Índice de contenidos

Número 187

Serie XIX

Volver
  • Índice

Fidelidad y esperanza. En memoria de Ramón Plata Moreno

FIDELIDAD Y ESPERANZA
EN MEMORIA DE RAMON PLATA MORENO
POR
FEDERICO MUGGENBURG
Director del "Centro de Estudios Sociales" y del movimiento
"Cristianismo, sí" (México)
Discurso pronunciado como Presidente
de
la sesión de
la noche del día 2 de mayo
de 1980 del
XIII Congreso del «Office
lnternational» (*).
Señoras y señores, queridos amigos :
Ya desde las horas graves y tempranas del Concilio Vaticano 11,
se manifestaron los frutos visibles de su capacidad intelectual y. es­
tratégica, de lo que la fe, la esperanza y la caridad reclamaban a su
conciencia,
cuando escribió
y distribuyó entre los padres conciliares
el breve estudio
firmado con el nombre de «Bemardus».
Fue en
los primeros días del mes de abril de 1969, después de
haber participado en

el Congreso de Lausanne, cuando,
a su paso por
Madrid, fue buscado en diversos hoteles para matarlo, mas entonces
no lo pudieron encontrar.
Después, transcurrieron siete añoo, durante los cuales, en forma
gradual, sistemática e ininterrumpida fue acusado, insultado, calum­
niado y perseguido.
Caín
personificado, movido por insana envidia, actuó a través de
acusaciones groseras y vulgares que señalaban a Abe!, como un de­
lirante

... ,
nazi..., iluminado ... , hasta corruptor y judío «infiltrad()>).
(*) Cfr. la cr&úca del XIIl Congreso del "Office International",
París, 2, 3 y 4 de mayo de 1980, en Verbo, núm. 185-186, páss. S3S
y siguientes.
807
Fundaci\363n Speiro

FBDERJOO MUGGENBURG
En ocasiones se le vinculó a personalidades de prestigio que pre­
viamente habían sido enlodadas con los mismos epítetos, se le señaló
como: «Lacayo de Jeau Ousset», «Incondicional juramentado de Pli­
nio Correa», «Agente vaticanista montiniano», etc., un poco más atrás
sería: «roncalliano», «pacelliano», .«rattiano», o más adelante, «lu­
cianiano>>

o
«wojteliano». Pero,

yendo muy
atrás, sería «petriano» y
hasta «cristiano»~· .. Si, para algunos, «montiniano» o «cristiano» es un
insulto ... pues bienvenido el insulto.
Todo este odio cainita
parecía motivado por su incondicional leal­
tad a la sede de Pedro en
todas las

circunstancias, motivado
por de­
nunciar y combatir la infiltración marxista en la Iglesia, mantenien­
do la fidelidad a Pedro viviente en el Pontífice en turno
y motivado
también por el combate sin
tregua a todas las fuerzas de la revo­
lución.
·
A

la
sabiduría racional

cristiana, conjuntada
con la capacidad de
organizador, aunaba la
santidad de

vida.
En el mismo año de 1969 reunió a un grupo de amigos y fue
fundador consejero del Movimiento
< No era esta su primera obra, ni sería la última.
Mas 1a presión revolucionaria en su contra estalló el 19 de marzo
de
1976

cuando sufrió
un atentado frente a la puerta de su casa a
las
19,30 horas, en
el_ momento de guardar la camioneta famiHar.
Momento

en el que sigilosamente
se acercó un individuo que des­
cargó integra su pistola,' alojando

ocho tiros
en su cuerpo.
Después de vivir
horas de agonía física y espiritual logró sobre­
ponerse y recuperó antes

de
ocho meses

el
uso de todas su faculta­
des
físicas.
Reunido

finalmente con su
esposa e hijos, recibió

la bendición
de una
nueva criatura,

con lo
que sumaron

seis descendientes.
Reincorporado nuevamente a las actividades normales con todo
el
_ vigor físico y

espiritual, abordó el
· delicado aspecto de la
III Reunión· de los Obispos latinoamericanos en Puebla, logrando
que
la intervención del Movimiento «¡Cristianismo, sí!» prestara
un
servicio eficaz a la_ Iglesia, que padece en aquellas latitudes lati­
.qoamericanas infiltraciones marxistas en, ~,iveles peligrosísimos, como
ustedes ya lo conocen.
sos
Fundaci\363n Speiro

PIDEUDAD y.ESPERANZA
De repente, el 24 de diciembre de 1979, a las 22,40 horas, mien,
tras cerraba la ventanilla de la camioneta familiar, ya dispuesto a
celebrar
la cena de Navidad, fue atacado por la espalda por dos in­
dividu05, quienes descargaron sobre él, a quemarropa, d05 pistolas
completas
... 10
tir05 incrustados en

el
cuerpo y cabeza, cinco de ellos
forzosamente mortales, que terminaron con
la vida del ingeniero Ra­
món Plata Moreno, a la edad de cuarenta y cuatro años.
- dejando una vinda y cinco hijos, la menor de año y medio;
- dejando una interminable cadena de amigos
y discípulos;
-ganando él

la
palma del martirio.
Hacia apenas cinco años, en 1974, en
la misma fecha, y casi en
las mismas circunstancias, pero aquella ve,z en Buenos Aires, caía
también

víctima del odio revolucionario el buen
amigo Carlos
Al­
berto
Sacheri.
Días antes de este horrible asesinato, se habían conocido estos dos
jóvenes mártires de la fidelidad a la Iglesia, de la lealtad al
Pontifi­
cado

y a la causa de la restauración de orden temporal cristiano; se
hablan conocido
. en Buen05 Aires

durante dos días de largas, pro­
fwidas y fructuosas -conversaciones, analizando situaciones, confron­
tando aspectos doctrinales, esbozando estrategias comunes para pro­
curar un combate concertado
más eficaz frente a la subversión revo­
lucionaria en Hispanoamérica.
Hoy los dos gozan ya de la visión beatífica de Dios en el cielo
y son los magníficos intercesores de esta Iglesia militante.
Ellos, Carlos Alberto Sacberi y
Ramón Plata

Moreno, son de la
Iglesia triunfante en grado excelso, y, como nos enseña la Sagrada
Escritnra en
el Apocalipsis, están ya,
« ... debajo del altar las almas de los que fueron muertos por
la palabra de Dios, y por ratificar su testimonio, clamando a
grandes voces diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor santo y veraz,
difieres hacer justicia y vengar nuestra sangre contra los que
habitan en la tierra? ...
».
809
Fundaci\363n Speiro

FBDERJOO MUGGENBURG
y continúa la Palabra de Dios:
«
... van
vestidos con
un ropaje blanco,
descansan en pa.z un
poco tiempo esperando, en tanto, que se complete
el número
de los que
han de ser martirizados también como ellos».
Pero el
día del

Juicio
los vetemos
:
porque
«revestidos de

un ropaje blanco con
palmas en
sus manos»,
« ... estos son los que han venido de una tribulación grande y lavaron sus vestiduras y las blanquearon en la sangre del Cor­
dero, por esto están ante el solio de
Dios y le sirven día y noche en su templo».
Y

a la
par que todo es tragedia a la luz del conocimiento hn­
mano, también es primicia del testimonio de fidelidad que S. S. Jnan
Pablo
. II

pidiera
en la Catedral Metropolitana, en la Ciudad de
México, el

día 26 de enero de 1979, la tarde de su llegada
a aquellas
lejanas
y esperanzadoras tierras:
810
«De entre tantos títulos atribuidos a la Virgen, a lo largo de
los siglos, por
el amor filial de los cristianos, hay uno de
profundísimo significado: Virgo
:Pidelis, Virgen

Fiel. ¿Qué
significa esta fidelidad de
María? ¿Cuáles

son las dimensiones
de esa fidelidad? »La primera
dimensión se

llama
búsqueda. María
fue
fiel ante todo cuando,
con amor,

se puso a buscar
el sentido
profundo

del Designio de Dios en Ella
y para el mundo.
"Quomm:lo fiet? ¿C6mo

sucederá
esto?", preguntaba Ella al
Angel de la
Anunciación. Ya en, el

Antíguo
rfestamento el
sentido

de
esta búsqueda

se traduce en una
expresión de

rara
belleza
y extraordinario contenido espiritual : "buscar el Ros­
tro

del Señor". No habrá fidelidad
si no
hubiere en la raíz
esta ardiente, paciente
y generosa búsqueda; si no se encon­
trara en el corazón del hombre una pregunta, para la cual sólo Dios

tiene respnesta, mejor dicho, para la cual s6lo
Dios
es
la

respuesta.
»La segunda dimensión de la fidelidad se llama acogida,
Fundaci\363n Speiro

PIDBUDAD Y ESPERANZA
aceptación. El "q11omodo fiet" se transforma, en los labios
de María, en un "fidl". Que se haga, estoy pronto, acepto.:
este es el

momento crucial de la fidelidad, momento en el
cual el hombre percibe que jamás comprenderá totalmente el
cómo; que
hay en el Designio de Dios más zonas de misterio
que
de evidencia; que, por más que haga, jamás logrará acep­
tarlo todo. Es entonces cuando el hombre acepta el misterio,
le
da un

lugar en su
corazón, así como "Maria conservaba
todas estas cosas, meditándolas eo su corazón". Es el momeo­
to en el que el hombre
se abandona al

misterio, no con la
resignación
de alguien que capitula frente a un enigma, a un
absurdo, sino más bien con la disponibilidad de quien se abre
para ser habitado
por algo -¡por Alguien!-más grande
que el propio
corazón. Esa aceptación se cumple, en defini­
tiva,
por la fe que es la adhesión de todo el ser al misterio
que se revela.»
Y sigue
hablando Juan

Pablo II:
«Coherencia, es la tercera dimensión de la fidelidad. Vivir
de acuerdo con lo que se cree. Ajustar la propia vida al
ob­
jeto de la propia adhesión. Acept41' incomprensiones, perse­
cttcicmes, antes de permitir rupturas _entre Jo, que .re vive y
lo que se cree: esta es la coherencia. Aquí se encuentra, quizás,
el núcleo más íntimo de la fidelidad.
»Pero toda fidelidad
debe pasar
por la prueba
más exi­
gente: la de la duración. Por eso la cuarta dimensión de la
fidelidad es la
constanri". Es fácil ser coherente por un día
o

algunos dias. Dificil e importante es ser coherente toda la
vida.
Es fácil ser coherente en la hora de la exaltación, dificil
serlo en la hora de la tribulación. Y
sólo puede
llamarse fi­
delidad una coherencia que dura a lo largo de toda
la vida.
El
"fidl" de Maria en la Anunciación encuentra su plenitud
en el
"fiat" silencioso que repite al pie de la cruz. Ser fiel
es no traicionar
en las
tinieblas lo que se aceptó en público.
»De todas

las
enseñanzas que
la Virgen da a sus hijos
de México, quizás la
más bella e importante es esta lección
de fidelidad.
Esa fidelidad que el Papa se complace en des­
cubrir
y que espera del pueblo mexicano.
»De mi Patria se suele decir: Polonia ,emper fidelis, Yo
quiero poder decir también: ¡México semper fidelis! ¡México,
siempre fiel!
811
Fundaci\363n Speiro

i'EDERJOO MUGGENBUR.G
»De hecho, la historia religiosa de esta nación es wia his­
toria de fidelidad; fidelidad a las
semillas de fe sembradas
por

los
primeros misioneros; fidelidad a w,a religiosidad sen­
cilla, . pero arraigada, sinoo:a hasta el sacrificio; fidelidad a la
devoción mari@a; fidelidad ejemplar
al Pápa. Yo no tenía
necesidad
de venir h~ta México para cono·cér esta fidelidad
al Vicario de fe,11cri,to, p11e, desde hace 11111cho lo sabia;
pero agradezco al Señor poder experimentarla en el fervor de
vuestra
acogida.
»En esta
ho,a solernoe querría invitaros a consólidar esa
fidelidad,

a
robustecerla, Q"uerría invitaros a

traducirla en
inteligente y fuerte fidelidad a 1a Igiesia hoy;»
Primicia de fidelidad sellada con el testimonio de
la sangre y
de la vida. Primicia
siempre rebosante
de fe,
esperanza y caridad; siempre
cooocedora
del
dramatismo y ]a confusión, de la ~ubversión revolu­
cionaria
de
la hora presente.
Fidelidad conocedora de
lo negro de esta hora, pero confianza
ai mismo tiempo, porque la! vm: de Pedro Viviente, la voz del Padre
amoroso,

del dulce Cristo en
la tierra, nos ha dicho:
812
«Cristianos: N'ayez plus peur!».
(¡No tengais miedo!)
Fundaci\363n Speiro