La Iglesia frente al Islam

LA· I~LESIA FRENTE-.AL ISLAM
En el mes de septiembre de .1990, y merced a la conexión
existente entre mi
gran amigo el profesor norteamericano Robert
Hickson y el escritor francés Arnaud de Lassus, recibí una
invita­
ción del Centre Montauriol para participar en su III Congreso,
que tuvo lugar en Lourdes en el
mes de febrero siguiente sobre el
tema La identidad cat6lica europea. Antonio Martín publicó en
Verbo la · crónica de las· jornadas, de modo que nuestros lectores
ya conocen de la notable asistencia --'-Cerca de quinientas perso­
nas, en su mayoría procedentes del
sur de Francia-, del .contenido
de las intervenciones ~ decano J ean Malmezat, el historiador
pdttugués Antonio de Bivar, el autor de esta nota y el profesor
Jean de
Viguerie entre otro-y del fervor. de las celebraciones
litúrgicas en la
más pura tradición de la Iglesia.
Allí mismo surgió espontáneamente una corriente de simpatía
entre los asistentes
e,;;pañoles de la Oudad · Católica y las iniciati­
vas del Centre Montauriol. No podía ser de otro.modo, pues, según
supimos por su presidente, Amaud Jayr
-joven profesor de filo­
·sofía y agricultor· de Montauban--,...., se sentían herederos de la
labor de formación cívica y acción cultural según e!derecho na­
tural y cristiano promovida por el Office Internatirmal de J ean
Ousset hasta su desaparición. Aunque hacían hincapié
también en
la importancia de la cuestión religiosa, en una
línea resueltamente
· ligada a lo que ha sido la labor de Jean Madiran y su ltinéraires.
Al año siguiente, volvimos a recibir una invitación, y por las
mismas fechas del mes de febrero fue realidad el IV Congreso,
esta
vez sobre La defensa de la civilizaci6n cristiam, También los
lectores de
Verbo fueron puntualmente informados, esta vez por
la nota de Juan Cayón, del éxito de la reunión.
Ibamos a encon­
tramos
·en Lourdes con algunos amigos del año anterior, .al tiempo
Verbo, núm. 303-304 (1992), 441-443 441
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MIGUEL A YUSO
que a reunirnos con nuevos part1e1pantes. Así, tuvimos ocas1on
de cambiar impresiones con Jean de Viguerie, con el almirante
Berger o con Monseñor W ach. Y conocíamos a
Daniele Masson,
de quien
recordábamos su libro sobre la nueva derecha, y que
acababa de
dar a la estampa una biografía deliciosamente escrita
de Madiran. O veíamos
por vez primera fuera de su monasterio
a
Dom Gérard, 0.S.B. O lamentábamos que Gustave Thibon no
pudiera finalmente. asistir, retenido por
un t!'1Ilporal de nieve.
Este año, los pasados
días 25 y 26 de abril, se ha cel~brado
el V Congresd -coincidendo con el X aniversario del Centro-,
también en Loru:des, y con La Iglesia frente al Islam como tema.
De nuevo hemos acudido los amigos españoles, y de nuevo hemos
participado activamente
en los trabajos del Congreso. La brillante
intervención de Andrés Gambra sobre
«España, la Reconquista y
el Islam» fue
muy aplaudida y coJllentada. Completaron, con
nuestro amigo, la
lista·\:le'los. oradores: Pierre Augier, el profesor
Jacques Douyau,
el padre Avril, el coronel Aglúlipour y Jean de
Viguerie. También este año,
COlllO en los anteriores, ha destacado la
presencia entusiasta y numerosa de los miembros del Instituto
de
Cristo Rey, encabezados por su .superior, Monseñor Wach. Pero
el plato fuerte ha sido el patronazgo y la . presencia del cardenal
Sil vid Oddi. Como hace dos años el cardenal Stickler, esta vez ha
sido el príncipe de
la Iglesia italiano quien ha atraído en Jll8YOr
medida la atención de los . congresistas y de los Jlledios de comu­
nicación. En un almuerzo muy reducido e interesante tuvimos
ocasión de conocer la opinión . del prefecto emérito de la Congre­
gación del Clero sobre variadas y trascendentales cuestiones.
En fin, otro nuevo
éxito del Centre Montauriol, que nos tiene
acostumbrados a reunir importantes
personalidades, ya sean los
cardenales mencionados, ya el abad de
Le Barroux, ya el archidu­
que
Otto de Habsburgo. Enhorabuena, pues, a Arnaud Jayr y a
todo
su inteligente y amable equipo, entre el que no podemos de­
jar de mencionar expresamente a V alérie Fages. El mero hecho
de tocar el tema del Islam, y
la amenaza que supone, desde un
ángulo combativo y
afirmativo de los valores de la catolicidad es
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LA IGLESIA FRENTE AL ISLAM
ya una buena noticia .. Cuando la crítica alcanza además la inteli­
gencia y se caracteriza por
d rigor que han brillado en la reunión
de Lourdes, la alegría
ha di; ser aún mayor. No estaría de más
que se dieran por enterados nuestros compatriotas de lo que
preocupa
al otro lado de los Pirineos. Por Ío menos, para este
laboratorio
de idess que pretende ser Verbo, la reunión de Lourdes
ha significado recuperar una temática que desde la muerte del
inolvidable Julio Garrido estaba intacta
-salvo d seguimiento
siempre certero de Manud
de Santa Cruz--y que no querríamos
quitar de nuestro punto de mira.
MIGUEL AYUSO.
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