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Número 247-248

Serie XXV

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La enseñanza, ¿liberación o servidumbre?

LA ENSE~ANZA: ¿IJBERACION O SERVIDUMBRE?
POR
AGRIPINA SANZ GA.RcfA
La educación de la persona humana será liheradora, en la
medida en que haga al hombre más hombre.
«La educación consiste esencialmente, en la formación del
hombre
tal cual .debe ser y debe portarse en esta vida terrena
para conseguir el fin sublime para el cual ha sido cteado» (Pío XI,
Divim illius magistri). ·
Sin embargo, en la prevista Reforma de la Enseñanza, en
España, este fin de la educación queda sustituido por otro más
inmediato:
·
«La

misión de las
Enseñanzas Medias será dotar a los ió­
venes de los instrumentos y conocimientos indispensables para
valerse en el

mundo
que nos ha tocado vivir» (Documento «Hacia
la Reforma». Declaración de intenciones. MEC., 1983 ). Diferencia notoria entre ambos pátrafos, ¿no les parece?
Por lo visto, a los actuales alumnos sólo les importa «valerse»
en este mundo. Sus interrogantes
fundamentales quedarán

sin
respuesta, pero, eso sí, poseerán profundos conocimientos
téc­
nicos.
Penetremos un poco más en esta nueva Reforma: ¿hacia
dónde va?, ¿qué tipo de hombre quiere conseguir?
El mismo
documento del

MEC, citado arriba, nos da· la res­
puesta:
«Los objetivos generales que dehe
alcanzar el alumno serán
los

siguientes:
1) Desarrollar su capacidad de trabajo
en equipo.
2)

Fomentar
el cumplimiento de los deberes sociales.
3)
Participar en
la convivencia democrática.
4) Favorecer su inserción en
la sociedad.
5) Orientar su elección profesional».
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AGRIPINA SANZ GARC,A
La educación es reflejo de la sociedad, ahora bien, si se ha
tildado a los regímenes capitalistas de usar la educación como
reproductor social, las «democracias» socalistas les han sobre­
pasado, llevando
el control de la enseñanza hasta límites de dic­
tadura
socio-cultural.
Según Manjón «todos están persuadidos de que quien domi­
na en la escuela
domina en
las
almas y
en los pueblos. El Es­
tado se ha erigido en amo de la enseñanza y ha llegado a creerse
legítimo dueño de las
almas, hasta

el punto de
impedir que otro
las eduque sin su permiso o intervención.
Este es el hecho, y para muchos infelices que peroran, legis­
lan o escriben, éste es el derecho, mas, para los que piensan por sí, esto es el socialismo hecho y derecho, y de la peor clase: es
el socialismo sobre las inteligencias y por ellas, sobre las
almas,
y por ellas, sobre las personas, de toda la juventud. Gritando libertad, nos han dejado
sin la de educar a nues­
tros hijos. El Estado, puede y debe enseñar cuando no hay quien
lo haga, pero no puede erigirse en unico maestro de maestros>>.
(Andrés Manjón, alocución al Congreso Católico de Burgos, 1899).
¿No les parecen estas palabras de
máxima actualidad?
¿Qué
es, si no, el proyecto de nuevo bachillerato que ímpondrá el MEC,
y que ya ha iniciado con carácter experímental desde el curso
1983-84? Las razones que el mismo documento del MEC, da a favor
de este cambio se reducen casi fundamentalmente, a la existe­
cia de un «gran índice de fracaso escolar, aumentado por
la
inadecuación de · los planes de estudio a la sociedad que se aveci­
na.
Urge, por
tanto, preparar al alumno
para la vida».
¿Es esta, una enseñanza.media
(bachilleram) propia
de.
quie­
nes

van a dedicar su vida a
la invesrigación, o a profesiones
que requieren grandes conocimientos especulativos? O, más bien, no se trata de sustituir las
E. M. ·tradicionales
por una enseñanza elemental, única, infantilizada
y desnacio­
nalizada, que desplaza la
fortnación científica . y

humanística y
la sustituye por planteamientos lúcidos e inductivos? ·En este nuevo Bachillerato
¡reneral, se

unifican los dos pri­
meros cursos del hasta ahora vigente BUP y el primer ciclo de
Formación Profesional. .Las

disciplinas que
ímparten conocimien­
tos
dentíficos y humanísticos pasan del 86 % de la ocupación
escolar en BUP al
50 % en el total del ciclo inicial del nuevo
Bachillerato general (los dos primeros cursos). Desaparecen por ejemplo, asignaturas
como' el

Latín, Griego, Etica. La Historia
y la Geografía se sustituyen por unas «Ciencias Sociales», con
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LA ENSE&ANZA: ¿UBERACION O SERVIDUMBRE?
uu contenido aún sin precisar: estudio del entorno inmediato
. del alumno y de los distintos tipos de sociedades.
La asignatura de Religión se maotiene, pero optativa: o
re­
ligión

o nada. ¿Qué creen Vds. que preferirán los alumnos, de
por sí inmersos en un an;ibiente descristianizado?
Coherentemente con el objetivo de preparar al alumno para la
vida, apara:e una nueva asignatura, con el nombre de «Edu­
cación para
la convivencia», con contenidos no perfilados aún,
pero de los que se prevé su alcance manipulador. Volvamos a hacernos
la pregunta: «Liberación o esclavitud aterradora?
Curiosamente, en los nuevos planes;. el cambio nO se ob­
serva tanto · en los contenidos como en la metodología. Todo
se centra en la enseñanza lúdica, activa, en el desarrollo de
habilidades, de la capacidad de interpretar datos, del manejo de la lengua. Pura forma sin contenido:
¿ cómo pueden desarro­
llarse capacidades interpretativas o culturales sin datos en qué
fundarse?
En
. Lengua

y Literatura. no hay
·programas, sino
la obliga­
ción de leer un número de obras fuera de clase, de las que
al­
gunas

se comentarán. en
el aula. Y como objetivo de la asig­
natura de Lengua: «adquirir vocabulario y
desinhibir al ha-
blante». .
Además, la improvisación y ausencia de orientaciones es to­
tal.
Los centros que experimentao la Reforma reciben órdenes
contradictorias
continuas en

vez del material prometido y so­
ñado.
En realidad, no hay enseñanza propiamente dicha, sino la
utopía de una ilimitada «actividad» del alumno, todo ello sin base cultural alguna.
Claro está que para lograr implantar con éxito esta
Refor•
ma

hay que reformar primeramente al profesorado.
Según
portadores del

MEC, hay que «acabar con la lección
magistral para conseguir una metodología activa. Esto implica
un
cambio de

imagen del profesor y la necesidad de subsanar
su falta de preparación metodológica mediante cursillos de
re­
conversión del profesorado».
También implica un cambio de .la imagen del centro, puesto
que su
objetivo ya
no es
preparar para
estudidos universita­
rios, y un cambio en los ctiterios de selección de profesores
que ya no valorarán sus conocimientos, sino. su preparaci6n me­
todológica. Por otro lado, obligar a que todos cursen el ciclo inicial de
este nuevo Bachillerato General es un error.
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AGRIPINA SANZ GARCIA
El bachillerato no es la única enseñanza. media, sino una de
ellas, la previa a estudios universitarios. Por tanto, su conteni­
do no· debe ser informativo e instrumental como ahora se pre­
tende. Parten de que
el primer ciclo de Formación Profesional ha
sido un fracaso,
y como solución pretenden extenderlo a to­
dos
los alumnos,

para que participen
sin discrimin.ación en él,
ya que los «empleos mocYernos» se aprenden en el propio sis­
tema productivo.
Se busca la fusión del BUP y F. P., porque su división es
«fruto de la burguesía y reflejo
de una
concepción
maniquea».
Los

dos cursos primeros del nuevo Bachillerato General
pa­
sarán a constituir un «ciclo polivalente», prolongación obliga­
toria
de la EGB, al cual podrán acceder todos los muchachos
que hayan cumplido los catorce años, hayan aprobado o no la
Básica.
·
«Ampliar

la escolaridad hasta los 16 años y establecer una
formació11 básica

común es una demanda social generalizada
y una exigencia del avance
aceleradlsimo de -la técnica. Es un
paso exigido por
la realidad socioeconómica y cultural, ya que
los
al\J1llnos sin

graduación escolar son bolsa de marginación
y delincuencia» (Docto MEC).
De una entrevista con
José Segovia, Doctor Gral. de E. M.
(junio de
1984), obtenemos el siguiente dato: «Se dice que
cualquier reforma de educación que _amplie la escolaridad
gra­
tuita y obligatoria implica una rebaja . en el nivel de conteni­
dos.
A esto hay que contestar que sí, que se produce una re­
baja en el nivel de información, pero no una rebaja en la de­
mocratización de la
enseñanza sino

todo lo contrario» ( revista
Muface, julio-agosto de -1984 ).
En definitiva, se trata de propugnar unos planes que qui­
zá puedan representar un -progreso para determinados pueblos
que empieza a salir del colonialismo o del analfabetismo, pero
para España sólo puede
significar la

continuación
de la ero­
sión cultural que venimos padeciendo desde· hace años.
Considero, totalmente de acuerdo con el «Informe sobre
la reforma de las E.
M.», documento

elaborado por la Socie­
dad Española de Estudios Clásicos (Madrid,
1984), del que
he recogido toda la información que se
expone en

este artícu­
lo, que:
«la capacidad de
asimilación de las nuevas técnicas y de
adaptación
a· un

mundo en que éstas
revivan, se
obtiene me­
diante:
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LA ENSERANZA: ¿LIBERACION O SERVIDUMBRE?
- una formación básica y sólida en las materias correspon­
dientes a los fundamentos de esas técnicas;
-
· de

su formulación o expresión en palabras o conceptos
(lengua propia y lengua extranjera o segunda lengua, Latín,
Griego, Filosofía); -
y. ~ la capacidad de comprensión de esas nuevas realida­
des, mediante la
fanúliaridad fundamental
con la
naturaleza hu­
mana

en sus
manifestáciones creadoras
y en sus realizaciones
históricas,
así como

del marco
físico y
humano en que se desen­
vuelve el hombre (Literatura, Historia, Arte,
Geografía, His­
toria Universal) y del conocimiento de otras culturas en que se
hallan las que son raíces de la española, como las Humanidades
Clásicas, y que sirven de contraste con ella, haciendo posible
un mejor análisis o entendimiento de
·1a realidad

(Humanidades
antiguas, otras
culturas modernas,

etc.).
·
Quizá todo lo anterior haya contribuido a dilucidar el trans­
fondo del slogan de la Reforma: «educar para la libertad».
Li­
bertad,

entendida aquí como desarrollo del
espíritu crítico,
crea­
ción de
. una

mente pluralista, en la que no cabe la certeza, ac­
tividad lúdica en
el vacío, sin contenidos, sin verdad.
¿Puede ser educar para
la libertad una educación que no
lo es en la verdad, si
s6lo «la verdad hace libres»?
Pues bien, «captar
las relaciones
más hondas entre los
di­
versos

fenómenos naturales
es. la
meta del auténtico saber, de
esa forma de sabiduría que nace con la admiración
y culmina
con el sobrecogimiento. Para admirarse y sobrecogerse
se re­
quiere

estar a
la escucha, cultivar el sentido del respeto a lo
profundo
y ejercitar la voluntad de perseguir su secreto reve­
rentemente hasta sus últimas implicaciones. Formarse es con­
ferir a la propia persona una
figura coherente,

unificada, en
vin­
culación dinámica del entorno».
Estas frases
. de
López Quintás nos descubren el sentido pro­
fundo de la educación, tarea
s(lgrada y espléndida. Sólo. podrá
ser realizada por el hombre que consagre sus inmensos recur­
sos a un solo empeño: la
defepsa de la verdad.
De

hecho el hombre
acrual se
encuentra. en unas condiciones
que exigen imperiosamente un educador:
1)
· Complejidad de la sociedad: implica la inutilidad del
hombre por sí mismo, es tributario de los demás.
2)
Presión de los «mass media»: aun en el supuesto de
que no se intente manipularnos, el hombre se ve inmerso en
.
informaciones

que
acepta sin reflexionar.
3)
Ritmo acelerado de evolución: el hombre debe ser edu-
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AGRIPINA SANZ GARCIA
cado para adelantarse a nuevas circunstancias, problemas y so­
luciones.
·
4) Pérdida del sentido de la vida: si no hay fin no tienen
sentido las vicisitudes diarias,
y se explican los · 10.000 inten­
tos de suicidio de cada día.
Las sociedades,. cuando están caducas neC'esitan para rejuve­
necerse algo más que hombres: necesitan principios.
Urge, por tanto,
proponer valores, peto esto no es posible
sin replantearnos qué es el hombre, lo que supone, a su vez,
plantear la cuestión de Dios.
La Cultura laica: parte de que el hombre pertenece a la
naturaleza y a sf mism,o.
La Cultura católica: parte. de que el hombre pertenece a
Otro, que no sólo nos
ha creado
sino· redimido amorosamente.
Esta pertenencia está más acorde con la experiencia humana, porque es evidente que nadie se ha hecho a
s! mismo.
«La

escuela
·es el
lugar donde los jóvenes se
abren a
los
grandes problemas de la existencia. Los educadores cristianos deben estar en la escuela con la conciencia
. de ser comunicado­
res

del motivo por el que viven,
y de transmitir la cultura».
La

Iglesia es el único lugar
donde se
realiza una liberación
auténtica, y es la única
capaz de

conducir
a la
Humanidad a
cotas de mayor libertad, en
el sentido social, histórico, pol!­
tico

...
Los amigos de
la Ciudad Católica· queremos redescubrir
nuestra tarea en este
momento grave,
en que·
se juega
el por­
venir humano y cristiano de nuestra sociedad.
Admitamos el reto que nos lanza nuestra
cultura, el

Evan­
gelio tiene

virtud para renovarla. «La fe es falsa, superficial,
teórica, si -no se· traduce en cultura».
Ser pedagogo, conductor y gula de seres en formación ha
sido
en toda época una profesión extraordinariamente suges­
tiva.
Si. nos
respondemos los hombres actuales a la gran apela­
ción que nos dirigen las generaciones jóvenes
--desorientadas
hasta

el desamparo por los todopoderosos medios de comuni­
cación-, entraremos en una época sombría de decadencia.
¿Cómo responder? Pues bien, termino proponiendo, en lí­
neas generales, la experiencia educativa de ¡¡n gran pedagogo ac­
tual español. Su conocimiento de la juventud a lo largo de 50
años, su empeño en la formación del hombre, su certera visión
· de

la situación de la Iglesia le han llevado a crear un nuevo
estilo de vida para que los laicos sean fermento en
la masa y
adquieran conciencia de su compromiso bautismal, cristianizan-
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LA ENSEil1ANZA: ¿UBERACION O SERVIDUMBRE?
do las estructuras temporales en que están inmersos: familia,
amistad, enseñanza, cultura, trabajo ...
El programa de humanismo pedagógico que propone y ense­
ña el P. Tomás Morales se resutne en estos puntos:
La auténtica educación es «la que se propone la formación
de
la persona humana, en orden a su último fin» (Gravissimum
educationis,
1 ).
La educación tiene que formar:
1) Personalidades maduras,' con iniciativa y responsabilidad
que posean juicio crítico para resistir a la manipulación de los
medios .de información y comunicación.
2) V alares permanentes, insistiendo en temas fundamenta­
les, sentido de
la vida y de las realidades, libertad y responsa­
bilidad.
Objetivos del educador.
1) Enseñar a pensar: «Trabajad por pensar bien, esforzaos»
(Pascal). Enseñar a pensar para
descubrir la Verdad, que es la
realidad de las cosas.
El hombre auténtico no es el que resuelve todos los
proble,
mas,

sino
el que al profundizar en los problemas ve ampliarse
hasta
el infinito los misterios que ocultan.
2)
Enseñar a querer: No sólo pensar bien; sino querer con
eficacia. El corazón percibe lo divino,
lo bueno, lo bello que hay
en

las cosas. Ayuda al entendi!IIliento, pues sólo conocemos bien
lo que amamos. La educación de la sensibilidad ayuda eficazmen­
te a la educación de la voluntad.
Los jóvenes saben, quieren, pero no pueden.
Hay que acertar a encender en las almas la llama del ideal. «La permisividad no hace felices a los hombres, porque
el
hombre es y se realiza en la medida en que sabe imponerse exi­
gencias a sí mismo» (A. Frossard,
No tengáis miedo).
Educar la libertad.
Se· educa dejando amplios márgenes de acc1on.
Es motivar con paciencia las razones que impulsan para ac­
tuar. No es obligar a proceder con rectitud a fuerza de prohibi­
ciones y normas.
Educar para «ser» y no -.para_ «tener».
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AGRIPINA SANZ GARCIA
Juan Pablo II, en Santo Domingo, nos espoleaba:
«Ofreced una nueva luz
de Cristo».
«Sed
fieles a

vuestra historia
de fe».
Comenzábamos con
la pregunta: ¿Liberación o servidumbre
por
la enseñanza? .
Liberaremos: tenemos un amplio programa para llevar a la
práctica y

para seguir llevándolo los que lleváis tanto tiempo en
estos afanes. Jesús mismo, único Maestro, que liga la libertad con el cono­
cl¡niento de

El mismo
-«Conoceréis. la

Verdad, y la Verdad os
hará libres»-
qos ayudará

a realizarlo.
1066
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