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Número 369-370

Serie XXXVII

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El principio de subsidiariedad y la experiencia jurídica española

CRÓNICAS
que, "cuando esta generación (a la que pertenezco) acabe su
andadura en esta vida, caiga sobre Ayuso (principalísimamente)
el
peso de todas las instituciones, fundaciones, revistas que aún
representan a la España tradicional y católica. Y (si Dios no lo
remedia) sin
el apoyo moral de la actual Iglesia, desviada y clau­
dicante". Manifestando su confianza
en que "él sabrá estar a la
altura, aun al precio de cargar un gran peso sobre sus espaldas".
Ter1ninó refiriéndose "a este ignaro Gobierno «de centro,.
que, tras haberse hecho con los ineptos votos de los católicos,
está haciendo más
daño a la fe y a España que el precedente
gobierno socialista".
"En la Enseñanza no se trata ya de pagar
más a los profesores de Religión -cuestión única que parece
preocupar a
la Conferencia Episcopal-, sino de crear una nueva
asignatura, una Ética
·de los valores•, laica, que se base en las
nociones de Pluralismo, Tolerancia, Solidaridad y Derechos Hu­
manos, que erradique de las mentes infantiles toda referencia
religiosa a
un Credo, a unos Mandamientos y a las nociones de
pecado y justificación".
Las emociones, contenidas, se desbordaron con las palabras
del maestro. Y es que Rafael Gambra se cuenta entre esos pen­
sadores auténticos, que no repiten las opiniones corrientes, sino
que desvelan la realidad de las cosas. Un lujo para Navarra, para
España y para el pensamiento tradicional, del
que siempre ha
sido esforzado custodio.
JUAN CAYÓN
EL PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD
Y
LA EXPERIENCIA JURÍDICA ESPAÑOLA
Los pasados dias 14 y 15 de diciembre, en la afamada Facultad
de Derecho de la Universidad de Padua, se ha celebrado,
en cua­
tro sesiones de mañana y tarde,
un seminario sobre "El principio
de subsidiariedad y la experiencia juridica española", dirigido
por
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CRÓNICAS
el profesor Francesco Gentile, catedrático de Filosofía del Derecho
y durante mucho tiempo Decano de la
Facult¡.d, y con participa­
ción
de los profesores José Miguel Serrano, i de la Universidad
Complutense, y Miguel Ayuso, de la Pontificia Comillas
(ICADE),
ambas de Madrid. Colaboraron generosamen(f' en su desarrollo,
además del propio profesor Gentile, los profesores patavinos Ugo
Pagallo, de Teoría General del Derecho, y
Fra~'cesco Cavalla, tam­
bién de Filosofía del Derecho. Y vimos, entre tros, a los doctores
Fracanzani, Massilniliana Bettiol, Ancona y
F rasin, entre otros.
Finalmente, el profesor Danilo Castellano, d la Universidad de
Udine, tuvo la amabilidad de acudir desde
sµ Friuli a la región
Véneta, para estar presente
en alguna de las ~esiones. La víspera
de
su comienzo, además, el diario ll Gazz¡,ttino, de Venecia,
estampaba una extensa y destacada contribpción del profesor
Gentile encareciendo la importancia de la
temttica a tratar.
Desde estas páginas, y antes de reseñar apretadamente el sen­
tido de lo
ali! dicho, debe encarecerse en pri~er lugar, la crecien­
te atención que ha empezado a dispensamos
up distinguido grupo
de profesores italianos: Gentile, Castellano,
Gr~sso -y sus respec­
tivas
escuelas-, ligados, además, por vinculüf de afecto y proxi­
midad doctrinal. Por nuestra parte, desde muy
pien pronto, hemos
correspondido muy sincera1nente a ese interé~, y puede verse no
sólo a través de nuestras páginas, sino en inifiativas diversas en
que algunos de los amigos de la Ciudad Cató1ica colaboran, bien
sean cursos universitarios de verano, bien enj el seno de la Real
Academia de Jurisprudencia y Legislación, bie~ en las II Jornadas
Hispánicas de Derecho Natural
-donde tan n~trida como intensa
y notable fue la aportación
italiana-, bien incluso en la bibliogra­
fía manejada por algunos de nuestros colabor:¡dores más asiduos.
Hemos
de agradecer, en esta ocasión, y muy especialmente, la aco­
gida del profesor Gentile, intelectual y
person~l. que el seminario
a
que se refieren esta líneas refleja sin.el menpr género de duda.
El profesor Serrano, bien conocido de nuesfos lectores, por sus
siempre agudas contribuciones, presentó
en 11nanera omnicom­
prensiva, desde distintos ángulos, los probleinas que plantea la
cuestión de
la subsidiariedad. Especial interés tpvieron sus referen. -
cias a la temocratización que se adivina en lf eclosión hodiema
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CRÓNICAS
del derecho comunitario, a la relación con la división de poderes
-donde se ve la riqueza del principio de subsidiaridad más allá de
los rigidos esquemas del constitucionalismo--, y a su conexión con
la regionalización.
La temática española encontró de ejemplos ade­
Cllados
en cada uno de los niveles mencionados. Miguel Ayuso, por
su parte, en una intervención more srx:rático, comenzó recordando
la necesidad de situar las realidades y conceptos políticos en el con­
texto cultural e intelectual
en que se han gestado. Así, aprovechán­
dose de una disyunción perfectamente fijada
por el profesor
Gentile, lo que
la doctrina social de la Iglesia llamó principio de
subsidiariedad
-si bien la realidad así den01ninada no nació con
su formulación, sino que ésta leyó
en una experiencia eterna de la
naturaleza
humana-arraiga en la "inteligencia (clásica) de la poli­
tica", mientras que hoy los acontechnientos fluyen desde la "razón
(moderna) de Estado". He ahí, pues, la principal difiCllltad que la
experiencia de hoy presenta para acoger el principio de subsidia­
riedad, y que
no debe maquillarse en modo alguno. La ejemplifi­
cación la buscó el profesor Ayuso
en la realidad histórica del
"fuero" y del "foralis1no", por contraposición con el nuevo regiona­
lismo (incluso nacionalismo) del llamado Estado de las Autononúas.
Sin embargo, sirviéndose de nuevo de una interpretación del pro­
fesor Gentile, sostuvo a continuación que la mera recepción del
principio de subsidiariedad en el derecho comunitario -y la dis­
cusión que ha
abierto-muestran un canúno desde el Cllal redes­
Cllbrir una exigencia de la naturaleza humana que acompaña ine­
xorablemente a todo derecho y toda política que quieran ser fieles
a la tradición que tales y nobles palabras evocan.
A. T.
UN RECUERDO PIADOSO DEL PROFESOR
FREDERICK D. WILHELMSEN
Los lectores de Verbo están familíarizados con la obra del finí­
simo filósofo
en la esCllela de Santo Tomás y Cllitor del tradicio­
nalismo hispánico
en la versión más rigurosa del carlismo estríe-
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