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Número 249-250

Serie XXV

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El orden de la Creación y la participación del hombre

EL ORDEN DE LA CREACION Y LA PARTICIPACION DEL HOMBRE
La Providencia divina y_ el misterio de la creación
«La verdad sobre la Providencia, que está intimamente uni­
,, da

al misterio de la
creaci6n, debe comprenderse en el con­
-"texto de toda la revelación, de todo el _ "Credo". Se ve así
"que, de una forma orgámca, en la verdad de la Providencia en­
"tran la

revelaci6n de la
"Predútinaci6n" (praedestinatio) del
"hombre y del
mundo en Cristo, la

revelaci6n
de la entera eco­
"nomía de la salvación y su realizaci6n en la historia. La verdad
"de la

Providencia divina se halla también estrechamente uni­
,, da

a la verdad
dd reino de Dios, y por esta raz6n tienen
"u.na importancia fundamental las

palabras pronunciadas
por Cris­
"to en su enseñanza sobre la Providencia: "Buscad primero el
"reino de Dios y su ;usticia.,. y todo eso se os dará por añadi­
"dura" (Mt. 6, 33; cf. Le. 12, 13). La verdad referente a la Di­
,, vina

Providencia, es decir al
gobierno trascendente de Dios sobre
"el mundo creado se hace comprensible a la luz de la verdad so­
"bre el reino de Dios, sobre. ese reino que Dios proyect6 desde
"siempre realizar en el mundo creado gracias a_ la "predestina.­
"ci6n en Cristo", que fue engendrado antes de toda criatura.
"(Col. 1, 15)».
JUAN PABto: 11: · Catequesis durante la audien­
diencia general del miércoles 11 de junio. L'Os­
servatore R.omano, edici6n semanal en lengua
espafiola, afio XVIII, núm. 24 (911), domingo
15 de junio de 1986.
El plan de la Providencia divina · según la Revelación.
«Todo esto que pertenece a la creaci6n entra, según la Re­
"velaqión, en el misterio de _la Providencia divina. Lo afirma
'_1 de modo e;emplarmente conciso
el V atitano I, que hemos ci~
ntado _ya muchas veces: "Todo lo· creado, Dios lo conserva y lo
1127
Fundaci\363n Speiro

"dirige con su Providencia «extendiéndose de un confín al otro
"con fuerza
y gobernando con bondad todas las cosas» (cfr. Sab.
"8, 1). «Todas las cosas están desnudas y manifiestas a sus o;os»
"(cfr. Heb. 4, 13), «hasta aquello que tendrá lugar por libre ini­
"ciativa de

las
creaturas»" (DS.
3.003).
La Providencia abraza,
"por tanto, también el mundo de los espíritus puros, que aun
"más plenamente

que los hombres son seres racionales
y libres.
"En la Sagrada,Escritura encontramos preciosas indicaciones que
"les conciernen. Hay la revelación de un drama. misterioso, pero
"real, que afect6
.a estas criaturas angélicas,
sin que· nada esca­
"pese a la eterna Sabiduría, la cual con fuerza (fortiter) y al mis­
"mo tiempo

con bondad
(suaviter) todo lo lleva a cumplimiento
"en el reino del Padre, del Hiio
y del Espíritu Santo».
JuAN· PABLO 11: Catequesis durante la audien­
cia general del miércoles 9 de julio. L'Osser­
vatore Romano, edición ·semanal en lengua es..
pañola, año XVIII, núm. 28 (915), domingo 13
de julio de 1986.
La Providericia divina, la fuerza eficiente de las causas crea­
das y el orden de la crea:ición.
«La Sagrada Escritura en muchos pasajes alaba a la Provi­
''dencia divina
como suprema autoridad del mundo, la cual,
"llena de solicitud por todas las criaturas, y especialmente por
"el hombre,
se sirve de la fuerza eficiente de las causas creadas.
"Precisamente en esto se manifiesta la sabiduria creadora, de la
"que se puede decir que es soberanamente' previsora, por ana/.o­
,, gía con una dote esencial de la prudencia humana. En efecto,
"Dios que trasciende
infinitamente todo lo que es creado, al mis­
"mo tiempo) hace que el mundo presente) ese otden maravilloso
"que se puede constatar, tanto en el macro-cosmos como en el
"micro-cosmos. Precisamente la Providencia, en cul1nto Sabidu­
"ría trascendente del Creador, es la que hace que el mundo no
nsea el "caos", s~no el ncosmos11

»"Todo lo dispusiste con medida, número y peso" (Sab. 11,
"20)».
1128
JUAN PABLO II: Catequesis durante la audien­
cia general-del miércoles 14 de mayo. L'Osser­
vatore
'Romano, edición semanal en lengua espa~
ñola, año XVIII, núm. 20 (907), domingo 18
de mayo de 1986.
Fundaci\363n Speiro

Causa Primera y · causas segundas en la autonomía ele las
cosas
creadas.
«Aunque el modo de expresarse la Biblia refiere clirectamen­
"te a Dios
el gobierno de las cosas, _sin embargo queda su/iciente­
"mente clara la diferencia eni-re la acción de Dios 'creador como
"Causa Primera, y la actividad de las criaturas como causas se­
"gundas.
Aqui nos encontramos ·con una pregunta que preocupa
"mucho al mundo moderno: la que se refiere a la autonomía de
"la
creación, y por lo tanto, al papel de artifice del mundo que
"el hombre

quiere desempeñar
.. Pues
bien, según la fe cat6lica,
"es propio de
la sabiduria trascendente del Creador hacer que
"Dios esté presente en. el mundo como Providencia, -Y _simultá­
"neamente que el murido creado posea esa "autonomía", de la
"que habla el Concilio Vaticano II. En efecto, por una parte
nDios, al .mantener todas las cosas' en la existencia, hace que sean
"lo que son: "por la propia naturaleza de la creaci6n, todas las
"cosas están dotadas de consistencia, verdad
y bondad propias
"y de un propio orden regulado" (Gauclium et spes, 36). Por
notra parte, precisamente por el modo con que Dios rige el mun­
ndo,
éste
se encuentra en una
.situaci6n de
verdadera
at.itonomia
"que "responde a la voluntad del Creador" (Gaudium et spes,
"36).
»La Providencia Divina se. manifiesta precisamente en di­
" cha autonomía de las cosas creadas, en la que se revela tan­
" to la fuerza como la "dulzura" propias de Dios. En ella se con­
"firma que la Providencia del Creador como sabiduría
trascen­
Jl de1$te :y para nosotros siempre -miste_riosa, abarca todo ("se ex­
"tiende del uno al otro confín"), se realiza en todo con su po­
"tencia creadora
y su firmeza ordenadora (fortier), aun deiando
"intacta la función de {as criaturas como causas segundas; in­
"manentes, en el dinamismo de la. formaci6n y del desarrollo del
nmu_ndo) como puede verse indicado en ese suavíter del libro
"de la Sabidurla.
»En lo que se refiere a la inmanente formación del mundo,
nel
hombre posee, pues, desde el principio y· constitutivamente,
J) en · cuanto que ha sido creado a imagen y sémeianza de Dios,
"un lugar totalmente especial. Según el libro del Génesis, fue
"creado para "dominar", para "som_eter la tierra" (cf. Gén. 1,
"28). Participando, como sujeto racional y libre, pero siempre
"como criatura, en el dominio del Creador sobre el mundo,
el
})hombre se ·convierte de cierta manera en "providencia" para Si
"mismo, según la hermosa expresión de Santo Tomás (cf. S. Th.,
1129
Fundaci\363n Speiro

"l, 22, 2 ad 4). Pero por la misma razón gravita sobre él desde
"el principio

una peculiar responsabilidad tanto ante Dios como
"ante las criaturas y, en particular, ante los otros hombres».
JuAN. PABLO 11: Catequesis durante la audi~­
c:ia general del miércoles 14 de mayo. L'Osser­
vatore Romano, edición semanal en lengua espa­
ñola, año XVIII, núm. 20 (907), domingo 18
de
mayo de 1986.
'IOrdo rerum" y voluntad libre del hombre.
«El hombre depende del Creador y se halla sujeto a las le­
"yes sobre

cuya base el Creador ha constituido el orden del mun­
"do creado

por El, el ·orden esencial de la existencia
ordo re­
"rum; y, ·por consiguiente, tanibién se halla suieto a las norm~
"morales que regulan el uso de la libertad. La prueba primordial
"se dirige, por

tanto,
a· 1a voluntad libre del _hombre, a su li­
"bertad.

¿Confirmará
el· hombre

con su
conducta el orden fun­
"damental de

la creación, reconociendo la verdad de que
tam­
"bién

él ha sido creado, la verdad de la dignidad que le perte­
"nece en cuanto imagen de Dios, p_ al mismo tiempo la verdad
"de su límite en. cuanto criatura?
»Desgraciadamente conocemos el resultado de la prueba: el
"hombre
fracasó. Nos

lo dice la Revelación. Pero esta triste no­
"ticia nos

la da en el contexto de la verdad de la redención, per-·
"mitiéndonos así que. mireinos confiadamente a nuestro Creador
"y Señor misericordioso».
JuAN PABLO II: Catequesis durante la -audien­
cia

general
del miércoles 3 de septiembre. L'Os­
servato,:e
Romano, edici6n semanal en Jengua
española, año XVIII, núm. 36 (923), domingo
7 de septiembre de 1986.
La participación de los hombres en la obra de Dios en el
mundo creado ..
«Después de la creación del hombre, varón y mujer, el Crea­
"dor los

bendijo, diciéndoles:
«Procread y multiplicaos, ,y hen­
"chid la

tierra; sometedla
y dominad sobre los peces ... y sobre
"las aves

... y sobre todo cuanto vive»
(~. 1,
28). La
crea­
"ción
a imagen de Dios constituye _el fundamento del dominio
1130
Fundaci\363n Speiro

sobre las otras criaturas en el mundo visible, las cua/,es fueron
"llamadas a la existencia
con miras al hombre y "para él".
»Del dominio del que habla el Génesis 1, 28, participan to­
"dos los hombres,
a quienes el primer hombre y la primera mu­
"jer han dado
origen. A
ello
a/,ude también
la redacción jahvista
"(Gén. 2, 24), a la que todavía tendremos ocasión de retornar.
"Transmitiendo la vida a su hijos, hombre y mujer les dan en
"heredad

esa imagen de
Dios, que fue conferida al primer hom­
"bre en el momento de la creación.
»De este modo el hombre se convierte en una expresión par­
"ticular de la gloria del Creador del mundo creado. Gloria· Dei
"vivens horno, vita autem hominis visio Dei, escribirá San Ire­
"neo (Adv. Hacer., N, 20, 7). El .hombre es gloria del Creador
"en cuanto ha sido creado a imagen de El y éspecialmente en
"cuanto que accede al verdadero conocimiento del Dios viviente.
»En esto encuentran fundamento el particular valor de la vida
"humana,
como también. todos los derechos humanos ( que hoy se
"ponen tan
de relieve).
· JuAN PABLo · 11: Catequesis durante la audien­
cia general

del miércoles 9
de abril. L'Osseroa­
tore. ·Romano, edici6n semanal en· lengua espa­
ñola, año XVIII, nóm. 15 (902), domingo 13
de abril de 1986.
La Creación y. la autono~ía "legítima" y la "ilegítima" de
las realidades terrenas.
«Tratemos de recoger en una sintesis organzca los principa­
"les pensamientos contenidos en el párrafo 36 de la Constitución
JJGaudium es spes:
A) A la luz de la doctrina del Concilio Vaticano II, la ver­
"dad acerca de la creaci6n
no es _sólo una verdad de fe, basada
"en la Revelación del Antiguo y del Nuevo Testamento. Es tam­
,, bién una verdad que une a todos los hombres cteyentes "se.a
11cual fuere su. religión-", es decir, a todos los que "escucharon
"siempre la manifestación de la voz de Dios en el lengllaie' de
"la creación".
»B) Esta verdad, plenamente manifestada en la Revelación,
"es, sin embargo, accesible de por sí a la
razón humana.
Esto se
"puede deducir del
conjunto de

la argumentación
del texto
con­
" ciliar
,y particularmente de las frases: "La criatura sin el Crea­
"dor
desaparece.,., por
el olvido de Dios la propia criatura que-
1131
Fundaci\363n Speiro

}}da oscurecida11
• Estas expresiones (al menos de modo indirecto-)
"indican que el mundo de .las criaturas tiene necesidad de la Ra­
"zón última
y de la Causa primera. En virtud de su misma na­
"turaleza los seres contingentes tienen necesidad, para existir,
"de un apoyo en el Absoluto (en el Ser necesario), que es Exis­
"tencia

por si
("Esse subsistens"). El mundo contingente y fu­
"gaz ndesaparece sin- el Creador".
»C) Con relación a la verdad: así entendida, acerca de la
"creación, el Concilio establece una distinción fundainental entre
"la autonomía "legítima" y la "ilegítima" de las realidades te­
"rrenas.
· Ilegitima ( es decir,· no conforme a la verdad de la Re­
"velación) en la autonom!a que proclame
la independencia de las
}}realidades creadas por Dios Creador, y sostenga "que la reali­
" dad creada es independiente de Dios y que los hombres pue­
" den
usarla sin referéncia al Creador". Tal modo de entender y
''de comportarse niega y rechaza la verdad acerca-de la creación;
"y la máyor parte de las veces -si no es incluso por principio­
"esta posición se sostiene precisamente en nombre de la "auto­
"nomía" del mundo, y del hombre en el mundo, del conocimien:
"to y de la acciónhumana. »Pero hay que añadir inmediatamente que en el contexto de
nuna "autonomía" asi' entendida, .es el hombre quien en realidad
"queda privado de la propia autonomía con relación al mundo,
"y acaba por encontrarse de hecho sometido a él. Es un tema
"sobre el que volveremos.
»D) La "autonomla de las realidades terrenas" entendida de
"este modo es según el texto citado
de la
Constitución
Gaudium
"et spes-no sólo ilegítima, sino también inútil. Efectivamente,
"las cosas creadas gozan de una autonomía propia de ellas "por
"voluntad del Creador", que está arraigada en su misma natu­
"raleza, perteneciendo al fin de la creación (en su dimensión in­
·"manente). "Pues, por la propia naturaleza de la creación, .todas
'_'las cosas están dotadas de consistencia, verda4 y bondad propias
"y de un propio orden".
»La afirmación, si se refiere a todas las criaturas del mundo
"visible, se refiere de modo eminente
.al hombre. En efecto, el
"hombre, -en la misma medida en que trata de )'descubrir, em­
"plear y ordenar" de modo coherente las leyes ry los valores del
n cosmos, no s6lo participa de manera creativa en la autonomía
"legitima de las cosas creadas, sino que realiza de modo correcto
"la autonomía que le es propia. Y as! se encuentra con la finali­
" dad

inmanente
.de la

creación, e indirectamente también con el
"Creador: "Está llevado, como .Por la mano de Dios, quien, sos-
1132
Fundaci\363n Speiro

"teniendo a todas las cosas, da a todas ellas el ser" ( Gaudium
"et spes, 36).
· »Se debe añadir que con el problema de la. "legítima autono­
"mla de

las realidades terrenas",
se vincula también el problema,
"hoy muy

sentido, de la "ecología",
es decir, la preocupaéi6n .por
"la protecci6n y preservaci6n del ambiente natural. ·
»El

desequilibrio ecol6gico,. que supone siempre una forma
)J de egoísmo anticomunitario, nace de un uso arbitrario -y en
· "definitiva nocivo- de las criaturas,. cuyas le,yes y orden natu­
"ral se

violan, ignorando o despreciando la finalidad que es in­
"manente en la obra de la creaci6n. También este modo de
coni­
"portamiento

se deriva de una falsa interpretaci6n de la auto­
"nomía de las cosas terrenas. Cuando el honibre usa· es.tas co­
"sas "sin

referirlas
al Creador" :-=-por utilizar también. las pala­
"bras de

la
Constiiuci6n conciliar--,-se

hace a sí
mismo daños
"incalculables. La soluci6n del problema de la amenaza ei:ol6gica
"está en relaci6n Intima con los principios de la "legitima
auto­
!'nomía de las realidades terrenas", es decir, en definitiva, con la
"verdad acerca de la creaci6n y acerca del Creador del mundo».
JuAN PAELO 11: Catequesis durante la audien­
cia ~eral· del miércoles 2 de abril. L'Osserva­
tore Romano~ edición semanal en lengu11 espa­
ñola, año XVIII, núm. 14 (901), doming\) 6 de
abril de 1986. ·
1133
Fundaci\363n Speiro