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Número 151-152

Serie XVI

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Gabriel de Armas Medina: Pildain, Obispo de Canarias

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Gabriel de Armas: PINDAIN, OBISPO DE CANARIAS
(BIOGRAFIA

INACABADA)
(*)
i
Qué gran libro truncó la muerte! Gabriel de Armas, nuestro
queridísimo amigo, que

se fue como si
no quisiera ver la demoli­
ción de la
España católica y tradicional que tanto amaba, estaba pre­
parando la
biografía de

aquel gran español
y gran obispo que fue
don Antonio Pildaín
7.apiaín.
Dos

almas de la
reciedumbre de

Gabriel
y del Dr. Pildaín te­
nían que, o chocar o
fundirse en

una
amistad y en una colaboración
basada
en unos mismos ideales entrañablemente compartidos y pú­
blicamente profesados. Esto último fue Jo
que ocurrió y, a la muer­
te

del
Dr. Pildaín, Gabriel de Armas empezó a meditar la biografía
de aquel obispo
excepcional Repetidas veces nos habló

a los amigos
de su proyecto que
otras urgencias

iban demorando.
La muerte im­
pidió que
la biografía se llevase a cabo. Entre sus papeles aparecie­
ron unas
cuartillas que
hoy ven
la luz por deseos de la familia, con
un prólogo del
notario tinerfeño, Marcos Guimerá,
amigo
y gran
conocedor de
biógrafo y biografiado, y con varios artículos que Ga­
briel
de
Armas hallía publicado sobre el obispo de Canarias.
Se

equivoca quien busque en el
pequeño libro
que comentamos
una
acabada biografía,

cada día más urgente, de don Antonio Pil­
daín.
Las páginas hasta hoy inéditas de Gabriel son solamente vein­
tiuna. Sin embargo, constituyen una muy interesante aproximación
al abispo.
Colllo
dice,
en el prólogo,
Marcos Guimerá,
también él notable
historiador, ''desgraciadamente muchos de los temas conflictivos; tí­
picamente pildainianos, no han pasado más. que del esbozo, del plan­
teamiento y aun del mero apunte. Y es una lástima más, porque en
llegando a ellos, la dialéctica de Gabriel, su rigurosa argumentación
en la _polémica, su conocimiento perfecto de las circunstancias de
tiempo y de personas, nos hubieran dado un testimonio insuperable
sobre aquellas situaciones pugnaces entre la decisión del obispo Pil­
daín
y el juicio de parte de las gentes afectadas. Así, el vidrioso terna
-tan
mal interpretado por desconocido-- de la actitud episcopal
ante la visita del General Franco, en 1950, con su consecuente cam­
paña de descrédito, basada en el
odium plebis; su condena, pot he-
(*) Colección Sabaei, 2, dírigida por Manuel Hernández Suárez, im­
preso en Artes Gráficas Soler, Valencia, 1976, 55 págs.
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
rética, de rparte de la obra de don Miguel de Unamuno, con la Pas­
toral famosa de 1953; su postura inflexible ante la obra de don Be­
nito

Pérez Galdós;
su irreductible

línea en
temas de
moralidad
pú­
blica, como la Pastoral sobre el turismo de 1964; su brillante alegato
sobre
la libertad religiosa, en el mismo año. Todas fruto de su con­
cepto sobre
la dignidad e independencia de la Iglesia".
Dios escribe derecho con líneas torcidas.
El quiso
que un cana­
rio enamorado de su Iglesia, orador brillantísimo, polemista excep­
cional en la
más noble

acepción de
la palabra polemista, no pudiera
dejarnos escrita esa historia que
tan bien conocía de aquel guipuz­
coano que alcanzó las más altas cumbres de
la oratoria, que brilló
con luz propia en las Cortes de
la República, que jamás se doblegó
ante lo que creyó iba en desdoro del honor de Dios
y de la dignidad
de
la Iglesia y que gobernó con amor y con firmeza durante muchos
años la diócesis de Ca.nadas.
Esta biografía inacabada es, ciertamente, una llamada apremian­
te
rpara que
un hombre que ame verdaderamente a su religión y a
su patria
-¡Ay, Gabriel, cómo se nota tu ausencia!- conclnya este
capítulo de una historia que es también inacabada, pues
empezó
hace

dos mil años y sólo concluitá
. cuando
el último de los españo­
les llegue a
la Jerusalén celestial.
FRANCISCO JOSÉ FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA.
A. del Noce, M. Occhiena, G. Zuanezzi y V. Ga.-cía Hoz: LA
ESCALADA DEL EROTISMO
(*)
Ediciones Palabra ofrece, en este libro, una colección de cuatro
artículos -tres de ellos traducidos del italiano-, que pretenden proporcionar una información
orientadora acerca

de la problemática
más profunda

subyacente en el fenómeno de la ola de erotismo y
de pornografía que sacude a Occidente, y que con
tanta virulencia
se manifiesta acru.almente en España.
Si bien desde tiempos inmemoriales el erotmo constituyó una
fuente de ingresos fáciles
rpara algunos,
es evidente que este proceso
ha adquitido en nuestra época dimensiones formidables debido a la
actuación de causas concomitantes. Entre ellas podríamos señalar el
erotismo entendido como ideal de libertad y cuyo teórico más des­
tacado fue Wilhelm
Reich, que

en su libro de "La Revolución
Se­
xual"

enuncia sin rodeos
el problema: "entender el deseo sexual
orientado al servicio de la procreaci6n es un medio de represión de
(*) Madrid, Ed. «Palabra», 1975.
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