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Número 145-146

Serie XV

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Perspectivas

ILUSTRACIONES CO:N RECORTES DE PERIODICOB
PBRSPECI'IVAS
Esta vez vamos a dedicar estas \lustraciones a eBCtUtár las perspec~
vas que hoy se·nos ofrecen y a su oteo con esv.iritu crítico. Así., dirigiremos
Is mirada " la ciencia, la educación, la democracia de hDy, la adualidsd
hacia ID foral, el pode, sindical y las huelgas, la economía y la inje,encia
estatal, las actitudes c<>tmmistas.
l. Los NUEVOS HORIZONTES DE IA CIENCIA Y LA NUEVA MODA IIDUCAT!VA
QUE QtnB.REN IMPONBRNOS.
Queremos hacer notar la dirección hada donde se proyectan los nue,.
vos horizontes de la ciencia g 'su radical. contraposición C01ll una nueva
moda educativa
que., de pocos ar/íos a esta pat'te., trata de abrirse paso
entre nosootos con pretensión de imponerse. Comenzaremos con un oteo
del horizonte científico que· ha sido recordado con ocasión del fallecimien-­
to de Werrer H~.
En te,ce,a plana de ABC del 5 de feb,-e,o de 1976, bajo el titulo ÑJFr
GURAR RAÍCES., SUSTENI'AR HORIZONTES, entre otros comentarios. advirtió
Ricardb
die la O-a.
«A lo largo del siglo XIIX -J.as: luces, el progreso, Marx, el
Di.os inneaeeario--, lá Cienciá-era el Absoluto que se había
vaciado,
gracias al positivismo, ele filosofía. En 1905 Planck abrió
eon ms "quanta" la primera brecha: ·en el ntte'Vo Abs-oluto: la dis­
QOntinuidad. Inmediatamente después· Einstein convirtió lo que
resta.ha de Absoluto físico en Dlllleca indeseifrab1e, pero inne­
gable, de 'l"datividad, Heisenherg penetró en la nueva física hasta
lograr m.i,rarla ·de frente sin temblor en la mano; y entO'D.ees la
nueva física, el nuuvo cosmos; se re· pu:80-a temblar. Por ese
tercer j'ai'ón: el prineipio de-la .indeterminació~ de la incerti•
dtimhre. Al intentar medir cualquier fenómeno, el observador lo
cambia. Cuanto más preciso. es ell instrumffD.to más profundo el
desgarrón sobre la .realidad. A diroensionff suficientemente pe-
813
Fundaci\363n Speiro

qu.eñas ---las únicas reales en la t,8ll'uctura elementail del cos­
m~ la medida rigurosa ee imposible. N-o eawt.e ya la preten­
sión -dell Absoluto. Las orgullosas C:reDcias Exactas sólo pueden
llamarse humildemente m:a:tiemáticas. Era una intuición paralela
a ia de Henri Bere,son que necesitaba fijar -congielar, desvir­
tuar-el flujo material para co-mpnm.derlo; y que sólo podía
recuperar en la .intuición el sendero-die la esencia. &i1re nosotto~
José Antonio
Mm-avall aplicó sugeetiva-mente Ira :indetenoina:ción
a los procesos ·históricos; y Jaime Vicens -puso por título a

la
mejor síntesis de la enorme himoria de Espafia 1Hl SU&tantivo
heisenhergiano: "aproximación"
»Entt'e la& rtlllllll8 del falso Absoluto, Dios vuelve a ser po­
sible sobre la angustia del sig¡]o xx. El etern.o cansancio del ag­
nos-tic:i:smo
tratará

de
expulsarle del

azar,
concebido como

nuevo
absoluto;
pero Jacquee Monod tendrá que acudir pata ello a un:a
metáfora insondable, a un in&uilciente regateo con Aristóteles.»
Y, en el Y A del 22 de febrero de 1976, Vmt!la Horia ha comentado
también ese mismo tema: CoN WBRNER HEISBNBERG HACIA UNA NUEVA BRA.
814
«En una entreviste, que me otorgó en Mwñch en 1969, y que
forma parte de un libro ("Mi viaj,e a los oonb'o.81 de !ht Tierra"),
me habló, entre otras -cosas, de fo distinto qoo ies hoy un cien­
tífico con re&pecto al ciontífico deJ. siglo pasado, Puesto que el
:materialismo, con todos 8115 anexos, desaparece del mapa de fa
actualidad, y ·quien conoce la realidad y la m:a.teria y la 'ellfoca
según e&te nuevo catalejo .espacio temporal. que es el princiJlio
de indeterniinación, se da cuenta de que todo ha cambiado desde
lo
infinito -del objmo hastla el drama del sujeto. El cosmos y la
vida no han brotado de la nada, no se han autodeform.ado, sino
que alguien aparece al fina1. de las CO'Dcl.us-iones y sínlleS:is de los
nuevos eientífi.eo-s. Hei~g me
decía que le resu.ltaba tan
-fácil estaM'eC'el' relaciones eon Dios como coo un ser humano.
Dioo estaba
allí, al final de las fórmulas IIUlleDUl!ü,as, detrás,
dirí-a, del
muro de incompletez contra el 'CUa!l tropieza eil sabio
contemporáneo
al fioat de SUB silogismos y equilibríSlliea mate­
mática. En reste &entioo, eil cristianismo e's moderno y actual, ya
que- nunca ha dejado dlei 8i01'lo, y todo ma:teriali-emo, hisltórico,
dmléetioo o -lo que sea, no .e& más que el reflejo de uno's pos-­
tulados clentíficoe omiad-.los ,d nivel del -. heclio posible
por los medios de investigación y por el estado mental diel hom­
bre .W sir;,lo XD<.»
Fundaci\363n Speiro

&to es aleccionoda<, pero ~ no sólo nos ha 1/betwdo de la
concepción como Absoluto de la ciencia. También MS ha desalienado del
detenninismo masifioado, que sus secuencias soclopoliticas implican, como
igua!mente nos advierte Vmtila Hmia:
« ... Lo que hizo Heisenherg al enunciar su principio de in­
determinación o incertidumbre fue, en el fondo, sacarnos del
atolladero copernícano.»
«... En este clarísimo sentido: al comprobar la imposibilidad
die -conocer al mismo ti~po l.a situación y !la velocidad de un
oor:púsculo dentro de S'll destino ·c'u.ántieo, lo que constatamos
es su impreviaibilidad. Si conocemos m v:E11.oci:~ desconocere­
mos,
en eRmhi.o, el sitio donde se ,en,c:ontrari en eil espacio; Y' si
~s el 8iti.o, ignorar6IDOS 811 velocidad. No eucede lo
mismo eon un plan.da o una estrella, pol"qlle estos son previ­
sibles tanto, en cu.amo sitio en -el espllcio como en euan.to velo­
cidad, lo que nos permite. saber de antmnan,o, de preft'l", el lu-gar
donde se enCODltrarán mañana. o dentro de cien año.s, Voous,
Marte o el SoL Hay, pu.es, UDla diferencia esencial entre lo que
se sitúa dentro de lo imprevi:lnble, fo midroeósmico, y lo que
resulta previsible porque ·pertenece a otra escala de vall.ores fí.
sieos (y no sólo físieo's, como se ha venido· demostrando desde
entonces), el mundo de lo macrocósniico.»
« Y 1esto es bueno para nosotros, porque separa ·en. dO'S enti­
dades digintas no solo ia fa materia. sino a la vida y sobre todo
al hombre, puesto que é&1le forma parte en cuanto individuo
(átomo en ~ego quiere decir indivisible, igual que . individuo
en latín) die fo mic.rocósmico y de lo impr&V'ieible. Nos damos
cuenta en
qué medida ésta di'VW.ón del ser human·o en hombre
y
m!RSa, en imprevisilJle y estadístico, puede tener eoneiecm,nci:as
sobre el futuro d~ollo de las teoriu polítiatS. T-0do mate­
riaHsmo, basado
en

un
determinismo masiñcador, se vi-ene abajo
y, con ·ello, todas las ideologías del siglo pasado, edificadae ,sobre
un falso enfoque de fo humano heredado de siglos ranteñores
y de una antigua visión dd cosmos y_ ~ la vida. Tendremos que
terrer en c:nerrta esta sutil di@iquisición si pene&mol9 forjar para
el hombre un porvieniir de aem>rdo c:on fo que d homb~ -es. y
no con las· utopíu macroeósmirias qUJe prevén al individuo en
función do ,su destino de masa. Toda. la tragedia de la ópoca
leninista-eetalin.ista, con ,sm eampos de ~o y el Gulag
que las define, nos al*lr-ece hoy, a través del eecl.arecimiento
815
Fundaci\363n Speiro

euántko, como la caverna de Platón, dentro de la cual milloo:es
de seres se ·encontraban oonden:a:dos a las tini,eblas d·e la1 muerte,
porque les estaba prohibido enterarse de la verda1d. Las tinieblas
a las que estaban condenados :eran las de la ignorancia~ Y dentro
de dlaa siguen los que se aferran a la ÍlldBa eolución que pro·
ponen los asustados arquit'ectOs del ftituro, loe barroquistag eo­
pernieanos cuando, al oonfundir hombre-individuo y hombre-masa,
llegan
a confundir iel sallla.torio con· ;el :matadero. Y es lógi.oo que
8ea así, puesto que --.:hablo-·de los mejores intlenci.on:ados-su
deseo
de salvar a

la
humanidad coincide estrictamente con una
ley que· sirve sólo para perderla.>
También esto expl.ica otro evidente contraste: los desastres que pro-­
ducen en las mentes los medios de comunicación de masas y la rebelión
de los escritores rusos contra el régimen marxista.
«Lo curioso -y esto justifictaría !los ataques que tanto Nietzs­
che, en la .segwula mitad ~ siglo pasado, como Hennann Hesse,
hace unos años, dirigían en contra de loa medios de comunica­
ción-es que ia revelación heisenhergiana no forma parte aún
de la sabiduría de todos.
»Regímenes en-ter~ en todas partes del mundo, se rigen aún
según la antigua lógica y destrozan al individuo en el nombre
de
lo estadístico, esto es, de lo macrocósmico. Y hay guerras y
hambre,
campos de concentración, injustida a monto~ de un
lado y de otro de la ·ignorancia, porque las leyes y comtitnciones
lo que tratan de regir es al homhre-masa. cuando cl hombre,
hoy io eomprobamos desde un punto de vista científico, es un
ser individual, y :como ta.1 crea, procrea, piensa, ama, odia y
vive.
F.sto lo

han comprendido
los trágicos escritores de nuestro
siglo y se han r.ebie'l!ado en oontra de lo macrocósmico. Pero su
mensaje no ~ alcan·zado aún las esferas de lB"s ley~ inspiradas
por lu ideolo-gías, liheral'elS o marxistas ---esto es seeundari~.
~ qo.e :la -motieda oñcl-al es false en 1Dl sitio como en el otro.»
En los antf¡podas de éstos se mueven los sistemas educativos que nos
b-afan de presentar algu11QS como la última palabra en pedagogía. V ,a..
mos esta "novedad''; que nos narra el catedrático Guillermo AiJanso del
R.,.J
en '.'EL l'EmAMIBNTO NAVARRO" del 2'1 de enero ele 1'196.
816
«ta revi·sta "Servicio'\· editada por el S. K M., publicó en el
núm..-. eorrespondi.,,,..,. al día 14 de enero, en sri página de Do­
cwm,ntación, algo ·•obre lo qUe vale la pena de llamar la aten·
ción de butantes gentes qne -riven en lias batuecas o tienen
Fundaci\363n Speiro

establecidos s.118 apacibles nidos en -las más frondosa& higueras
de 'eSl:08 reinos.
»Me refiero a una ~ nota bibliográfica sobre el libro
"La_ eeduea.ción pree81COlar -en la Unión Soviética", tmducido del
l'U80 y publi.,..do oo Espaiia por la Editorial Fontanella de Bar­
celona en 1972, fecha que indica que. la; obrita está circuhmdo
por E&paña desde hace más ·de tres aios, y, a &aher por qué
razón,
motivo o-antojo, al enieargado· de. 'esa página le ha pare­
cido oportuno po111>Tla .,hora de a >De eea nota o ,reseña enttes&'CO y copio textualmente los SÍ·
guientee pániafos:
»"Estos libros
eontiemm las instrueeionee operantes y las ba­
ses psicope en grnpo de toda la hisooria de la humanidad.
»"El presente manual ea utillfaado -como texto-básico para la
formaciÓID del personal ocupado· en la educación preescolar.
»"Esto
. .sigo,ifica que millones de nifios del mundo comunista
80n educados de acuerdo· con los proeediinientos y principios
de este· manual.
»"Apoyados ·en una concepción científica de la pedagogía,
avalados por una experiencia ,de más de quince años con millo­
nes
de niños, estoe l:ihl"os constituy;en la guía práctfoa más ex­
cepcional de
que. di'SpOnemos para ita organiziación didácti.ea· de
la educación preescolar . . . y para formación de todos los: ense­
ñantes.
»" ... ,considemm.os que el conocimiento. de esta obra resultará
muy imponante pa-ra todos· 109 profesion:a:les de la· edueacilllli"
»Resulta, po.ee, que -una revista que va dirigida a todos los
maes,tros .de &pafia (que sin perdón así sie llama ·nue&trla. Pa1ria)
afirma que un libro· dediado a la "educación comunista de la
infancia", es la guía ,prá.etiea más excepcional 'd·e qne disponemos
(n06otroB al parecer) para organizar la edveación y formar a
los enseñantes. Ahí queda eso.
»Puede que el manual · en cuestión sea, efectivam'ente,, una
maravilla. para el fin que persigue (eldú.caeión comunista) pero
¿es esa educación la que aquí nos futettea?: ¿Es que los ohje­
tivos de la eduea.ción soviética son admi.-slliles para ,]a_ de nues­
tros hijos?>
Debemos estar alma:
< V..rdaderame-pnede habtt {eada día habrá más, y hay
que contar con ello) ·educa-clories,. o -e:nseñanteS:, que 'prefieran
817
Fundaci\363n Speiro

los objetivos marxistas y en consecuencia traten de llevar las
aguas de la educación por los cauces adecuados a esos ·objeti­
voe. Tal el caso de los autoresi de esos manuales y los de sus
apologías. Y 980 es muy difícil que pueda evitarse de modo
absoluto, si sólo se cuenta con el Boletín Oficid del Estado ...
Pero ahí están (estamos) los padres y las· madres, únicos res­
ponsahl.es verdaderos de la odm:ación, con reoponsahilidad que
1UTanca de [a confianza que Dios nos ha otorgado cada vez que,
asociándonos a su acción creadora, nos ha dado 1l!D hijo, y de
la autoridad, delegada-de

El, con
que nos ha invesb"ldo al ·ha­
cernos -eonsti:tuir una
familia.
>No podemos excusarnos ante las pen-er:ias educativas de que
alguien intente hacer objeto a

nuestros
hijos, ale~ que lo
dice "un libro promioos oon la UNFBCO, la UNICEF y la ONU.
»¿Lo quieren uetede& más claro?
>En euo 1de duda, esperen, por favor, un09 poeos días, hasta
que e'l señ.or Uopis les exponga sus objetivos ed111C8:ti.vos.>
Pe~ el problema ,no se reduce a la enseñanza, se ext/,ende a la pro,
paganda, a los libros hechos con finalidad proselitista. Un dato impre­
sionante lo ha referido Aogcl Mootín Senn;,,,to en "EL I'ENsAMIENTo NA­
VARRO" del 15 de febrero de 1976 en la [[ de sus notas: PIQUEl'llS CONTRA
LA
Dl!MOCRACIA.
818
< ... quizás -estos lodos vengan de aquellos lodo&. Me -expli'Cal'é:
al hablar de "iodos" me refiero ,a la volcáni'Cll. irivasión de lite­
ratura y suhliteratc:ra marxi8ta qu~ desde hace unos años, está
invadiernlo a llspaíia.
>Según el Iudex Translatlonum recién editado por la Un.esoo~
ESP~A
FIGURA EN . SEGUNDO

LUGAR
'"' la lista de
lo,
países que traducen y pub,liean mayor número de obras -ma,rxistas­
ácrata,,, Según el INDEX OFICIAiL.
>a) La URSS figura a la cabeza eon 4.463 tt"two,.
>b) A continuación, Espafia con 3.204 títulos,
:tSegmdas
de Alemania Federal (2.ií67), EE. UU. (2.189) y
Japón (2J80). ,
»Los datos van referidos al afio 1972', que es .el último sobre
el !JU& la UNESCO ha montado 8111 eetadíatiea.
:,l>or
lo

que
,se rrefiere, a los autores, sobresale Marx (69 1ra,,
duecionea espaii<>la•), seguido por Eoge;lo (59) y por Lenin (57).
>Estros son· los pollvoe 'COIII 'loe qué se están ama9811. lodos. Urge deci:r COn máxima urgencia estas coeas:
Fundaci\363n Speiro

»a) Que en Eepafia el obtero está someltido a un brutal la­
vado de ...-.hro.
>b) Que en España se está asaltando al obrero en la viven­
cia y UIIO de su propia libertad, de.tal forma. y manera que no
piensa o dice o haee lo que quiere, sino ilo que . le mandan.
>Y como imagen, algo más que plástica, la figura de aquella
profeso,ra
de EGB ,que lloraba a ila po.erta del "~o", pero que
no
se atrevía a entrar a su tarea educativa porque hahí~ recibido
amen&ZBt:1 y ailgo más que insinuacioD.e8.>
H. ¿ UNA DBMOCRACIA CENTRISTA?
La respuesta afirmativa a esta ~gunta es hoy en Espati.a un ideal
de buena parte de 1,. clase r,olítica, que se a¡xesura a proclamarlo, y tam­
biét, wta liusión para bBBtantea burgueses. Lo cierto es que los medios de
comunlcación social -parecen casi unánimes [(las excepciones son escasas}
en
mos/ra, un c<:mún anhelo por el "cambio'" Poi~ hada la demucraeia.
ÚJs más cor,servadoce.s aae,guran que debemos hallar la solución. en una
posición centrista en la que deben confluir la derecha europeizante y la
izquierda civilimda.
Sin embargo, no parece claro que ese "anhelo" sea sentido de un
modo general pcx-el pueblo, según ha comentado Luis Bmillo Ca:lvo-So;elo
en su adículo de teroora página de A;BC del 6 de febrero de 1976, TRANS­
CENDENCIA Y CONDICIONAMIENTOS DE lA REFORMA CONSTITUCIONAL.
"'·-No ae ha demostradó con la cl!aridad que afirman los
refonnistas el "anhelo" del puebl1.o español por un ",cambio" ra·
dical. Este "anhelo" &Óllo lo !Bien.te tma minoría de inteleetu.alea,
orientadora de los medios de comunicación y de una parte de
In .clase política, por io que su i:'e.souaneia es enorme. Con el
tiempo,
y como siempre ocurre, esta labor minoritaria captará
a la mayoria, pero la operación revisionista no rurce de la base.
No

romper
moldee, o sea, una evolución pro.diente que respete
la continuidad, es lo que parece desear de forma mayorit:aria el
pueblo eapafioil; receloso ante virajes bruscos y coneciente de fos
beneficios que el sistema le .ha proporcionado.»
Y respecto de la prebabilidad de que una democracia nos lleve a un
gobierno "'centrista"', G""""1o Femál> plBfta de ABC, el 6 do. febrero de 1976, en su articulo Los 006 PRENTEs •
. expone sus· te-servas que apoya en datos. históricos de nuestros ensayos de,.
moct!áticos y en hechos actuales de· las dem0cracias más re~sttvas
de occidente.
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' «Ni la socio'logía po1ítiea.1llliversal, ni la española, ni !la teoría
de
las ideolo-gías juatifican 1a hipótesis. de que EBpaña sea una
sociedad excepcional en la que se dan fas circ:unstanciBB ideales
para 'eil sistema democrático de, partidos; un gran eetttro homo­
géneo y dos gruipúsmdw ,.extremista&>
Loa hechos que aduce y su ·concentración lógica son bastante con-­
twrdentea.
sio
«Se supone que la opllllon. pública :españolla consiste en un
amplísimo centro moderado y _ liberal, que limita, a babor, con
el grupúsculo com~ y, a estribor, eón ell. grupúsculo inte­
grista. ¿R..sponde esta. presunto deocripeión a algún modelo so­
ciológico conocido? .En ningún ]¡KlÍ~ d·esarrollado se da una ima­
gen tricotómica de tal naturaleza.. Allí donde eil sufragio univer­
sa.:l
inorgánico propici• ~ diiereucia~óµ ~deollógi.ca de :la opi­
nión pública, lo que s-~l" manifestarse no es una hegemonía
centrista, '&ino una bipolaridad. Doe grandes partidos se enfren­
tan en ,los Estados Unid_oe, Austr~a_ e Jnglaten'a. Dos grandes ooa­
!liciones se enfrentan en Alemania, Fnmcia e Italia. Y allí donde
1~ pa_rtitocracia no existe, ~omo en el Este y en casi todo el
Tercer Mundo, las actitudes se dividen mi: gubemamen.tales y en
opo~onista-s.. En cµalquier _caso eil comunismo no es una ma­
nifestación grupllilCU[ar, sino voluminosa y planetaria. El esquema
de una gran masa compa.cta a la que flanquean el mimextremis-­
mo

ultra y
el ,revolucionario no es ni si.quiera una caricatura de
algo existente; es una .quim:era.
»La -sociología demuestra que, a pesar de las' apariencias plu­
riparti'tiistas, el proceso político tiende a sustanci.arse de un modo
dual,
-según la antítesis amigo:eneimigo que formuló Schmidt.. El
centro poilítico
no se define por -sí mismo, sino-que lo determi­
nan

los
demás y está a merced de los movimientos-ajenos. Cuan­
do la opinión pública se desplaza en una diirección, el centro
se ,·muere pasiva y automáticamente. El centro político no es
nada sustantivo; es una· -localización aecildental,, un oportunismo
resulbante, una provisionalidad. -Existein e'l fasciemo, el socialismo,
eil anarquismo·, el
liberalismo; pero el

centrismo no
es una ideo-
1.ogía;. no es
ni esto ·m 19 otro; es un residuo.
»¿Se pretende que d caso español es diferente y qne sólo
aquí se·
da e&e paraíso democrático de una gran masa correll.igio­
naria · en1:re dos dimin:u:oos maniqueos disidentes? Y1lt sería de­
masiad() para"dójico que qlri.enes pretenden homologarnos consti­
tucionalmente con las democra'cias occidentales fundaran su op-
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timi.smo en la ausencia de Pl',l'ecido entre la sociedad española
y

las
-otras. Pero -es que,. ademá&. los datos disponibles desmienten
tal ex-cepciorudidad. Y a ellos hay que referirse si ee quiere
operar con rigor~
»El famoso turno ent·re los consenradores de Cánovas y los
liberalles de Sagiasta ,se implanta en 187~ y a lo largo de nueve
eilecciontes '-más bien· ''pucherazos"-se mantiene: rigurosamente
.hasta 1898. El par;tido en el poder obtwne unas milyorias pre­
fabricadas del orden del] 70 :por 100, que en dos ocasiones reba­
san eal 80 por 100-. Es un puro· simulacro, lo que he llamad'o la "Es­
pafia fingida". El trucado y artificioso sistema entra en crisis cuando
Si[vela sucede a Cánovu; peí-o· no porque se interrumpa el pac­
tado relevo, sino porque el Parlamento, algo más auténtico, ya
no registra la& abrumadora& mayorias alternante8" de antaño y se
divide en dos grandes bloques: el gubernamental,. no muy su­
perior al 50 por 100, y di de la oposición, que supera e:1 40 por
100. En las séptimas etleoo:i.ones posicanovi.sta&,, las de 1914, la ma•
yoria guherruunentall es sóllo d"l 52 por 100. A psrtir de 1918,
las dos grandes formaciones,. la iliberal y !la conservadora,. se ven
acosa~ a la derecha y a ia . iz-qu.i-erda,. por agrupaciones radica­
lizadas.· El bailsa,nee del periodo 1899-1923, que es el · único rela-
1livam.ente _expresivo dentro de ila Restaura-ció~ no reve-la un
magno ·centro y

dos
pequeños extremos .despreciables, sino dos
gran-des Moques y doe exltremismos ttéci.entes.
»Durante la II RiepúbiHea la situaciión ee de ,a¡pariencia com·
pleja a causa de la atomización que lleva basta las . Cortes a, una
veintena de partidos. No obstante, en las el'ecciones de 1931 se
diblljan un gmn b1oque socialista,; otro menor de signo ref'or·
mista y una modesta y-acomplejada coalición comrarrevolucioria­
ria.. Es el típi'CO pendulazo hispánico, eomo el que acaba de vivir
Portugá}. De llas dispumdísimas eleociones de 1933 y de 1936 sur­
gen dos grandes ÍTenl'es: los llamados derechistas e izquierdistas;
tas agrupaciones< intermedi'as apenas representan el 5 por 100.
Resulm, pues, que en nµ.estto quinqwmio más democrático las
fuerzas palítims se confir;uran también bipolarmente en dos
grandee ooa:licione&.»
Este juicio, como también explica, no puede ser objetado con el e;em-­
plo norte"11tericano de bipola,idad entre partidos afines.
«En muohos países, atraídos sobre todo por e1. ejemplo nor­
teamericano, ~ ha suscitado rei.feradamente la cuestión de mon­
tar la bipoilacidad no errtre dos posiciones i811ltitétieas y pugnaces,
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sino entre dos posturas relativamente añnea y móderadas. Em­
pe:fío utópico po,rque, en, aquellas naciones en las euales exi&te
un fuerte marxismo ·millitante, ½a bipobridarl ti_ende a radicalizarse.»
Y_ concluye:
. _ «A mi JJUC-10 las fuerzas p,olíti:cas reales de España tienden
a éonfigararse de ,.IDIO'do similar al de-la mayor parte del mundo,
en dos grandes bloques. Hoy co.utu;nos poten~te con nn
Frente Nacionail qúe -todavía es muy mayoritario y con un Frente
Popular incoado que encuentra eD: ciertos ingenuos herengueris­
tas unos catalizadores y unos parteros utilísimos. Las decisiones
constituyentes hay
que tomarlas en función de las reall~des y
no de las ilusiones.»
Pero, además, parece que ha empezado el _declive de las democracias
moderna& Esta o¡ilnióni IJa sido expuesta ¡por Gustalve Tiooon en: la sec-­
ción CHRoNIQUBS ET OOCUMl!NTS, de "ITINERAIRBs" 198, diciembre de 1975,
con el titulo NAUPRAGB DES DÉMOCRATIES:
¿ «Qµé es una democracia? Abro el diccionario y hallo la
siguiente definición: «régimen poll.ítico en el cmd el poder per·
tenece
a todos los ciudadanos sin distinción de nacimiento, de
fortuna
ni de
capacidad". Es evidente -qn.e no es posilile aplicar
íntegramente· esta fórmula~ Digamos que la dem.Ocraei-a, tal oomo
actualmente exiette en nuestros· países occidental~ es cl. régimen
que admite el p!l:nralismo -die opiniones-, la libertad de expresión
y
de propaganda y, para arbitrar ese pluraHm10, la sum.1S1on
a la ley del número, es· decir, d recurso al sufragio universal
que

designa a
IJ.08 detentadores del . podel" ...
·»No ohstainte, es de' una evi.-dencia cegadota -que todos nues­
tros _r'egínienes
democráticos, sacudidos por querellas partidistas
y
-entregados a los embates de los grupos ·de presión (potencias
del dinero·, sindicatos, movimientos Subversivos) se inuestran
cad8
día inás incapaces para mantener la cohesión del cuerpo
social!. No Vemoif ·por doquier sino agitación, "contestación",
huelgas -y compromisos inestable&- entre esos elementos, cada
uno de los 1euales trata de obtenerlo to-do para sí, s-in ta meno~
atenci.óh a'.l "bien
común. En resumen, 'un éaos de totallitarismo-s
larvados.>
Hoy la subv_ersión se propaga po, doqu.ier-11 e~ -~ez más:
«Ante esta subvrión mo~da por 'quiene& rio sienten re­
pugnaneiá en recurrir a etuiÍquier' medi~ para aloanzar el poder,
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¿qué pueden hacer nueetraa democracias claudicante&? Sólo tie­
nen una ail.temativa: perma:Ílecel". fieles A·SD8· principios 1iheral'3s
tolerando las maniobras ~ !los enemigos de la libertad, hasta
sucmnbir
bajo ·sus golpes; o

bien
yugular la oposición deseehan­
do eStol mismos principi.08 coneernientes a llae llheria:dee de ex­
presión y acción. Las dem.OCMcias aún· VÍg"Orosas siempre han
recurrido a esta · 86gunda soiltlción en clreunstancia& extremas:
designación de un dictador en 1a Re¡públiea· de Róma; censura,
promulgación del e&tadO:.-de emel'gencia o de éitio en periodos
de guerra o de revo!lución en los Estados modernos. Pero, en
ambos
~ ·la democracia ya no-existe, ya fenezca por su de­
hilida'd. o bien que SOhrevivta. ne·gándo.se a sí· misma ...
»¿Cómo superar esa alternativa? La·Verdadera demociacill es
aquella-en que las liberta.des no-tan sólo · están escritas en las
leyes, sino que son expontáneamente ejercidas por · d conjunto
de 10'8 ciudadanos y dé [ÓS grupos sociales, eadtl uno en su propia
esfera y dentro de los limites del bien com'lÍn, reconocido y
respetado como tal. Allí donde ese tejido social permanece re­
lativamente sano, el Estado, garantía de Las libertades, no inter­
viene sino para Corregir toda· iniehreión de desorden al modo
de un higienista: y n:o de un ·cirujano. Pero, cuando este tejiido
orgánico se
tasga demasiado profundamente por el COnRicto de
lu pasiones partidistas ·y por la indiferencia general al bien
púl,ilioo, no besia el llamamiento a la ahs"""'4 y frágil ley del
número. Son necesaria& medrd.86 más 'enérgicas perii. salvar la
democracia y sus · libertades. Aquel recurso es algo así como
oon&ultar las hojas · de otoño Mlerea del destino· del árbol que
ya no las nutre con 611 savia.»
Y c0ncluge:
«El nudo· d~l ·problema se· cóneré-ta ~n il.a, fr~se de 'Santo To­
más -que juzga 'la' a~roocracia. eo~ el i°éginien político que ma­
yores -~nudes : ~.iere. °La prh:Jiera ·de estas· virtudes consiste
en' 9aber, ~-enseñaba Áíiatótele8, qlre ·,,el!_ bien' común es el
míís profundó de · ¡~ bienes partieu!lare~, y ~ áctuar en con~
86Crtencia. . En otras paiabrils, ' lll ' vel"dadM'a chno~acia no se
proel~á: se merecé.-Y préfiel'o no prego.iltarme d-emáaiado qué
número
de naciones alÍÍt la fuer~~... · ·
'
En ~ i,,,,eddo, en una enkevista publicada en "LA voz DE GA­
UCIA" del 9 de ¡ulio de 1975, y reflriérllk:me a las Repúblk:as, entre las
cuales debe -incluir · ias· mol?arqulBS deniocrrátlcas, ·que'· ac:erládamente han
823
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sido denomirradas repúblü,a, CCJ<'OnJ>das, Juan Vadlet de Goytisolo respon,­
dia
así a w,a pµ,gunta de Luci Garoéol:
« .... La Repú:Mica. requiere, ciudadanos esclerecidos que sepan
dirigirla, eostumbres sanas, hábitos morales y bienestar soci84
gen:erallmente _herencia.de dgo anterior, que va gastándolfe len­
·tamente .y, que sólo puede florecer en muy ,pequeños perío'dos
aúreos de b Historia que no sud.en durar demasiado, en el
sentido amplio de la duración histórica.>
La demagogia es la carroma que de,hace la sociedad. Las pµ,siones
revolucion.az,ias
y. las apetenci& de poder, i.rwitan a los r,olfticos al recttrso
de la demagogia para cortserv·ar el poder o para treta: de conquistarlo.
Pero
hoy no sólo son f:ILas presiones las que con-oen la.s democracias.
Luis Va,11, 11abeme:r escribió bastant,, claro en la tercera plana de ABC
del 10 de febrero de 1976, en su articulo ;;Quiénes nos gob 824
«Si no sle ha vivido, uno& comicios es difícil imaginar la com­
plejidad .técnica y ta cuantía de medi-os económiicos que requie,.
ren para disponer de equipos, d'e organización y de instrumentos
de comunicación social~ Exigen., por supuesto, mucha decli'cación
...,......eatar liberado de· otro trabajo--y la preparación pr~e&iomd
adecuada.
Para todo estoJ en sínte&i~ hace falta mucho dinero~
un lujo de medios que poicas organizaciones pueden permitirse~
una inversión que sldo los, que triunfen podrán ,coll8iderar rentable.
»La sociedad está elootoralmente inerme: no dispone de or­
ganizaciones, ·:pi· d:e teend.l.ogía política avanzada, ni de ·costum­
bres cívicas pat1a
que cada cual sostenga económica-mente a sus
ídolos
pofftieos. El Eetaido moderno es fuerte ante una comuni­
dad civil cada vez más dehi:litada. El Gobierno, sea el que sea,
es el único que tliene en F.spaña medios propios gracias a la
gestión del patrimonio del Estado: televi&i~ radio, prensa, or­
ganism:oe sindicales
y 4le, la Seguridad Sociail, sorvici.os de ins­
pección fis~al y de policía gubernativa, _ monopolios y empresas
estatal~ admin~s-tración ·local,
etc. De ahí que sólo las grandes
organizaciones internacionales: la
de las empresas multinaciona­
les, i la demoeristiana, la socialista y la comunista podrán enfren­
tarse seriamente en eil campo po!líti-co a los poidero806 medios
de

que
dispone aquí

nuestro
Gobierno.
»Hay
un prestigioso militar español que estima que estiamos
ya _en la tercera gnen"a mundial y que España está siendo campo
de ensayo -
>¿Qué haremos para no ser pasto de las llamas de los- fuegos
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ideológicos, de los fuegos cruzados de interese& económicos o de
las sencillas ambiciones de

dominación
de las cuatro o cin:co
ltitemacionales eono"cidas?
»Los Eetados -Unidos · ICl'een haber-descubierto en el socidis­
mo 1a piedra filosoftd para eVl.tar que progrese el comunismo
en Oeci.dente. No anali-cenios si es una postura poi}íticamente
ingenua

o idealista,
altruista o egoi·sta. Para ellos es la

mejor
fórmula para eil caso de no mantenerse los partidos mayoritarios
o los partidos únicos: el democristiano italiano, ·ei gaullismo
franoés, ell salazarismo portugués -o el franquismo español.:>
Es comente que quienes h<,y ocupan el pode, hagan cuanto esté en
sus manos para conservarlo. Pero Luij;, Vells Tabemer también examina
el supuesto inverso:
« ... Si, ,s,iguiendo una !ñpótesis contraria,. el Gobierno .pro•
damara y :Siguiera una política de ahsoiluto n'eutralismo, podemos
caer -en manoa de quienes ~ ,-ese momento dispongan conjunta•
mente.
de más. técnica y más-:dinero; las dos eosas con toda pro­
babilidad de
¡procedencia exrtranjera.· Hay, na:tu.rMmente, fórmu­
las intenn.edias.
»En el fondo, nos vamos a enfrentar, de nuevo, co.n una clara
y dramática disyuntiva: sietema -de vida. de base -cristiana, en
mayor o

menor grado,. o
sistema de vida de, inspiración .marxista;
de respeto~a
las libertades esenciales -o-de terror; de primacía
dell individuo o del Estado •. En síntesis: sistema. de vi!da del
Oeste o dd Este. Son dos grandes ooneepciones de· 1a vida con­
trapuestas e irreductibles entre sí. Se trata de escoger entre vivir
a
un lado o al otro del telón 'de acero, deil muro de la ver­
güenza.
»Del muro para acá· hay 1lambién dos grandes alternativas, con
fronteras no tan _,delimitadas ni &al'as como las· que existen -entre
ei Este y ell Oeste. Porque hay' quienes l!Omos partidarios de
vivir · dentro de un -equilibrio de · fuerzas entre d Estado y la
SO"C-iedad, ya que

sin ese
equilibrio· se vienen

abajo los
fun'damen­
tos de la libertad individual. Pero e,ci,te quien deoea que el Es­
tado monopcrlice el Poder·. y que controle la totaUdad de los
resortes po!lítieos y· eéonómioos. Sobre este tema, el pNmtio Nobel
& Economía Hayek. tituil.ó muy ·gráficamente uno de sus libros
-"Camino de .servidumbre"-~ en el que se propuso demostrar
la radied identidad a largo plOzo entre socialismo y totalitarismo
-----especies
ambae de un mismo génerO: d colectivismo---y la
825
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ineompatihilitla,d · ~cial -. e. irremediable enire colectivismo y li­
bertail h-·· >Está c!laro que los pocos, qQ.é pueden ocupar cargos do go-
bier,no lo pasan i;nejor (}OD. .Lt-, totalidad .o ila mayoría de-los re­
sorte& e,e()nÓ~!!fS poJ.íti~ eu &11& ~o&, como sucede cuan­
do_ la propi~ad perten!B'Ce .at EstaM'. Es la inevitable tendencia
toial~ 4,e los, gober,rutµtes~ Pero los ciudadanos quedan iner­
mes, _..re.f)i,pdos a •.ee.-v:idon,:,s .Pe 1,1D solo .amo: e1 Gobierno
socialista,. El monoeapi4dieiqo del Estado no es, ciertamente, un
porvenir jilusionante o halagüeño, aunque es mejor que d. de
quedar sometidos a una dictadura comunista, porque con esta
última las libertades .se reducen y, por .tanto, aumenta la opre­
sión.
~te e~· eil l)Obré -~onsudlo del mal menor.>
La solución
la hemos renido muchas alfos. el. alcance de la ~ -~
la
hemos pospuesto: primero a una dictadura que sin duda fue en un
principio necesaria; luego a una ·ticnix:rada g; finalnÍente> al coseroaduris­
mo político dé un grupo ooru:retedo a' mantener su propio pode,, pero
dispuesto; con tal de ci:m.setvarlo> a·tecurrlr ·a cualquiet" aperturismo. lmis-­
tarr,os aquí -recogiendo·· utws ·. párrafos def artículo firmado, por José
R'l31DliÓil Núfiez, CimRPos· INTERMBOIOS· Y:' 'PARTICIPACIÓN; publicado en Et.
ALCÁZAR,. del 8 de enero de 1976-en cual es, la verdadera- soludón:
826
«Enri((ue Gil Robles. afirmaba · que "la nación no se com·
pori.ía. irimediatameiite ae individuos-,,' sino de sociedades privadas
y públicas,,. .. Y e& que, 'en efecto, et hombre nace en una familia,
que forma parte· ide un municipio, el ewd se -encuentra enclavado
en una región,. que ,es !mieIQbro, a, en vez, del :Estado nacional.
»Pues bien, es a ttilvés. 'de estas sociedades: natural~ entre
las que tanihién hay i:¡ue ,contllr·. a las universidad.e&, .La: corpo­
raciones profesionales, ere., a través de las cuales tiene lugar la
Vel'dadera 'participación,; ·A
través de ·estos 1:uerpo& intermedios,
están represen!t:Bdoe los· intereses nacionales. .Cada
uno participa
en aquello a fo qó.e directamente pertenece, y, en lo ·que le es
profundamente couoclido~ de un modo directo, e indirectamente
"'1 d gobierno de la nación. ,
»Y, la participación no0se realiza a través·de=un simple voto,
'.OODl.9 O'cutre en las -democracias· inorgtinieas con. ·el mfragio
·universal, sino mediante
la-aposición de fn~ .. eJ diálogo y
.ta disel¡ISiÓD,c que empieza en · cuerpos poeo numer-0sos, en ios
·que .~dos pueden hablar, cttmo· .]as ·corporaciones de-. 'trahaja·do­
·res, loa municipios.· reducldo&t etc.;. Ue~do·· ·.este punto, los re­
presentantes,' eqµí . sí,· directamente elegi~s. por · quienes de ver-
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dad les c!)nocen, ,van llevando .!las discusiones y los intereses-de
'la primeras comunidadea, a cuerpos más amplios, hasta pla8Ill.Brse
definiti'VB.mente en una. _institución de 1'Ql1\cter nacional: las
Corte&,
Como ha ~o .V allet pe Goytisolo,_ todos estos cuerpos
intermedios, para ser auténtieos y r~tativos-, han de nacer,
como las
plan'tas, de

abajo
hacia arriba; lo que quiere que el
Estado debe darle& ._completa autonomía, no injiriéndose, en sus
asuntos.
Su función ~- l.imitará a ia coordinación de los mismos
y· a
'1a suplencia en caso il_eeesario. El Principio de Suhsidiarie­
dad,tiene aquí &u lugar.
>~ sistema,_ a~. de asegurar la vérdadera. libertad civil,
es
el únioo freno· frente al

totalitarismo,
que hoy -avanza sin
~- El Sufragio Universal, que hoy se nos pone como altema­
tiva

frente
al_ totalitarismo, eo-nduce,. en definitiva a él, y, sólo
puede ser comprendido si entendemos que-la nación está .direc­
tamente., f~da 'de individuos aislad~s, lo que, como ya. di­
jimos, es-totalmente falso.>
lLI. EL PODl!,R S!mICAL "X LAS Hl.IEltGAS.
Una de las p,esiones que adualmenle más g,,wital', · sob.e bB go,beman­
tes
y los aspirantes a acceder al pode.., es la del poder sindical. De él nos
habla
el ex-Ministra de Hacienda y ex-Gobe,n,ado, del Banco de España
Marl!m,o Naivam, Rubio en la lercera pi-de ABC del 30 de enero de
1976 en su erlit:ulo Los SINDICATOS:
«El viejo sindicalismo de bloque -est:á abocado in!defecítihle.
mente
a
la
masificae:lón en SU5. niveles más bajos.. Aglutinado por
el principio un tanto
mí-tico de .la soli!daridad. tiende a plantear
siempre sus problemas en el plano más. popular, más elemental,
más sencillo, pero-_menos documentado. No alcanza el área donde
se maduran
las ordenaciones -económicas.· No !logra tener, por lo
com~ ;una visi_ón_ .p:i;ofnnda, .completa y elevada ele los proble•
mas.
Está .. condenado a la pe-ti.ción. incidencial .,........oportunista~,
a.

la
ri-ctoria arrancada, a la. _.inculpación - de agente del descon·
cierto económieo •..
Será siempre eil Sindicato de la eterna protesta.»
«El actual sindicalismo acostumbra a moverse preferente­
mente

en
una sola dirección·: en -Ja de la"el.evación --del salario,
de SU& complement0&-o de,las·condicione&:~ates en qne se
realiza

el
~º~-E.ata postura unilateral ·pudo· &er comprensible
cuando estaba 'Simadó en una economía .-de desarrollo que tenía
827
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un amplHo margen de ooneesión. Pero en una economía ajustada,
donde se han consumido ya los ·márgenes amplios de mejora
salarial y sólo se pueden discutir razonablemente -en esta línea­
unos pocos enteros de, d.evaeión, [a persii,t.encia en la subida
sistemática del salario ha de conducir, necesariamente, a un
callejón sin salida.>
Nuema organización si.n1cli"cal. no ha resuelto el probl.ema. Tal vez
porque no ha se.guido la vía de los an#guos gremios y porque su Ol'ga,,,
nización no deja de ser masiva y masifican/e. Conviene repasar lo que dice
el libro "EL TRABAJo", de Jean Ousset y Mlcld Oeu.zet; de las emuc­
turas económicas y sindicales con su triple representación de empresas,
profesiones y ofidos .•
Lo cietto también es que en los países occidentales los sindicatos no
han llevado a un equilibrio y a un orden, sirro que han sido fuente de
de.socckn y de deseqidlibri-0 entre diversos sectores obreros, según su res-­
pectiva fuerza. sindical, y económicos, según el imrpac(,o que ¡,rorlucen en
el/o.,, M ,Blainco Tobío, lo ano/izó en ABC del 13 de enero de 1976 bajo
el titulo EL PODER SINDICAL.
828
«La exeesiva acumulación de poder en los Sindicatos no en­
traña
neceszAiamente peligros ideológicos .. .»
En cambio:
«El desequilibrio introducido en to-s países democráticos .de
Occident>e -por el Poder Sindical se manifiesta en una ya larga
relación
de agravios. Podríamos empezarla señalando la despro­
porción
entrn -el número de afiliados a una centnrl .sindical y el
área de influencia que cubre. No había bravata en lo que solía
decir dl desaparecido Jiminy Hoffa: que su Sindicato de "teams­
ters' en los
Estados Unidos, podía parallizar por completo a un
país de más de ·200 millones de habitantes, la más grand.e po­
t.encia del mundo, a una orden .suya. Esta desproporción va en
aume~to, en muchos países, en ·razón 001 enorme trasiego anual
de obreros malluale& ("bhe collar") al sector de los .servicios
("white
collar"), qtie es un fenómeno- típico de toda sociedad
indw.trhrl, dándose como igualmente üpiea la cireunstancia de
que el trabajador que se ha emancipado del "cuello azul", pa­
sando a ser "cuello bllaneo", rechaza la afiD.iación y la disciplina
sindicai si puede. La tendencia en 18.s grandes centniles sindicales
es a perder aliliadoS a medida que aumenta su poder coercitivo
sobre
las empresas y su inmunidad -ante las· cláll8W.as penales de
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la legislación controladora del Poder Sindical, cada vez más rara.
Dudo que hoy el Senado -de 11.os EE. UU. pudiese sacar adelante
una ley como la TaltJiatt,Jey.
»El Poder Sindical es
l"e8p0nsable de la desaparición o deca­
dencia de grandes ind11&trlas, aunque -insistimo&-no en for­
ma exclusiva, puea de la irresponsabilidad e incompetencia del
"mana·gement" hay mueho que hablar. Pensamos en industrias
como ia del automóvil,, como la uav~ y otras, y &i a partir de
ellas fuésemoii descendfondo eil · orden de volumen, pronto nos
encontraríamos con la industria donde di Poder Síndica,} ha
flexionado
&u músculo en

una forma
devastadora: la, industria
editora de periódicos.
»En los-dos o ·'lre6 último& año& "los efectos demoledores del
Poder
Sindical
sobre dicha indwtria pueden · compartirse con la
erisis energética y el precio del papel; · pero años antes de que
se presentase
esa crisi&, los Sindicatos de im.presóres, alrededor
del mundo, habían asesinado ya a centenares de periódicos y re­
v:istas,--despué& ·de ,frenar letahn.en:te, so pretexto de 88'1.var puestos
de, trabajo, lo que habría ~dido ~etener e'l cáncer de los, costos
incesantes ascendentes, que matan a periódicos y revistas como
de· un certero hachazo, el desarrollo de: nuevas tecnologías de
impresión.
»Hahlando
en
términos
genentl~ eil Poder Sindical ha venido
operando
a lo largo de la seria recesión ecoriómica que padece
el mundo, combinándose con la· que hemos llamado y repetire­
mos áho·ra «irr.e.,ponsabaidad e incompetencia del "manage­
men:t"» como un factor inflacfo-nista, generador de presiones so­
ciales, cori frecuenci8. a~dol"ll~ y, a la lar~, de desempleo.>
Las huelgas corrstitu.yen la mayor fuerza de presión de los sindicatos
o_, a veces, de los grrJpOS subvér'sivos que. en ocasiores consi.guen aprove­
char para sus propi,,s fines la fuerza de aquéllo.,. A este respeclq nos
parece oportuno traer aqU'í a colación unos 'pátrafos del articulo
de Bulo,.
gio Ramírez, LA HUELGA F.S REVOLUCTONARIA. publicada, en "EL PBNSA-­
MIBNTO NAVARRo··, del 22 de eneto de 1976.
«Se habla, a menudo, -de, la violellcia institucional: referida a
los organismos a Qutoridftdes-·del Es.fado, como, si no fuera mi•
sión .e&pecí-fica e irre:DUllCiable de fos ente& -estatales imponer
por la fuerza e mapeia:bilemente -la · ju-eticia social freli·te a aque­
. llos que qtieriéndofo o ,e.in -querer'lo, -es decir, eiil saberlo, pre,.
t-enden la injusticia: Pero no se halila "jamás de la vio1encia ins,,
titucional ·refiriéndOila a: loe -sindicatos y mi-as organzaeiones pa-
829
Fundaci\363n Speiro

830
ralelas, cland.est;inas o. mafio&as, ----.qqe . de todo hay -en el mondo
sindical--,-,. !10:s c~es ~.sirven.de los más. diver,os medios coer­
citivos
para imponer al Cohienw y,;· en último término, a las
clases n;tás menestor:osas. e. iudefens,aa, &U_ ley. leonina. Evidente
~ que, en_ ;Espafí.a, ~mo _en_ tod..;t, ,e{, mUD.do-,.Jos -trabajadores me­
jor org~zad.Qa, Q JPo;r;-(a. pr9'Jlia natur~a,,dcl. trabajo que rea­
lizllll)
~ indi_spensaples. y máa: ,cohe~_nados, merced a la huel­
ga, se lleVBJl _ la parJ;~ del_ león, en el producto y en las rentas del
~bajo,: ali. paso, que deiRJJ-en la. miseria a aquellos trabajadores
VJe o no saben or~ni~ o .por_ el. aislamiento y disgregación
en, q~e desempeñan ,su : oficio o por_ la :insignificancia de su
función,
socialmente -superilua, no . está . en .epndi.ciones ~e poner
en jaque al Gt;>bierno ni de paralizar ,~l conjooto· de !la econo­
. mía-:J13.CÍOnal-i*-
Y adviert,::
~-·1"' ~ ,~l~ de .~qaj.f?f .co,lectivo ,de trabajador.es, para
ser morail,, .para ser justa spciahnent_e tendri• que -p~onar sobre
el Gobierno, sobre las :e,s-~~ económicas y sociales eon
el fin de (JQ.e los ltrabaj·adores. peor retribuidos y comiderados
elevaran sus nivdes
de renta y de conlfort b.h9ra1~ '. & precisa­
~te, ~O-; c»ntrari0; de lo que sucede en todo ~-mundo y en
España en materia

de
h11elgas: los obreros ·vyl q. -la huelga eon
d. IÍn'.feldD· de. mejorar ellos, aunque esa mejora._la pago.en e!l
resto
de-.l_os lqlhajadores del país. Los obreros huelguistas, por
eso-, Sf)n un factor má_s: de capitallzación, de cq-ncen;tración de la
riqueza y dol ,bionestar, on ~to y depauperación del! sub­
pro[etariado
(de los pensionistas, de

los
-desocupad-os forzosos
o sin empJ.eo, de_ 14?&. ~pesinos y. demás, trahapldo.res peor
retr;J,uidos),
De os"' forma so acelera el procoso d¡, descompo.
siclón
y oc-.so 4e .la sociedad capi_talis~ abriénd~ el período
de _ ·pase a la sociedad. socialista, -~ .es irre~siblemente totali~
taria ~ e_ iri,h~
»Sobre todo, ahor~,. _cuando el capital--se .ve ·imposibilitado _de
enjugar el alza -de salarios de los e9lratos obreros: ya privilegia-
: doo, porque,, los paí..,, p.-oduttoreo de onergía absorben la plus­
valía del eapjtallsmo
--n:nmdial, a -medida que éste eleva loe pre­
cios
de las man~actmu, s:nhiendo d-precio , del -petróleo, la
huelga ·es el in~o , revolucionarle> ,por --excelencia, la pnn­
till_a para -hts ·sociedades euya fonna económica. ea: . el capitalismo
-Y .cuya :forma·
poJ::ítiéa:.,es la demoeracia· burgu,esa ;o-'()ftl"]amentaria.
>La hnellga,e& IIÍeD!l'FO·P<>lítica, más pol!tica y má& eficaz que
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los partidos ;políticos, los cuales . nada pueden hacer · sin contar
ci:m las eentra!l.es sindicales. Pero :la hud~-hoy, es más revo­
lueionaria
que nunca.>
La intervención de agentes de la subversión no hac·.falt~ 001110 ha
destacsdo la p,ensa, e11 nuestras huelgas de prindpros de af/D. Asi lo hace
Angel Martitl ~ en su, citad,, articulo del 15 de febrero de 1976,
PIQUETES CONTRA lA ·oBMOCRAClA:
«Me refiero a esos verdaderos y auténticos "comisarios po­
líticos" que han ido de obra en obra, de oficina. eu -pficina. de
calle en calle insmiendo, provocandQ y ·amenazando ... Piquetes
en · los que el obrero "brillaba" por su: ausencia y . en los que
llevan la voz cantante ·gentes de aquí y de allí, -comandados, en
ocasiones,
por

quien o por. quienes
están "llamado& .y vocados"
a

.
.1. easi todo menos a "es.o" ... .>
«Piquetes representantes de -subideologías totalitarias y to­
uilizantes .,.;,,
«Se trata de "comandos" pertenecientes (quiero insistir en
este punto)

a
e.se socialismo infrahumano, y totalitario que se
afinca y ·hace raíz en los dogmas más radica'les · ddl. marxismo:
1~ de clases y dictadura del proletariado ... para Diéjor extir-­
pa,r
cualquier v•gio · de libertad.»-
Los efectos nocivos de. las huelgas ·no se c:ircu:nsctiben a los. ya apuntsdos.
Aparte del ·· lock--out"", como replica, existe la que el eJitoria1 de ·:EL PEN­
SAMillNl'O NAVARRO" del 21 de enero de 1976 denomina con su titulo LA
OTRA HU2LGA Sl:LENClOSA¡, subtitulado -¿IPA1'!1" PARA HOY Y HAMBRE PARA MA.­
ilANA1
« •.• muchos hombres de empresa-, ·muchos profesionales exper-­
to.s, van eay-endo en la· ten'taeión -de trabajar· menos de lo que
pueden. No fflli un ·fenómeno nuevo-: d. famoso. Ubr.o de Ortega,
"La rebelión de.lJ.u masas",· tuvo una continuación en.-.!Los Esta­
dos Unidos de ·an~ cJ.e la segunda guerra mundial en; una no­
vela titulada, "La rebelión de. ilos Atlas", es decir,:· de 101:J gigantes
que llevan el mundo a hombros, que también se cansan,_ e: pesar
de
,su eorpu:lencia, y que también saben -echarlo todo a· rodar.
:t>Auméntlr entre nosotros el
númM"o de dueños y-' dirigex;itea
de empre&as pequeñas
y medianas; ~eador-es y sostened.o.res ·. de
puestos de trabajo, que tienen posibilidades ·y -citpaeidad ·ide am-
831
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pliar &118 negocios,, es decir,. que crea.rían más puestos de trabajo,
y que-no fo hacen por no, afrontar más disgustos iahorales y
porque
se les e&tá quitando los aliici.eme& de gan-ar y de ahorrar
más de
lo que necesitan; prefieren ir tirando, sin gloria, pero
sin penas.
»No ignoramos que tll'1.es actito.de& no coinciden con el ideal
de · la perfección cristiana, pero si no son perfectas, sí pueden
ser-al menos lícitas, y en ,cualquier caso, dejado el fuero interno,
son una realidad insoslayable.
>iLos -economistas son pródigos en recetar que
hay

que
pro­
ducir más y que hay que ahorrar más. Pero son remisos en es­
timular, :de verda~ la iniciativa privada. Resulta, pues-, que los
hombres
más capa.ces de nuestro pueblo, sin-gamberradas ni
voceríos, sin broncas ni violencias, antes bien con sonrisas y
disimulos,· se van quitando de en medio y sumando cada

vez en
mayor
número y ,con mayor justificación a una inhibición y a
una .deliberada desidia tan peJligrosas ¡para la economía como
las huelgas convencionales.
>
Y lo hacen, además,, de a impulsos de fo dicho, ,porque sa­
ben
.que de eualquier naufragio saldrán mueho mejor parados
que
otros, gracias a sus mayores talentos y habilidades.
»Pero el prob!lerná 6e agrava todavía má& tras analizar que,
si la iniciativa privada correspondiente ,a la sufrida clase me­
dia
espafiola se ve desasistida y

hasta
desamparada -por aquel
conato
marxista de que cuaiqiuer industria o comercio que no
pueda hacer frente

a
-estas y otras turbulencias laborales que
&e nos avecin~ sean eliminadas,-:-- muy · pronto ascenderá el
cupo de funcionarios públicos o de empleados pamestatales.
Entonces, se nos transformará en auténi:ieos -robots dei caipita­
li8mo internacionail, que es
una

ventana
abierta para
que la
sociedad española se vea contaminada, de

la
noche a
la
maña­
ºª~ por la polución del Comunismo.
»Grave responsabiilidad lla de loS
gobernantes

que
desde sus
observatorios
no p11eden dejar de ver cuanto decimos y en vez
de poner los remedio&, qne serían buenas inversiones a medio
y a largo plazo, se dedican a fo visible y vistoso, a to.S asuntos
perentorios de

a
corto plazo,

con
soluciones que

son pan para
hoy y hambre para
mafiana..»
Esta observación ,ws lieva a otra que encaja en ella eomo anillo al
dedo. La leemos eri el texto, impreso en febrero de 1976, de la disertación
del empresari<> Anloolo &rioh en el CLUB ESPAFIOL DEL PETRO­
LEO, titulada "LA EMPRESA":
832
Fundaci\363n Speiro

«Es evidente que el patemalimto ejercido durante más de
treinta años ha deformado la res,ponsahilidad del productor, que.
hoy está siendo presa fácil de todos los agitadores que quieren
aprovechar la gran fuerza de la mayo-ria productora para utilizar­
la
como arma política para 'SUS propios fines. Durante muchos
fio&t los inconvenientes de falta de autoridad de los ejecutivos­
responsables
de la empresa frente a los prodUctor~ el absen­
tismo legalizado por eert:ifica.dos médieoe sin justificación de
salud al~ el bajo nivel de productividad -o, dicho de otro
modo, la infrautilización de nue&'tr08 equipos. iodu:5tria:les----, ve­
nían compensados. en cierta ID.eW.da por la ausencia de paros y
huelgas organizados y dirigid05 al margen de nuestros centros
productores.
»La falta de cauce legal para estoe paros y huelgas no impide
que, de una, manera sistemática, se sucedan mios y otras; recientes
encuestas reailizadas en Barcelona, en donde loe paros en el
Bajo Llobregat revi1Jlen grave importancia, nos indican, en un
muem-eo realizado

sobre
más de 1.000 obreros, que el 96 por 100
de los consultados no sabían por qué estaban parad~ y, por su­
puesto, que se hallaban dispuestos a regresar a ,8'08 pueertos en
cuanto se lo dijeran.
»La falta, pues,. de instrumentos ompresariales baoo de nos­
otros la víctima propiciatoria de: cualquier tendencia; y esta or­
, fandad en que -estamos operando deforma y auula nuestra imagen,
creando d mayor desaliento. en el mundo empresarial.
»Esto me indujo a, declarar, en una reclen~ rueda de prensa
de la revista Desárrollo, que-las deserciones empresariales se
producirían en masa .si los empi,esario"S tuvieran la menor opor­
tunidad de cerrar sus fábricas. Si esto es · lo qtie: persiguen 10&
enemigos del progreso de nuestro
pa,í~ van ciertamente camino
de alcanzarlo.
»No hace falta que les diga que hoy

la
prensa --Y sobre todo
las revistas-da total preferencia al EJenSBeionalismo, publie'8lldo
sin ningún escrúpulo ni respo-nsabi:lidad lae mayores falsedades,
con tal de ·hacer iinpacto· y coniieguir m&yor venta; haeta la prensa
más conservadcmi se hace eco de ten-c:len''eiosa& infon:rtaciones que
no
ayudari eiertanienre ni a _fo-nnar ni ,a infonnar al ·público.»
Esto coadyuva a que por-razones de o¡,ortunismo "politico"> que nD
son sino .muestras de debtlidad ,-esperamos que-no lo sean de impotencia.,->
se ceda a presiones_ socializantes sin atender a sus consecuencias. 1VIarto
833
Fundaci\363n Speiro

Sana nos hace f,ensar en ello en Su artículo "SIGUEN SUBIENDO LOS SUELDOS",
publicado en INFORMACION de Alicante del día 28 de febrero de 1976,
834
«Se ha anunciado el aumento del salario mínimo de 280 a
340 pesetaa, o sea, casi el veinte por ciento. Que este anuncio
venga después de

la
filípica·eon que em.pm.ari.·su gestión el mi­nistro de Hacienda, cuando acusó a:l crecimiento exorbitante de · sueldos y jornales 00 ser una de las causas principales de la in­fiaci6f4 ea algo qíle no debe desconoortmnos, pues hoy gobierna,
al meuos en economía, . como reina y señora la contradicción y dé ella no puede pedirse coherencia alguna.
»La nueva
alza acrecentará la-inflación, huelga decirlo;

las
340
pesetas, junto con las mejoras conced,idas · a los operarios de
toda
claee, harán del afio en cuno probablemente uno de los más caros de nue&tro siglo, no sólo pan· quienes vivan en el país, -sino -también para los tur1ist.as, con· lo cual brillarán por su
ausencia
los benéficos resultados que se esperaban dé la devalua­
ción decretada
últi..mamente.
»Ciertamente, la subida del jornal favorece a los trabajadores
manual~ mas
perjudica

de modo
directo a loe percepto-res de
rentas fijas, t.a!l.es como jubilad.os., penieionista~ dueñoe de casas
y locales de alquiler; a loe poseyentes d!e libretas de ahorro y a
la mayor parte de 108-accl.onistas de las empresas; a los acree­
dores de toda especie;
a loe funcionarios públicos, incapaces de hacerse oir con 1'8 fuern necesaria, y, en general,

a ·todos los
empleados del sector de servicios, euya protesta nunca e& tan efectiva ni tan roidosa. como la de 10'8 sindicatos obreros, bien
'-movidos por demagogo9; a los empresarias, que ven inflarse los­
costoa 'Bin que mejore
la venta, Bino al contrario.
»JllBltÍsimo seria acrecentar las remuneraciones,
si eeto se fun­
dara

en mayor
prodtuctividad; pero como no sucede así, d incre­
Ille-ilto, de mia parte, apva la mflación, y de otra, con huelgas
y amenazas ciertos: gremios logran aumentos de haberes que no
.
s,ólo igualen, sino rebasen la hipertrofia de

los
preci-os.. y así se
lucran
a eoella del empobrecimiento de sus, conciudadanos, tal como ha -su.cedido-en estos años en Inglaterra. Solapadamente se
confisca una parte ·efe-la renta nacional y s:e le pasa al bolsillo
sin fondo de los asalariados.
:>hte fenómeno
del incremento desmesurado de 1-a retribu­
ción de los obreros, a despecho de un~ productividad igual o décreci.ent-e, se realiza asimismo-sin atención alguna al saber ne­
~ario
para desempefiar una tarea, ÍundÍindose exclusivamente
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en el miedo que se logte ·suscitar a unas autoridades deseosas de
evitane conflictos. Así ocurre

que
exi.6lan · tm: Espafia, · fmiéionarios
del Estado con · títulos universitarios ,que ganen unas 330.000 P8"
setas an:nalee, en tanto -q-ue. muchas -taqiiill«as del tren metropo·
litano madrileño lleguen haota 360.000 ... >
Y concluye:
«Se diría que sig1le distintos caminos la dictadura del pro­
lefariado,'
y

no
preci:samente los que

jalean
Berlinguer, Marchais
y Carrillo: ell e1· &Jte, ~ impone ni~te la revofoeión y la
· tiranía; ~ ÜCCidente; · por ·'me~o de una inffación ... »
IV. CAPriALJSMO MONOPOLISTA DE ESTADO. EsTADO CAPITALISTA y TEC•
NOCRAC!A.
Pero . _todo resulta m4S complejo; los empresarios independientes que
abandonan y loo que siendo potencialmente ~apaces de _,,, tlO se ames­
gan. dejan el e­
pitalismo, en último_ rermino a las sociedades multinacionales, o bien dan
paso a. que el área. _empresarial y capitalista_ del Es&Jdo se acreciente. AJ..
ter~va qu? a veces np lo es. pues se a,dj,uáa en. un contubernio entre
el socialismo estatal y poderosos sectores del capitalismo, en perjuicio de
las empresas independientes que terminan por dejm: 'de serlo o por des­
apar(;.cer. Las huelgas;: la inflació~ los· impue_stQS, .las intervenciones ad-­
mini.strativas contrlbuym. a canducir por cualquiera dé estos ·tres caminos,
El conde Sixlus v ajenas, polémicas, clktas, puntual.izsciones, comentarios*
en. ABC del 10
de junio de 1975.
· «Hace· dos semanas, en su artículo "Lo ·verde y lo maduro",
Juan Luis Calleja aludió a una frase atribuida a Lenin que yo
cité· en una Corifere!leia organizada por "The · Fina.neiel Times"',
susti:tityendo a· M.. Jaeqo.es· · Rueff: ''Si quieren destnrlr el capi­
talismo" corrompan ia: moneda~,_ Repetida, fu.era del contexto,
podría·· parecer ·que Die hice defenso'I,". déi capitmismo cuando,
mlly al· contrario, lo veo, Con SU transf'Órm:aci6n ~ · capitalismo
estatai, como el mayor peligro para !la sociedad libre Y :las na­
ci~nee relati.Vai:ne~ ~depéndÜ:mtes. Ac&SO porque · los EE. UU.
todavía
repr~eiltan el papel d~ deíeúsor de éstae, hay mucha
· ·• gente qué-, ami observarido ia· evidei:i.te convergencia entre el ea-
835
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pitaHsmo de Nueva York y el de Moscú, rochazan lo que les
parece
__

una
contradicción..
»Pero
también parecen una contradicción lo& métodos, que
algunos capitalistas emplean

para
&iminar a sus competidores.
Por

ejemplo:
~No es más fácil hacer un negocio gigantesco,
eomo aqued.la transacción-de trigo eon un funcionario soviético
que competir :leal y libremente -según la "eeononúa socilfl del
mercado"
del
profesor Erhard? ¿ O pensando en Africa, de apo·
derarse de los recursos naturales del competi-dor, sea el cobre,
_el petróleo o el foMato mediante la "descolonización"? ¿O de hacerse con una industria entera por la "nacionalización" siem~
pre
que .se equipe al Estado con iJos hombres criados y domados
en las- múltiples instituciones y fundaéiones que tienen la ven­
taja
competitiva d·e estar libres de impuestos? ¿ O en su más
lógica aplicación
hacerse con todó el (negocio

del)
paia por
la
"revolución"?»
El mismo Graif. Sixtus von P.letmberg en su conferencia,. AVANCE
SOVIÉTICO, REPUEGUE AMERICANO, RB.SISTENCA EUROPEA,
pronunciada en el XXIV Congreso di,/ Ceoo:o Bmq,eo de Doculmmllak:lión e lmarma,cioo.
celebrado en Barcelona las días 26-28 de septiembre de 1975, refiriémíose a Alemania Federal, proponía una reducción de los impuestos previendo
que dimanari.an de ella 11!18 siguientes ·C:Onsecuencias, aurt" · a riesgo de que a muchos economistas e ideólogos les pareciet'an indudablemente -para­dógicas:
836
«Esta refOnna tributaria debe poner como límite un nivel
dell 20% del Prodticto Bruto" Nacional, nivel que el Profesor
Parkinson llamó la froDtera crítica a' partir de la cual tas ener·
gías_ de la nación se ven· d6 tal manera· débilitadas que inevita­
blemente llega la hancarro-ta. Dijo- esto bace unos 12 ó 15 afio~
y dijo que fa Gran Bretaña era el país que más había adelantado
por
este camino. Ya

no
hace falta creer lo

que
él dijo
ya que
-lo estamos viendo hoy.
»Hemos visto qne nuestra supervivencia depende en alto grado
de [a reintroducción de la salud ·mt.tnetaria. La salud monetaria
significa un

sistema
baN_do en dine,o veridadero y no-en el
crédito ..
El dinero verdadero· establece la -independencia de los
que
:lo poseen, No depende de la confianza, como es el caso con
61
crédito.-Nuestras sociedadeit, nuestros empresario~ cuya base
propia de capital se ha disminuido bajo el i~pacto de una tri­
butación· confiscatoria, la inflación y crédito ,excesivo, el eual
creó las ex«;esivas disponibilidades que destruyen la rentabilidad
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del : sistema del iµercado. liberal, .podrían. regenerar su capital
propio de manera dramática 'y de este modo [iherarse de la
ahmmadora cart,a de intereeea.-POI' lo tauto,, no solamente los
intereses, Slllo UUDQién , la . amortiz~ón de deudas deben poder
deducirse de la ha.so imponible -de tributación, Esta reforma tri­
butaria
podría
ser puesta en ma-reha durante un períod·o de

cinco
años, pero su. impacto. inicial. ha .de eer .decuivo.
~En su supina ignorancia de cómo está -éitviendo al · Supcr­
capitallismo, la coalición_ Socialista-Liberal criticará esta medida
como
ventajosa . para los . ricos. De este modo. movilizará el ins­
tinto há&ico de envidia en el ser hmnano, -el cuail, encubierto
con una
falsa filosofía de·. igoaJdad · y justicia social,· explica la
atracción del Socialismo el cual conduciría a-'18. igwd.aeión de
todos. La demagogia aoei.ailista-Iiberal puede ser frustrada y la
aceptación de · dichas medidas por los· laborista&, ganada eon· ·una
especie de paz concertada en· el frenite ,de los ealarios mediante
una ,división obligatoria :entre aocionietas: y-asalariados en cuanto
al beneficio disponihlJ.e para· dividendos o participaciones. ·Esta
medida tendría otra ·muy saludable consecuencia en cuanto· auto­
máticamente tiraría de la
manta respecto a esa otra maniobra
Super-capitalista que está minando nuestra sociedad y destru­
yendo nuestra ilib1ertad ·,i,ersoDaL· M~ refiero al intento de los
funcionarios sindicatle~ 'muchos-de ellós participantes en !la cons­
piración, como -·demuestran ·Sl18 reuniones secretas con los Super­
capitalistas,-
para adquirir por cuenta, · según dicen, de la masa
amorfa de ohrer~ propiedad do industria.& que ni han cread'o
ni
hacen nada' paÍ'a ni.antener r,ró~» ·
Los
e/ecfos del llamado "capitalismo mooopollsta de Estad-O" como los
comunistas denominan al. régimen que unoa califican de neoscx;ialísta y
otros de nrocapitalislas, puesto de moik,. en mayor o meno,-grado, en la
mayor parte de los paises del océid.ente ~. ya se dejan sentir en
Francia. En a(deriores números de VERBQ~ en eBtas .ilustrB(:iones hemos
recogido numerosos comentarios
de ·nuestro amigo Louñs Sail1eron. Hoy
tecórtai-emos un "par ele párrafos de 'otro at:'tículo. suj¡o, LE . SOCIALÍSME GIS­
CARDIBN, aparecido en "ITINERAII\ES" 199, e,.,,..o de 1976, ,que apunta a
denuncia,. el final a qu,¡ nos va, conduciendo ese proceso:
« ... Para ser libre, es-•preciso-y,a; no· sólo ser ''libre~ sino ser
d
"cliente".-del Estail,o, o de.la emprflSll. y de-1 sindical<) •. El indi~
vi.duo "indepeni(iente" titá , ~etido a · l• dependencia, del Le­
.viatán· sociM que. le devora· para ·nutrir' a_ sus . propios clientes.
837
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Cuando todos los independientes hayan desapareeido, el tola·
litarirnno quedará instalado y Leviatán· sorberá el tuétano de
sus esclavos para engordarse a &i mismo, asegurándose el con•
-eur'80 de. !los tecnócratas como cómplices a hase de otorgarles
privilegios.>
El camino hacia el socialismo va demolrendo lo que halla al paso,
como resume Sa!lleroa:.
«.,. por todas partes, el socia!lismo resquebraja la sociedad.
D..-uye, desar,aig,,. &e.capit,aliza, hace estal/m todas ias eálu•
las y todQ& vínculos del organismo social. Siembra la ruina en
la ~graeilin.>
El grade de intervern:ionismo e,tatal que hemos a/.can;zedo ofrece, entre
otr~ la mue,stra muy pater,te de cómo utiliza el Estado los recursos de
los depósi'tos bancarios y mucho más de las Ca;as de Ahorro. A tal in,
teroención en las Cajas de A.hon-o se refiere Matlaoo NOMall'ro IR.ul>io, en
su
arlicvlo lINA CENICll!NTA. en la tercera plana de ABC del 18 de fe­
b,e,o de 1976:
838
«En el cuento de La Cenicienta, la madrastra abusa de los
servicios
de esta bija:, de. natural bueno, servieid y poco·exigente.
-Y en la historia de las Cajas -por muy comprensivo, que uno
sea- se llega a . la misma conclusión. respecto al oomportamien•
to del patronato ejercido por -el Estado,. Porque las Cajas e&tán
sujetas a un Proteetorado legal. En un primer momento, este
oficio

paternal
fue ejercido

por
el Ministerio de Trabajo, y
Juego
por el de Hacienda.
El

primer
protector exigió a fas Caj'as los más grandes dona­
tivos para llevar a cabo su plan oficial de Universidades La­
borale&.
Las Caja& pagaron fo_ que se les pedía, porque d fin era
bueno,
y ni siquiera figuró, hasta hace muy poco, su nombre
en
el frontispicio de
~no solo de estos ~des Oentros escolares.>
. . . . .
«El segundo y último protector -eil Ministerio de Hacien­
da-
les impnso, asimismo, . muy fuertes obligaciones-~ La contri.
hueión
de las Cajas al Desarrollo español ha sido vital, decisiva.
Una

Junta de Inversiones va
señalando los títu'los que deben
suscribir
las Instituciones de ahorro en cada período. Gracias a
esta asignación forzosa pueden eúbrirse la inmensa mayoría de
las grandes emisiones -eléctricas, metalúrgicas, quími~ tele-­
fónica~
etc.-. A través' de la Cartera de Títulos de las Caj"as se
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puede seguir, perfectamente, la historia financiera del país -en loa
últimoe decenioe. Apare,:e perlectemenre plmsmada por las 0.-deneo
Miniateiia'les dadas a las Ca¡jaa: auténticas "cuentas de sacrificio",
siempre, en aras del interés nacional, recibidas y cumplidas con
un espíritu
de servicio que merece, por lo menos, el reconoci­
_miento de todos los espafioles.
>En particular, Ju Cajaa son eil gran proveedor de recurso&
financieros del liN.I. Su acreedor, casi por antonomasia. Y el
acreedor
más señalado de 1111 gratitud del Gobierno, porque aquí
es donde el sacrificio llega a límites que han rozado muchas
veces ell "non po8SUDlus".>
Lo cierto es que ••.
«... las Cajas tienen un coeficiente del orden del 66 % de
sus recursos, mientras

en
la Banea la cifra es .del orden de

los
23.>
La cosa no es intrascendente:
por añadidura barato, amenaza seriamente J.a reducción de la
obra eiocial de ias Cajas, si no coloca a estas instituciones. en
el trance

de
exponerse a serios y graves quebranto& Ni siquiera
podría
La Cenicienta atender a los ancianos de sus asilos.>
«Se impon~ a mi juicio, una reflexión serena sobre el tria.­
ta.miento dado por el Gobierno -a las Cajas de Ahorro. Son, gra­
cias a Dios, una de las instituciones más firmes, populares y pro­
metedoras
de la vida 'e&púiola.. Están llamadas a desempeñar
una

función
profunda y penetrante en el terreno social. Comtitu­
yen

un
instrumento extraordinario para el resurgimiento de
un

orden
econmnico equilibrado. Pueden

lleuar de
sentido hu­
mano

todo
ese mundo, en exceso frío y descamadO:, del crédito.
¿Hace falta que venga una especie de príncipe justiciero para
que se enamore de esta maravillosa Institución? ¿Empezará pronto
la -segunda parte del cuento de La Cenicienta?>
De qué medo es aplk:ado luego por el Estado el crédito que así ob­
tenido resulta reflejado en la arries dta,1,, disertación de Amonib Enrldi,
LA EMPRESA:
« ... lo que no comprendo es que nuestra Administración no
conceda al mismo tiempo un mínimo de experiencia, responsa-
839
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'bilid:ad y ·sentido común liacia loa empresarios que, &in desear
acog¡el'fie
a tale& facilidades, están dispuestos a invertir pensando
competir con"ind1istriaa :que gocen· de lu ventaja1& de un crédito
oficial. pref,erente,
de exéncione.& -arancd.arias o de exoneración de
impuestos.
»Si, a pesar de estos condici.onamient06 negativos, un empre­
sario quiere anieegar
&U. propÍo dinoco · en una aventura, no con~
sidero -
lógico qtie ia Admin:iBtraci.ón R lo impida. l Qué más
podría desear nuestro Gobierno que sean los propios indus,triales
lO'S que promuevan un dmarrollo ·sin la ayuda que la Admini&­
tración está dispuesta a darles:? ... »
Los impuestos, por su parte, se han lrartsfo,mado en instrumentos de
una política intervencionista. No tratan ya tanto del justo reparto de las
cargas sociales como de lograr una igual.ación de las rentas o de impulsar
en un determinado sentido un desarr@llo. El EstaJo, que lo dirige, deja así
de_ ser árbwro imparcial pera corwertirse en actor principal. En nuestro an­
tiguo derecho :público los impuestos eran pactados emte la sociedad g el
Estado, representado por el Rey-, que debía justljicer su empleo. Aho el Estado lo decide todo, y esto implica una · perspectiva anilataal, en,­
focada desde el punto de vista del aparato administrativo o desde la ideo­
logía dominante.
Por eso nos parece oportuno recoge, urm ¡,árta/os del artículo IM­
PUESTO -No PUF.STO, · firmado por Perseo y publicado en "EL PENsA­
MIBNTO NAVARRO" del 20 .de febrero de 1976.
840
cLa· pa!labrej&"'impuesto", ·del ladn impositus, la define nues­
tro diceionario de la lengua de 1a &igniente Jllallera. "Aportación
obligatoria,
que exige el póder púbii-co a los ciudadanos con el
fin de atender a su propia subsistencia 'Y· a los gastos y servicios
de· carácter público también, 69tablecidos en

beneficio
de todo&
elloa.
Se

funda en
obligaciones· bilaterales

o
reciprocas del po·
der publico y de los eiudadanós."
»Está
cl.ari&imo: "con el fin de ATENDER a su propia sub­
sistencia".ffy servicios: de carácter públiCO TAMBIEN". "Se funda
en OBLIGACIONF.s" .. :
»Estamos todos de acuerdo en qu,e para que podamos tener
nuestros
pueblos y-ci1i.d1Mes en las· mej·orés condiciones de ha·
bitabilidad· y civilización, todos tenemos, que poner nuestro· gra­
nito de arena, pero de eso, que todos estamos de acuerdo, a tenet"
que poner una montaña de .arena ... 11Hombre,, no!!»
«.~. el impuesto se "fundamenta en obligaciones bilatemlcs y
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reciprocas entre el -1>9der· público y los ciudadanos. Parece .ser
que

los únicos
,que tenemos ,que poner,

y
carísimo, somos los

ciu­
dadanos y
¡claro! anf.e esto, no jugamos. Nosotros tampoco po­
nemos
"Impuesto-No puesto.".t>
« ... creo que tQdoS lo-s c_ontribuyentes ·estamos de acuerdo en
pa~, pero con 'lógica, con asistencia estat.a!l, con mejoras visi­
bles, arimentando
los !Ín:ipllesto-8 con lógica, cuando sea lógica­
mente necesario para el biell común, pero nunca para

que unos
cuantos re&olvamoS los probiema:s financieros

de uno
programa­
ción

económica·
caduco.»
Este es un tema que, en Ía, sección PLANETARIO de ABC, toca Lorenzo
Ló¡,ez Saooho, precisamente con el titulo de Los IMPUESTOS,
«CBS&ius Clay, _gimt. campeón de ese deporte brutalizado por
el dinero que es el pugilismo, gran ]llistrión, se lamenta de que
del millón de
dólare~ que ha J»_effibido .por un combate más que
dudoso,
le quedan solamente como. auténtica
CQm.peneación eco­
nómica

doscientos
, mil. Quinientos. mil se los han llevado los
impuestos. »Chu,l-e.s
Aznavour,

el menudo cantor armenio, genio del disco
y los negocios
musicales más

que
genio de

la canción, en
la
que brilla como gran estrella, se ha ido a e:5tableeer en Suiza
para huir ,de los impuestos de Francia. Lo mismo han hecho la
indesita Petula Clark y eJl desvergonzado y mi:idificador Por­
nareff, Johnny Hallyday, cuyo verdadero nombre, rigurosamente
gailo,
es Jean-Phil:ippe Smet, ha tenido que desmentir -es de
suponer que a a:lto precio de di-simulada tarifa pohlicitaria­
nna proyectada instalación en Estados Unidos para escapar a
enormes impuestos ·con fabulosos recargos que le persiguen desde
los. años locos de sU. juventud trl:onfanie.
»Contraste
dramático: una· familia parisiense, 'habitante de
un peqo:efio pabellóD en. algún "impa55e" de la "Butte-Montmar­
tre",
se 811icida eoiectivamenta. VallJ:urg, el cabeza de familia,
ingeniero, arruinado,·· según paree~ adopta la funesta decisión.
CallH. deeerrcadenim:te: la eonVocatoria par& eOllllJ8reeer en el
Palacio dé Justicia por fraude fiscal.
:t-Intel'medio ¡,olítieo: '-un procurador t1n Cort8s espaflol, José
Ellas Gallego Romero, ruega
8'Í Gobierno que aplace la práetiea
del nuevo Implleirto ·sobre · Ciretil&ción, que ha experimenta·do un
exorbitante . aumento este ano. Treinta i;nil . cartas eon centenares
841
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de firmas, procedentes de todo el área naciolllll, se acumulan,
pera apoyarle, sobre su mesa de trabajo.
» Yo no &e si ha llegado ·el momento de plantearse la posibili·
dad de que los Estados moderno~ desbordando sus Verdaderos
fines, ee
hayan eonvertidG .

en. un
trágico lujo, en un mortífero
lujo, de las -eoeiedades de nuestro tiempo. No sólo es que ::tos
temibles, crecientes, devoradores-impuestos castiguen, afiijan a
los triunfadores. Es que también atormentan, hunden, a los fra.
casados. El individuo comienza a no poder s:oportar la carga de
la sociedad plasmada en ~trufo, de la que forma parte.-
»Una complicidad temible -se establece· en estos momentos.
Complicidad tácita, no deliberada. Los trabajadores reclaman y
obtienen fuertes aumentos lineales para su salarios, descompen­
sados
en relación con el coste real

de la
vida. Automáticamente
los impuestos rec!laman su part~ enorme, tremenda parte, -en el
botín·. Las empresas que podrian,. no sin dificultades, soportar
aquellos aumentos, se resquebrajan al sumárseles impuestos y
aportaciones -gravísima, por ejemplo,. la de ::tos seguros socia­
les--con fos que _el Estado o las organizaciones parae&tatales re­
crudecen la eñgen:cia social.
»Cassitris-, Charles., Pelftla, Johnny, pueden hwir. Nosotros, todos
los demllSy no. Ahí se centra ell drama.»
& et drama que no captó José ÚltiiS Ga1Heja, en. su artículo CENTRO Y
MODERACIÓN, de la tercera plana de ABC ele la uisper14 cuando expuso este
otro ccmceplo ele CEm.o:
842
«Desde un punto de vista pragmático, el de los resultados,
el Centro no sería un grupo preocupado simplemente de alejane
de los extremiamos autoritarios ni-de preservar un sistema po­
lítico determinado, como el democrático liberal o cualquier otro.
Dieho muy deprisa y con simplismo descriptivo, se propondrí~
favorecer

y
controlar al rico; favorecer y controlar al mediano;
favorecer y controlar al de· abajo. Defendería d capital, las em•
presas y la -propiedad,. pero poniendo sus -peras al ,eu,arto, con
cargas, limitaciones y reeor:t,es •. Daría automóvil, televisión, vaca·
ciones, piso propio y un nivel de vida revolucionario a las clases
medias.,
pero midiendo IOtJ. metro, cuadrados de la casa, sin 8er·
vicio dom~ y con letras de cambio. Elevaría a las clases
inferiores a la altura de las mediu,. con seguridad social, enfer­
medades cubiertas y vejez prevista; pero sin huelga& ni algaradas.»
Fundaci\363n Speiro

«Probablemente, eso o algo parecido e~ y e& aún, el Régi­
men español de 1~ últimos cuarenta aii.os.
» ... es de extremoOOntro .. Es extremocentrista. Centrista, porque
enriquece y alicorta a todos, y ex.tremado, porque lo han hecho
quieras que no.>
Resulta también que esta polít~ "extremocentrista" juega en un
planD inclinado que no tiene más limite.que efcomurdsmo. Es un "centro"
que se desvía in.senstblemente, i,ero con progresión. creci~ hacia la
"izquierda", ga que sin percle.r el centro relativo se aleja cada vez más del
equilibrio real..
Es como la inflación o la morfina, que requieren cada vez
mago, dosis pa,a escapar a la depresión g a la deflación, hasta qu,: des­
truyen el rue-rpo humano, el. que se inyecta ésta y _el cuerp::i, social, que con
aquélla es estimulado.
Jasé Luis Pé del 11 de abril de 1976, ba¡o el titulo IMPUESTOS, SOCIALISMO Y .REFORMA
DE LA EMPRESA, después de ,ecoger de nuestro llOTado maestro Sdilailxa la
raíz y concepto de la libertad, plantea ¿DóNDE E.MPIE.ZA EL IMPUF.Sro A SER
UN
INSTRUMENTO SOCIALISTA?:
« ... ¿En dónde empieza el lmpue8lo a ser un instrumento so­
cialisba, inclUSO
de hecho, y sin pretenderlo las autoridades fis­
cales, por invadir más allá de lo debido el ámbito de esas li­
bertades?
»La respllei91:a es clara: allí doride se convierte en un elemen­
to

de
cor,.gel,ación de la libre iniciativa personal privada. Se co·
mienza,

aquí, un
proceso acumulativo, qne suele empezar en una
situación

donde
la economía nacional está generalmente -en etapa
de recesión, y en cambio, impera una "política de autoridad" en
la consecución de bienes y servicios públiC08, El primer factor
hace que la fu.versión priwda se retraiga; el segundo, que el
Estado no renuncie a sus creciente& exigencias financieras. Pero
es
que, adem'ási del ha.jo nivel de inversión privada, se deriva un
desempl,eo que el -seotor público ha de absorber g&Biando y recau­
dando
más:; 1a inversión privada se retraerá de nuevo con esta
mayor dtireza fiscal. Así . .. sti.ceeivamenté. La proporción de re­
cursOis absorbidos por el sector público aumenta, La 6COnomía no
sólo
se "socializa" '(eri el sentido de ha.eers:e más "60cial"). Se
hará socialista en ·1a rii.edida· en .que ese aumento de la actividad
del sector público sustituye á · la iniciativa privada·, -que se con­
trae., en parte;, por -el· factor-fiscal-
»Hay aquí que. im()Onene. mi punto de reflexión. Y creo que
el tema es -de actuali'dad e iinportaneia grande para los españoles.»
843
Fundaci\363n Speiro

« ... ¿qué "coste social" ~ libertad, de iniciativa person:al, de
"socialismo de heclw", puede implicar una reforma en una "eco·
.nonúa mi~a de--mercado~ en recesión?»
Para el bien de la clase. trabajadora son necefisrios 'hombres que e,n ...
prendan., que proporcionen trabajq que creen riqueza. ¡Cuantos más me­
jor!
¡Más demanda de trabajo y mejores ofertas de remune,a,:ifml Cuando
aquella pólítica de· igualación pasa de cierta ··medida; el espíritu. de em­
presa disminuye mientras se incrementa
la aspiración. a la seguridad que
proporcionan
los bueoos puestos en el Estado o en las grandes· empresa.,.
El Estad-O se va haciendo socialista y el gran capilálisnw monopolista.
Al final habrá que optar entre. una u c:Jtra solución., si" no se quiere y aún
se puede volver ~f,s restableciendo la responsabilidad, la libertad y la
iniciativa personales, -pues cancelarlas constttuye siempre un gran error social.
A no ser que se prefiera el modelo soviético que, en la U.F/,.S.S., después de
casi seis' décade.s., ha alcanzado el nivel que el físico nuclear roso g pcemio
Nobel
para la Paz 1975, A,,¡dr,,¡ Sajarow, nru narra, en su libro Mi PAls
y EL MUNDO, según el resumen qu.e l. Mairtin hace en "LA ACTI.IALlDAD
EsPAfloLA" del 1 de marzo de 1976.
844
«Ni tenem~s, ni alcanzaremos una productividad eomparahle
a la del mundo "capi~alista". Lo prueba nuestra econOmía sin
reservas y el hecho de que después de cincuenta y ocho años
de
gigantescos esfuerzos (treinta de ellos _ de paz ininterrumpida)
no exista ni

lejanamente un
nivel de

vida alto, a
pesar de nues•
tros inmensos recursos naturales
y de la esca88.-densidad de
población.
Cualquier obrero de cualquier .país capitalista .se ne­
garía a b_'abajar c~n nuestros niveles 88lariales y condiciones
sociales.
»En_ la URSS, la mayor parte del sueldo se gasta en la co­
mida. Los salarios
son parti-c~nte_ bajos entre

los
intelec­
tuales,
que además no· poseen otros ingresos semilegales que son
vitales para otros.
»La prensa mundial .e&tá llena de información Sobre infla­
ci.ó14 crie-i& energética, ,paro e.reciente~ e-te. No quiero quitar im­
portancia a
estos proh:J.ema~ pero &Í quiero decir que Occidente
no
está muriendo

de
hambre y que podría retroceder cinco veces
en
su nivel
de .vi los
habitantes del país so~alista m.á& rico · del mundo.»
.«Las condicJo_nes de vidla y_ alojamiento -siguen siendo malas
para
la .mayoria de la po1blaciÓI4 no obstante

el incremento de
la
construcción en

muchas
ciudades. Y
no
es tampoco
cierto que
Fundaci\363n Speiro

nuestras viviendas sean las má-.s · ·baratas del mundo. El alquiler
,por metro. cu.adrado en .relación con el salario medio no es· me­
nor que el de la mayoría de los pa-Í1Je8 ·desarrollados.. Conseguir
un alojamiento propio para una 'SOia familia ·es ·una fortuna que
muchos esperan durante
toda

la
vida. Genendmei:ite ·se trata de
edificios de muchos '.Pisos, en barrios semejantes a las viviendas
americanas "para pobres", pero
más densamente poblados y con
menos comodidades.>
« ... A excepción de algunas ciudades de élite, e'l abastecimien­
to es malo. El pan. de malísima calidad, con mezcla de suce·
dán~;
peor aún la carne, para la que hay que haoor fila du­
rante
muchas horas en la mayoría de las ciudades y cuya calidad
no·
satisface ni a los perros.
»No existen casi los servicios en lás casas; la

mayor parte
de
las ciudades

no tienen.
todavía alcantarillado moderllo y 1a
sito.ación del agua -es también mala..
»La instrueción es deficiente, sobre todo en ilia población rural-.»
«En 1-as provincia& faltan casi por completo los medicamentos
Dlodemos, pero, inclmo en

la
capital, las e.xi!Jl:encias ·son muy
inferiores a il.as · de cualquier país occidentall, Con excepción de
los
hospitales privilegiados y

de los
polielínieos para dirigentes.
Está prohibido el envío de medicamentos desde el extranjero
a la URSS.>
El extremoeentrism.o lleva también a matar la libertad de enseñanza
como derecho
de los padre, g produce inevi!ablemertle nueoas discrimi­
nadones injustas, y cada vez más onerosm, tal como, en la carta '{)Ublicada
en ABC del 25 de febrero, expone Joaiquln Vclá2,qu «¿Es justo que· el Estado se beneficie de. un servicio ,público
efectuado por una entidad privada, servicio que es oneroso, sin
que
dicho Estado se haga pa:ttíeipe del gasto que lleva consigo?
¿Es jmto que

ese
gasto lo abonen íntegramente los padres, esos
padres

que a
través de Jo-s impuestos contribuyen 'a la suhven•
ción de· la ensefianza de los hijos· -ajfillos que aprenden en es­
cuelas públicas; sin -beneficiarse de la parte alíeuot.a de tiales
impuestos a la hora de dar enseñanza a los hijos ·propios en
la
escuela privada?
»Y no puede res.ponderse··que
si no quieren pagar los

lleven
. a

las
escuelas púhlíeae,. J~i"q'ile eso sería -riólar su libertad en
materia ·d·e· enseñanza -de los ·hij6&o» -
845
Fundaci\363n Speiro

¡Claro está que sl se p,etende que la sociedad es sólo la maleria que
el
E.teda dd,e modelar po, medio de sus tecnócratas ... todo es diferente!
Y aquí volvemos a comprender la paradégk:a pero evidente relación errlre
utopía
g tecnocracia. De ella: no., ha narrado Jorg¡e Usca.1le:scu en su VBN.­
TANA ABIERTA, de ABC del 25 de enero de 1976, titulada UTOPIA Y Fll!STA,
«Desde siempre, las sociedades soñadas han sido universos
festivos.
Las
Utopías han perfilado
siempre sociedades maravillo­
, saa,, donde espectáculo y.fiesta .han participado. de la misma com­
binación ideal, del mismo deseo de eva·siones y de suefio ..
>La Utopía tec:nocrática no 90'lamente no ha hecho excep­
ción en esta materia, sino que ha abundado en ella. Desde que
Saint-Simon formuló la primera Utopía tecnoCl'áti.ca moderna,
el
espectáculo y la fiesta ocuparon un lugar privilegiado en su
sistema-de sociedad futura.»
Pero el espectáculo y la fiesta tienen también un:a función de menta-­
/izadórl. Es dech-, de denDminadón politica,
846
«Se abre eamino la tesis de considerar el teatro como un
desafío de la imaginación contra las ,condiciones: sociales y po­
líticas del medio circundan.ta Estamos lejos de la idea del teatro
como reflejo de la sociedad de su tiempo. Está en marcha 1a
idea del teatro como estímulo y anticipación. Factor exorcizante
de una imaginaeión utópica. Algo así lo consideraba Saint..simon
en

su Utopía de la
sociedad tecnoeráti-ca e industrial. En su obra
"El Organizador" configura el papel de una "Cámara de Inven­
ción",
elemento i-mportante de la nueva ",sociedad de los pro­
duétores", papel que consiBte, entre· otras--cosas, en preparar gran­
des fiestas

donde
la nueva sociedad pudiera dedicarse al

ocio,
diversión, 'Cultivo de

las
artes.. La fieeta tendría

una
función ex:al­
tante del a'lma, 1co-n el fin· de hacer triunfar "las nuevas grandes
verdades". "Cuándo se
mi.darán los trabajos que tienen como fin
la fundación
del bien público, eacribe el -autor del "Nuevo Crie­
tianismo" en esta gran ~ los arti~ hombres de imagi­
nación,
abrirán el camino. Proclamarán el porvenir de la especie
humana, attancarán al pasado la edad d·e oro para enriquecer las
generaciones futa:ras., encenderán

la
pasión del bienestar de la
eiociedad."
>Emilio
Cioran

nos
decía una vez que le resultaba incom­
~ensible qué alguien estudiara en serio las -Utopía&.. Una para­
doja más de'l prestigioso "nihilista de derechas", en una época
en que la tecnocracia abre tantos caminos hacia la Utopía y a su
Fundaci\363n Speiro

hermana gemela, la anarquía. La tecnocracia aueña hoy con una
nueva

Sociedad
·que combine_

idealmente Utopía,
Fiesta y
Ocio.
Su sorprendente antecesor fu.e Saint-Simon, el mixtificador que
soñaba con ser descendiente ·de Carlomagno y con una Sociedad
perfec~ que

hubiera
debido ser la nuestra.>
V: REGlONALLSrMO Y SISTEMA FORAL.
En el horizonte europeo, con una Confederación Helvética y una Re­
pública Federal Alemana, asoman tenderrcim regional.fatas. A veces, sin
embargo,,. bajo la palabra regionalización se

oculta
una extensión a la
periferia de los tentáculos de la administración central. Se trata entonces
simplemente de una desconcentración, que todavía excluye en mayor grado
la autonomía y represerttativúlad. de las soded,,cles en el ámbito regional.
Este falso regionalismo es algo contrapuestcs al sistema foral, ,eco,-,
dedo por Fraocisoo Lqpie,: Sem en '"& l'eNsAMmNTo NAVARRoº" del 28
de septiembre de 1975, en su colaboracién Las nreroe, """""""'lo es¡,irirual
y seolimienlo ,11rodrl «Loa Fueros, ,monumento espiritual y sentimiento tradicional
con
raíces de muchos Irigloa, son, para los que hemos nacido
donde
to·davía se conservaban, un tesoro ideológico

y
sentimental
que !lo amamos y lo hemos defendido eomO patrimonio heredado,
sintiéndonos obligados a

defenderlo, porque
otra cosa
que no
fuese ese

amor y
esa defensa, sería deslealtad y traición.»
«... en el rimbombante preámbulo de la Constitución gaditana
se elogiaba al régimen privativo de Navarra,· reconocido y de­
fendido por Fernando V tres siglos atrás y en donde todavía
funcionaban

sus
Cortes Soberanas ·con estas palabras:
»"La Constitución de Navarra, como viva y de ejercicio, no
puede menos de llamar grandemente la atención del Congreso.
Ella ofrece un testimonio inrrefragable contra los que se obs­
tinan en creer extraiio 1o que se observa hoy en una · de tlas fe­
lices provincias del R-eyno; provincia en donde,. cuando el resto
de -la naéión no ofrecía más que un teatro uniforme en el que
se cumplía sin contradicción la voluntad del Gobiemo, hallaba
éste un antemural ·inexpugnable ,en el que iban a estrellars:e sus
órdenes y provideri.cifts siempre que eran contra la ley o pre­
comunal del Reyno."
»Así _ iba di preámbulo desparramando elogios. floreados para
Navarra,
debidos a fa ·Pluma del elocufflte liheiia:l don Agustín
847
Fundaci\363n Speiro

Argüelles, a quien &11& aduladores llamaron "El Divino" para
de&puéa de ,todo ello y de afirmar que Navarra era por su
· Constitución "una de las más felices y. envidia,bles .provincias del
Reino", Arremeter contra-aquella felicidad con el atentado a
sus Fueros en vez de haber pea$&do en .-extender semejante reali­
dad
feliz a todas las regiones españoltu. Pero el centralismo H­
beral parecía que sólo pretendía la, infelicidad.. Y lo consiguió.
»Por eso, un batallador escritor'· y jurisconsulto alavés, per­
sona de gran relieve que fue el ,primer director de EL PEN­
SAMIENTO. NAVARRO, don
Eusta·quio EchavOOustaeta afirmó:
"El primer· verdugo de los Fueros fu.e la Constitución de 1812
votada en Cádiz" .>
La reacfuallzación del tema a escala europea habla sido explicada
poco antes .,, "EL l'ENsAMulmo NAVARRO" por Mm.re!. di, s-ta Cruz,
en su articulo BALBUCEOS PORALE5 BN EL CENTRALISMO FRANCÉS.
«En los últimos días de agosto pasado han salido brusca y
violentamente
a [a superficie en la isla francesa de · Córcega
unos poqueños grupos

"autonomistas dentro del cuadro fran­
cés"; basta esos creado en
los ocho afios de

su vida
ningún -problema llamativo
a
los gobiernos de París. Aunque tales grupos no

son radical­
mente
separatistas, nos

dicen
poco -si vamos a hablar de la idea
foral,

porque el
separatismo eó:lo ·tiene que ver con ella que
es un esqueje, enfermo y estéril cortado de un primitivo tron­
co
C(!múµ. rero 6:8 que .los sucesos de Cór:ceS?,, apenas iniciados
con· ese detonador

ajeno· a
nuestro tem~ giraron

en seguida
hacia·
manü-estaciones mucho más interesantes y legítimas. El
día 31 de agosto se extendió con éxito por -toda la is'la una
huelga general dirigida IN)r un improvisado comité

que
agru­
paba
nada menos que

a
trece asociaciones y organismos polí­
'tieos, sindicales
y de estudi~ a

los
que no .s:e puede tachar
de DlRli.era alguna de separatistai,, ·y que coinciden en negar
identidad a la
patria francesa con las oficinas de París.. Eso ya
es' otra cosa.
>Este. ambiente. foral en Córcega no .es el primero en exhibir~
se; le.
han precedido desde hace. dos décadas movimientos aná~
logos

en Btetaña y en
Oecitania: precisemos. que también en
esas regiones · coexisten con movimientos separatistas con los
que no deben confundirse.>
:« • ..; Y 'es ·curioso ver · cómo los regionalistas franeeses están
Fundaci\363n Speiro

ahora empeñado& en el mismo grupo de dificu'ltadea que siem­
pre se nos
ha .cóntrapues-to a noso-trott,. a -saber: elQPliear que sn
aversión

al
uniformismo centrallista no

tiene nada
que ver con
los
separatismos; que aman

a Francia, que
.so sienten franceses,
y

que la
po&ihil.idad de armonizar variedad

y unidad
es tan clara
que

con frecuencia hay que
-pensar que

su
impugnación es de
mala fe. Los carlistas y algunos grupos regionalistas franceees
-no todos--estamos unidos, además, por el contexto de lo ·'foral
que es·
la devoción al antiguo Régimen. En. é'l y eD. la Cristian­
dad, -
la invulnerabilidad de-loe: fueros -en Francia, "franchi­
ses" -, coincidía 'con dos lazos poderosos entre los pueblo~ la
fo en el mismo Dios y la fidelidad al mismo rey; aun cuando
éste,
en· el absolutismo francés empeura·· ya la devañadora uni­
formización que culminó-con la Revoluciótl Francesa y el libe,.
railismo;.
>El movimiento f.ora:l_ existe ,hoy, no sólo muy pujante sino
en gran_
parte:_ realizado, én Alemania e . Italia:_ pero en e&tos
países siempre fue in;a.portante esta cfuctrina, y su conlrari~ el
centralis-mo
totalitario, .lo adventicio

y
-efímero. En cambio, en
Francia, lo estab-lecid:o · firmemente desde Napoleón -"el Me­
sías de la Revolución"-fue ~ centra'lismo, muy bien servido
por
una administración de
mecánica perlecta que

funcionó
nor·
malmente

con
independencia de las más agudas .crisis políti­
c~ Por ~o esta aparición _dei regionaliemo francés es, más sig­
nificativa que si hubiera siffl) en otras partea.-El prestigio del
centralismo
Y de la adminiettación - franceses contagió a grupos
de
-admin~stratlvistas en todos: los países: en Epafía a los tec-­
nócrata.s que inspiraron la: reforma ..p_dminis-trativa de la déca­
da de. los ,~os cincuenta y 1a creación de _la F.scuela Nacional
de Adm.i:1rlstración. P)ibli-ca, _de._ Alcalá 1fe Henares. A ver si
ahora -estos . brotes forales franceses, ya que aquí todo lo que
viene de

-Francia
pasa. por ser un quinto Evangelio, como dijo
Menéndez Pelayo;. les inspiran algún mayor respeto a tas en­
tidad,,s naturaleo.
»Los movimientos -fonlistas en Europa · se han hecho ya tan
llamativo~ que atraen la 8.tención de diverSOS: jtolítiCOs: éstos.
leé :miran
con intención de descubrir qué p&rtidos·ies pueden

sa·
car para 8118 cansas. Así, los ·europeizantes revlenta,.patrias, que
son -IM únicos que exisitOD . en la realidad, pll'a ; repÍfoar a la
fórmula
éscapatoria· de De Gaulle de "la Europ& de 1as Patrias".
han lanzado la -idea de "b Europa de w· regiónes": Ya que eu­
ropeización·
y pB.triotismo· son ab90"Iutaménte inconciliables, tratan
849
Fundaci\363n Speiro

de entenderse directamente éon las· regiones, saltándose el es­
calón patria, con lo que convierten al regionalismo en separatismo.»
VI. APERTURA Y PARTIClPACIÓN OOMUNmTA.
Hoy está al dia abrirse al cDmunismo, pactar con .él y cesidad de una colaboración ~a. Los partidas comunístas de los
paises occidentales se muestran prop!.ci.os e irwitan a esta colaboración.
Saafm,go Gaili!aido liem,ro ha titulado El niwevo "groo fflgafio". esa nueva
postura 850
«El XXII Congreso del Partido Comunista francés ha servido
para repintar la vieja fachada del feudo que -fue un día de
Maurice Thorez, t:on permiso de sus jefes soviéticos.. Ahora no
se lleva el rojo, sino los colores nacionales. Lo& cronistas afir­
man que
no había en la sala de reuniones banderas sangrante&
de púrpura, sino la tricolor de la revolución burgueaa.>
«El
nuevo decorado, la ambientación, respondía, como en una
liturgia, al destronamiento de antiguos dogmas que los nuevos
y viejos camaradas del Partido han de roer de sus creencias.
Tranquilamente
se afirmó abandonar, de cara al futuro, la die~
tadura
del proletariado, : el internacio~ali-smo con cabeza en Mos­
cú,.
y la vía revolucionaria eo~o alternativa de la eleetora:1 -para
alcanzar el poder. Muy grande es, tiene que ser, la virtud d'e la
obediencia en los militantes para poder pasar, sin transici~
por simple imposición de los jefes del Partido, del reconoci­
miento

-
de unos principios· dogmáticos a los contrarios, sin que
peligre su fe. Perb-:la realidad es que, ~unque parezca imposi­
ble, los comunistas franceses di-cén
ahora admitir lo quo antes
eran ·pecados nefandos del capitalismo burgné·s.
>El hecho
no es nnévo en absoluto. La fundación de los Fren­
tes Populares en los añOs treinta significó algo emejante, La
necesidad de

abrir
'brecha en los partidos, de eentro y de izquier­
da aconsejó entonces, como ahora, a 108 responsables comunistas
el cambiar de táctica. Abandonaron la cara hosca y terrible,
demasiado conocida y temida, para componer otra más amable.
Algunos políticos "'resucitados" en la Espafia de 1976 conocen
bien el tema, qué significó aquello, cuáles fueron ms resultados.
Ha}" un libro de Bumett Bolloten -"El gran engaño"-, publi­
cado en Londres, en 1961,. que estudia detenidamente cómo ter­
nrlnó
la experiencia frentepopu]i-St:4 en lo que fue zonQ roja du­
rante nuestra
guerra, El _colofón de toda aquella ·

operación
lo
Fundaci\363n Speiro

da un personaje tan .significativo· como "El Campesino", y se
recoge
al final del libro. "No busco di8Cll1pas a mie errores, pero
desearía que

cada
cual reconociera los suyos. Si los comunistas
españoles cometimos ahuaos y demuías y

nos
impusim08 o es­
tuvimos a punto de imponernos eompletamentet fue porque los
demás, -con muy pocas excepciones, no estuvieron a la alt1lra de
laa circunstancias. Los partidos, comunistas son

fuertes en
la
medida
en que fos demás partidos y las organizaciones síndica­
les

son
débiles y vacilantes y les hacen el juego. Esa fue la
lección
española y esa es hoy la lección europea y mundial. Eu­
ropa y el mundo se salvarán si lo comprenden o se perderán si
no
lo comprenden."
»Las tácticas
de

los Frentes Populares
de los afios treinta han
sido ya abandonadas en el cauce de lá. historia. Ahora, en Fran­
cia,
tratan de
utilizar nuevas
tácticas
para el momento· preciso
que vivimos con lo que llaman la "Unión del pueblo de Francia",
'y en ottos lugares con platafonn~ convergencias, juntas, ·y demás
monsergas.
Las integran quienes se prestan a ello como instru­
mentos

dóciles hacia
un fin que no conocen.
»Porque si
estas

uniones
eon buenas, si se trata· de no utilizar
la
dictad~ de conformarse eon los resultados del sufragio uni­
versal, de ayudar a los pequeños campesinos, comerciantes e in­
d118triale&,
de dejar expresarse lihremente a todos los componen­
tes de una comunidad nacional, ¿ cuál es la razón de que no
empiecen aplicando
los métodos, que ahora dicen aceptar en Oc­
cidente
a las Repúblicas europeas d·el Este?
>¿No será to·do otro nuevo "'gran engaño"?>
Sin eml,argo, los engaffos no son de hoy. Se han repetido machas
veces y con efectos desast,osos. Gooz,,lo Pemáoidez de la Moral. en ABC
de 19 de febrero de 1976, en m editanal EL PRENTB RUÚS""1:) recue,da
algu.t108 evidentes, y entre ellos el que vemos a escoger seguidamente:
«Ningún integri&ta occidental ha inventado el telón de acero.
Ese :frente lo ha creado el marxismo~ En Y-alta los occidentales
creyeron que era posibl-e entenderse con Stalin e integrarle en
una

coexistencia
razonahile y

jus-ta.
Animados por esta ingenua
confianza

entregaron media Europa
al sucesor de Lenin para
que
allí -tuviera ocasión de probar su moderación organizando
elecciones libres a fin de que los pueblos entregados a ia pro­
tección soviética pudieran liberarse del nazismo y au.tedet:ermi­
narse
democráticamente.

Pero,
como previó Franco, las cosas
sucedieron

de
muy distinto modo-. Estonia, Letonia,

Lituania,
sn
Fundaci\363n Speiro

Prusi_a oriental .y parte de Polonia fueron rusiffoadas; y Che­
coslovaquia, Hungría, Bulgaria, Rumania, Yugoslavia, Alemania
oriental. y la .Polonia
.remanente fueron "detemtlnadu" por los
tanVIces:mosco'Vitas
no.una so'la vez, sinot como el caso de Praga
y Budapeat, reiteradamente. Fue muy penoso, -sobre todo para
los
millones de europeos que perdieron su libflrtad cuando no
la
patria o la vida. La causa de esta tragedia, que hay que con­
tabilizar como

una _de
las más atroces que ha

conocido nuestro
continente, fue UD simple error de ·hecho, una desinformación.
El -iluminqdo Teodoro Roosevelt creyó de buena fe que estaba
logrando
la democratización

y la ·humanización
del marxismo.»
Hoy los engañDs se repiten a la vista ele todos. p....,._ Jose! Stmu.s.
custro ,veces ministro y actual ¡efe del Partido Bávaro de la CS.U. (Unron
Cristiano SOcial~ en una entrevista que le hizo José Lutl.s Yagüe, publicada
en ABC el 13 ele febrero de 1976, los recue,da, después ele exponer el
programa de su partido:
852
« ... la economía alemana tiene que funcionar de nuevo ple­
namente;
basta de experiencias socialistu contra la economía de
mercado
y
de libre empresa; saneamiento y consolidación d·e
las

finanzas
públius; asegurar la segutjdad interior contra la
criminalidad y el terrorismo; en política exterior, avanzar hacia
una Europa
u,nida con inclusión de España; Potenciar a la Co­
munidad Atlántica
sin hacer ninguna concesión a la Unión. So­
viética
sin contrapartida.. Porque, ¿ qué valor tiene el acuerdo
de
Helsinki sobre seguridad

y colaboración en Europa,
-si los
fundamentos

de la
seguridad europea

son destruidos por
la
Unión Soviétiea? En Angolla, la gue1Ta civil no existiría sin el
suministro de armamento e instructores soviéticos,. con la acción
concertada en la
que entran fuenas cubanas, checps y de la
órbita comunista. Luego, está Líbano y el peligro de que se
forme una tormenta en el norte si la República Federal de Ale­
mania
no vuelve a convertirse de nuevo en un factor de esta­
bilidad
en el terreno de la economía, de la política exterior y
de ta polítiea de sogorida~ puede llegar a ser realidad

lo que
Kissinger, en pequeños círculos, ha dicho y vuelve a decir, que
en
diez años Europa será marxista -si se sigue por el actual camino.
»Por este motivo, sólo podemo~ siempre de nuevo, insistir
en

·llamar
,I,a, .atención sobre este peligro a nuestros amigos, entre
los que .figuran tradicionalmente y

en primer lugar
los eepaiioles,
haciénd_ole&
ver la errónea doctriita marxista.
Fundaci\363n Speiro

»Donde los marxistas están ~ el poder, el pueblo padece. Y
si
a
un pueblo le va dema&iado bien, como a :los -alemanes en
los_ últimos año~ siempre hay hobos que sueiían con el mar­
xismo
como el camino· a una solución aún mejor.»
Y en otra respuesta dice:
«-Verdaderos obreros marxistas españoles debían trabajar,
durante al menos un año, en Checoslovaquia, Hungría, Polonia
o
Rusia.. Volverían a pie a Espafía.»
También noa advierte un socialista francés J1ean ,F~ Revel en su
libro LA TENTACIÓN TOTAIJTARL\. que José Maria Ruiz Gailmdém camentó
en
ABC del 15 de febrero de 1976. De este comentario son lo, párrafos
que ,recortamos para transcribirlos a continuación.:
«El fin del comunismo no es otro que someter ·a la economía
y al hombre, bajo el imperio .de "la nueva clase dirigente" -ex­
presión que toma Revel de la muy conocida obra de Milovan
Djila.a-que es-_ "la burocracia del partido".>
La actitud de ".sedicentes clemocristian.o que se apuntan -insensata,.
mente- a
la

cabalgata
preconizada P')!' el Stalinismo y marchan del
brazo del Pedido comuni3ta", es comentada dei!pUés:
« ... La forma como J. F. Revel tiene de desenmascarar esta
docilidad
al-estalinismo es impresionante. Porque la. verdad sólo
es
una: en las democracias occidentales el peor miedo que co­
rroe a los llamados "demócratas" ---,y a la izquierda muy espe­
cialmente- nace
de que puedan ser motejados de "anticomu­
nistas". ¡Eso-nunca! -Un verdadero demócrata, parecen pensar
tales políticos,

no puede ser,. por definición
"anticomunista", Por
eso aceptan

y
hacen el

juego
al que Revel llama el peor ene­
migo de-la democracia y el socialismo: e-1 Partido Comunista,
» Y, sin embargo-, dice el autor (pág. 83) que esta "incohe­
rencia"

de los
demócratas "proviene de

que los comunis-tas exigen
una adhesión integral . .. El doble
pos,tulado sobre

el que reposa
su requisitoria es: quien ataca a la parte ataca al todo (de
suerte
que

no se puede discrepar de un punto
concreto del

Partido
Co­
munista

sin ser anticomunis.ta); quien
ataca al Partido Comu­
nista
ataca a la izquierda,

a toda
la izquierda posible y se arroja
al ·campo-de los reaccionarios. El -colmo es que estos groseros
métodos
·de intimidación
rCsnltan eficaces. Engendran -léanlo
Fundaci\363n Speiro

hien -nuestros izquierdista&- en la izquierda del mundo entero
una pUBilanimidad instigadora

de la
más obsequiosa autocensu­
ra, y, en·lil'e los comunista&, una especie de derecho a la disemi­
nación de la mentira, un derecho -a la injuria y a la calumni~ en
detrimento
de cualquier tipo de demócratas perfectamente
res­
petable.
» Y todo esto tiene su premio. Aunque parezca increíble. Con
datos
de primera mano concluye Revel qile "·paradójicamente,, los
comunistas, que

se quejan siempre de
ser víctimas
de un
pre­
juicio sietemáticamente desfavorable,
se benefician, por el con­
trario,

de un tratamiento
verdaderamente privilegiado
incluso
por parte de la llamada prenga independiente".>
Una prueba de esto último nos la ofrece, '1J Lorrdres de Allfuaoo Ban-a. fechada el 23 y pablicada el 24 de enero de
1976 en ABG y titulada Moscú PROTESTA POR UN DISCURSO ENÉRGICO DE
LA DIRIGENTE CONSERVADORA MARGARE.T THATCilER.
854
«La protesta es un signo somhl"io de la interpretación que da
Moscú a la "detoo.te" plasmada el verano último en Helsinki.
Revela, asimismo, el homeopático campo de maniobra
que ten­
dría
la. llamada Europa libre después de :la retirada -inevitable
a la larga-de las tropas norteamericanas. La "finlandización"
del
Continente

impedirá
necesariamente, con el rigor que se
produce la sucesión del día y de la noche, todos los esfuerzos
para asegurar la Defensa nacional
»La &cñora Thatclier cometió el pecado grave denunciado por
Moscú el lunes último, · en un discurso en -el Ayuntamiento de
Kensington, Londres. "Inglaterra, despierta", sería el lema del
mensaje.
»"Son· aplicados sedantes por dirigentes que nos anuncian la
ausencia de

toda
amenaza exterior contra Inglaterra -decía

la
señora Thatcher-. Repiten

que en
Moscú todo es dulzura y

luz.
Afirman
que una compañía de comandos es meno!! importante
que
el -
&ubsidio para enjugar

las pérdidas
de una empresa."
»Según la jefa conservadora el poder expan-sivo y creciente
de la Unión Soviética plantea la situación más peligrosa desde
la guerra. En Europa central el Pacto de Varsovia mantiene una
ventaja sobre
la O.T.A.N. de 150.000 hombres, 10.000 carros de
combate y
2.600 aviones. La escuadra roja

amenaza
el petróleo
del
mar del

Norte y
las comunicaciones vitales de

Inglaterra.
El delito, también gravísimo,
de mister Julián Amery, vete­
rano dirigente conservador, ministro· en el Foreign Office durante
Fundaci\363n Speiro

la última administración "tory", ha. sido un discurso en Maltby,
condado de York,
para denunciar

la
indifierencia de los socia­
listas
en el poder ante los problemas de la Defensa nacional.»
Y advierte,
«.-Que el embajador soviético tenga la audacia de protestar,
oficialmente,
contra aquellas advertencias, hechas en un país libre
r dirigidas a ciudadanos de una potencia soberana, marca las
coordenadas de la
futura intimidación soviética contra los pue­
blos de ila. llamada Europa democrática y libre.»
«No
hay político, charlista o periodista que señale las aristas
del

poderío
soviético sin provocar la repulsa automática de los
soviéticos y de los
sectores que trahajan de claque. Es en las
clases populare& del país, donde el patriotismo tiene su último
baluarte, donde los dirigentes conservadores
ganan más estímu•
los

y aplausos. Son
los "proletarios" que

no
consideran pasado
de

moda sofiar con una Inglaterra grande y
tradici9nalista, capaz
d-e defenderse.!»
Aquella reacdón de repulsa la advierte., asimismo., desde París, la cró-­
nica
de Lnterloo publicada también en ABC el 18 de febrero de 1976 con
el título CHIRAC PIDE A PLYUSCH QUE GUARDE SILENCIO.
«... Porque Leonid Plyusch ha contado, una y otra vez, sus
treinta meses en el infierno psiquiátrico de Dniepropetrovsk, que
él
llama,
con un
diminutivo pudoroso,
"la Psiku.ehka", el primer
ministro franc~ Jacques Chlrac, ha considerado oportuno lla­
marle al orden: "Francia ha sido .siempre una tierra de asilo.
Pero esto impone, a

quienes
se benefician de

esta
acogida, una
cierta reserva sobre el plan político.

Yo creo que
quienes apro­
vechan
su

presencia en Francia
para llevar a ·cabo una acción
política, orientada
es-pecialmente hacia la

crítica
de sus países
de
origen, se equivocan. Eeta actitud no está conforme a una
cierta idea que yo
tengo de

la moral."- Y el primer
ministro
rectifica
y

ratifica esa
"cierta idea
de la
moral": "En todo caso,
no está
conforme con

los
intereses de Francia."
»El chitón
de

Ohirac a
Plyusch sólo ha tenido que contar con
el visto bueno de· George&
Marchaie, que
empezaba a
cargarle
más
de

la cuenta
ese aguafiestas, venido del -fundo del "Gulag" 9
para echarle leña al fuep, del antisovietismo ·primario. Pero, por
lo demás, la advertencia del primer ministro ha sido ·objeto de
855
Fundaci\363n Speiro

las más severas criticas. "A fin de cuentas ---escribe Ric-hard
Liseia
en 'Le Quotidien'-, lo que el señ.or Chir.ac le ofrece a
Plyuach es Moscú en Francia, y olvida que el matemático no ha
abandonado la
u.rus.s. para hacer turismo, sino para hablar, y
si el _derecho de asilo no es más que el derecho :a callarse, Plyusch
podía
haberae quedado en su

tierra."
»Includablemente, las reglas del Estatuto de refugiado político
(no
se olvide que Leonid Plyusch sólo tien~ por ahora, un per­
miso de
residencia con -tres meses de validez.) establecen de
modo bien claro los límites de las actividades de sus beneficia­
rios.

Pero, como
dicen los castizos, lo jmto sería aplicar la ley
del "café para todos", sin más preocupación por los intereses
particulares de cada caso. ''El recurso

a
!la razón de Estado en
este caso -escribe Van

Den
Esch en 'L'Aurore'-es lamentable.
El crimen
es un todo que

no ocultan ni atenúan en nada el pacto
del mercader y
l.a sonrisa del diplomático."
»Leonid Plyusch
no es un

conspirador, sino
el testigo excep­
cional

de una realidad
que· está por encima de todos lo& "inte­
reses"'.' Sus relatos,
en conferencias o entrevistas, son &implemente
la

patética historia de
una horrible experiencia personal que
concluye
siempre con un llamamiento "a la iueha por la libera­
ción de los detenidos políticos en las prisiones, en los campos
de concentración o en los hospitales
psiquiátricos de ila U.R.S.S.".
¿Por qué
tiene

que
callarse todo

eso, por
qué debe eonsiderarse
como

"acción política"
ese testimonio

de
lo que los comunistas
franceses califican

de "las insuficiencias
demooráticas de la Unión
Soviética"?»
Lo que el matemático Plyusdi narra es ven:laderamente terrorlfico, ex ..
ttemecedor. Pedro J. Ramirez~ ·con: el título EL ÚLTIMO LIBERADO DE GULAG
nas lo refiere en ABC de los días 17, 18 y 19. Recortamos:
856
«En julio de 19-73 fue internado en el hospital psiquiátrico
especial
de Dniepropetrov.sk. La

mayoría de los
allí recluidos
son
enferlllos mentales,_ abundando los culpables

de
asesinatos
y violaciones.i Sin embargo, junto a ellos Plyus-ch encontró unos
sesenta presos políticos. Hombres arrestados como él por pre·
tendidae
"actividades antisoviéti.cas" o acusados del

grave delito
de intentar
escapar de

la Unión Soviética para vivir en Occidente.
»"Desde el primer día me atrapó el horror de la cárcel hos,,
pit.al"~
cuenta Plyus:ch. "En la sala lhahía más en-fennoe-que ca­
mas. Yo fui colocado en trío, en medio de. dos leehos arrimados
el
uno al otro. Sobre los lechos los
enfermos se
retorcían de
Fundaci\363n Speiro

los dolores causa.dos por el 'haloperidol': a uno le colgaba la
lengua, el .otro tenía los ojos desorbitados, un tercero se despla­
zaba
a

lo
fargO y a lo ancho encorvado de forma nada natural.
Algunos
estaban acostados y·

gemían de dolor;
se les había

in­
yectado azufre. Me explicaron que era un cutigo por mala con­
ducta.
>Todos los

enfermos
iban provi&tos de túnieas sin botones.
Ante los enfermeros sentí

vergüenza, ya
que ~on tal vestimenta
los órganos sexuales resultan visibles.
Cerca de la puerta los en­
fermos supliCltban a

los
guardianes para que les dejaran ir a
los
servicios." "Conmigo

había llegado un grupo de
ladrones que
fingían
desequilibrio mental

pensando en poder
descansar y
comer
mejoc. De tal forma quedaron horrorizados por cuanto
vieron
que al día siguient-e juraban y perjuraban hallar.se total­
mente
sanos.>
«El relato del matemático Plyusch se vuelve enormemente
descriptivo, "a pesar

de que
no puedo recordar ni la centésima
parte de enanto he vivido"-~ ~eial m'tlnción·bace del· personal
encargado de la cárcel-hospital.
»Los enfermeros
eran

presos comunes que cumplían así
. su
condena.

Y
el soborno era algo que ellos llll8nios habían institu­
cionalizado. Si

los
enfennos querían ir al_ servicio una vez más
de las reglamentarias -:-seis al día, en tres de las cuales estaba
permitido fumar--, o ver ligeramente aumentada su ración de
tabaco,

debían a
cambio entregarles la comida

y.
el vino. A me­
nudo
oeurria que

un
paciente rehusaba el pacto y eca brutal­
mente
golpea.do.»
«De
hecho,

con uno de
los pocos

que
podía hablar era con
"Míster", un enfermo de gran corpulencia física que invertí11 su
tiempo
vociferando "slogan&" anti-soviéticos. De

vez en cuando
se
acoceaba a Plyusch para

que corrigiera estilística-mente las
cartas que
escribía a

las autoridades gubernamentales.
Los-enfer­
meros

fingían
echarlas al

correo y se quedaban con toda su eo·
mida.
»A-los dos meses murió "Mister'".»
«Algunos de los peores recuerdos que el matemático Leonid
Plynseh guarda de la cárcel-hospital de Dniepropetrovsk corres­
ponden

al comportamiento de los médicos
allí· ·asignados. En su
conferencia
de Prensa en París recordó a título H.u.&trativo un
episodio
estremecedor:
8l7
Fundaci\363n Speiro

858
»"Un día uno de los enfermos calificó a los médicos de 'ges­
tapi&taa;~ Se ie prescribió una inyección de azufre (tras u.na
inyección de azufre .l:a temperatura sube hasta 4,0 grados; en el
lugar de la inyección los dolores son tan fuertes que el enfermo
no
sabe. dónde meterse, muchos SOn los que ,han sufrido de he­
morroides después de las inyecciones de azufre)."
»Este enfermo aulló de dolor durante veinticuatro horas, tra­
tando
de
escapar metiéndose debajo de su cama. Presa de la
desesperación
golpeó una ventana, tratando de abrirse la gargan­
ta con lo-s trozos de los cristales rotos·. Recibió nuevos castigos
y fue duramente golpeado., Continuamente pregontaha a todo
el mundo

si
se iba a morir. Fue sólo cu.ando otro enfermo se
dio

cuenta
de que

efectivamente
estaba al borde de la muerte,
cuando se le .suprimieron las inyecciones de azufre."
»Durante dos días se le administró oxígeno y diversos medi­
camentos. Pudo
salvars~ Yo 681:oy convencido de

que en su
caso
el azufre estaba contraindicado".»
«"¿Qué
se pretende con tal tratamiento

y con
tal régimen?
Creo saberlo_ a partir de mi -propio caso."
»Durante los primeros días se trata de romper al ser humano,
de destruir su voluntad. Después comienza

el
tratamiento con
"neuralépticoa". Cotidianamente ·he constatado por mí mismo con
horror
la progresión de mi degradación intelectual~ moral y
afectiva."
»Perdí
rápidamente interés primero

por
los problemas polí­
ticos, luego por los asuntos científicos y, por fin, por mi mujer
y mis
hijos. En -cambio, después., como eontrapartida, apareció
el
m.ied'o por su suerte.l"
»Mi
habla se volvió entrecortada, breve. La pérdida de me-­
moria fue cada vez máyor. Al principio yo reaccionaba vivamente
ante los dolores de
los enfermos o

ante la
traición de algún
amigo. Después todo se me hizo indiferente".»
«Al
final de au -conferencia de Prensa del 3 de febrero, Leo­
nid Plyusch. resumió conciaam_ente su actitud y su llamamiento:
"Mi concienci-a me impone el deber de participar aquí, en Oc­
cidente,
en la lucha en favor de la liheración de los detenidos
políticos que -pecmanecen eli las prisiones, campos y cárceles psi­
quiátricas de la Unión Soviética,_ Convoco a todas las gentes
honestas -para que t~men parte".»
Fundaci\363n Speiro

¿Cuál es el número de presos po/itkos en la U..R.S,.S.? El tema fue
re/erido, en la crónica de,de Paris de ABC del 13 de enero de 1976, por
lmerino:
«La puada seman~ en la revista "Tiempos Nuevos", el vi­
ceminiatro soviético de Justicia, Ai'exandre Snjarief, afirmaba:
"En la U.Rl.S.S. no· say un solo ·prisionero político." El-. historia­
dor Andrei Amalrik. ha aalido al paso de esa avilantez. "El nú­
mero de prisioneros,
políticos o

de
derecho común, en ia Unión
Soviética,
ha aumentado notablemente en los últimos diez años.
La ci'fra ,se guarda en secreto, pero por lo menos son-tce8' mi­
llones, o -~ el 1,2 por 100 de la población total del país."
»En· una nota enviada a los corresponsales de Prensa extran­
jera, Andrei Amalrik ~esenma.scara &J. ~nistro de Justicia:
"Según Sujari-ef, el número de condenas ha disminuido en un
50 por 100 desde que terminó la segunda guerra mundial. Esta
indicación -aubraya- ea horrib1e.. ya que en a(juella época
había veinte millones de personas detenidas. Es decir, -que ahora
sólo habrá diez

millones ...
" "El artículo de Sújarief -concluye
Andrei Amalrik-me produce un ver4&.dero asco, porque Su­
jarief miente, y la m.en·tira es siempre repugnante".>
¿Y el respeto a la libertad religiosa? Volvamos a LAE, m. 1260, para
escuchar
i1e nuevo a $aij0ll"O\V:
«La persecución religiosa es una terrible tradición en los paí­
ses socialistas, pero en pocos --a excepción de Albania- ha al­
canzado las proporciones que en la URSS. La ·persecución se
ceba en todos: musulmanes, católicos, ortodoxos,, budistas .•. , que
son castigados con sanciones económicas o procesos seguidos de
largas
condenas. Han llamado la atención últimamente dei forma
esp"ecial la trágica muerte en el "lager" deil budista Bidin Dan­
daron y e,] feroz asesinato de un diácono adventista que bahía
expresado su deseo de emigrar con sus parroquianos a los Esta­
dos
Unidos. Una de las más feroces formas de persecución reli­
giosa es quitar

los
hijOs a los pa~ "para salvaguardados de la
pemfoiosa educación religiosa".
» Y a pesar de todo esto, hay un general desinterés por nues­
tras desgracias. Deepue& de fa visita del "premier" británico
Wilson, he oído el cínieo comentario de un periodista que ha
dicho que Wilso-n no podía -intervenir en la cuesti6n de los de­
rechos del homb,e en la Ul:lSS porque de ""'°" problemas se in­
teresa la "derecha", con la que no puede solidarizarse.»
8l9
Fundaci\363n Speiro

Así reaccionan quienes en el mwtoo occidental son tan sensibles que
estiman violación de los derechos ·humanos cualquier acto de autodefensa
si

el
gobierno que la ejerce no está calificado de democracia política o social.
a los intelectuales occidentale~ Di su -aspiración al bien común
de lós hombres, pero· temó que-.una insuficiencia de información,
la moda omnipotente de Occidente, -e1. miedo de quedar atrasa­
dos respecto
a su& propios hijos o mi ins.u.Iieiente conocimiento
de la trágica complejidad de la vida real de -los países socialistas,
podrían conducir, y están de hecho conduciendo ya, ia, errores
peligrooísimo• »Ciertamente, estos intclectuáles tienen buenas razones para
sentirse
insatisfechos de mucho&. aspectos .

de la
realidad que les
rodea:

violencia,
crueldad, injusticia .social, carestía ... , problo­
mas
que

no
se ·pueden resolver inmediatamente
dentro de los
límite& polític&s en qué: se,· inueven, . mientras qué -los medios ra­
dicales crean la ilusión de ia posibilidad de una rá~ida solución
que fascina por su aparente simpHcidad. En esta- moda de iz­
quierda influye tambi~ supongo, el hecho de qne desde hace
decenios la propaganda filoeoviética se ha infiltrado en la libre
lucha occidenrtal de la& ideas, mezclándose tendenciosamente con
ideas ·sociales de
fundamento justo, mentiras

y medias
Verd'ades.
Este me parece que es el terreno en que se ha formado el "libe,.
ral

de
izquierda", prototipo

dominante
dol intelecto.al occidental
con todos sus· Brores e ilueiones.>
Tampoco faltan allá
del telón de acero quienes llamAmrooe cristianos
pactan con
los · gobiernos comtiidstas~ como acá ha.y tantos que abogan
por un mBt'xlsimo bautizado. Parece oportuno transcribl, del Boletín AYUDA
A LA !GI.BS1A NECI!SlTADA, de en,,ro de 1976, el testimonio de varias cartas
que -publica; está escrito desde Hungda:
860
«En· el veinticinco aniversario del movimiento de los "sacer­
dotes de la paz",-.su fundador, Richard Horva~ manifestó --------en
el número de septiembre de-"Vigilia"- que· su ·organización ha
alcanzado su meta, pues _muchos de los nuevos obispos .son co­
laboradores activos de tal movimiento. Graci~ a ello están ga­
rantizadas ·a.1 fin 188 buenas relaciones entre· Estado e Iglesia.. En
el
fiimro-ampliará el movimiento ·stl8 -contactos ~ el extranjero,
pues·
el trabajo de · propagánda socialista realizada en el extran­
jero -es muy UÍl.po,tante. Hórvath (UQ.· monje· ·cl.steréiense exco­
mulgado. -liáée múchos años,
hoy dipufado del:Parlamento comu-
Fundaci\363n Speiro

nista y miembro del consejo del Presidium) agradeció al · Estado
en

su
entrevista de "Vigilia" que haya enviado a determinadas
parroquias a "sacerdotes de la paz.". No dijo, sin embargo, que
él y sus satélites, Varkonyi y Baresztóczy, precisamente por culpa
de este ataque a
la autoridad ecle8iástica, fueron excomulgados
en 1957 por el Papa Pío XB.
:tDespué& de haber colaborado estos tres lamentables perso·
najes
catorce
años
con los perseguidores, fuera de la comunidad
de la
Iglesia, los obispos correspondientes· recibieron

en 1971 del
Vaticano autorización ·para levantarles la excomunión,. bajo
con­
dición ·de que se sometiesen a la autoridad eclesiástica y se
mantuviesen en lo sucesivo lejos de toda actividad política. Los
excomulgados suscribieron la pertinente declaración, pm"o jamás
la han cumplido. "Hoy -declaró Horvath en 'Vigilia'.:.__ la ac­
ción
política, la

preocupación
.por las cuestiones de la nación,
la
decisión a

favor
del socialismo son

una
cosa natural.

Nosotros
miramos
-al futuro que pertenece al hombre nuevo. Todos los-fac·
toree en conjunto

deben contribuir a formar al
hombre nuevo,
el hombre .socialista. Si 'los valores del socialismo no se incrustan
en
lu verdades de '1a f~-en el Evangelio, el socialismo será para
nosotros
una
frase vacía tras

la cual no hay ninguna verdadera
convicción. No queremos
une legalidad aparent~ sino una

en­
trega sincera".
>El Estado tomó este veinticinco aniversario del movimiento
de los

"sacerdotes de la
paz" como pret_exto para gratificar con
altas
distinciones comunistas a docenas de vicarios episcopales,
abades, arzobispos, canónig05 y
otros

prominentes hombres de
Iglesia. De

la
larga lista de los favorecidos se desprende que
la adminitración
eclesiástica, desde las cancillerías episcopales
hasta los decanatos. e&tán casi totalmente en manos de los "sa"cer­
dotes de la paz.". Y tanto la asamblea solemne dd. Parlamento~
presidida

por
el obispo ljjas-, como la homilía .. solemne del arz.
obispo
Bank,

que
dio gracias a Dios por el fruto de este lirhol
malot son un testimonio de la esclavitud en que viven nuestros
obispos. »El
levantamiento

de la
excomunión,, realizado
mediante una
declaración falsa y bajo
presión gubem.am~ntal, no P'1ede ser
válido.

Para nuestro pueblo
e-reyente y para los muchos sacerdo­
tes

que
se han mantenido fieles, Horvath sigue .siendo un traidor.
Dios proteja

a la_
iglesia húngara

de
-éJ9 y el Es-p-íritu Santo ilu­
mine a los
diputados de

los
movimientos de paz de la Europa
· libre que se sienten

con él a una
misma mesa..>
861
Fundaci\363n Speiro

Y, como nota de espe;ranza; •recortamos de ,la durísima carta dirigida
por Lewtm Krasoow a Moas. Claisaroli estos párrafos:
« ... La ooncepción d-el mundo más extendida en RU8ia no ea
el comunis,no. Al comrario, no hay región alguna en el n;rnndo
en la cual el comunismo sea tan impopular como en la Unión
Soviética y en los paises de Euro!)& oriental. La vida arrebató
desde. hace tiempo a los ideales comunistas-s_u aureola, y la in­
mensa mayoría de la población .se manifiesta res.pecto a ellos con
patente
ironía ... Actualmént~ la Unión Soviética se halla en
·una crisiB-ideológiea creciente. La. ideología oficial ha hecho
banctirro'l:a, y una nueva ideología todavía no existe. De esta
forma, ha surgido un vací_o· (_) . Los intelectuales, merced a la
tradición

· eultural
rusa,, ee cOnvierten a la Iglesia y la juventud
campesina y

trabajadora
se deja

atraer por
las sectas, debido a
su
popularidad y senciUez. Merced a la pureza moral del Evan­
gelio, al

renacimiento
e1J¡tiritual y, sobre

todo, a la verdad
sin
compromiso
que no tolera cesión alguna a la mentira reinanW:
tod'os son . conducidos a Cristo. Tanto mayor es e-1 desprecio del
pueblo
hacia los servidores de Cristo en loe (!Ue advierte signos
de servilismo, cobardía y lacayismo.»
M!CHEL DE PllNPlllm!NYo.
SOCIALISMO. RUINA O CHAFALLO
(déback au rep/4trage)
NOTA· PRE~AR: ALGmlAS CITAS SOBR8SAUENJ'ES.
A) Lo QUI! CAMBIA . en el socialismo, del Qub Jean Moulin.
B)
Lo QUB NO CAMBIA en el socialismo, según Jean Moulin.
J. Lo QUE CAMBIA EN LA RECONSTRUCOÓN.-RESTAURAOÓN DEL SOCIALISMO.
1. CIÚTICA DEL SOCIALISMO RBV0LUO0NARI0.-2. CRITICA DEL SO­
CIALISMO REPORMISTA.-3. ELEMENTOS DE LA "RESTAURAOóN" DEL
SOCIALISMO.
II. "Lo QUE NO CAMBIA" O CONSTANI'ES NATURALISTAS Y REVOLUCIONARIAS
EN
lA RECONSTRUCOÓN-RESTAURACÓN DEL SOCIALISMO.
ANEXO: EL ORDEN y LA JUSTICIA NO PUEDEN RESIDIR E~ ~--
32 páginas
40 pesetas
862
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