formas hayan sido en. sí toda
ll, historia de la humanidad sino "una divina sorpresa", una excep­
ción a la brutalidad de los
sistemas históricos.
El autor, en La autoridad y su.r enemigos, ·presenta una _perspectiva
de la historia fuera de lo que les rorresponde a la de los dos pueblos
que dominan hoy
,tl mundo: los Es•ados Unidos y Rusia, a los que
llama· pueblos activfstas. Y es que estos pueblos activistas son los que
rros hablan ·del catto de la historia: Occidente está enfetrno y el
mundo occidental se revela cansado d,e esa cultura "occidental.izada",
y ·
vemos como este proceso de decadencia aparece unido á ese afán
de

búsqueda del orientalismo del que
tantos ejemplos vernos en
la

sociedad·
hastiada de

nuestros días,
y que refleja un total proceso
decadente.
El estado

actual
evoluciona hacia un estado neo-,feudal al que
el lenguaje del siglo
XX llama estado sindical y estado de los "ma·
nagers".
La sociedad en sus diversos estamentos ni> quiere soportar
níngúri ,sac:rifido, -interviniendo-entonces él.-neo-feudalismo, las .nue­
vas féudalidades, que llama el autor, para hacer que cada grupo de
presión
oonsiga los

derechos que
se atribuyen ya sus. miembros, y
a:' consecil.encia de esta 'falta de sacrificio el crecimiento, se detiene;
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y de nuevo hemos de volver sin querer a España; por lo que parece
un

ejemplo vivo de la
situación actual,

que
pensamos no es ya: 1.lllll
situación !llás. o menos pasajera originada por la desastrosa actua­
ción de los políticos acruales, sino algo más profundo: 1.lllll deses­
peranza, un sálvese quien pueda y un feroz egoísmo insolídarios, de
hacer que el hombre, ante la ausencia de perspectivas, se encierre
cada
vez más

en su ego con la
ausencia total
de preocupaciones
ha­
cia los problemas ajenos. Un ejemplo de este
poder feudal
de los nuevos grupos
lo vemos
también

en la acruaci6n de los
poderes sindicales, en

los que
el Sin­
dicato suplanta a los
obteros, desvirtuándose de

lo
qué debe ser
legítimo

partido de los intereses de estos para
convertirse en

única
voz autorizada pata actuar, pues habla e incluso prensa en nombre de
aquellos a quien dice defender. Todo

esto
podla definirse
fácilmente
como socialismo, pero el término monolítico responde a una· mejor
definición de la sociedad en la siruaci6n en que se encuentra. El
. monolitismo responde

a unas
con,epciones que
resnmidas
ptl€den
exponerse de la siguiente ·forma: liquidación de "las instituciones
implantadas por la conquista occidental o bien las vacía de su con­
tenido,

es decir, de su independencia frente
al Estado, y de su re­
presentatividad
frente al

pueblo.
Los partidos políticos son las. pri­
meras
víctimas

de la desoccidentalización, ya que dividen
al cuer­
po

de la naci6n, lo
cual es Intolerable en aquellas naciones en que
las fuerzas· centrífugas: étnica-s, tribaies, religiosa·s o de casta, sue­
len ser más profundas y antiguas que la frágil y reciente unidad".
"La
liquidación de las instituciones occidentales prosigue
ron · el
poder

judicial independiente de la intervención del
Estado; vienen
luego las

empresas
econ6i¡,.icas, las

asociaciones libres, las iglesias,
las prensas, y así sucesivaménre".
Otta parte muy interesaote del libro es la dedicada al papel de
los sistemas
militares, que

cada
vei ocupan

más
las funciones del
gobierno en

todo el mundo,
haciep,:lo 1.lllll distinción mny iinpor­
tante - recapacitar a muchos
frente a estos aspectos

del
problema-, ·y es
la diferencia
entre los

regímenes
militru,es "antiguos'' o

de los
ge­
nerales, como les llama d autor, válidos hasta 1945 y basados en el
respeto d honor, la tradición 'r a ·unas formas de vida, y el de los
regímenes "modernos", amalgama de
nacionalismo y socialismo.
Los regímenes militares antiguos -no
exactamente el de los
generales que califica Molnar, ya que el surgido en España el 18 de
julio
de 1936, fue en
gran parte· producto de fefes y oficiales­
como llama Molnar al de Franco, o nuevos romo el de Chile, pero
que

figumn dentro de
las consideraciones

"antiguas", están;
segón
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el autor condenados al fracaso, ya que por sus especiales caracte­
rísticas

impiden "manejar los registros de la revolución monolítica:
socialista
y nacionalista". Además Occklenre, aunque sea contra­
dictorio, por. ese complejo de purismo democrático.utópico se con­
vierte en un enemigo de los -mismos,
se les aísla con
un cordón-
sa­
nitario en diferencia-sustancial con otros casos como el portugués,
que, al reunir las_ condiciones socialistas y monolítica, despierta la
crítica, y la roma de posruta favorable, sobre tOdo, añaditíamos .no­
sotros, de ese factor tan ·importante más -decisivo aún que son . los
medios de opinión, que más que nunca desempeñan un pal'<)! clave
en la
deformación de. la

opinión.
Hay un hecho rotalmente cierto que el. autor señala, y es co,np
"la estructuta
democrática liberal-utópica de

los
países occidenta­
les favorecen, en su estado
de licuefaa:ión,

la anarquía
más que
mo­
nolitismo, anarquía que se
percibe. de

dos formas: como progreso
por los portavoces oficiales y .se,nioficiales del · régimen liooral de­
mocrático, y como masificación, proletarización, brutalidad, dema­
gogia y miedo por la población que vive el desmoronamienro de las
leyes, el parasitismo de

las
instituciones y la ma.rginalización".
En. la última parte del libro registra otra consideración itnpor­
tante
y que es como el concepto que se nos ha dado a entender y
pensar que el capital tetminológico del siglo XVIII, es definitivo, y
CQmo el mismo, junto con el progreso, ha sido exportado a tOdo el
mundo,
considerándose como formas básicas de la sociedad del pla­
neta .. De .ahí los errores. colosales de los demócratas, a la vez .dieta­
toriales
y dogmáticos, que quieren impooer su teoría del Estado
y de la Sociedad a civilizaciones y pueblos con realidades sociológi­
cas, étnicas
y culturales distintas.
La civilización •basada en el pretendido culro a la razón ha cho­
cado
con la realidad,
y. el pensamienro de las fórmulas dieciochescas
es contestado en

todo
el planeta. El doctor Molnar. coincide con 1o,s
grandes pensadpres de

las
escuelas tradicionales,. al seí'íalar como
la ruptura con la concepción cristiana de ! a hisroria ha sklo ocasio­
nada
por la
democracia liberal,

a la
vez que el utQpismo. Se ha que­
rido
crear la

ciudad laica, frente a
la ciudad católica. Bn-.los tiempos
modernos
no sólo
llurke y llonald, por citar .. dos ejemplos clásl~,
sino figuras no tan definida~ pero de prirnerísitna magnitud . cq¡ri,o
intelectuales, tales como Tocqueville, han sido poco considerados
al
tratar de

justificar
una síntesis

entre tradición
y progreso, lo que
Mol!"tr llama '"el principio de la dualidad". Frente a ellos están
locke, Hegel, Colllte, etc., que consideran que fa hlstoria cristiana;
es sólo un "cúmulo de errores, nn enorme desatino".
Posreriormente vendrían,

como
fases lógicas
de
estas concepcio-
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nes, la del "pueblo soberano", "consumidor-rey", etc., pero el indi­
viduo-·.se -hace· un -ser ánónimo, se convierte ._en un .mero instru­
mento de los planes colectivoo, nos parece que se va aproximando
a
ese

concepto
dooo, de por un lado todopoderoso, en cuanro inte­
grante de una masa, y por otro simple engranaje en la maquinaria
del
Estado monolítico, al de la sociedad descrita por Orwell en "1984".
Nada inás
cerca-del "monolitismo" descrito por
Molnar, que el
"gran hermano"
Orwelliano. En suma, el monolitismo frente al plu­
talismo. La situación · descrita por Maquiavelo está próxima a la del
mundo
después

de 1945.
"Maquiavelo condena

a
los demás a no
percibir los ~bios, en su mayoría. negativos, más que a través de
fos ójos del Príncipe. Por consiguiente, en su ciudad no hay socie;­
dad civil libremente desarrollada, ni

instituciones independientes de
la·· voluntad·· del Príncipe, . ni -por tanto-ciudadanos libres. La
cohesión. en torno al Príncipe es "la de la tribu en torno a su jefe,
una especie de simbiosis forjada por el interés y el miedo. Tal es,
¡:iiécisamente, la

situación
a partir de .1945 ". ·
El libro va, además, precedido de un interesante prefacio, con
especjál . interés para los lectores espalíoles, y en el que vemos algo
qué Y. "" tesulWido corriente: el desencanto de los íntelectÚales y
pensadores por la democracia espalíóla, y la decepción por los re­
sultados
obtenidos por. el paso de la España post-franquista a la
democracia. liberal. El· doctor .. Molnar destaca, c6mo con el cambio .
• ~elerado,
y poi: la p~ar dfal~ca ae1 mismo, sólo se ha_ conse­
guíclo, el caos .en fa. vida espalíola, "la radicalización política, b mo­
vilizad6n de las masas, el predominio de lo$ partidos de masa so­
bre los partidos de cuadro, el sufragio universal y las huelgas polí­
tkas en

oleadas". Todo
esro,. tan

cierro,
tan .evidente, si no fuese so­
la,;,ente
~ícó resultaría, además, absurdo, y es que los responsables
efe la actúá!. situación, española han abrazado con frenesí digno de
rnajor causa. el. sistema democritico liberal-utópico, cuando, deján­
donos
de todo tipo ile
'consideraciones
más o menos especulativas,
sino sqlo contemplan
rea­
Helad implacable, guste o .no guste: el sistema .democrático liberal
ha
ilejadci de' ser un. modelo válido para nu~s tiempos, y. re.sulta
ab.solutiunenie.
derro que sistemas inherentes en sí a esa ideología
cléniocrática
llberal

han
sido la causa de_ la demolición

más
completa
de la , so'ciedad que a<:ógió y alentó a ia misma. · '-~ '. . ' . . . . •· '' . . ·'' .
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