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Número 327-328

Serie XXXIII

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Jesús López Medel: Constitución, democracia y enseñanza religiosa

INFORMACION BlBLIOGRAFICA.
a otros fines y a otros protagonistas, por ejemplo, a los pueblos
y Estados hispánicos o católicos o latinos; o a una regeneración
de Eutopa que respiraría entonces, como gusta decir Juan Pablo
II,
por sus dos pulmones (Oriente y Occidente). Siempre ha llamado
mi atención la frecuente mezcolanza que muchos protestantes ( sin­
gularmente los británicos, pero también holandeses o escandina­
vos) hacen del horror antirromano y de la oposición a una mayor
integración europea, así como la resonancia carolingia del eje fran­
co-alemán que es central en este proceso. Puede existir para Es­
paña, negadora hoy de lo esencial
de su pasado, una razón eutopea
distiota de la neoilustrada o postmoderna. Como la semilla del
Reino de Dios, la Historia crece a menudo bajo tierra, oculta, a
la conciencia y voluntad de sus actores.
Pero
quierci detenerme aquí, poner lastre y freno a estas con­
jeturas, y volver a la obra
de Andrés Ortega; Terminaré estas
líneas con la misma cita de las Memorias de J ean Monnet con
que
el autor concluye su libro: «Nadie puede hoy decirnos la for­
ma que tendrá la Europa
en la que viviremos mañana, pues el
cambio que nacerá del cambio es imprevisible».
JUAN MANuEL ROZAS.
Jesús López Medel: CONSTITUCION, DEMOCRACIA
Y
ENSE¡qANzA RELIGIOSA (*)
En el número 279-280 de Verbo, correspondiente a noviem­
bre-diciembre de 1989, publicamos una recensión bibliográfica de
la obra de Jesús López Medel, titulada
Enseñanza de la religión
en una sociedad democrática,
editada por TAU, Sección General,
Avila, 1989.
El libro que ahora reseñamos, es una segunda edi­
ción del anterior, a cuyo comentario nos remitimos.
En esta segunda edición, se amplían algunos conceptos, mati­
zando y
acrnalizando reflexiones anteriores. Así, en el capítulo VI
se incorpora el punto 3 sobre Ideología y praxis de la escuela
marxista;
en el VII, sobre Documentos, se incluye el Currículum
del
área de Religión Católica 1992 en sustitución del anterior es­
tudio de Gozzar sobre el tema, titulado L'Ora de Religione; y
en
el capítulo de notas, pasados cuatro años de la primera edición
de la obra, tras
el Tratado de Ma,astrich que da origen a la Unión
Eutopea
- (*) , Colección TAU, Avilá, 1994.
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INFORMACION BIBLIOG-RAFICA·
sistemas educativos y agentes sociales-, impulsan al autor a cam­
biar el título de su trabajo por el actual de Constituci6n, demo­
cracia
y enseñanza religiosa, que considera más adecuado. Cierra
la nueva edición
un Epílogo de la ilustre pedagoga Elisa Ramírez,
en el que resalta la importancia de la enseñanza de la religiófi
en una sociedad
.. moderna.
En esta-nueva edición, como en la anterior, recoge el autor
muchos datos-y hace atinadas observaciones, aunque en-ocaSiones,
sin duda por sus amplios conocimientos, la acumulación de aque­
llos y la apretada síntesis que hace, la exposición resulta algo
farragosa
y complicada. Pero la co11clusión es clara: la importancia
de la enseñanza religiosa en toda sociedad, como resalta Elisa
Ramírez en su Epílogo.
En cualquier sociedad, antigua o moder­
na; autoritaria, . a la que templaría, o democrática,· a la que daría
mayor consistencia y eficacia. Especialmente en esta última es
más conveniente la enseñanza religiosa, dada su permisividad y
falta de criterios objetivos sobre cuestiones fundamentales.
Sobre este
· tema recordamos un. trascendental discurso de
Vázquez de Mella pronunciado
en la Real Academia de Jurispru­
dencia
y Legislación el 17 de mayo de 1913, sobre el tema «La
libertad de
enseñanza y el Estado neutro», invitado por un grupo
de damas apostólicas.
En dicho discurso Mella afirma que no existe
el Estado. neu­
tro,
sino que todo Estado es confesional o bien de alguna religión
o creencia o de la increencia y atelsino.
Si todo hombre es por
naturaleza religioso que
se hace preguntas esenciales, el ciudadano,
que
es el mismo sujeto mirado en deteríninado aspecto político,
no puede dejar de serlo. Sería lógico, dice Mella, que
el Estado,
en una sociedad
mayoritariamente católica fuese fiel a. la creencia
lllayOritaria; y que en una sociedad dividida aceptase la del gl'\lPº
más numeróso, la de una minoría, o lo común de las existéntes,
pero lo que resulta absurdo es que se . declare neutro y por tal
supuesta
neutralidad excluya toda práctica religio,ia, imponiendo
el atelsmo con· apariencias de libertad para con todas las · religio­
nes e
ideologías. Se .acepta y establece cualquier disparate. si se
acuerda mayoritariame.nte, porque es lo democrático, pero al mis­
mo tiempo se relega la religión_ al fuero privado aunque sea social­
mente mayoritaria, porque, en este caso, lo democrático es la
neutralidad y el ateísmo ; lq · que contradice el ,principio mar,ori­
tario democráticd proclamado y
_dem4esrra que, en realidad, la
pretendida democracia no'lo es, ni es neutra ni es imparcial, sino
revolucionaria.
La pretendida objetividad democrática consiente, por ejemplo,
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INF~!U,1.4,(:ION BIBLIOG-RA.FIC4,
la elisefianza religiosa cuando lo pidan los padres, cuando lo ló­
gico, conforme a su propio criterio mayoritario democrático, eri
países de mayoría católica, sería que pidiesen la exención· los pa­
dres que asno deseasen. Es lo que ha. establecido recientemente
una disposición
polaca, con toda razón, en cuyo país existe tam­
bién un Concordato para regúlar las· relaciones .entte la Iglesia y
el Estado, de fecha 7 de julio de 1993 (0. R.·6 de agosto).
Como síntesis de su exposición, cita López Medel uria frase
de Juan Pablo II en su última visita a España el año 1993, que
estampa en
la cubierta de su obra: «Es ina de reducir la religión al ámbito privado, olvidando la climenaión
pública y social de la persona ... Es preciso que los padres y ma­
dres cristianos sigan afirman.do, .y ·sosteniendo el derecho a una
escuela católica, auténticamente libre, en la que se imparta una
verdadera educación religiosa, y en la que los derechos de
la fa­
milia sean convenientemente atendidos y tutelados».
GABRIEL ALFÉREZ CALLEJÓN.
Salvador Abascal: LA ESPADA Y LA CRUZ DE LA
EVANGELIZACION
(*)
Otro folleto de Salvador Abascal, de muy gtata lectura para
los españoles, pues es una btillante defensa de nuestra epopeya
hispanoamericana. Escrito con motivo del V Centenario, arremete
contra alguna declaración clerical del tipo de las que en más una
ocasión he calificado de síndrome de Estocolmo eclesial. Llevados
de
su estúpido irenismo se dedican a sublimar todo lo del enemi­
go, aun lo negativo, y a rebajar todo lo católico, incluso lo más
positivo. ¡Cuántas veces hemos visto escritos semejantes en Es­
paña!
Pero bueno es Abascal para pasar por alto esas cobardías
eclesiales que nunca han conducido a buen puerto. Con
su habi­
tual estilo y pertrechado de numerosas citas de autoridades
des­
monta la turbia maniobra y la deja en ridículo. La civilización
prehispánica en Méjicd
era una espantosa tiranía. Y España llevó
la
fe y la civilización a aquel pueblo. Esos son los hechos rele­
vantes. El hundimiento de aquella cultura -Abascal le niega tal
nombre--era inevitable, y, sobre todd, liberador. No había nada
bueno en ella,
como no fuera para los arqueólogos. La colosal
(*) Editorial Tradición, Méjioo, 1992, 81 págs:
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