Índice de contenidos
Número 171-172
Serie XVIII
- Textos Pontificios
- Monográficos
- Actas
-
Estudios
-
Nova et vetera. El pontificado de Juan Pablo II
-
El tradicionalismo filosófico y Donoso Cortés
-
El Estado y la política
-
Mundo, hombre y Derecho (Notas sobre el presupuesto antropológico de la filosofía jurídica)
-
El otro pacto del conde de Egmont
-
1903, un año decisivo en la historia del comunismo
-
Algunas innovaciones de la pedagogía moderna
-
Leyes civiles y comportamiento moral
-
Presentación del libro del Padre Santiago M. Ramírez, O.P.: La esencia de la caridad
-
- Información bibliográfica
- Ilustraciones con recortes de periódicos
Autores
1979
Palabras finales en el acto litúrgico de la clausura de la XVII Reunión de amigos de la Ciudad Católica
PALABRAS FINALES EN EL ACTO LITURGICO DE LA CLAUSURA
DE LA
xvn REUNION DE AMIGOS DE LA.CIUDAD CATOLICA
PRONUNCLIDAS POB. BL R. P.
VIcr0RIN0 RODIÚGUBZ, O; P.
Amigos de la Ciudru:l Católica:
Las pabbras finales de acción de gracias a Dios delante del
Santísimo
Sacramento, este año podemos formularlas con los tér
minos
propias de
esta
XVII Reunión: armoma 'Y d4aléctica, enten
diendo aquí
1a dialéctica no como discusión o lucha, sino como d,á.
logo, propio de la caridad, que es amistaJ, que es red"1TU1ti,;.
¡Gncias, Señor, por el diálogo armonioso que hemos praa:i
cado "'tos rres días!
Diálogo armonioso con Dios, que nos habla perennemente en
su
Verbo y perennemente se nos da como Don de Amor en el Es
píritu Santo. Nuestra respuesta ha querido ser de fe cierta, de es
peranza optimista y de caridru:l amplia:, aunque sin condescenden
cias daudicantes. Y, como aman#, est -•, te darnos gracias
porque
nuestra
oración a Ti y a· tu Santísima Madre pudo expre
sarse en canto bello y tierno.
Diálogo armonioso entte nosorros, porque prorelió siempre
en
clave
de sabiduría cristiana. El orden o armonía inmanente del hom
bre, de la sociedad y de la historia descansa en Dios, principio y
fin de 'la vida de los hombres, cuyos pasos --<(Ue son sus ideas y
afa:co&- no se escapan a su Providencia, concretísirna y ~onal,
en razón precisamente de su tmsóendencia. "En El vivimos, nos
movemos· y existimos" (Hech, 17, 28). El anttopocenttismo hege
liano
empequeiiece al hombre y es incapaz de un juicio armonioso
de
la
Histmia. La dialécrica perfectiva o superadora de la mística
23
Fundaci\363n Speiro
VICTORJNO RODRJGUEZ, O, P.
a1snaoa tiene perspectivas trinitarias: "S
Padre cekstial
es perfecto" (Mt. 5,
48);
"para que todos sean uno,
como Tú, Padlre, escls en mí y yo en ri, para que también ellos sean
en
nosotros" i(Jn. 17, 21); "como el Padre me amó, yo también os
he amado; pemianeced en mi amor" Un, 15, 9).
La
armonía de la vida aistiana, que incluye contemplación y
dinamismo perfectivo, podría verse sintetizada en una bella idea
de
Santo Tomás que quiero recordar a!b.ora. Trata de explicar por
qué los
pocífkos serán llamados hijos de Dios (última de las bie
naventuranzas evangélicas). Ello se debe ......Yiene a decir él! en la
Suma Teológica y en
el
Comentario a: San Mateo-a que la paz
es la tranquilidad del orden, y el orden es el objeto y efecto propio
de
la Sabiduría. De
alhí que fa aeación u otdenarión primera y la
redención o
,estauración del
orden
se atribuyan a la Sabiduría eter
na o Hijo de Dios. De ahí que los que viven en paz y difu.oden la paz,
que es el orden querido por Dios, que es la caridad, ofrezca,:¡ espe
cial similitud a¡n la Sabiduría eterna, con <11 Hijo de Dios, y me
rezcan por eso llamarse hijos de Dios. Redondeando esta misma
idea, nos dirá que la paz, fruto del Espírlnu Santo, efecto de la ca
ridad, tiene su correspondencia en el don de la sabiduría. Ahí están
fas claves de la dialéctica armoniosa del aistianismo: Sabiduría
caridad-paz.
En el Oficio Divino de. v.ísp<Íras de los días que preceden a Na
vidad, la antífona del Magni-ficat es una invocación al Hijo de
Dios,
rontemplado en
alguno de
sus
atributos. La primera, del día
17, se refiere a la Divina Sabiduría. Quiero recitarla, como despe
dida,
delante del
Santísimo:
"¡Oh
Sabiduría!, que
brotaste de los labios del Altísimo, abar
cando del
uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza y
suavidad, ven y muéstranos di camino de la salvación".
24
Fundaci\363n Speiro
DE LA
xvn REUNION DE AMIGOS DE LA.CIUDAD CATOLICA
PRONUNCLIDAS POB. BL R. P.
VIcr0RIN0 RODIÚGUBZ, O; P.
Amigos de la Ciudru:l Católica:
Las pabbras finales de acción de gracias a Dios delante del
Santísimo
Sacramento, este año podemos formularlas con los tér
minos
propias de
esta
XVII Reunión: armoma 'Y d4aléctica, enten
diendo aquí
1a dialéctica no como discusión o lucha, sino como d,á.
logo, propio de la caridad, que es amistaJ, que es red"1TU1ti,;.
¡Gncias, Señor, por el diálogo armonioso que hemos praa:i
cado "'tos rres días!
Diálogo armonioso con Dios, que nos habla perennemente en
su
Verbo y perennemente se nos da como Don de Amor en el Es
píritu Santo. Nuestra respuesta ha querido ser de fe cierta, de es
peranza optimista y de caridru:l amplia:, aunque sin condescenden
cias daudicantes. Y, como aman#, est -•, te darnos gracias
porque
nuestra
oración a Ti y a· tu Santísima Madre pudo expre
sarse en canto bello y tierno.
Diálogo armonioso entte nosorros, porque prorelió siempre
en
clave
de sabiduría cristiana. El orden o armonía inmanente del hom
bre, de la sociedad y de la historia descansa en Dios, principio y
fin de 'la vida de los hombres, cuyos pasos --<(Ue son sus ideas y
afa:co&- no se escapan a su Providencia, concretísirna y ~onal,
en razón precisamente de su tmsóendencia. "En El vivimos, nos
movemos· y existimos" (Hech, 17, 28). El anttopocenttismo hege
liano
empequeiiece al hombre y es incapaz de un juicio armonioso
de
la
Histmia. La dialécrica perfectiva o superadora de la mística
23
Fundaci\363n Speiro
VICTORJNO RODRJGUEZ, O, P.
a1snaoa tiene perspectivas trinitarias: "S
es perfecto" (Mt. 5,
48);
"para que todos sean uno,
como Tú, Padlre, escls en mí y yo en ri, para que también ellos sean
en
nosotros" i(Jn. 17, 21); "como el Padre me amó, yo también os
he amado; pemianeced en mi amor" Un, 15, 9).
La
armonía de la vida aistiana, que incluye contemplación y
dinamismo perfectivo, podría verse sintetizada en una bella idea
de
Santo Tomás que quiero recordar a!b.ora. Trata de explicar por
qué los
pocífkos serán llamados hijos de Dios (última de las bie
naventuranzas evangélicas). Ello se debe ......Yiene a decir él! en la
Suma Teológica y en
el
Comentario a: San Mateo-a que la paz
es la tranquilidad del orden, y el orden es el objeto y efecto propio
de
la Sabiduría. De
alhí que fa aeación u otdenarión primera y la
redención o
,estauración del
orden
se atribuyan a la Sabiduría eter
na o Hijo de Dios. De ahí que los que viven en paz y difu.oden la paz,
que es el orden querido por Dios, que es la caridad, ofrezca,:¡ espe
cial similitud a¡n la Sabiduría eterna, con <11 Hijo de Dios, y me
rezcan por eso llamarse hijos de Dios. Redondeando esta misma
idea, nos dirá que la paz, fruto del Espírlnu Santo, efecto de la ca
ridad, tiene su correspondencia en el don de la sabiduría. Ahí están
fas claves de la dialéctica armoniosa del aistianismo: Sabiduría
caridad-paz.
En el Oficio Divino de. v.ísp<Íras de los días que preceden a Na
vidad, la antífona del Magni-ficat es una invocación al Hijo de
Dios,
rontemplado en
alguno de
sus
atributos. La primera, del día
17, se refiere a la Divina Sabiduría. Quiero recitarla, como despe
dida,
delante del
Santísimo:
"¡Oh
Sabiduría!, que
brotaste de los labios del Altísimo, abar
cando del
uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza y
suavidad, ven y muéstranos di camino de la salvación".
24
Fundaci\363n Speiro