Índice de contenidos

Número 413-414

Serie XLII

Volver
  • Índice

Pro canonización del Padre Ramière, S.I.

PRO CANONIZACIÓN DEL PADRE RAMIERE, S.I.
POR
EVARISTO PALOMAR MAillONADO (')
Expresándome en un ámbito de confianza, como es el de
la presente reunión de Sebo/a Cordis Iesu, diré que el con­
tenido y
el sentido de la presente propuesta arranca de conver­
saciones mantenidas este verano pasado con el doctor
Francisco Canals Vidal acerca de la íntima convicción de la
santidad del padre Enrique Ramiere, de la Compañía de Jesús.
Y
por razón de dicha íntima convicción, también del desea­
ble reconocimiento
con carácter público y universal de dicha
santidad
por la Sede Apostólica. Y cómo, ya desde una aten­
ción a los escritos del padre Ramón Orlandis, comenzando
por el fundamental de Pensamientos y ocurrencias, dicho
deseo se
puede afirmar en el mismo padre Orlandis.
(•) En el número de enero del año en curso de la revista hennana
Cristiandad, de Barcelona, se ha publicado este artículo, que reproducimos con
mucho gusto, al que su redacción ha antepuesto el siguiente párrafo:
Evarlsto Palomar se ha sentido fundadamente impulsado a propugnar la
idea de la oportunidad de que se procediese a promover la causa de beatifi­
cación y canonización de aquel santo jesuita y apóstol eminente del ideal de
Cristo
Rey, cuya vastístma tarea como escritor y periodista está indudable­
mente
en el origen del movtmtento que condujo en la Iglesia a la consagra­
ción
del universo por León XIII al Sagrado Corazón de Jesús y a la institu­
ción en la liturgia por Pío XI de la solemnidad de Cristo Rey. En este sentido,
propuso a la Asamblea de Schola Cordis lesu del pasado 28 de dtciem_bre de
2002 un acuerdo, que fue adoptado unánimemente, y cuya argumentactón
y
motivación nos ha parecido oportuno dar a conocer a nuestros lectores.
(}/. de la R.)
Verbo, núm. 413-414 (2003), 311-317.
311
Fundaci\363n Speiro

EVARISTO PALOMAR MALDONADO
Nuestro propósito es argumentar brevemente ante esta
asamblea este deseo,
y presentarlo al final como una pro­
puesta
que Sebo/a Cordis Iesu ratifica, en su caso, y hace
suya. No entro en los modos ni en los medios, que es aho­
ra mismo una cuestión secundaria. De cara a la argumenta­
ción breve
y escueta, recurro por este orden, primero al tes­
timonio del padre Ramón Orlandis; segundo, al homenaje que
tributó la revista· Cristiandad al padre Ramiere en 1951; ter­
cero, al reconocimiento directo que de la doctrina y de la
obra del padre Ramiere ha proclamado la vida de la Iglesia
y el mismo Magisterio romano, lo que toca a la vida de fe,
por la oración y la liturgia pública, a la esperanza cristiana y
la exigencia de la caridad divina tal y como se nos da por la
vida
en el Espíritu Santo del fiel cristiano. Añadiremos una
consideración acerca de dicha convicción en las tareas asu­
midas en Francia por el Apostolado de la Oración, que cul­
minarán
en la obra dedicada al padre Ramiere, de entre la
que destacan los escritos de los padres Paul Dudan y Charles
Parra,
de la Compafiía de Jesús. Terminaremos con la lectura
de la propuesta.
l.' El padre Ramón Orlandis, inspirador y curador primero
de Sebo/a Cordis Iesu, manifiesta certeza teologal acerca de la
santidad
de vida, de doctrina y de obra del padre Ramiere. Lo
afirma:
Primero: al desarrollar la
segunda etapa, de las tres con
que presenta la progresión de la devoción al Sagrado
Corazón, se refiere al padre Ramiere, como "el santo Padre
Ramiere, como lo llama el Padre Gignac", "lleno de celo y
de caridad verdadera", "sin duda dirigido y llevado por el
Espíritu
de Dios", provisto de "tal luz y profundidad de
doctrina".
Segundo: implícitamente se obtiene por los temas referi­
dos como cultivados por el mismo pare Ramiere, de entre los
que destacamos, "el Corazón de Jesús es el centro de toda
vida cristiana
y espiritual por ser fuente y origen de todas las
gracias
y dones que Dios hace al hombre, de todos los bene-
312
Fundaci\363n Speiro

PKO CANONIZACIÓN DEL PADRE RAMIERE, S.l.
ficios que le otorga en orden a su santificación y divinización;
el Corazón de Jesús es principio único y divinamente eficaz
de toda restauración y renovación social en el reinado de su
Amor". De
donde se infiere que, como el efecto lo es por su
causa, y como ponen de relieve los mismos escritos y obras,
el padre
Ramiere no comunicaba sino lo que previamente
vivía: comunicación
íntima e inmensa de caridad con quien es
Él mismo la fuente de toda nuestra vida cristiana y nos da
plenamente el Espíritu Santo.
Tercero: quien atienda al entero escrito del padre Orlandis,
observará que los hechos posteriores, y más recientes a noso­
tros mismos han venido a confirmarlo. Así, si habla de santa
Margarita y Paray, veremos a
S.S. Juan Pablo II en Paray vol­
ver sobre la promesa del Sagrado Corazón, y con motivo de la
canonización de Claudio
la Colombiere, retomará de cara a la
misma Compañía de Jesús la memoria del
munus suavissimum.
Pero de entre los que pueden señalarse, en la misma
Compañía, como fiel a dicho encargo se destaca igualmente el
padre Ramiere. Por otro lado, la misma Iglesia ha reconocido
un anhelo de hace años al reconocer como doctora de la
Iglesia a santa Teresita del Niño Jesús. Digamos, pues, que el
padre Orlandis colocaba
al padre Ramiere entre santas, santi­
dad que el presente Pontificado ha proyectado todavía más en
su eclesialidad, y que vienen a resaltar lo oportuno de la cano­
nización del padre Enrique Ramiere.
2.º
La revista Cristiandad, en su homenaje al padre
Ramiere, le reconoce bajo el título y condición
de apóstol
eminente.
Como apóstol del Corazón de Jesús, apóstol de las
Esperanzas
de la Iglesia, apóstol de la realeza de Cristo, após­
tol precursor de las modernas enseñanzas pontificias, "que vio
en la devoción hacia el Corazón del Hombre-Dios el medio
providencial para vencer
el naturalismo y despertar en los
cristianos la conciencia de su filiación divina, por la presen­
cia en sus almas del espíritu de Dios, de aquel vivificante
espíritu
que hace de la Iglesia un solo Cuerpo con Cristo, y
313
Fundaci\363n Speiro

EVARISTO PALOMAR MAWONADO
da a todos los fieles el poder y el deber de realizar por la
oración y el sacrificio
un apostolado de eficacia infinita;
creador de teología
de la historia, mostró que el reinado de
Cristo es el
fin del universo y de la historia; concibió el
ideal
de la sociedad terrena ordenada bajo la soberanía de
Jesucristo".
E inmediatamente lo reconoce como apóstol de la vida
sobrenatural y apóstol
de la consagración personal, social,
eclesial y del
mundo al Amor encarnado.
Tal vida apostólica, manifiesta ciertamente asistencia parti­
cular del Espiritu Santo, al insertarse plenamente, no en caris­
ma de orden singular al servicio del bien común de la Iglesia
universal, sino todavía y más allá,
en el mismo Corazón y
Vida
común y universal de la Iglesia.
3.º Es justamente en lo que acaba de afirmarse donde se
encuentra de manera
más cumplida la santidad de vida, doc­
trina y obra del padre Ramiere. Porque aun siendo verdad que
el padre Ramiere, por su nombre, no ha sido mencionado nun­
ca
en acto magisterial alguno, lo que, no simplemente ha
subrayado o resaltado como más o menos importante, sino
indicado como nuclear y vital de fe, esperanza y caridad cris­
tiana, y como exigencia del Evangelio mismo, es la misma
devoción al Corazón de Carne del Mesías, Rey
por naturaleza
y a título de adquisición, a quien es debida consagración y
reparación; Lábaro
en quien hay que colocar todas nuestras
esperanzas y cuyas
son todas las naciones y pueblos, a cuya
Iglesia le
han sido entregados todos los medios de salvación y
la misión
de extenderse por el entero mundo al fin de con­
gregar a todas las ovejas bajo un solo Pastor, como Cuerpo del
que Cristo es la Cabeza, y cuya vida, la plenitud del Espíritu
Santo, comunica por gracia a cada uno de los fieles en inti­
midad de vida real con la Santa Trinidad.
León
XIII señalaba como el acto más importante de su
pontificado la Consagración del mundo
al Sagrado Corazón,
que solicitada ya por el padre Ramiere ante Pio IX, obtuvo
sólo la consagración
de la Iglesia, con amplísimo respaldo del
314
Fundaci\363n Speiro

PRO CANONIZACIÓN DEL PADRE RAMIERE, S.!.
episcopado universal, y cuya lectura consecratoria encomendó
el mismo beato Pío IX al padre Ramiere. San Pío X elevaba a
lema el instaurar todo
en Cristo, y Benedicto XV trazó los
caminos de la paz en Cristo; que, a su vez, recogía en sínte­
sis Pío XI, la paz de Cristo en el reino de Cristo, y proclama­
ba la festividad litúrgica de Cristo Rey, vinculada en su expan­
sión eclesial a los trabajos del Apostolado
de la Oración,
llamando a la
par a la exigencia de la reparación. Pío XII,
haciéndose eco de la vida de la Iglesia en el Amor del
Corazón
de Cristo, profundizaba los caminos del espíritu en la
Summi Pontificatus, para penetrar el misterio de la Iglesia en
la Mystici Corporis Cbristi, y presentar en todo su esplendor la
caridad divina
en la Haurietis Aquas. El padre Sebastián
Tromp, S.!., indicaría
que de las cuatro obras principales que
habían confluido en la doctrina acerca de la Iglesia, dos eran
del padre Ramiere,
El Apostolado de la Oración y El Corazón
de Jesús y
la divinización del cristiano. Doctrina que fue asu­
mida
en el Concilio de Juan y Pablo, en la Lumen Gentium, y
que recordaba Pablo VI en la Ecc/esiam Suam, como a su vez
ha insistido
Juan Pablo II. Y este mismo pontífice ha confir­
mado lo anterior al mostrarnos
en su enseñanza magisteríal y
en su práctica pastoral que los caminos de la Iglesia lo son de
misericordia del buen Dios, que Cristo es el centro del cosmos
y de la historia que ha entrado en nuestras vidas por medio
de María Virgen para que tengamos vida plena. Y que todo
está ordenado a
Él.
Ahora, como nos enseña el Evangelio, "por sus frutos los
conoceréis". Y tales frutos de vida de fe, de esperanza y de
caridad no revelan sino la misma vida de fe, de esperanza y
de caridad; de vida santa del padre Ramiere bajo la dirección
y guía del Espíritu .Santo. Y quien tanto
ha hecho amar al
Corazón de Jesús no era sino quien lo amaba tiernamente y
en intimidad de vida y fidelidad a la propia vocación sacer­
dotal y religiosa
en la Compañía de Jesús como hijo fidelísi­
mo de san Ignacio, de la autoridad pontificia y episcopal, y
de la Iglesia. Amando a Dios sobre todas las cosas y al pró­
jiino como a uno mismo, se entregó en dar a los hombres la
315
Fundaci\363n Speiro

EVAR!STO PALOMAR MALDONADO
plenitud de vida que es Cristo-Jesús, invitando al entero
Pueblo de Dios a unirse en ofrenda a la misma ofrenda de
Jesucristo por lá salvación de las almas y el triunfo de la
Iglesia.
El ofrecimiento de obras ha conformado la vida pre­
sente de la Iglesia como consagración personal y social, sien­
do asumida como síntesis de toda lá tarea personal a la que
nos invita el Concilio Vaticano Il: la consecratio mundi. El
mismo había cultivado la consagración montfortiana en escla­
vitud a Maria Santísima, y
desde el acto definitorio de la
Inmaculada Concepción
por el beato Pío IX se propuso afir­
mar la esperanza del entero Pueblo
de Dios en el Corazón
del Rey-Mesías.
Es conveniente declarar, en conformidad con lo expuesto,
que el sentido de esta propuesta, vendría a retomar afirma­
ciones y convicciones ya sostenidas, entre otros lugares, por
los trabajos del Apostolado de la Oración en Francia, que,
concluyendo
en la obra colectiva dedicada al padre Ramiere
en 1934, se hacían eco de la santidad del padre Enrique
Ramiere
(Le Pere Henri Ramiere, Toulouse). Así, el padre Paul
Dudon,
en el prólogo a la obra referida, escribe: "Ceux qui
le virent tout vivan! le retrouveront dans ces pages,
nous l'es­
pérons, avec la sympathie
qui rayonnet de lui, et sa prodi­
gieuse activité... Dans le ciel,
oii il repose en Dieu de ses
grands labours, le
P. Ramiere nou perdonnera le retard mis a
célébrer sa mémoire ... Aussi ce livre, que le Messager dépose
humblement comme un tardif hommage de justice sur la tom­
be du P. Ramiere, est-il encare plus un cri de reconnaissance
au Coeur de Jésus, qui a daigné se donner un apütre si ardent
et si fidele". Y el padre Parra, por su parte, al final de su
esbozo biográfico: "Nous pouvons bien, nous, aux strophes
que précedent,
en ajouter une pour remercier Dieu de nous
avoir donné le Pere Ramiere: il est de la race de ces hommes
que donnent nettement l'impression de la présence et de la
action divines" (p. 36).
Sebo/a Cordís lesu, en su vocación y misión, ha nacido,
como de una
de sus fuentes, sin desvincularse de Paray, antes
al contrario, y en la universalidad del mensaje de la infancia
316
Fundaci\363n Speiro

PRO CANONIZACIÓN DEL PADRE RAMIERE, S.!.
espiritual de la doctora de la Iglesia, santa Teresita del Niño
Jesús,
de esta vida santa de fe, esperanza y caridad del padre
Ramiere. El padre Orlandis, al final de sus Pensamientos y
ocurrencias, retomaba los trabajos del padre Ramiere como
indicativos del tipo
de labor apostólica que habñan de asu­
mir
en Scbola quienes a ello se sintieran llamados. Y
Francisco Canals Vida!,
en el número de Cristiandad dedica­
do a la memoria de tan venerable sacerdote y apóstol, se
refería a nuestro padre Ramón Orlandis como "continuador
del padre Ramiere".
Parece así oportuno y congruente con la vocación y misión
de Scbola Cordis Iesu, concebida por el padre Orlandis, que
como acto de religión, como acto de piedad y de justicia, que
Sebo/a Cordis Iesu reconociendo y proclamando íntima y vital­
mente la santidad del padre Ramiere, tomándolo como inter­
cesor y amigo fiel y tierno del Corazón
de Jesús, haga suya la
siguiente propuesta:
"La presente asamblea de Sebo/a Cordis Iesu, oída la pro­
puesta que a ella se presenta acerca
de la convicción de la
santidad de vida de fe, esperanza y caridad, y de la santidad
de doctrina y obras del padre Enrique Ramiere, sacerdote y
religioso de
la Compañía de Jesús, hace suya dicha convicción,
y toma el acuerdo de elevar a
la Sede Apostólica el que Ella
se digne proclamar pública y universalmente que el padre
Enrique
Ramiere, insigne apóstol del Corazón de Jesús, de las
esperanzas de la Iglesia, de la realeza de
Cristo y precursor de
las modernas enseñanzas pontificias, goza ya de la visión de
Dios con los santos del cielo, para gloria de la Trinidad Santa
y del Divino Corazón y exaltación
de la santa fe católica".
317
Fundaci\363n Speiro