Índice de contenidos
Número 183-184
Serie XIX
- Textos Pontificios
-
Estudios
-
Jean Jacques Rousseau estudiado por Jules Lemaître
-
«El discurso sobre la desigualdad» y «El contrato social» de J. J. Rousseau
-
Civilización y cultura
-
El Líbano y el drama del petróleo
-
La justicia y el marxismo
-
Marxismo y neopoliticismo jurídico
-
La Instrucción Pastoral de los Obispos refugiados en Mallorca (II)
-
Clío amordazada
-
Clima humano de las empresas y eficacia de la producción
-
- Actas
- Ilustraciones con recortes de periódicos
- Información bibliográfica
Autores
1980
Baltasar Pérez Argos: Política básica
INFORMACION B/BUOGRAFICA
Baltasar Pérez Argos: POLITICA BASICA(*)
Siempre -es· grató reseñar, la _aparición de un libro_ buen·o, pero
cuando el buen· libro es a la vez asequible a una gran masa de la
población
española, la alegría es aún mayor pues permite la extensa
difusión de sanas doctrinas, casi. siempre ahogadas· por las produc;
ciones de los agnósticos y de los impíos, mayores en ·núm·eto f coñ:
mayores
resortes· publicitarios.
· ·
Por eso, el libro del padre ·Pérez Argos viene, no. a Henar un
hueco
-pues
son
varios y
muy buenos
los manuales. de iniciación al
orden político:
recuérdese
el primer volumen de «El orden polltico
al
alcance de
todos» de Gabriel
Alférez'--, pero sí
será
muy útil
pata
aclarar tantas dudas que sobre el complejo
y magmático niuil
do de la política se le plantean al hombre de cultura media
Este tiempo nuestro se ha caracterizado, ciertamente, pór el iesri.r~
gir de la política, pero de una política más cercana al «arte de' en•
gañaf a los hombres» de D' Alambert que a «la ciencia más noble y
más alta, y el más noble oficio que existe en fa tierra>> dé Brunetto
Latini; más tendente a satisfacer rastreros ·intereses ·personales qlle a
procurar la paz y el progreso espiritual de los· pueblos. ·
La preocupación por
. la política
ha saltado de
los cenáculos
intelectuales
en que se
hallaba recluida y se ha extendido a arnplioo
sectores
de la población española. Se ha producido un
«boom» 'de
la
política, un estallido
y expansión, que no han venido acompañados
de un conocimiento suficiente de 10s principios· de ·esta ciencia. : -
Esta difusión apresurada y · sorprenden.te . ha producido también
el desconcierto, al manejarse conceptos --oscuros a vec~ que no
han sido previamente explicados. Contraviniendo el consejo de Blanc
de Saint-Bonnet, se han lanzado palabras a las
·muchedumbres sin
explicar su· significado y, en tohsecu-encia, gran , parte del confu.
s_ionismo
actual tiene ahí su raíz, ya que en la nioderna 'Babel de "las
ideologías es la confusión de las ideas la que impide que nos en
tendamos aun usando las mismas palabras. «Restaurar el sentidó de
las palabras», he ahí el objetivo de aquel emperador
thino a qriien
se interrogó sob:r:e cual sería su primera decisión a:l acceder al poder,
y
de ,ahí una necesidad· prioritaria eó. nuestro · lllundo.
Precisamente para evitar equivoddades y, _en definitiva, para
poner
luz en
las tinieblas, el padre Pérez Argoo nos ofrece este libro
(*), Ba>Itasát.: Pérez Argos: Política básira, Madrid; i979. Ed. Fe Católica.
525
Fundaci\363n Speiro
INI'ORM.ACION /:llH[..lOGRAFICA
sencillo, metódico y fácilmente romprensiblre sin perder un ápice de
rigor;
este ¡nanual :que mmbina la vigorosa. doctrina con la peda
gógica sistematización en forma
de
catecismo.
Consta
la obra de dos partes, una analítica y otra sintética. En
la primera, inserta todas . las preguntas y respuest.as relacionadas con
los
~ernos. tem~ objeto
de la
meditáción política;
el
hombre, la
autoridad,
la
sociedad en_general ~onstitu!da por nn espeso en
tramado
de
cuerpos intetniedios que
impiden la masificación
y el
desatraigo-,-:,
y las sociedades familiat y política. .
En la segunda patte o sintética, expone los _fundatnentos de la
consti¡ución política;
las formas de
gobi=o o
estado;
las relaciones
entre
la
Iglesia y el Estado -mereciendo ser destacado su conciso y
exacto resumen de la nefasta «tarta de crema» comunitaria y per
sonalista de Matitaiil, en donde debela agudamente la mítica <
va
Ctistiandad», pretendida síntesis de las concepciones medieval
cristiana
y renacentista, que prescinde de la confesionalidad. del
Estado
y que acaba en el «Estado laico cristiano»-; y los modelos
actuales de sociedad.
Es
especialmente
signific~tivo este último capítulo,
en el que
pasa revista a_ las diversas ideologías que compiten por el dominio
y conquista del poder. Las lacras, las deficiencias y lo., errores del
fascismo, nazismo, li)>eralismo y social-comunismo son puestas de
relieve. -
De entre las escuelas políticas que aoaliza, destaca el tradiciona
lismo. Basándose en Vázquez de Mella, resume el
m<>delo de
mo
narquía legítima, social, foral, representativa
y templada. Sistema
respetuoso de los
cuerpos intermedios, fiel al pensamiento católico
y resultado d.e la conjugación atmoniosa de naturaleza e historia.
Frente a tantas explicaciones simplistas
y superficiales de la
política, bañadas de maquiavelismo
y desconectadas de los principios
y fundamentos filosóficos y aun teológicos, el allto< expone la tra
ma de las diversas ideologías como reflejo de las distintas concep,
ciooes
antropológicas.
'La política
no es un orden autónomo
y ajeno a la filosofía y a
la. moral.
Hay
una prudencia política que
se opone taoto al
doctri
nari$IDO: desencarnado como al maquiavelismo movedizo--como ex
plicó en . sabia obra el profesor Leopoldo Eulogio Palacios---, existe
un término
m,:dio. que~ sin
renunciar a los
_per~nes principios, se
adapta
a las
circunstancias cambiantes
.
. La conexión entre las cooc¡,pciooes aotropológicas y las ideo lo,
gías es clave en la obra que comentamos, conexión y_a puesta de re
lieve eo la presentación: «En política lo importante es el Hombre.
Lo qu• pienses del Holnbre, . .esc> pensatás de la politica. Tres ·con-
~26
Fundaci\363n Speiro
INFOR.MACION BIBLJOGRAFICA
cepciones fundamentales hay d,el Hombre; por consiguiente, tres
políticas».
Por
ello
analiza las
diversas antropologías. A
saber:
- Coitcepción
individualista
del liberalismo. Parte del hombre
bueno· por
naturalé7:a, del
buen salvaje
rousseaunia.no y termina
anegando
la libertad individual en
· la Voluntad General.
-Concepción
pesimista del
hombre esencialmente
malo, origen
de todos los totalitarismos
y que reduce al hombre a un engranaje
de la máquina del Estado.
-Concepción
que
el autor · llama socionatüralista, del «hombre
desfalleciente>>
de que
hablara el
profesor Elías
de Tejada. &ta con
cepción, que es la del cristianismo -ocioso es decirlo--, se basa
en el pecado original, y su virtualidad reside en la necesidad constan
te de conversión que el hombre tiene, frente a los míticos cambios
de estructuras.
Esto constituye el mérito fundamental del libro, pues los errores
del liberalismo
y del totalitarismo se deducen directamente de las
erróneas teorías antropológicas que suponen. Así, nuestra lucha coil~
tra la Revolución será más eficaz si nos oponemos a las causas que
la engendran: principüs . obsta.
Además, si rompemos los lazos .de las concepciones poUticas con
los
principioo que las animan,
aparecen el desconcierto y el
totus
revr.. ,fuJum que oaracterizan tantas exposiciones de la política.
Por eso, la política sometida a la ética y a las exigencias del
bien común cobra un sentido y una dimensión de giandeza, como
señaló Pío XI al afirmar que este campo, en. cuanto contempla los
intereses de la sociedad entera, «es el campo de Ja·más vasta caridad».
La politiquería frívola y oportunista aparece así enpequeñecida fren
te al augusto perfil de la gran Política. Dentro de la necesidad acuciante de intelectualizar al catolicis
mo militante libre de contaminaciones . naturalistas y modernistas,
este libro tiene unas enormes posibilidades por explotar
Indepedientemente
de las objeciones que se le puedan plantear
-yo apuntaría
solamente la ausencia
de una crítica profunda al
principio fundamental del constitucionalismo liberal: la división de
poderes-, aparece como bueno y clarificaqor, y ahora .. que S. S. Juan
Pablo II recuerda la importancia de la cultura, diciendo enfáticamen
te que en
este campo
«se juega el destino de la Iglesia y del mundo
en
el final
de nuestro siglo», son de agradecer todas las
iniciati\'as
que
oponen un
rotundo ¡no!
a que la cultura esté en manos de
,Ji.
berales, progresistas y todo tipo de heterodoxos.
,21
Fundaci\363n Speiro
Baltasar Pérez Argos: POLITICA BASICA(*)
Siempre -es· grató reseñar, la _aparición de un libro_ buen·o, pero
cuando el buen· libro es a la vez asequible a una gran masa de la
población
española, la alegría es aún mayor pues permite la extensa
difusión de sanas doctrinas, casi. siempre ahogadas· por las produc;
ciones de los agnósticos y de los impíos, mayores en ·núm·eto f coñ:
mayores
resortes· publicitarios.
· ·
Por eso, el libro del padre ·Pérez Argos viene, no. a Henar un
hueco
-pues
son
varios y
muy buenos
los manuales. de iniciación al
orden político:
recuérdese
el primer volumen de «El orden polltico
al
alcance de
todos» de Gabriel
Alférez'--, pero sí
será
muy útil
pata
aclarar tantas dudas que sobre el complejo
y magmático niuil
do de la política se le plantean al hombre de cultura media
Este tiempo nuestro se ha caracterizado, ciertamente, pór el iesri.r~
gir de la política, pero de una política más cercana al «arte de' en•
gañaf a los hombres» de D' Alambert que a «la ciencia más noble y
más alta, y el más noble oficio que existe en fa tierra>> dé Brunetto
Latini; más tendente a satisfacer rastreros ·intereses ·personales qlle a
procurar la paz y el progreso espiritual de los· pueblos. ·
La preocupación por
. la política
ha saltado de
los cenáculos
intelectuales
en que se
hallaba recluida y se ha extendido a arnplioo
sectores
de la población española. Se ha producido un
«boom» 'de
la
política, un estallido
y expansión, que no han venido acompañados
de un conocimiento suficiente de 10s principios· de ·esta ciencia. : -
Esta difusión apresurada y · sorprenden.te . ha producido también
el desconcierto, al manejarse conceptos --oscuros a vec~ que no
han sido previamente explicados. Contraviniendo el consejo de Blanc
de Saint-Bonnet, se han lanzado palabras a las
·muchedumbres sin
explicar su· significado y, en tohsecu-encia, gran , parte del confu.
s_ionismo
actual tiene ahí su raíz, ya que en la nioderna 'Babel de "las
ideologías es la confusión de las ideas la que impide que nos en
tendamos aun usando las mismas palabras. «Restaurar el sentidó de
las palabras», he ahí el objetivo de aquel emperador
thino a qriien
se interrogó sob:r:e cual sería su primera decisión a:l acceder al poder,
y
de ,ahí una necesidad· prioritaria eó. nuestro · lllundo.
Precisamente para evitar equivoddades y, _en definitiva, para
poner
luz en
las tinieblas, el padre Pérez Argoo nos ofrece este libro
(*), Ba>Itasát.: Pérez Argos: Política básira, Madrid; i979. Ed. Fe Católica.
525
Fundaci\363n Speiro
INI'ORM.ACION /:llH[..lOGRAFICA
sencillo, metódico y fácilmente romprensiblre sin perder un ápice de
rigor;
este ¡nanual :que mmbina la vigorosa. doctrina con la peda
gógica sistematización en forma
de
catecismo.
Consta
la obra de dos partes, una analítica y otra sintética. En
la primera, inserta todas . las preguntas y respuest.as relacionadas con
los
~ernos. tem~ objeto
de la
meditáción política;
el
hombre, la
autoridad,
la
sociedad en_general ~onstitu!da por nn espeso en
tramado
de
cuerpos intetniedios que
impiden la masificación
y el
desatraigo-,-:,
y las sociedades familiat y política. .
En la segunda patte o sintética, expone los _fundatnentos de la
consti¡ución política;
las formas de
gobi=o o
estado;
las relaciones
entre
la
Iglesia y el Estado -mereciendo ser destacado su conciso y
exacto resumen de la nefasta «tarta de crema» comunitaria y per
sonalista de Matitaiil, en donde debela agudamente la mítica <
Ctistiandad», pretendida síntesis de las concepciones medieval
cristiana
y renacentista, que prescinde de la confesionalidad. del
Estado
y que acaba en el «Estado laico cristiano»-; y los modelos
actuales de sociedad.
Es
especialmente
signific~tivo este último capítulo,
en el que
pasa revista a_ las diversas ideologías que compiten por el dominio
y conquista del poder. Las lacras, las deficiencias y lo., errores del
fascismo, nazismo, li)>eralismo y social-comunismo son puestas de
relieve. -
De entre las escuelas políticas que aoaliza, destaca el tradiciona
lismo. Basándose en Vázquez de Mella, resume el
m<>delo de
mo
narquía legítima, social, foral, representativa
y templada. Sistema
respetuoso de los
cuerpos intermedios, fiel al pensamiento católico
y resultado d.e la conjugación atmoniosa de naturaleza e historia.
Frente a tantas explicaciones simplistas
y superficiales de la
política, bañadas de maquiavelismo
y desconectadas de los principios
y fundamentos filosóficos y aun teológicos, el allto< expone la tra
ma de las diversas ideologías como reflejo de las distintas concep,
ciooes
antropológicas.
'La política
no es un orden autónomo
y ajeno a la filosofía y a
la. moral.
Hay
una prudencia política que
se opone taoto al
doctri
nari$IDO: desencarnado como al maquiavelismo movedizo--como ex
plicó en . sabia obra el profesor Leopoldo Eulogio Palacios---, existe
un término
m,:dio. que~ sin
renunciar a los
_per~nes principios, se
adapta
a las
circunstancias cambiantes
.
. La conexión entre las cooc¡,pciooes aotropológicas y las ideo lo,
gías es clave en la obra que comentamos, conexión y_a puesta de re
lieve eo la presentación: «En política lo importante es el Hombre.
Lo qu• pienses del Holnbre, . .esc> pensatás de la politica. Tres ·con-
~26
Fundaci\363n Speiro
INFOR.MACION BIBLJOGRAFICA
cepciones fundamentales hay d,el Hombre; por consiguiente, tres
políticas».
Por
ello
analiza las
diversas antropologías. A
saber:
- Coitcepción
individualista
del liberalismo. Parte del hombre
bueno· por
naturalé7:a, del
buen salvaje
rousseaunia.no y termina
anegando
la libertad individual en
· la Voluntad General.
-Concepción
pesimista del
hombre esencialmente
malo, origen
de todos los totalitarismos
y que reduce al hombre a un engranaje
de la máquina del Estado.
-Concepción
que
el autor · llama socionatüralista, del «hombre
desfalleciente>>
de que
hablara el
profesor Elías
de Tejada. &ta con
cepción, que es la del cristianismo -ocioso es decirlo--, se basa
en el pecado original, y su virtualidad reside en la necesidad constan
te de conversión que el hombre tiene, frente a los míticos cambios
de estructuras.
Esto constituye el mérito fundamental del libro, pues los errores
del liberalismo
y del totalitarismo se deducen directamente de las
erróneas teorías antropológicas que suponen. Así, nuestra lucha coil~
tra la Revolución será más eficaz si nos oponemos a las causas que
la engendran: principüs . obsta.
Además, si rompemos los lazos .de las concepciones poUticas con
los
principioo que las animan,
aparecen el desconcierto y el
totus
revr.. ,fuJum que oaracterizan tantas exposiciones de la política.
Por eso, la política sometida a la ética y a las exigencias del
bien común cobra un sentido y una dimensión de giandeza, como
señaló Pío XI al afirmar que este campo, en. cuanto contempla los
intereses de la sociedad entera, «es el campo de Ja·más vasta caridad».
La politiquería frívola y oportunista aparece así enpequeñecida fren
te al augusto perfil de la gran Política. Dentro de la necesidad acuciante de intelectualizar al catolicis
mo militante libre de contaminaciones . naturalistas y modernistas,
este libro tiene unas enormes posibilidades por explotar
Indepedientemente
de las objeciones que se le puedan plantear
-yo apuntaría
solamente la ausencia
de una crítica profunda al
principio fundamental del constitucionalismo liberal: la división de
poderes-, aparece como bueno y clarificaqor, y ahora .. que S. S. Juan
Pablo II recuerda la importancia de la cultura, diciendo enfáticamen
te que en
este campo
«se juega el destino de la Iglesia y del mundo
en
el final
de nuestro siglo», son de agradecer todas las
iniciati\'as
que
oponen un
rotundo ¡no!
a que la cultura esté en manos de
,Ji.
berales, progresistas y todo tipo de heterodoxos.
,21
Fundaci\363n Speiro