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Número 395-396

Serie XL

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La otra tentación del católico: la tentación postmoderna

LA OTRA TENTACIÓN DEL CATÓLICO:
LA TENTACIÓN POSTMODERNA
POR
ANroNio SEGURA FERNs
En Verbo 375-6 abordé el tema de una tentación actual del
discurso católico, la tentación
del tradicionalismo romántico que,
en el caso extremo, anula la razón humana inmolándola en aras
de
una supuesta Fe imprudente. Ahora estamos ante otra y más
terrible tentación: la de
la cultura postmoderna, que, tras el fra­
caso patente de
las ideolog!as de la modernidad, intenta introdu­
cirse
en el discurso católico con el vestido de la virtud, difícil­
mente evitable pues, como dice
T. Parsons (1), en la sociedad
humana "no es
uno el creyente y otro el ciudadano". Es peligro­
sa
por la visión ingenua de muchos católicos en la que una pie­
dad sencilla y una buena intención parecen suficientes sin entrar
a considerar
que muchos de los términos hoy usuales tienen no
solo distinto, sino aún opuestos significados según quien los pro­
nuncie. Esto a pesar
de las serias advertencias del Papa en la
Splendor Veritatis y en la Pides et Ratio cuya doctrina es acepta­
da a ojos cerrados,
pero ni comprendida ni seguida pues sobre­
pasa a las preocupaciones de la gente sencilla a la que
no se la
suele enseñar con suficiente claridad la situación actual de la
secularizada cultura imperante. El Papa si lo expone as!: "Santo
Tomás amó de manera desinteresada la Verdad.
La buscó alli
donde pudiera manifestarse ... Su filosofía es verdaderamente una
filosoffa del siery no del simple parecer" (F et R., § 44). Hay, pues,
(!) T. PARSONS, El sistema soda!, Revista de Occidente, 1966, pág. 178, y
Cap. V.
Verbo, núm. 393-394 (2001), 491-506. 491
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dos metafísicas enfrentadas: la del Ser Transcendente (Dios Crea­
dor y Legislador) frente a la
de parecer inmanente del pensar
humano. Y hay
que recordar con Heidegger que "la verdad meta­
física habita
en estos abismos insondables, su vecindad más pró­
xima es el error más profundo, siempre
al acecho" (2). Y es grave
porque "toda. pregunta metafísica abarca
integro el problematis­
mo de la metafísica" (ibid.), es decir, que compromete totalmen­
te el discurso humano
según la opción que se haya tomado (3),
sea la del Creador de los
seres, sea solo el aparecer humano:
aquella
es la metaffsica del ser del Aquinate, esta la del parecer
del cógito inmanente postcartesiano.
A. Bloom ( 4) lo dice así: "El ego de Descartes... resulta la
punta del iceberg que flota
en el mar turbulento e insondable lla­
mado el ld, la conciencia y el epifenómeno del inconsciente". Es,
pues, el hombre hecho creador y centro de toda realidad del que
Kant podrá decir, que para conseguir no la verdad, sino la huma­
na
certeza, "ensáyese si no tendriamos más éxito en los proble­
mas de la metafísica, aceptar
que los objetos sean los que deben
regularse por nuestros
conocimientos' y no al contrario como
propone
la meta!lsica del ser. Y Marx, en esta realidad creada por
el cogito humano, en la XI Tesis sobre Feuerbach establecerá que
"los filósofos
no han hecho más que dar al mundo diversas inter­
pretaciones; lo
que importa es transformarlo". Lógica consecuen­
cia del
Método cartesiano que "contiene lo que da certidumbre a
las reglas
de la aritmética" (5), es decir, la matematización uni­
versal
en la que desaparece la ley de libertad del espíritu reduci­
do a la ley de necesidad de la materia, pero según Descartes "de
este modo nos convertiremos
en dueftos y seftores de la natura­
leza" (6).
Se vé cómo al llevar a sus últimas consecuencias el
cambio del fundamento metafísico iniciado
por Descartes, el
ocaso de la mente moderna (Bloom), significa poner al HOMBRE
492
(2) M. HmoEGGER, Qué es metaf1sica, en Hitos Alianza de 2000, pág. 107.
(3) Cfr. C. CARDONA, Metafísica de la opddn intelectual, Rialp, 1969.
(4) A. BLOOM, El derre de la mente moderna, Planeta, 1989, págs. 52-3.
(5) DESCARTES, Discurso del Método, Edaf, tm, pág. 37.
(6) lbidem, pág. 77.
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LA OTRA TENTACIÓN DEL CATÓLICO: LA TENTACIÓN POSTMODERNA
como fundamento no sólo del discurso, sino. de la misma reali­
dad existencial. Y esto admite dos vías: Platón toma el hombre
como la especie, la idea; o,
en otro sentido, la aristotélica que
toma al hombre real (!}{istente, la sustancia. Aquella se .transforma
ahora en la ideología socialista; está en la liberal-capitalista del
ciudadano. Chafarevich
(:,) lo resume asi: "todo socialismo,
desde Platón, reposa
en la negación de la peISona, pero también
del egoismd'.
Es por esto último por lo que despierta simpatías
en la gente buena, pues el egoísmo está siempre patente míen.tras
que el concepto peISona tardó siglos en definirse por Boecio
(siglo v
d. C.) y su desarrollo fue lento en la filosofía escolástica
de la Cristiandad.
Veremos ahora el juicio actual sobre ambas ideologías.
J. F.
Revel (8) analiza el socialismo por las reacciones de sus partida­
rios
.tras la caida del socialismo real marxista de la URSS, hoy
amparado bajo el ambigüo título de progresismo. Escribe: ,el co­
munismo, confiesan, era una "tiranía odiosa" y "un modelo eco­
nómico nefasto". Pero, al mismo tiempo, era el único sistema que
podía salvarnos del "encierro del consumismo·; del liberalismo
desenfrenado,
de la dominación y del despreci0o (pág. 25). Los
capitulos V y VI los dedica al ,Libro negro del comunismo (9),
suma de ochocientas páginas · sobre los crimenes del comunis­
mo ... realizada por un equipo de historiadores ... (que) provocó el
furor inmediato y duradero de las elites de la izquierda pensante
y periodística. Se desplegaron todos los ardides, estratagemas
y trapacerias ... para desacreditar el libro- (pág. 71). Y añade:
,La
· novedad del libro negro. la razón de su violento efecto de cho­
que, es
que nos presenta la suma total· (pág. 79), que alcanza los
93,35 millones de victimas.
El progresismo, ante la cruda realidad
admitió
,en primer lugar. . . "reconocemos la existencia de los
horrores relatados
en El libro negro". En segundo, esos horrores
no tienen nada que ver con el comunism0o (pág. 87) en palabras
de Robert Hue, secretario general del
PCF. Esta confesión de
<:T) Y. CHAFAREVICH, El fendmeno socJalista, Emesa, 1978, págs. 38-9.
(8) J. F. REvEL, La gran mascarada, Tusquets, 2000, págs. entre paréntesis.
(9) Varios autores, El Libro negro del comuntsmo, ·Espasa Calpe, 1998.
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parte es justamente lo contrario de lo quee sostiene Marx en la
25 Tesis sobre Feuerbach: ·En la práctica es donde el hombre
tiene que demostrar la verdad ... no es una cuestión el campo de
la teoría• que Revel comenta así: ·En el coloquio de intelectuales
del Este y del Oeste ...
se oyó a una dama exclamar: ¿Hemos
cometido errores? ¡en absoluto! es la Historia la que
ha cambiado
de
dirección-(pág. 77). Toda esta dialéctica puede resumirse así:
·¡el comunismo era bueno porque respondía al sueño de tanta
gente buena.t
(pág. 26) de tal modo que ,aunque el comunismo
haya aumentado la injusticia, estar contra él es estar conu:a la jus­
ticia. El mayor peligro es el capitalismo-(pág. 27).
Es el momento de aclarar los términos: Socialismo tiene dos
acepciones, una dura y otra blanda, pero está claro; no es así con
el capitalismo, su opuesto socialmente. Igual pasa con liberalis­
mo ya se tome como ideología o solo como economía de merca­
do, como sistema de gestión económica. La ideología liberal
rechaza
como regla cualquier marco común (10) que se preten­
da es sociopoliticamente superior al HOMBRE, mientras que el libe­
ralismo económico
es anaxiológico (11), es solo un sistema ins­
trumental, y capaz de funcionar bajo las exigencias de cualquier
marco moral, que se acepta con todas las consecuencias econó­
micas que conlleve. Lo único a considerar aquí es la observación
de Pieper (12) que dice: ,la ética idealista del siglo pasado ha
olvidado y negado la determinabilidad de la moral por la reali­
dad-que en lo socioeconómico significa que cuando la realidad
económica no puede subvenir un gasto o inversión, eso no es
bueno o malo, Justo o injusto: simplemente no es. Un testimonio
autorizado
en este tema -al menos para los católicos--es la
Ene. Centessimus Anuus que respecto a la sociedad liberal-capita­
lista dice lo
que ocurre (cuando) las criticas van dirigidas no
tanto contra un sistema económico cuanto contra un sistema
(10) Cfr. KAlu. POPPER, El mito del marco comtJn, Paidós, 1997. Critica biblio­
gráfica en Verbo 363-4, págs. 342-362.
(11) Cfr. R. TERMES, Antropología del Capitalismo, Real Academia de Ciencias
Morales y Políticas, 1992, pág. 216.
(12) J. PillPl!ll, El descubrimiento de fa Realidad, Rialp, 1974, pág. 94.
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LA OTRA TENTACIÓN DEL CATóLJCO: LA TENTACIÓN POSTMODERNA
ético-cultural ... La economía es sólo un aspecto de la compl,ja
actividad humana. Si se absolutiza ... y se convierte en el único
valor de la sociedad,
no subordinado a cualquier otro, la causa
hay que buscarla no solo y no tanto en el sistema económico
mismo sino en el hecho de que todo el sistema socio-cultural,
al
ignorar la dimensión ética y religiosa, se ha debilitado(§ 39), aña­
diendo luego:
Si por capitalismo se entiende un sistema econó­
mico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa,
del mercado ... y de
la consiguiente responsabilidad para con los
medios de producción de la libre actividad
humana en el sector
de la economía, la respuesta es absolutamente positiva ... Pero si
por capitalismo se entiende
un sistema en el cual la libertad, en
el ámbito económico,
no está encuadrada en un contexto estable,
en
un contexto político que la ponga al servicio de la libertad
humana integral y la considere como una particular dimensión
de la misma, cuyo centro es ético y religioso, entonces la respues­
ta es absolutamente
negativa-(§ 42).
Aclarado el lenguaje, Revel, en el capitulo IV -Un debate
amañado: socialismo contra liberalismo---,
que obviamente se
refiere al económico o capitalismo, dice: •los socialistas se figuran
que el liberalismo
(económico A. S.) es una ideologia. Y, median­
te una sumisión mimética ... los liberales se han dejado inculcar
esta visión groseramente errónea
de si mismos,, (pág. 50). Han
caldo, pues, en la tentaciónpostmodema. Esta lectura de Revel es
correcta, pues más adelante se pregunta: •¿Qué es una ideología.
Es una construcción a priori, elaborada antes y a pesar de los
hechos
y los derechos, es lo contrario de la ciencia y la filosofía,
de la religión
y la moral. La ideología no es una ciencia, por la que
ha querido hacerse pasar, ni moral de la que ha querido tener las
llaves
y arrogarse el monopolio, ensañándose en destruir su fuen­
te y condición: el libre
albedrío individual; ni religión, a la que
equivocadamente y con frecuencia se ha comparado (13). El sig­
nificado de
la religión proviene de la Fe en una trascendencia. La
ideología pretende hacer perfecto este mundo, (págs. 60-1).
(13) Cfr. El catecismo de la doctrina sodallsta, Mañana Editorial, 1928, de
Felipe Cantero.
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Pasa a exponer la ideología del socialismo blando actual: ,Los
socialistas contemporáneos.. . yerran cuando imaginan que los
liberales proyectan, como ellos, la ·creación de una sociedad per­
fecta y defmitiva, la mejor posible, pero de signo contrario a la
suya,. (pág. 62). Y trae un ejemplo de esta falsa dialéctica: ,Un
liberal diee a un socialista: En la práctica. el mercado parece
menos malo para la asignación de recursos que el mercado pla­
niflcado.
El socialista responde ... el mercado no resuelve todos
los problemas.
¡Claro!, ¿quién ha dicho esa sandez? ... El liberalis­
mo jamás ha ambicionado construir una sociedad perfecta. Se
contenta con comparar las diversas sociedades existentes y sacar
las conclusiones pertinentes del estudio
de las que fuhcionan ...
menos
mal· (pág. 50). Y esto, en el manejo económico de los
recursos, es medible en eficiencia y es, por su propia -naturaleza,
pactable y corregible. No como en las ideologías que por princi­
pio
no lo son. Es decir, admite tal como es el mundo creado, el
socialismo pretende
crear un mundo nuevo.
Pasemos ahora al análisis de la perspectiva liberal-capitalista,
también inscrita
en la metafísica irunanente del liberalismo ideo­
lógico
que no tolera marco común superior alguno y lo haremos
de la mano de D. Bell (14) que estudia la interrelación entre
ambos liberalismos, el
económico instrumental y el ideológico
cultural.
Escribe: ·Divido la sociedad analiticamente en una
estructura sodoeconómica, el orden político y la cultura,. (pág.
23). Y pasa a explicarlo:
«el principio axial de la cultura moderna
es la remodelación del
Yo para lograr la autorrealización-(pág.
26), mientras que «el capitalismo es un sistema económico-cul­
tural, organizado económicamente
en base a la institución de la
propiedad y la producción de mercancías...
La democracia es
un sistema sociopolítico en el que la legitimidad reside en el
consentimiento de los
gobernados,, (pág. 27). Está, pues, perfec­
tamente delimitado el ámbito del discurso. Pasa a estudiar las
contradicciones de este modelo

de convivencia.
En primer lugar,
"la cultura se ha convertido en el componente más dinámico de
nuestra civilización,
superando hasta el dinamismo de la tecnolo-
(14) DANIEL BEIJ., ~ contradicdones culturales del capitalismo, Alianza, 1977.
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LA OTRA TENTACIÓN DEL CATÓLICO.-LA TENTACIÓN POSTMODERNA
gfa ... La sociedad ahora acepta este papel de la imaginación, en
lugar de considerar, como en el pasado, que la cultura establece
una norma y afirma una tradición filosófico-moral con relación
a los cuales
la nueva puede ser medida y (por lo general) cen­
surada• (pág. 48).
Es decir, opera como un marco común recibi­
do que regula lo bueno y lo malo en el juicio histórico y moral
de los comportamientos personales y sociales.
Es el paso del pasado metaf'JSico realista a un futuro imagi­
nario,
desde el que se organizan los valores económicos y la
acción social y política.
En el estado cultural de hoy, dominado
por el emotivismo a-racional, lo estético potenciado· por los
medios audiovisuales tiene
una importancia decisiva como con­
formador de la cultura y ,ahora se trata el carácter del arte mismo,
como
en la naturaleza de la respuesta a él, la preocupación del
Yo predomina sobre cualquier norma objetiva-(pág. 133). ,La cul­
tura manipula el deseo del desarrollo (comprendido el de la cul­
tura) antes que
el de la justicia, igualdad o destino. Y los media
ofrecen, a la política cultural del liberalismo trinfante, posibilida­
des inmensas de estetización. ..
Los objetos, o los contenidos, se
vuelven indiferentes.
La única pregunta es si son 'interesantes'~
nos dice acertadamente Lyotard (15) describiendo lo que signifi­
ca
el paso de la ética a la estética, terreno especifico del arte
representativo de lo
que es normal en la sociedad. Bell expresa
lo que dice Fukuyama (16)
al recordar el thymos platónico, la
autorrealtzación como el motor de la sociedad democrático-libe­
ral triunfante
tras la caida del muro de Berlín. Pero Bell añade
que esta petidón de la cultura choca frontalmente contra el obje­
tivismo realista del proceso económico,
pues ,el corazón de todas
las sociedades industriales, capitalistas o socialistas, es la capaci­
dad de usar una parte sustancial de PNN para fines de inversión
y crecimiento
económico-(pág. 224), que asi «se ha convertido en
(15) J. F. LYOTARD, Moralidades postmodernas, Tecnos, 1996, pág. 27.
(16) F. FUKUYAMA, El fin de la H!storlayel último hombre, Pl~eta. 1992. ar.
págs. 232 y sigs. Es igual tesis que J: BAUDRILLARD, Moralidades postmodernas,
Technos, 1991, págs. 25 y sigs. y 161 y sigs. En Para una critica de la economía
polltica el signo, Siglo XXI, 1973, añade a los valores morales el "valor del signd'
en el valor social (thymos).
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la religión secular ... frente a las motivaciones individuales, la
base de la solidaridad política, fundamento
de la movilización
social• (pág. 225).
Es aqul donde aparecen los problemass de las contradiccio­
nes culturales
de un capitalismo económico ccín una cultura ideo­
lógica
llberal porque "el cimiento de toda sociedad liberal es la
buena disposición de todos los grupos a transigir
en los fines pri­
vados
en pro del interés públlco. La pérdida de la civltas signifi­
ca. .

. que estalla el terrorismo y
la lucha entre grupos y prevale­
ce la
anomia política; o bien todo intercambio público se con­
vierte
en un trato cínico en que los sectores más poderosos se
benefician a costa de los débiles• (pág. 231).
El problema •tiene
dos formas:
1) La definición de bien común, problema clásico de
la
polls; y 2) La satisfacción de los derechos y deseos privados•
(pág. 240), y
es malo porque ,la dificultad es que el hogar públl­
co del siglo XX no es una comunidad, sino un ruedo en el que
no hay reglas normativas, (pág. 241) y así hoy, en •toda sociedad
se inclinan ante los
intereses,. (pág. 258). Intereses privados que
se reflejan
en las ideologías: ,los conservadores quieren la liber­
tad económica pero la regulación moral ... Los llberales ameri­
canos
(17) contemporáneos desean la regulación económica y
llbertad inoraJ. (ibídem). Esto implica la pregunta ,¿qué es la mo­
ralidad! ¿No ha de haber restricciones legales? ¿Debe permitirse
todd!· (pág. 259). En resumen: ,la cuestión es saber si hay una
voluntad común. También aqui existe una condición previa: La
necesidad de un vínculo transcendente que una suficientemente
a los ciudadanos para
que sean capaces ... de hacer los necesa­
rios sacrilicios de
su egoísmo,. (pág. 263).
En
el Prólogo de la 2.' Edición inglesa de 1978, Bel! se ,defi­
ne como sociallsta en lo económico, llberal en lo político y con­
servador
en la cultura• (pág. XI), lo que parece un revoltijo que
exige aclarar que lo que tiene
en su mente -que no es la de
algunos lectores-no tiene el sentido ideológico hoy usual, por­
que expresamente se declara
,seguidor de Aristóteles y después
(17) En Norteamérica liberales el equivalente a socialista europeo; conser­
vador el liberal europeo.
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LA OTRA TENTACIÓN DEL CATÓLICO: LA TENTACIÓN POSTMODERNA
de Tomás de Aquino• (pág. XIII), es decir, de la filosoña del ser.
no del simple parecer. Y termina proclamando que -su relación
con la religión procede de asumo es el carácter constitutivo de la
cultura, del eje de cuestiones
que soporta los predicamentos exis­
tenciales, la constancia en el hombre de
su .initud y los límites
intranspasables de su poder ... Creo que
tal cultura, cuando pres­
ta atención a los límites que explora el mundo volverá, en algún
punto, a recobrar
Jo sagrado,, (pág. XXIV). Bell, aquí, coincide
con Dworkin (18) cuando dice: •con la posible (aunque comple­
ja) excepción de
una divinidad, no hay autoridad moral a la que
se pueda apelar de manera que automáticamente mi posición se
convierta en posición
moraJ... Filosóficamente podemos resumir
esto recordando el fundamento sociopolítico moderno que nace
en B. Spinoza y lo llama conatus que es «el esfuerzo con que
cada cosa se esfuerza en perseverar en su ser,, (19), desarrollar su
naturaleza como sea
y a costa de quien sea. Yovel (20) nos dirá:
•Spinoza lo llama cimatus; Nietzsche voluntad de poder,.
Pasemos ahora, desde las ideologías del parecer, al discurso
ya filosófico
de las filosoñas del ser. En Verbo 385-6 el profesor
d'Ors recuerda
la doctrina aristotélica del problema socioeconó­
mico. Aristóteles aborda
el estudio de la economía desde la onto­
logía realista. Aristóteles señala que
•la ética es una cierta disci­
plina política• (I
Eth. Nich. 2, B 1046b, 10) y que la política no es
una ciencia exacta (ibid. 3, B 1046b, 25) pues el hombre -es un
animal social -l;oov 1t0A.t'tl1COV-por naturaleza.. (1 Poi. B 1253a,
5) pero implicado por leyes morales por ser animal lógico -l;oov
A.O')'tKOV-, capaz de juzgar (III De An B, 228a, 5). Por eso vive
en sociedad desde la familia a la ciudad --1t0A.t~-y no solo
sujeto
al instinto de Jo sensible como el animal pues se comunica
en conceptos por la palabra. De aquí entra en el tema económico
que divide
en dos items: La administración del gasto o economía
(18) R. DwoRKIN, El derecho a la vida, Ariel, 1994, plig. 321.
(19) B. SPINoZA, Ethlca more geomdtrico demonstrata, Libro 3.0
, Proposicio­
nes vn, vm y IX.
(20) Y. YoyEI., Spinoza, el marrano de la razdn, Anaya-Muchnik, 1955,
plig. 320.
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--OtKO~ voµo~-de las cosas que la familia precisa para vivir y,
por otro lado la crematística -KpEµatllCIJ-o manejo de dinero
en el intercambio social entre unos y otros en cuanto se pasa del
estado de trueque de los bárbaros que -cambian unos productos
útiles
por otros, pero nada más· (1 Poi. B 1257a, 6). Al irse civili­
zando y comunicándose
con otras ciudades, -se introdujo por
necesidad el émpleo de la moneda· (fbld., 8) y, por eso, •una vez
inventada la moneda
por la necesidad del cambio surgió la otra
forma
de crematistica: el comercio de compra y venta• (B 1257b,
1), más allá de su uso primero en la administración de la casa.
Pues ·la crematística parece tratar sobre todo de la moneda, y su
función
es averiguar de donde obtendrá abundancia de recursos
pues es
un atte productivo de riqueza y recu= (fbld., 10). Aquí
surge
una diferencia: ,el comercio de compra y venta no forma
parte de la crematistica
por naturaleza, pues entonces sería nece-
. sarlo que el cambio se
hiciera para satisfacer lo suficiente, (ibid.,
1257 a, 4) y. cómo antes señala habland<> de_ los bienes n_ecesarlos
·.: para vida, ·parece que la v(!rdadera riqueza provien<;! de estos,
pues la provisión de esta clase, de bienes no .es ilimitada• (ibid.,
· 14). Y de esto saca esta sorprendente conclusión que d'Ors seña:
la: •La crematistica a partir de los frutos de la tierra y de los ani­
males es siempre conforme a la naturaleza ... Ahora bien, como
hemos dicho, esta arte tiene
dos formas: una, la del comercio de
compra y venta otra la de la administración doméstica. Esta es
necesaria
y alabada; la otra, en cambio, Justamente censurada ...
Y muy justamente es aborrecida la usura porque en ella la ganan­
cia procede del mismo dinero, y
no es para aquello para lo que
éste se inventó-(B 1258b, 1-5), que claramente es el servir de
medida del valor en los intercambios de Jo necesario, •pues se
hizo para el cambio, y el interés al contrario
por si solo produce
más
dinero,, (ibid., 5). Antes ha dicho de la economia-crematisti­
ca aceptable que
-es parte de la administración doméstica rela­
cionada
con el alimento, no como aquella (la inaceptable A.S.)
ilimitada, sino con un limite preciso• (B 1258a, 18). Literalmente
lo
que está diciendo es que lo aceptable para •vivir bien y no el
afán
(ilimitado A.S.) de vivir-(ibídem) solo hay que considerar
naturallas necesidades ffsicas del cuerpo animal. Yo creo no es
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LA OTRA TENTACIÓN DEL CATÓLICO: LA TENTACIÓN POSTMODERNA
lógica esta deducción de la idea de Aristóteles que vive y quiere
vivir bien en la sociedad griega con casas, propiedades agrarias,
comerciantes, trabajadores asalariados
y esdavos. Y es clarividen­
te
en su anticipación econé)mica este párrafo: •Las posesiones son
un instrumento para la vida y la propiedad es una multitud de
instrumentos;
también el esdavo es una posesión animada ... un
instrumento previo a otros instrumentos. Si cada·uno de los ins­
trumentos pudiera cumplir
por si mismo su cometido, obedecien­
do o anticipándose a las órdenes ... , si las lanzaderas teyieran
solas y los plectros tocaran las cítaras, los constructores no nece­
sitarlan ayudantes
ni los amos esdav@ (B 253b, 3). ¿Dónde está
el límite de lo necesario en la naturaleza humana? ¿Puede negar­
se
que el arte, un lujo, en el que la humanidad ha invertido can­
tidades ingentes de dinero
no es una necesidad natural?
Realmente Aristóteles más que de economía, natural o finan­
ciera, está hablando de moral, aunque atribuye la maldad más al
instrumento,
la crematística financiera, que a la intención de
quien lo maneja.
Es dificil de expresar y, más aun, de traducir a
palabras:
La raiz )(pt¡V responde a múltiples significados, todos
referidos a la
voluntad: necesitar, obligación, indemnizar, añorar,
pedir, querer, poseer, crear, tratar, incluso falta, pobreza, indeci­
sión, multa, necesidad/ carencia, utilidad. De ella procede
XPEJ.UX
que significa casa, dinero, riqueza, poder, negocio, pecuniario,
avaricia/deseo (21) lo que origina traducciones diferentes.
En la
que manejamos (22) dice hablando de las aplicaciones
en la eco­
nonúa
natural: ·de la basada en el cambio la más importante es
el comercio que tiene tres partes: embarque, transporte y venta•
(B 1254a, 2). Frente a esta traducción, correcta pero fisicista, del
transporte, T. de Aquino en el texto latino de su Comentario a la
Política de Aristóteles da un giro a la cuestión y dice ,pecuniati­
vam translativam esse per quam acquiritur pecunia non ex rebus
necesariis
ad vitam, sed ex quibusdam a/iis rebus. Et dicitur trans­
/ativam quia pecunia translata est de rebus naturaliis
ad hujus
(21) Diccionario griego-español de los profesores del Colegio Loyola, Razón
y Fé, 1963, pág. 586.
(22) ARISTÓTELES, PoJJUca, Gredos, 1988.
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modi, (Sent. Libri Politicorum, 4, 6-3). En este párrafo latino, se ve
que el Aquinate pone el translativam no en el transporte llsico de
los artículos del comercio, sino en el proceso de pago crematísti­
co. Y esta capacitas translativa del dinero le lleva más allá de
entenderlo solo como medida, y para entenderse también como
depósito de valor en el transcurrir del tiempo al que puede apli­
carse a la crematistica lo
que dice Aristóteles del comercio natu­
ral de las cosas: ·De estas actividades, las más técnicas son aque­
llas
en las que hay un mínimo de azar ... las más innobles las que
menos necesitan de cualidades personales,. (B 1258b, 6). Está,
contra lo que piensa, describiendo las cualidades necesarias para
el
mundo financiero. Claro que son cualidades de la persona, no
del simple ciudadano de la polis. Tomás si que habla de la per­
sona
humana, que no solamente es sujeto de conocimiento y
voluntad, sino también
de la concupiscencia de los sentidos y los
sentimientos. Y en esto Tomás traslada al sujeto, a la persona -y
suele llamarse más bien 'deseo codicioso· (S. Th. II, q 34, ar 1,
ar 3 co)--lo que Aristóteles pone en la crematistica no natural.
Estas concupiscencias algunas son buenas y otras malas (S. Th.,
q 34, ar 1, co) y as[ el apetito de las riquezas naturales no es in11-
nito ... una cantidad limitada de ellas basta para saciar la natu­
raleza: pero el apetito de las riquezas es infinito, porque está al ser­
vicio de
una concupiscencia desordenada que no conoce limites ...
Se conoce más la insuficiencia cuanto más se tiene (S. Th. I-II, q 2,
ar 1, ar 3). Mas la concupiscencia no natural es del todo infinita,
porque sigue a la razón, (S. Th. I-II, q 30, ar 4, resp.). Aquí volve­
mos a las preguntas
que hicimos a Aristóteles: ¿Dónde está el limi­
te
de lo necesario en la naturaleza humana? ¿No es natural el pre­
ver el azar del futuro
según un cálculo racional de posibilidades?
¿No es conforme a la naturaleza racional del hombre el desarro­
llo
de la riqueza que no solo es de la persona sino también de la
sociedad! Realmente lo que Tomás rechaza es el pecado personal
de la codicia, no el sistema de producción de la riqueza. Lo cual
obviamente se relaciona con el mysterium iniquitatis, la irracional
-y metaffsicamente incomprensible-capacidad del mal en los
hombres. Pero
en la motivación normal •usar es aplicar un prin­
cipio activo de la acción ...
esto pertenece a la razón· (S. Th. I-II,
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LA OTRA TENTACIÓN DEL CATÓLICO: LA TENTACIÓN POSTMODERNA
q 16, ar 2, co) y en general, en el hombre -el temor y la espe­
ranza son,
por su parte, pasiones principales ... porque lo son res­
pecto al movimiento apetitivo
en determinado orden. . . según la
diferencia entre el presente y el futuro-(S. Th. 1-II, q 25, ar 4, co).
Es una descripción perfecta de la ontologia de la motivación eco­
nómica
y, en particular, de la especulación sobre futuros finan­
cieros, y
su desarrollo en la doctrina medieval sobre el lucro, dará
lugar a los conceptos
de lucro cesante y daño emergente en la
polémica sobre la licitud del mismo, saldada finalmente
con la
Bula
Vix pervenit de Clemente XII que resolvió la cuestión acep­
tando la licitud del interés financiero.
Y con ello se da entrada a la
economía moderna dinámica,
frente a

la estática
economía preindustrial. Pero, inevitablemente,
trae implicados nuevos problemas antes impensables.
J. Ellul (23)
los resume
así: ,Era preciso que el crecimiento económico vinie­
se a poner
. en discusión el destino de la miseria, era necesario
que a los ojos
de todos apareciese una abundancia. Entonces la
pobreza, la desigualdad en el reparto, se hace causa de revolu­
ción.
No antlJl>o. Se podrá discutir -y argumentar racionalmen­
te--qué modelo de sociedad es mejor, si la sociedad de consu­
mo de masas, hoy vigente en el llamado primer mundo, o la
sociedad de consumo de élites tradicional y, se declare o no,
vigente
en el tercer mundo (24). Desde una perspectiva auténti­
camente humana, ambas tienen sus ventajas,
pero también tien­
nen sus limitaciones e inconvenientes. Y hay que elegir: lo que
no puede hacerse es coger las ventajas de uno y otro modo de
organizar económicamente la sociedad pretendiendo una tercera
via imposible: la relación ontológica de los factores de la pro-
(23) J. Ell.UL, Autopsia de la revolucidn, Unión Editorial, 1973, pág. 27.
(24) Precisemos que consumo de masas generalizado es cuando en la bolsa
familiar de consumos hay más de un 50% de número de artículos -no del
valor de los mismos--comunes en la base y en la élite social; cuando la diferen­
cia es mayor del 50%, se está en la ex:istencialmente diferenciada sociedad de con­
sumo de élites. Pero advirtiendo que la éllte social siempre tendrá un consumo
especifico -la reretés de L Walrás-bien por ser calidades o artículos de pro­
ducción insuficiente o por ser primeras series en la producción iQdustrial. Ver A.
SEGURA, "¿Una economía católica?", Verbo, 371-3721 págs. 79-136.
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ANTONIO SEGURA FERNS
ducción -trabajo y capital-exige que, cronológicamente al
menos, el
capital tiene que preceder al trabajo y sigue el consu­
mo.
Invutiendo el proceso, la sociedad de consumo generalizado
exige
una capitalización que asuma riesgos y organice; pero crea
puestos de trabajo según modelos racionales.
No hay otro modo.
Lo que pretende la tentación postmodema no es otra cosa
sino cargar las
culpas morales en el forzoso componente material
que es manejado
instrumentalmente por la econonúa, al mismo
tiempo
que niegan la existencia· a un bien-en-si y a un marco
común dado
a los hombres para su regulación moral ... y políti­
ca. Este programa lo presenta bajo la capa de la virtud de la jus­
ticia,
no entendida biblicamente como santidad (25), sino como
mera equidistribución
de lo material y, con la consecuencia for­
zosa del fracaso porque, como dice el Cardenal Ratzinger (26)
en
las virtudes, el hombre, •la pérdida de la transcendencia provoca
la fuga hacia la
utopía· (pág. 231), con lo que •a fuerza de luchas
por metas excesivas se frustra la vfa de lo posible y lo necesario,
(pág.
234). Para el creyente el Creador vió que Jo creado era
bueno (Gen.,
1, 25) y creó al hombre para que dominara (ibid.,
26-28) y Je puso en el Jardín del Edén para que Jo cultivase (Gen.,
2, 25): le dió el dominio de la tierra •para aquello que ella es
capaz y no para volverse contra ella• nos dice Ratzinger en otro
lugar (27). Y tan lejos del recto orden creacional es el abuso de
la tierra -con los problemas ecológicos que conlleva un afán
inmoderado de consumos generalizados pretendiendo
as! una
igualación contra
naturaleza-, como el no aceptar el desarrollo
de la riqueza potencial
por las técnicas actuales. Que, se quiera
o no, reclaman
capitales financieros y ahorro inversión generali­
zados
y no como fue la economia preindustrial.
Como resumen general
de este discurso puede verse que el
intento de entender
al hombre solo desde el hombre, y no otra es
la raíz del desarrollo filosófico de la inmanencia de la concien-
(25) Ver J. PIEPER., Las virtudes fundamentales, Rialp, 1976, págs. 83 y sigs.
(26) Ve,-Iglesia, Ecumenismo y PoUtica, BAC, 1987, pág. 23.
(27) Card. J. RATZINGER, CreacJdn y Misterio, Eunsa, 1992, págs. 58-9. Es un
estudio cristiano del trabajo humano.
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LA OTRA TENTACIÓN DEL CATÓLICO: LA TENTACIÓN POSTMODERNA
cia, ha devenido en ideologías que están constituidas por con­
tradicciones
cultura/es, el socialismo que se quiso vender como
un intento científico ahora solo resulta un intento moralizador ...
materialista
que fracasa precisamente en lo material e intenta jus­
tificarse en la buena intención de realizar una justicia iguallta­
ria imposible de sostenerse, precisamente por las insuficiencias y
contradicciones de
su pretendida teoría económica. El liberalis­
mo que en lo económico sigue una doctrina instrumental realis­
ta, huye de cualquier marco común doctrinal que, en una consi­
deración exclusivamente humana,
deviene un totalitarismo que
destruye la libertad por estar fuera de la verdad.
Y que, aun en el
funcionamiento económico lleva al dominio de los débiles
por
los poderosos que no respetan ningún marco cívico-moral, ni nin­
gún
orden de valores sociales. Lo cual es, justamente, la denun­
cia del progresismo
(¿ ?) socialista, que tampoco ofrece ninguna
alternativa funcional, sino
una sustitución de las élites capitalistas
por la nueva ciase (28) socialista. Ambas ideologías inmanentes,
que al abandonar la Verdad han destruido la Libertad, ya no
hablan de voluntad humana sino de motivación (29). Y esto
lleva ineluctablemente a
materializar los juicios intencionales, a
convertir la
equidtstrtbución estadística en justicia que, como es
negada en la realidad práctica no ya por los deseos de poseer lo
bueno y lo bello, que tienen todos los hombres, sino por las insu­
ficiencias inevitables
de la oferta solvente, es decir, disponible
aqui y ahora. Por el contrario, en la antropología cristiana (30),
sin negar
que Dios creó la Tierra y cuanto en ella existe y vió que
era
muy bueno, pero al hombre, lo hizo a Su Imagen y semejan­
za que, como dice S. Agustin porque nos ha hecho Señor para Ti
(28) ar. Mn.ovAN DJILJ.S, La Nueva Clase, Edhasa, 1957.
(29) Cfr. J. A MARINA, El mJsterio de la vuluntad perdida, Editorial Anagra­
ma, 1997, dice que ·la voluntad como paradigma explicativo dejó su lugar a la
motivación, un sistema determinista que puede ser científicamente estudiado ... la
ciencia
ha sustituido la voluntad por un sistema determinista para poder asi estu­
diar la conducta
dentfflcamenfe. (pág. 16).
(30) Cfr. CLEMENTE DE ALIUANDRÍA, Quis dives salvetur. Migne, Patr. Griega IX,
603--652. En castellanó ver R. Sierra Bravo, Doctrina social y econdmíca de los
Padres de la Iglesia, Aguilar-Compi, 1960.
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ANTONIO SEGURA FE//NS
nuestro corazón está inquieto hasta que no descanse en Ti
(Confess., Libro I, Cap. 1) y por eso la igualdad de naturaleza de
todos los hombres no puede alcanzarse en el terreno empfrico­
existencial y como dice el Aquinate solo hay igualdad donde no
interviene la iniquidad (Com in Ep. Tesalonicenses, Cap. 1).
Es
una peligrosa tentación el atribuir al sistema instrumental
de la economía de mercado lo que es solo. atribuible a una ideo­
logía
-y aun filosofia-que es el liberalismo condenado por el
Beato Pío IX hace un siglo y medio que en el momento actual,
incluso entre católicos,
no es políticamente correcto el recordar­
lo. Cuando ahora se habla
de capitalismo salvaje (31), la causa
hay que buscarla no solo y no tanto en el sistema económico
mismo sino en el hecho de
qu.e todo el sistema sodo,cultural, al
ignorar la dimensión éticay religiosa, se ha debilitado (Centessi­
mus annus, § 39) y toda ambigüedad en estos temas tiene muy
peligrosas consecuencias. La peor trampa que la cultura inma­
nente
puede tender a. los creyentes es ofrecer un juicio moral de
la realidad humana que no considere más que la realidad tangi­
ble; material, y que el bien y el mal no se dan más que en el
manejo y distribución
de las cosas, de la riqueza material. Y en
esto coinciden las ideologías socialista y liberal.
Que son las que se han querido evitar en este trabajo: Hay
que ser
no solo sencmos como palomas, sino también prudentes
como serpientes.
Y hoy, se vende el socialismo como justicia,
como virtud pretendiendo un igualitarismo equidistributivo impo­
sible, a la vez
que cualquier reclamación de orden social es
denunciada como totalitarismo ultra.
(31) REvEr. (op. cit., pág. 64) señala que -puede muy bien existir un capita­
lismo sin mercado. Incluso el sueño de muchos capitalistas es Jo privado sin mer~
cado. Lo privado protegido de la competencia por un poder poUtJco cdmpli.ce y
retribuido ... un capitalismo que erróneamente se calificó como "salvaje"' cuando
estaba admirablemente organizado para servir a los intereses de la. oligarquía ...
El capitaJJsmo asociado al monopolio poUtico del PRI que durante cuarenta años
y '"en nombre del socialismo" ha alJmentado la pobreza del pueblo mexJ.cano en
benelldo -de una oligarquía,.
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