José Antonio Ferrer Benimeli (coord): Masonería y periodismo en la España contemporánea

INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
José Antonio Ferrer Benimeli: MASONERÍA
Y PERIODISMO EN LA ESPAÑA CONTEMPORÁNEA,.,
Un nuevo libro de la "cuadra" Ferrer Benimeli -lo de cua­
dra
no tiene connotaciones peyorativas-, sobre la Masonena. Y,
naturalmente, es favorable a la Masonena. Los trabajos, muchos,
son
en general flojos. Y algunos muy malos. La tesis generaliza­
da, con alguna excepción,
es la del enfrentamiento entre unas
personas amantes de
la tolerancia, las libertades y el progreso
con
una Iglesia reaccionaria, apegada al absolutismo y que que­
na la destrucción, incluso fisica, de aquellos angelitos. La tesis es
falsa.
Es cierto que la Iglesia mostró siempre, hasta Ferrer Beni­
meli y sus hermanos, aversión a la Masonena. Pero
es falso que
la Masonena fuera una institución benéfica, tolerante y respetuo­
sa.
Quena la destrucción de la Iglesia. Y no lo dice quien esto
escribe.
Lo dicen la Historia y hasta los artículos que el libro
publica.
La Iglesia se opuso, decidida y hasta desabridamente, a
la Masonería. No hacia más
que defenderse ante un enemigo
declarado.
Que a veces se mostrara crédula ante crueldades, puñales,
sacrificios, juramentos ... , que se autoalimentaban del secreto ma­
sónico y
de sus ritos, por una parte, y de las condenas por la otra,
también es cierto. Como lo
es que hubo sangre vertida por maso­
nes. Y que ellos estaban detrás de todas o casi todas las medidas
persecutorias de
la Iglesia. En España, en Europa y en América.
Otro libro, pues,
que hace muy poco honor al jesuita Ferrer
Benimeli y a
la Compañía de Jesús que tiene entre sus miembros
(•) Universidad de Zaragoza, Zaragoza, 1993, 322 págs.
Verbo, núm. 389-390 (2000), 827-853. 827
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a Ferrer Benimeli. Y que fue tan odiada por los masones como
la Iglesia de la que forma parte.
Que Franco no se mostró especialmente benévolo con la
Masoneria es sabido de todo el mundo. Los datos aducidos apor­
tan muy poco a lo que
ya se conoce. Y ello es parte sustancial
del libro.
La pobre masoneria defendiéndose de los ataques de la Igle­
sia, tesis del trabajo de Enriquez del Árbol, es absolutamente falsa.
Más bien la Iglesia se defendía de los ataques de la Masoneria,
aunque no lo hiciera con melosidades. Que los judíos, entonces
sin peso específico alguno
en España, fueran incluidos en los ata­
ques a
la secta y asimilados a ella, es una transpolación debida al
poco afecto que se tenía al "pueblo deicida". Siendo tan malos los
masones algo
tendrian que ver con los malisimos judíos.
Uno de los mejores trabajos es el de Aldo
A. Mola, Director
del Centro para la Historia de la
Masoneria en Roma, que, real­
mente, desentona
de la mediocridad de la mayoria de los artícu­
los. También es bastante imparcial el del francés Charles Porset,
con
un interesante análisis de la prensa gala. El de Almuiña se
limita a analizar
una conferencia pronunciada en Burgos por el
sacerdote Juan Tusquets, campeón
en España de la lucha anti­
masónica, que acaba
de fallecer en Barcelona casi centenario en
medio de un silencio inmerecido. El análisis es sectario y en algu­
nas ocasiones estúpido. Como,
por ejemplo, al decir que refi­
riendo Tusquets que los masones habían "destruido todos los
medios de producción"' utiliza "términos puramente marxistas"
¡Qué bobada!
Interesante, aunque
con un título engañoso, "Católicos y
masones: polémicas
en la prensa", cuando sólo se refiere a la
prensa de Badajoz, el de López Casimiro. Aunque absolutamen­
te parcial:
"la escasa sensibilidad y el fanatismo del clero", "los
principios de libertad de conciencia y culto, tolerancia, respeto a
las ideas de los demás, base de la filosofia masónica" ¡Qué enten­
derá
por respeto a las ideas de los demás, sobre todo si esos
·demás son católicos! No debemos, pues, extrañamos que nos
diga del periódico católico El A vi za laica significaba enseñanza sin Dios". Pues, exactamente eso
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significaba. Aunque algunos de los masones españoles, no todos,
creyesen que
existfa un Gran Arquitecto del Universo. O López
Casimiro sabe poquísimo o engaña. Tampoco
debe extrañamos,
tras lo dicho,
la siguiente afirmación sobre el mismo Avisador, sin
duda el colmo de la mala intención contra la secta, "pretendien­
do demostrar que
la masonetia era anticatólica". Pues lo era. Sin
necesidad de que pretendiera demostrarlo
El Avisador. Estaba
archidemostrado. Justino Sinova,
que no parece masón, tuvo que publicar una
"Nota del Autor" ante la indignación que produjo en el público
su ponencia,
por otra parte muy antifranquista y nada antimasó­
nica.
La de Ferrer Benimeli es flojísima, intentando probar "la
fobia antimasónica de Franco". López Villaverde y
Valle Calzado
destacan la importante labor socialista y masónica de Rodolfo
Llopis
en Cuenca (1918-1931). De los restantes trabajos no vale la
pena ni hacer mención.
Otro producto más de
ese submarino que es el jesuita Ferrer
Benimeli.
La Historia tiene poco que agradecerle por este libro.
La Masonetia, bastante.
FRANCISCO ]OSÉ FJlRNÁNDEZ DE !A CJG01'A
]ean Dumont: PROCESO CONTRADICTORIO
A LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA,.,
A la manera, tan española, de los juicios contradictorios para
destacar
un valor o una verdad (así, para conseguir la Laureada
de San Femando; o
en los antiguos procesos de residencia), el
historiador Jean Dumont, al
que debemos otros importantes
libros sobre España
[El amanecer de los derechos del hombre, y
Lepanto,
la historia oculta (1), hoy traducido de la segunda edi-
(") Trad. esp. Ed. Encuentro, con la colaboración de la Fundación Elías de
Tejada, Madrid, 2000, ?:76 págs.
(1) Vid. Recensiones en Razón Española, núm. 91, pág. 249; núm. 103, págs.
244-245.
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