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Número 163-164

Serie XVII

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Apogeo y declinar de la ideología política

APOGEO Y DECLINAR DE LA IDEOLOGIA POLITICA
POR
}EAN FouRASnll
«Lo hemos subrayado con frecuencia:
, »A las ideologías que ~viden debemos sustituir las realidades que uneri.;
a los proyectos de sociedades que se enfrentan debemos sustituir relaciones
humanas reales; a los sistemas-y a los mítos debemos preferir los testimonios
dt> los hombres de lo real que se comprometen en el dominio de sus compe­
tencias y de sus responsabilidades.
»Somos felices por
recoger _las
opiniones d_e Jean
Fourastié, y
de
rep-ro­
d~ir, adjunto, un fragtn.ento importante de su cóm~nicaciófl a" la sesión de
apertura de las Audiencias de las Emj,rúas» (*).
Desde hace más de medio siglo, en Francia, el espfritu público
y el juego político están petrificados en una oposición de izquierdas
y derechas que se expresa en términos y
según unos temas que ná­
cieron

en
el siglo XIX. Una gra.n parte de la clase

obrera
y de los
intelectuales, una

gran
parte de

la
población, que

llegó a ser
mayo­
ritaria

en el
curso del año 1976,

pone sus esperanzas en
los partidos
que

se
proclaman pa;rtidarios del

marxismo.
La mayoría. de los asa­
lariados confían en
organizaciones sindicales· que militan

en pro de
la revolución socialista
y en favor de la destrucción del sistema eco­
nómico que, sin
embargo, les ha dado un nivel de vida y un género
de vida
sin precedentes

en la
historia, hoy ardientemente deseados,
todavía
(pero

inútilmente)
por 9/10 de los seres humanos.
(*) Estos párrafos_ son de C.E.E._ lnformation, revista del Centre d.'Etudes
des Entreprises~ nfuns. 19.-:io, novienibre-diciemb_re i97i, de donde tomamos
y traducimos la parte de la citada comunicación de· Jean Fourastié q\le· a
continuación
publicamos.
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JEAN FOURASTIE
Pero es probable que este apogeo de la ideología de izquierda
persista en el curso de los años que vienen. Las razones son las
siguientes :
L El retraso ldeológico de Francia se ha heoho patente. Fran.
da es, con Italia, uno
de los raros países d~l mundo en los que la
ideología socialista-marxista de los años veinte ha continuado siendo
una ideología de izquierdas, hasta 1975
(el P-artido Comunista ita­
liano, sin embargo, ha experimentado, desde entonces, una evolución
muy característica). En la gran mayoría de los países, en efecto, o
bien esta
ideología de

los
años veinte
no juega ya
más que
un papel
secundario, o bien se ha convertido en la ideología oficial, la del
partido político
.en el poder.
2.

Hay hoy en el mundo demasiados Estados socialistas, dema­
siadas realidades socialistas,
para que la ideología de la izquierda
pneda referirse a un mito socialista pnramente optativo sin modelo
concreto.
Por todas partes, el socialismo ideológico ha estallado y estalla
en
socialismos red/es;· por todas partes, el marxismo mismo se ma­
nifiesta en
marxismos reales
o ideales. La complejidad de
lo' real
observado no

permite mantener la simplicidad
del ideal afirmado:
es necesario precisar las

vías, los medios y los objetivos. La necesidad
-;,¡ la dificultad-

de los
programas comunes aparecen de esta
maneta. 3.
Lo real observable, lo real observado, no permite ya sostener
el socialismo de ipso-facto, la felicidad al pueblo y el poder de
compra a los
asalariados. Demasiados pueblos son,

desde hace mu­
cho
tiempo, y a la vez, socialistas, miserables, estancados y privados
de las
más simples

libertades ( de viajar, de cambiar de oficio, de
empresa y de residencia, de
formar asociaciones

y
empresas, de pu­
blicar escritos, de criticar las acciones gubernamentales .... ). Hay de­
masiadas diferencias entre
las promesas hechas antes de la revo­
lución y las realidades observadas

diez años, veinte años o
sesenta
años más tarde.
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APOGEO Y DECUNAR DE LA IDEOWGIA POLITICA_
Los libros publicados con escándalo, en el curso de los recientes
meses,

por hombres como Chaliand, Kolm, B. H.
Levy, Glucksman,
Maurice

Clavel... (1),
soo reveladores

de esta toma de conciencia
en los medios de la izquierda francesa .
. 4. No es tan
fácil como sugiere la ideología de izquierdas, to­
davía dominante en Francia, dominar la naturaleza y «dominar la
econoniía.».
La situación de los hornhr,s sobre la tierra depende menos de
lo que se creía de la sociedad, del Estado, del
«medio» social
y
po­
lítico, y mucho más de lo que se cre!a de factores de evolución muy
lenta: las situaciooes históricas, las instituciooes tradicionales, las cul­
turas populares, los climas,
las coocepciooes del mundo ... ,, la biología,
las estructuras cervicales ... , la cundidón humana.
A

partir de una ideología
en la
que se consideran los objerivos,
las necesidades, las aspiraciones, las aptitudes y las facultades del
pueblo como

determinantes del porvenir, se llega a considerar que
estas intenciones, que estas aspiraciones y estas aptitudes nada son
si no precisan las vías, !os medios y las modalidades de su puesta
en práctica y de su
realización. En otro caso, la revolución que se
proponía
dar el poder a "La Cuisiniere" corre el riesgo de dado
a Stalin.
Raymood Aron, que tanto hizo por captat y precisar estas tomas
de conciencia en Francia, reunió lo -esencial en una célebre frase:
«Los hombres h,;¡cer, su hist 5. A partir de tales tomas de conciencia, y en una aonósfera
ideológica

durante tanto tiempo esclerosada, tanto tiempo cortada
de las realidades históricas y de
-las corrientes

exteriores de pensa­
miento, una evolución muy dpida y muy profunda parece cierta.
La ideología de izquierda
ha comenzado ya y proseguid, paso a
paso,
la apansión de las grandes ideas-fuerza que la constiruyen.
( 1) El ,más violerito, el más doliente, el que· más responde "a estas re­
quisitorias, es, Sin duda, el de Bernard-Henri Leroy: -La Bdl'bdfie a tJi.rage
humain (Grasset ed.).
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JEAN FOUR.ASTIE
No se trata, evidentemente, de una derrota de la ideología de
izquierdas
y de un triunfo de la ideología de derechas. Se trata de
una concepción
menos ideológica, menos

idealista
y más realista de
las realidades objetivas
y de los objetivos concretos de la izquier­
da (2). Me
referiré aquí solamente a

tres
traws de la evolución

ideo­
lógica de la izquierda francesa.
La ideología todavía hoy dominante de la izquierda francesa es
nn conjunto de

una
coherencia racional casi absoluta (y ésta es la
razón de
que se haya roantenido durante tanto tiempo y de que no
evolucione más que leri.ta aunque dramáticamente y ejerza utia. pre­
sión tan fuerte sobre los intelectuales). Es a Jo que Freud denominó
el
principio de re4itktd que hace la evollución. Pero está en todas
partes, en las ideas más generales Jo mismo que en !os más pequeños
detalles,

que lo
real se confronta con Jo racional y lo racional con lo
real. Es, por consiguiente, a una revisión progresiva y dialéctica de
los
principios, de
los
conceptos básicos, de
percibidas
y de su representación cerebral, a lo que vamos a asistir.
Un primer ejemplo de la amplirud de estas revisiones puede to­
marse de la noción de medio social Una de las ideas matrices de
la ideología de ,izquierdas,
en Francia, es el predominio del medio
sobre lo heredado. Todas las reformas de la enseñanza, rodas las
acciones

culturales y, con mayor
razón, todos los proyectos de refor­
ma y de acción que
emanan de

la
izquierda están
dominados en
Francia, o ampliamente influidos por esre concepto de
base. Pero
las
realidades no

:han respondido a las
esperanzas. Bien

entendido,
como nos enseña la historia, ruando la ideología ttopi~a así con lo
real, los hombres se dividen en dos tendencias: aquellos que quieren
forzar
Jo real por una acción más dura, incluso. violenta, y aquellos
que reconocen la realidad para llegar a procedimientos
más ambi-
( 2) Repito intencionadamente dos veces la palabra «objetivo» y otras
dos veces la palabra «realidad» o «realista» en esas dos líneas. Quiero s-u~
gerir también. que la palabra. «objetivo», 'cuando -significa· resultado, no debe
ser desligada del sentido concreto que tiene ·en las «realidades objetivas»,
y que corresponde a su sentido etimológico.
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APOGEO Y DECUNAR DE LA IDEOLOGIA POLITICA
ciosos, pero más humanos y más seguros. De todas maneras, la ideo­
logía evoluciona. Pero el gran debate sobre las influencias conjuntas
de

la herencia
y del medio está hoy cercado por el reconocimiento
por la ciencia de
la preponderancia de la herencia sobre el medio.
Los hombres nacen biológicamente originales y desiguales; el medio
modula solamente estas
desigualdades.
Más

profundamente todavía, la ideología de
izquierdas está li-
• gada

en Francia a una
cierta concepción

del mundo y de la ciencia.
El socialismo es
ckntífico y espera, por ejemplo, de la ciencia eco­
nónica la elaboración de fl/tmes más eficaces que el mercado y más
satisfactorios pata el interés
general. Cree

en la
alianza congénita
de

la racionalidad
y de la realidad y espera de esta alianza, a través
de la sociedad petfecta, una humanidad. feliz.
Pero la observación de los cien últimos afios ha revelado los
límites
de
la ciencia. Los conflictos de la realidad y de la racionalidad
son indefinidos.
Los errores y las encrucijadas de la planificación
económica y política
apatece en
todos los países.
La ciencia, que
ha desttuido las religiones y las concepciones del mundo de nuestros
ancestros (que durante 50.000 años han sostenido el atdor de vivir
de la humanidad mísera), se
muestra impotente para reconstruir y
dar a los hombres de nuestro tiempo razones de vivir y dat un sig­
nificado
al mundo. Lo real no basta para explicar lo real.
Así, la ciencia experimental, que ha dado, da y
dará de

gran­
des resultados para el descubrimiento y el uso de ciertos dominios
de
lo real,
fracasó en

la tarea de datnos
el ronocimiento y, con más
fuerte
razón, el

dominio de esos grandes recintos de lo real, los más
importantes
para el hombre y para la acción política, donde lo real
es complejo y donde la complejidad, siendo evolutiva, no
se deja
analizar (reducir a

elementos independientes
y simples), según el
método cartesiano.
Esto eioplioa la crisis actual del pensamiento científico, que do­
mina desde lo alto la crisis del
pensamiento ideológico y que con­
duce a la elaboración de nuevas racionalidades
y nuevas vías de des­
cubrimiento de
. lo real. La biología ha sustituido ya a la física en la
elaboración

de los modelos de investigación. Cuando se
ha leído a
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JBAN FOURASTIB
Jldgar Motín, no . se puede .. tener duda alguna sobre la amplimd de
los cambios de mentalidad que están eu marcha (3).
(3) Véase, por ejemplo, el rechazo «de idealizar, de racionalizar, de
normalizar». «Tenemos

necesidad -escribe Morin-
de un principio de conoci­
miento que no solamente respeta sino revela el misterio de las cosas». Edgar
Morin: La méthode, Ed. du Senil, 1977. El movimiento intelectual denomi­
nado «teoría de los sistemas» es, evidentemente, un elemeóto mayor de la
evolución
ideológica en curso, Abre el camino a la percepción de las «in­
suficiencias de controles», Cfr. Jacques Lesourne: Los sistemas del destino,
Dalloz, 1976.
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