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Número 145-146

Serie XV

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Karl Rahner y la marxistización de la teología

KARL RAHNER Y LA MARXISTIZACION
DE,
LA TEOLOGIA
POR
M. PORADOWSKY.
En los ensayos anteriores, sobre la marxistización de la teología,
hemos insistido en que una de las causas principales del actual caos
en la teología es su cambio de orientación, de teocéntrica en antro­
pocéntrica, de una teología concentrada en Dios a una teología con­
centrada en el hombre.
Muchos
factores contribuyeron
en
la realización de esta "revo­
lución
copernicana" en

la teología, es decir, en este "giro antropo­
lógico"; pero si se trata de la teofogía católica contemporánea, no
hay duda de que el primer responsable de este cambio y, en conse­
cuencia, de todos los males por él producidos, es
el teólogo
alemán
Karl Rahner. Repetimos:
la principal causa de la profunda crisis de la fe cris­
tiana de
hoy día

es la
confusión reinante

en
la teología. Uno de los
factores de

esta confusión es, así llamado, el "giro
ootropocéntrico".
Este

"giro antropocéntrico", que
reemplaza a
Dios
por el hom­
bre corno el centro del pensamiento religioso, no es una novedad,
pues
hubo muchos

en
la historia del cristianismo (1). Lo nuevo
es que, esta vez, se produce dentro de la teología católica y que es
aprovechado para una finalidad muy concreta: acercar el cristianis­
mo
al marxismo.
Lo primero, el mismo "gito antropológico" en la teología ca­
tólica, es principalmente obra del renombrado teólogo jesuita
ale-
(1) Véase al respecto: Alejandro de Villamonte, «El giro antropológico
en la teología moderna», en Los movimientos teológicos secu/arizantes, obra
colectiva, BAC, 1973.
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M. PORADOWSKY
man Karl Rahner; lo segundo, es decir, el aprovechamiento de este
"giro" para acercar los cristianos
al marxismo e incluso para lle­
varlos al campo mruxista, es obra de los innumerables seudoteólo­
gos, entusiastas de la revolución marxista, quienes, en la antropo­
céntrica teología de Karl Rahn-er encuentran argumentos en favor
de sus posiciones, como lo confirma la lecrura de las obras de estos
marxistas infiltrados en la Iglesia.
Por esta razón, nuestra serie de ensayos sobre la "marxistización
de la teología" (2) no sería completa si no se tomara en cuenta la
importancia que tiene en este proceso la teología existencialista de
Karl
Rabner, pues

es su teología
.existencialista la que en el ambien­
te

católico (3),
más que las otras, facilitó el proceso de la "marxis­
tización

de
la teología" y lo ha hecho tanto por contribuir a la crea­
ción de una corriente existeneialista en
la " ca",
como
también por acercar la filosofía cristiana (tomista) a la
filosofía existencialista heideggeriana y a las filosofías que la en­
gendraron, el hegelianismo y el kantismo, lo que, en consecuencia,
permite

el acercamiento del cristianismo
al marxismo.
La teología pastoral con sus exigencias parece ser el terna preferi­
do de
Karl Rahner,
quien, como tantos otros teólogos
contemporá­
neos,
se

pregunta: ¿Qué hacer
para que
el
mensaje de
Cristo sea
más inteligible y más aceptable para el hombre de hoy? (4).
E., sabido que Karl Rahner es un entusiasta del existencialismo,
especialmente
de la corriente representada por Heidegger. Por eso
no
puede extrañar que considere la fe de un cristiano a la manera
existencialista, como "la realidad sentida y experimentada por su
(2) Véase, del autor, los ensayos publicados en Verbo, núms. 121-122,
128-129, 130, 131-132, 133-134, 137-138, 141-142.
( 3) En el ambiente protestante se llegó a la marxistización de la teolo­
gía por otros caminos
y mucho más temprano, incluso antes de la primera
guerra mundial.
Véase del
autor el ensayo
Karl Barth -un teólogo marxis­
ta-, Verbo, núm. 130.
( 4) Karl Rahner trata este tema príncipalmente en su Handbuch der
Pastoral
Theolagie y vueve a él en varios ensayos, principalmente en «Una
fórmula breve de la
fe cristiana», en Conciliumi núm. 23.
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KARL RAHNER. Y LA MAR.XISTIZACION DE LA TEOLOGIA
propia vida" (5) y, en consecuencia, pretenda presentar el mensaje
de Cristo de tal
maneta que
pueda ser vivido existencialmente ( 6).
Parece que Karl
Rahner pretende

desempeñar en
nuestros tiem­
pos

un papel parecido al de Santo
Tomás en el siglo xm.
Recordemos que Santo Tomás, de una manera excepcional, con­
tribuyó al desarrollo de la filosofía cristiana y, por ende, también
de
la teología cristiana. Esta contribución del Doctor Angélico está
en estricta relación con la incorporación, hecha
por él, de la filo­
sofía de Aristóreles al pensamiento cristiano medieval.
Pues bien, Karl
Rahner considera
que, de manera parecida, con­
viene
actualmente incorporar

el
existencialismo al pensamiento cris­
tiano, al menos su rama representada por Heidegger, lo que, en con­
secuencia, exige una
reconciliación de la filosofía cristiana y de su
corriente más representativa, el tomismo, con las raíces de la filosofía
heideggeriana, es decir, con el pensamiento de Hegel y Kant. Huelga
decit que, una vez
elaborada la

adaptación de la
filosofía cristia­
no-tomista
al kantismo-hegelianismo-existencialismo (porque de ,eso
se

trata) o incluso efectuada una incorporación
d~ estas
filosofías al
pensamiento cristiano, se abren las posibilidades
para Jlegar a una
síntesis del marxismo con el cristianismo.
La tarea de Santo Tomás era dura y difícil pero posible, y su
realh:ación contribuyó al fantástico desarrollo, tanto de la filosofía
cristiana como también de la teología
basada sobre

eJla
y todo eso para
mayor
gloria de Dios
y de su Iglesia, mientras que la tarea propues­
ta
por Karl Rahner, a pesar de que la inspiren muy nobles motivos,
no es solamente dura y difícil sino ingrata e imposible,
y segura­
mente no contribuye al desarrollo y florecimiento
del pensamien­
to cristiano, filosófico y teológico, sino a su crisis, ya bastante agu­
da y de la que costará mucho salir adelante. Por eso no resulta para
la gloria de Dios ni de su Iglesia, sino ,para provecho de los ene­
migos del cristianismo.
¿Por qué la tatea de Santo Tomás era posible? Porque se trata-
(5) «Una fórmula breve de la fe cristiana», o. c., pág. 451.
( 6) Un proyecto de tal presentación lo propone al final del mencionado
ensayo, págs. 458-464.
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M. PORADOWSKY
ba de incorporar a la filosofía cristiana el pensamiento de uno de
los
más grandes filósofos paganos, que no era ni materialista ni ateo.
Si la hazaña de Santo Tomás
despertó aJ. -principio, en algunos am­
bientes, r,eservas e inquietud, especialmente entre los teólogos de la
Universidad

de
París, eso se debía al hecho de que estos teólogos
no
conocían suficientemente la filosofía
de Aristóteles,
pues les ha­
bía llegado
por la vía de Averroes y de Avicena, es decir, por me­
dio

de pensadores
árabes que

la
deformaban y la presentaban como
materialista (7). Bast6 que

Santo
Tomás recurriera a

los originales,
a los textos auténticos de Aristóteles,
para darse cuenta de que el
pensamiento del

gran Estagirita es plenamente
asimilable para
la
filosofía cristiana
y, nxlavía más, que su asimilación abre nuevos
horizontes tanto para la filosofía
perennis, como también para la
teología.
¿Por qué la tarea de Karl Rahner, de sintetizar el kantismo-hege­
lianismo-heideggerianismo

con
la filosofía cristiana (tomista), es im­
posible?
Es imposible, pero no porque se dude
de que
Karl
Rahnet sea
un

filósofo en la misma medida de Santo Tomás, o porque esta
ha­
zaña

sobrepase sus fuerzas
y talentos, sino porque se trata de dos
pensamientos, de dos sistemas filosóficos completamente opuestos
e irreconciliables,
como .

lo demuestra en su
excelente estudio Cor­
n,elio Fabro, uno de los más grandes tomistas de nuestros tiempos.
Me
refiero a

su reciente obra
La svolta antropo gica di Karl Rah­
ner (8). Y no es esta solamente la opinión de Cornelio Fabro, sino
de muchísimos otros filósofos
y teólogos de reoonocida autoridad
científica (9).
(7) Véase al respecto la confe.rencia de Abbé Georges de Nantes, «VII8
centenaire de St. Thomas», París-Mutualité, el 7 de marzo de 1974, publicada
erl La Contre-Réforme catholique, núm. 80 (mayo, 1974).
(8) Cornelio Fabro, La svolta antropologica dí Karl Rahner, Rusconi
Editore, Milano, 1974, pág. 250. Los más eminentes tomistas, entre ellos el
recientemente fallecido
Michele Sciacca, unánimemente aplaudieron esta obra
del

egregio profesor de la Universidad de Perugia.
(9) B. Lakebrink, K.lassísche Metaphhík, Friburgo, Br., 1967 (a esta
obra Cornelio Fabro la llama «una critica radicale del mascheramento pseu-
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KARL RAHNER Y LA MARXISTIZACION DE LA TEOLOGIA
En el presente y corto ensayo no pretendo analizar las obras de
Karl. Rahner como tales, ni ocuparme de su pensamiento como tal,
sino que --de manera parecida como en los ensayos anteriores sobre
Karl Barth y Dietrich Bonhoeffer- trato exclusivamente de con­ testar a
esta pregunta:

¿hasta qué punto el pensamiento de Karl
Rah­
ner

facilita el proceso de
marxistización de
la teología?
Prácticamente
el tetna se reduce a la discusión de los dos puntos
ya mencionados:
el giro antropocéntrico y la incorporación del exis­
tencialismo heideggeriano al pensamiento cristiano tomista. En rea­
lidad ambos puntos están estrechamente ligados, pues el giro antro­
pocéntricos rahneriano viene como consecuencia de su posición exis­
tencialista.
El giro antropocéntrico (la
anthropologische Wende) en la teo­
logía de Karl Rahner es muy distinto de los
otros. Aquí no se trata
de centralizar el pensamiento teológico sobre
el hombre, en vez de
centralizarlo sobre Dios.
La teología de Karl Rahner gnarda aparien­
cias de

una teología
reocéntrica, pero,
desgraciadamente,
se trata sólo
de las apariencias, pues, en
realidad, enfocando

toda su teología des­
de el punto de vista
del sujeto cognoscenre -el hombre-prácti­
camente
la reduce primero a la filosofía (lo que es un error gra­
vísimo,
expresaroent!e condenado por la Iglesia) (10), y después a
la antropología. Pata Karl Rahner la
reología es científica sólo
cuan­
do se desarrolla en el interior de una reflexión
trascendental (11).
Pero, como en el pensamiento de Rahner, lo trascendental se confunde
ron lo anrropológico y con lo espiritual (lo humano) (12) y como
Karl Rahner usa la palabra "trascendental'' no en sentido tomista
dotomistico raheriano». La svolta1 o. c., pág. 16). Del mismo autor, Die
europliische Idee der Freiheit, Leida, 1968. Eichert, Anthropologische Wende,
Freiburg/Schweiz, 1970. Florent Gaboriau, Le tournant théologique, París,
1968.
(10) En el Sytlabus, punto 9,
(11)

Karl
Rahner, «Théologie et Anthropologie», en la obra colectiva
Théologie d'auiourd'hui et

de
demain, Cerf, 1967, citado por F. Gaboriau,
o. c., págs.
9, 111. Ed. española.
(12) [bid., pág. 118.
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sino kantiano (13), prácticamente, a pesar de que el objeto de la
teología rahneriana sigue siendo Dios, esta teología se reduce a fa
antropología "trascendental" (14). El mismo llama a su reología
"antropológica y trascendental" (15).
Este
,es el

punto sobre
el cual Karl Rahner insiste y el que sub­
raya con especial fuerza: la teología, para ser científica, tiene que ser
filosófica, lo que quiere decir antropológica, pues se transforma eu
una ciencia relativa al sujeto cognoscente, el hombre (16). Por consiguiente,
para Karl Rahner, la teología es una ciencia
puramente humana, algo como las antiguas, precristianas, tecxliceas,
o como las actuales "ciencias de la_ religión", que prácticamente se
reducen a los estudios sociológicos del fenómeno humano "religión".
¿Quiere decir eso que Katl
Rahner, en
su teología,
prescinde de
la

Revelación? Sí
y no. Sí, porque no da la debida importancia a la
enseñanza del Magis-rerio, el único auténtico, por encargo de Cristo,
exponente de la Revelación, contenida en las Santas Escrituras y en
la Tradición. No, eu cuanto en su teología dogmática trata de los
dogmas revelados,
pero sí porque los trata de tal manera que el
lector no sabe si estos dogmas, para Karl R.ahner, existen realmente,
objetivamente, o sólo existen en el sujeto cognoscente, es decir, sub­
jetivamente.
Coino un ejemplo ilustrativo podemos citar su famoso ensayo
sobre la Santísima Trinidad (17), el dogma esencial del cristianis­
mo. En este ·ensayo, Kar~ Rahne.r trata sobre un dogma revelado,
pero lo expone de tal manera existencialista que -para los creyen­
tes en este dogma, según la ensefianza oficial del Magisterio, ex­
puesta básicamente en el C1'edo Niceano-resulta como una sacrí­
lega burla del más importante dogma de la fe cristiana.
¿Quiere decir esto que la Santísima Trinidad exista -- (13) Lo que demuestra, a lo largo de su obra, Cornelio Fabro, La svol-
ta .... , O·. C.
(14) Karl Rahner, o. c., pág. 101.
(15)
!bid., pág. 119,
(16) Ibid., pág. 106.
(17) Karl Rahner, < tiana»,
en Concilium, núm. 23 (marzo, 1967), pág. 462.
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KARL RAHNER. Y LA MAR.XISTIZACION DE LA TEOLOGIA
la teología de Karl Rahner-sólo en relación con el hombre como
sujero cognoscente? En
este caso, antes de la creación del hombre, no
existía la Santísima Trinidad. A tales
absurdos se
llega con la ex­
plicación existencialista
de los dogmas. AdemÁs, este tipo de ex­
plicaciones, en
vez de

hacer
el misterio de los dogmas más aceptable
para el hombre, lo hace más confuso. Si cada cristiano, sin mayores
dificultades, acepta los dogmas de su fe del modo en que estos
están expuestos
y definidos en el Credo Ni&eano, casi nadie los
puede
admitir en

la
"Fórmula breve"

de Karl
Rahner.
El

existencialismo de Karl Rahner -siendo en el fondo subje­
tivismo---
destruye el objetivismo de la teoría tradicional y, espe­
cialmente, el objetivismo de la teología escolástica y
de su mejor
representación alcanzada en
el tomismo. Lo reconoce y aplaude su
más fiel discípulo
(y tal vez, el más destacado, entre los teólogos ca­
tólicos, demoledor de la
fe cristiana) J. B. Metz (18).
Pero volvamos al terna: ¿Qué tiene que ver la
antropologische
W ende de Karl Rahner con el proceso de marxistificación de la teo­
logía?

¿De qué manera
facilita la
obra
destructora del
marxismo
in­
filtrado en la Iglesia?
En primer
lugar, por reducir, en la práctica, la teología a la an­
tropología
y, en coosecuencia, .a la sociología de la religión, Karl
Rahner abre las puertas a toda clase de
corrientes del
pensamiento
que presentan la religión como un fenómeno exclusivamente huma­
no y, como tal, como objeto de estudios puramente humanos (sin Re­
velación), lo que permite al marxismo sembrar la confusión dentr0
del pensamiento cristiano e imponer a los cristianos las interpreta­
ciones marxistas de la religión, es decir, interpretaciones materialis­
tas y ateas.
En segundo lugar, la posición de Karl Rahner -tal vez contra
sus inr.enciones---refuerza, dentro de la Ig1esia, las otras posiciones
(18) «Hahner hat diese anthropologisch gewendete Theologie heraus­
gebrochen

aus dem Fels des scholastischen Objektivismus, in den die dog­
matische Schultheologie allenthalben eingeschlossen
war. Welche theologische
Leistung
unserer Zeit

liesse sich dem
vergleíchen?», en Tendenzen der Theo­
logie
im XX. Jahrhundert, obra colectiva, Kreuz Verlag, 1967, pág. 517, ci­
tado por Gaboriau, oc. c., pág. 89 (ed. española).
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anrropocéntricas, aumentando la confusión existente ( de la cual se
queja el mismo
Karl Rabner (19),

lo que facilita a
los "teólogos""
marxistas la reducción del cristianismo teacéntrko al cristianismo
antropocéntrico. Estas tendencias son ya muy manifiestas incluso
dentro
del

grupo
de los discípulos directos de Katl Rabnet. Como
un ejemplo,
nuevamente, se puede

mencionar a
J. B. Metz, quien (20),
siguiendo el _pensamiento de su
maestro, pasa

sin dificultad a una
posición del cristianismo antropocéntrico, elaborando su "teología
política'", en
la cual la influencia marxista es evidente (21). J. B. Metz
es también hoy día uno de los teólogos católicos
más comprometidos
en

los "diálogos y coloquios" con !os
marxistas, dentro y

fuera de
la Pau/us-Gesellschaf.
En tercer lugar, la posición existencialista heideggeriana de Karl
Rahner

muy fácilmente puede ser reducida a
la posición existencia­
lista general, primero,
y, después, al existencialismo claramente mar­
xista
(por ejemplo, de Jean Paul
Sartre), con
lo que el pensamiento
( 19) Dice Sahner: «Desde hace veinte años, sin haberlo buscado de
ningún modo, he sido considerado en el mundo de los teólogos como un
hombre avanzado. Y de
aquí .que, 'de golpe', me veo obligado a ponerme en
el campo de los defensores de las posiciones tradicionales y centrales de la
Iglesia .... Tengo la 'súbita' impresión de que es en el interior de
la Iglesia
donde surge una oposición radical .... Es en el interior de
la Iglesia donde
hace falta

luchar contra la
secularización, la desacralización y otras cosas aná­
logas. En los próximos años será en la misma Iglesia donde surgirán las he­
rejías
no
cristianas: estos herejes no piensan irse de la Iglesia,
y, sin em­
bargo,

con todas nuestras
fuerzas, tenemos

que mantener la tradición y
opo­
nerles

una desaprobación absolutamente clara, una verdadera condenación.
Esto se

debe hacer, evidentemente, después de un examen serio, impregnado
de amor, en un diálogo leal y buscando comprender el fundamento de sus
proposiciones.
Pero nos

es de todo punto necesario estar atentos a estas here­
jías
y tenemos para ello buenas razones, porque, en nombre del progreso de
la Iglesia, como en nombre de nuestro tiempo y de sus tareas, atacan a
la
sustancia del cristianismo y pretenden aclimatarse en la Iglesia». La risposta
dei teologi, obra colectiva, Brescia, 1969, pág. 66. Estoy citando según la tra­
ducción

castellana de Cándido Pozo,
Iglesia y secularizaci6n, BAC, 1973,
pág. 62.
622
(20) (21) J. B. Metz, Christlíche Anthropozentrik, KOsel, Munich, 1962.
Especialmente en su obra
Zur Theologie der Welt, 1968.
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KARL RAHNER Y LA MARXISTIZACION DE LA TEOLOGIA
cristiano queda expuesto a las influencias directas del pensamien­
to marxista.
Hemos mencionado que Karl Rahner considera como misión suya
la elaboración de una síntesis del tomismo y kantismo-hegelianismo-­
heideggerianismo, o, al menos, un acercamiento, que podría resultar
no solamente una conciliación de estas filosofías opuestas
y antagó­
nicas, sino una verdadera incorporación de ellas al pensamiento cris­
tiano por la vía de un tomismo adaptado al kantismo y sus segui­
dores.
Esta parece constituir una verdadera obsesión en la vida inrelec­
tual

de
Karl Rahner,
que ya se notó durante sus estudios en Insbruck
y en Friburgo, empezando por la tentativa de "redescubrir al verda­ dero Santo Tomás a través de un estudio que adoptará la sonoridad
kantiana,
kantisch klingend", anota F. Gaboriau (22). Obsesión ya
manifiesta
en su trabajo para la obtención del grado académico de
doctor en filosofía
(rechazado por

la comisión examinadora) (23)
y publicado como libro con el título
Geist in Welt (24) y más evi,
dente

en su segundo estudio
Hiirer des Wortes (25). De esta tentati­
va, Karl Rahner pasa a Otra, la de "reconciliar a Kant con Santo
Tomás, exponiendo la filosofía de
éste en las categorías de aquél"
y luego, de "Kant leído a través de
Heidegger, se
ve llevado al mis­
mo Heidegger" (26). La observación de Florent Gaboriau parece muy
•=tada. En
realidad

lo
que hace Karl Rahnet, para acercar el pensamiento de
Santo Tomás a la filosofía kantiana, es presentar
el tomismo en las
categorías kantianas. Usando los mrS-mos términos que Santo Tomás,
les da el significado distinto, hasta opuesto, pues es kantiano. De
(22) o. '-, pág. 69,
(23) «II suo saggio Gei.rt in lf'elt che doveva essere la sua tessi di
dottorato
in· filosofia non fu infatti accettata da M. Honecker, e il Rahner
fudai superiori smistato negli studi teologici». Cornelio Fabro, o. c.,
pág. 9.
(24) Karl Rahner, Geist in Welt, Zur Metaphysik der endlichen Erkenn-
tnis, Innsbruck-Leipzig, 1939.
(25) Karl Rahner, HOrer des Wortes, Zur Metaphysik einer Religions­
philosophie,
Neu bearbeitet

von
J. B. Metz, Kosel-Verlag, München, 1969.
(26) F. Gaboriau,
o. c., pág. 68.
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M. !'ORADOWSKY
esta manera no solamente confunde y desorienta· al lector, sino, m­
cluso, lo engaña. Un
lecror no

prevenido lee
las obras de Karl Rah­
ner con buena fe, confiando que se trata de unas exposiciones más
del tomismo, mientras que, en realidad, lo-que Rahner presenta como
de Santo Tomás adquiere un sentido distinto, desfigurado, adulte­
rado.

Las detalladas
y profundas obras, de varios romistas contempo­
ráneos, lo demuestran con todo rigor científico y a ellas me- permito
dirigir a quienes están interesados en estudiar a fondo esta estafa
intelectual de Karl Rahner (27), que, en su afán de reconciliar
el tomismo con el kantismo, recurre al vulgar truco de guardar la
terminología
romista a

la que da el sentido kantiano, desfigurando
el pensamiento toinista
y_ engañando, de esta manera, al lector.
Además, en este
nefasro afán de incorporar el pensamienro kan­
tiano-hegeliano,heideggeriano
al pensarnienro cristiano, Karl Rah­
ner no recurre directamente al tomismo, sino a un tomismo en
su representación marechaliana.
Conviene recordar

que Santo Tomás, cuando
incorpora la filo­
sofía aristotélica a la filosofía cristiana, recurre a las obras originales
del
Estagirita y rechaza las exposiciones de ellas de Averroes y Avi­
cena; Santo Tomás recurre directamente a las fuentes, las estudia
detalladamente y las incorpora honestamente al pensamiento filosó­
firo cristiano, sin deformar ni a las ideas de Aristóteles, ni a la filo­
sofía cristiana de sus tiempos.
La acritud de Karl Rahner es diferente, pues no se roma la mo­
lestia de recurrir directamente al tomismo de Santo Tomás, sino que
se sirve del
tomismo de J. Maréchal; más todavía, tergiversa este
tomismo marechaliano y lo adapta a la filosofía kantiana, como se
demuestra en varios estudios de los romistas mencionados arriba (28).
Incluso Karl
Rahner no vacila en
servirse de los textos
trunca­
dos, es decir, en vez de citar a Santo Tomás correcta y fielmente,
(27) Fuera de los ya citados Camelio Fabro y Florent Gaboriau, ante
todo se recomienda la lectura del tomista
B. Lakebrink Kla.rsische Metaphy­
sik,
Friburgo Br., 1967 y de P. Eichert, Die anthropologische Wende. Karl
Rahner philosophicher Weg vom W esen des Menschen zur personalen Exis­
tenz, Frigurgo, Schw., 1970.
(28) Véase la nota 27.
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KARL RAHNER Y LA MARXISTIZACION DE LA TEOWGIA
saca de sus frases sólo los fragmentos que le conviene, para proba.e
sus tesis, e incluso agregando, a veces, algunas palabras que cambian
y deforman el pensamiento de Santo Tomás. Pero estos fragmentos,
fuera del contexto
inmediato (

de la totalidad de la
frase citada) y
fuera del contexto global (la tota:lidad del pensamiento tomista), no
pueden, en realidad, servir de argumento.
Desgraciadamente, el

lector de las obras de
Karl Rahner general­
mente no sabe que se trata de los textos truncados y, engañado por
el

inescrupuloso autor, cae en la
trampa, pues
queda convencido de
que existe coincidencia entre el punto de vista kantiano
y el tomista.
La
citada obra

de
Camelio Fabro proporciona muchísimos
ejem­
plos
concretos de

esta deshonestidad intelectual de
Karl Rahner.
Con razón, entonces, Cornelio Fabro llama a Karl Rahner "el des­
rructor del tomismo" (29) y repite la gravísima acusación del tomista
B. Lakebrink de que
"la obra de Katl Rahner destruye la metafísica
tomista y deja en crisis el pensamiento católico" y de que "es más
peligrosa y nefasta para la Iglesia que el mismo comunismo" (30).
CoNCLUSIÓN.
Hemos visto que Karl Rahner (31) comparte la opinión casi
general, hoy día, acerca de la crisis de la Iglesia.
Lo extraño es que
no se da cuenta de que precisamente él mismo es uno de los prin­
cipales responsables de esta crisis, pues, en el ambiente católico, na­
die tanto como Rahner ha contribuido con sus escritos a la confu­
sión
y desorientación de los teólogos y, ,en consecuencia, del clero
y de los fieles.
En uno de los ensayos anteriores (32) hemos visto que uo sueño
de
algunos teólogos

promarxistas es el de
llegar a
una síntesis
del
(29) o. c., pág. 121.
(30) B. Lakebrink, Metaphhyk und Geschic-htlichkeit, en «Theologie
und Glaubo», 1970, pág. 204, citado por Cornelio Fabro, o. c., pág. 204.
(31) Véase la nota 19.
(32) En el ensayo «Porque el marxismo combate al tomismo», Verbo,
núm. 126-127.
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M. PORADOWSKY
pensamiento cristiano con el pensamiento marxista y que, según ellos,
el único camino -que puede llevar a esta síntesis es la reconciliación
del tomismo (hasta hoy día forjador intelectual de loo cat6liros) con
las
filooofías de
las cuales
nació el marxismo, es decir, con el kan­
tismo-hegelianismo, como

una etapa indispensable pata el acetca­
miento intelectual entre los tomistas y marxistas. Pues bien, precisa­
mente Katl Rahner ha dedicado su vida a esta nefasta tatea.
Directamente, pues, Karl Rahner nada ti-ene que ver con el ac­
tual proceso de mar:xistización de la reología; pero, indi es uno de los mayores responsables de este proceso, pues sin su an­
tht-opologische W ende y, más todavía, sin su ptetendido acercamiento
al tomismo del pensamiento heideggeriano-hegeliano-kantiano,

el pro­
ceso de
la marxistización de

la teología, al
menoo en el ambiente

ca­
tólico, no sería posible.
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¿POR QUE EL MARXISMO COMBA TE AL TOMISMO?
POR
MIGUEL PORADOWSKI
16 Págs. 28 Pfas.
Fundaci\363n Speiro