Índice de contenidos
Número 145-146
Serie XV
- Textos Pontificios
-
Estudios
-
La causa del mal
-
Karl Rahner y la marxistización de la teología
-
Socialismo utópico, dogmatismo e interpretación marxista de la historia. Breve desmitificación
-
Agustín Cochin y la historiografía contrarrevolucionaria
-
Un momento crucial de la historia de México: el general Miguel Miramón
-
De los tópicos a una doctrina del campo (II)
-
-
Actas
-
Crónica del XI Congreso del «Office Internacional»: La esperanza política
-
Jean Ousset y las enseñanzas de la historia
-
El mito de la reforma de estructuras
-
Actualidad y vigencia
-
Influjo en el hombre de los medios masivos de comunicación social
-
La socialización de la educación
-
La socialización de la medicina
-
- Información bibliográfica
- Crónicas
- Ilustraciones con recortes de periódicos
Autores
1976
Georges Pompidou: El nudo gordiano
INPORJIIACION BIBUOGRAPICA
Georges Pompid,,u: EL NUDO GORDIANO (*).
Leyendo la reciente traducción española de los artículos de Geor
ges Pornpidou, que llevan título
tan significativo, lo primero que
cabe preguntarse es
lo siguiente: ¿qué importancia tiene esta colec
ción
de
opiniones y
reflexiones sobre
la vida social
contemporánea
en
los
países occidentales, y cuál es la novedad si el autor concluye
en el
tópico de
que atravesarnos por una crisis?; ¿qué aporte hay en
esas páginas a la apasionante
y urgente temática de la descomposi
ción del proyecto social de los hombres del positivismo y el mate
rialismo
lanzado hace dos siglos? Y más aún: ¿cuál es el apotte de
esas
páginas al pensamiento enarbolado por esta publicación?
Georges
Pompidou, el fallecido Presidente francés, ha analiza
do el marxismo, en sus postulados doctrinarios y en su accionar po
Htico, y
ha concluido por demostrar su ineficacia y su error en la
interpretación de la realidad,
al punto de haber fracasado en sus em
presas de
organización social, juzgándolo aun
desde
-e1. punto de vista
de las
éategorías del marxismo mismo. Ha expuesto las circunstan
cias de la rebelión estudiantil del mes de mayo de 1968, enlazán
dolas con un estado de profunda crisis espiritual interna del pensa
miento y la forma de vida ""occidentales"". Ha criticado y desmenu
zado el complejo m<:<:anismo de la economía de su país, ru:rloondo
a
la conclusión de
su inadecuación para satisfaaer los · requerimien
tos que la vida contemporánea plantea a la ¡ilanificaci6n de un mo
delo capiWista. Ha
examinado el
fracaso de esa
planificación para
integrar a su marcha a los numerosos grupos marginados por lacre
ciente
aceleración y complejidad de las relaciones de mercado ( el
campesino, el
srtesano, que afrontan un
destino de
inacción, de
aban
dono en una muerte
1,enra y sin perspectivas). Ha expuesto su pro
pia incertidumbre de ·político para solucionar los inconvenientes-es
tructurales de una institución de Gobierno poesidencialista, que teme
aislarse en dictadura, y parlamentaria; que
poder.
Ha reflexionado, también, sobre el papel de la
Iglesia. Ca
tólica, cuyos ministros parecen abandonar su apostolado de "cura"
de ~as, para volcarse a la "praxis"" social exclusivamente, desnu
dando
un materialismo que parece
inundsrlo todo, cuando son,
pre
cisa.mente, las doctrinas materialistas -marxismo, capitalismo---las
que han demostrado su endeblez teórica y práctica.
(*) Pompidou, Georges·: El nudo gordiano, trad._ de Marcelo Arroita
Jáuregui, Madrid, Sociedad Hispanoamericana de
Ediciones'
Y Distribución
(Colección Tercer Milenio), 1975.
801
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION B1BUOGRAFICÁ
El libro de Pompidou, ,en el tratamiento de los problemas men
cionados, se ubica en un plano de
interpretación, equidistante
tanto
de la reflexión sobre
las causas de los fenómenos, cuanto de fa pro
posición de las soluciones.
Es, pues, principalmente descriptivo; pero
esa
descripción,
es claro, supone una
selección de
los
,aspectos, y sobre
esos aspectos se ha emitido un juicio, que es negativo. Pompidou ha
puesto
su dedo en la llaga y, lo ,que es más,
lo ha puesto en la más
ddlorOBa,
que
es
la propia. Y es de esta consideración que podemos
partir hacia
el
reconocimiento de
la importancia, el valor,
el apor
te, 1etc., que cuestionábamos arriba, del testimonio del autor.
Es sumamente valioso que una figura como Georges Pompidou,
formado en la Francia contemporánea, que ha participado
activa
mente
en la forja de este mundo en crisis, haga esta descripción
negativa y emita los juicios comentados anteriormente. Porque no se trata de un pensador o un político de
"la oposición" a todas
aquellas fuerzas que han ronducido a este estado de cosas. Es uno
de ellos, que
ron pudor e
inteligencia -no de babosas "autocríti
cas" tácticas- que reconoce el ,.no va más" del proyecto de ·organi
zación de la vida humana inaugurado hace dos sigloo en política y
hace a[go más en el orden intelectual, que se ha basado en un con
cepto inmanente ----no trascendente--del individuo, en una cosmo
visión materialista, y en el olvido -intencional, por soberbia- de
su_ "religuio" divina.
Dijimos antes que la labor de Pompidou es principalmente des
criptiva.
En efecto, elige esas zonas más críticas de la sociedad .con
temporánea
(la
educación,
la juventud, las instituciones de gobier
no, la
eronomía, las ideologías,
la religión, etc.) ahondando en sus
causas
próximas, y salvo excepciones (como en el caso de la edu
cación, o de
ciertos aspectos del orden
eronómko, que
son
encara
dos técnicamente), sin proponer so1u.ciones. Su libro es, así, de an
gustiosoo interrogantes y de proposición de cuestiones a la reflexión
del lector. No remonta en
análisis hacia las causas fundamentales de
los ,fenómenos descritos
y criticados, y es ello lo que impide la for
mulación de
soluciones, desde que
lo que será mañana, será por
ser hoy, y lo que hoy es, lo es por haber sido ayer. De allí que es
el lector quien debe, luego de rerorrer las páginas de "El nudo gor
diano", extender las fronteras de esta tarea, y plantearse, por ejem
plo, 'el problema de una educación que se torna inroncebible sin
rontemplar la naturaleza fundamentalménte espiritual del hombre,
su sujeto
y objeto, el problema de una ordenación eronómica, que
es
inroncebible si
no está regida
por un imperativo de caridad; el
problema de las instituciones, inconcebibles si se ignora
la condi
ción
de personas de la hoy "masa".
802
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
Es ya un lugar común el decir que nuestro siglo nos hace indi
ferentes a través de la educación, la
infoonación, la
"opinión públi
ca" y demás. Nos anestesia.
Lo que ayer era normal, hoy ya· no lo
parece;
lo irracionall ayer, hoy ya no lo es. La capacidad de reacción
ante
un mundo que atenta contra
Ios fueros
del
espíritu, se anula;
y
a la no reacción
sigue la confusión, la
incomprensión, el "yo no
sé qué pasa", madre del "y a mí qué me importa". Y este es el es
tado más propicio de nuestras mentes para la proposición de las
soluciones descal,el]adas, que empujan al hombre contra sí mismo.
Eso se llama "manipulación" del hombre, que es una forma de la
violencia, a la que ya también nos han acostumbrado. El libro de
Georges Pompidou, por la claridad de sus descripciones y lo irreba
tible de
sus juicios
--aun cuando
el autor, por no tratar las causas
profundas de la crisis contemporánea, no arribe a postulados con
cluyentes
para la acción-se dirige a este estado de plácida incons
ciencia en que está
embarcado Occidente. La advertencia es dlara:
se
está ante
un
mtdo go,-d,iano, en una encrucijada. Quien rompa el
nudo será dueño de una época en la historia, y, al parecer, quien
tiene más posibilidades de hacerlo
-el totalitarismo, la anarquía
no está en condiciones de superar
los factores
que motivaron
la cri
sis.
¿Es ésta la única opción? Más aún, ¿existen opciones absolutas
en la
marcha de la historia? El interrogante lo propone Pompidou,
y
sus artículos muev,en al lector a una refilexión: la de cua será su
destino
individual y colectivo de no totnat urgentemente una acti
tud de auto-defensa. Esta es, necesariamente, una era de militancias,
y la caballería del espíritu cristiano es urgencia del tiempo histórico.
Es bajo este criretio que el libro comentado cobra rotunda signifi
cación.
IGNACIO M. ZULBTA.
803
Fundaci\363n Speiro
Georges Pompid,,u: EL NUDO GORDIANO (*).
Leyendo la reciente traducción española de los artículos de Geor
ges Pornpidou, que llevan título
tan significativo, lo primero que
cabe preguntarse es
lo siguiente: ¿qué importancia tiene esta colec
ción
de
opiniones y
reflexiones sobre
la vida social
contemporánea
en
los
países occidentales, y cuál es la novedad si el autor concluye
en el
tópico de
que atravesarnos por una crisis?; ¿qué aporte hay en
esas páginas a la apasionante
y urgente temática de la descomposi
ción del proyecto social de los hombres del positivismo y el mate
rialismo
lanzado hace dos siglos? Y más aún: ¿cuál es el apotte de
esas
páginas al pensamiento enarbolado por esta publicación?
Georges
Pompidou, el fallecido Presidente francés, ha analiza
do el marxismo, en sus postulados doctrinarios y en su accionar po
Htico, y
ha concluido por demostrar su ineficacia y su error en la
interpretación de la realidad,
al punto de haber fracasado en sus em
presas de
organización social, juzgándolo aun
desde
-e1. punto de vista
de las
éategorías del marxismo mismo. Ha expuesto las circunstan
cias de la rebelión estudiantil del mes de mayo de 1968, enlazán
dolas con un estado de profunda crisis espiritual interna del pensa
miento y la forma de vida ""occidentales"". Ha criticado y desmenu
zado el complejo m<:<:anismo de la economía de su país, ru:rloondo
a
la conclusión de
su inadecuación para satisfaaer los · requerimien
tos que la vida contemporánea plantea a la ¡ilanificaci6n de un mo
delo capiWista. Ha
examinado el
fracaso de esa
planificación para
integrar a su marcha a los numerosos grupos marginados por lacre
ciente
aceleración y complejidad de las relaciones de mercado ( el
campesino, el
srtesano, que afrontan un
destino de
inacción, de
aban
dono en una muerte
1,enra y sin perspectivas). Ha expuesto su pro
pia incertidumbre de ·político para solucionar los inconvenientes-es
tructurales de una institución de Gobierno poesidencialista, que teme
aislarse en dictadura, y parlamentaria; que
Ha reflexionado, también, sobre el papel de la
Iglesia. Ca
tólica, cuyos ministros parecen abandonar su apostolado de "cura"
de ~as, para volcarse a la "praxis"" social exclusivamente, desnu
dando
un materialismo que parece
inundsrlo todo, cuando son,
pre
cisa.mente, las doctrinas materialistas -marxismo, capitalismo---las
que han demostrado su endeblez teórica y práctica.
(*) Pompidou, Georges·: El nudo gordiano, trad._ de Marcelo Arroita
Jáuregui, Madrid, Sociedad Hispanoamericana de
Ediciones'
Y Distribución
(Colección Tercer Milenio), 1975.
801
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION B1BUOGRAFICÁ
El libro de Pompidou, ,en el tratamiento de los problemas men
cionados, se ubica en un plano de
interpretación, equidistante
tanto
de la reflexión sobre
las causas de los fenómenos, cuanto de fa pro
posición de las soluciones.
Es, pues, principalmente descriptivo; pero
esa
descripción,
es claro, supone una
selección de
los
,aspectos, y sobre
esos aspectos se ha emitido un juicio, que es negativo. Pompidou ha
puesto
su dedo en la llaga y, lo ,que es más,
lo ha puesto en la más
ddlorOBa,
que
es
la propia. Y es de esta consideración que podemos
partir hacia
el
reconocimiento de
la importancia, el valor,
el apor
te, 1etc., que cuestionábamos arriba, del testimonio del autor.
Es sumamente valioso que una figura como Georges Pompidou,
formado en la Francia contemporánea, que ha participado
activa
mente
en la forja de este mundo en crisis, haga esta descripción
negativa y emita los juicios comentados anteriormente. Porque no se trata de un pensador o un político de
"la oposición" a todas
aquellas fuerzas que han ronducido a este estado de cosas. Es uno
de ellos, que
ron pudor e
inteligencia -no de babosas "autocríti
cas" tácticas- que reconoce el ,.no va más" del proyecto de ·organi
zación de la vida humana inaugurado hace dos sigloo en política y
hace a[go más en el orden intelectual, que se ha basado en un con
cepto inmanente ----no trascendente--del individuo, en una cosmo
visión materialista, y en el olvido -intencional, por soberbia- de
su_ "religuio" divina.
Dijimos antes que la labor de Pompidou es principalmente des
criptiva.
En efecto, elige esas zonas más críticas de la sociedad .con
temporánea
(la
educación,
la juventud, las instituciones de gobier
no, la
eronomía, las ideologías,
la religión, etc.) ahondando en sus
causas
próximas, y salvo excepciones (como en el caso de la edu
cación, o de
ciertos aspectos del orden
eronómko, que
son
encara
dos técnicamente), sin proponer so1u.ciones. Su libro es, así, de an
gustiosoo interrogantes y de proposición de cuestiones a la reflexión
del lector. No remonta en
análisis hacia las causas fundamentales de
los ,fenómenos descritos
y criticados, y es ello lo que impide la for
mulación de
soluciones, desde que
lo que será mañana, será por
ser hoy, y lo que hoy es, lo es por haber sido ayer. De allí que es
el lector quien debe, luego de rerorrer las páginas de "El nudo gor
diano", extender las fronteras de esta tarea, y plantearse, por ejem
plo, 'el problema de una educación que se torna inroncebible sin
rontemplar la naturaleza fundamentalménte espiritual del hombre,
su sujeto
y objeto, el problema de una ordenación eronómica, que
es
inroncebible si
no está regida
por un imperativo de caridad; el
problema de las instituciones, inconcebibles si se ignora
la condi
ción
de personas de la hoy "masa".
802
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
Es ya un lugar común el decir que nuestro siglo nos hace indi
ferentes a través de la educación, la
infoonación, la
"opinión públi
ca" y demás. Nos anestesia.
Lo que ayer era normal, hoy ya· no lo
parece;
lo irracionall ayer, hoy ya no lo es. La capacidad de reacción
ante
un mundo que atenta contra
Ios fueros
del
espíritu, se anula;
y
a la no reacción
sigue la confusión, la
incomprensión, el "yo no
sé qué pasa", madre del "y a mí qué me importa". Y este es el es
tado más propicio de nuestras mentes para la proposición de las
soluciones descal,el]adas, que empujan al hombre contra sí mismo.
Eso se llama "manipulación" del hombre, que es una forma de la
violencia, a la que ya también nos han acostumbrado. El libro de
Georges Pompidou, por la claridad de sus descripciones y lo irreba
tible de
sus juicios
--aun cuando
el autor, por no tratar las causas
profundas de la crisis contemporánea, no arribe a postulados con
cluyentes
para la acción-se dirige a este estado de plácida incons
ciencia en que está
embarcado Occidente. La advertencia es dlara:
se
está ante
un
mtdo go,-d,iano, en una encrucijada. Quien rompa el
nudo será dueño de una época en la historia, y, al parecer, quien
tiene más posibilidades de hacerlo
-el totalitarismo, la anarquía
no está en condiciones de superar
los factores
que motivaron
la cri
sis.
¿Es ésta la única opción? Más aún, ¿existen opciones absolutas
en la
marcha de la historia? El interrogante lo propone Pompidou,
y
sus artículos muev,en al lector a una refilexión: la de cua será su
destino
individual y colectivo de no totnat urgentemente una acti
tud de auto-defensa. Esta es, necesariamente, una era de militancias,
y la caballería del espíritu cristiano es urgencia del tiempo histórico.
Es bajo este criretio que el libro comentado cobra rotunda signifi
cación.
IGNACIO M. ZULBTA.
803
Fundaci\363n Speiro