Índice de contenidos

Número 367-368

Serie XXXVII

Volver
  • Índice

II Jornadas Hispánicas de Derecho Natural

CRÓNICAS
II JORNADAS HISPÁNICAS DE DERECHO
NATURAL
Entre los días 10 y 15 de septiembre de 1972, convocadas por
el profesor Francisco Elías de Tejada, tuvieron lugar las I Jorna­
das Hispánicas
de Derecho Natural, a resultas de las cuales se
creó la Asociación Internacional de Iusnaturalistas Hispánicos
"Felipe II", al tiempo que algunos de sus miembros daban vida a
secciones locales
en sus distintos países ---especialmente Chile,
Brasil e
Italia-y procedían a organizar jornadas y reuniones
para desarrollar
el espíritu de aquéllas. En el libro de Miguel
Ayuso,
lLlfilosoj,a jurídica y política de Francisco Elías de Tejada
(Madrid, 1994),
puede encontrarse una apretada reseña de tal
actividad,
de la que también -en lo que se refiere a Italia-se
ocupa Pino Tosca en su Jl cammino della tradizione (2.ª ed., Ri­
mini, 1995). Las actas de las jornadas fundacionales, editadas en
1974 por la Biblioteca Hispánica de Filosofía del Derecho, que
dirigía el profesor Francisco Puy, curador también del volumen
de que hablamos, portaban el título de El derecho natural hispá­
nico. Los que -por razones cronológicas-no pudimos asistir
sabemos por dichas actas que el discurso de apertura corrió a
cargo del profesor Elías de Tejada y el
de clausura de nuestro
director
Juan Vallet de Goytisolo. Ponentes fueron Vladimiro
Lamsdorff-Galagane, Manuel Fernández
de Escalante, Emilio
Serrano Villafañe y Antonio-Enrique Pérez-Luño. Brindaron tam­
bién panoramas de la situación del derecho natural en sus res­
pectivas culturas jurídicas el Barón
van der Heydte, Frederick D.
Wilhelmsen, Guy Augé, Giovanni Ambrosetti, José Pedro
Galviio
de Sousa y Gonzalo Ibáñez. Fueron comunicantes Tomás Ba­
rreiro1 Alberto Montero Ballesteros, Ángel Sánchez de la Torre,
Juan Antonio Sardina Páramo y Michele Federico Sciacca. Final­
mente, presidieron las sesiones
don Mariano Puigdollers, Antonio
Verbo, núm. 367-368 0998), 715-723.
715
Fundaci\363n Speiro

CRÓNICAS
Castanheira Neves, Rafael Gambra, Gabriel de Armas, Francisco
Puy y Jaime Brufau. En Verbo, núm. 107-108 (1972), págs. 845-
863,
puede verse una detallada crónica.
El prematuro fallecimiento del profesor Elías de Tejada y la
que Miguel Ayuso, en su libro citado, ha llamado "volatilización"
de su escuela, cortaron las alas de
la prometedora Asociación,
cuyos ideales en lo que ·hace a España se refugiaron
en la activi­
dad cultural y política carlista (más ampliamente tradicionalista), y
en las páginas de la revista a que dirijo estas líneas y en el aire de
las reuniones
de amigos de la Ciudad Católica, a las que -unas y
otras-también había contribuido el propio Elías de Tejada y que
antes y después sostenía y a Dios gracias sigue sosteniendo Juan
Vallet de Goytisolo, no por casualidad albacea testamentario de
Elías de Tejada, que en su condición de maestro original no ha
dejado de incorporar a su obra los latidos de la tejadiana. Fuera de
nuestras fronteras, el profesor chileno Gonzalo Ibáñez seguiría ani­
mando unas jornadas de derecho natural hasta 1987, al tiempo que
el inolvidable maestro y amigo que fue José Pedro Galvao de
Sousa -a quien tuve el privilegio de conocer en la reunión de la
Ciudad Católica de Sevilla, el año 1991, uno antes de su falleci­
miento--proseguía consciente la tarea de predicar el iusnaturalis­
mo clásico en
tierras lusitanas, pero no por ello menos hispánicas.
Hacia el
año 1996, el patronato de la Fundación Elías de
Tejada, que preside Juan Vallet de Goytisolo, por iniciativa de
Miguel Ayuso, comenzó a trabajar para la organización de unas
II Jornadas Hispánicas de Derecho Natural en el vigésimo quinto
aniversario de las primeras. No pudo ser el pasado año de 1997,
pero finalmente han tenido lugar en Córdoba durante este que
corre hacia su fin entre los días 14 y 19 del septiembre pasado.
Había
de resultar para ello imprescindible la contribución del
Seminario Permanente
de Filosofía Jurídica "Francisco Elías de
Tejada", creado por la Fundación y el Departamento de Filosofía
del Derecho de la Facultad cordobesa, y dírigido por los profeso­
res Ayuso
y Diego Medina. Si aquél pergeñaba el programa y lla­
maba a los ponentes extrayéndolos de sus abundantes redes inte­
lectuales, éste exhibía unas extraordinarias dotes de organizador
al tiempo que, gracias a la contribución
de la Universidad,
716
Fundaci\363n Speiro

CRÓNICAS
Ayuntamiento y Diputación de Córdoba, como de la Junta de
Andalucía, pero sobre todo de CajaSur -sin cuya generosidad no
hubieran podido celebrarse---, allegaba los fondos necesarios
para su desarrollo. Por eso, tres años después
de la creación del
seminario, desde la que se
han celebrado jornadas anuales y otros
actos académicos, la reunión a que se contrae esta crónica ha sig­
nificado, sin embargo, un esfuerzo, pero también por ello un
éxito, verdaderamente extraordinario
y de difícil comparación no
sólo en el horizonte peninsular sino estrictamente internacional.
Tras la sesión inaugural, en que -junto a las palabras de los
miembros del Comité
de honor presentes-Juan Vallet de Goy­
tisolo pronunció la lección inaugural, portentoso tepaso por entre
los cultores hispanos del derecho natural, y en el que no sólo
pudo apreciarse la erudición sino también y sobre todo el discer­
nimiento, las ponencias se desgranarían a lo largo de los seis días
siguientes.
Así, se situó el derecho natural hispánico entre los dis­
tintos iusnaturalismos (Lamas y Negro), entre la ontología y la cri­
teriología (Serrano y Window), entre la naturaleza y la historia
(Medina y Palomar), entre la ética y la política (Bénéton y Cas­
tellano), entre el hecho y el derecho (Bastit y Ferreira da Cunha).
A continuación, y después
de abordar su pedagogía (Dip y
Gentile), se acotó su incidencia en los distintos sectores del orde­
namiento jurídico. El derecho público (Ayuso y Grasso), el dere­
cho penal (Pérez del
Valle y Ronco) y civil (Castán y García
Cantero). Para,
en un tercer bloque, divisar el estado del derecho
natural -en algunos casos como ciencia, en otros como objeto­
en las distintas culturas jurídicas: germánica (Seidl y Waldstein),
francesa (Sériaux y
Vallan,on), italianas (Composta y Giurovich),
anglosajona (Ewbank y Molnar), hispanoamericana (lbáñez y
Montejano), lusitana (Bigotte
Choclo y Lema Garcia) y española
stricto sensu (Cantero y Martínez-Sicluna). Finalmente, el profesor
Guido Soaje, uno de los maestros del tomismo mundial, director
del Instituto
de Filosofía Práctica del Consejo de Investigaciones
Científicas de la Argentina, clausuró la reunión, con presidencia
del Decano de
la Facultad de Córdoba, profesor Manuel Torres,
que siempre ha apoyado el Seminario Permanente, aun antes de
su nombramiento como Decano. De los treinta y cuatro p_onentes
717
Fundaci\363n Speiro

CRÓNICAS
señalados sólo cuatro no pudieron asistir (Composta, Seidl, Wald­
stein
y Ewbank), enviando en cambio por escrito su texto, a
excepción
de don Daría Composta, por causa de enfermedad, a
quien deseamos
una pronta recuperación. Incluso desde ese
punto,
un gran éxito, inhabitual en congresos de la magnitud del
presente. A los treinta ponentes, además,
han de unirse los presi­
dentes (Fernández
de Escalante, Lamsdorff-Galagane, Iturmendi,
Porras del Corral, Badillo, Puy y Maciá) y otros profesores
que par­
ticiparon continuada y activamente (Zafra Valverde, Pagallo, Gas­
lini,
Finzi, Cayón, Fernández de la Cigoña, Rodríguez Reinares y
Albert).
Si sumamos a otros colegas que hicieron acto de presen­
cia esporádica e incluso a estudiantes universitarios
que desearon
asistir, superamos el
número de cincuenta participantes, cifra im­
portante a la vista del carácter de seminario cerrado que tenía. Una
palabra también merece el sistema
de doble ponente instaurado, y
que aunque redujo el tiempo de cada expositor, multiplicó el
número
de los intervinientes y fomentó la discusión. Un acierto.
Como se espera la aparición
de las actas para los primeros
meses del
año que ·viene, es preferible deferir a la misma la eva­
luación
de los textos discutidos. De gran nível todos, de orienta­
ción neta la inmensa mayoña, las discusiones
-abundantes y cor­
teses
por lo general, ateniéndose a lo que Miguel Ayuso pidió en
la introducción a los trabajos: cortesía, claridad y caridad-han
sido elucidadoras y esclarecedoras. También han servido en cier­
tos casos para contemplar
el distinto paso del tiempo por unos y
otros, algunos firmes
en las convicciones, otros casi instalados en
una suerte de iusnaturalismo "débil". El análisis individualizado
sería
muy ilustrativo, pero quede para otra ocasión, si la hubiere ...
Y cerremos
con lo anterior esta crónica, que podría alargarse con
las charlas de café, y con las visitas artísticas, y con los actos socia­
les
en el Círculo de la Unión, y con el ambiente de simpatía y cor­
dialidad
que le dieron los organizadores y que lo invadió todo, y
con el buen hacer y el encanto de la azafatas ... Agradeciendo sus
desvelos a los mecenas, especialmente a
don Miguel Castillejo
-presidente de CajaSur-, y a los organizadores.
JUAN CAYÓN
718
Fundaci\363n Speiro