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Número 429-430

Serie XLII

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El Código Da Vinci

EL CÓDIGO DA VINCI
POR
.MASSTh10 INrROVIGNE <'J
l. El anticatolicismo, ''último prejuicio permitido"
Imaginemos el siguiente escenario: una novela en la que se
afirma que Buda, después de la iluminación, no ha llevado la
vida
de castidad que se le atribuye sino que ha tenido esposa e
hijos.
Que la comunidad budista, después de su muerte, ha vio-
(") Nota sobre la Jiteiatura anticatólica, ¡:,oc EsrANJSLAO CANTERO. La literatu­
ra anticatólica no es cosa nueva. Podemos decir que de.sde ios albores del cris­
tianismo existieron los escritos contrarios a la Iglesia, contra los que lúcharon los
Padres de la Iglesia e incluso autores no tan ortodoxos como Orígenes én su polé­
mica contra Celso. Sin embargo,
desde fines del XVII y, muy especialmente duran­
te el xvm (Cfr. Paul HAZAID, La crise de la consdence europt!enne, Gallimard, col.
Idées, 1968; trad. esp., Alianza, Madrid, 1988; IDEM, El pensamiento europeo en el
siglo XVIll, Alianza, ·-Madrid, 1991; Emst CASsIRER, La phllosophíe dfis Lumiéres,
Fayard, col. Argonauta, París, 1986), la literatura --,-eritendida .en séntido amplio,
incluyendo
desde la obra culta y refinada al panfleto-contra la doctrina católi­
ca, los
dogmas y la Iglesia fundada por Cristo Nuestro Señor, arreció en una espe­
cie de anti-cruzada en la que parecía irle la vida: basta con pensar eri La Enctclo­
Jlf'rlja (Robert DARNrON, L'aventure de l'Encyclopédle. Un bestseller au siéde des
Lumiéres, Percin, París, 1988} y en los rousseaU des ruisseaux (R. DARNTON,
Boheme llttéralre et-Révolution, Seuil, París, 1983, págs. 7-41; IDEM, EdJUon et sedi­
tion: Gallimard, París; 1991). Francia --aunque no sólo ella-se distinguió en
tarea tan destructiva y nihilista, y pasado el aparente oasis de la Restauración (Cfr.
Paul BaN1CHou, Le sacre de J'tcrtvaln. 1750-1830. Essat sur J'avenement d'un pou­
voir sj)JritueJ.lai'que dans la France moderne (1973), Gallimard, París, 1996), vol­
vió
la tormenta con el apogeo romántico (Cfr. P. BÉNICHou, Les Mages romanU­
ques, Gallimard, París, 1988) y sus· seéuelas (Cfr. P. B:rn1CHou, La Temps des
prophetes, Gallimard, París, 2001) con autores tan célebres como Sten.dhal, La1n..1r­
tine, Vigny, "el padre" Hugo, Musser, Flaubert o Zola, _ o los secundaris,s, Sué,
Verbo, núm. 429-430.(2004), 831-841. 831
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MASSIMO INTROVIGNE
lado el derecho de su esposa, que debería haber sido su herede,
ra. Que para esconder .esta verdad los budistas a lo largo de su
historia han asesinado millares, incluso millones de personas.
Que un santo budista desaparecido hace pocos años -co,mo un
Daisetz Teitaro Suzuki (1870-1966)-en realidad era el jefe de
Mérimée, Mirabeau o Fabre, o, en otro· orden de cosas, Royer--Collard, Cousin o
Jouffroy, y Guizot, Thiers, Michelet o Quinet, hasta constituir el XIX un siglo de
lucha anticatólica por antonomasia que culminaría con la 3" República (Cfr.
Jacqueline LAL6UETTE, La Rt1publique aritldf!ricale. xiK~XJt siécles, Seuil, París, 2002;
ID., Lá libre pensée en France. 1848-1940, Albin Michel, 2.ª ed., París, 2001).
La cultura de masas propici6 ia aparición del best selíer--cuyos antecedentes·
fueron
los folletines~.siglo XIX de Balzac,-Sue, Dumas, Musset o Gautier y otros
muchós de menor rénombre-.:.., obra, nortnalmente, · sin pretensiones li.terarias,
pero de acusada atracción para un gran público, debido, entre otras causas, al
interés de la intr_iga bieD elabo~a, ·a su trabazón ----e"ritre la ficción y una apa­
rente realidad-con los poderes del mtindo contemporáneo,· a la inventiva recrea­
ción de la histcitia, a una pretendida divulgación filos6fi1=a o científicá, o a la exhi­
bición
de las· pasiones, principalmen¡:e carnales b de poder.
También esta Iit'eratura en el s.iglo XX· descubrió el filón de denigrar a la reli­
gión católica, a la Iglesi_a, a los dogmas o a la moral católica. Otl1ito nombres,
alguncis, desgraciadamente, muy conocidos en España por su_·gran divulgación,
para nO contribuir, ni siquiera desde estas páginas de Verbo, tan críticas; con una
propaganda iridirecta de tan zafia escritura. Sin embargo, por la importancia del
tema, sobre el que_ quizá los cS:tóliCOs no hemos reflexionado debidamente, trae­
mos-a nuestra revista uil "interesante y.agudo artículo del.profeso.re investigador
italiano
Massimo Introvigne, sobre una de ·tales obras, publicado en .la revista ita­
liana
CristianitiJ. (año :x:xJpl, núm. 322, marzo-abril 2004, págs. 19-22).
Massimo Introvigne (Roma, 1955), es miembro directivo de Alleanza Cattolica,
licenciado en ftlosof'ta por la Universidad Gregoriana de Roma y en derecho por
la Universidad de Turin, de la qué ha sido profesor de Filosof'ia del Derecho,
autor de diversas obras de filoSOfía. jurídica_ y moral, como Los dos prlndplos de
justicia
en la teoría-de Ralws, Giuffre, Milán t983) y «'Nlystiche, y· moral en
Wittgenstein (Quadrivium, Génova, "1984). Cofundador y director desde 1988 del
CESNUR, tal actividad le h,a llevado a ocuparse principalmente del análisis de las
sectas y las nuevas religiones, sobre lo que ha publicadO numerosos libros y artí­
culos en diversas revistas (entre las que cabe destacar Cristi.anit#J.), debiendo men­
cionarse l,e nuove religtoni (SugarCo, Milán; ·1989), JI cappeflo del mago, J.nuovi
movimenU magid dallo spiritismo al satanismo (SugarCo, Milán, 1990; edición
· abreviada en.fráncés, La Magte. Les nouveaux moúvements magiques, Droguet et
Ardant, París, 1993), La questlone dél/a nuova religiosita (Cristianita, Piacenza,
1993), _JI ritorno dello gnosticismo (SugarCo,_ Milán, 1993)1 Storia del New Age
(Cristianita, Piacenza 1993), los tres últimos reseñados en Verbo, riúm. 327-328,
agosto-septiembre-octubre 1994, págs. 861-869 (Traducción de E. Cantero).
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una banda de delincuentes. Que el Dalai Lama y otras autorida­
des del budismo internacional. trabajan para mantener las menti­
ras sobre Buda sirviéndose
.de cualqllier medio, inclUido el asesi­
nato. Publicada, la novela
no pasa inadvertida. Autoridades de
todas las religiones la denuncian como
una odiosa mistificación
ant.ibudista y
llna incitación al enfrentamiento entre religiones. En
diversos países se prohfbe su publicación con el aplauso de la
prensa.
La empresa cinematográfica .a la que se propone una ver­
sión para la gran pantalla,
echa al autor a patadas considerando
el proyecto
una broma de 1nal gusto.
Tal escenario
no es cierto, pero hay uno parecido, absoluta­
mente real. Sólo que
no se habla de. Buda sino de Jesucristo; no
de la comunidad budista, sino de la Iglesia Católica; no de Suzuki
y de su orden zen,
sino de San José María Escrivá (1902-1975) y
del
Opus Dei que él fundó; no del Dalai Lama, sino de Juan Pa­
blo
II. De· la novela en cuestión se han vendido tres. millones y
medio. de ejemplares
en Estados Unidos, se acaba de publicar en
Italia -Y en otras naciones, como España-y la empresa Sony
hará
una película dirigida por Ron Howard a favor de la cual ya
ha comenzado una propaganda internacional. Como ha observa­
do correctamente el sociólogo e historiador americano Philip
Jenkins, el éxito de éste mediocre producto es tan sólo una prue­
ba más del hecho de que el anticatolicismo es "el ultimo prejui­
cio permitido"
(1).
2. El Código da Vinci y el Priorato de Sion
EICódiga Da Vtnci (2), escenifica una rocambolesca búsque­
da del Santo
Grial. Este último -según la novela-no es, como
la
tradición _ha creído siempre, una copa en la que se recogió la
{1) Cfr. Philip ]ENKINS, The New Antt.-Catholicism. Iñe Last Acceptable Préju­
dice, Oxford University Press, Nueva York, 2_003; en una comunicación personal,
el autor ha confirmado que co'nsidera El Cddigo Da Vino· un ejemplo típico de lá
méntaHdad
descrita en su estudio. ·
(2) Cfr. Dan BROWN, l1 Codice Da. Ví'nd, trad. it., Mondadori, Milán 2003; El
Código Da Vind, trad. española, Umbriel Edjciones lJrano, Barcelona, 2003.
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sangre de Cristo, sino una persona, María Magdalena, la verda­
dera "copa"
que tuvo la sangre real (en francés antiguo la san­
gue reale, de donde "Santo Graal"), es decir, los hijos que Jesu­
cristo le dio.
La tumba perdida de la Magdalena es, por tanto,
el verdadero Santo Grial. Aprendemos, además, que Jesucristo
llabfa fundado una Iglesia que debería de haber proclamado la
prioridad del principio femenino y
no a San Pedro sino a su
esposa, María Magdalena y que nunca pretendió ser Dios. Habría
sido el emperador Constantino (280-337) el
que reinventase un
nuevo cristianismo suprimiendo el ele1nento femenino, procla­
mando que Jesucristo era Dios y haciendo ratificar sus ideas pa­
triarcales, autoritarias y antifemeninas
por el Concilio de Nicea
(325).
El proyecto presupone que desaparezca la verdad sobre
Jesucristo y su matrimonio y
que su descendencia sea física­
me'iite supritnida. -El primer objetivo se consigue escogiendo
cuatro
evangelit>s "inocuos" entre las decenas que existían y
declarando "herejes" los otros evangelios "gnósticos", en algu­
nos de los cuales se dan pistas sobre el matrimonio entre Jesús
y
l.a Magdalena. Respecto al segundo objetivo, para desgracia de
Constantino y de la Iglesia Católica, los descendientes físicos de
Jesús escaparon y siglos después consiguieron afianzarse
en el
trono de Francia con el nombre de merovingios. La Iglesia con­
siguió que fuera asesinado buen número de merovingios por
los carolingios que les sustituyeron, pero nació una organiza­
ción misteriosa, el Ptiorato de Sien,
par_a proteger la descen­
dencia de Jesús
y su secreto.
Al Priorato se viricularon los Templarios -por lo que fueron
perseguidos---y, más tarde, también la masonería. Algunos de los
mayores genios literarios y artistas fueron Grandes Maestros del
priorato de Sion
y, algunos -entre 'ellos Leonardo da Vinci
(1452-1519)-han dejadó indicios del secreto en sus obras. La
Iglesia Católica, durante ese tiempo, completa la liquidación del
primado del principio femenino
con la lucha contra las brujas,
en la que sucumbieron cinco millones de mujeres. Pero todo fue
en vano, porque ·el Priorat6 de Sion sobrevíve así como los_ des­
cendientes de Jesús en familias que llevan el apellido Plantard y
Saint
Clair.
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3. ¿"ficción" o historia?
Se ha objetado por muchos a algunos ctiticos de la novela
que se trata, sencillamente, de ficción, por lo que no necesita res­
petar la verdad histórica. Tales críticos han olvidado leer la pági­
na
Intormacioni stortche, en la que Brown afirma c¡ue ",tutte Je
descrizioni f .. } di documenti e rituali segreti con ten u te in questo
romanzo rispecclúano la relata". (3) y se fundan en el hecho de
que "nel 1975, presso la BibliothéqueNationale di Partgi, sano state
scoperte ale
une pergamene, note come Les Dossier Secrets" ( 4),
con
la historia del Priorato de Sion.
La parte que el autor. presenta co1no imaginaria sugier~ qt1e
hoy el Priorato se prepara a revelar al mundo el secreto por
medio de su último Gran Maestre, un conservador del Museo del
Louvre que
se llama Jacques Sauniere. Para impedirlo, son asesi­
nados Sauniere y sus principales colaboradores. Un investigador
de simbología americano, Robert Langdon,
es sospechoso de los
ctimenes,
pero una criptóloga que trabaja para la policía de París
-So¡jhie Neveu, la sobrina de Sauniere-, a·ee en su. inocencia
y le ayuda a escapar. Se induce al lector a creer que el respon­
sable de los asesinatos es el
Opus Dei, aunque las cosas se com­
plican más.
En el debe de este instituto se apuntan las más cru­
das 11leyendas negras" -cien veces desmentidas, pero reacias a
desaparecer-surgidas de la literatura internacional expllcita­
mente citada. En la
novela, un nuevo Papa progresista decide res­
cindir la unión entre la Iglesia
y el Opus Dei que se debe a Juan
Pablo
11, y el prelado del Opus Dei acepta la propuesta de un mis­
terioso "Maestro": pagando a e.ste personaje una cantidad irunen­
sa podrá coaccionar a la Santa Sede, al apoderarse de las prue­
bas del secreto del Priorato de Sion
-es decir, de la "verdad"
sobre Jesucristo-- amenazando
con revelarlo al mundo. Un anti-
(3) 11 Codice Da 'Wncf, trad., !tal., pág. 9, "todas las descripciones [. . .] de
documentos y rituales secretos contenidos en esta novela respetan la realidad".
(
4) -Ibídem, "en 1975 fueron descubiertas en la Biblioteca Nacional de París
algunos pergaminos, designados como Les Dossier Secrets'.
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guo criminal, ahora numerarlo del Opus Dei, es "prestado" al
Maestro que lo empuja a cometer una serie de ctímenes. En rea­
lidad, el "Maestro" trabaja para sf mismo: es un riquísimo estu­
dioso inglés, anticatólico, que quiere revelar el secreto al mundo
y acusa
al Priorato de callar por temor a la Iglesia. Entre muer­
tos brutalmente asesinados, enigmas y persecuciones, Robert
Langdon
y Sophie -'entre los cuales nace la inevitable historia de
amor-terminan por descubrir la verdad: la tumba cie la Magda­
lena está escondida bajo la pirámide del Louvre, obra del presi­
dente francés
Fran9ois Mitterrand (1916-1996), esoterista y ma­
són, pero
la sangre real corre por las venas de Sophie que es la
última descendiente de Jesucristo:
4, Errores y mlstificaclones
Sólo la supina ignorancia contemporánea en materia de reli­
gión y de cristianismo explica
que pueda tomarse en serio tal
cúmulo de afirmaciones, cuando menos ridículas. Hay textos del
p1imer siglo cristiano
en los que Jesús es claramente rec.onocido
como Dios. En la
época del Canon Muratoriano (circa 190 d.c.),
el reconocimiento de los cuatro Evangelios como canónicos y la
exclusión de
los. textos gnósticos era un proceso sustancialmente
termina_do, noventa años antes de que naciese Constantino. Res­
pecto a la Magdalena, el gnóstico Evangelio de Tomás, que le
gusta tanto. a
Broym, lejos cie ser un texto profeminista funda la
grandeza en que "(. .. ) se hace varón" (5). A Simón Pedro que
objeta que "¡Maña debe alejarse de nosotros! Las mujeres no son
dignas de la Vida" (6), Jesús responde: "Entonces la guiaré para
que se vuelva varón, para
_que sea un espíritu igual al vuestro,
varones. Porque toda mujer
que se haga varón entrará en el
Reino de los cielos" (7). La cifra de cinco millones de brujas que-
(5) Evangelio de Tomás, 114, en Luigi MORALDI (a cura di), 1 Vangeli gností­
cJ. Va'rJgeli di Tomaso, Maria; Verit9, Filijlpo, trad. ital., Adelphi, Milán, 2001
(págs. 3-20), pág. 20.
(6) Ibídem.
O) Ibídem.
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EL CÓDIGO DA VINC/
macias por la Iglesia Católica es absolutamente absurda y Brown
olvida el hecho de
que en los países protestantes la caza de bru­
jas fue más larga y virulenta que
en los católicos.
La misma idea de un "código Da Vinci" escondido en la obra
del artista italiano ha sido calificada de "absurda" por la profeso­
ra Judith Verónica Field, de la Universidad
de Londres y presi­
dente de la Leonardo
Da Vinci Society (8). Ante estos desvarios,
el del traductor italiano que
llama a la torre del reloj del parla­
mento inglés
"Big Bang' (9) en lugar de Btg Ben, parece un
pecado venial.· Además, quien conozca un poco la historia de las
mistificaciones sobre el Grial sabe
que en el Código Da Vinci hay
muy
poco nuevo: todo había sido dicho en centenares de libros
sobre i«,nnes-le-Chateau (10)
-aunque el nombre de esta loca­
lidad francesa no se mencione en la novela-, y los apellidos
Sauniere y Plantard hacen expresa referencia a tales sucesos.·
5. El mito de Rennes..le-Chílteau:
una falsificación desenmascarada hace mucho tiempo
Rennes-le-Chateau es un pueblecito francés en el departa­
mento del Aude, al pie de los Pirineos orientales,
en la zona
denominada
Razes. La población se redujo a una cuarentena de
habitantes pero cada
añq la visitan decenas de _miles de .turistas.
Desde
1960 a nuestros días se han dedicado a Rennes-le-CW.teau
más de cincuenta libros en lengua frances;;t., al menoS un par de
bese' seller .en inglés y buen número de títulos <;n italiano .. Se
habla de _él también en peliculás y en cornics de culto, como
Pr.eacber o Tbe Magdalena. El pueblecito se encuentra en el inte­
rior del "país cátaro", es decir,
la zona eh la que la herejía de los
cátaros dominó la región y sobrevivió hasta
el siglo XIII y que
(8) Cfr. Gary STERN, "Expert Dis~iss Theories in Popular BOok", The ]ourna,1
News, Westchester (Nueva York), 2/11/03, pág. 1.
(9) -D. BROWN, op. dt., pág. 438.
(!Ü) Véase una introduCción a la ·abundante bibliografía sobre el tewa en_ mi
"Rennes-le-Chiteau: mistificatori e_ m~tiflcazio~ sul ·Graál"/ Cristianlta, iño XXIV,
nóm. 258, Octubre 1996, págs. 7-9.
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una buena promoción la ha convertido recientemente en una de
las zonas turísticas francesas más solicitadas. Rennes-le-Cháteau
sería tan sólo una nota a pie de página en el turismo "cátaro"
actual a
no ser porque en 1885 fue su párroco don Berenguer
Sauniere
(1852-1917). A él se refieren todas las leyendas sobre
Rennes-le Chateau.
El párroco Sauniere era un personaje peculiar que en 1909
se negó a ser trasladado a otra parroquia y que en 1910, después
de perder
un proceso eclesiástico, fue suspendido a divinis. Pri­
vado de la parroquia, -per1nanedó hasta su 1nuerte en el pueblo,
se _enriqueció
·con nuevas construcciones_-entre las cuales una
curiosa "torre de Magdala"-y escandalizó con una serie de
excavaciones en la cripta del cementerio, a la búsqueda de no se
sabe bien qué. Enriquecido más allá de lo habitual en un cura.de
pueblo, se mmoreaba
que había .-descubierto un tesoro. Todo
podía explicarse
--como sospechaba su obispo-con un menos
romántico tráfico de donaciones y de misas. Recientemente se ha
sostenido que Sauniere habría descubierto
en la cripta importan­
tísimos manuscritos_ antiguos, ¡Jera los que han apare'cido son
evidentes falsos del siglo XIX si no del xx. Es posible que durante
los trabajos de restauración de la iglesia parroquial
-una activi­
dad que,
en cualquier caso, se debe al mérito del párroco-don
Sauniere descubriera algún objeto de época medieval, pero no
en cantidad suficiellte para enriquecerse. Se continua rel)itiendo,
tan1bién, que Sauniere habría estado en relación con ambientes
esotéricos de París,
pero no hay pmeba alguna de tal relación. La
figura de Suniere no carece de interés y sus construcciones mues­
tran que era un hombre especialmente atento a las alegorías y a
los símbolos, tras
fa huella de una tradición local. Pero no se ha ~ podido probar otra· cosa.
La leyenda de Sauniere no habría pervivido de no ser por su
continuadora,
Ma1ie Denamaud (1868-1953) -a la que dejó su
propiedad y las construcciones de
Rennes-le,Cháteau para sus­
traerlas al obispo con el
que estaba en conflicto--que la prosi­
guió durante años, ta_tnbién para animar a posibles co1npradores,
con fábülas de tesoros escondidos. Y si otro personaje, Noel
Corbu
(1912-1968), después de haber adquirido de Denamaud la
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EL CÓDIGO DA VINC/
propiedad del expárroco para transformarla en restaurante, no
hubiese comenzado, desde 1956, a publicar artículos en la pren­
sa local
en los que -animado del deseo de atraer turistas .a un
sitio perdido--poma los presuntos "millones" de Sauniere en
relación con el tesoro de los citaros.
En los años 60 la leyenda difundida por Corbu a .escala local
adquirió fama nacional tras atraer la atención de los esoteris­
tas ----entre ellos Pierre Plantard (Í920-2000), que anteriormente
había animado el grupo Alpha Galates y había sido condenado
por estafa de fondo esotérico--y de periodistas interesados por
los 1nisterios esotéricos, como Gérard de Sede, que en 1967
publicó L'or de Rennes (11). Tres autores ingleses de esotetismo
popular -Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Llncoln-se
encargaron
de elaborar posterionnente sus ideas, transformándo,
las en una auténtica industria editorial -gracias, también, a la
BBC, que le hizo buena propaganda-, con Ja publicación, en
1979, de El Santo Grial (12} Según Sede y sus continuadores
ingleses, el
pán-oco había descubierto el secreto de Rennes-le­
Chateau,
donde habría sido depositado no sólo un tesoro fabu­
loso
-atribuido diversamente al templo de Jerusalén, a los visi­
godos, a los· cátaros, a los templarios, a la monarquía francesa,
y del que el sacerdote habría conseguido sólo una pequeña par­
te--, sino también -y revelado por los presuntos pergaminos
encontrados
por Sauniere, por las insaipciones del cementerio,
por las formas de los edificios y por todo lo que hay en la igle­
sia
parroquial-un tesoro no material, la verdad sobre la histo­
ria del mundo. En el pueblecito pirenaico
existilian documentos
capaces
de probar que Jesucristo -verdad cuidadosamente ocul­
tada
por la Iglesia católica-había tenido hijos con Maria Mag­
dalena, que estos hijos llevan
la sangre de Dios y que, poi tanto,
tienen el derecho de reinar.
en Francia y en todo el mundo.
Que el Santo Grial sería, más exactamente, el sang real, la -san-
(11) Geral'd de SEDE, L 'or _de Rennes ou la vie Jruolite de Berenguer Sauniére,
Cure de Rennes-le-Chateau, Julliard, París, 1967.
(12) Miéhael BAIGBNT, Richard LEIGH y Henry LINcoLN, El Santo Grial, trad.,
ital., Mondadofi, Milán, 1997.
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gre real• de los descendientes físicos de Jesucristo, se afirma
desde
que Plantard.entra en la historia de Rennes·le-Chilteau. El
Código Da Vinci se .limita a repetir estas afirmaciones. Por pru­
dencia, afirma Plantard, la descendencia de los merovingios· de
Jesucristo se
habría mantenido como un secreto conocido por
unos· pocos. Pero los cátaros, l0s templarios, los grandes inicia­
dos -del mismo Sauniere al pintor Nicolás Poussin (1594-1655),
que habría dejado un rastro en su famoso cuadro del Louvre Los
pastores de Arcadia, que representaría precisamente el panorama
de Rennes-le-Chateau-
han guardado el secreto como algo pre­
ciosísimo, dejando traslucir
algún. indicio de cuándo en cuándo.
Hoy,
por supuesto, el Priorato de Sion existe. Fue fundado en
1956 por Pierre Plantard -que se hada llamar ·Plantard de Saint
Clair,,, inventándose un titulo nobiliario fantástico que es el ori­
gen de la afirmación de EI Código da Vinci, según. la cual, "Saint
Clair" es un apellido merovingio-, con escritura notarial y regis­
tro. Plantard dejó entender que él mismo era
un descendiente de
los merovingios y guardián del Grial. La prueba de que el Prio­
rato existe desde
-hace mil años consistiría en el nombre de una
pequeña orden religiosa medieval llamada Priorato de Sion. Efec­
tivamente, ésta existió
-y desapareció-pero no tuvo relación
alguna ni
con los merovingios ni con los pretendidos descen­
dientes de Jesucristo.
Es difícil no concluir que la relación entre
Reniles-le-Chateau, los merovingios y el Priorato de Sion es total­
mente legendaria y
que el Priorato es una organización esotéri­
ca cuyos.
origenes no se remontan más allá de la experiencia de
Plantard
y. de sus colaboradores. No ha existido ningún Priorato
de Sion
. .,-en el sentido en que se habla hoy-antes de la llega­
da de Plantard a
Rennes-le'Chilteau. Existe, pero sólo desde 1956.
Én la página Informadoni storiche de lI Codice Da Vinci,
se afirma, como ya he indicado, que toda la historia se confirma
por documentos incontrovertibles. Se trata· de los famosos docu­
mentos "reencontrados"
en 1975 en la Biblioteca Nacional de
París, pardaln_iente transmitidos, anteriormente, esaitor-Gérard
de Sede. Sin embargo, los documentos fueron "encontrados" por
las. mismas personas que los habían previamente escondido en la
Biblioteca Nacional: Plantard y sus amig0s. Y es absolutamente
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EL CÓDIGO DA VINCI
cierto que no se trata de documentos antiguos sino de modernos
falsos
.. El principal autor' de los falsos doCl.l1llentos, Philippe de
Chérisey
-fallecido en 198SC-, confesó haber participado en su
falsificación, lamentándose
por su utilización sin haber recibido
la c·orrespondiente compensación económica} s_egún atestiguan
cartas del abogado de Chérisey (13).
En cuanto a PouSsin, la «prueba» de su relaci'ón con Rennes­
le-Chiheau sería la fotograffa de una tumba existente en el te·
rritorio del pueblecito francés, hoy destruida, pero en la que
Poussin se habrfa inspirado para su cuadro Los pastores de
Arcadia.
Lástima que de la tumba se haya !'encontrado el permi­
so y los planos
de construcción, fechados en. 1903 aunque la
tumba se terminara.
en 193.3 (14): la tumba es, pues, cas.i tres~
cientos años posterior al cuadro de Poussin: Ningún ·documento,
y, pór tanto, ·ninguna «prueba». Sólo fantasías,. buenas para ven­
der .novelas más. o menos apasionantes, pero que desde el punto
de vista histórico deben considerarse auténticas inmundicias.
(13) Cfr. Carta del abogado B. B_occon-Gibod a P):iilippe Chérisey, de
8/10/1967, en la que
hábla de documentos "de votre fabdca'tioh et déposés a·man
étude", en la dirección http://priory-of-sion.com/psp/id ·167.html,-consultada el
20/5/2004.
(14) -Cfr. Paul SMITH, The Tombat at Les Pontils. The Real Truth, _en_Ja direc­
ción http:/ /priory-of-sion.com/p.Sp/id33.h~. Consultada el 20/5/2004.
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