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Número 163-164

Serie XVII

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Francisco Elías de Tejada y Spínola

IN MEMORIAM
FRANCISCO BIJAS DE TEJADA Y SPINOLA
El sábado 18 de febrero de este
año,, Dios se ha llevado
a nuestro querido
amigo Francisco Elías

de Tejada. Desde
este
curso

1977-1978 era
catedrático de

Filosofía del
Derecho de la
Universidad Complutense de Madrid, después de haberlo sido mu­
chos años

de la Universidad
de Sevilla y, primero, de la Universidad
de
Salamanca. Presidió la Asociación Internacional Felipe 11, ex­
tendida gracias a su !prestigio y actividad por Italia, Grecia, Brasil,
Estados Unidos, Chile
y otros países. Consciente tradiciooalista y
carlista, era presidente del Círculo Cultural Zumalacárregui ; maestro
extraordinario, había

organizado Jornadas Culturales en Madrid, en
Barcelona, en Valencia, en Sevilla, en
Bilbao, en Santiago de Com­
postela, en Italia, en Grecia. Viajero infatigable por todas las
partes del mundo,
,era un políglota

asombroso, abarcando desde el
vascuence al
islandés y al bantú, y conferenciante incluso en japonés
y en griego. Paco Elías tenía una mente de superman, como repetía
nuestro llorado amigo y maestro el profesor Sciacca; pero, además,
tenia
un

gran
cora.zóo indc,l,legoble, apasiooado y generoso. En
todo era un
fuera de serie, dotado de una persooalidad extraor­
dinaria,

luchador infatigable, patriota
y hombre de fe arraigada,
que se elevaba muy por
encima de

todas las tormeotas actuales
y
posadas que sus grandes cooocimieotos históricos le haciao presentes.
Su obra abarca la historia,
la filosofia y la teoria juridica y po­
líbca. lus

naturalista
roo amplísima perspectiva, cootmlplaba la
naturaleza y et Derecho no sólo en su plenitud, ontológicaroente, sino
también criteriológicamente.
Proyectaba prudencialmente el Derecho
natural a la realidad política bajo la luz de la
ética, Su versión era
la tomista, cooforme la vieroo los
juristas teólogos

hispánicos, como
«resultado
----según explicaba el mismo Elías de Tejada- de la coo-
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jugación del poderío divino del Creador con la libertad de las cria­
turas racionales, en
la tensión dramática de un destino trascendente,
entendido como
conquista de
la naturaleza, que
razona, que
decide
y que asume responsabilidad personal ultraterrena en su acción de decidir dentro de los
límites propuestos

por
la razón, que capta el
orden universal por Dios querido». Orden
trazado por la Providencia,
que
podemos ir

trasluciendo a través de
la historia, tal como intentó
el
genial napolitano Giani,attista Vico, de quien Elías de Tejada
decía que era el
autor de la última gran síntesis hecha en la línea
del Derecho
natural católico y de la Contrarreforma, contrapuesto
a la versión id-ea.lista y racionalista de los autores protestantes.
Nuestro amigo pretendía proyectar sobre el mundo moderno las
enseñanzas
del Derecho
natural «concebido en la línea católica del
hombre, de
la teología católica de Dios, de la naturaleza perfeccio­
nada, pero

jamás
supla.ntada por fa gracia,· de la armonía entre la
Causa Primera que es el Creador con las causas segundas que son las
criaturas libres y racionales» ( en palabras suyas,).
Como

historiador del pensamiento jurídiro y político, trató de
abarcar los saberes acrisolados en todas Lt,s EspaF,d,f, que, unidas en
una sola fe católica y bajo la bandera de un
rey común, abarcaba
«desde Lecce 'hasta Lima,

desde Dola hasta Sevilla,
desde Luanda
hasta

Malta, desde Douai hasta Salamanca». En una labor titánica,
Elías de Tejada nos
había ido mostrando ese pensamiento tradicional,
erudita
y profundadllente, en sucesivos volúmenes : lAr doctrina.r
politica.r de
Portugal. La tradición ga!lega, Cerdeña Hispánica; los
tres tomos publicados de su
Hhtoria del Pensamiento político ca­
talán:
I, !La Cata!uña clásica {987-1479}; II, Mallorca y Menorca
clásica.r {1231-1479

), y
III, La Valencia clásica {1238-1479); Nápoles
Hispánico,
con sus cinco tomos que abarcan desde 1442 hasta 1665:
El Señorío de Vizcaya, La Provirrcia de Guipuzcoa, las dos edi­
ciones de
El Franco-Condddo Hispánico ...
Desgraciadamente, la muerte no le ha permitido continuar otras
obras fundamentales, como son la
Historia de la Fil"sofia del De­
recho y del Estado, del que sólo deja los dos primeros volúmenes, y,
muy
especialmente, su
monumental
Tratddo de Filotofia del Dere­
cho, que debía desarrollar en doce gruesos volúmenes, de los, que
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únicamente habían aparecido los dos primeros, dedicados a Los sa­
be,-es juríditos.
Nuestra reciproca colaboración comenzó el año 1967 y ha con­
tinuado fiel, desinteresada y cordial, hasta su muerte, o mejor dicho,
continúa,
porque la luz de su magisterio sigue iluminándonos, En
nuestra
«VI Reunión de amigos de la Ciudad Católica», celebrada
los días

28
y 29 de octubre de 1967 en el Colegio de San Agustín
en Madrid, con el terna general Los cuerpos intermedios, Elías de
Tejada
participó con su comunicación Libertades "bstractas y liber­
tades concretas. Repitió en la VII, en la Balmasiana de Barcelona,
con
EJ. mitr, del m"'xism<>; en la VIII, en Madrid, con Pr,der y
tJNtoridad; en

la IX, en Las Masías de Poblet y Vimbodí, con
La
famili" y el mrmici¡,io como base de la organización política; en la
X,
otra vez en Madrid, con La crisis del pens..mientr, de la Cristian­
dad en l" Baja Edad Media;
en

la XIII,
con La Mea de la pietas en
Sant<> Tr,más de Aquino, y

en la XV, en Majadahonda, con
Giam­
b"ttista Vico, f!lósufo cá!ólico
de la Historia.
Para

la próxima XVII Reunión,
esperábamoo que él nos ilustrara
con otra
comwticación en

torno de
la annonía y la dialéctica en el
orden político. Su muerte no sólo nos
. ha privado

de ella, sino
principalo¡ente de

un maestro y un amigo insustituible.
A su viuda, Gabriella Pércopo Callet, colaboradora suya en varias
de
sus obras,

le expresarnos nuestro dolor, que unimos al suyo.
j Descanse en paz Francisco Ellas de Tejada y Spínola !
JUAN V ALLET DE GoYTISOLO
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