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Número 369-370

Serie XXXVII

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Un diccionario para la rehabilitación del lenguaje y de la ciencia políticos

CRÓNICAS
ción (Javier Sáenz del Castillo), la revolución telemática (Gustavo
Blanco), las cofradías de Semana Santa (Antonio Sánchez), el
nacionalismo (Mateo Argerich), la enseñanza de la religión
(Lourdes Redondo) y
el apostolado juvenil (Roser Juanola).
La asistencia al Santo Sacrificio de la Misa, ofrecido por nues­
tros amigos los padres Arredondo, Martínez Cano y Sospedra, el
rezo del Santo Rosario y la Bendición final con el Santísimo ali­
mentaron
en la piedad el trabajo intelectual de los tres e intensos
días. Intervenciones brillantes, participación numerosa, abundante
presencia juvenil, ambiente alegre y cordial, han vuelto a aparecer
como cada año
en nuestra cita otoñal. Después continúa el trabajo
silencioso y constante,
en Verbo, en las publicaciones de Speiro, en
las reuniones de martes y jueves, en el apostolado intelectual y poli­
tico a que cada uno en particular se dedica ... Perseveremos y aun
redoblemos nuestros esfuerzos para extender el reino de Cristo.
A.T.
UN DICCIONARIO PARA LA REHABILITACIÓN
DEL LENGUAJE Y DE LA CIENCIA POLÍTICOS
El nombre de José Pedro Galvao de Sousa no es en absoluto
desconocido para
el lector atento de Verbo desde los años seten­
ta. Pues colaborador si
no asiduo, si habitual de nuestras páginas,
éstas
todavía en su vida vieron la contribución póstuma de
Francisco Ellas
de Tejada y Spínola -de quien fue amigo, com­
padre y conmílite desde los años
cuarenta-sobre su altísima sig­
nificación
en la cultura brasileira, lusitana e hispánica, para luego
-tras su fallecimiento en 1992-acoger las necrológicas de Esta­
nislao Cantero,
Juan Vallet de Goytísolo y el autor de estas lineas,
y
aun otra contribución mía ulterior. No hemos ocultado nunca,
pues, que el profesor paulista se encontraba entre nuestros maes­
tros más seguros
y queridos.
Uno de sus últimos proyectos, comenzado alrededor de 1980,
y del
que nos habló en sendos viajes a nuestra tierra peninsular,
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CRÓNICAS
respectivamente en 1984 y 1992 -precisamente para participar en
dos Reuniones de amigos de la Ciudad Católica-, era un Diccio­
nario que reuniera las voces principales concernientes a la ciencia
política,
en su acepción clásica, arquitectónica, por tanto, y supe­
radora de su degradación y reducción positivistas. En 1992 incluso
nos dejó a algunos amigos
una serie de voces al objeto de que Je
diéramos nuestro parecer y eventuahnente le sugiriéramos altera­
ciones o adiciones.
La obra se encontraba a la sazón, según nos
dijo, prácticamente cerrada. Con él habían colaborado sus disápu­
los el profesor y académico Clovis Lema García -también buen
amigo del autor de estas lineas-y el magistrado José Fraga
Teixeira de Carvalho. Una nota liminar nos infonna ahora
de cómo
han sido ellos los
que han debido realizar la labor final de unifi­
cación
de estilos y corrección de textos. También de que la viuda
del profesor
Galvao, Alexandra Chequer -y quienes la conoce­
mos bien somos capaces de ponderar hasta qué punto es
cierto-,
no ha cejado hasta lograr la edición de la obra (*).
Desde esta casa de Verbo, que fue la del mastro desapareci­
do, como sigue siendo la de
su viuda y sus discípulos, sólo pode­
mos encarecer el valor de la obra, verdaderamente extraordina­
rio, cuya confesada
tntentio no es sino la restauración del len­
guaje político para la rehabilitación de la ciencia política. Así,
pues, más allá de los equívocos y 1nentiras de las ideologías,
busca ofrecer el significado auténtico de los conceptos funda­
mentales de la política
en perspectiva histórica y filosófica.
Empresa verdaderamente hercúlea
-digna por lo mismo de un
espíritu hispano de raza-, en la línea de la 1nejor tradición cató­
lica y llamada a tener -si fuéramos capaces de difundirla con­
venientemente--- notable trascendencia. En el curso de
una
reciente reunión científica internacional, de la que nuestros lec­
tores han recibido noticia -las II Jornadas Hispánicas de Derecho
Natural-, tuvimos ocasión de comprobar sur place la impresión
que la obra de nuestros amigos brasileños hacía a otros colegas,
(*) ]OSÉ PEDRO GALVÁO DE SOUSA, CLOVIS LEMA GARClA y JOSÉ FRAGA 'fEixEIRA DE
CARVALHO, Dicionário de Política, T. A. Queiroz, editor, San Pablo, 1998,
558 pág,.
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italianos y españoles principalmente. Concretamente, los pro­
fesores Danilo Castellano
y Pietro Giuseppe Grasso me nota­
ban,
por comparación -por odiosas que sean y en particular
ésta-con el Diccionario de Bobbio, Mateucci y Pasquino, tra­
ducido -¡cómo no!-al castellano, y bien conocido y publici­
tado, la importancia de la
obra a que se contrae esta nota, por
su valía y su limpidez. Entre nosotros, efectiva1nente, la Fun­
dación Francisco Elías de Tejada tiene en estudio la posibilidad
de una edición castellana, y no sería cosa pequeña lograrlo,
como en el resto de las principales lenguas. También en este
sentido hemos tenido distintas conversaciones con los colegas
italianos. Todo ello al margen de las voces de interés local exclusivo,
de las que se pudieran añadir ad boc para cada cultura jurídico­
política, así como de algunas omisiones que en una visión más
general aparecieran
-nuestro amigo Giovanni Cantoni ha seña­
lado alguna en la inteligente nota que ha estampado sobre la
obra-y aun de las enmiendas o añadidos que pudieran suge­
rirse. El recién creado Centro de Estudos de Direito Natural
"José Pedro
Galvao de Sousa", que reúne a buena parte de la
escuela del inolvidable maestro
de que ha tomado el nombre, y
entre ellos -junto con los coautores del Diccionari(}-al que­
rido amigo
que es el profesor Ricardo Dip, ha comenzado a dar
fruto. Fruto
madurado a lo largo del tiempo, oculto y callado,
luego también humildemente florecido.
El iusnaturalismo cató­
lico,
en particular el hispánico, está de enhorabuena. Extensible
en puridad a todo hombre de buena voluntad, que busca éon
sincero corazón la verdad que este Diccionario procura liberar
de tantos velos como la ideología ha ido cubriendó a lo largo
del tiempo.
MIGUEL AYuso.
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