Índice de contenidos
Número 243-244
Serie XXV
- Textos Pontificios
-
Estudios
-
Los católicos y la vocación política
-
La crisis del derecho penal
-
Agonía y esperanza de la Iglesia en México
-
El orden en la ciudad y el urbanismo
-
A propósito de una obra sobre la religión de Shiva
-
El pensamiento occidental cristiano
-
Joseph de Maistre y sus «Consideraciones sobre Francia»
-
La tenaz leyenda de un Tito «nacionalista»
-
Democracia orgánica, viabilidad del modelo político y utopía en Eugenio Vegas Latapié. I. Puntualizaciones sobre Eugenio Vegas
-
Democracia orgánica, viabilidad del modelo político y utopía en Eugenio Vegas Latapié. II. Respuesta a Gonzalo Fernández de la Mora
-
- Actas
- Información bibliográfica
- Crónicas
Autores
1986
Gabriel Alférez Callejón: Sistemas sociales contemporáneos
INFORMACION BIIiLIOGRAFICA
Recordarlo, hoy que la idea misma de Estado católico es
objeto de todo tipo de escarnios, es algo que podemos deducir
de
la experiencia de un Morente, al conmemorar d centenario
de
su nacimiento. Es algo
que podemos
deducir de la experien
cia
de un Maeztu, cuyas relaciones con el P.
Míntero, en el
· cincuenta aniversario del fusilamiento dé aquél, son primorosa
mente reconstruidas
y descritas por ese agudo pensador y escri
tor de talento que es Vicente Marrero.
MIGUEL AYUSO.
Gabriel Alférez Callejón: SISTEMAS SOCIALES
CONTEMPORANEOS
(*)
El mejor dogio de este libro lo hizo don Eugenio Vegas
Latapie con estas palabras: «Muy
útil para el conocimiento de
falsas doctrinas, expuesto muy asequíblemente en preguntas
y
respuestas y considerando un acierto el presentar sistematizados
los diferentes puntos tratados por los Papas en sus encíclicas
desde León XIII hasta Juan .Pablo
Il».
Conociendo
la mentalidad de Gabriel Alférez Callejón en el
terreno religioso, político y social, podriamos adelantar
a priori,
sin necesidad de previq examen, que su obra Sistemas sociales
contemporáneos,
en la línea de sus producciones precedentes,
El orden político al alcance de todos y La participación política
al.
alcance de todos, tenía que poseer como características esen
ciales la seguridad de un criterio. ortodoxo en el planteamiento
y solución de los temas que trata y el sentido pragmático con
que aborda las cuestiones y las
hace asequibles
a los lectores
inenos vers.ados en esás materias.
Y, efectivamente, después de ·leer y analizar detenidamen
te_ Sistemas sociales contemporánoes, comprobam,os a posteriori
que las dos característi¡;as reseñadas, seguridad de criterio. y. des
treza funcional en su presentación, responden adecuadamente al
fondo
y a la forma del libro que comentamos.
Iniciando esta
breve recensión
por la forma o estructura ex
terna de la obra, tres
factores llaman
nuestra atención:
a) La concepción sintética del ptoblem.a social en sus tres
derivaciones, la totalitaria, la liberal y
la católica, que constitu-
(*) Villena-Artes Gráficas, Avda. Cardenal Herrera Oria, 242, Madrid.
4%
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
yen las tres p~rtes en que se divide el tratado. Esa división tri
partita, que facilita la visión
globál del
problema social, es in
dudablemente un acierto de estrategia pedagógica.
b) Dice el autor en la nota preliminar que su propósito es
«exponer de forma sencilla y clara
las principales
doctrinas que
pretenden resolver
el problema de las relaciones entre el capital
y el trabajo». Esa «forma sencilla y clara» en la expresión del
pensamiento queda plasmada en un ameno diálogo entreverado de preguntas y respuestas, a través de las cuales, poco
a poco,
pausadamente, se van desenvolviendo, analizando y explicando todos los problemas que afectan al orden social, político y
econó
mico.
Gabriel Alfétez, como buen pedagogo, tiene la
habilidad
de
colocarse al nivel de la inteligencia llana
y sencilla· del ciuda
dano medio español, ·capta con exa-ctitud su peculiar idiosincrasia
en los modos y maneras de comprender las ideas, y desde ese
nivel, reproduciendo las preguntas que él mismo formula, le
va poco a poco desvelando los secretos
y los enigmas de las
ciencias políticas y económicas.
Esa especie de Catecismo Social, de finalidad y carácter emi
nentemente didáctico, se desarrolla a través de 333 preguntas
con sus respectivas respuestas, que ofrecen cumplida solución a
los múltiples interrogantes que presenta la panorámica · social de
nuestros días. Ese método, por su propia naturaleza, exige preci
sión de ideas y distinción de conceptos,
con lo
cual se eluden
las vaguedades y las abstracciones
dé ciertas
exposiciones tan den
sas de doctrina como indigestas al paladar intelectual de los lec
tores. Es otro métito que hay que a atribuir al método catequís-
tico que -utiliza el autor en su obra. ·
De los Catecismos de Ripalda y Astete se afirma con certeza
que constituyen la
síntesfs de la Teología Dogmática Católica.
No
.poco mérito
y valor comporta sintetizar y hacer asequible
a
la inteligencia infantil los misterios de nuestra fe. Algo pare
cido
podemos. afirmar de ese Catecismo Social, que se titula
Sistemas sociales contemporáneos, síntesis de las tres doctrinas,
marxista, liberal y católica, que se
disputan la
hegemonía del
pensamiento.
e) Finalmente, el estilo literario que sirve de cauce y de
vehículo a
la doctrina se caracteriza por su fluidez, diafanidad
y transparencia, la
. cr¡al determina una lectura fácil, amena y dis
traída.
Por lo que respecta al fondo o contenido doctrinal de los
tres principales sistemas que
se exponen en el libro, nadi.e po
drá discutir su autenticidad, ·ya-que, como 4ice el autor en la
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Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
nota preliminar, «se · muestran las distintas teorías según las
manifestaron sus propios doctrinarios». Y como avance de aque
llas teorías, Ja introducci¡Sn resume por vía de síntesis en las
respuestas
a las
preguntas
3, 4 y 5, la substancia doctrinal del
sistema marxista, cuyos pqstulados son el ateísmo, el evolu
cionismo, el igualitarismo
y. el
estatismo totalitario; del sistema
liberal, que propugna la libertad como categoría suprema,
autó
noma
e independiente,
el. lucro
como motor exclusivo del desa
rrollo y del progreso, y la ley de la oferta y la demanda siu
sujeción o norma moral como base de la economía; y del sis
tema o doctrina
católica, que
enseña la subordiuación de la eco
nomía al Derecho y del Derecho
a la Moral, la participación equi
tativa en los beneficios de los diversos factores que concurren a
la producción,
la armonía entre las diversas clases sociales y la
propiedad privada como derecho natural con doble función, in-
dividual y social.
·
El
marxismo,
ób¡eto de
la
primera parte
de la obra, se ma
nifiesta de dos maneras: a) como una cosmovisión de proyección
universal que implica una filosofía de
la vida, cuyo dios es la
materia increada_ en permanente evolución, y b) como un sis
tema revolucionario o método de cambio o dialéctica. Este tér
mino de raíz griega
significaba
en la filosofía helena el arte de
hablar, de conversar, de discutir con arreglo a las normas de la
lógica. Por extensión, la Dialéctica pasó a denotar el conjunto de
leyes o normas lógicas que deben
régir el
desarrollo del pensa
miento
y su manifestación externa. La Dialéctica, por consi
guiente, era algo así como un ordenamiento intelectual que re
gía inexerorablemente al razonamiento para que no se desviara
hacia el sofisma o
fraude mental.
La Dialéctica constituía un
todo armónico que adecuaba las formas de la dicción a las nor
mas· de
la
lógica. Hoy,
por el contrario, desde que Hegel cam
bió el
concepto de Dialéctica, este término tiene un serltido
totalmente distinto
y hasta opuesto. Dialéctica, hoy, significa
contraposición, contradicción, lucha tanto en el orden
·de las
ideas
-Hegel-, como en
el orden de las fuerzas materiales
-Marx-. Engels y Marx
se'º limitaron
a trasladar la teoría
· idealista
de Hegel
al estudio de la
naturaleza materia];
Crearon de esta
manera la dialéctica materialista, que por ser dialéctica es lucha
y por ser materialista es lucha de elementos materiales. Esa lu
cha, contraposición 0: contradicción, · nace .del mismo ser mate
rial que tiende; por su misma naturaleza, a, una evolución perma·
nente a través de· las tres leyes· ma_rXistas, 'tan originales conio
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INFORMACION BIBUOGRAFICA
absurdas: la ley de contrarios, la ley de la transición qe la can
tidad a
la calidad y vicerversa y la ley de la negación. Estas tres
leyes tienen valor universal y se aplican al mundo, al pensa
miento humano y a
la sociedad.
Gabriel Alférez trata con profundidad la doctrina marxista,
pero, al guiarse por los portavoces doctrinarios de ese sistema, lo que gana en autenticidad lo pierde en claridad. Como la doc
trina ·marxista no Constituye un sistema filosófico lógico y cohe
rente, es prácticamente imposible construir con base en sus ele
mentos un edi#,cio que tenga, al menos en apariencia, cierta tra
bazón y armonía.
El capitalismo liberal, objeto de la segunda parte, es trata
do con amplitud y profundidad y
. de manera casi exhaustiva.
Temas de extraordinario interés pueden estudiarse bajo los epí-
·
grafes
«Concepto
de. capitalismo»,
«Liberalismo en
economía y
sus consecuencias», «Sociedad de ·.masas o de consumo», «Capi
talismo en la época moderna», «Juicio de la Iglesia sobre el ca
pitalismo liberal», «Estrategia leninista para América hispana», «La estrategia de
la rosa», «Qué es la vía no capitalista de de
sarrollo», etc.
La. tercera parte se dedica al estudio de la doctrina social
católica
y en ella aborda y resuelve, con_ criterio ortodoxo, ba
sado en la autoridad del Magisterio Pontificio, cuyas encíclicas
y documentos sistematiza, toda la problemática . de índole so
cial
y económica que plantea en nuestros días la llamada «Cues
tión Social». Especial interés suscita la. cosmovisión espir.itualis
ta que caracteriza a la concepción católica y las principales notas
de
dicha cosmovisión
relativas al Creador
y a la creatura hu
mana con preguntas tan agudas como, «Por qué creó Dios libre
al hombre»
y «Qué es la legítima libertad s_ocial según la con
cepción católica». Merecen
dguálmente atención
las _observacio
nes que hace el autor sobre las tendencias modernas respecto a
la propiedad, el derecho. del Estado a intervenir en la regulación
de la propiedad privada, los gravámenes fiscales, etc.
Después de examinar la obra de Gabriel Alférez deducimos,
como conclusión de su estudio, que Siste_mas sociales contem·
poráneos debería constituir asignatura obligatoria para cuanto's
se dedican a la enseñanza y difusi6n a nivel popular de la doc
trina social católica. Así lo aconsejan tanto la ortodoxia y
am
plitud de su contenido doctrinal como su misma estructura ex
terna, su método cátequístico y su estilo claro, terso, fluido y
sencillo.
JuLIÁN GrL DE SAGREDO.
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Recordarlo, hoy que la idea misma de Estado católico es
objeto de todo tipo de escarnios, es algo que podemos deducir
de
la experiencia de un Morente, al conmemorar d centenario
de
su nacimiento. Es algo
que podemos
deducir de la experien
cia
de un Maeztu, cuyas relaciones con el P.
Míntero, en el
· cincuenta aniversario del fusilamiento dé aquél, son primorosa
mente reconstruidas
y descritas por ese agudo pensador y escri
tor de talento que es Vicente Marrero.
MIGUEL AYUSO.
Gabriel Alférez Callejón: SISTEMAS SOCIALES
CONTEMPORANEOS
(*)
El mejor dogio de este libro lo hizo don Eugenio Vegas
Latapie con estas palabras: «Muy
útil para el conocimiento de
falsas doctrinas, expuesto muy asequíblemente en preguntas
y
respuestas y considerando un acierto el presentar sistematizados
los diferentes puntos tratados por los Papas en sus encíclicas
desde León XIII hasta Juan .Pablo
Il».
Conociendo
la mentalidad de Gabriel Alférez Callejón en el
terreno religioso, político y social, podriamos adelantar
a priori,
sin necesidad de previq examen, que su obra Sistemas sociales
contemporáneos,
en la línea de sus producciones precedentes,
El orden político al alcance de todos y La participación política
al.
alcance de todos, tenía que poseer como características esen
ciales la seguridad de un criterio. ortodoxo en el planteamiento
y solución de los temas que trata y el sentido pragmático con
que aborda las cuestiones y las
hace asequibles
a los lectores
inenos vers.ados en esás materias.
Y, efectivamente, después de ·leer y analizar detenidamen
te_ Sistemas sociales contemporánoes, comprobam,os a posteriori
que las dos característi¡;as reseñadas, seguridad de criterio. y. des
treza funcional en su presentación, responden adecuadamente al
fondo
y a la forma del libro que comentamos.
Iniciando esta
breve recensión
por la forma o estructura ex
terna de la obra, tres
factores llaman
nuestra atención:
a) La concepción sintética del ptoblem.a social en sus tres
derivaciones, la totalitaria, la liberal y
la católica, que constitu-
(*) Villena-Artes Gráficas, Avda. Cardenal Herrera Oria, 242, Madrid.
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
yen las tres p~rtes en que se divide el tratado. Esa división tri
partita, que facilita la visión
globál del
problema social, es in
dudablemente un acierto de estrategia pedagógica.
b) Dice el autor en la nota preliminar que su propósito es
«exponer de forma sencilla y clara
las principales
doctrinas que
pretenden resolver
el problema de las relaciones entre el capital
y el trabajo». Esa «forma sencilla y clara» en la expresión del
pensamiento queda plasmada en un ameno diálogo entreverado de preguntas y respuestas, a través de las cuales, poco
a poco,
pausadamente, se van desenvolviendo, analizando y explicando todos los problemas que afectan al orden social, político y
econó
mico.
Gabriel Alfétez, como buen pedagogo, tiene la
habilidad
de
colocarse al nivel de la inteligencia llana
y sencilla· del ciuda
dano medio español, ·capta con exa-ctitud su peculiar idiosincrasia
en los modos y maneras de comprender las ideas, y desde ese
nivel, reproduciendo las preguntas que él mismo formula, le
va poco a poco desvelando los secretos
y los enigmas de las
ciencias políticas y económicas.
Esa especie de Catecismo Social, de finalidad y carácter emi
nentemente didáctico, se desarrolla a través de 333 preguntas
con sus respectivas respuestas, que ofrecen cumplida solución a
los múltiples interrogantes que presenta la panorámica · social de
nuestros días. Ese método, por su propia naturaleza, exige preci
sión de ideas y distinción de conceptos,
con lo
cual se eluden
las vaguedades y las abstracciones
dé ciertas
exposiciones tan den
sas de doctrina como indigestas al paladar intelectual de los lec
tores. Es otro métito que hay que a atribuir al método catequís-
tico que -utiliza el autor en su obra. ·
De los Catecismos de Ripalda y Astete se afirma con certeza
que constituyen la
síntesfs de la Teología Dogmática Católica.
No
.poco mérito
y valor comporta sintetizar y hacer asequible
a
la inteligencia infantil los misterios de nuestra fe. Algo pare
cido
podemos. afirmar de ese Catecismo Social, que se titula
Sistemas sociales contemporáneos, síntesis de las tres doctrinas,
marxista, liberal y católica, que se
disputan la
hegemonía del
pensamiento.
e) Finalmente, el estilo literario que sirve de cauce y de
vehículo a
la doctrina se caracteriza por su fluidez, diafanidad
y transparencia, la
. cr¡al determina una lectura fácil, amena y dis
traída.
Por lo que respecta al fondo o contenido doctrinal de los
tres principales sistemas que
se exponen en el libro, nadi.e po
drá discutir su autenticidad, ·ya-que, como 4ice el autor en la
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nota preliminar, «se · muestran las distintas teorías según las
manifestaron sus propios doctrinarios». Y como avance de aque
llas teorías, Ja introducci¡Sn resume por vía de síntesis en las
respuestas
a las
preguntas
3, 4 y 5, la substancia doctrinal del
sistema marxista, cuyos pqstulados son el ateísmo, el evolu
cionismo, el igualitarismo
y. el
estatismo totalitario; del sistema
liberal, que propugna la libertad como categoría suprema,
autó
noma
e independiente,
el. lucro
como motor exclusivo del desa
rrollo y del progreso, y la ley de la oferta y la demanda siu
sujeción o norma moral como base de la economía; y del sis
tema o doctrina
católica, que
enseña la subordiuación de la eco
nomía al Derecho y del Derecho
a la Moral, la participación equi
tativa en los beneficios de los diversos factores que concurren a
la producción,
la armonía entre las diversas clases sociales y la
propiedad privada como derecho natural con doble función, in-
dividual y social.
·
El
marxismo,
ób¡eto de
la
primera parte
de la obra, se ma
nifiesta de dos maneras: a) como una cosmovisión de proyección
universal que implica una filosofía de
la vida, cuyo dios es la
materia increada_ en permanente evolución, y b) como un sis
tema revolucionario o método de cambio o dialéctica. Este tér
mino de raíz griega
significaba
en la filosofía helena el arte de
hablar, de conversar, de discutir con arreglo a las normas de la
lógica. Por extensión, la Dialéctica pasó a denotar el conjunto de
leyes o normas lógicas que deben
régir el
desarrollo del pensa
miento
y su manifestación externa. La Dialéctica, por consi
guiente, era algo así como un ordenamiento intelectual que re
gía inexerorablemente al razonamiento para que no se desviara
hacia el sofisma o
fraude mental.
La Dialéctica constituía un
todo armónico que adecuaba las formas de la dicción a las nor
mas· de
la
lógica. Hoy,
por el contrario, desde que Hegel cam
bió el
concepto de Dialéctica, este término tiene un serltido
totalmente distinto
y hasta opuesto. Dialéctica, hoy, significa
contraposición, contradicción, lucha tanto en el orden
·de las
ideas
-Hegel-, como en
el orden de las fuerzas materiales
-Marx-. Engels y Marx
se'º limitaron
a trasladar la teoría
· idealista
de Hegel
al estudio de la
naturaleza materia];
Crearon de esta
manera la dialéctica materialista, que por ser dialéctica es lucha
y por ser materialista es lucha de elementos materiales. Esa lu
cha, contraposición 0: contradicción, · nace .del mismo ser mate
rial que tiende; por su misma naturaleza, a, una evolución perma·
nente a través de· las tres leyes· ma_rXistas, 'tan originales conio
498
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absurdas: la ley de contrarios, la ley de la transición qe la can
tidad a
la calidad y vicerversa y la ley de la negación. Estas tres
leyes tienen valor universal y se aplican al mundo, al pensa
miento humano y a
la sociedad.
Gabriel Alférez trata con profundidad la doctrina marxista,
pero, al guiarse por los portavoces doctrinarios de ese sistema, lo que gana en autenticidad lo pierde en claridad. Como la doc
trina ·marxista no Constituye un sistema filosófico lógico y cohe
rente, es prácticamente imposible construir con base en sus ele
mentos un edi#,cio que tenga, al menos en apariencia, cierta tra
bazón y armonía.
El capitalismo liberal, objeto de la segunda parte, es trata
do con amplitud y profundidad y
. de manera casi exhaustiva.
Temas de extraordinario interés pueden estudiarse bajo los epí-
·
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«Concepto
de. capitalismo»,
«Liberalismo en
economía y
sus consecuencias», «Sociedad de ·.masas o de consumo», «Capi
talismo en la época moderna», «Juicio de la Iglesia sobre el ca
pitalismo liberal», «Estrategia leninista para América hispana», «La estrategia de
la rosa», «Qué es la vía no capitalista de de
sarrollo», etc.
La. tercera parte se dedica al estudio de la doctrina social
católica
y en ella aborda y resuelve, con_ criterio ortodoxo, ba
sado en la autoridad del Magisterio Pontificio, cuyas encíclicas
y documentos sistematiza, toda la problemática . de índole so
cial
y económica que plantea en nuestros días la llamada «Cues
tión Social». Especial interés suscita la. cosmovisión espir.itualis
ta que caracteriza a la concepción católica y las principales notas
de
dicha cosmovisión
relativas al Creador
y a la creatura hu
mana con preguntas tan agudas como, «Por qué creó Dios libre
al hombre»
y «Qué es la legítima libertad s_ocial según la con
cepción católica». Merecen
dguálmente atención
las _observacio
nes que hace el autor sobre las tendencias modernas respecto a
la propiedad, el derecho. del Estado a intervenir en la regulación
de la propiedad privada, los gravámenes fiscales, etc.
Después de examinar la obra de Gabriel Alférez deducimos,
como conclusión de su estudio, que Siste_mas sociales contem·
poráneos debería constituir asignatura obligatoria para cuanto's
se dedican a la enseñanza y difusi6n a nivel popular de la doc
trina social católica. Así lo aconsejan tanto la ortodoxia y
am
plitud de su contenido doctrinal como su misma estructura ex
terna, su método cátequístico y su estilo claro, terso, fluido y
sencillo.
JuLIÁN GrL DE SAGREDO.
499
Fundaci\363n Speiro