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Número 307-308

Serie XXXI

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Europa y las ideologías

EUROPA Y LAS IDEOLOGIAS
Bolzano para los italianos -BCYlen. en alemán-, hoy encua­
drada dentro de la región autónoma del Trentino-Alto Adige o
Südtirol respectivamente, constituye un enclave formidable donde
la latinidad y la germanidad se
abrazan. Quizá por eso los fun­
dadores del Institut Jnternational d'Études Européens «Antonio
Rosmini» la eligieron com.o sede del mismo y más de treinta años
después sigue reuniendo a sus miembros en las actividades

que
para el cumplimiento de
sus fines organiza. Nombres cdlno los de
Adolfo
MuñCYl Alonso -'-que fue el primer president<>--'-, Miche­
le Federico Sciacca, Alois Dempf, Giovanni Ambrosetti, Luis
Legaz, Michel Villey o Marino Gentile, todos desaparecidos, vie­
nen unidos a la ya larga y fructífera vida del Instituto. En nues­
tros días, bajo la presidencia del ilustre romanista
y antiguo rec­
tor de la Universidad de Salzburgo, profesor Wolfgang Waldstein,
y con el profesor Danilo Castellano como director, vive un nuevo
renacimiento que augura importantes logros en la tarea de
des­
brozar las malezas que dificultan la unidad europea y de propor­
cionar a la misma una base sólida que supere tantos planteamien­
tos alicortos y unilaterales como los que en muchas ocasiones
lastran tales buenos propósitos.
Este año, los pasados días 1, 2

y 3 de octubre, se ha
celebra..
do el XXXI Convegno Internazionale del Instituto, bajo el lema
«Al de
la di Occidente e Oriente: Europa. Su! necessario oltre­
passamento delle contrapposte ideologie». En el histórico Palazzo
Mercantile, y con traducción simultánea italiano-alemán, se han
sucedido las ponencias y comunicaciones, acompañadas de los a
veces animados coloquios y de las siempre provechosas conversa­
cicmes de pasilld y de café.
En la primera sesión, además del saludo de las autoridades
presentes y
de las palabras inaugurales del presidente ~que cen­
traron el significado del tema de la reunión-, se desarrollaron
las ponencias de los profesores Francesco Gentile y Josef Seifert.
El profesor Gentile, ordinarid
de filosofía del derecho y decano
de la Facultad de Derecho de la Universidad de Padua, afrontó
«II problema dell'integrazione europea», destacando el
carácter
perturbador de las categorías centrales de la ciencia política mo­
derna, en particular soberanía estatal. Desde ese planteamiento
se abren nuevas vías
-y menos emponzdfiadas--a la integración
europea. El coloquio ulterior resultó de una gran animación,
ha­
bida. cuenta de la carga polémica de la inteligente ponencia .del
Verbo, núm. 307-308 (1992), 955-958 955
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MIGUEL A YUSO
profesor Gentile. El profesor Marco Balzarini, ordinario de de­
recho romano, conrribuy6 no poco con sus sugerencias al éxito
del coloquio. La segunda ponencia de la sesión, que se discuti6
conjuntamente con la primera ya referida, corrió a cargo del
rec­
tor de la Academia Internacional de Filosofía de Liechtenstein
---discípulo de Dietricli von Hildebrand~, desenvolviéndose en
un terreno
filosófico general. El profesor Seifert, a diferencia de
Gentile -<¡ue, según hemos visto, se encaró brillantemente con
un problema
muy concreto-,-, presentó un cuadro de conjunto
sobre las relaciones entre filosofía e ideología, señalando la
fun­
ci6n de la filosofía cómo saber de la realidad y superador de las
ideologías. El profesor Giancarlo Giurovich, de la Universidad
de Udine, en una comunicación muy
lograda prolong6 las refle­
xiones de Seifert, en el sentido de no confundir el rechazo
de
utopías -e ideologías con el recto ejercicio de la razón que es pro­
pio de la
filosofía.
La segunda jornada se dividi6 en dos sesiones. En la primera,
por la mañana, intervino en primer lugar, el profesor W aldstein,
presidente
del Instituto, según quedó ya dicho, con una «relación»
sobre la
ideología del pluralismo liberal. En ella subrayó las de­
ficiencias consustanciales al modelo pluralista liberal, mostrando
su incompatibilidad con el pensamiento
cat6lico. En concreto,
sintetizó
muy agudamente en una breve serie de proposiciones
todo el complejo ideol6gico que sustenta esa posición, discutién­
dolas en
la · formulaci6n de algunos de sus expositores más coti­
zados, sobre todo el filósofo Karl Popper. En segundo. término,
el profesor J oseph Schmucker-von Koch, de la Universidad de
Regensburg, centr6 ·su ponencia en el humanismo europeo como
fundamento de la crítica de las ideologías. Schmucker, en una
metáfora brillante,
comparó Europa con un texto que habría que
leer, de modo que
nos ha sido dado y nuestra misión radica en
interpretarlo y no en crearlo. En el coloquio posterior ambos
planteamientos fueron objeto -de abundante discusi6n, especial­
mente el segundo, contestado por algunos de los participantes,
en cuanto toca a la formulación de unos
_ derechos humanos sin
fundamento como destilado de ese humanismo instrumento de la
auténtica crítica de
las ideologías. Ello dio ocasi6n al profesor
alemán a apuntar también los aspectos débiles de ese humanismo
europeo que tan claramente muestra la ideología de los derechos
humanos.
-
Por la tarde, en la tercera sesión, tres fueron las ponencias
objeto
de estudio. La primera versó sóbre el derecho como su­
perador de las ideologías contrapuestas, y fue defendida por el
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EUROPA. Y LAS IDEOLOGIA.S
profesor Leonid Mamut, de la Academia de las Ciencias de Mos­
cú. En la segunda, nuestro amigo el profesor Jean-Marc Trigeaud,
de filosofía del
derecho en la Universidad de Burdeos, utilizó
como hilo conductor la metáfora
de Europa como la tierra inte­
rior,
explayando la idea de lo justo en ese contexto. Su texto se
caracterizó por
la brillantez y originalidad de que vienen tocados
todos los que salen de su pluma. Finalmente, el profesor Remo
Bessero Belti, de Stressa, se cicupó de la idea de Europa
en el
pensamiento
de Rosmini, con una exposición cálida y atractiva.
La tercera jornada, en la cuarta sesión, intervinieron el autor
de esta nota y el profesor de.la Universidad Urbaniana de Roma
Darlo Composta. Por mi parte, en la ponencia «Identita culturale
e istituzionalizazione nell'integrazione europea», quise tratar las
cuestiooes básicas
en que el lenguaje europeísta se muestra equí­
voco cuando no nocivo. Así, laicismo y dirigismo tecnocrático sólo
pueden
ser superados recuperando la verdadera identidad de los
pueblos de Europa y la institucionalización que el principio de
subsidiiuiedad ofrece. De este modo, a través de · la problematiza­
ción de los vicios del «occidentalismo» o del
«cáncer de Occiden­
te», se
hace posible comprender mejor la trayectoria de oposición
de España respecto de Europa, tanto más llamativa cuanto que
lo más original
del pensamiento espafiol no es el chauvinisme,
sino
el universalismo desde el arraigo en lo propio. En el coloquio,
el profesor Gentile mostró las similitudes con su exposición
de
la primera jornada, insistiendo en que las tensiones supra e infra­
nacionales que yo había expuesto no eran sino producto del con­
cepto
de Estado y su cualidad de soberano. En efecto, nada me
podía agradar más que esta coincidencia, cuando el punto de
partida de mi intervención estaba en una cita de Alvaro d'Ors
sobre la aporía que en el presente suponen la crisis del Estado,
el mundalismo y
el naciooalismo anarquizante y disgregador. El
profesor Composta, en la última de las ponencias, disertó sobre
«La
scoperta dell' America: evento e modello della missiooe civi­
lizzatrice dell'Europa». Fue una auténtica alegría comprobar cómo
utilizaba como fuente principal el libro que nuestro gran amigo
el
profesor argentino Alberto Caturelli ha dedicado a El nuevo
mundo
y que lleva por subtítulo El Descubrimiento, la Conquista
y la Evangelizaci6n de América y la cultura occidental. El padre
Composta, bien conocido
por sus abundantes -libros y por su pre­
sencia coostante
en acontecimientos culturales de variada índole,
contribuyó a la conmemoración del quinto centenario de la «in­
vención»
de América con su aporte a unas jornadas de naturaleza
eminentemente europea.
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A continuación tuvo lugar la clausura del Convegna, no sin
antes anunciar que el año
próximo, Dios mediante, el tema de
lds trabajos girará en torno de la construcción de Europa, «tra
la autonomia e la integrazione».
No quiero concluir sin añadir
algunas observaciones. En pri­
mer
término, expresar la satisfacción con que he acudido a tan
prestigioso foro y el elevado nivel que han mantenido todas
las
intervenciones. Además de Jas ponencias, un elevado número de
comunicantes
han contribuido al éxito de la reunión. Así, por
ejemplo, nuestro buen
amigo el profesor Aldo Penasa, miembro
fundador del Instituto y
su primer secretario general, lúzo un
breve repaso de su lústoria. Y el profesor austriaco Thomas
Chai­
mowicz · destacó con sus siempre atinados comentarios, así como
su amplio conocimiento de la realidad lúspánica. Entre los asis­
tentes se encontraban, además, los profesores Gianfranco Morra
(filosofía política, Bolonia), Vera Passeri (literatura, Bolonia),
Wladik Nersensiants (filosofía del derecho, Moscú), Giorgio Penzo
(filosofía, Padua), Claudio Bonvecclúo (filosofía política, Trieste),
Giovauni Cordini (
derecho constitucional, Pavía) y Giustino
d'Orazio ( derecho constitucional, Trento
), entre otros. En segun­
do lugar, distingnir la inteligencia y orientación con que el pro­
fesor Danilo Castellano, de la Univetsidad de Udine, dirige el
Institut International d'Études Européens «Antonia Ras,nini».
Hacía tiempo que había tenido la oportunidad de conocer su eje­
cutoria, a través de artículos dedicados al durante tantos años
colaborador de estas páginas, Marce! de Corte, y otros de filosofía
moral y política de extraordinaria agudeza. Las largas
conversa­
ciones que he podido sostener con él durante estos días de con­
vivencia me han permitido conocer mejor su obra, y espero traer
pronto a
Verba comentarios de algunos de sus últimos libros.
Pero, en el marco en que
se mueve esta crónica, lo que debo
encarecer es su trabajo al frente del Instituto Rosmini. Su activi­
dad en la preparación y ejecución de
los congresos, y en la edición
de sus actas, es digna del mayor
de_ los encomios. Muchas insti­
tuciones
se agostan por la falta de .un impulsor activo y generoso,
o por la orientación excesivamente vaporosa de los principios
t¡ue inspiran sus actividades. El profesor Castellano une a sus
capacidades de organización el entendimiento muy nítido de los
fundamentos que justifican esa acción. Por ello, creo, como ade­
lantaba al principio, que el equipo Waldstein-Castellano está en
condiciones de asegurar
. una brillante trayectoria a un organismo
de ya larga y fecunda tradición.
MIGUEL AYUSO.
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