Índice de contenidos
Número 213-214
Serie XXII
- Textos Pontificios
-
Estudios
-
La conciencia individual no puede, por sí sola, justificar el aborto. Cinco minutos de Filosofía del Derecho
-
Balmes contra Rousseau
-
El enfrentamiento entre la doctrina social de la Iglesia y el marxismo
-
La legitimidad en el pensamiento de Blanc de Saint-Bonnet
-
Información y sociedad contemporánea
-
Los obispos americanos y el «pacifismo»
-
¿Hacia una nueva metafísica? Teoría de la habencia
-
Personas e ideologías
-
Nueva visión del derecho al trabajo (Reflexión en torno a la Laborem exercens)
-
La mujer y la familia
-
La infiltración progresista
-
- Información bibliográfica
- Ilustraciones con recortes de periódicos
Autores
1983
AA.VV.: Cinq continents accusent Amnesty International
INFORMACION BIBUOGRAFICA
La obra, profunda, analítica y exhaustiva de Vicente Gonzalo
Massot, sobre
el pensamiento político de José Antonio, nos ha
sugerido los comentarios precedentes sobre ese doble juego de
influencias ortegianas y contrairifluencias cat6licas que se des
arrollan en su doctrina. El Fundador de Falange no qued6 su
mergido en la hipnosis corrosiva de la pseudofilofofía orteguia
na, sino que reaccion6 a tiempo contra ella impulsado por su
inmenso amor a su Patria y a sus tradiciones y, sobre todo, por
la Fe Cat6lica que testimoni6 en vida y sell6 con su muerte.
Grande es la figura política
de José Antonio, pero mayor es aún
su
figura humana
cuando se desvincula de todas las cosas de la
tierra y fija su coraz6n s6lo en Dios. «Queridísima
tía Carmen:
dos letras para
confirtnarte la buena noticia, la agradable noti
cia, de que estoy preparado para morir bien ... Dentro de pocos
momentos ya estaré ante
el Divino Juez, que me ha de mirar
con ojos sonrientes. Como no eres joven, pronto nos veremos
en el cielo» (Carta de José Antonio a su anciana tía, religiosa,
Carmen Primo de Rivera poco antes de morir).
JuLIÁN GrL DE SAGREno.
Huges Kéraly, Alain Sanders, Jean Nerle y Francis Berge
ron: CINQ CONTINENTS ACCUSENT AMNESTY
INTERNATIONAL
(*)
Amnesty lnternational, fundada en 1961 como consecuen
cia del llamamiento lanzado por
el abogado Peter Berenson y
el «revolucionario profesional» Sean Mac Bride (1) en favor de
los «prisioneros olvidados», se define como un movimiento im
parcial para la defensa de los derechos humanos y la liberaci6n
de los presos de opini6n
y proclama, con energía y vigor, su
total independencia
y autonomía: «porque la libertad de opi
ni6n pertenece a todo el mundo, Amnesty lnternational no per
tenece a nadie». Esta noble, digna y altruista imagen es la que Amnesty ha
sabido ofrecer
y le ha valido numerosas simpatías y elogios en
todo el mundo
y una favorable acogida por parte de los «mass
media». Pero precisamente desde hace algún tiempo, sin embargo,
(*) Editions Dominique Martin Mourin, Boue!e, 1982.
(1)
Cfr., sobre Mac Bride, el anexo núm. 2, págs. 302 y sigs.
484
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
las actuaciones concretas de Amnesty International han comen
zado a revelar que detrás de esa apariencia se ·oculta una rea
lidad bien distinta. Y es precisamente su aspecto real, lo que
tras la lectura de las páginas de este interesante libro se des
cubre, detrás de esa máscara de humanitarismo irrepochable, de
total independencia
y de rigurosidad objetiva con que se ha
tratado de disfrazar la
organizaci6n, se
esconde un
tentáculo
más
de la hidra revolucionaria, que intenta
y desgraciadamente
consigue, ser un vehículo para
la subversi6n marxista.
Y es que ese movimiento imparcial, Amnesty International
-como dice Rugues Kéraly en la presentaci6n de la obra, y se deduce a través de todas las páginas del libro-, ni siquiera hace
gala de las virtudes que ella misma autoproclama en su defi
nici6n.
Ni por
la imparcialidad, desmentida sin lugar a dudas por
el nombramiento de un dirigente. comunista,
Derek Roebruk, en
la dirección del «Departamento de investigaciones», de Amnes
ty; el «sistema nervioso» de la organización, que selecciona los
dossiers, envía los investigadores, redacta los informes y or
questa desde Londres, para todo el mundo, las campañas de
militantes (2).
Tampoco para
la defensa de los derechos humanos, escogi
dos,
corregidos y seleccionados al servicio exclusivo de un par
tido: el comunista.
Y menos aún en lo relativo a los «presos de opinión», que
como se definen en su propaganda «no han hecho uso de la
violencia», donde se encuentran tanto asesinos como terroristas.
Asesinos políticos, canonizados por la Revolución, como puede
ser el caso de los «presos de
opinión» españoles,
miembros de
organizaciones «no violentas»
-así catalogadas
en los dossiers
de Amnesty-, como, por citar ejemplos
próximos, los
terroris
tas de ETA, FRAP o GRAPO. A esta tarea en servicio de la verdad, a esta labor de desen
mascaramiento de Amnesty International, se lanzó en solitario,
hace ya dos años, Rugues Kéraly, redactor-jefe del diario fran
cés Présent, en su interesante obra
Enqutte sur
un organisme
audessous de tout
soupgon (3 ),
que supuso una de las prime
ras acusaciones públicas a la referida organización.
(2) Cfr., sobre Roebruck, el anexo núm. 1, págs. 298 y sigs.
(3) Publicado por Itinéraires, noviembre de 1980. Prólogo de Jean
Madiran.
485
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
El argumento del trabajo de Kéraly era tan trágico como
esclarecedor. Si hay que ser terrorista chileno o verdugo afgbano
para entrar en
la definición
de «no violento» manejada por
A1nru,sty, cuando
los asesinatos masivos del comunismo escapan
de tal condena, es, decía Kéxaly, que la peor mentira del Par
tido está impuesta en la práctica a los miembros
de la orga
nización.
Y es que, al leer atentamente la propaganda y los textos de
Amnesty se observa con claridad
cómo ésta recoge la noción di
cotómica de la violencia tal como es empleada por los mar
xistas.
La violencia causada por el Estado es considerada injusti
ficable en todos sus aspectos y, especialmente, en lo concernien
te a la tortuta, y más en concreto son consideradas
rechazables
las
legislaciones antiterroristas y las leyes especiales que agra
van las penas por actos subversivos. Todo esto, a los ojos de
Amnesty International, constituye un tipo de manifestación re
presiva ejercida por el Estado contra los ciudadanos. No olvi
demos que,
parailustrar sus
propósitos, esta organización reac
cionó enérgicamente contra la ratificación de
la Convención Euro
pea Antiterrorista.
Donde hay
que identificar el
origen
de esta distorsión de
Amnesty es en el momento de constatar que este punto de vista
está enteramente de acuerdo
. con
la lógica de
los l!deres revolu
cionarios
que
designan el orden establecido como una violencia
tal cual, no viniendo la violencia revolucionaria más que des
pués, encontrando
as! su
justificación atentados, secuestros, ro
bos, muertes, ejeCl!ciones Y. .. t~or, que no son más que casos
de legítima defensa contra un orden esencial e intrínsecamente
injusto que se
halla en constante agresión.
Pero Amnesty Intemational no empieza su actuación hasta
que
el proceso de violencia se ha vuelto irremediable y se ins
cribe en una espiral sin fin de provocaciones y represión, en
este momento Amnesty afirma, con aire inocente, que
«habla
una
vez violencia» (la del Estado, natutalmente), descuidando
resaltar sus causas, olvidando los marcos históricos. Los deteni
dos no son terroristas ni asesinos, sino que se convierten en sus
dosssiers y propaganda en «dulces», «puras» e «inocentes» víc
timas.
Por eso, por esa complicidad con los procesos revoluciona
rios, y por que, como señala Kéraly, todas las naciones de la
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Fundaci\363n Speiro
INFO'RMACION BIBUOGRAFICA
tierra están amenazadas por el comunismo, los cinco continen
tes acusan a Amnesty International.
De este trabajo conjunto nace la obra que ahora comenta
mos. Sus autores, unidos por la empresa del lanzanúento de un
diario católico
francés, han desarrollado una
investigación
·pa
ralela
y
multiplicada en todo el mundo. Una investigación con
tra quince organizaciones internacionales, ciento cincuenta inves
tigadores, mil quinientas publicaciones y cinco mil sacerdotes.
La obra está estructurada en un plan geográfico. Consta de
cuatro partes: investigaciones, relatadas en un ágil estilo perio
dístico; unos interesantes anexos sobre Roebruck, actual direc
tor del «departamento de investigaciones» y ditigente comunista;
otro sobre Sean Mac Bride, fundador, en 1961, de
la organi
zación, dedicado profesionalmente,
como él mismo ha dicho, a
la revolución, y otro interesante anexo sobre la Iglesia y Am
nesty. Contiene, además, un dossiet de documentación, una in
teresante bibliografía sobre la organización y unos prácticos ín
dices onomásticos.
La primera parte, Rencontres en Amériqu~, desarrollada por
Kéraly, estudia con profusión
de datos, y no sin un fino humor,
el
tema de
los «desaparecidos» chilenos
y argentinos.
La segunda investigación, de Alain Sanders, Main Bdsse sur
L'Afrique,
escrita por tres temas principales: Marruecos, el Zai
re, de Mobutu, y la problemática racial del Africa del Sur.
Una tercera, debida a Jean Nerle, experto en temas asiáti
cos, denominada
Dans la poudriere asiatique: Moscou contre
Pékin, donde se estudian los dramas de Afghanistán, del Sudes
te asiático y, por 6ltimo, la India y Taiwan. .
·
La
última parte de
la que es autor Francis Bergeron, Europe
de L'Est: le communisme _ amnistié, donde se relatan y anali
zan
las actuaciones de Amnesty en Europa, tanto Occidental
como del Este.
Se
trata, en definitiva de
un libro esclarecedor al servicio
de la verdad, causa que, desgraciadamente en nuestro días, goza
de pocos partidarios. Y, por ello, especialmente recomendable
a cuálquier lector, porque, _coriio señalan los aµtores, nadie pue
de escapar · de la amenaza del comunismo.
R. BOTELLA.
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La obra, profunda, analítica y exhaustiva de Vicente Gonzalo
Massot, sobre
el pensamiento político de José Antonio, nos ha
sugerido los comentarios precedentes sobre ese doble juego de
influencias ortegianas y contrairifluencias cat6licas que se des
arrollan en su doctrina. El Fundador de Falange no qued6 su
mergido en la hipnosis corrosiva de la pseudofilofofía orteguia
na, sino que reaccion6 a tiempo contra ella impulsado por su
inmenso amor a su Patria y a sus tradiciones y, sobre todo, por
la Fe Cat6lica que testimoni6 en vida y sell6 con su muerte.
Grande es la figura política
de José Antonio, pero mayor es aún
su
figura humana
cuando se desvincula de todas las cosas de la
tierra y fija su coraz6n s6lo en Dios. «Queridísima
tía Carmen:
dos letras para
confirtnarte la buena noticia, la agradable noti
cia, de que estoy preparado para morir bien ... Dentro de pocos
momentos ya estaré ante
el Divino Juez, que me ha de mirar
con ojos sonrientes. Como no eres joven, pronto nos veremos
en el cielo» (Carta de José Antonio a su anciana tía, religiosa,
Carmen Primo de Rivera poco antes de morir).
JuLIÁN GrL DE SAGREno.
Huges Kéraly, Alain Sanders, Jean Nerle y Francis Berge
ron: CINQ CONTINENTS ACCUSENT AMNESTY
INTERNATIONAL
(*)
Amnesty lnternational, fundada en 1961 como consecuen
cia del llamamiento lanzado por
el abogado Peter Berenson y
el «revolucionario profesional» Sean Mac Bride (1) en favor de
los «prisioneros olvidados», se define como un movimiento im
parcial para la defensa de los derechos humanos y la liberaci6n
de los presos de opini6n
y proclama, con energía y vigor, su
total independencia
y autonomía: «porque la libertad de opi
ni6n pertenece a todo el mundo, Amnesty lnternational no per
tenece a nadie». Esta noble, digna y altruista imagen es la que Amnesty ha
sabido ofrecer
y le ha valido numerosas simpatías y elogios en
todo el mundo
y una favorable acogida por parte de los «mass
media». Pero precisamente desde hace algún tiempo, sin embargo,
(*) Editions Dominique Martin Mourin, Boue!e, 1982.
(1)
Cfr., sobre Mac Bride, el anexo núm. 2, págs. 302 y sigs.
484
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
las actuaciones concretas de Amnesty International han comen
zado a revelar que detrás de esa apariencia se ·oculta una rea
lidad bien distinta. Y es precisamente su aspecto real, lo que
tras la lectura de las páginas de este interesante libro se des
cubre, detrás de esa máscara de humanitarismo irrepochable, de
total independencia
y de rigurosidad objetiva con que se ha
tratado de disfrazar la
organizaci6n, se
esconde un
tentáculo
más
de la hidra revolucionaria, que intenta
y desgraciadamente
consigue, ser un vehículo para
la subversi6n marxista.
Y es que ese movimiento imparcial, Amnesty International
-como dice Rugues Kéraly en la presentaci6n de la obra, y se deduce a través de todas las páginas del libro-, ni siquiera hace
gala de las virtudes que ella misma autoproclama en su defi
nici6n.
Ni por
la imparcialidad, desmentida sin lugar a dudas por
el nombramiento de un dirigente. comunista,
Derek Roebruk, en
la dirección del «Departamento de investigaciones», de Amnes
ty; el «sistema nervioso» de la organización, que selecciona los
dossiers, envía los investigadores, redacta los informes y or
questa desde Londres, para todo el mundo, las campañas de
militantes (2).
Tampoco para
la defensa de los derechos humanos, escogi
dos,
corregidos y seleccionados al servicio exclusivo de un par
tido: el comunista.
Y menos aún en lo relativo a los «presos de opinión», que
como se definen en su propaganda «no han hecho uso de la
violencia», donde se encuentran tanto asesinos como terroristas.
Asesinos políticos, canonizados por la Revolución, como puede
ser el caso de los «presos de
opinión» españoles,
miembros de
organizaciones «no violentas»
-así catalogadas
en los dossiers
de Amnesty-, como, por citar ejemplos
próximos, los
terroris
tas de ETA, FRAP o GRAPO. A esta tarea en servicio de la verdad, a esta labor de desen
mascaramiento de Amnesty International, se lanzó en solitario,
hace ya dos años, Rugues Kéraly, redactor-jefe del diario fran
cés Présent, en su interesante obra
Enqutte sur
un organisme
audessous de tout
soupgon (3 ),
que supuso una de las prime
ras acusaciones públicas a la referida organización.
(2) Cfr., sobre Roebruck, el anexo núm. 1, págs. 298 y sigs.
(3) Publicado por Itinéraires, noviembre de 1980. Prólogo de Jean
Madiran.
485
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
El argumento del trabajo de Kéraly era tan trágico como
esclarecedor. Si hay que ser terrorista chileno o verdugo afgbano
para entrar en
la definición
de «no violento» manejada por
A1nru,sty, cuando
los asesinatos masivos del comunismo escapan
de tal condena, es, decía Kéxaly, que la peor mentira del Par
tido está impuesta en la práctica a los miembros
de la orga
nización.
Y es que, al leer atentamente la propaganda y los textos de
Amnesty se observa con claridad
cómo ésta recoge la noción di
cotómica de la violencia tal como es empleada por los mar
xistas.
La violencia causada por el Estado es considerada injusti
ficable en todos sus aspectos y, especialmente, en lo concernien
te a la tortuta, y más en concreto son consideradas
rechazables
las
legislaciones antiterroristas y las leyes especiales que agra
van las penas por actos subversivos. Todo esto, a los ojos de
Amnesty International, constituye un tipo de manifestación re
presiva ejercida por el Estado contra los ciudadanos. No olvi
demos que,
parailustrar sus
propósitos, esta organización reac
cionó enérgicamente contra la ratificación de
la Convención Euro
pea Antiterrorista.
Donde hay
que identificar el
origen
de esta distorsión de
Amnesty es en el momento de constatar que este punto de vista
está enteramente de acuerdo
. con
la lógica de
los l!deres revolu
cionarios
que
designan el orden establecido como una violencia
tal cual, no viniendo la violencia revolucionaria más que des
pués, encontrando
as! su
justificación atentados, secuestros, ro
bos, muertes, ejeCl!ciones Y. .. t~or, que no son más que casos
de legítima defensa contra un orden esencial e intrínsecamente
injusto que se
halla en constante agresión.
Pero Amnesty Intemational no empieza su actuación hasta
que
el proceso de violencia se ha vuelto irremediable y se ins
cribe en una espiral sin fin de provocaciones y represión, en
este momento Amnesty afirma, con aire inocente, que
«habla
una
vez violencia» (la del Estado, natutalmente), descuidando
resaltar sus causas, olvidando los marcos históricos. Los deteni
dos no son terroristas ni asesinos, sino que se convierten en sus
dosssiers y propaganda en «dulces», «puras» e «inocentes» víc
timas.
Por eso, por esa complicidad con los procesos revoluciona
rios, y por que, como señala Kéraly, todas las naciones de la
486
Fundaci\363n Speiro
INFO'RMACION BIBUOGRAFICA
tierra están amenazadas por el comunismo, los cinco continen
tes acusan a Amnesty International.
De este trabajo conjunto nace la obra que ahora comenta
mos. Sus autores, unidos por la empresa del lanzanúento de un
diario católico
francés, han desarrollado una
investigación
·pa
ralela
y
multiplicada en todo el mundo. Una investigación con
tra quince organizaciones internacionales, ciento cincuenta inves
tigadores, mil quinientas publicaciones y cinco mil sacerdotes.
La obra está estructurada en un plan geográfico. Consta de
cuatro partes: investigaciones, relatadas en un ágil estilo perio
dístico; unos interesantes anexos sobre Roebruck, actual direc
tor del «departamento de investigaciones» y ditigente comunista;
otro sobre Sean Mac Bride, fundador, en 1961, de
la organi
zación, dedicado profesionalmente,
como él mismo ha dicho, a
la revolución, y otro interesante anexo sobre la Iglesia y Am
nesty. Contiene, además, un dossiet de documentación, una in
teresante bibliografía sobre la organización y unos prácticos ín
dices onomásticos.
La primera parte, Rencontres en Amériqu~, desarrollada por
Kéraly, estudia con profusión
de datos, y no sin un fino humor,
el
tema de
los «desaparecidos» chilenos
y argentinos.
La segunda investigación, de Alain Sanders, Main Bdsse sur
L'Afrique,
escrita por tres temas principales: Marruecos, el Zai
re, de Mobutu, y la problemática racial del Africa del Sur.
Una tercera, debida a Jean Nerle, experto en temas asiáti
cos, denominada
Dans la poudriere asiatique: Moscou contre
Pékin, donde se estudian los dramas de Afghanistán, del Sudes
te asiático y, por 6ltimo, la India y Taiwan. .
·
La
última parte de
la que es autor Francis Bergeron, Europe
de L'Est: le communisme _ amnistié, donde se relatan y anali
zan
las actuaciones de Amnesty en Europa, tanto Occidental
como del Este.
Se
trata, en definitiva de
un libro esclarecedor al servicio
de la verdad, causa que, desgraciadamente en nuestro días, goza
de pocos partidarios. Y, por ello, especialmente recomendable
a cuálquier lector, porque, _coriio señalan los aµtores, nadie pue
de escapar · de la amenaza del comunismo.
R. BOTELLA.
487
Fundaci\363n Speiro