Maria Adelaide Raschini

INMEMORIAM
INMEMORIAM
MARIA ADELAIDE RASCHINI
La profesora de filosofía teorética de la Universidad de Gé­
nova, MARIA AnELAIDE RAscHINI, ha entregado su aln1a a Dios
(d.e.p.).
Recuerdo muy bien cuando en Stressa, en una de las Jorna­
das que organizaba nuestro maestro
MrcHELE FEDERCIO ScIACCA,
éste me la presentó como la más brillante de sus discípulas. No
pensábamos entonces
en que, muy pronto, fallecido el maestro,
ella le sucedería
en su cátedra de filosofía de la Universidad de
Génova.
Al año siguiente al de la muerte del maestro, en las últimas
Jornadas de Stressa a las
que asistí, organizadas en su memoria
por MARIA ADELAIDE RAsCHINI y PIER PAOLO ÜTIONEU.O, que acaba:
ban de contraer matrimonio, volví a verla y estreché 1ni anllstad
con ambos.
MARIA ADELAIDE RAscHINI nació en Broni (Pavía), se licenció en
Génova, y fue ayudante de MICHELE FEDERICO SCIACCA hasta el año
1970, en el que obtuvo la cátedra de historia de la filosofía en la
misma Universidad.
A la muerte de ScIACCA le sucedió como
queda dicho en la cátedra de filosofía teorética. En 1970 el pro­
fesor
ScIAcCA la nombra vicedirectora del Giornale de Metafisica,
y la señaló como futura directora, cargo en el que se mantuvo
hasta el
año 1977. En 1971, dirigió el "Centro di ricerca perla filo­
sofía italiana e francesa del C.N.R.". El año 1978 funda la revista
Ftlosofia Oggi. Desde 1973 ha dirigido con PIER PAOLO ÜTIONELLO
los Studt Sctachianiy, desde algo más tarde, L'Arcipielago.
Su obra es extensísima y de gran valor científico, filosófico e
histórico. De ella quiero destacar el tomo de De Bacone a Kant.
Concretezza
o astrazztone, y los volúmenes llumfnismo italiano,
I tradicionalisti jrancesi, L 'Idealismo anglo-americano.
En nuestra XXN Reunión de amigos de la Ciudad Católica,
que tuvo lugar en la Residencia Mater Salvatoris, cumbre del
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Tibidabo, los ellas 1, 2 y 3 de noviembre de 1985, iniciada con un
homenaje a la memoria de MICHELE FEDERICO ScIAccA, tuvimos el
agrado
de tenerla con nosotros, acompañada de su esposo PIER
PAOLO ÜTIONEUO y del profesor ToMMASSO BUGOSSI. En su con­
ferencia,
MARIA AnELAIDE desarrolló el tema Historia y liberación.
Indicó en ella que no tiene sentido hablar de liberación sin
partir de la libertad
que el hombre posee por su estado ontoló­
gico, entendiéndose,
as! la liberación como voluntad de libera­
ción del mal.
La historia es, por tanto, el tiempo de la libertad y,
por esto, la historia humana no es mera historia natural. En ella
cada hombre está llamado a
una tarea concreta con el fin de con­
tribuir al desarrollo de la historia
en cuanto testimonio de la ver­
dad perenne. A este respecto, recordó las enseñanzas de nuestro
maestro ScIACCA, entendiendo que su gran empresa metañsica se
basó en la idea de la creación. Por lo cual, entendía que el único
auténtico progreso ha de centrarse
en considerar a Dios como
principio, centro y fin de la historia.
Muy relacionado
con este tema es el artículo "Educar para la
verdad y
en la verdad", que ya había sido publicado en Verbo, en
enero-febrero de 1983. En él concluía diciendo que la libertad "es
el instrumento más precioso para alcanzar la verdad", y
que si la
libertad "viene delante de todas las cosas de este mundo", "la ver­
dad viene antes que la libertad, de la cual es el fin".
Todavía tuve ocasión de encontrarme con MARIA AnELAIDE en
Madrid, en el año 1988, con ocasión de participar ambos en el
homenaje tributado
al profesor MICHELE FEDERICO ScIACCA en la
Fundación Pastor, con el ciclo "Sciacca y la filosofia clásica",
que
fue organizado por esta Fundación y la Sociedad Iberoamericana
de Filosofia.
MARIA AnELAIDE trató de w intetpretación sciachiana
de Sócrates.
A su entender, "hoy SóCRATES tiene que decimos algo
nada insignificante, estimulándonos a
una calidad humana que
no puede mantenerse viva sin la conciencia del lagos, sin el
lumen especulativo, y sin que el lumen especulativo se sustente
de alimentos ya no mundanos, sino religiosos. En este aspecto,
dijo que la "interpretación socrática de ScrAcCA nos atestigua cuán
necesario es un pensamiento que, como él mismo hizo, sepa
todavía sacar de las raíces
de nuestra civilización aquella savia
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abundante de vida espiritual que el mundo moderno corre el
riesgo de secar para siempre".
Descanse
en paz MARIA ADELAIDE RAscHINI en el seno de Dios,
al lado de nuestro maestro
M!CHELE FEDERICO ScIACCA; y reciba su
viudo, nuestro amigo
el profesor PIER PAOLO 0rTONELLO, la expre­
sión de los sentimientos que nos unen a su dolor y oraciones.
JUAN VAUJlT DE GOYT!SOLO
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