José María Carballo Fernández

INMEMORIAM
JOSÉ MARÍA CARBALLO FERNÁNDEZ
El día 31 de agosto de 1998, Dios se llevó a su seno el alma
de nuestro amigo José María Carballo, queridísimo por mí desde
los años 1948 y 1949
en que coincidimos en Logroño, él como
inspector de utilidades y yo como notario. Después de llegado él
a Madrid, sería buen amigo de cuantos frecuentaban las reunio­
nes de los martes en General Sanjurjo, hoy José Abascal, 38, a las
que fue muy asiduo mientras su salud se lo permitió, maravillán­
donos con sus amplísimos conocimientos y feliz memoria.
También
participó, con algunas ponencias, en nuestras Reu­
niones anuales de amigos de la Ciudad Católica.
En
1936, como oficial de complemento de artillería, intervino
en La Coruña en el levantamiento militar del 18 de julio, y luchó en
dicha arma toda la guerra. Terminada ésta ingresó en la Academia
de Artillería de Segovia, de donde salió, con el grado de capitán,
para Rusia con la División Azul, participando
en la campaña de
invierno 1941-1942 en el frente del Volchof. A su regreso, sería des­
tinado como profesor a
la Escuela de Aplicación y Tiro de Artillería.
En 1945, a petición propia, se retiró
de la carrera militar, para
poder opositar al cuerpo de Intendentes al servicio de la Hacien­
da Pública, en el que ingresó el mismo año. Después de setvir en
varios destinos y diversas provincias, fue trasladado a Madrid, al
Ministerio de Hacienda, nombrándosele en 1958 Subdirector
General
de Información Financiera y Estudios Actuariales.
En 1962 desempeñaría el cargo
de Subdirector General de la
Oficina Colaboradora
con el Banco de España.
Y
en noviembre de 1970 cesó en este cargo, para ser nom­
brado Jefe del Servicio Central
de Información de Riesgos en el
propio Banco
de España, en el que permaneció hasta jubilarse el
23 de octubre de 1982.
En 1966, se doctoró
en 'economía en la Universidad de Roma,
con calificación Cum laude.
Verbo, núm. 367-368 (1998), 745-747 745
Fundaci\363n Speiro

IN MEMORIAM
A sus conocimientos profesionales de balística, econorrúa,
alta matemática, automación e informática, se sumaban como
hobby los de astronomía (tenía un telescopio con el --cual, desde
la terraza de su casa, escrutaba el firmamento), filosofía, historia,
biblística e, incluso, ciencias ocultas. Conocía perfectamente las
lenguas vivas francesa, portuguesa, inglesa, alemana,
rusa e ita­
liana, -y de las muertas, bastante hebreo, griego, latín y algo de
sánscrito.
En Verbo hemos publicado sus artículos; El mito tecnetróni­
co: La automación como encrucijada (núm. 77, págs. 591-613),
El intento de liberación del hombre por la técnica (núm. 83,
págs. 207-224), Empresa y sociedad (Mito, 'Praxis" y poder) (núm.
90, págs. 969-986), Sub specie ludí (sobre el maoísmo estratégico)
(núm. 111-112, págs. 161-179), La economía de la acción pura (el
precio del bienestar)
(núm. 115-116, págs. 549-571), Mare ex
nostrom (núm. 117-118, págs. 721-741), Poderosos y miserables
(núm. 119-120, págs. 1011-1024), En torno a la estatificación de
la economía (sobre la parcialidad económica del Estado)
(núm. 128-129, págs. 1075-1109), Riesgo y ventura de las empre­
sas multinacionales)
(núm. 131-132, págs. 139-163), La irrefre­
nable y estéril inflación
(núm. 179-180, págs. 1193-1198), Riesgo
y ventura de
la propiedad en las economías mixtas (núm. 185-186,
págs. 649-683).
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Reciba su viuda Fany la expresión de nuestro sentimiento.
¡Descanse
en la paz del Señor!
]. B. VAUET DE GüYTISOLO
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