Índice de contenidos
Número 243-244
Serie XXV
- Textos Pontificios
-
Estudios
-
Los católicos y la vocación política
-
La crisis del derecho penal
-
Agonía y esperanza de la Iglesia en México
-
El orden en la ciudad y el urbanismo
-
A propósito de una obra sobre la religión de Shiva
-
El pensamiento occidental cristiano
-
Joseph de Maistre y sus «Consideraciones sobre Francia»
-
La tenaz leyenda de un Tito «nacionalista»
-
Democracia orgánica, viabilidad del modelo político y utopía en Eugenio Vegas Latapié. I. Puntualizaciones sobre Eugenio Vegas
-
Democracia orgánica, viabilidad del modelo político y utopía en Eugenio Vegas Latapié. II. Respuesta a Gonzalo Fernández de la Mora
-
- Actas
- Información bibliográfica
- Crónicas

Autores
1986
Salvador Abascal: Juárez marxista (1848-1872)
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Abascal, Salvador: JUAREZ . MARXISTA (1848-1872) (*)
En la ingente labor que Salvador Abascal ha emprendido de
presentarnos
la historia de Méjico desde el punto de vista COJ?·
trarrevolucionario, comentamOs hoy el grueso volumen que· abar
ca los cruciales años de 1848 a 1872, en los que las fuerzás de
la Revolución se quitan la máscara y anuncian lo que será
el
mandato sectario de Juárez tras el fusilamiento en Querétaro
del emperador Maximiliano y los generales Miramón y Mejía.
El título del libro de Abascal que complementa los ya comen
tados en
Verbo, «Madero, dictador infortunado» y «La Revolu
ción
de la Reforma de 1833 a 1848» es equívoco. Busca, sin duda,
el efectismo de apellidar al «héroe» de la Revolución con tan
llamativa palabra. Pero se engañaría quien buscara en la obra
sólo una biografía de aquel político anticatólico que fue Benito
Juárez. Se trata, más bien, de una documentada historia de Mé jico en la que el presidente errante,
con toda
su importancia,
es una figura más
de un
retablo que resultó trágico para la en
trañable nación hermana.
Y falta, naturalmente, dado el período de tiempo que se
estudia, una época básica de la vida de Juárez: su lucha contra
Maximiliano y
el trinunfo posterior que en verdad fue la de
rrota del Méjico
tradiciomil y
católico. No tanto por la muerte
del príncipe masón que fue Maximiliano como porque sus par
tidarios vencidos arrastraron en su derrota la causa de
la Religión.
De . entre los personajes que configuran los prolegómenos
de la
Revolución, Abascal dedica atención especial
a· Melchor
Ocampo,
el firmante del famoso tratado McLane-Ocampo, tan
lesivo para la
dignidad y
la integridad de Méjico. Y lo retrata
como lo que fue: amoral, libertino, manirroto y, sobre todo,
atlticatólico y dispuesto a vender a. su patria por oscuros inte
reses ideológicos:
El Hbro prácticamente, comienza con el deplorable estado de
Méjico tras
la ocupación nortealilericana. Tan desmedulado había
quedado el país que se pensó en
el general Santa Anna como una
(*) Ed. Tradición, Méjico, 1984, 508 págs .
•
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
solución política. Y volvió al Gobierno quien tauta culpa tuvo
en la gran derrota. Pero, ·como evidenciaban sus antecedentes,
no podía ser ese hombre el salvador de Méjico. Y pronto tendrá
que volver a partir hacia
el destierro.
La Revolución se instala en el poder. G6mez
F¡irias, Ocampo,
Juárez,
Comonfort, Lerdo ...
Y comenzó el despojo de la Iglesia.
Fue un episoclío más de la que significó la tirauía liberal en
el
siglo xrx. La Constitución de 1857 ya no pudo dejar dudas a
naclíe. La
guerra civil
era inevitable. Y
el salvajismo fue, una
vez
más, el acompañante de los revolucionarios.
El tratado Mc.Laue y las leyes de Reforma son dos hechos
vergonzosos de la historia de Méjico que pesau sobre
Juátez de
modo
tal que toda la hagiografía del poder no puede lavarle de
su responsabilidad.
La pugna entre los dos Méjico, pareció inclinarse del lado
traclícional. El general Miramón, una de las figuras más atrayen
tes de
.la historia
mejicana, tuvo en jaque a
Juárez pese
a contar
éste con el apoyo norteamericano que una vez más se inclinaba
a 19 peor. Pensando sin duda, aparte las vinculacione;s masóni
cas, en las ventajas que ello le reportaría. Pero era imposible
mantener victoriosa una situación tan desproporcionada y
Mi
ramón tiene que abaudonar la capital. El saqueo de la catedral
por los juaristas es buena muestra· de
cuáles erau
sus inclinacio
nes: Y al igual que con la sede metropolitana
oeurrió con
las
restantes iglesias de Méjico capital. Como autes había
pasado
con
otras de los Estados.
·
Las
ejecuciones de Ocampo y Sautos Degollado y el asesina
to de Comonfort cierran el período, dejando al inclío
Juárez
dueño
absoluto de la situación revolucionaria. La intervención
extrajera que llevó al trono de Méjico a un archiduque austriaco masón se sale ya de este
período. Seguramente
Abascal la está
escribiendo ya. Será un nuevo servicio a su patria y a la historia
de la contrarrevolución.
FRANCISCO JOSÉ F'ERNÁNDEZ D,E LA CIGOÑA.
Vicente Marrero: EL P. ARINTERO Y RAMIRO
DE MAEZTU (*)
Nuestro admirado amigo Vicente Marreto, autor de los más
fecundos
por su producción
al · tiempo que de los más variados
{*) VICENTE :MARRERO, El P. Arintero y Ramiro de Maeztu, La Vida Sobrenatural, Salamanca, 1986, 67 págs.
492
Fundaci\363n Speiro
Abascal, Salvador: JUAREZ . MARXISTA (1848-1872) (*)
En la ingente labor que Salvador Abascal ha emprendido de
presentarnos
la historia de Méjico desde el punto de vista COJ?·
trarrevolucionario, comentamOs hoy el grueso volumen que· abar
ca los cruciales años de 1848 a 1872, en los que las fuerzás de
la Revolución se quitan la máscara y anuncian lo que será
el
mandato sectario de Juárez tras el fusilamiento en Querétaro
del emperador Maximiliano y los generales Miramón y Mejía.
El título del libro de Abascal que complementa los ya comen
tados en
Verbo, «Madero, dictador infortunado» y «La Revolu
ción
de la Reforma de 1833 a 1848» es equívoco. Busca, sin duda,
el efectismo de apellidar al «héroe» de la Revolución con tan
llamativa palabra. Pero se engañaría quien buscara en la obra
sólo una biografía de aquel político anticatólico que fue Benito
Juárez. Se trata, más bien, de una documentada historia de Mé jico en la que el presidente errante,
con toda
su importancia,
es una figura más
de un
retablo que resultó trágico para la en
trañable nación hermana.
Y falta, naturalmente, dado el período de tiempo que se
estudia, una época básica de la vida de Juárez: su lucha contra
Maximiliano y
el trinunfo posterior que en verdad fue la de
rrota del Méjico
tradiciomil y
católico. No tanto por la muerte
del príncipe masón que fue Maximiliano como porque sus par
tidarios vencidos arrastraron en su derrota la causa de
la Religión.
De . entre los personajes que configuran los prolegómenos
de la
Revolución, Abascal dedica atención especial
a· Melchor
Ocampo,
el firmante del famoso tratado McLane-Ocampo, tan
lesivo para la
dignidad y
la integridad de Méjico. Y lo retrata
como lo que fue: amoral, libertino, manirroto y, sobre todo,
atlticatólico y dispuesto a vender a. su patria por oscuros inte
reses ideológicos:
El Hbro prácticamente, comienza con el deplorable estado de
Méjico tras
la ocupación nortealilericana. Tan desmedulado había
quedado el país que se pensó en
el general Santa Anna como una
(*) Ed. Tradición, Méjico, 1984, 508 págs .
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Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
solución política. Y volvió al Gobierno quien tauta culpa tuvo
en la gran derrota. Pero, ·como evidenciaban sus antecedentes,
no podía ser ese hombre el salvador de Méjico. Y pronto tendrá
que volver a partir hacia
el destierro.
La Revolución se instala en el poder. G6mez
F¡irias, Ocampo,
Juárez,
Comonfort, Lerdo ...
Y comenzó el despojo de la Iglesia.
Fue un episoclío más de la que significó la tirauía liberal en
el
siglo xrx. La Constitución de 1857 ya no pudo dejar dudas a
naclíe. La
guerra civil
era inevitable. Y
el salvajismo fue, una
vez
más, el acompañante de los revolucionarios.
El tratado Mc.Laue y las leyes de Reforma son dos hechos
vergonzosos de la historia de Méjico que pesau sobre
Juátez de
modo
tal que toda la hagiografía del poder no puede lavarle de
su responsabilidad.
La pugna entre los dos Méjico, pareció inclinarse del lado
traclícional. El general Miramón, una de las figuras más atrayen
tes de
.la historia
mejicana, tuvo en jaque a
Juárez pese
a contar
éste con el apoyo norteamericano que una vez más se inclinaba
a 19 peor. Pensando sin duda, aparte las vinculacione;s masóni
cas, en las ventajas que ello le reportaría. Pero era imposible
mantener victoriosa una situación tan desproporcionada y
Mi
ramón tiene que abaudonar la capital. El saqueo de la catedral
por los juaristas es buena muestra· de
cuáles erau
sus inclinacio
nes: Y al igual que con la sede metropolitana
oeurrió con
las
restantes iglesias de Méjico capital. Como autes había
pasado
con
otras de los Estados.
·
Las
ejecuciones de Ocampo y Sautos Degollado y el asesina
to de Comonfort cierran el período, dejando al inclío
Juárez
dueño
absoluto de la situación revolucionaria. La intervención
extrajera que llevó al trono de Méjico a un archiduque austriaco masón se sale ya de este
período. Seguramente
Abascal la está
escribiendo ya. Será un nuevo servicio a su patria y a la historia
de la contrarrevolución.
FRANCISCO JOSÉ F'ERNÁNDEZ D,E LA CIGOÑA.
Vicente Marrero: EL P. ARINTERO Y RAMIRO
DE MAEZTU (*)
Nuestro admirado amigo Vicente Marreto, autor de los más
fecundos
por su producción
al · tiempo que de los más variados
{*) VICENTE :MARRERO, El P. Arintero y Ramiro de Maeztu, La Vida Sobrenatural, Salamanca, 1986, 67 págs.
492
Fundaci\363n Speiro