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Número 261-262

Serie XXVII

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La «Perestroika»

LA "PERESTROIKA"
POR
ANGEL MAESTRO
Decía ·recientemente Alejandro Zinoviev, una de las prmc1-
pales figuras de la disidencia rusa, que las palabras «perestroika»
y «glasnot», «reestructuración» y «,transparencia», aunque ésta,
según expertos en lengua rusa, puede ser también utilizada
como «publicidad», están Uegando a ser conceptos de uso tan
común en Occidente que han superado amplísimamente el ám­
bito, no solo de los especialistas en temas marxista,leninistas,
sino de los expertos de la lengua. rusa. Al igual que en 1957, la
palabra «sputnik» superó ampliamente su sentido en e1 diccio­
nario ruso,
para convertirse en .palabra de uso ·común en Occi­
dente, por todos aquellos que no tenían la más ligera idea, sino
más bien
el más absoluto desconocimiento del alfabeto cirílico.
Con perestroika y glasnot
ha ocurrido ya algo similar, fru­
to· del más colosal lavado-de cerebto por medios pacíficos, y
de las más gigantesca desinformación, sino de la ignorancia sin
paliativos,
de tantos representanes de los «mass-media», verda­
deros defortnadores
de opinión. No solo la desinfortnación, mag­
níficamente desarrollada por los soviéticos; sino la ingenuidad, el
desconocimiento y el querer
que. las cosas sean c'omo uno quiere,
sin concesión
ninguna, · no ya a la lógica, sino a la realidad.
Micl,el. Heller, uno de los mayores expertos en e1 universo
comunista, ha escrito hace solo unos
días: «En el mes de no­
viembre de 1987, el mundo
ha sido gratificado con el libro».
Naturalmente,
el libro, as! calificado, con «el», por excelencia,
no
podía ser otro que «Perestroil chov.
El político eminente, comprensivo, abierto, inteligente,
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que ha hecho que la Humanidad posea un nuevo benefactor que
añadir· a
la lista de los grandes .hombres.
¿ Y qué es «Perestroika»? Pues un conjunto de fragmentos
a veces inconexos entte sí, como informes dél secretario general,
textos de sus
entrevista"s có.ti. ciudadanos .. soviéticos, entrevistas
con extranjeros en el Kremlin, adobado todo ello con un espí­
ritu pretendidamente
crítico sobre dificultades en la economía,
denuncias de
algún aspecto negativo evidente de 'la realidad· so­
vié_tica: y, sobre todo, la crítica de los anteriores s·ecretarios ge·
nerales.
Esto
ya es una constante en la historia soviética: Jruschof
criticando
li Stalin,· Breznev a Jruschof, y Gorbachov al largo
periodo brezneviano. Siempre el secretario
general anterior es
culpable de todos los errores: la «stagnátion» b=11eviana, el
subjetivismo de Jruschof, el culto a la personalidad de Stalin.
Gorbachov;
y seguimos con Heller, utiliza en su obra un tru­
co típicamente estaliniano, como puede comprobar fácilmente
todo aquel que haya seguido la vida
y la obra del déspota geor­
giano.
Es la repetición.
Gorbachov escribe reiteradamente: la perestroika
significa, la
perestroika significa -así hemos contado por 1o menos ocho ve­
ces--, hasta llegar a la conclusión final: la peresttoika es la re­
volución. Pero, eso sí, se cuida mucho de decir que no es la re­
volución de octubre, o por lo men el mismo plano. ·
Todo adornado hasta la saciedad, hasta el paroxismo repe­
titivo, de que está de acuerdo con el
pensamiento de Lenin. Bran­
ko
Lazitch, otro de · los grandes y verdaderos expertos sovietólo­
gos de verdad, señala que esta .característica básica de la . obra,
asombrosamente
ha pasado inadvertida . entre los innumerables
cronistas que han comentado
la misma. Es su profundo, total y
absoluto leninismo.
Así, los lectores españoles pueden vet, también, cómo al
principio casi de la obra, un
subcapírulo de la misma aparece,
con la inevitable particularidad del lenguaje soviético,
y es el ti­
tulado «Lenin, fuente ideológica de la perestroika». ·
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Pero esto a los· comentaristas españoles, al igual. que a los
franceses, o los yanquis, generalmente no les ha interesado casi
para nada. Prefieren hablar de
la «detente» con los Estados Uni­
dos, de
sus afanes Iiberalizadores y democráticos, en fin, de to­
dos "los t6pícos gorbacboviános. Pero de la fidelidad a Lenin,
casi nada. No interesa para el concepto gobarcboviano que se ha
forjado en sus conciencias, y que ellos quieren difundir.
Sin
embargo, la realidad es, como de costumbre, bien distin:
ta: fidelidad a Lenin, hasta la saciedad, «Fuente inestimable de
pensamiento creativo dialéctico, de riqueza teórica, de sagacidad
política. Es, hasta. en su imagen, mi ejemplo inmortal de fuerza
moral: .. ».
Después, y de nuevo volvemos. a· Lazitcb, en «Est-Ouest»,
diciembre de 1987, en un capitulo titulado
«Cómo vemos el
mundo hoy», Gorbachov, dice: «Nos
llega nuestra inspiraci6n
de Lenin. Son .ellas
-las ideas de Lenin-las que alimentan
nuestra filosofía de las relaciones internacionales y el nuevo modo
de pensamiento». ·
Nunca. pronunció Lenin, éomo generalmente se cree -al
igual que tantas frases suyas que nunca dijo--lo de los tontos
útiles. Lenin sí dijo, en 1921, en
una n.oticia dirigida al comisario
del pueblo en cargado de asuntos
e> también el pintor y escritor Yuri
Annenkov-lo relata: «Los capi­
talistas del mundo entero y su•· gobiernos en su conquista del
mercado soviético cerrarán los ojos sobre la realidad y de este
modo se transformarán en cie,ios, sordos y mudos» « ... no so~
capaces de comprender nuestra situación actual ni nuestra rela­
ci6n de fuerzas actuales
... , deben ser considerados como sordo­
mudos y conviene tratarlos como tales»;
Lenin dijo: «la revolución no sigue jamás una .evolución Jl.
neal, una programación continua, sino avances y retrocesos, de
ataques y de calmas durante las cuales las fuerzas revoluciona­
rias se refuerzan a la espera de un nllevo ataque».
Gorbachov repite innumerables veces esta idea, pero sin ci-
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tar, naturalmente, la noticia textual de Lenin y concluye: < tra -política exterior, abierta y honesta, la debemos a Lenin».
Gorbachov. quiere volver a Lenin, el hombre que creó la
Checa, el. que creó los primeros gulags y el que hizo posible el
sistema soviético. Cuando Gorbachov habla de seguir a Lenin,
de imitarle, de copiarle, naturalmente no cita frente aquellos
que ven en
sus palabras la democracia en la URSS, lo que dijo .
Lenin: «la democracia integral es el eslogan falso de un liberal
que toma a los trabajadores por imbéciles».
Se quiere presentar. a Lenin no coni gen alejada de la realidad. Citemos textualmente una frase de
Lazitch sobre un
Lenin que se quiere presentar \igado a la «Pe­
resrro,ika»: «poco importa que este Lenin sea un falso Lenin,
ningún responsable político de occidente no descubritla la super­
chería fácil de descubrit consultando simplemente la edición so­
viética de las ®ras de Lenin». «El occidente avalará todo», dijo
Stalin a
su entorno en tiempo de las grandes purgas.
Gorbachov
aprovechó para difundir en Europa y en los paí­
ses de lengua inglesa su propia propaganda bajo forma de una
obra perfeétamente
adaptada a una ment,ilidad dé tontos útiles.
Gorbachov ha convocado át' pueblo soviético y a toda la Huma­
nidad progresista para
el año 2017, cuando se cumpla el primer
centenario del «Gran Qctubre».
Los occidentales comentan ansiosamente un «Best Seller»,
donde no solamente se presenta la apologfa de la falacia y dé la
falsedad en
contrast~ con la realidad, sino que, como buenos
tontos
. útiles, . contribuyen a su propio suicidio.
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