Ricardo Dip, Segurança jurídica e crise pós-moderna

Ricardo Dip, Segurança jurídica e crise posmoderna, São Paulo, Quartier Latin, 160 págs.

El magistrado Ricardo Marques Dip, discípulo predilecto del inolvidable colaborador de estas páginas y profesor paulista José Pedro Galvão de Sousa, es también un filósofo práctico (y en particular jurídico) de nota, con relieve internacional. Su obra se ha desenvuelto singularmente en los terrenos del derecho penal y procesal (Direito penal: linguagem e crise, 2000; Estudos de directo processual penal, 2001; Principio de legalidad: realidad y mito, 2002; Crime e castigo: reflexões políticamente incorretas, 2002, etc.), del derecho administrativo y singularmente el registral (Registro de imóveis, 2004, Registros públicos, 2003, Direito administrativo registral, 2010, etc.). Pero no menos en los de la filosofía jurídica y la ética profesional (Da ética geral à ética profissional dos registradores, 1992; Propedêutica juridica, 2001; Los derechos humanos y el derecho natural, 2009, etc.).

En esta obra convergen buena parte de sus preocupaciones teoréticas con su experiencia de jurista práctico. La importancia de la seguridad jurídica y su a veces complejo aunque necesario encaje con la justicia (que el autor llama expresiva y acertadamente «la seguridad de la justicia y la justicia de la seguridad») es algo que se impone para quien ha tratado temas de derecho procesal penal o de derecho registral. En este libro, en cambio, a partir de esa experiencia del problema se alza a explicar sus fundamentos, dimensiones y consecuencias, en particular en relación con las cuestiones del presente. Tras un prólogo de José Renato Nalini y de una introducción muy sugestiva siguen dos capítulos centrales que tratan, respectivamente, de la «seguridade da segurança jurí- dica» y de la «juridicidade da segurança jurídica». Claro es que la primera supone un juego de palabras intraducible en castellano, y difícil incluso en portugués donde pienso que el uso de la primera palabra ha cedido a favor de la segunda. Ponen colofón al libro unas breves conclusiones que, sin embargo, vienen seguidas de un interesante apéndice sobre el nihilismo posmoderno. Son muchos los hallazgos diseminados por las páginas un tanto impresionistas, conforme al estilo a que nos tiene acostumbrados el autor, que no dejarán indiferente al lector: así las consideraciones sobre «derecho, dialéctica, tópica y tradición»; las páginas sobre los «falsos derechos»; los excursos sobre la educación, el ecologismo o la función social de la propiedad, etc. Una pena que no dispongamos de versión castellana y que, editado en el Brasil, no vaya a ser fácilmente accesible en esta vieja Península ibérica.

Manuel ANAUT