Índice de contenidos

Número 511-512

Serie LI

Volver
  • Índice

Aproximación histórica a la Nueva Era

 

1. Introducción

Abordar un tema tan complejo y extenso como el de la Nueva Era, no es tarea fácil, sobre todo en el breve espacio de un artículo, como es el ahora disponible. Por ello, solo se podrá ofrecer una breve reseña histórica que muestre algunos aspectos esenciales de los orígenes y el desarrollo de este movimiento, así como alguna nota relativa a su situación actual.

La difusa y escurridiza corriente conocida como New Age es un movimiento pseudo-religioso de carácter gnóstico que puede considerarse, al menos en un sentido, como el fruto último de la modernidad: es la gnosis post-moderna, valga la expresión, consecuencia final de siglos de apostasía de la que fue, hace tiempo, la Cristiandad.

 

2. Orígenes

Sus antecedentes lejanos se remontan a la gnosis de la Antigüedad, aunque ésta, si no se estudia a fondo, aparece bastante distinta de la actual. Podemos hallar mencionado al primer gnóstico en las Sagradas Escrituras: se trata de Simón el Mago, citado en los Hechos de los Apóstoles. Este hombre, dedicado al ocultismo[1] y a quien sucedió Menandro[2], dio lugar a una de las primeras y más insidiosas herejías que sufrió el cristianismo en sus comienzos. Dicho gnosticismo, alcanzó una notable extensión en los siglos II y III para ir decayendo después, pero sobrevivió a través de varias herejías medievales (especialmente la de los cátaros, cuyo carácter gnóstico es manifiesto) y luego comenzó a resurgir, primero muy lentamente y con muchas dificultades, entremezclándose con el humanismo renacentista. A través del protestantismo y la Ilustración, y sobre todo con la masonería especulativa, se llega a la teosofía del siglo XIX, que constituye el origen directo de la Nueva Era

Helena Blavatsky (1831-1891) fue una mujer consagrada a la brujería y al esoterismo, a los que dedicó toda su vida. Odiaba con rabia verdaderamente diabólica al Catolicismo y a la Iglesia, hasta el punto de que, disfrazada de soldado, se alistó con las tropas revolucionarias de Garibaldi para combatir con las armas contra el Papa. Fundó en 1875 la Sociedad Teosófica Internacional, en Nueva York. Ese mismo año, según ella misma afirmaba, «los espíritus» le dijeron que la sociedad que había fundado debía trabajar en secreto durante un siglo, antes de salir a la luz. La Sociedad Teosófica logró extenderse con éxito por Europa, desde Norteamérica, durante el primer tercio del siglo XX. Se dedicó sobre todo a promover la práctica del espiritismo y es la responsable, en gran medida, de la expansión de las modas y sectas orientales por Occidente, desde aquellos años.

La principal seguidora de la Blavatsky fue Alice Bailey (+1949). Con ella aparece, ya nombrada como tal, la Nueva Era de Acuario. Es la primera escritora de dicho movimiento que anuncia la venida de «Cristo», refiriéndose a un maestro gnóstico, no al auténtico Jesucristo, y también la primera que menciona expresamente a un tal «Maitreya» como el citado Cristo, a quien ellos consideran como una entidad «cósmica», un «avatar» de las divinidades celestes, según el lenguaje hindú que utilizan con frecuencia. Bailey fundó la editorial «Lucis» (llamada en un principio «Compañía asociada Lucifer», y luego modificada en 1922, pues el nombre original era demasiado elocuente). Esta editorial llegó a ser una de las más grandes del mundo. Distribuye libros sobre temas esotéricos y teosóficos en EE.UU., principalmente. Hoy día sigue siendo una empresa de publicaciones de gran importancia. Fue la primera de un gran número de empresas editoriales de la Nueva Era (en adelante, NE) que inundaron el mundo desde los años ochenta del siglo pasado.

Algunos de los miembros más destacados del movimiento nuevaerano durante aquellos años fueron Rudolf Steiner, fundador de la Antroposofía; Annie Besant, tercer presidente de la Sociedad Teosófica, miembro eminente de la Sociedad Fabiana y feminista, fue además una de las principales inspiradoras de la actual Internacional Socialista. Y el más conocido de todos, el escritor Aldous Huxley.

 

3. Fundación de la NE y revolución cultural

Llegamos a 1962, una fecha importante para la NE. Tanto es así que varios de los que han estudiado este movimiento lo consideran como el momento de la fundación institucional de la NE. En dicho año se fundaron los centros de Esalen (California) y Findhorn (Escocia). Las instalaciones de estos lugares funcionan como santuarios alrededor del culto a Lucifer (este hecho se mantiene oculto, claro está, salvo para los iniciados de cierto nivel).

Pero, dejando aparte aspectos que, como el último citado, se hallan envueltos en el secretismo de estos grupos, hay que destacar el marcado carácter nuevaerano que tuvo la que podemos llamar «revolución cultural de los años sesenta». Basta leer la traducción de las letras de las canciones de los Beatles o fijarse en el pacifismo ecologista de los hippies, por citar solo dos ejemplos, para reconocer una fuerte impronta de la ideología de la NE en la citada revolución cultural. A este respecto se puede citar otro botón de muestra significativo, como es el de la opera musical Hair, la cual aún se repone periódicamente en los teatros. En la letra del tema principal de la obra, llamada Aquarius, se cita expresamente la Nueva Era de Acuario y la «nueva revelación de Cristo», entre otras expresiones semejantes. La generalización del consumo de drogas, otro de los rasgos característicos de nuestra sociedad desde aquella década, tuvo su origen en los experimentos que realizó A. Huxley en Esalen con peyote, un alucinógeno que usaban los indígenas del norte de Méjico hasta la llegada de los españoles.

Esta revolución cultural dio lugar, entre otras cosas, a la aparición y expansión de múltiples sectas, muchas de las cuales ya eran claramente de la NE y siguen operativas hoy día. La multiplicidad de sectas y confesiones protestantes era un rasgo peculiar de la sociedad norteamericana, pero, a partir de estas décadas, se convierte en un fenómeno corriente en Europa y posteriormente en todo el mundo.

 

4. Aparición pública y desarrollo posterior

La presentación oficial en público de la NE se realizó en 1975, tal como lo habían ordenado los espíritus a Helena Blavatsky. A partir de entonces se produce una expansión muy fuerte de grupos, modas, libros, películas, etc., con esta ideología. En 1979, solo cuatro años más tarde, la NE cuenta con cientos de asociaciones (no solo personas) en EEUU y Canadá. Pocos años más tarde se convierten en miles.

En abril de 1982 se publicaron unos anuncios de página entera en veinticinco de los diarios más importantes del mundo; entre ellos The Times, Le Figaro, New York Times, The Australian, Die Welt, etc. En dichos anuncios se habla de un «maestro del mundo» que iba a darse a conocer, pero que ya estaba «entre nosotros». Se trataba de «Cristo Maitreya»[3], del que ya se había comenzado a hablar en 1975, y que viajaba y hablaba ante algunos grupos de iniciados, todo ello realizado con mucha discreción. En el mencionado anuncio se decía literalmente: «En la historia de la humanidad, el desarrollo progresivo de nuestra raza, ha estado restringido a un pequeño grupo de personas ilustradas, los maestros de la sabiduría total. Su jefe supremo es Maitreya, el educador de la humanidad». Sobre él se afirma: «Del mismo modo que los cristianos esperan la segunda venida de Cristo, los judíos esperan al Mesías, los budistas a Buda, los hindúes a Krishna y los musulmanes esperan al Mahdi. De hecho son solo diferentes nombres que designan a la misma persona: Maitreya Cristo, nuestro educador del mundo».

Este cristo cósmico y sincretista, para cualquier católico con formación, no puede ser otro que un anticristo[4], ya que se remite a una mezcla sincretista de todos los ídolos y dioses falsos, en la medida en que permiten manipular la palabra Cristo, vaciándola de su auténtico significado y darle el contrario, es decir, una falsedad esencialmente anticristiana.

 

5. Funcionamiento y extensión de la Nueva Era

La NE funciona como una organización de asociaciones según el paradigma de una red (network), es decir que todas sus actividades y grupos están interconectados, aunque muchos de sus colaboradores no lo sospechen. Podemos mencionar algunas de esas organizaciones, más o menos relacionadas con la NE; entre las más conocidas se encuentran la de Amnistía Internacional, Green Peace, el Club de Roma, UNICEF o el Consejo para la Unidad en la Diversidad, también de la ONU. Este último consejo era el centro de organización y control de la red en los años ochenta del siglo pasado. Pero cuando se publicó esta información, dejó de actuar como tal, sin que se conozca donde se realiza esa función central desde entonces. La NE aparece, por tanto, estrechamente relacionada con la ONU, incluso con indicios serios de ser dirigida a través de la misma. En este sentido, la NE podría considerarse como el espíritu de la globalización económica neo-liberal, la famosa mundialización. Este movimiento se presenta como una super-religión universal que, como tal, aportaría la espiritualidad adecuada para la «aldea global».

El modelo organizativo mencionado resulta muy eficaz, como demuestra el enorme crecimiento logrado por la ideología nuevaerana. Y no solo en cuanto a su extensión por todo el mundo, sino también en cuanto a su penetración en profundidad en las sociedades occidentales:

En el ámbito editorial, se han multiplicado y generalizado los temas esotéricos, ocultistas y de técnicas orientales como el yoga o el tai-chi; los libros de auto-ayuda o los bestsellers de autores como J. Benítez, Dan Brown o Paulo Coelho…, por citar solo algunos de los más destacados.

En las programaciones de televisión existen franjas horarias dedicadas al horóscopo y la adivinación, uno de los elementos centrales de la NE.

El cine ha generalizado las ideas de este movimiento, desde La guerra de las galaxias («que la Fuerza te acompañe»), pasando por las películas de Indiana Jones, hasta la más reciente Avatar, que es ya una Suma completa de la doctrina nuevaerana. Con estas menciones puntuales, que se podrían alargar mucho más, solo se pretende que nos hagamos una idea del enorme alcance, extensión y profundización en el ambiente actual de la NE. Durante los años ochenta y noventa del siglo XX el crecimiento de todos estos grupos y de sus ideas fue, en verdad, impresionante.

 

6. El año dos mil y el dos mil doce

Con la cercanía del año 2000 y el cambio de milenio, esa expansión llegó a su punto máximo, al menos en el ámbito público. Se logró crear un clima social de sugestión colectiva a nivel mundial. Pero la anunciada manifestación de Maitreya no se produjo y el fenómeno mediático abandonó estos temas en 2001 para centrarse en el atentado del 11 de septiembre en Nueva York. Los estudiosos de la NE comenzaron enseguida a hablar de crisis y retroceso del movimiento nuevaerano.

Sin embargo, el retroceso sólo era aparente. En primer lugar porque los objetivos más inmediatos, que son, simplemente el ir preparando a todas las sociedades del planeta para sus fines, se han cumplido con creces. En segundo, porque todo lo que la NE invadió, permanece más o menos empapado por sus creencias y principios. Las asociaciones, editoriales, tiendas, etc., siguen funcionando, en gran parte porque muchos miembros de la NE viven de ellos. El individuo que anunció a Maitreya y se presentó como una especie de precusor o secretario suyo, Benjamin Creme, continua comentando en su página web (Share, Maitreya) las actividades «discretas» del citado profeta, quien aparecería en la televisión norteamericana de incógnito, por ejemplo.

Hace unos pocos años se difundió la idea de que el fin del calendario maya, en el año 2012 iba a significar un cambio apocalíptico general. La vaga predicción, junto con la crisis económica, han permitido que se logre de nuevo cierta sensación generalizada de expectación que se utilizó también para obtener beneficios inmediatos: para ello el tema se ha llevado al cine, se utiliza en publicidad, etc. Incluso, en este sentido de aprovechamiento comercial, se dio en Méjico, con motivo de dicha fecha, una oleada de viajes, medio turísticos, medio peregrinaciones, a las ruinas de los poblados mayas. Estas visitas masivas estaban dando un pingüe beneficio tanto para las agencias como para el Estado mejicano.

 

7. El cambio de era

Dejando aparte el hecho de que se lograra crear un clima de expectación mundial, semejante al que se provocó el pasado año 2000, y que es mucho más importante de lo que parece, nos interesa adentrarnos en lo que significaba el 21 de diciembre de 2012 para la NE y lo que indica respecto a su situación actual y de sus fines. La fecha citada significa para este movimiento el cambio de era astrológica, el paso de la era de Piscis a la de Acuario. Veamos lo que implica esta fecha para ellos.

El carácter esotérico y el ocultismo son esenciales en la NE. Y uno de los múltiples aspectos de ese ocultismo es la astrología. Para poder valorar correctamente lo que significa esta creencia en el conjunto de la NE tenemos que comentar con algún detalle este rasgo nueverano, dada la importancia de la citada astrología, pues, como se verá más adelante, es tan fundamental para ellos que da nombre a todo el movimiento.

 

8. Inciso astronómico

En la antigüedad el término astrología abarcaba tanto la Astronomía, que es la ciencia que estudia los astros y sus movimientos, como lo que hoy se llama con propiedad Astrología, es decir, la creencia en el influjo de los planetas y las constelaciones en la vida de los individuos y de los pueblos, así como la predicción del porvenir de ambos, basándose en la posición de los astros en el firmamento en un momento dado. La adivinación y el horóscopo son facetas básicas de la NE. En este punto es curioso constatar cómo se explota la credulidad de la gente en este aspecto, mientras que, en otros, se utiliza un cientifismo muy marcado para hacer verosímiles otras afirmaciones nuevaeranas. Lo cierto es que la NE no quiere saber nada de la verdadera ciencia astronómica, seguramente porque permite desmontar fácilmente sus falsedades en este terreno.

En primer lugar, la Astrología se opone al sentido común al dividir a la humanidad en solo doce categorías diferentes, cuando en la realidad se observan innumerables formas de caracteres y personalidades, influidos por diversas circunstancias variadas y complejas. Por otro lado, la ciencia ha descubierto que el eje de la tierra ha variado, provocando una diferencia en la rotación terrestre de treinta días. Por lo tanto, también ha variado la relación de los signos del zodiaco con las fechas que se les asignaban en la Antigüedad.

De modo semejante, se ha descubierto que las constelaciones zodiacales ocupan extensiones diferentes, en tamaño y forma, a las que se creían anteriormente. Así mismo, y esto es lo más relevante en este punto, ahora se conoce un nuevo signo del zodiaco, el Ophicus (llamado de este modo por tener forma de serpiente) y que abarca el período comprendido entre el 30 de noviembre y el 17 de diciembre. Este nuevo signo fue descubierto por la Sociedad Astronómica Británica, la cual, en una nota en la que se publicaba su hallazgo, afirmaba que «la Astrología es una sarta de sandeces, un engañabobos».

Mientras tanto, miles de astrólogos y adivinos siguen obteniendo fáciles ganancias a costa de la credulidad y la superstición de mucha gente, en todos los países occidentales.

 

9. El nombre de Nueva Era

Volviendo al tema del cambio de era astrológica, la NE considera que la era vieja, la que estaría acabando ahora, es la de Piscis y corresponde a la era cristiana. Los dos mil años que han transcurrido desde que apareció el cristianismo. Basan esta asociación en el oficio de pescadores que tenían muchos de los apóstoles, en la vinculación de gran parte de la vida pública de Nuestro Señor Jesucristo con el mar de Tiberíades y, sobre todo, en el signo del pez que usaban los primeros cristianos, cuyas iniciales de su nombre en griego, forman la frase «Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador». La NE acusa al cristianismo de cometer, durante esta era suya, todos los horrores imaginables y recoge todas las falsedades que se han dicho contra la Iglesia a lo largo de su historia, pero especialmente en los últimos siglos de la época moderna. La era cristiana se habría caracterizado por el dogmatismo, la intolerancia, las guerras religiosas y la Inquisición.

Estas mentiras son de una perversión tan extrema, que muestran fácilmente su inspiración por el padre de la mentira. Precisamente el miedo y la angustia, el genocidio y los sacrificios humanos, las sociedades sometidas al terror y a la esclavitud, son los rasgos característicos de los pueblos paganos anteriores a la era cristiana. Lo que sí es cierto es el hecho de todos esos rasgos, propios de las oscuras épocas del paganismo, están resurgiendo en la sociedad actual, precisamente en la medida en que esta se va descristianizando y secularizando cada vez más.

Entre los adeptos de cierta importancia y dirigentes de la NE, la reciente fecha del 21 de diciembre de 2012, se ha mantenido celosamente oculta para los no iniciados. Se guardan muy bien de hacerla pública, para evitar que después queden en evidencia algunas de sus falsedades. Y es que los nuevaeranos están convencidos de que va a comenzar la Era de Acuario, la suya: una supuesta inundación de paz, fraternidad y armonía con uno mismo, con los demás y con el universo.

 

10. El fin último

Esta nueva «Edad de Oro», este paraíso en este mundo, es tan contrario a la evidencia de los hechos y a la realidad de nuestra época, que no es de extrañar que la guarden como un secreto, conocido solo por los miembros de mayor nivel en la organización y prácticamente se evite su difusión, ya que forma parte de los conocimientos «elevados» que sólo se van mostrando a los iniciados a partir de cierto nivel.

En este punto, aparece el carácter gnóstico de la NE, ya citado al comienzo de este escrito, así como el fin último de este movimiento, aquello por lo que trabajan continuamente desde hace cincuenta años y a lo que han consagrado sus vidas: acabar con el cristianismo, especialmente con el catolicismo, acabar con la Iglesia que fundó N. S. Jesucristo y con cualquier rastro de su doctrina; suprimir hasta el último resto de Fe Católica en las almas y en la sociedad. Incluso cualquier vestigio de fe en Jesucristo y de cristianismo que aún se pudiera hallar entre protestantes y ortodoxos… y así, están preparando la imposición de una edad profunda y esencialmente anticristiana. Una edad que ya ha comenzado a establecerse en nuestras sociedades, como puede comprobarse fácilmente observando la diferencia en las reacciones de los organismos internacionales (con la ONU en primer lugar) ante las matanzas continuas de cristianos que se cometen en los países mahometanos y las supuestas ofensas que se puedan hacer a Mahoma en algún medio de comunicación occidental en ocasiones puntuales. En el primer caso ni siquiera suele haber comentarios al respecto…

A este fin dirigen todas sus actividades: todas las técnicas psicológicas, los tratamientos con medios orientales para obtener «sanaciones», en definitiva, todos los medios a su alcance para cambiar la mentalidad del mayor número posible de personas, de modo que, abandonando lo que ellos consideran sus «creencias viejas», es decir, su Fe católica (o al menos los restos que aún puedan quedar de ella), adopten las «nuevas», las nuevaeranas.

Esta anti-conversión es justamente la apostasía. Y, en este sentido, resulta muy significativo que la ideología de la NE, en su afán de falsificar y suplantar al cristianismo, llegue al extremo de afirmar que somos dioses. En esta creencia nuevaerana, si recordamos el libro del Génesis, puede verse con cierta claridad como la NE trabaja incansablemente por la extensión de la tentación que sufrieron nuestros primeros padres en el paraíso y que promete, a cambio de apostatar de la Fe verdadera, el llegar a ser como dioses: en definitiva, promete la felicidad siempre que se desobedezca al único Dios Verdadero.

 

11. Después del 2012

Volviendo a la situación actual, ¿qué se puede considerar sobre la reciente fecha del 21 de diciembre pasado? En principio hay que descartar todos los vaticinios sensacionalistas de parte de la prensa, que sólo busca vender más su producto «informativo». Los mismos adeptos de la NE saben y reconocen que no va a ocurrir nada en ese sentido. Dejando aparte las experimentaciones sobre la psicología de masas que se puedan hallar detrás de estas noticias, parece claro que el objetivo inmediato de su difusión es echar una cortina de humo sobre el verdadero significado de la citada fecha para la NE, a la vez que se facilitaba el ridículo de sectores conspiracionistas y de algunas sectas que pudieran haber caído en el engaño (no parece que se halla dado el caso).

En todo caso, con nuevas catástrofes o sólo con las que se acaban de mencionar de forma somera, la siembra del odio anticristiano, que cada vez se halla más extendido, sigue siendo el fin último por el que sigue trabajando la NE, y tarde o temprano, dará su fruto y se culpará a los cristianos de todos los males que sucedan, sean los que fueren.

Para terminar, voy a citar las palabras de un obispo cató- lico, pronunciadas en una conferencia ofrecida en 1988, pero que conservan hoy día toda su validez: «En mi opinión, debemos tomar muy en serio el tema de la NE: creo que se trata del primer caso en la historia de una organización controlada férreamente, con ramificaciones mundiales, que está trabajando activamente en la llegada del Anticristo. Ellos no usan esa palabra, hablan de Cristo, pero en realidad se trata de una palabra gratuita (…) ya que lo que este grupo sugiere [con esa palabra] es una mezcla de todos los dioses e ídolos de todas las religiones. Por tanto, a ese vocablo no le cabe ningún otro significado [verdadero] que el de Anticristo. Otro asunto completamente diferente es si nosotros vivimos en la época del Anticristo, pero lo cierto es que a la NE le encantaría estar preparado para ese momento».

 

12. Nota final

Para aquellos que estén interesados en profundizar en este tema, adjuntamos algunas citas de la Sagrada Escritura: II Tesalonicenses, 2; II S. Pedro, 2 y 3; I Timoteo, 4, 1-5; II Timoteo, 3, 1-9.

También se refiere a estos grupos, aunque de un modo mucho más general (ya que tratan del fin del mundo y del tiempo) el sermón escatológico de N. S. Jesucristo en los Evangelios: S. Mateo, 24; S. Marcos, 13; S. Lucas, 21.

El único documento que la Iglesia ha publicado sobre la Nueva Era (a nivel universal) es un informe provisional y que no busca ser exhaustivo, titulado «Jesucristo portador del agua de la vida» (Roma, 2003). Realizado por el Consejo para la Cultura y para el Diálogo Interreligioso, la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.

 

[1] EUSEBIO DE CESAREA, Historia eclesiástica, II, 1, núms. 11 y 12.

[2] ID., ibid., III, 26.

[3] Omar Ben, nacido en Amán (Jordania) en 1942. A la edad de seis años fue llevado a la India y desde 1976 reside en la comunidad indo-pakistaní de Londres.

[4] Aquí se utiliza el término anticristo en su sentido genérico, como en las epístolas católicas de San Juan Evangelista.