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Número 395-396

Serie XL

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El mal, el pecado y las estructuras de pecado

EL MAL, EL PECADO Y LAS ESTRUCTURAS
DE PECADO
La tremenda fuerza de atraCción del mal que lleva a considerar
"nonnales" lo que constituye "estructuras de pecado".
~ un hecho incontroverti.ble que la interdependenda de los siste­
"mas sociales, económicos y políticos crea en el mundo actual múltiples
~estructuras de pecado {el. Sollicitudo rei socialis, 36; catecismo de la
'Iglesia católica, núm. 1869}. Existe una tremenda fuerza de atracdón
"del mal que lleva a considerar como mormales» e dnevitables, muchas
"actitudes. El mal aumenta y presiona, con efectos devastadores, las con­
"ciencias, que quedan desorientadas y ni siquiera son capaces de discer­
"nir. Asimismo, al pensar en las estructuras de pecado que frenan el
"desarrollo de los pueblos menos favorecidos desde el punto de vista eco­
"nómico y polfti.co {cf. Sollicitudo rei socialis, 37}, se siente la tentación
"de rendirse trente a un mal moral que parece inevitable. Muchas perso­
"nas
se sienten impotentes y desconcertadas frente a una situación que
"las supera y a la que no ven camino de salida. Pero el anuncio de la
"victoria de Cristo sobre el mal nos da la certeza de que incluso las
"estructuras
más consolidadas por el mal pueden ser vencidas y sustituí­
"das por ,estructuras de bien, (cf. ib., 39},.
JUAN PABI.O 11: catequesis del Papa durante la ~udien­
cia general del miércoles 25 de agosto. L 'Osservatore Ro­
mano, edición semanal en lengua española, año XXXI,
núm. 35 (1600), 27 de agosto 1999.
Debilitación de la conciencia del pecado en el mundo contem­
poráneo .
.-AJ dirigir nuestra mirada ahora al mundo contemporáneo, debe­
"mos constatar
que en él la candencia del pecado se ha debilitado nota­
"blemente. A causa de una difundida indiferencia religiosa, o del recha-
Verbo, núm. 395-396 (2001), 419-421. 419
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''za de cuanto la recta razón y la Revelación nos dicen acerca de Dios,
"muchos hombres
y mujeres pierden el sentido de la alianza de Dios y de
"sus mandamientos. Además, muy a menudo la responsabilidad huma­
"na se ofusca [XJr la pretensión de una libertad absoluta, que se consi­
"dera amenazada y condidonada por Dios, legislador supremo.
»El drama de la situación contemporánea, que da la impresión de
"abandonar algunos valores morales fundamentales, depende
en gran
"parte de la pérdida del sentido del pecado. A este respecto, advertimos
"cuán grande debe ser el camino de la mueva evangelización,. Es preci­
"so hacer que la conciencia recupere el sentido de Dios, de su misericor­
"dia
y de la gratuidad de sus dones, para que pueda reconocer la grave­
"dad del pecado,
que pone al hombre contra su Creador. Es necesario
"reconocer y defender como
don precioso de Dios la consistencia de la
"libertad personal, ante la
tendenda a disolverla en la cadena de condi­
"donamientos sociales o a separarla
de su referenda irrenundable al
"Creador».
JUAN PAELO II: Catequesis del Papa durante la audien­
cia
general del miércoles 25 de agosto. L 'Osservatore Ro­
mano, edición semanal en lengua española, año XXXI,
núm. 35 (1600), 27 de agosto de 1999.
La dimensión social del pecado personal creadora de "simaciones
de pecado".
KEl pecado personal tiene una dimensión social. El pecador, a la vez
"que ofende a Dios y se daña a sí mismo, se hace responsable también
"del mal testimonio y de la iniluenda negativa de su comportamiento.
'Incluso cuando el pecado es interior, empeora de alguna manera la
"condición
humana y constituye una disminución de la contribudón
"que todo hombre está llamado a dar al progreso espiritual de la comu­
"nidad
humana.
»Además de todo esto, los pecados de cada uno consolidan las formas
"de pecado social que son precisamente fruto de la acumulación de
"muchas culpas personales.
Es evidente que las verdaderas responsabili.­
"dades siguen correspondiendo a las personas, dado que la estructura
"social en cuanto tal
no es sujeto de actos morales. Como rec.uerda la
"exhortadón apostólica pos/sinodal
Reconciliatio et paenitentia, Ja Jgle­
"sia, cuando habla de situaciones de pecado o denunda como pecados
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'Sociales determinadas situaciones o comportamientos colectivos de gru­
pos sociales más o menos amplios, o hasta de enteras naciones y bloques
"de nadones, sabe y proclama que estos casos de pecado social son el
"fruto, la acumuladón y la concentración de muchos pecados persona­
les. (. . .) Las verdaderas responsabilidades son de las personas, (n. 16).
JUAN PABLO 11: Catequesis del Papa durante la audien­
cia general del miércoles 25 de agosto. L 'Osservatore Ro­
mano, edición semanal en lengua española, año XXXI,
núm. 35 (1600), 27 de agosto de 1999.
Es preciso educar el sentido de la responsabilidad personal vincu­
lada íntimamente a los imperativos morales y a la conciencia
del pecado.
da mueva evangelización» afronta este desafío. Debe esforzarse
"para que todos los hombres recuperen la certeza de que en Cristo es
"posible vencer el mal con el bien. Es preciso educar en el senüdo de la
"responsabilidad personal, vinculada íntimamente a los imperativas
mo­
"rales y a la candencia del pecado. El camino de conversión implica la
"exclusión de toda connivencia
con las estructuras de pecado que hoy
"particularmente condidonan a las personas en los diversos ambientes
"de vid@.
JUAN PABLO 11: Catequesis del Papa durante la audien­
cia general
de miércoles 25 de agosto. L 'Osservatore Ro­
mano, edición ·semanal en lengua española, año XXXI,
núm. 35 (1600), 27 de agosto de 1999.
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