Índice de contenidos
Número 145-146
Serie XV
- Textos Pontificios
-
Estudios
-
La causa del mal
-
Karl Rahner y la marxistización de la teología
-
Socialismo utópico, dogmatismo e interpretación marxista de la historia. Breve desmitificación
-
Agustín Cochin y la historiografía contrarrevolucionaria
-
Un momento crucial de la historia de México: el general Miguel Miramón
-
De los tópicos a una doctrina del campo (II)
-
-
Actas
-
Crónica del XI Congreso del «Office Internacional»: La esperanza política
-
Jean Ousset y las enseñanzas de la historia
-
El mito de la reforma de estructuras
-
Actualidad y vigencia
-
Influjo en el hombre de los medios masivos de comunicación social
-
La socialización de la educación
-
La socialización de la medicina
-
- Información bibliográfica
- Crónicas
- Ilustraciones con recortes de periódicos
Autores
1976
Manuel Molina: ¿Dónde Lenin, allí Jerusalén?
INFORMACION BIBUOGR.AFICA
P. Manuel Molina: ¿DONDE LENIN, ALLI JERUSALEN?
REFiAUONE5 SOBIIE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN
Y EL PENSAMIENTO A-CTUAL DE PABLO VI (*).
En Bogotá, en agosto de 1968, decía Pablo VI:
"Entre los diversos caminos hacia una justa regeneración social,
nosotros no podemos escoger ni el del marxismo ateo, ni el de Ia
rebelión cismática, ni tanto meaos el del esparcimiento de sangre
y el de la anarquía. Distingamos nuestras responsabilidades de Ias
de aqucllos que, por el contrario, hacen de Ia violencia un ideal
noble,.
un
heroísmo glorioso,
una
teología complaciente. Para
repa
rar errores del pasado
y para curar enfermedades no hemos de oo
merer nuevos fallos, porque estarían oontra el Evangelio, contra el
espíritu
,de la
Iglesia, contra los mismos
intereses del
pueblo,
contra
el signo feliz de la hora presente, que es el de la justicia en camino
hacia la hermaodad y fa paz".
Estas palabras de Pablo VI van a ser el hilo conductor de la
pluma del P. Manuel Molina al exponer cierta forma de Teología
de la liberación, aquella teologí,, complaciente con el marxismo ateo,
que tiene en Hispanoamérica especial vigencia.
Toda
ella se
resume en
el título de esta obra inspirado en la afir
mación
de E. Bloch:
"ubi Lenio, ibi Jerusalen". Recordemos que
Moltmano describe a Bloch
como un marxista con la Biblia en la
mano, con el iorento de fundir el marxismo oon el crist!ianismo. La
consecuencia será la anulación del cristianismo absorbido por el mar
xismo.
El P. Malina ha dedicado treinta años a la evangelización de la
América Latina, en la difusión de la Biblia. Es un especialista en
Sagrada
Escritura y
por ello se encuentra muy pertrechado para oon
testar a quienes, como Gustavo Gutlérrez, manipulan fa Sagrada Es
critura hasta el extremo de escribir:
"La liberación de
Egipto es un
"cto político. Es la ruptura de
una situación de despojo y de miseria y el inicio de una sociedad
justa y fraterna. Es la supresión del desorden y la creación de uo
orden nuevo".
Sí; de acuerdo -contesta Molina-. Una "sociedad justa y fra
terna" y un "orden nuevo". Pero: ¿y la regulación de la servidum
bre
hecha por
Moisés y la prohibición en el Decálogo, de ni si
quiera
desear los
siervos ajenos
... le prueba a
usted que
la
libe-
(*) Editoriál Tradición, México 1975.
794
Fundaci\363n Speiro
INFOR,MACION BIBUOGR.AFICA
ración israelita tenía di marco soci9--político que usteoos le atribu
yen?
¿No
era, por, lo contrario, como todo el contiexto prueba, una
liberación de orden ttaseendente y figura de la liberación del peca
do, realizada por Cristo en el Misterio Pascual ..• ?
"Para comprender el sentido bíblico de liberación°salvación, de
bemos remontarnos al sujero de la misma, al hombre: a) Creado
f_Jor Dios; b) Libremente a,partado de Dios por el pecado; e) Vuelto
a !la gracia de Dios pot la destrucción del pecado realit.ada pot la
muerte y la resurrección de Cristo" (pág. 92).
Este es el esquema bíblico, religioso, sin mixtificaciones humanis
tas; ésta es la Historia de la Sailvación. Añádase a esto que ese acto
f_JoUtico tiene signo marxista en nuestros días y en los autores que
el
P. Molina va a
estudiar casi exclusivamente, y se tendrá el resu
men del libro que nos ocupa.
Este libro podría ser como la· ampliación de alguna de las idais
que
el autor expuso en su obra
titulada Arboles del Paraíso, reedi
tada en México, en la Editorial Tradición, con el nombre de El Pro
gresismo Religimo, para detener, en cuanto le fuera dado, la difusión
del
neo-modernismo
religioso. Las páginas
de
Verbo (núm. 141-
142)
ya se ocuparon con elogio de ésta. ·
Ese neo-modernismo ha engendrado eri América Latina la lla
mada Teologfa de la Liberación, a lo menos cierra teología con ten·
dencia claramen~ marxista, que en .1974 había iiúesrado con más de
cinco
mil títulos aquellas amadas tierras americanas. Humildemen
te declara el
autor, junto a su
decidulo enfrentamiento a esta teolo
gía aberrante
y maléfica, que escribe estas páginas más como infor
mador que como profesor, más como catequista que como teólogo,
si bien
nosotros sabemos que rio se puede ser buen catequista ni
informador sin estar muy bien informado teológicamente y reco
nociendo
que
el método catequístico
empleado es muy sm g611eris,
lleno de claridad, de vigor · y de la autoridad que le corifiere la pa
labra del Magisterio y sobre todo del Papa Pablo Vl, plenamente ac
rual, con la que cierra todos los capítulos. No quiere ni busca otra
cosa que .Ja segurulad de la doctrina; no trae teorías propias, sino
enseñanzas ajenas,
las del Magisterio, que pesan o deben pesar en
quien se ·sienta de· verdad católico. Por eso, · su· método es catequé
tico; y lo es, además, por los resúmenes de los ·capítulos, breves y
diáfanos, que permiten en muy poco tiempo enterarse del contenido
del libro.
No es tan
fácil dar una visión completa del libro, porque
su carácter catequístico impide resumir más · la gran cantidad de
cuestiones abordadas en el
mismo. Con todo, intentamos dar la idea
más exácta posible de los grandes remas del P. Molina.
El 'hecho es que rios hallamos en presencia de una Teología de
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION 8/BUOGRAFICA
la Liberación, que se nurre de diversas fuentes. Una de ellas es de
inspiración cristiana, que aparentemente se identifica ron el
Vati
amo 11, y la otra, mancista, que es .la que se está apoderando de todo
el movimiento liberacionista, alejándolo cada vez más de la inspitaci6n
de la
Iglesia y del Magisterio.
De entrada, esta teología diríamos que cuenta mu la simpatía de todas las almas nobles que desean el bien para los más necesitados,
aunque
al final
ese talante simpátiro se pueda poner en duda, cuando se ronteruplan los frutos y consecuencias de :la línea manrista, que
atruioa . los . datos teol6giros tradicionales, vacía sus ronceptos y los
mismos. términos sufren un
cambio de significado, una rransposici6n man:ista, para servirse de ellos romo el mejor aliado para
u_na marxistización del
cristianismo: "Soy marxista, porque .soy cristiano".
Dice el autot (pág. 16): "La Teología de la Llbetaci6n ha subvertido los conceptos de Revelaci6n, Escritura, Cristología, Orden
natural
y sobrenatural, praxis y doctrina, F.clesiología, C'.aridad, Pecado, Identificación del Reino de Cristo ron :la sociedad marxista".
Aunque, romo el mismo P. Molina seiiala, la cosecha y aceptación de las teorías libetalizadotas no se hubiera podido generali:zar tan rápidamente, sin . la acción previa· de otras ideas disolventes, que
desde
hace tiempo se fueron introduciendo en la Iglesía. En su libro
El Progresismo religioso, más pot extensO, nos habló de las raíces de ese progresismo, que también muestra ahota, en el que reseñamos. Los nombres Kant-Hegel-Marx; los sistemas agnosticista-inma
nentista-evolucionista; el Modernismo, cuyos temas filosófico-teoló
giros
vuelven
a
ser lanzados pot la Teología Nueva; :las aportaciones del te61ogo protestante y miembro de un partido socialista, Karl
Barth,
que pretende la identidad "Reino de Dios
= Sociedad socialista"; las de Eros Bloch y Molrmann ron sus teologías sobre la esperanza; fas de Roger Garaudy atareado en servir de puente para el acercamiento cristiano-marxista, y las de Konrad Famet, autor
de la
"¿Teo/ogla del Conu,nismo?", de cuyo libro son los siguientes a:riomas:
-La teología de :la esperanza debería desarrollarse en la teolo
gía del Comunismo, pnes éste es la única y total
esperanza
del
hombre.
;,-Sin
el
Comunismo no habrá en el futuro ningúo cristianismo.
Orros afluentes que:,han
allanado el camino a esta Teología de
lá Liberación
fueron, en
los años sesenta, los de
la Teología de -la Se-
?96
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
cularización, totalmente horizontalista, antropocéntrica, desmitologi
zante, representada
por
nombres bien conocidos romo Bonhoeffer,
van
Buren, Robinson, H. Cox ...
Cuando se
ha evacuado así la
cruz de
Cristo,
cuando se
prescin
de del cristianismo creyéndole superado, el hombre, que siente, romo
la naturaleza, horror
al
vacío, tiene que
buscar un polo positivo
ai
que agarrarse romo a
tabla de salvación.
Lo malo es que la tabla
esté
podrida
y se nos rompa, llevándonos a la desesperación, a la deses
peración a que
rondw:en todos
los
humanismos. Ese polo positivo, por
llamarlo de alguna manera, que quiete orupar el puesto de Cristo,
es
la
roncepción marxista de
la vida.
Esto es lo que
ha hecho esta teología de la liberación de tipo
marxista. Ha
puesto
en el 'lugar de la Palabra de Dios el füs=icis
mo -
el
P.
Molina-, o sea la =logia de 'los signos
de
los
tiempos, · y romo los tiempos se hallan irnbuídos de marxismo, han
concluído de ahí, que el marxismo es una realidad que forma parre
del
plan de Dios
y de la Revelación, y no romo parte negativa, •..
sino
romo manifestación
de la voluntad de Dios,
y consecuentemen
te que debemos adherirnos a él (pág. 39).
Y esto
es lo
admirable: que los
cristianos, algunos
que se dicen
cristianos, acepten
en lugar de
la fe en Dios, la
fe en la materia;
en lugar de
la esperanza, el devenir; en lugar del Amor, el odio, la
lucha de clases, "una lucha a muerte entre dos clases, dos mundos,
dos épocas de
la Hisroria Universal" (Lenin). Con estos métodos,
unas veces violentos,
otras pacíficos, minando desde dentro al
ad
versario, como
anunciaba
Lenin, o con otros_ métodos, como la
Guerra subversiva, la Guerra revolucionaria o la Revolución cul
tural, patrocinadas por Mao, de lo que se trata es no de llevar ai
mundo
la redención de Cristo, sino
de imponerle la dictadura del
proletariado. Sí, eso
es lo
aterrador y lo admirable: que
"un cristiano
cons
ciente, que,
más aón, sacerdotes y hasta obispos, luchen por la im
plantación del
marxismo" (pág. 51). Cómo se llega a este contra
sentido, lo explica el autor ron una brillante página de Marce! Clé
ment.
Resulta difícil dar una definición de Teología de la Liberación,
si se tiene en cuenta que existe un arco iris de opiniones entre los
tratadistas. ¿Qué entieoden algunos por =logia y qué por libera
ción?
Nuestro libro se fija principalmente en la que aflora en Amé
rica Latina con sus dos corrientes, una que busca entroncar con al,
gunas ideas del Vaticano II, sustentada por Mons. Pironio y Mon
señor
L6pez Trujillo, actual Secretario General de CELAM, seg,.i
dos por los profesores Armando Bandera, de Salamanca, Arias Re-
797
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
yero, de Santiago de Chile, y otros muchos ilustres tratadistas, y la
de color marxista, que es la estudiada por el P. Molina. Esta co
rriente acepta la dialéctica de la teoi:ía amo-esclavo de Hegel, opre
sión-servidumbre
de Marx, y busca y. proclama:
"a) La pronta revolución marxista, pues sin ella la Iglesia no
puede realizar su misión, como prueban los dos mil años de fracaso
del
p-istianismo.
b) Es imposible vivir y practicar el cristianismo en regímenes
capiralistas, pues
se vive en régimen de
pecad¡¡, y la única manera
de librarse
de. ese pecado es el compromiso con la revolución" (pá,
gina
70).
.
A estas conclusiones .llegan por
diversos
camino& tres personajes/
guías -loo únicos
estudiados
por nuestro autor en este
capfouio,-,
del movimiento tie01ógico liberacionista latino-americano: Comblin,
Gustavo
Gutiérrez y Hugo Assmann. Por desgracia, sus teorías, an
titéticas
del Vaticano 11,
tienen amplia audiencia e influencia entre
el. clero y, según se rumorea, eno:e algunas j,erarquías.
Denso
y lwninooo es el estudio que el P. Molina dedica al uso
y abuso de la Biblia por la Teología de la Liberación. Como era de
esperar, la
tratan con
poco respeto y piedad. No sabernoo cómo pue
den
llegar a
una
interpretación de
la Biblia tan
arbitraria y
si es
posible que ellos se engañen a sí
mismoo. Su
afán se centra,
pres
cindiendo del mnte,:to y la armonía de la fe, en encontrar situacio
nes y textos para probar bíblicamente las propias teorías. Como ya
se ha
indicado, "el
criterio que guía a la Teología de
la Liberación,
para
su reinterpretación o . relectura de la . Biblia es el llamado con
flicto
o praxis social conflictiva, lo cual, según la misma teología,
es el hilo de toda la Historia
de la Salvación". Es un criterio polí
tico y no religioso, claramente opuesto al esquema bíblico que pre
senta al hombre
creado por
Dios, libremente
apartado de Dioo por
el
pocado y vuelto a la gracia de Dios por la destrucción del pecado
realizada
por la muerte y .resurrección de Cristo.
De. ahí los abusos en la interpretación del Exodo, de Amoo, de
Isaías, de
los
textoo proféticos relativos
a la riqueza
y la pobreza,
a la violencia, a la esclavitud, a la obediencia, a la auroridad, etc.,
para llegar a la consideración del Antiguo Testamento como Tesis,
al. Nuevo como
Antítesis
y al Marxismo como Síntesis.
Así, a nadie puede extrañar que "en un
paso más arriesgado,
los que
se sitúan en la vertiente marxista, de un tiempo a esta parte,
y
en
las reuniones de algunas Comunidades de Base, e incluso en
Homilías du:ránte la celebración de la Eucaristía, se vil prescindien
do paulatinamente del
uso de la Biblia,
supliéndolo con textos o
lecruras de
periódicos o revistas, pues, según ellos, en
la narración
798
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
de los aconteeimientos actuales está demostrada también la revelación
de Dios" (pág. 110):
Cwmdo
la
clave es el
"conflicto'' y. se ha tomado partido por
una de las parres en conflieto, el desarrollo de esta Teología es mons
rruoso. El autor lo va mostrando· con riqueza de datos muy signi
ficativos. Esa teología prescinde de los temas directos que tratan
de Dios; silencian en todo el mundo los crímenes del marxismo y
no se preocupan para nada de los pueblos esclavizados por el co
munismo; abomina de Pinochet y loa a Casero; la qiridad es con
flictivamente interpretada, de
manera que no puede
ser veroadera
caridad
si no
obliga. a optar por una clase y contra otra clase; la
medida de la fe viene dada por la inmersión en la política de signo
marxista; la
iglesia, el templo será
casa del pueblo de Marx; no se
celebta
la
Eucaristía dominical por. el simple hecho de conflictos
laborales en la
demarcación. parroquial;
los que colaboran en
el fo..
mento del odio entre hermanos, los que lo orgauizan, esos son los
verdaderos servidores de •la Humanidad; el tener o no tener fe es
indiferente; no existe el problema del ateísmo, ni se precisa la evan
gelización...
Ciertamente,. "en
cuanto al enunciado general de las
verdades de fe no existe diferencia entre el libetacionismo y la
teología tradicional
... , la presentación
de los puntos de la Historia
de la Salvación es correcta... Peto a partir de ahí se inicia el desvío
de
las fuentes, pues la historia de salvación se somete a:l historicis
mo,
o
sea a interpretarla de
acuerdo a "los signos de los
tiempos",
para que pueda ser captada por el hombre moderno, y para ello debe
ser
,ele/da y ,eintet.,.pretad,i a la lw: de una hermenéutica política,
que
no brota de
la. Palabra
de Dios, sino del Subjetivismo que su
planta
la palabta de Dios para sus propios juicios" (pág. 120).
Nos desasosiega,
mientras eSctibimos estas líneas, la imposibili
dad de abarcar
y dar una idea aproximada de la riqueza temática
de que hace
gala el autor a lo largo de todo el libro. Es imposible
decirlo todo.
Por ello remitimos a nuestros lecrores al libro que re-
señamos. -
¿Qué piensa esa Teología con respecto a la Iglesia? El P. Moli
na hace la afirmación rotunda de que
los liberacionistas quieten
"otra" Iglesia; lo muestra, lo prueba con r.exros de e;os teólogos,
opuestos a la doctrina eclesiológica de siempre,
a:l Vaticano 11, al
Papa Pablo
VI. En la imposibilidad de
seguir paso
a
paso el d~
arrollo
del autor querernos dar las
palabrils del_ Episcopado Chileno,
-llenas
de gravedad
y que resumen la magnitud de las desviaciones
de
los cristianos
(!) por el socialismo y el gravísimo peligro para la
Iglesia auténtica:
"La actividad --dicen-del grupo "Cristianos por el Socialis-
799
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
mo" es de una profunda ambigüedad y requiere una definición clara por su parte. Si ese grupo pretende ser un frente de penetración en
la Iglesia, para convertirla desde su interior en una fuerza polítii;a y anexarla a un determinado programa de revolución social, es ne
cesario
que
lo
diga leal y claramente, y deje entonces de considerarse un grupo eclesial; sería más recto, en este caso, tomar el nombre de un grupo político, sumarse al partido o rorriente que estime
más . oportuno, y renunciar a las ventajas de orden práctiro o pro
pagand!stiro
que
obtienen
sus dirigentes por su condici6n de sacerdotes cat6Jicos. La ambigüedad ya no puede continuar, pruque es
perjudicial
a la Iglesia y . produce desorientación en muchos fieles,
además· de ser en sí misma un · abuso · del sacerdocio y de la fe. La Iglesia de Cristo no soporta este daño. Por tanto, y en vista de los
antecedentes que hemos
señalado, prohibimos
a sacerdotes
y religio
sos(as)
que formen parte de esa orgaoizaoi6n, y también que rea
licen
-en la forma que sea, institucional o personal, organizada o
espontánea- el tipo
de acción
que hemos denunciado en
este documento" (pág. 179).
Una sola idea centra toda
la Teología de la Liberación: donde
Lenin,
allí. Jerusa,Ién; el marxismo es la auténtica iglesia. El 29 de
septiembre de 1975 los .cristianos por
el socialismo españoles firma, ban
en
Burgos un
comunicado al final de
su II Encuentro. En el
punto 13 se dice: "CPS (Cristianos
por el Socialismo) es una corriente en el seno de los cristianos que luchan por la liberación de
los
pueblos, en las fábricas, en los barrios, en las zonas campesinas,
en la cultura y en la vida profesional; y esto desde una opción socialista y mar:xista de signo plural ... ". Como se ve, no es una teo
logía para
s61o América.
¿Qué hacer? El P. Molina cierra su libro con una serie de con
sejos
prácticos,. Somos minoría. los que percibimos el peligro
marxista
en la
Iglesia; nuestras armas
son
las del espíritu; es necesarísima la formación intelectual para detectar, desenmascarar y contraatacar, basada en la Trdici6n, el Magisterio, la Biblia; la difusión de
la
doctrina del
doctor común, Santo Tomás, "valedera por tanto
para
los hombres de nuestro tiempo" (Pablo VI); la adhesi6n amo
rosa
y total al representante de Cristo en la tierra y a los obispos en comunión con
él; hablar, denunciar, trabajar con todo esfuerzo
porque el mal que se está haciendo a la Iglesia es grande.
Quiera Dios
que este hermoso
·Y angustiado libro del P. Molina
encuentre amplia
difusi6n.
LUCAS GARCÍA BORREGUERO.
800
Fundaci\363n Speiro
P. Manuel Molina: ¿DONDE LENIN, ALLI JERUSALEN?
REFiAUONE5 SOBIIE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN
Y EL PENSAMIENTO A-CTUAL DE PABLO VI (*).
En Bogotá, en agosto de 1968, decía Pablo VI:
"Entre los diversos caminos hacia una justa regeneración social,
nosotros no podemos escoger ni el del marxismo ateo, ni el de Ia
rebelión cismática, ni tanto meaos el del esparcimiento de sangre
y el de la anarquía. Distingamos nuestras responsabilidades de Ias
de aqucllos que, por el contrario, hacen de Ia violencia un ideal
noble,.
un
heroísmo glorioso,
una
teología complaciente. Para
repa
rar errores del pasado
y para curar enfermedades no hemos de oo
merer nuevos fallos, porque estarían oontra el Evangelio, contra el
espíritu
,de la
Iglesia, contra los mismos
intereses del
pueblo,
contra
el signo feliz de la hora presente, que es el de la justicia en camino
hacia la hermaodad y fa paz".
Estas palabras de Pablo VI van a ser el hilo conductor de la
pluma del P. Manuel Molina al exponer cierta forma de Teología
de la liberación, aquella teologí,, complaciente con el marxismo ateo,
que tiene en Hispanoamérica especial vigencia.
Toda
ella se
resume en
el título de esta obra inspirado en la afir
mación
de E. Bloch:
"ubi Lenio, ibi Jerusalen". Recordemos que
Moltmano describe a Bloch
como un marxista con la Biblia en la
mano, con el iorento de fundir el marxismo oon el crist!ianismo. La
consecuencia será la anulación del cristianismo absorbido por el mar
xismo.
El P. Malina ha dedicado treinta años a la evangelización de la
América Latina, en la difusión de la Biblia. Es un especialista en
Sagrada
Escritura y
por ello se encuentra muy pertrechado para oon
testar a quienes, como Gustavo Gutlérrez, manipulan fa Sagrada Es
critura hasta el extremo de escribir:
"La liberación de
Egipto es un
"cto político. Es la ruptura de
una situación de despojo y de miseria y el inicio de una sociedad
justa y fraterna. Es la supresión del desorden y la creación de uo
orden nuevo".
Sí; de acuerdo -contesta Molina-. Una "sociedad justa y fra
terna" y un "orden nuevo". Pero: ¿y la regulación de la servidum
bre
hecha por
Moisés y la prohibición en el Decálogo, de ni si
quiera
desear los
siervos ajenos
... le prueba a
usted que
la
libe-
(*) Editoriál Tradición, México 1975.
794
Fundaci\363n Speiro
INFOR,MACION BIBUOGR.AFICA
ración israelita tenía di marco soci9--político que usteoos le atribu
yen?
¿No
era, por, lo contrario, como todo el contiexto prueba, una
liberación de orden ttaseendente y figura de la liberación del peca
do, realizada por Cristo en el Misterio Pascual ..• ?
"Para comprender el sentido bíblico de liberación°salvación, de
bemos remontarnos al sujero de la misma, al hombre: a) Creado
f_Jor Dios; b) Libremente a,partado de Dios por el pecado; e) Vuelto
a !la gracia de Dios pot la destrucción del pecado realit.ada pot la
muerte y la resurrección de Cristo" (pág. 92).
Este es el esquema bíblico, religioso, sin mixtificaciones humanis
tas; ésta es la Historia de la Sailvación. Añádase a esto que ese acto
f_JoUtico tiene signo marxista en nuestros días y en los autores que
el
P. Molina va a
estudiar casi exclusivamente, y se tendrá el resu
men del libro que nos ocupa.
Este libro podría ser como la· ampliación de alguna de las idais
que
el autor expuso en su obra
titulada Arboles del Paraíso, reedi
tada en México, en la Editorial Tradición, con el nombre de El Pro
gresismo Religimo, para detener, en cuanto le fuera dado, la difusión
del
neo-modernismo
religioso. Las páginas
de
Verbo (núm. 141-
142)
ya se ocuparon con elogio de ésta. ·
Ese neo-modernismo ha engendrado eri América Latina la lla
mada Teologfa de la Liberación, a lo menos cierra teología con ten·
dencia claramen~ marxista, que en .1974 había iiúesrado con más de
cinco
mil títulos aquellas amadas tierras americanas. Humildemen
te declara el
autor, junto a su
decidulo enfrentamiento a esta teolo
gía aberrante
y maléfica, que escribe estas páginas más como infor
mador que como profesor, más como catequista que como teólogo,
si bien
nosotros sabemos que rio se puede ser buen catequista ni
informador sin estar muy bien informado teológicamente y reco
nociendo
que
el método catequístico
empleado es muy sm g611eris,
lleno de claridad, de vigor · y de la autoridad que le corifiere la pa
labra del Magisterio y sobre todo del Papa Pablo Vl, plenamente ac
rual, con la que cierra todos los capítulos. No quiere ni busca otra
cosa que .Ja segurulad de la doctrina; no trae teorías propias, sino
enseñanzas ajenas,
las del Magisterio, que pesan o deben pesar en
quien se ·sienta de· verdad católico. Por eso, · su· método es catequé
tico; y lo es, además, por los resúmenes de los ·capítulos, breves y
diáfanos, que permiten en muy poco tiempo enterarse del contenido
del libro.
No es tan
fácil dar una visión completa del libro, porque
su carácter catequístico impide resumir más · la gran cantidad de
cuestiones abordadas en el
mismo. Con todo, intentamos dar la idea
más exácta posible de los grandes remas del P. Molina.
El 'hecho es que rios hallamos en presencia de una Teología de
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION 8/BUOGRAFICA
la Liberación, que se nurre de diversas fuentes. Una de ellas es de
inspiración cristiana, que aparentemente se identifica ron el
Vati
amo 11, y la otra, mancista, que es .la que se está apoderando de todo
el movimiento liberacionista, alejándolo cada vez más de la inspitaci6n
de la
Iglesia y del Magisterio.
De entrada, esta teología diríamos que cuenta mu la simpatía de todas las almas nobles que desean el bien para los más necesitados,
aunque
al final
ese talante simpátiro se pueda poner en duda, cuando se ronteruplan los frutos y consecuencias de :la línea manrista, que
atruioa . los . datos teol6giros tradicionales, vacía sus ronceptos y los
mismos. términos sufren un
cambio de significado, una rransposici6n man:ista, para servirse de ellos romo el mejor aliado para
u_na marxistización del
cristianismo: "Soy marxista, porque .soy cristiano".
Dice el autot (pág. 16): "La Teología de la Llbetaci6n ha subvertido los conceptos de Revelaci6n, Escritura, Cristología, Orden
natural
y sobrenatural, praxis y doctrina, F.clesiología, C'.aridad, Pecado, Identificación del Reino de Cristo ron :la sociedad marxista".
Aunque, romo el mismo P. Molina seiiala, la cosecha y aceptación de las teorías libetalizadotas no se hubiera podido generali:zar tan rápidamente, sin . la acción previa· de otras ideas disolventes, que
desde
hace tiempo se fueron introduciendo en la Iglesía. En su libro
El Progresismo religioso, más pot extensO, nos habló de las raíces de ese progresismo, que también muestra ahota, en el que reseñamos. Los nombres Kant-Hegel-Marx; los sistemas agnosticista-inma
nentista-evolucionista; el Modernismo, cuyos temas filosófico-teoló
giros
vuelven
a
ser lanzados pot la Teología Nueva; :las aportaciones del te61ogo protestante y miembro de un partido socialista, Karl
Barth,
que pretende la identidad "Reino de Dios
= Sociedad socialista"; las de Eros Bloch y Molrmann ron sus teologías sobre la esperanza; fas de Roger Garaudy atareado en servir de puente para el acercamiento cristiano-marxista, y las de Konrad Famet, autor
de la
"¿Teo/ogla del Conu,nismo?", de cuyo libro son los siguientes a:riomas:
-La teología de :la esperanza debería desarrollarse en la teolo
gía del Comunismo, pnes éste es la única y total
esperanza
del
hombre.
;,-Sin
el
Comunismo no habrá en el futuro ningúo cristianismo.
Orros afluentes que:,han
allanado el camino a esta Teología de
lá Liberación
fueron, en
los años sesenta, los de
la Teología de -la Se-
?96
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
cularización, totalmente horizontalista, antropocéntrica, desmitologi
zante, representada
por
nombres bien conocidos romo Bonhoeffer,
van
Buren, Robinson, H. Cox ...
Cuando se
ha evacuado así la
cruz de
Cristo,
cuando se
prescin
de del cristianismo creyéndole superado, el hombre, que siente, romo
la naturaleza, horror
al
vacío, tiene que
buscar un polo positivo
ai
que agarrarse romo a
tabla de salvación.
Lo malo es que la tabla
esté
podrida
y se nos rompa, llevándonos a la desesperación, a la deses
peración a que
rondw:en todos
los
humanismos. Ese polo positivo, por
llamarlo de alguna manera, que quiete orupar el puesto de Cristo,
es
la
roncepción marxista de
la vida.
Esto es lo que
ha hecho esta teología de la liberación de tipo
marxista. Ha
puesto
en el 'lugar de la Palabra de Dios el füs=icis
mo -
P.
Molina-, o sea la =logia de 'los signos
de
los
tiempos, · y romo los tiempos se hallan irnbuídos de marxismo, han
concluído de ahí, que el marxismo es una realidad que forma parre
del
plan de Dios
y de la Revelación, y no romo parte negativa, •..
sino
romo manifestación
de la voluntad de Dios,
y consecuentemen
te que debemos adherirnos a él (pág. 39).
Y esto
es lo
admirable: que los
cristianos, algunos
que se dicen
cristianos, acepten
en lugar de
la fe en Dios, la
fe en la materia;
en lugar de
la esperanza, el devenir; en lugar del Amor, el odio, la
lucha de clases, "una lucha a muerte entre dos clases, dos mundos,
dos épocas de
la Hisroria Universal" (Lenin). Con estos métodos,
unas veces violentos,
otras pacíficos, minando desde dentro al
ad
versario, como
anunciaba
Lenin, o con otros_ métodos, como la
Guerra subversiva, la Guerra revolucionaria o la Revolución cul
tural, patrocinadas por Mao, de lo que se trata es no de llevar ai
mundo
la redención de Cristo, sino
de imponerle la dictadura del
proletariado. Sí, eso
es lo
aterrador y lo admirable: que
"un cristiano
cons
ciente, que,
más aón, sacerdotes y hasta obispos, luchen por la im
plantación del
marxismo" (pág. 51). Cómo se llega a este contra
sentido, lo explica el autor ron una brillante página de Marce! Clé
ment.
Resulta difícil dar una definición de Teología de la Liberación,
si se tiene en cuenta que existe un arco iris de opiniones entre los
tratadistas. ¿Qué entieoden algunos por =logia y qué por libera
ción?
Nuestro libro se fija principalmente en la que aflora en Amé
rica Latina con sus dos corrientes, una que busca entroncar con al,
gunas ideas del Vaticano II, sustentada por Mons. Pironio y Mon
señor
L6pez Trujillo, actual Secretario General de CELAM, seg,.i
dos por los profesores Armando Bandera, de Salamanca, Arias Re-
797
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
yero, de Santiago de Chile, y otros muchos ilustres tratadistas, y la
de color marxista, que es la estudiada por el P. Molina. Esta co
rriente acepta la dialéctica de la teoi:ía amo-esclavo de Hegel, opre
sión-servidumbre
de Marx, y busca y. proclama:
"a) La pronta revolución marxista, pues sin ella la Iglesia no
puede realizar su misión, como prueban los dos mil años de fracaso
del
p-istianismo.
b) Es imposible vivir y practicar el cristianismo en regímenes
capiralistas, pues
se vive en régimen de
pecad¡¡, y la única manera
de librarse
de. ese pecado es el compromiso con la revolución" (pá,
gina
70).
.
A estas conclusiones .llegan por
diversos
camino& tres personajes/
guías -loo únicos
estudiados
por nuestro autor en este
capfouio,-,
del movimiento tie01ógico liberacionista latino-americano: Comblin,
Gustavo
Gutiérrez y Hugo Assmann. Por desgracia, sus teorías, an
titéticas
del Vaticano 11,
tienen amplia audiencia e influencia entre
el. clero y, según se rumorea, eno:e algunas j,erarquías.
Denso
y lwninooo es el estudio que el P. Molina dedica al uso
y abuso de la Biblia por la Teología de la Liberación. Como era de
esperar, la
tratan con
poco respeto y piedad. No sabernoo cómo pue
den
llegar a
una
interpretación de
la Biblia tan
arbitraria y
si es
posible que ellos se engañen a sí
mismoo. Su
afán se centra,
pres
cindiendo del mnte,:to y la armonía de la fe, en encontrar situacio
nes y textos para probar bíblicamente las propias teorías. Como ya
se ha
indicado, "el
criterio que guía a la Teología de
la Liberación,
para
su reinterpretación o . relectura de la . Biblia es el llamado con
flicto
o praxis social conflictiva, lo cual, según la misma teología,
es el hilo de toda la Historia
de la Salvación". Es un criterio polí
tico y no religioso, claramente opuesto al esquema bíblico que pre
senta al hombre
creado por
Dios, libremente
apartado de Dioo por
el
pocado y vuelto a la gracia de Dios por la destrucción del pecado
realizada
por la muerte y .resurrección de Cristo.
De. ahí los abusos en la interpretación del Exodo, de Amoo, de
Isaías, de
los
textoo proféticos relativos
a la riqueza
y la pobreza,
a la violencia, a la esclavitud, a la obediencia, a la auroridad, etc.,
para llegar a la consideración del Antiguo Testamento como Tesis,
al. Nuevo como
Antítesis
y al Marxismo como Síntesis.
Así, a nadie puede extrañar que "en un
paso más arriesgado,
los que
se sitúan en la vertiente marxista, de un tiempo a esta parte,
y
en
las reuniones de algunas Comunidades de Base, e incluso en
Homilías du:ránte la celebración de la Eucaristía, se vil prescindien
do paulatinamente del
uso de la Biblia,
supliéndolo con textos o
lecruras de
periódicos o revistas, pues, según ellos, en
la narración
798
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
de los aconteeimientos actuales está demostrada también la revelación
de Dios" (pág. 110):
Cwmdo
la
clave es el
"conflicto'' y. se ha tomado partido por
una de las parres en conflieto, el desarrollo de esta Teología es mons
rruoso. El autor lo va mostrando· con riqueza de datos muy signi
ficativos. Esa teología prescinde de los temas directos que tratan
de Dios; silencian en todo el mundo los crímenes del marxismo y
no se preocupan para nada de los pueblos esclavizados por el co
munismo; abomina de Pinochet y loa a Casero; la qiridad es con
flictivamente interpretada, de
manera que no puede
ser veroadera
caridad
si no
obliga. a optar por una clase y contra otra clase; la
medida de la fe viene dada por la inmersión en la política de signo
marxista; la
iglesia, el templo será
casa del pueblo de Marx; no se
celebta
la
Eucaristía dominical por. el simple hecho de conflictos
laborales en la
demarcación. parroquial;
los que colaboran en
el fo..
mento del odio entre hermanos, los que lo orgauizan, esos son los
verdaderos servidores de •la Humanidad; el tener o no tener fe es
indiferente; no existe el problema del ateísmo, ni se precisa la evan
gelización...
Ciertamente,. "en
cuanto al enunciado general de las
verdades de fe no existe diferencia entre el libetacionismo y la
teología tradicional
... , la presentación
de los puntos de la Historia
de la Salvación es correcta... Peto a partir de ahí se inicia el desvío
de
las fuentes, pues la historia de salvación se somete a:l historicis
mo,
o
sea a interpretarla de
acuerdo a "los signos de los
tiempos",
para que pueda ser captada por el hombre moderno, y para ello debe
ser
,ele/da y ,eintet.,.pretad,i a la lw: de una hermenéutica política,
que
no brota de
la. Palabra
de Dios, sino del Subjetivismo que su
planta
la palabta de Dios para sus propios juicios" (pág. 120).
Nos desasosiega,
mientras eSctibimos estas líneas, la imposibili
dad de abarcar
y dar una idea aproximada de la riqueza temática
de que hace
gala el autor a lo largo de todo el libro. Es imposible
decirlo todo.
Por ello remitimos a nuestros lecrores al libro que re-
señamos. -
¿Qué piensa esa Teología con respecto a la Iglesia? El P. Moli
na hace la afirmación rotunda de que
los liberacionistas quieten
"otra" Iglesia; lo muestra, lo prueba con r.exros de e;os teólogos,
opuestos a la doctrina eclesiológica de siempre,
a:l Vaticano 11, al
Papa Pablo
VI. En la imposibilidad de
seguir paso
a
paso el d~
arrollo
del autor querernos dar las
palabrils del_ Episcopado Chileno,
-llenas
de gravedad
y que resumen la magnitud de las desviaciones
de
los cristianos
(!) por el socialismo y el gravísimo peligro para la
Iglesia auténtica:
"La actividad --dicen-del grupo "Cristianos por el Socialis-
799
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
mo" es de una profunda ambigüedad y requiere una definición clara por su parte. Si ese grupo pretende ser un frente de penetración en
la Iglesia, para convertirla desde su interior en una fuerza polítii;a y anexarla a un determinado programa de revolución social, es ne
cesario
que
lo
diga leal y claramente, y deje entonces de considerarse un grupo eclesial; sería más recto, en este caso, tomar el nombre de un grupo político, sumarse al partido o rorriente que estime
más . oportuno, y renunciar a las ventajas de orden práctiro o pro
pagand!stiro
que
obtienen
sus dirigentes por su condici6n de sacerdotes cat6Jicos. La ambigüedad ya no puede continuar, pruque es
perjudicial
a la Iglesia y . produce desorientación en muchos fieles,
además· de ser en sí misma un · abuso · del sacerdocio y de la fe. La Iglesia de Cristo no soporta este daño. Por tanto, y en vista de los
antecedentes que hemos
señalado, prohibimos
a sacerdotes
y religio
sos(as)
que formen parte de esa orgaoizaoi6n, y también que rea
licen
-en la forma que sea, institucional o personal, organizada o
espontánea- el tipo
de acción
que hemos denunciado en
este documento" (pág. 179).
Una sola idea centra toda
la Teología de la Liberación: donde
Lenin,
allí. Jerusa,Ién; el marxismo es la auténtica iglesia. El 29 de
septiembre de 1975 los .cristianos por
el socialismo españoles firma, ban
en
Burgos un
comunicado al final de
su II Encuentro. En el
punto 13 se dice: "CPS (Cristianos
por el Socialismo) es una corriente en el seno de los cristianos que luchan por la liberación de
los
pueblos, en las fábricas, en los barrios, en las zonas campesinas,
en la cultura y en la vida profesional; y esto desde una opción socialista y mar:xista de signo plural ... ". Como se ve, no es una teo
logía para
s61o América.
¿Qué hacer? El P. Molina cierra su libro con una serie de con
sejos
prácticos,. Somos minoría. los que percibimos el peligro
marxista
en la
Iglesia; nuestras armas
son
las del espíritu; es necesarísima la formación intelectual para detectar, desenmascarar y contraatacar, basada en la Trdici6n, el Magisterio, la Biblia; la difusión de
la
doctrina del
doctor común, Santo Tomás, "valedera por tanto
para
los hombres de nuestro tiempo" (Pablo VI); la adhesi6n amo
rosa
y total al representante de Cristo en la tierra y a los obispos en comunión con
él; hablar, denunciar, trabajar con todo esfuerzo
porque el mal que se está haciendo a la Iglesia es grande.
Quiera Dios
que este hermoso
·Y angustiado libro del P. Molina
encuentre amplia
difusi6n.
LUCAS GARCÍA BORREGUERO.
800
Fundaci\363n Speiro