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Número 403-404

Serie XLI

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Eugenio Vegas Latapie, Académico de Ciencias Morales y Políticas

EUGENIO VEGAS LATAPIE,
ACADÉMICO
DE CIENCIAS MORALES Y POLÍTICAS
POR
JUAN BMs. VALLET DE GOYTISOLO <">
Después de haber escrito la semblanza de JosÉ CASTÁN To­
BEl'IAS, iuscivilista como lo soy yo y como lo fue ALFONSO GARclA
VALDECASAS -especialidad que escasea en esta Real Academia-,
he recibido la invitación de escribir otra semblanza de otro com­
pañero nuestro ya fallecido. Esta vez he elegido a mi antecesor
en la medalla número 14, que él llevó durante casi veinte años,
desde el 14 de diciembre de 1965 hasta el 19 de septiembre de
1985, en que falleció. EUGENIO VEGAS LATAPIE no fue para mí sólo
mi antecesor en la medalla, sino uno de mis mejores e íntimos
amigos y quien me interesó por temas politicos. Con él colaboré
en su última obra, la Revista de formación cívica y acción cultu­
ral,
según el derecho natural y cristiano, Verbo, en la cual, des­
pués de muerto él, sigo colaborando.
Es sabido que VEGAS LATAPIE dictó sus Memorias políticas, en
tres volúmenes: l. El suicidio de la Monarquía y la Segunda
República;
!l. Los caminos del desengaño; y III. La frustración en
la victoria. Éste último publicado después de su muerte.
Los tres, a su dictado, los escribió a mano FRANCISCO JOSÉ
FERNÁNDEZ DE LA CIGOl~A, los pasó después a máqti.ina GABRIEL
ALFÉREZ CALLEJÓN, dio forma a los tres el. mismo FRANCISCO JOSÉ
(*) Damos a la estampa, con mucho- gusto, la semblanza que nuestro direc­
tor, Juan Vallet de Goytisolo, ha trazado de Eugenio Vegas Latapie, con quien,
entre otros, compartió la fundación de Verbo, para una "Galeria de Académicos
de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas", expuesta ante el Pleno del
Numerario en una sesión del presente curso 2001-2002 (N. de la R.).
Verbo, núm. 403-404 (2002), 187-202. 187
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FERNÁNDEZ DE LA CIGOllA, y retocó el segundo PABLO BELTRÁN DE
HEREDIA Y CAST~o, qtie no intervino en los demás.
El número 239-240 de la revista Verbo se dedicó a su memo­
ria, así
como el 337-338, en el décimo aniversario de su muerte.
En aquél
el mencionado GABRIEL ALFÉREZ, publicó su artículo Una
trayectoria invariable. Nota biográfica de Eugenio
Vegas, de la
que, como guión, tomó lo
que dice de él desde su nacimiento
hasta los primeros años siguientes a que yo le conociera.
EUGENIO VEGAS LATAPIE nació en Irún (Guipúzcoa) el 20 de febre­
ro
de 1907. Cuarto hijo de un matrimonio modesto: su madre, fran­
cesa de nacimiento, era maestra, y su padre teniente del ejército.
Trasladada al
poco tiempo la familia a Santander, estudió allí
las primeras letras y el bachillerato. Un día, oyendo predicar al
padre
RAMóN ]AMBRINA, que daba unas conferencias en la Iglesia
de los Jesuitas,
quedó impresionado por la exposición del orador
que, siguiendo palabrás
de San Pablo, instó a que todas las cosas
se hicieran
por Cristo. Asoció este pensamiento con la consigna
de San Ignacio,
ad malorem Dei gloriam. Desde entonces comen­
zó a hacer, diariamente,
un rato de meditación, que le condujo a
preguntarse: "¿Dónde podré servir mejor a Dios?".
Al caer en sus manos un libro de NOCEDAL que recogía su
polémica con los padres jesuitas MINTEGUIAGA y VILLADA sobre el
mal menor, sacó en conclusión de su lectura que) por su tras­
cendencia y extensión, el campo político era donde él podía
desarrollar mejor ese servicio y le decidió a estudiar la carrera de
derecho y completarla con otras lecturas especialmente de histo­
ria y
de pensamiento político.
Estimaba que lo más necesario era dar a conocer las verda­
deras doctrinas sociales y políticas, contraponiéndolas a las ideas
que la
prensa revolucionaria difundía a diario en los medios de
comunicación.
Sin proponérselo claramente, había llegado a sentir de mane­
ra intuitiva
--como escribe en sus Memorias-la exigencia
expuesta
por el intelectual monárquico francés CHARLES MAURRAS
al proclamar politique d'abord; pero, matizándolo de acuerdo
con el razonamiento de que Jo primero en la intención es Jo últi­
mo en la ejecución. De modo que, para conseguir un buen resul-
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tado, debe comenzarse por la política, que es Jo inmediato. Sus
posteriores lecturas le confirmaron en esa idea, convenciéndose
de que las ideas gobiernan a los pueblos,
y éstos son lo que quie­
ren sus gobernantes. Frases
que repetfa constantemente.
Comenzó sus estudios universitarios,
en 1922, bajo la direc­
ción de
CAsIMIRo DE SOLANO y POLANCO, perteneciente al partido
integrista,
por medio del cual conoció la existencia de las obras
de
MErjllNDEZ PELAYO, DONOSO CoRTlís, de teólogos españoles de
distintas épocas, así como
de discursos y conferencias de políti­
cos que se ocupaban de los temas que le interesaban.
De forma casual,
por la Gaceta del Norte, tuvo conocimiento
de
la existencia en París de L 'Actton Fran¡;:aise, periódico que
descubrió al siguiente año en la libreña de la estación ferroviaria
de Oviedo,
y consiguió que el Ateneo santanderino se suscribie­
se, con lo
que se aseguró su lectura habitual.
Mientras tanto, se iba examinando de las asignaturas de
la
carrera de derecho en la Universidad de Oviedo. En 1923 apro­
bó el preparatorio y primer cursso; en 1924 los cursos segundo,
tercero, cuarto
y una asignatura del quinto, terminando la carre­
ra
en los éxamenes extraordinarios de enero de 1925, cuando
contaba diecisiete años.
Convocadas oposiciones al Cuerpo Juñdico Militar, decidió
hacerlas. Pero
no descuidaba su vocación política. En el mes de
agosto de 1925 organizó en la capital cántabra, con gran éxito,
un acto homenaje al Presidente del Ecuador, GABRIEL GARclA
MORENO, al cumplirse el quincuagésimo aniversario de su asesi­
nato al salir de la catedral de Quito.
En noviembre, para continuar más provechosamente el estu­
dio
de las oposiciones, marchó a Madrid, donde le sorprendió
profundamente el contraste entre
el entierro multitudinario del
lider socialista
PABLO IGLESIAS y el mucho más modesto por el
número de asistentes del jefe conservador
ANTONIO MAURA, falle­
cidos
por aquellos dias.
A comienzos de
1926 supera con brillantez los ejercicios de
las oposiciones al Cuerpo juñdico militar,
en las que obtuvo el
número 6. Destinado a Melilla, permaneció dos años allí compa­
ginando su trabajo
con sus lecturas favoritas. ·
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JUAN BMS. VALLET DE GOYTISOLO
A principios de 1928 fue destinado a la Capitanía General de
Burgos.
Allí, con la idea de poder ser destinado a Madrid, lugar
más adecuado para desarrollar la labor
que proyectaba, comien­
za a preparar, primero, la oposición de Abogados del Estado,
y,
después, al Cuerpo de Letrados del Consejo de Estado.
A finales de 1928 comienzan las oposiciones a Letrado y
supera todos los ejercicios
en el curso del afio 1929, consiguien­
do plaza el
afio 1930. Esto le permitió instalarse en Madrid de
modo definitivo, con la idea de que le
servirla de plataforma para
difundir sus ideas.
Durante las oposiciones, pronunció una conferencia en San­
tander en la que criticó la dictadura del General PRIMO DE RlvERA
por carecer de una ideología que permitiera proyectar hacia el
futuro su obra de gobierno.
Recién llegado a Madrid, para tomar posesión de su cargo,
recibe
un saluda del jefe superior de Palacio, concediéndole una
auqiencia con el rey, que había solicitado el afio anterior y que
había sido suspendida por el luto de la Corte con motivo del
fallecimiento de la reina madre,
MARíA CRISTINA DE HABSBURGO. Se
le advirtió que lo protocolario era limitarse a contestar a las pre­
guntas del soberano;
no obstante expresó al rey ALFONSO Xlll los
males que, a su juicio, se avecinaban para la patria si no se cam­
biaba el rumbo político.
Cae la dictadura de PRIMO DE RivERA, que marcha a Paris, donde
falleceria poco después, sucediéndole el general Berenguer.
La monarquía era atacada inmisericordernente. En la Real Aca­
demia de Jurisprudencia y Legislación se celebran unas sesiones
sobre
La Constitución que precisa España, en ia que el rey era blan­
co de toda clase de iras e insultos.
VEGAS LATAPIE defendió gallarda­
mente a la monarquía, lo
que provocó unos incidentes tumultuo­
sos, narrados por el Conde
DE FoXÁ en Madrid de Corte a checa.
Después de las vacaciones veraniegas en Santander reanuda
sus actividades
en la capital, en el Consejo de Estado, y las de
carácter político. Conoce y
se pone en contacto con intelectuales
católicos prestigiosos, como el conde de Rodezno y el marqués
de Lozoya, el de Saltillo, Miguel Artigas, nuevo director
de la
Biblioteca Nacional, Ramiro de Maeztu y Víctor Pradera.
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EUGENIO VEGAS LATAPIE, ACADÉMICO DE CIENCIAS MORALES Y POLÍTICAS
Su idea era fundar una revista de carácter .cultural que defen­
diera y difundiera
el que siempre denominó derecho público cris­
tiano.
Cursó ese año en la Universidad Central el doctorado de
derecho, donde conoció a CARLOS MIRALLES y a otros jóvenes
monárquicos. Fue elegido Presidente
de la Juventud Monárquica
Independiente, recientemente fundada, que desarrolló intensa
actividad bajo su dirección.
La monarquía era cada vez más atacada, sin que apenas la
defendieran quienes estaban obligados a hacerlo. Al final del
año, los capitanes GALAN y GARCÍA liERNÁNDEZ se pronuncian en
Jaca en favor de la República. La acción es sofocada y ejecutados
sus _autores, se detiene al comité revolucionario; pero sigue inten­
sa y descarada la campaña de zapa y desprestigio de la Corona.
A comienzos
de 1931, concretamente el domingo 11 de
enero, RAMIRO DE MAEZTU escribe a EUGENIO VEGAS LATAPIE una
carta citándole en casa del MARQUÉS. DE QUINTANAR para tratar de
la creación de la revista que proyectaban. De alli naceria Acción
Española, que igual pudo llamarse "Hispanidad", como pretendía
MAEZTU, o "Contrarrevolución" 1 como había pensado inicialmente
VEGAS.
Por entonces conoce a ]OSÉ MARIA PEMAN y a los intelectuales
religiosos
padres GAFO, FÉLIX GARCÍA y PÉREZ DEL PU1.GAR.
Después de desafortunadas actuaciones de los gobiernos
BERENGUER y AzNAR, y tras una elecciones municipales, en que los
republicanos triunfaron sólo
en las grandes ciudades, se procla­
ma la República el 14 de abril de 1931.
A las
pocas semanas, después del asalto al Circulo Monár­
quico y la quema de conventos el 11 de mayo, el jefe del
gobierno provisional, AtcALA ZAMoRA, hace que se le imponga a
VEGAS LATAPIE1 por sus actividades en defensa del régimen caído,
un arresto de dos meses en el castillo de San Cristóbal de
Badajoz.
Cumplido
el arresto, de nuevo en Madrid, a mediados de sep­
tiembre inicia las gestiones para constituir una sociedad cultural
que llevarla el mismo nombre de "Acción Española" y tendría un
fin similar al de la revista cuya publicación estan preparando.
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La sociedad quedó constituida a primeros de octubre. El pri­
mer número de la revista apareció el 16 de diciembre de 1931,
siendo
EUGENIO VEGAS secretario de ella. Su colaboración desde
este primer número fue intensa. En los sucesivos fueron apare­
ciendo una serie de artículos donde analizó la adhesión de los
católicos franceses a la República, recogidos
en 1932 en forma de
libro bajo el título
Catolicismo y República.
El seis de agosto, cuatro días antes del levantamiento del
general Sanjurjo
en Sevilla contra el gobierno de la República, fue
clausurado
por la poliáa la Sociedad Cultural y suspendiga la
revista Acción Española por sospechas no demostradas de cons­
piración. Después del
10 de agosto se le buscó para detenerle,
por lo que marchó a Francia en una huida rocambolesca en la
que contó con la ayuda de quienes después serían numerarios de
esta Academia:
JOSÉ MARlA DE AREILZA y JOSÉ MARlA ORIOL. Expul­
sado del Consejo de Estado, sería repuesto el año 1934,
en virtud
de la
Ley de amnistía.
Durante su estancia en 1a vecina nación mantuvo contactos
con JUAN ANTONIO ANSALDO, JOSÉ CALVO SOTELO, el MARQUÉS DE !A
Er.!SEDA, que después sería nuestro compañero el CONDE DE LOS
ANDES, y otros exiliados, así como con JORGE VIGÓN y PEDRO SÁINZ
RoDRlGUEZ que, aunque gozaba de inmunidad parlamentaria, pre­
firió estar fuera de España hasta que
se adarase el horizonte.
En esta estancia en Paris se entrevistó por dos veces con
ALFONSO XIII. Se trasladó después a Roma para visitar al CARDENAL
SEGURA, que tenía allí su residencia desde su expulsión de España
por causa de su célebre pastoral que publicó al advenimiento de
la República .
. Pacificado el ambiente, regresa a España
en diciembre de
1932. Y, a primeros de 1933, salen elnúmero 17 de Acción Espa­
ñola,
cuya reaparición había. sido autorizada con fecha de 16 de
noviembre. Como
la sociedad del mismo nombre seguía clausurada, se
creó para sustituirla,
en escritura de 21 de diciembre de dicho
año 1932, la Sociedad Limitada Cultura Española.
En
1933 fueron intensas sus actividades: instalación de la
nueeva sociedad, traslado de la redacción y administración de la
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EUGENIO VEGAS LATAPIE, ACADÉMICO DE CIENCIAS MORALES Y POLÍTICAS
revista a otros locales, organización de banquetes a PEMAN y a
EUGENIO MONTES, conmemoración del tercer aniversario· del falle­
cimiento del general
PRIMO DE RrvERA; viaje a Portugal para visitar
a los evadidos
de Villa Cisneros, deportados allí por suponérse­
les implicados
en el levantamiento del 10 de agosto del año ante­
rior; homenaje a MENÉNDEZ y PELAYO en el vigésimo primer ani­
versario de su muerte; visita a SAl'ijUl\fo en el penal del Dueso, etc.;
por gestiones, realizadas junto con JOSÉ IGNACIO EscoBAR, futuro
. MARQUÉS DE VALDEIGLESIAS, y JORGE VIGÓN, se conquistó La Época
para la causa católico-monárquica; promovió los proyectos edi­
toriales
de Cultura Española y, entre ellos, la publicación de una
Historia de España con párrafos seleccionados de las obras de
MENÉNDEZ PELAYO, preparada por JORGE VIGóN. En la revista
comentó
PRADERA, con el título ¿Bandera que se alza?, el discur­
so pronunciado
por JosÉ ANTONIO PRIMO DE RrvERA en el teatro de
la Comedia.
Durante el
año 1934 fue agotadora su labor en La Época,
redactando gran número de editoriales y comentarios, Mantuvo
una interesante -correspondencia con EUGENIO MONTES, corres­
ponsal de ABC en Berlín, quien le tuvo al corriente de los acon­
tecimientos
en Alemania y Austria, así como de la bárbara repre­
sión
de HITLER contra aquellos a quienes consideraba como ene­
migos suyos o del régimen que representaba, y del asesinato del
canciller -austriaco DoLLFUss.
Se comentó en Acción Española la publicación por Espasa
Calpe
de la edición española-de la obra de SPENGLER, Años deci­
sivos, de la cual resaltó este párrafo: "Lo que hoy reconocemos
como orden y fijamos en las constituciones liberales, no es más
que la anarquía hecha costumbre, La llaman democracia, parla­
mentarismo o "selfgovernment", pero es, de hecho, la mera ine­
xistencia de una autoridad consciente de su responsabilidad, de
un gobierno y, con él, de un _verdadero Estado",
En octubre tuvo lugar la revolución socialista de Asturias y la
de Estat Catalá.
JORGE V!GÓN y JOSÉ IGNACIO ESCOBAR marcharon al
norte para tener informados de los acontecimientos a los lectores
de La Época, recayendo sobre EuGENIO todo el peso de la marcha
del periódico,
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En septiembre fue a Cannes, en una avioneta pilotada teme­
rariamente por JosÉ ANroNio ANs.ALoo, para conocer a don JUAN DE
BoRB6N, PRlNCIPE DE AsTURIAS. Era la misma avioneta en la que, al
estrellarse contra el suelo, murió el general Sanjurjo cuando par­
tió de Portugal para ponerse
al frente del alzamiento, el 18 de
julio de
1936.
En las cuatro entrevistas mantenidas con el Príncipe durante
dos días, procuró inculcarle las ideas defendidas
por Acción
Española.
De regreso a Madrid, planeó la adhesión del Pñncipe
a los ideales de la monarquía católica española.
DoN JuAN con­
trajo matrimonio en Roma, el 12 de octubre, y se aprovechó este
acontecimiento para que hiciera una declaración, en forma de
carta,
en la que manifestaba su identificación con los ideales que
defendía la revista.
En este año se publicó, patrocinada
por Acción Española,
pero en el fondo editorial de la Sociedad General Española de
Libreña, la traducción española de la
Encuesta sobre la Monar­
quía de MAURRAS.
EUGENIO VEGAS fue corresponsal del periódico L 'Action Fran­
{:Bise y, como tal, solfa asistir a las reuniones de las Cortes, pró­
ximas
al domicilio que entonces tenía Ación Española.
En
1936 rechazó ser candidato a diputado por Santander, pues
su vocación polftica se refeña más bien al campo de la ideas.
Después de las elecciones del
16 de febrero, que en medio
de la violencia dieron el triunfo
al Frente Popular, desapareció
toda posibilidad de entendimiento entre los diversos sectores
nacionales. VEGAS lATAPIE escribió, en el mes de marzo, para la
revista, un editorial titulado La causa del mal, que mereció poco
después, ya comenzada la guerra civil, el premio Luca de Tena,
galardón que igualmente había merecido
el primer editorial de
Acción Española, debido a RAMIRO DE MAEZTU.
A pesar de la situación insostenible, VEGAS LATAPIE no cejaba en
su labor doctrinal, teniendo en cuenta las circunstancias del mo­
mento. Por entonces se editó la novela mejicana
Héctor, que refle­
ja el ambiente de la guerra cristera, con fotografías ilustrativas y un
prólogo beligerante de EuGENIO, aunque no firmado por él, sino por
PEDRO SÁINZ RODRÍGUEZ debido a su inmunidad parlamentaria.
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EUGENIO VEGAS LATAPIE, ACADEMICO DE CIENCIAS MORALES Y POL!TICAS
El caos avanza y el 13 de julio es asesinado, por fuerzas de
orden público, el lider de la oposición
JosÉ CALVO SoTELO, enton­
ces presidente de la Academia de Jurisprudencia. Después del
entierro
en que los asistentes fueron agredidos a tiros y se pro­
dujeron víctimas, se planean represalias contra el Presidente de
la República, que
no llegaron a realizarse. EUGENIO VEGAS, junto
con otros amigos, sale de Madrid, el
17 de julio, con dirección a
Burgos, Vitoria y Pamplona.
Ya en zona nacional, EUGENIO es nombrado vocal de la Junta
Técnica del Estado,
y, posteriormente, Secretado de la de Prensa
y Propaganda,
que presidía PEMAN. Pero al poco tiempo renuncia
a sus cargos
por discrepancias con los cliterios oficiales impe­
rantes, incorporándose a la Bandera de Falange
de Marruecos, y
luego, con nombre supuesto, a la Legión, hasta que
es descu­
bierto
en su 4.' Bandera. Fue finalmente obligado a ocupar su
puesto como capitán juñdico, destinándosele a Ceuta,
donde per­
maneció hasta el final de la guerra.
En los primeros días de ella sufrió la muerte de su hermano
Pepe,
en el Alto del León; y publicó una Antología de Acción
Española.
EUGENIO VEGAS lATAPIE admiraba la labor realizada, en su
campo, por la Institución Libre de Enseñanza y
su Residencia de
Estudiantes, orientadas
por el krausismo, y ansiaba la existencia
de algo parecido
en el campo católico, junto con los Colegios
Mayores e instituciones análogas con las
que había soñado desde
el comienzo de sus actividades intelectuales politicas.
Al terminar la guerra y tener noticia de que PEDRO SAINz
RooRfGUEZ iba a ser nombrado embajador en la República Argen­
tina1 gestionó incorporarse, de alguna manera, a la citada repre­
sentación diplomática, con objeto de desarrollar en la nación her­
mana la amplia labor que
aqul no le permitían hacer; pues, ni
siquiera la publicación de la revista era autorizada, pese a las
numerosas gestiones realizadas con tal
fin. Este proyecto falló, al
ser destituido
SAINZ RooRfGUEZ, fulminantemente, como Ministro,
apartándosele de toda actividad oficial.
Desde su instalación
en Madrid, realizó VEGAS lATAPIE múlti­
ples contactos con elementos civiles, y sobre todo militares, con
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JUAN BMS. VALLET DE GOYTISOLO
el propósito de instaurar la monarquía. Con este fin se constitu­

un comité secreto, del que él formaba parte, encargado por el
CONDE DE BARCELONA de coordinar las oportunas acciones. En
junio de 1942 se ordenó su confinamiento
en una isla canaria. Por
medio del
MARQUÉS DE IA EJJSEDA, que -repito-después sería
CoNDE DE ws ANDES y académico de ésta, consiguió inmedia­
tamente
un visado del embajador de Francia para atravesar la
Francia sujeta al Mariscal Petain hasta Suiza. Provisto de él, aban­
donó España, instalándose
en Laussanne, donde se hallaba, a la
sazón, el conde
de Barcelona. Entonces es dado de baja, por
segunda vez, en el Consejo de Estado.
Ante sus reiterados deseos de regresar a España, el
CoNDE DE
BARCELONA le rogó que permaneciese a su lado como Secretario
político suyo, lo
que aceptó, y después se trasladó con él a
Portugal, manteniendo siempre una línea de total independencia
con la política
que se llevaba en España. Aprobada la Ley de
sucesión en la jefatura del Estado, en 1947, decidió dejar el cargo
que ostentaba. Entonces,
don JUAN DE BoRB6N le encomendó la
formación del Príncipe ·don JUAN CARWs, que era muy niño, de
quíen fue su primer preceptor hasta que, al convenirse su veni­
da a España para educarse bajo la dirección de
FRANCO, dejó tam­
bién voluntariamente el indicado puesto.
De regreso a España,
en agosto de 1949 se recluiría en el
Santander
de su infancia, donde prepararla con dedicación
plena oposiciones a notarías, para procurarse un nuevo medio
de vida. Al desistir de ello, vuelve a Madrid, ocupando un
puesto de dirección en la asesoría jurídica del Banco Central.
En 1955 es readmitido
en su cargo del Consejo de Estado.
Desde entonces permaneció ajeno a
toda actividad política;
pero no cejaría en su vocación constante de difundir sus idea­
les. -Reunía con frecuencia en su casa a numerosos amigos, a
quienes regalaba libros e ilustraba con su amena y documen­
tada conversación sobre los principios básicos del derecho
público cristiano.
Conocí a EUGENIO VEGAS poco después de que regresara a
Madrid. Creo que fue
en 1951 y me lo presentó JOSÉ Lms VÁZQUEZ
DoDERO. Desde entonces comenzó a trabarse entre nosotros una
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EUGENIO VEGAS LATAPIE, ACADPMICO DE CIENCIAS MORALES Y POL!TICAS
amistad entrañable; y él me contagió conscientemente su interés
por la ciencia política y el derecho político.
Debió
ser hacia 1956 o 1957 cuando VEGAS LATAPIE tuvo noti­
cias
de La Cité Catholique y de la revista Verbe, de los que era
alma
JEAN OussET. Un amigo suyo, diplomático español destinado
entonces en París, ALBERTO DE MESTAS, envió a EUGENIO varios
ejemplares de Verbe, cuando era aún un boletín de trabajo, for­
mado por unos cuadernillos sin encuadernar para facilitar su
estudio
en células. Tengo a mi vista varios que EUGENIO me había
regalado: el número
44: La vida social o el problema de los cuer­
pos intermedios;
el 45: Orden Jerárquico y función supletoria de
los cuerpos intermedios;
el 46: Comunidades locales; el 47 y 48:
Por la descentralización; y el 49: A la civilización.
VEGAS se fue entusiasmando a medida que leia los ejemplares
de
Verbe que recibia. Nos deda que explicaban lo que él siem­
pre había pensado;
pero con una claridad nunca tan llanamente
alcanzada.
Se decidió a desplazarse a París, el 11 de julio de 1959, para
asistir, en el colegio Saint Nicolas de los Hermanos de las Escue­
las Cristianas de Issy-les-Moulineaux, al
IX Congreso de La Cité
Catholique,
que tuvo por tema principal La paysannerie. Tengo a
la vista el número 104
de Verbe, en el que aparecen la crónica y
ponencias
de aquél. Entre los asistentes que se citan, aparecen'
los nombres del
MAR!sCAL JoUIN, del general WEYGAND, del almi­
rante AUPHAN -con quien EuGENIO trabó amistad y que más tarde
colaboraría
en Verbo con varios trabajos, de los cuales es de
recordar, en especial, su articulo Por los marinos de Lepanto-.
Conoció allí personalmente a JEAN OussET.
Volvió entusiasmado, por el fervor religioso, la piedad de los
asistentes,
su hospitalidad fraternal, la frugalidad del Congreso y,
en especial, por las ideas que se defendían y por sus métodos del
trabajo
de difusión doctrinal por capilaridad, para formar élites
sociales
en todos los niveles, desde los obreros y los campesinos
hasta los que se ocuparan
de las funciones más elevadas en la
sociedad. Abonó tres suscripciones perpetuas a
Verbe, una de ellas a mi
nombre. Trajo ejemplares del grueso
Pour qu '11 Regne y numero-
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JUAN BMS. VALLET DE GOYTISOLO
sos fasáculos de estudio, entre ellos Le couple ltberté-autorité, y
más números de
Verbe.
Tuvimos varias reuniones y convocó numerosos amigos a dos
cenas que se celebraron en el comedor del sótano del restauran­
te Zarauz.
Llegó la convocatoria del
X Congres de la Cité Catholique
para los días 1 y 2 de julio de 1%0, también en el colegio de Saint
Nicolas
de Issy-les-Moulineaux, con el tema: "Notre place dans la
CittJ'. Asistimos 40 españoles, algunos de Barcelona, pero el
grupo más numeroso lo constituíamos los venidos de Madrid,
que acompañamos a EUGENIO, todos movidos por él, entre los
que había muchos jóvenes, algunos de ellos invitados generosa­
mente
por él.
Debo aclarar que, a diferencia de
Acción Española, la agru­
pación de amigos de la Ciudad Católica, actuando alrededor
de
Verbo y "Speiro", no pretendía en absoluto la acción politica
directa, sino la formación
en el que VEGAS LATAPIE denominaba
derecho público cristiano
-que apoyaba en las enseñanzas pon­
tificias de
la doctrina poHtica y social de la Iglesia-, para influir
as!, de modo indirecto, pero eficaz, en la reforma y mejora de la
sociedad a través de los grupos politicos que quisieran llevarlo a
la práctica. Esa labor no la proyectaba con efectos para
hoy o
para mañana, sino para el futuro quee Dios quiera
fijar, pero sin
dejar de trabajar
en la tarea, con la seguridad de que Dios desig­
nará el momento de cosechar.
• • •
Su obra escrita la inició VEGAS LATAPIE a los veinticinco años
con su primer libro
Catolicismo y República. En la Academia de
Jurisprudencia, denominada
en aquellas fechas Nacional y no
Real, fue académico profesor (categoria desaparecida al ser reor­
ganizada esa Real Academia al incorporarse al
Instituto de Espa­
ña). De ella, a sus veinticinco años seria vocal de la Junta de
Gobierno hasta el año 1935, año
en el cual, a sus veintiocho de
edad, le fue premiado
por dicha Academia su memoria El
romanticismo constitucional de la postguerra. Revisión o crisis de
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EUGENIO VEGAS LATAPIE, ACADÉMICO DE CIENCIAS MORALES Y POL!TICAS
la democracia, que ampliada fue convertida en su segundo libro,
Romanticismo
y democracia. A los veintinueve años es galardo­
nado con el
Premio "Luca de Tena" 1936, por su artículo "La
causa del mal", publicado en Acción Española.
En
1940, en el homenaje a JosÉ CALVO SoTELo en la Real Aca­
demia de Jurisprudencia, pronunció
una conferencia que, amplia­
da, se convirtió en su tercer libro, El pensamiento polftico de
Calvo Sotelo.
Editorial Rialp publicó
un libro titulado Escritos sobre la ins­
tauración monárquica, que contiene artículos y editoriales publi­
cados
en La Época, debidos la mayor parte a EUGENIO VEGAS. Y la
Editorial Círculo, de Zaragoza, publicó
un tomo 1.0 de Escritos
políticos de
EUGENIO VEGAS LATAPIE. Proyectaba publicarle varios
más, que
no llegaron a salir. ·
El 7 de enero de 1963 fue elegido por unanimidad numera­
rio de esta Real Academia de Ciencias Morales y Politicas.
Su dis­
curso de recepción se tituló Algunas consideraciones sobre
la
democracia, que constituye un libro, reeditado en 1983, en
México, por Ediciones Pro1nesa, con el título Democracia, ¿ilu­
sión histórica?
VEGAS LA.TAPIE siempre cumplió con celo sus deberes. Y como
académico también. En el último Anuario de esta Corporación
posterior a su muerte aparece en segundo lugar por el número
de asistencias a los Plenos de numerarios. En su hoja de servicios
consta su intervención
en el solemne acto público conmemorati­
vo del Centenario de
RAMiilo DE MAEZTu, organizado por el Insti­
tuto de España el
26 de febrero de 1974, con el discurso titulado
Semblanza de Ramiro de Maeztu.
Sus comunicaciones al Pleno,
contabilizadas, salvo omisión,
son las siguientes: ]acques Mari­
tain y su obra "Le paysan de la Garonne" (14 y 21 de febrero de
1967); Charles Maurras y sus doctrinas (24 y 31 de octubre y 7
de noviembre de 1967); La igualdad y el igualitarismo (17 y 24
de junio dee 1969); Acerca de las relaciones de la Iglesia y el
Estado
(2 de febrero de 1971); lectura del capítulo de sus Memo­
rias sobre La caída de S. M el Rey D. Alfonso XIII (30 de marzo
de 1971); Semblanza del Excmo. Sr: D. RAMIRO DE MAEZTU (5 y 13
de octubre de 1971); Subsidiariedad y socialización (8 de mayo
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de 1973); Vida y obra de D. VÍCTOR PRADERA (11 de febrero de
1975);
En el centenario del asesinato del Presidente GARCÍA MO­
RENO, mártir del derecho cristiano (1975-1976); .En el cincuente­
nario de la condenación por Pío XI del movimiento monárquico
de la "Acción Francesa" (1976-1977); Para una semblanza del
CONDE DE LOS ANDFS (1978); Discurso en homenaje a D. SALVADOR DE
MADARIAGA (1978-1979); Progreso y regresión (23 de octubre de
1979);
En el cincuentenario de "Acción Española": su historia y
su doctrina (23 y 30 de marzo de 1982).
• • •
En cuanto a su personalidad, JosÉ MARlA GARcíA ESCUDERO
-que confesaba su actual alejamiento ideológico de VEGAS--ha
señalado como nota sobresaliente de éste, "La fidelidad hasta la
muerte a unos principios". Esta fidelidad
-añado yo-se apoyó
sólidamente
en su convicción de que existe la verdad. No la suya,
sino
una verdad a la que él se sometía totalmente; objetiva, tras­
cendente
al hombre, que tiene como fuentes la Revelación y el
orden natural, que nos es mostrado, en buena parte, por la his­
toria y es captado por la experiencia de los hombres y de las
sociedades.
Su monarquismo no fue sentimental sino rigurosamente refle­
xivo. Consideraba que la monarquía era el régimen más adecua­
do y recordaba siempre la razón de su instauración, dada por
LOPE DE VEGA, en su obra Los novios de Hornachuelas, "para evi­
tar disensiones en las nuevas elecciones". Esto no quita el pro­
fundo sentimiento de cariño que profesó a don JuAN DE BoRBóN
y a toda su familia y, muy especialmente, al entonces muy niño
don JUAN CARWs, de quien fue el primer preceptor.
Después
de marchar de Estoril y regresar a España, no volvió
allí sino por la trágica muerte del infante don ALFONSO, razón por
la cual la madre doña MARlA le dijo: "¡Que tenga que pasar esto
EUGENIO para que tú vengas!".
Está claro que la
monarquía por la que propugnaba con tanto
tesón, hasta que se desengañó de su actual posibilidad,
no era una
moná.rquia absoluta, ni tampoco una monarquía parlamentaria.
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EUGENIO VEGAS LATAPIE, ACADEMICO DE CIENCIAS MORALES Y POL!TICAS
Diré a propósito de esto que, con ocasión de que, en Speiro,
leyera yo a un grupo de amigos un artículo que ABC me había
publicado y
en el cual repetía que "si en la voluntad soberana
falta la razón,
tal voluntad es una corrupción de ley" mostró
EUGENIO su deseo de que si yo ingresaba, como él pretendía, en
esta Corporación académica, el tema de mi discurso de investi­
dura versara acerca del voluntarismo jurídico.
Ese tema constituye
un océano inmenso, sin orillas. Por eso,
aunque atend[ a sus deseos, lo acoté y centré principalmente,
en
efectuar una contraposición entre la tesis del jurista vienés HANs
KELSEN y la concepción jurídica de nuestro compatriota -<¡ue
también fue numerario de esta Real Academia-, el insigne polí­
grafo altoaragonés
JoAQufN CosTA.
En Acción Española, núm. 54, el año 1934, VEGAS había escri­
to: "lo verdadero y lo falso, lo justo y lo injusto son valores inde­
pendientes de la voluntad de los hombres" ... "Frente a la multi­
tud que pedía a
PILATOS la muerte de CRISTO, no se alzó una sola
voz; pero frente a la voluntad del pueblo,
]Esús tenla la razón y
era depositario de la verdad". Y
en Romanticismo y democracia
repetía que
"la verdad existe por sí misma, con independencia
del número, de las masas y
de las voluntades".
De
alú su rechazo de todo voluntarismo político. El año
1933,
en el editorial de Acción Española, núm. 28, proclamaba:
"no admitimos
que la fuente del derecho sea la voluntad del
pueblo o de su mayoría. Con
SANTO ToMAs afirmamos que la ley
es
,la ordenación de la razón al bien común por el que tiene el
cargo en la comunidad», y, en un sentido más a1nplio, afirmamos
también, con MoNTESQUIEU, que «son leyes las relaciones deriva­
das de la naturaleza de las cosas•"; "que por encima de la volun­
tad del legislador
(uno solo, varios o aun todos los connaciona­
les
por medio de los plesbicitos y referendums), hay toda una
serie de normas -leyes de la naturaleza, derecho natural, idea
de justicia, según los
autores-a las que aquél debe conformar
sus mandatos".
"Es decir -repitió, aquí 1nismo, al leer su discurso de ingre­
so--, que el legislador humano carece de poder para crear leyes
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JUAN BMS. VALLET DE GOYTISOLO
a su voluntad. Su altísima misión se reduce a indagar y buscar lo
que Dios quiere que se haga en su caso determinado".
• • •
He querido trazar a grandes rasgos la imagen de EUGENIO
VEGAS LATAPIE siempre fiel a unos principios, incansable trabaja­
dor, serio, riguroso pero cordial; íntegro1 sacrificado, generoso,
sin ambiciones personales y que, por aquella fidelidad inso­
bornable, renunció a todo lo
que pudo haber sido de haberse
querido acomodar a las posibilidades que tuvo
en diversos
momentos.
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