Ángel Maestro: Dolores Ibárruri, Pasionar

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Ángel Maestra: DOLORES IBÁRRURI
PASIONARIA<'>
Estoy comentando un libro de dos autores. De estos que se
pusieron
de moda hace bastante tiempo en Francia bajo el mode­
lo
de Pour et contre. O quiero creer que bajo ese formato porque
la primera parte del libro ni la he leido ni pienso leerla. Lo que
diga Santiago Carrillo sobre La Pasionaria, o sobre cualquier otra
cuestión
no me interesa nada. Paso de esas páginas absoluta­
mente.
Angel Maestro es, sin duda, nuestro primer sovietólogo. Y
desde hace mucho tiempo. Son incontables sus trabajos, más o
menos extensos, rigurosos todos, sobre ese mundo que oprimió
a la Humanidad durante casi un siglo. Y en la opresión más san­
grienta, más calculada, más .perversa que conoció el mundo.
Afortunadamente, lo que amenazaba con ser un imperio mundial
y la esclavitud más. extensa que. conocieron los siglos, se cayó
un
dia como un castillo de naipes. Del modo más increible e ines­
perado. Pienso que sorprendió
al mismo Angel Maestro que
conocía las interioridades de aquel sistema como nadie. Como
nadie
en España. Porque supongo que en los Estados Unidos
y
.en algunos paises de la Europa occidental habrá quien tenga
también conocimientos análogos a los suyos. Superiores, me
extrañaría.
¿Tantos saberes
han pasado a ser ya arqueologia? ¿O, por lo
menos, historia? Creemos que no1 por cuanto el autor sigue sien­
do experto analista de la situación china, de la de la Rusia exso­
viética,
de la Cuba cas¡rista ... Pero hoy, en este libro, ha hecho
historia .. y él era; sin duda, la persona más caracterizada para
dejamos la semblanza de quien fue, junto con Santiago Carrillo,
el personaje más emblemático del comunismo español.
Y, al
decir esto, se me viene a la mente la esterilidad de un sistema
que, a lo largo
de tantos años, ha sido incapaz de alumbrar nada
(*) Ediciones B, Barcelona, págs. 169-375.
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más que dos figuras. La Pasionaria y Carrillo. Lamentables figu­
ras,
en mi opinión, pero nadie más. Si se pregunta a un español
de cultura histórica media por dos comunistas españoles apenas
podrá dar esos dos nombres.
Lo que no ocurre con ning'n otro
partido español.
Los socialistas podrán hablar de Pablo Iglesias,
Largo Caballero, Prieto, Besteiro
... Los carlistas de ambos Don
Carlos, Zunialacárregui, Vázquez de Mella, Aparisi. .. Los conser­
vadores de Canovas, Maura, Dato ... Sus oponentes en el turno
partidista de Sagasta, Montero Ríos, Canalejas, Romanones ... Los
falangistas de José Antonio, Onésimo, Ledesma, Serrano Súñer,
Fernández Cuesta ... Los franquistas, además de quien encarnó
por casi cuarenta ai\.os la Jefatura del Estado, de Yagüe, Varela,
Artajo, Fernández. de la Mora, López Rodó
... En el comunismo,
nadie. Esos dos nombres y nadie más. Pero
es que nadie más.
Porque citar a un Llamazares o a alguien similar creo que sería
insultarles.
Desconocía
yo que el padre de Pasionaria hubiera sido un
soldado carlista. Sería curioso un libro sobre los hijos que trai.­
cionaron las ideas de sus padres, o sobre fos padres que no
supieron inculcar sus ideas a sus hijos. Seria obra voluminosísi­
ma. Sólo de carlistas me vienen a la memoria, a vuela pluma, no
pocos, empezando por el infante Don Juan, padre de Carlos vn.
Y Gil Robles, Alfonso Carlos Comín, Barrionuevo, Carlos Hugo ...
Aunque tampoco se puede pedir mucho a quien dejó las filas car­
listas a los dieciocho años para integrarse
en la dura mina de
Vizcaya.
Las líneas que Maestro dedica a la primera juventud de Pasio­
naria
son de gran interés y nos saben a poco (págs. 183-186). Es
a partir de 1931 cuando el trabajo de nuestro autor toma cuerpo
narrándonos pormenorizadamente la trayectoria vital de esta mujer
que parecía nacida para
la agitación revolucionaria. Y ya desde
lqs inicios mísmos de su actividad comunista, lis purgas, las di­
sensiones y su fidelidad a Moscú. Es decir, a Stalin. Y también la
importancia extranjera en la organización del PCE de lo que
Maestro da pruebas concluyentes.
Su actividad revolucionaria en el período republicano es sin
duda la más conocida. Maestro la resume con eficacia y exactitud
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(págs. 187-211). Para penetrar después en esa época mucho más
en la sombra para quien no es especialista de la guerra y la pos­
guerra.
Es sin duda la parte más interesante de la obra, la más tra­
bajada y la que descubre todos los
saberes de Maestro. La .elimi­
nación de Largo Caballero y de Prieto del Gobierno, el exterminio
del
POUM y sus dirigentes,· las disensiones en el propio Partido
Comunista, el amancebamiento con Antón, las Brigadas Interna­
cionales, la cada vez más desastrosa marcha de la guerra hasta la
derrota final, el golpe del coronel Casado del que
se cuentan
cosas que no,
por conocidas; dejarán de sorprender a muchos,
están descritos
.. con fácil pluma e interés innegable. Y siempre en
Pasionaria_su dócil sometimiento .a las consignas de Moscú,
Lo mismo _cabe decir de su actuación en lo posguerra. La sos­
pechosa muerte de José Díaz, el encumbramiento de Dolores, la
venganza sobre el Antón enamorado de alguien más joven que
él y, por supuesto, que Pasionaria, la ascensión· de Carrillo ... La
fidelidad a Moscú, que era Stalin, continuaba siendo absoluta en
Pasionaria.
Una mínima reserva a tan-interesante libro. Los últimos años,
ciertamente ya seniles, de Pasionaria~ se nos antojan liquidados
con un golletazo. Creemos que para que. el espado concedido a
Maestro
no excediera el empleado por Carrillo. Cierto que ya
eran los días del carrillismo y el papel de Dolores Ibárruri era ya
puramente decorativo. Pero echamos de i:nenos_ más precisiones.
Sobre todo en persona que tanto sabe de su biografía.
Tras la lectura
de las páginas de Maestro el mito Pasionaria
queda totalmente desmitificado. No queremos saber, por pura
higiene intelectual, "Ió que, nos figura1nos que en su favor, habrá
dicho Carrillo. Sea lo que fuere, esta1nos seguros que las páginas
del autor que venimos comentando lo han pulverizado. :Porque
son demoledoras. D.olores Ibárruri, Pasionaria, ha sido colocada
en el lugar que le corresponde en la historia. Un pésimo lugar.
No queda más
que felicitar a Ángel Maestro por tan interesante
trabajo.
Que nos gustarla hubiera tenido muchas más páginas.
Dado el interés de las mismas.
FRANCISCO ] OSÉ FERNÁNDEZ DE LA CIGOJSIA
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