Índice de contenidos

Número 171-172

Serie XVIII

Volver
  • Índice

Las virtudes cardinales

Laa virtudes cardinales y au recíproco condicionamiento in­
directo.
cC""111lo hablamo1 de /as wtude, --no s61o de estdl C11Tdmales,
"si,,w de tadar o de ctldlqfliefl, de
lar wtudes- debemos tener siem­
"pre
tmle lo, ojo, al hombre real, al hombre c,m{)f'eHJ. La wtud "°
"e, alg,, (11,,traao, diJhmcittdo de la vid,,, JiflO, qt1e, por et contrflrio,
"tiene "raice," profuma, en la vid,, 11UJ,ru,, bro1a de el/11 y la coflji­
,, gura.
La virtud incide en la vid" del hombre, en sus á&'C'Íones y
"""'°1)0rtamiemo. De lo que se ded#c,, qNS, en todas eslaJ reflexiones
"nuestra,,
"° hablamos ,ttmllJ de la wtud ctkmlo del hombre qNS
"vive
y actúa "vi,,u,osamente"; hablamos del hombre prudeme, ;us­
"to, val«mte,
y por fin, hoy precisamente, h®lamos del hombre "mo­
"derado"
(

o
lambién "sobrio"),
»Añadamos en seguida qllB todr,s estos ambutos
o, más bien, ac­
"litudes del hombre provienen de
cada """ de /as vmudes cardi­
"nales
y están relacionada, mutuame1"e. Por la1"o, no se p1'elle ser
"hombre verdaderamente prudente,
m tlllténti&arn,mte justo, m real­
"mente fuerte,
,i no se po,ee ~. la wtud de la tempklnza. Se
"puede decir que esta wtud condiciona indirectame1"e a toda.r lar
"otra, virlude,; pero se debe decir tttmbién qll8 todas las otra, w­
"tudes son indispensables para que el hombre pueda ser "modera­
"do" (o "robrio" ).>
JUAN PABLO II: Catequesis en la audiencia
general" del miércoles, 22 de noviembre de 1978,
L'Osserv/llorq Romano, Edición semanal en len­
gua CSpañola. Año x,·. núm. 48 ( 517). Domin­
go 26 de noviembre de 1978.
La prudencia y el bien moral
«Según una cierta dimensi6n, no, h"" emeñado que el ,ittl.or del
"hombre debe medirse con
el metro del bien moral · que lleva a cabo
"en su vid,,. Esto preci,amente ,itúa en primer pNSsto la wtud de
3
Fundaci\363n Speiro

"la~-El hombre prtldente, qll8 se "'""" p01' todo lo qll8 es
"11.,.,t,.,ler""'8111e bllet'IO, se e1/118f%a
p01' m-edi,-lo todo, Cfltllquier si­
"tuaci6n
y todo 111 obrM", 1egún el me/To del bitm moral. ·
»Prudente
no es, .P°" t(ll'.to .,-¡;omo fr~-· se ere-, el
"que sabe arreg//,;trel"' rm 1;.
titda y sacar de el/" el ""'Y°' provecho,
"sino qu¼n
<>&iern, a edific,,r ,la ~ toda ,egún la voz de la ca11·
"cienda recta y ~egún las exigen,;;.,, de la moral justa.
>De e,te modo
la prudencia viene a ,er la clave para que Cáda
"uno realice la tarea fumk,me,/tal que ha recibido· de Dio,. Esta ta­
"rea es la pe,fección del hombre mümo. Dios ha dado·" elXla uno
"su ·h~: ·Es necesario_ _que nosotros respondamos a estQ tarea
»progi"11Ulnddla como se debe.>
JuAN PABLO II: Catequesis · en la. audiencia
general del miércoles,. 25 de octubre de 1978,
L'Osrervalore Rom4na. Edición semanal en len­
gua espafiola. Año X, tiúm 44 ( 5 B). Domingo
29
de
octubre de

1978.
El conocimiento de la justicia no es una ciencia teórica. Es
virtud, es capacid1td del espíritu hnmano, de la voluntad
humana e incluso del corazón
«Ser justo significa dtlf' a. cada uno Cllarllo le · es debido. Esto
"se refiere a los bienes temporále, de 1tat11,ra/,eza material. El ejem­
,, plo mejor puede ser aqtd la retriblldón del trttbajo :y el IIMrutdo
"derecho al fr111o del propio /Tabajo
y de la tierra prop;,.. Pero al
"hombre se le debe también reputl>CÍ6n, respeto, comideraci6n, la
"fama que se ha merecido. Cuanto más conocemo-1 11/, homh1'e, ta'llto
"miír se rwela su pe,sonalidad, ctlf'áeler, mteUgenoia y corazón. Y
"tanto miír CMm01 en la cuenta -¡y debemos caer en la clltJnta!­
" del cr/Mrio ron que dtbemos "medirlo" y qué significa ser justos
"con Jl. ,
»Por todo ello es necesario estar profund,;zando continuamente
"en
el conocimiento de la justic,,;. No es ésta una oiencM teórica.
"Es virtud, es capacidad del espmtu hMIUlnO, de la voluntad huma­
"na e, ffl&luso, del co-raz6n. Además, es neces-ario. o,a, para ser jus­
"tot
:Y saber ser ja.t1os.
4
Fundaci\363n Speiro

»No podemos owidtw las palob,as de Nueslro Señ01': "Con la
"medúla con que múliereii se QS medir,f' (Mt 7, 2).
>Hombre j11Sto, hombre que "mide jllStamel'lle"., Ojalá .lo sea,­
"mos tod<>s. Que
lodo, tendanws constantemente i,_ssrio.>
JuAN PABLQ 11: Catequesis en la audiencia
general dél miércoles,. 8 de n:ovidnbre. I.lOJ1er_-
11at01e Roman(). Edición semanal ·en lengua es­
pañola. Año X, núm. 46 ('1)). Domingo 12
de noviembre de 1978.
La justicia terrena y el hombre. No es el hombre para el sis­
tema, sino el sistema para el hombre
«A lo l "más apropiadas según -Zas distintas relacio1les
y aspectos. De aqul
"el concepto
de j11Sticia conmutativa, distributwa, legal y social.
"Todo
ello es testimonio de c6mo la justicia tiene ,_ signij,cadón
"fundamental en
el Mden moral enlre los

hombres
en las rel.tzciones
"sociales
e il'llernacionales. Puede ,dewse q,,. el sel'llido mismo de
"la existencia del hombre
sobre _la tierra está vinculado a la justi­
"cid. Definir C01'reCJmrum1e "cuanto se deb{'. a cada uno por parte
"de todos
y, al mismo tiempo, a todos .PM p"'1e de cada uno, "lo
"que se debe" (d,,bitum) al hombre de parte del hombre en los.di­
"ferer,tes sistemas y relaciones, definirlo y,
sobre todo, ,¡llevMlo ·a
"efecto!, es cosa grande por
la_ que ,_ví,ve mi,, nación y gracias a la
"cual su
,,;da tiene sel'llido.
»A lravés de
los s,glos de existencit> h~ sabre la tierra, .es
"permt>ner,te,

PM ello, el esfuerzo
continuo y la /,«;ha constal'lle por
"organizar con justicia el conjunto de. la vitk, social en su, aspectos
•varios.
E, necesario mirar con respeto los mtlk;ples programas y la
"actividtxl, refomuHlo,a a veces, de lar d~stint4S tendencias 'Y' .fiste­
"mas.
A la. vez es nece1ario ser -coml'ientes;,de .. que no .se trahl _aqf!Í
"sobre todo de los sistemas, sino de la justicia y del hombre. No
"puede ser el hombre ,PMa el sistema, sino que debe ser el sistema
"para
el

hombre.
Por_ ello !,ay que defenderse del anquiJosamiel'llo
"del sistema:»
Fundaci\363n Speiro

«... es M/leStmO qNB cada r,no d,e ,wsotros p,,eda 1/WH' en ""
'col#eX#o de jm#&ia
1, más atín, qNB cada""º se,; jmto 1 acl#e con
"justicü, respecto d• los ce,c,mos 1 d•
los lejanos, tk la comrmidad,
"de la sociedad d,e qr,e es mkmbro ... 1 respeao d,e Dios.
>La jr,slicia tiene mt1&h11S implica&iones 'Y muehdS formdS. Ha,y
"tmnbién """ Í°""" tk ¡,,,,;,;;,, q#B se refiere a lo qw el hombre
""debe" a Dios.>
JUAN PABLO II: Catequesis en 1a audiencia
general del miércoles, 8 de noviembre de 1978,
L'Ouervatore Romano. Edición semanal en len~
gua española. Afio X, núm. 46 :(515), Domingo
12 de noviembre de 1978.
La medida de la justicia en la transitoriedad de este mundo.
Excede
de laa dimensiones de la vida terrena del hombre
«Todos somos consciel#es en cierld manera d,e qr,e no es posible
"llenar la medida total tk la justicia en /;a transitoriedad de este mun­
"do. LIIS palabras ofdar inntllS veces "no h""J justicia en este ~o"
"q,.;zá sean fr,,to de "" simplicismo
tkmd!imlo fácil. Si bien h""J
"en ellas también "" principio d,e 11enlad prof,mda.
»En ,,,. cierto modo la jr,slicia es más ~and,e qr,e el hombre,
"más
~antk qNB la, dimensiones tk sr, v«Ja tmena, más ~antk
"q11e lar posibüidades tk establecer en esta v«Ja relaciones plena­
"meNe ~ entre todos los hombres, los ambientes, la sociedad 'Y
"los gr,,pos soci«Jes, la, naciones, etc. Todo hombre vive 1 muere
"con cieria sen.ración de mstl&Ülbiüdad de juslicia porqr,e el m,,,,,to
"no es lkl[>aZ de 1alisface, hasta el f011do á ,.,. ser oreado a imagen
"de
Dios, m en lo prof,.,.,to de la pe,,,,,.., m en los tÜsti'fllos a.r­
"peaos de la vida humana. Y as,, a tr,wés de este hambre de j#SHcia,
"el
hombre ,e 'abre a Dio,, qr,e '' e, la jmticia mi.rm,,".
>]e,ús, en el 1erm6n de la montafki, lo ha tÜcho de moti,, claro y
"concisa con estas palabrar: "JJienaven,,,,.llllos lo, qMe · tienen ham­
"bre 1 sed de j11stida, frorq11e ello, serdn hartos" (Mt 5, 6).»
6
JUAN PABLO II: Catequesis en la audiencia
general del miércoles, 8 de noviembre de 1978.
L'OuenNdore Romano. Bdid6n semanal en len~
gua española. Afio X, núm. 46 :(515). Domingo
12 de noviembre de 1978.
Fundaci\363n Speiro

No puede existir aJDOl" sin justicia, pero el amor "rebasa" la
justicia
· «Cristo ms ha dado el 1'lltlfldamietllo del amor sl prójimo. En
• este ~ está camprsnditlo todo Clkllllo se refiere a la
"justicüi.
No puede ""'1W """°' sm jmticüi. El """" "rebll.ra" la
"jt,,stick,, pero
al mi,mo liemf,o Bfl&#enlfa s1111.,;¡;caeión en 1,, jt,,s­
"ticüi. Hano el. p-adre
'J 1,, madre, al amar . " s11 hi¡o, deben· ser ;..,tos
"con Jl. Si
se tttmbalea 1,, jt,,sticitJ, lttmbMn el """" COf't'e f.JeUgro.>
JUAN PABLO II: Catequesis en la audiencia
general del miércoles, 8 de noviembre de 1978,
L1O.rseNJalore Romano. Edición semanal en len­
gua española. Afio X, núm. 46 ,( 515). Domingo
12
de noviembre
de 1978.
La virtud de la fortaleza: superar el miedo y la debilidad hu­
mana
«Según la domina de Stmto Tomás, la 1IÍrltltl de 1,, fortaleza se
"sncusntra
en el hombre:
"- q,,. está dispuesto a
aggredi pericala, " tlj,ontd, los peligros;
,,_ q"8
está dispuesto " sustioore mala, o SWI, " soporhlr las arwer­
"sidades por una Ct111Sa jmta, por la 11srcl,,d, 1,, jt,,slkia, m.
»La virmd de la fortale:tt. ,eq,,;.,.e siempre tma cisrla s,q,ertlCión
"de la debilidad
hr,man,¡ 'J, sobre todo, del m;,,,lo. Porque el hombre
"teme p-or ndl11raleza, e1¡,ontánetN11enté, el ¡,eligru, lus disg11stus y
"s11fmmentos. Pero m sólo en los campos de bfll "hombres
11,tlientes, sino en las ,alas de los hosp,talss o en el lecho
"del dowr. Hombres tales potllan sncofltrarse a menudo 1111 campos
"de concefltrddón
'Y en lugares de depor1ación. Eran auténticos héroes.
>El miedo quila
a 11e¡;es el cora;e cwito a hombres que men en
"clima de amen,;za, opresióo o perseeución. Ast, pues, tienen 11alen­
"tú espec;sl loJ hombres que son capace, de ,,.aspastlr 1,, llam,,rJa ha,.
"""'" del miedo, a fin de rBfllW testimonio de 1,, verdad 'J la jt,,sticia.
"Para llegar a
tal fortaleza, el hombre debe "J#fierar" en cierta ,,,,._
7
Fundaci\363n Speiro

"nora los propios Um#es y "sgperarse" " si mismo, corriendo el
""riesgo" de encontrarSB. en situación -igno,4, et riesgo de ser mal
"1/hkl, et riesgo de. exponerse " consecuencias desagradables, ,n;u­
"ritl.f, degradaciones, pértlidas maleriales y hmta la prisión o 11M per­
"seCll&iones. Para· alc,mza,, kit -forklteza, et hómbre debe estar soste­
"mdo por un grim "1'1W1'· 4 la verd..d y al bien a q#e se emrega. L,
"virt,,d de la forkdeza Cfl1nina al mismo P= q#e la capacidad de
"saorificarse.
· Está wtud tenia y,i perfil bien definido entre los an-­
"tiguos. Con Cristo ha ádqtlffldo perfil evang~Uco, cristiano. El Evan­
"gelio va dirigido
a hombres ~hiles, pobres, mdmos y humildes,
"operadores de paz, misericordiosos;
y al mismo tiempo contiene
"en st
un llamamiento constame a la fortaleza. Con frecuencia repi­
"te:
"No tengáis miedo" (Mt 14, 27). Enseña al hombre que es ,,..
"cesaría saber "dar la
vida" (Jn 15, 13) por una causa justa, por la
"verdad, por la iustiCM.>
JUAN I_>'ABLO II: Catequesis en la audiencia
general del miércoles, 15 de noviembre de 1978,
L'Osservatore Romano. Edición semanal en -len~
gua espaliola. Año X, núm. 47 (516). Domin­
go 19 de npviembre de 1978.
La virtud de la fortaleza: el coraje cívico
«¿ A quiffl tenemos nosotros por hombre fuerte, hombre va­
"lieme?
De costumbre, esta· palabra evoca al soldad,, que defiende
"la
pat,'ia exponiend<, al peligro Ju incolumidad y hasta la vida en
"tiempo de guerra. Pe/'Q a la vez nos damos cuenta de q#e también
"en tiempo de paz neces#,mios fortaleza.
Y por ello sentimos estima
"gramle
de las personas que .re distinguen poi lo que se llama "co­
"raie cwico". Un testimonio
de fortaleza nos lo ofrece quien ex­
"pone la propú, vida por sr,h,ar a alguno que está a
punkJ de aho­
"garse, o ti>mbwn por el

hombre
que· pre,ti, d)'1Hta en fas calamida­
"des ·'fláttH'ales: incenJ,fos~-·11H#'idaciOtiés, et:c. Cft1f'tdtmente Se distin~
"gu,,i por. esta 1Kl'tfl4 San, C;,,.los; mi Pátro,w, que durante la pe!le
"de· Milán seguta" efercieítdo
el ministerio pástoral entre los habi­
"tmtes
de · dicha ciudad. Pero · pensamos con tH:hrwaci6n asimismo
8
Fundaci\363n Speiro

"en los hombres que es~ .14r /lÍmtM deLE11erest y en los aswo­
"t141#as que p,meron el
p,e .en la Lun,¡por 11ez primera.
>Como se dedtfcs de k!fJo_ eslO, w. mamjes~-de. la 1lirlud
"de la fo,rtaleza son td,utl/Úwlles. Alg,.,,,,, s~n mlllJ. cono cid,,, .y go'
"zar, de cierta fama. Owas son. más. ignoradas, dlllltftle exig'r' ma­
''yor 11#'t#d-atín.
»Como ya hemos dicho al ,comenzttr, la. Jor;aleza es una vmud,
"una wtud cardmal.
»Pe "conocidos en general, pero que atestiguan . una virtud grande, a
"veces mclwo heroica. Pienso, por ejemplo, .en una mujer, madre de
"f"1nÜil, Y" numerosa, a la que muchos "ácomejen" que elimine la
"11ÚÚ, """'"' concebida en su seno y s.e someta " ,ma "operación"
"p,wa
interrum,pir la maternidad; y elk¡ responde con firmeza: "¡no!''.
"Ciertammte que """ en
la cu.,,;a de toda la tÜficultdd que este
""no"
comp<>ria: d,ficllltdd para ella, para su ,mwido, f>ara toda la
"familii,; y, sin embargo, responde: "no". La ""81/a vida humana im­
"ciada en ella es "" f/fJUJr demasiado grande, demasktdo "sacro",
"para que pueda ceder ante semejanter f>resiones.
»Owo ejemplo: Un hombre
al que ie f>romele la Ubertdd y hasta
"una
buena carrera, a contÜci6n de que renieglll1. de sus f}rincipios
"o a¡,r,,ebe algo contra su hotirar:lez haua· los demás. Y también
"éste contesta
"no", me/uso a f>esar tk /d.t amenazas de ,ma f>arte y
"los hl
_ JUAN PABLO, Ii: ·eateq\lesis en la audiencia
general del miércoles, 15 de·noviembre de 1978,
L10uer11alore. Romano. Edición semanal en len··
guo españolo. Año X, núm. 47 (516). Domin­
go 19 de noviembre de 1978.
Fortaleza para superar las ideas fahÍls, hoy de JD.Oda; los cri­
terios de violencia, y afrontar las iniñdias del mal del egoís­
mo y del "príncipe de este mundo", que siempre pretende
dar

al hombre
falso sentido· de sus autonomías y, tras el
fracaso, llevarlo. al abismo de la !lese~peraeión
«Ser j6venes signific,i 1IWir en st una incesante n011edad de
"esplritu, fomentar la búsqueda commua del büm, dar suelta al
9
Fundaci\363n Speiro

"imf,t,lso de t1'amformarse siemf,,e haciéndose me¡,,,, poner en prá&­
"lic" una voltmtád persewr-• de mt1'ega. ¿Qfllén nos permilwá .
"todo. e,to?
¿Es que el homb,,, posee en sí nmmo wgor fl"'" ,.¡,,,..
"hw ·'º" las propias fuerz"' las ~ del mal, del egoísmo :JI
"-4igtimoslo t""'biét, con cltwidt1d--las i11Sidif1S eUsgregádortlS del
""pr,,.cifle
de

este
mundo", en tlCliwdad siempre pera h al hombre
"stmlido falso de sus
"11to1I011Ú "j,act1So, llwarlo luego al abismo de ¡,, desesperac,ón?
>A CriJlo, e,.,,.,,,,._, joflen; " Cri.sto, vencedor de todd ma­
"nifestación de mm,rte¡ a Cri.sto res11cittldo para siempre¡ ti Cri.sto,
"q11e en
el Brplmfl comtmica la vida del Padre, 'º""""" :JI desbor­
"dtinte; a Cristo debemos reCtlrir todos, jóvenes :JI adtmos, para f-­
"ddmentar y aseg11rar la •speranza del mañalta 'i"" vosotros com­
"lrllwéis, pero qu• se encuent1'a
'Y" potencialmente presente en el
Jlhoy.>
cl.d 11ictorl,, de Cri.sto en """'"'º corazón BXige el eiercicio de
"la wtud de la /Maleza, tercer,, wtud cardinal, 'i"" eomti1111• el
"tema ekgldo fldr11 la tlllMlm&ia gfflBral de ho'J,
>Estt1
w,ud, f{fle nos p.,,,,,;1e dfror,iar los pe#gros y soporhw
"las atWersidades -como
tljirma Santo Tomás de Aqumo-, da fuer­
"z,, al hombre fiar" comba,;, 0011 1/aknlia, agere a>nt:m, flor los ;da,,_
"les de jwlida, honr "mente at1'"1dos.
No se fltl8de pensar en comtr,,;, "" mundo 11#8110
"sin ser fuertes 'Y valientes fllÍ'" st,perar las idaas fal!as, ho1 de moda;
"los eriteros de
violem:ia del mtlrldo; las s11geJ1iones del mal. Todo
"ello BXige
f{tle t1'tlsflasemos la barrera del miada para ser tesligos
"de Cristo
'Y, al nmmo tiempo -las dos rsaütl""6s se st,perponen-,
"presenhw
la hwgen del hombre auténtico qt1e se expres" única­
"mente en el""'°'' en
el don de sí.>
10
JUAN PABLO 11: Encuentro con los jóvenes en
la basílica de San Pedro, L1O.rserva1ore. Romano.
Edición semanal en lengua espaliola. Año X,
núm. 47

(116).
Domingo 19 de

noviembre de
1978. .
Fundaci\363n Speiro

La virtud de la templaza: dominio de •í mismo
"" lo que está fuera del hombre. En efeao, decimos que
es mode­
"rado el que no abusa de la comidt,, k, bebid,, o el place,; el que no
"toma bebidas alcohólic la propia
"conciencid por el uso de estupef"ci6tues, etc. Pero esta referencü,
"" elementos externos
al hombre tiene la bASe dentro del hombre.
"Es como
si en cada uno de nosotros ex,s#era un ·",yo superior" 'Y un
"",yo inferior". En nuestro "yo inferior" viene exp,esddo nuestro
"cuerpo
:y todo lo que le pertenece: neceddades, deseos y pasiones,
"sobre todo
las de 1"'turaleza sensual. Ld vmud de la tem,planz,, ga­
"ran#za a
cad,, hombre el dominio del ",yo superior" sobre el "yo
"inferior". ¿Supone IIC/Jlo d,icha virtud hurnJ/lación de nuestro cuer­
"po?
¿O q#/zá va en menoscabo del mismo? Al contrllrio, este do­
"1114nw da ma,yor valor
al cuerpo. Ld wtud de la tem,planz" hACe que
"el
cuerpo 'Y los sen#idos encuentren el puesto exACto que les co­
""esponde en nuestro ser humano.
>El hombre moderado es
el que es dueño de si. Aquel en que
"las pasiones no
predominan solwe la razón, la 110lunlaá e incluso
"el "c01'az6n". ¡El hombre que sabe dominarse! Si esto

es
as,, nos
"damos cuenta
fáciltmenle del valor ltln ~ 'Y rllMCal que
"#ene la virtud
de la templanz,i. EstA resu/,ta fJIJlla menos que indis­
" pensable ,¡,,ira que el hombre "sea" plenamente hombre. Basta ver
"a alg#ien que ha llegado " ser "vú;ti,nu," de
las pasiones que la
""""'"""'
r"'1Mldando por st mismo al uso de la r,.,:ón ( como, por
"ejemplo, un alcahólico, un d,-ogado), 'Y constatamos que "ser hom­
"bre" q#iere decir respet11r la
propia dig,ddad ,y, por ello y ademáJ
"de otras cosas, dejarse guiar por la virtud de la tem,plama.>
JUAN PABL-0 11: Catequesis en la audiencia
general del miércoles, 22 de noviembre de 1978,
L'OsservaJOf'e Romano. Edición semanal en len­
gua española. Año X, núm. 48 ( 517). Domin­
go 26 de noviembre de 1978.
11
Fundaci\363n Speiro